Higiene Laboral
Terminaba de lavarme las manos cuando alguien entro en el baño, pensé que sería alguna compañera por eso ni me moleste en levantar la cabeza para mirar, pero me pareció extraño cuando escuche que se acercaban a mí.
Lavarse las manos evita la transmisión de la gripe (mini relato)
Terminaba de lavarme las manos cuando alguien entro en el baño, pensé que sería alguna compañera por eso ni me moleste en levantar la cabeza para mirar, pero me pareció extraño cuando escuche que se acercaban a mí. Note que se posicionaban a mi espalda y fue entonces cuando levante la mirada y lo vi reflejado en el espejo. Tenía cara de pícaro y sonreía levemente, nada que ver con lo serio que suele parecer siempre. Se pego a mi, fui siguiendo su trayecto acariciándome el pelo, el cuello y oliéndolo para después besarme e incluso morderme, hasta que me puse a cien y me gire para besarlo.
Le acaricie la entrepierna, el suspiro cuando lo toque y note que su bulto empezaba a tomar forma.No aguantó mucho, pues pronto le note su bulto mucho más duro, me guío a uno de los baños, cerro la puerta y me empujo sobre esta, acariciándome con violencia y urgencia. No me importaba porque yo me sentía igual que el, solo quería sexo y el me lo iba a dar.
Nos besamos duramente, mordiéndonos los labios mientras nos tocábamos todo el cuerpo. Me desabrocho la camisa y me beso los pechos, mordiéndomelos. Gemí al sentirlo, pero me tapo la boca para que nadie nos escuchara. Si fuera en otra situación me habría encantado chillar todo el rato y animarle a que me poseyera. Rápidamente se quito los pantalones e hizo lo mismo con los míos, se saco aquel bulto fuerte y duro y me lo introdujo sin ningún tipo de miramiento. Grite pero no sirvió de nada, él lo amortiguo con su mano que seguía en mi boca y además me echo una mirada de muerte.
Me la volvió a introducir, pero esta vez más fuerte a modo de castigo.
Y bien que aprendí la lección, pero aun así, volvió a repetírmela una y otra vez y otra vez. Cuando notó que ya no intentaba gritar y que asumía el placer en silencio, me quitó la mano de la boca pero me agarro del pelo y terminó dentro de mí con una mayor sacudida. Me beso con urgencia, me sonrió y se seco con papel higiénico. Miro que no hubiera nadie por el baño y después de ponerse los pantalones, salio rápidamente.
Me quede exhausta, en estado de shock, sentada en aquel baño que tantas veces había usado y que tantas veces usaría, y que a partir de aquel momento no me parecería igual. Después de un par de minutos me limpie un poco con papel, me puse el pantalón y después de volver a lavarme las manos sonriente, salí a mi puesto en la oficina.
Ya sentada en mi silla, parecía como si todos a mí alrededor me mirasen y supieran que algo malo había hecho. Por supuesto no era así, pero es como me sentía. Gire a mi izquierda y le pedí unos documentos a mi compañero, el tardo en mirarme, pero finalmente me alcanzo los papeles con la cabeza baja; cuando alce la mano para cogerlos, el me miró y me dedicó una amplia y divertida sonrisa.