Hielo en las venas XI: Dolar de plata

¿Y antes como les pagabais? Con plata ¿Y ahora? Con papel... ¿Y se siguen abriendo de piernas? Si, todo sigue siendo la misma mentira pero mas refinada

Espero que os guste y como siempre espero vuestros comentarios y opiniones para yudarme a mejorar

El capitulo tenía una escena extra pero al parecer TR me la censuró como ya paso en el capitulo de CD con los recuerdos de Alex y Pablo, aunque la situación fue tratada con la maxima delicadeza y no habia ningun tipo de sexo explicito

Solo tengo que editar un poco la escena y la metere en la siguiente ocasión que sea procedente


¿Y antes como les pagabais? Con plata ¿Y ahora? Con papel... ¿Y se siguen abriendo de piernas? Si, todo sigue siendo la misma mentira pero mas refinada

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Elías se sentó sobre la cama, estirándose cuando consiguió llegar a la posición vertical. Bajo la piel los entumecidos músculos suspiraron de gusto, luego él los acompaño con su propio suspiro. Hoy era su día libre y había que disfrutarlo

Paseó su adormecida mirada por su cuarto, quería volver a la calidez de sus sabanas y dormitar durante media o quizá una hora más, pero sabía que no debía. Si algo había aprendido era que la pereza nunca era la mejor opción

Se levantó de la cama quitándose las sabanas de encima. Solía dormir desnudo por costumbre y ya le costaba no seguir haciéndolo. Se pasó la mano por el pelo revuelto mientras caminaba hacia la ducha

Su habitación era un caos, el resto de chicos solían ser bastante meticulosos a la hora de cuidar sus habitaciones ya que eran su refugio pero Elías prefería ese desorden ordenado. No era tonto, sabía perfectamente donde estaba cada cosa en su habitación y muchas veces la mejor forma de esconder algo era dejarlo a la vista en medio de un ambiente revuelto

Y Elías tenía muchas cosas que esconder, la mayor parte de ellas de si mismo

Su baño era lo único en lo que Elías había puesto exigencias, las habitaciones tenían el baño prediseñado que se encontraban en las provisionales. Luego cada chico en su propia habitación podía cambiarla a su gusto aunque dentro de ciertos limites, la organización tenía muchos obreros competentes y discretos pero ningún secreto duraba mucho tiempo si había muchas personas involucradas

Su baño ocupaba el doble de lo que debería haber sido y disponía de una bañera japonesa y de una ducha que ocupaba un tercio de la estancia. Disponía de un amplio banco interior y era una mezcla entre una ducha normal y una de vapor, las paredes eran una mezcla de madera y cristal

La bañera japonesa en cambio era pequeña y alargada y estaba pegada en la esquina opuesta, dando justo a una ventana que se abría a la impresionante caída del edificio y a la ciudad rugiente

A Elías le encantaba esa bañera, tumbarse allí con el agua ardiendo y calentando su cuerpo mientras miraba la ciudad de noche o esperaba al amanecer. Tenía una conexión muy fuerte con el agua, tal vez porque necesitaba sentirse limpio de alguna forma

Entro en la ducha y se sentó en el banco, abrió el grifo del agua aguantando cuando, tras un segundo de golpe frío, enseguida volvió a la temperatura que le gustaba. Elías odiaba el frío por eso tanto en su habitación como en ese baño la calefacción estaba varios grados por encima de lo normal

Comenzó a meditar sobre lo que iba a hacer. Hoy era su descanso de todo, incluido su entrenamiento, así que como siempre su horario se planteaba tremendamente vacio. No podía salir de la casa, no contaba con la suficiente confianza de Gianni, en realidad tampoco quería e igualmente nunca se lo había preguntado al italiano, pero se esperaba la respuesta. No le afectaba demasiado

Como siempre iría a ver a Laos para jugar un poco con el, sentía afecto por ese chico. No en vano se había criado en la calle como él, aunque el pequeño había tenido muchísima mas suerte de la que podría haberse esperado el propio Elías

Pero luego no tendría mucho mas que hacer. Elías cerro los ojos y levantó la cabeza para que el agua le llegara a todos los rincones

Tal vez iría a fastidiar un poco a Jack, aunque tampoco le hacía mucha gracia tener que encontrarse de nuevo con el español. Sabiendo como sabía que le quedaba poco tiempo de vida, Elías podía ser muchas cosas pero no era capaz de mirar a los ojos a alguien que iba a morir y actuar con normalidad

Se levantó y cogió el gel de la pequeña balda. Comenzó a enjabonarse. Le parecía increíble que Jack, y mas sabiendo la situación que había vivido, pudiera soportar la idea de estar llevándole hasta el corredor de la muerte. Una milla verde demasiado cruel como para que el danés, tan compasivo en el fondo, pudiera ser capaz de recorrer

Pero no era su problema en el fondo, apenas conocía al español y aunque no quisiera admitir que le preocupaba la seguridad de Jack sabía que el danés encontraría la forma de superarlo. Quizá no la mas sana, pero la encontraría

De la forma que fuera no dejaría que Elías se acercara a él porque, por razones que solo el danés sabía y comprendía, Jack le odiaba de una forma acérrima y siempre le rehuía. Y Elías ya se había cansado hace tiempo de intentar entenderlo, era su decisión y debía aceptarla

Suspiro cansado dejando que el agua fluyera desde su cuerpo hacía el suelo y desaparecer en las tenues líneas del desagüe. Consideró el quedarse en la ducha otro poco pero ya se había acostumbrado a la temperatura del agua y comenzaba a estar templado

Salió, ya que su ducha era tan amplia que no necesitaba mampara completa para evitar mojar todo, echando mano a la toalla doblada pulcramente que descansaba en la esquina opuesta a la alcachofa de la ducha. Tras secarse rápidamente se anudó la toalla a la cintura y salió para la rutina diaria

Era algo obligatorio, aunque chicos como Keigo o Jace estaban exentos por su fisonomía privilegiada, en los chicos que tuvieran que seguir una estricta rutina de cuidado e hidratación de la piel. Y en Elías suponía esfuerzo doble ya que su piel había estado muy castigada por la vida en la calle, al igual que su pelo o sus gestos, agresivos y rebeldes. La piel y el pelo se habían arreglado con el tiempo, hasta convertirlos en armonía sin embargo su forma de ser apenas si había cambiado

Mientras comenzaba a recorrer con sus dedos las distintas cremas y utensilios para el acicalamiento se preguntó, como siempre, si toda esa gran mentira servía para algo


Decir que Heath y Jem eran promiscuos era quedarse corto y pasarse de largo al mismo tiempo. En realidad los gemelos sentían una aversión particularmente aguda por el sexo… Con los otros

Todos los chicos de la casa lo sabían. Heath y Jem follaban entre ellos a la menor ocasión pero evitaban con mucho cuidado la forma en la que interactuaban con el resto de habitantes de la casa en ese plano. No eran de piedra claro, mas de una noche Jack había compartido lecho y caricias con los dos o alguna tarde aburrida había tentado al taciturno Fabio a unirse a una fiesta con ellos

Y claro esta, en algún momento u otro se habían acostado con todos los de la casa por exigencias del guión. Excepto con Fabio, con quien si que se habían acostado a titulo personal, y con Laos, con quien habían compartido algún juego de manos y algún beso suelto mas de hermanos mayores que con intenciones a ir a más

Y eso les planteaba el tema de Álvaro. Y más después de la experiencia de la piscina

-Tiene bastante energía- comentó Heath sentado en la amplia hamaca bohemia que tenían colgando del techo de su cuarto, en su cuello los cascos de oreja completa de su equipo de música seguían vomitando dubstep

Jem, unos cuantos metros por debajo, alzó la mirada hacia el brazo colgante de su gemelo

-Si la verdad, ¿te dolió cuando te dio?-

Heath se recolocó mejor en la hamaca sonriendo débilmente

-Iba bien preparado ya… Pero hubiera dolido si no-

El brazo de Heath se alzó para colocarse los casos de nuevo

-Tenemos trabajo que hacer ¿recuerdas? Baxter estará en una hora o así-

Heath dejó caer de nuevo el brazo con un suspiro cansado

-Llévate un espejo y así creerá que somos dos-

-Una hora…- le recordó Jem con voz tranquila- Una hora-

Y girándose salió de la habitación. Aunque físicamente eran muy parecidos en personalidad parecían polos opuestos, Jem era muy frío y distante sobretodo si no tenía a su hermano a su lado, que era todo explosiva calidez. Su hermano era perezoso, prefería sentarse a leer o a escuchar música, tocar el piano como le gustaba y quizá salir a pasear

Jem en cambio no podía estar quieto, necesitaba quemar siempre el exceso de energía que parecía robarle a su hermano. Se aficionó a la natación gracias a Jack con el que solía entrenarse cinco veces a la semana, además aunque era mas astuto que su hermano y de entrada mas taimado en realidad Jem tenía una mente burbujeante

Si su hermano era calma, tranquilidad, afabilidad y cultura Jem era todo dinamismo, curiosidad, frialdad y astucia.  Por eso se había llevado tan bien con Fabio, aunque este era igual de taimado que su hermano era emocionalmente distante, como lo era Jem, por eso su amistad había estado clara

Y también compartían algo más. Que no se comentaba en voz alta y que Heath se esforzaba en minimizar: Jem, como había sido Fabio, tenía tendencia a la depresión y la melancolía. Desde pequeño había sido así pero con toda la situación que estaban viviendo se había ido acentuando

Por eso se alegraba de tener a Heath cerca, su calidez y su sonrisa eran lo único que podía sacarle de una de sus depresiones sin explicación aparente. Pero a veces Jem no había necesitado salir con ayuda de su hermano, si no hundirse en lo más hondo, tocar fondo y así darse cuenta de que allí podía coger impulso y salir por si mismo. Y en esas ocasiones los brazos y los labios de Fabio habían sido el refugio helado donde ocultarse

Quizá si su corazón no le doliera al pensar en no estar tan conectado a Heath se hubiera enamorado de Fabio. Pero sabía que no hubiera sido una relación sana… Pero no significaba que no tuviera una relación con él, aunque fuera en un sentido abstracto

Por eso su muerte le había afectado tanto, aunque en cierta forma los titánicos esfuerzos de Heath por ocultarle que había sido un suicidio le habían conmovido en el fondo sintió ira contra su gemelo, racionalizada eso si, pero ira a fin de cuentas

Por eso ahora caminaba hacia la habitación de Fabio, que había permanecido cerrada desde el suceso y la posterior limpieza por parte del diligente personal de Gianni; sería la primera vez que entrase pero debía aprovechar que Heath estaba demasiado ocupado como para vigilarle

Casi cruzó esa planta, ya que la habitación de Fabio se encontraba en la otra punta y lo hizo con cuidado. Esperando que nadie se cruzara en su camino para no tener que dar demasiadas vueltas

Sentía un tirón increíble hacia la habitación, necesitaba entrar, ver todo lo que había allí y saber que Fabio nunca volvería a habitar entre esas cuatro paredes. Sus pasos se fueron ralentizando a medida que llegaban a la ultima habitación de esa planta, respiro hondo sintiendo escalofríos por todo el cuerpo y finalmente entro con quizá demasiada brusquedad

Por un segundo esperó encontrarse a alguien dentro, quizá el propio Fabio. Por un segundo espero que aun quedaran restos de calor humano, pruebas de la existencia de su propietario… Pero la habitación estaba fría, vacía y terriblemente silenciosa

Jem no se dejaba impresionar fácilmente pero aún así, el estar parado en la entrada de aquella especie de mausoleo olvidado, le golpeó de una forma casi solida. Avanzó un par de pasos soltando la puerta que lentamente y sin hacer ruido se deslizo hasta casi cerrarse por completo

Era cierto, aunque Jem no lo sabía, que Keigo había sido el único habitante de la casa en adelantar el suicidio de Fabio pero Jem era algo que había sopesado que podría pasarle al italiano por la cabeza muchas veces. La idea siempre le había parecido tremenda e inabarcable, él no podría dejar a Heath detrás de si pero en realidad Fabio no tenía a nadie

Podía decirse que Jem había sido su mejor amigo pero en realidad su relación si bien profunda en un sentido poco convencional nunca tuvo una profundad de sentimientos. Habían hablado, durante horas, enzarzados en conversaciones a medio camino entre la filosofía y la melancolía. Se habían susurrado al oído palabras de aliento mientras sus cuerpos desnudos se enroscaban entre las sabanas y habían entrelazado los dedos y besado para darse ánimos mudos

Pero nunca, nunca, nunca habían hablado de su pasado. Nunca se habían abierto sentimentalmente al otro. Habían compartido noches enteras de conversaciones pero nunca ninguno le preguntó al otro porque, cuando su mundo parecía venirse abajo, acababan en esa habitación hablando del mundo y los males que le aquejaban

Por eso Jem sentía tanta ira. De una forma cansada y condescendiente, pero ira a fin de cuentas; porque Fabio se había suicidado y Jem no lo entendía… Y si su mejor amigo no lo entendía entonces nadie podría entenderlo… Y una muerte que nadie entendía era una muerte que importaba tan poco como la vida que dejaba atrás. Y Fabio no se merecía eso

Se sentó en la cama, con calma. Pasando la mano por las sabanas pulcramente dobladas, su mirada se paseó tranquila entre la monacal habitación intentando encontrar algo. Pero no podía ver nada

Suspiro enterrando la cabeza entre las manos y cerrando los ojos. Pensando y meditando, sabiendo que Fabio se merecía que alguien pensase en él y sus razones para hacer lo que hizo. Pero no encontraba nada, Fabio siempre había sido un juguete roto, alguien a quien le faltaba algo y que parecía mutilado de una forma tan brutal que estaba continuamente en un coma anímico casi traumático

Jem conocía eso, pero nunca había sido como Fabio… El era un paso mas allá, era lo que todos los chicos temían ser algún día. El inglés alzó la cabeza haciendo que por la inercia un par de mechones rojo sangre cayeran sobre su frente

Fue a irse cuando en el escritorio vio que un cajón estaba demasiado cerrado. Fabio era meticuloso, eso si que lo sabían todos… Pero Jem sabía que Fabio siempre dejaba los cajones a un par de milímetros de cerrarse del todo. Una forma de saber si alguien había estado hurgando entre sus cosas

Además Fabio había sido apasionado de la poesía. Pero en italiano y aunque le había traducido un par a Jem este nunca pudo entender la esencia por no estar en su lengua materna. Sabía que las poesías seguían allí, Gianni no se preocuparía en retirarlo todo hasta que alguien no fuese a ocupar esa habitación y aun quedaban un par por llenar antes de que esa hiciera falta

De modo que en ese cajón había habido algo que Gianni había querido coger. Se levanto y llego hasta el cajón, lo abrió y como esperaba no había nada. Suspiro cansado y sentó en la silla de Fabio, giró sobre el eje hasta colocarse de espaldas al escritorio y desde allí vió la habitación

Cerró los ojos y reclinó la cabeza. Necesitaba pensar


Cuando Laos le abrió la puerta como siempre se le iluminaron los ojos y como siempre Elías se sintió culpable por no venir más a menudo. El pequeño llevaba una camiseta y pantalones largos, como siempre iba descalzo

Laos se apartó para dejar entrar a Elías al tiempo que comenzaba a emocionarse

-Menos mal que has venido, no tenía nada que hacer y hoy no me dejan salir de la habitación- se alzó de puntillas para intentar llegar a la altura de Elías aunque su cabeza pasó de estar a la altura del pecho a estarlo del cuello

-¿Y eso?- preguntó Elías en ingles pasando y sentándose en uno de los puf

-No lo se, no querrán que este molestando por ahí o supongo que habrá algún cliente dando vueltas por los pisos de arriba-

Elías se fijo en una pequeña cajita sobre la mesa. Entrecerró levemente los ojos

-¿Te han traído algo?-

Laos asintió corriendo a cogerlo para enseñárselo a Elías. Era una pequeña figura de un cuervo labrado en plata

-Me lo ha traído Lazhar del viaje a Escandinavia del mes pasado- se la tendió- La pondré con la colección-

Elías paso los dedos por la figura, sonriendo levemente. Elías y Laos compartían en común que Lazhar se había ocupado de ellos cuando llegaron a la casa, solo que Laos al ser un Taken había alcanzado un nivel de intimidad con Lazhar que el ruso nunca quería compartir con Elías, ni cuando era un criajo ni ahora cuando ya casi era un hombre

Laos miró al suelo culpable, sabia que Elías idolatraba a Lazhar y nunca se sentía cómodo hablando del ruso con él. Aunque Elías nunca lo dijera le dolía que Lazhar pareciera tener un claro favorito, según el punto de vista del mexicano, entre los dos. Pero Laos sabia que no era cierto, pero sabía que no estaba bien hablar de ello

-Bueno vamos a ver enano- comentó Elías sonriendo de manera sincera aunque un poco apagada- ¿Qué quieres hacer?-

Laos sonrió feliz dejando el cuervo descuidadamente sobre su escritorio

-Bueno he estado practicando una canción que me dejó Jace… Si quieres te la toco-

-¿La canción no?- le preguntó Elías guiñándole un ojo

Laos desvió la mirada sonriendo sin saber muy bien que responder y yendo a su guitarra. Aprovechando que Laos no le miraba Elías contempló de reojo el cuervo y suspiro de forma cansada


Heath entró primero en el cuarto, como siempre Jem dejó que su hermano tomara la iniciativa para darse un segundo y mentalizarse. Finalmente entró después de él

La habitación, un eufemismo para nombrar la monstruosidad de cuarto en el que acababan de entrar, era conocida por los chicos como la cabaña del bosque. Todo estaba profusamente tallado en madera, inmensos paneles que cubrían las paredes de acabado elegante y refinado para sustituirlas por una distribución mucho mas hogareña

Contra la pared había una enorme chimenea de piedra con grandes leños dentro pero que funcionaba a gas. Las alfombras tupidas de piel de animal del suelo, los trofeos de caza y pesca de las paredes, las armas de verdad, aunque cuidadosamente revisadas y descargadas cada día por parte del personal… Todo ello sugería que la palabra “excesivo” era la mejor para describirla

Y en medio de la habitación Edward Baxter cuadraba perfectamente con el entorno. Era un hombre que parecía sacado de la serie Dallas , alto y de constitución recia. Millonario gracias al petróleo que su compañía extraía de las entrañas de la tierra

Sus penetrantes ojos azules se pararon en los chicos y sonrió de manera sincera. Su ingles americano estaba salpicado por un increíblemente intenso acento tejano

-Aquí están mis pequeños vaqueros-

Heath y Jem le saludaron con una inclinación de cabeza y se acercaron al hombre. Baxter, como le gustaba que le llamasen, había jugado al rugby de joven en donde había sido quarterback para después servir en los rangers hasta que años mas tarde unas tierras heredadas de su abuelo habían comenzado a escupir lo que solía llamarse oro negro. Pero incluso cuando se hizo millonario siguió con una actividad imparable en vez de aburguesarse

Era un tiburón de los negocios y el mismo gestionó su yacimiento petrolífero gracias a un cooperativa con una petrolera que, tras paciencia y sobornos, acabó comprando para después retirarse feliz, y con una compañía tasada en varios cientos de millones, a una enorme finca en su Texas natal

Ahora con cincuenta años recién cumplidos y vestido como un típico tejano rico estaba aún lejos de comenzar el ocaso de su vida. Si bien la antes estrecha cintura de su juventud se había rellenado con las suntuosas comidas y los antes visibles abdominales de su época de ranger se habían esfumado, los brazos, el fuerte pecho y los redondeados hombros dejaban claro quien había sido capaz de cargar con casi el doble de su peso en equipamiento mientras esquivaba defensas contrarios y balas enemigas

Era por definición un Muscle daddy con una debilidad por los chicos británicos y de cuerpos fibrosos

Cuando Heath y Jem estuvieron a su altura Baxter les palmeó la espalda mientras les señalaba una tablet sobre la mesa. Jem la cogió mientras Heath comenzaba a bromear con su invitado

-Parece que hemos engordado viejo- dijo Heath exagerando levemente el acento británico que tanto le gustaba a Baxter

-Quizá pero aun soy capaz de troncharte en dos- respondió este, hubo un poco de silencio y luego de nuevo la profunda voz del americano- Pero vaya parece que no he sido el único que ha cambiado-

Jem acabó de encender la tablet y levantó la mirada. Baxter le había levantado la camiseta a Heath y se dedicaba a pasar las manos por el torso de su hermano en donde unos tímidos abdominales comenzaban a marcarse desde su última visita, del mismo modo que el volumen en brazos y pecho

-Parece que te estas haciendo todo un hombrecito si señor- miro a Jem- ¿Tu igual James?-

Este asintió sin decir nada. Baxter sonrió complacido ante lo guapos que se estaban poniendo sus jovencitos. Le quitó la tablet de las manos a Jem

-Mirad, son fotos y videos de mi ultima caza en Canadá… Enciende la chimenea Heath que quiero enseñároslas-

Tras encender la chimenea ambos se sentaron con Baxter frente a ella. Como todo en ese oficio todo era mezcla de una parte de mentira y verdad. Ninguno estaba interesado en la caza ni en escuchar las batallitas del americano, pero debían fingir interés… Un interés que luego Baxter sabría compensar

Aunque pudiera parecer que no tenía sentido darles coba a los clientes la cosa cambiaba cuando estabas frente a alguien amaestrado ya como Baxter, afable, cómplice e incluso cariñoso con los chicos a diferencia de estarlo frente a alguien que había pagado un dinero y quería un servicio de calidad y sin ningún tipo de calentamiento previo

Las historias y las fotos y videos, bastante truculentos algunos, se sucedieron a la par que Baxter se iba calentando cada vez mas y mas. Al final de la historia su cuerpo irradiaba un calor casi palpable

Dejó la tablet en el suelo

-Bueno, ya os he puesto al día… Ahora un poco de relajación- dijo inclinándose sobre la boca de Jem, este la abrió para recibir el beso y cerro los ojos cuando la lengua comenzó a explorarle por dentro

Las manos de Baxter se metieron debajo de la camiseta de Jem para acariciarle cada centímetro de piel que pudiera. Heath se fue pegando y comenzó a hacer lo mismo con el americano. Este se separó un segundo y se desprendió de la camisa y las altas botas. Heath y Jem se quitaron las camisetas

-Vaya..vaya… Cada mes que pasa estáis mas guapos- dijo Baxter tumbándoles sobre la mullida alfombra de oso, comenzó a besarles por el pecho, probando ese par de centímetros de volumen que los gemelos habían ganado en ese mes y medio sin verse

Los gemelos comenzaron a pasarles las manos por los hombros y el cuello, apretando la rocosa superficie de tendones y músculos que aún conservaba el americano. Cuando este pareció estar satisfecho de sus pequeños se alzó sobre ellos. Los tres sabían lo que tocaba ahora

-Joder Edward tu si que estas fuerte- dijo Heath tumbado al lado de Jem, pasó las manos por el torso del americano, duro y firme en la parte superior y relativamente mas blanda en la zona del estomago y la cintura- Pufff y los brazos… Por favor puedes….-

Pero Baxter ya los había flexionado. Estaba fuerte, eso no se podía negar pero no era el estilo de Jem ni Heath, pero tocaba fingir. Heath se alzo y se coloco de rodillas mientras comenzaba a apretar el duro bíceps y bufaba y suspiraba por lo bajo palabras de asombro

Jem por su parte comenzó a amasar el pecho del americano, surcado por una suave capa de vello cano y apenas visible

-Estas increíble Edward- comentó Jem apretando esta vez con fuerza el pecho- Te machacas pero bien…- hizo una mueca casi imperceptible antes de añadir-… daddy ­-

-Ya ves pequeño, hay que estar en forma-

Heath había pasado de los brazos a los hombros redondeados que ahora besaba y mordía

-Joe daddy me pones malo- dijo a la par que le agarraba del cuello y comenzaba a morrearle con pasión

Edward comenzó a amasarle el culo a su hermano y Jem, que no le hacía mucha gracia contemplar la escena desde abajo, se deslizo bajo las piernas de Baxter para darse la vuelta y quedarse frente a su espalda

En un tiempo había sido triangular pero ahora la punta inferior había ido ensanchándose con los años aunque seguía conservando bastante de forma primigenia. Jem comenzó un masaje por los hombros mientras su hermano seguía comiéndole la boca a ese hombre que les triplicaba la edad casi

El americano estaba como siempre extasiado de poder disfrutar de esos cuerpos juveniles y vigorosos al igual que cuando lo hacía con su pequeño harén secreto de vaqueros, cuidadosamente escogidos para cuidar de la finca como el resto de la plantilla y, como función extra, de su dueño… Pero esos pequeños británicos estaban a otro nivel, eran guapos y bien formados, tenían el punto justo de musculo fibrado que le encantaba y sobretodo que fueran gemelos idénticos… Valían los miles de petrodólares que pagaba por ellos

Mientras Heath seguía morreando al americano, que se encontraba perdido en sus fantasías, sintió las manos de Jem entrelazando sus dedos con los suyos. Entre abrió los ojos y vio a su hermano en la espalda del cliente. Masajeándole y de paso acariciando las manos de su gemelo

Este abrió los ojos del todo y mientras seguía besando al Muscle daddy comenzó a comerse con los ojos a su hermano que le respondió a su vez la mirada. Entrelazaron los dedos con fuerza y Heath comenzó a moverse sobre el americano, cabalgándole mientras no despegaba los ojos de su hermano

El americano despegó los labios para comenzar a comerle el cuello mientras no paraba de susurrar que le cabalgara como un caballado. Heath le hizo caso aunque apenas le prestaba atención. Mientras le respondia “si daddy ” a todo y apenas le prestaba atención

Heath suspiró por lo bajo cuando el americano comenzó a comerle la oreja y se mordió el labio mientras Jem se pasaba la lengua por los labios muriéndose por besar a su gemelo. Heath seguía cabalgando pegándose contra el corpulento torso que tenía delante pero deseando juntarse con el de su hermano

Baxter finalmente pareció cansarse de tantos preliminares y dejando a Heath sobre la alfombra se quito la bragueta, se dio la vuelta para coger de la mano a Jem y, tras besarle el dorso de le mano, le tumbo junto a su hermano

-Mis pequeños inglesitos- comenzó Edward Baxter con voz ronca y excitada- ¿Quereis que os folle?-

-Si daddy - respondió Heath agarrándole de la cintura del pantalón- Follamos-

-Por favor daddy por favor hazlo- siguió Jem fingiendo ser vulnerable

Como siempre Baxter acudió presto a la llamada de sus pequeños ingleses. Le dio la vuelta a Jem mientras Heath se deslizaba para ir a buscar el lubricante. En ese tiempo el americano le quito los pantalones a Jem y comenzó a palmear con fuerza los dos firmes globos que tenía por culo, con un par de hoyuelos a los lados. Los amasó con fuerza, abriéndolos y apretándolos, tanteando con su dedo la entrada y sonriendo con superioridad ante los estremcimientos de Jem

-Mi pequeño James… ¿ Daddy te va a follar a que si?-

-Si…- respondió Jem estirando la última letra y forzando el acento británico- Quiero que daddy me folle- siguió intentando como siempre que sonara creíble

Heath llegó a tiempo ya que Baxter no solía aguantar mucho  antes de comenzar. Le tendió el lubricante que cogió y extendió con cuidado por el culo de su hermano y la propia polla a reventar, era media en anchura si bien era unos cuantos centímetros superior a la media

Después comenzó con los dedos aunque la paciencia nunca fue su fuerte y pronto ya estaba comenzando a forzar la entrada mientras se inclinaba sobre la espalda de Jem. Este por su parte no tuvo que fingir los gemidos, ya que eran una mezcla de placer y dolor

Comenzó a retorcerse sobre la alfombra mientras soltaba pequeños tacos en ingles que parecían espolear al americano a seguir entrando dentro de él sin darle un respiro. Heath se coloco a la altura de su hermano y comenzó a acariciarle la cara y el cuello para calmarle, se relajo un tanto pero esa muestra de ternura entre hermanos era precisamente lo que mas loco volvía a alguien como Baxter, con una mano cogió del hombro a Heath y le alzo para besarle

-Tu hermano es un campeón- dijo tras besar a Heath, movió su mano para hacer que Heath le diera con al entrepierna en la cara a su hermano- Puede con todo-

Heath sonrió y dirigió la boca de su hermano a su polla a medio despertar. Para cuando Baxter terminó de metérsela Jem ya estaba mamando con intensidad la polla de su hermano

-El pequeño parece que tiene ganas de comer- observó Baxter que comenzó a embestir con fuerza a Jem- Veamos cuanto hambre tiene-

Heath se esforzó en no mostrar nada, pero sentía contra el tronco de su polla los gemidos de su hermano, de dolor y placer era cierto, pero mas de lo primero que de lo segundo. Bajó la mano disimuladamente para acariciarle el rostro y darle fuerza

No le gustaba tener que decir eso pero tenía que hacerlo

-Follatelo mas fuerte daddy mas fuerte por favor-

-Ahora veras-  respondió entrecerrado los ojos por el esfuerzo

La follada ya estaba siendo brutal pero ahora llego a puntos bestiales. Jem siguió gritando en silencio contra la polla de su hermano y, aunque provocadas solo por el dolor, los ojos se le anegaron con lagrimas reprimidas

Baxter siguió y Heath gimió aunque la mamada de su hermano hacia tiempo que había perdido intensidad. El americano estaba en su mundo, sin parar de repetir “mis pequeños” o “campeones” y sobretodo “inglesitos”

El sonido de las caderas y las pelotas del americano golpeando contra el culo de Jem era perfectamente audible, algo que volvía loco al daddy yankee que no paraba de morrear con fuerza a Heath o mordisquear la espalda de Jem

En el momento de la corrida Baxter agarró con fuerza las caderas de Jem. Ensartandole tan fuerte que se le escapó la polla de su hermano de la boca provocando que el gemido se escapara sin que nada lo parase

Mientras se corría dentro de Jem el americano siguió follandole provocando que un poco resbalara por el tronco de su polla y cayera sobre la alfombra. Finalmente con un suspiro dejo que Jem resbalara al suelo gimiendo por lo bajo

Se puso a cuatro patas y comenzó a gatear hacia el baño, a medio camino se alzo para ir mas deprisa. Heath se inclino sobre el americano para comenzar a besarle

Esta vez le había tocado a Jem, se había acabado la función. Baxter por muy bien que se conservara tenia ya cincuenta años y no tenia la energía de antes

Entrelazo los brazos alrededor de Heath y comenzó a besarle por la cara con tranquilidad y cariño

-Sois los mejores chicos, de verdad- miro hacia el baño- Siento haberme pasado como siempre-

-Estamos acostumbrados- respondió Heath con sinceridad

-Mis vaqueros tampoco pueden aguantar mi ritmo-

Esta vez el pelirrojo opto por quedarse callado. Seguramente cuando el “señor Baxter” se follaba a uno de esos jóvenes vaqueros que tan acomodadamente vivían en su finca y se iba a dormir los propios jóvenes vaqueros tenían sus propias jóvenes fiestas privadas hasta altas horas de la madrugada

Pero siempre había que hacer creer a un daddy que el mundo se paraba cuando él se iba de la habitación

Una pequeña alarma sonó proveniente de la chaqueta y Baxter se despotricó por lo bajo

-Tengo que irme, el jet me espera en la pista para volver a Texas- suspiró- Hay que marcar a las nuevas reses-

Heath se deshizo del abrazo para que el americano pudiera vestirse. Jem seguía en el baño, a lo lejos se empezó a escuchar el ruido de la ducha. Baxter se rio por lo bajo

-Despídeme de tu hermano- se metió la mano en el bolsillo de la chaqueta- O y toma, para vosotros, dos dólares de plata de la época de la independencia- dijo lanzando las monedas a Heath- ¿Qué tal va vuestra colección?-

-Bien ya casi tenemos…- pero Baxter ya estaba abandonando la situación mientras se sacaba el móvil. Heath suspiró cansado

Pero ese par de dólares de plata le iban a hacer ilusión a Jem. La idea de empezar la colección fue suya... Aunque a Heath por un segundo le asqueó la idea de recibir monedas de plata por haberse acostado con ese hombre

Caminó hacia el baño y se encontró a su hermano apoyado contra la pared con el chorro cayendo en su cabeza, entreabrió los ojos cuando entró

-¿Se ha ido ya?- preguntó, Heath asintió- Puto yankee- se quejó entre dientes

Heath sonrió con ternura, dejo los dólares sobre el lavabo y se acerco a su hermano. Se introdujo bajo el chorro y abrazando a su hermano le hizo alzar la cabeza, el chorro ahora se rompia contra la espalda de Heath

No dijo nada, solo se inclinó para besarle. Jem se dejo perder en el abrazo y en el beso, mientras acallaba los remordimientos por lo que estaban haciendo en el fondo de su mente


-¿En la piscina?- preguntó Elías alzando las cejas

Laos asintió, el mexicano se reclinó en su asiento

-¿Y le empujo Keigo dices?-

Laos volvió a asentir. Elías entrecerró los ojos, se encontraba sin camiseta en el asiento, al igual que Laos porque le había estado enseñando un par de nuevos ejercicios para que el pequeño hiciera cuando estaba aburrido en su cuarto, se terminó la cerveza de su mano

Su mente le estaba dando vueltas al asunto. No era muy lógico lo que acababa de hacer Keigo, de todos los de la casa Elías era el que mejor le conocía y no le cuadraba nada…  El mestizo no hacia nada sin una razón y normalmente esa razón era parte de un motivo mucho mas grande

Pero no le veía sentido a lo que había hecho

-Tuvo suerte de que Álvaro actuó con normalidad y que Gianni le pudo sacar partido a la situación si no…-

-¡Ja!- exclamó Elías sonriendo al comprender- Muy inteligente-

Laos le miro sin comprender

-Nada, nada sigamos con el juego-

Cabrón astuto

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Espero que os haya gustado. En el siguiente ya volveremos con Alvaro y Jack y toda la trama principal. Recordad que los dias siguen pasando

Como siempre espero vuestros comenatrios y criticas

GRACIAS POR LEERME