Hielo en las venas VIII: Kyoka Suigetsu

Si intentas llegar al reflejo de la luna en el agua morirás... ¿Y aun así quieres intentarlo?... Eres un chapero, no se te permite soñar

Siento muchisimo el retraso pero la Universidad es una zorra exigente jajaja Se que prometi capitulos mas largos, sabed que sigo con la idea en mente solo que esta vez por problemas de tiempo he tenido que abortar la misión

Para los que me suelen preguntar que significan algunos de los terminos en otros idiomas que suelo poner... Puedo explicaroslo yo todo /y asi lo hago con la inmensa mayoria de ellos), pero yo personalmente ante situaciones asi siempre me he sentido mas realizado investigandolo yo por mi cuenta (como lector). A veces es la mejor forma de aprender

GRACIAS POR LEERME


Si intentas llegar al reflejo de la luna en el agua morirás... ¿Y aun así quieres intentarlo?... Eres un chapero, no se te permite soñar

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Jack estaba sentado en el pasillo, mirando la puerta como si en realidad no estuviera allí. Estaba en bóxers porque, cuando le fue imposible dormir, sintió la tracción de aquel lugar. Y aunque ahora estaba delante de ella, todo había cesado, la necesidad se había ido. Pero sabía que si se levantaba e intentaba alejarse de nuevo tendría que volver

Suspiró, apoyando la nuca contra la pared y mirando al techo. Cerró los ojos y de nuevo intentó quedarse dormido


A escasos metros, Keigo estaba aburrido. No, aun peor. Estaba MUY aburrido. Se suponía que todos iban a estar durmiendo y así se había asegurado estudiando la mirada de los demás. Pero ahora Jack, cuyos ojos le habían dicho que estaba destrozado físicamente de todos los esfuerzos de aquel día, estaba delante de la puerta del chico nuevo, sentado en el pasillo sin hacer nada más

Al mestizo no le desagradaba que no pasaran cosas, porque muchas veces que no pasara nada implicaba que había un cambio en el ambiente que él podía analizar y estudiar. Lo que el mestizo odiaba era no encontrar nada con lo que entretener a su tan disperso intelecto

Había tardado dos segundos en descubrir, por la posición del danés, que se sentía culpable. Y no solo eso, que se sentía culpable y que quería entrar pero no podía

Aunque no estaba familiarizado con la psiquiatría Keigo si entendía muy bien la mente humana y había llegado por si solo a las mismas conclusiones que los grandes psiquiatras a lo largo de la historia. Todo ser humano actuaba de acuerdo a dos imperativos: el sexo y la muerte

Keigo estaba allí, sentado en el escalón de madera negra porque había encontrado un enigma que evitaría que se muriera de aburrimiento. Jack estaba allí porque por un lado se sentía culpable (algo que era parte del enigma) y porque se sentía atraído por el chico. Los juicios del mestizo no solían fallar, sabía que el danés se sentía identificado con él y que por eso sentía esa necesidad de protegerle y, tal vez, eso sirviera para ocultar algo más profundo y más interesante

Pero todos esos pensamientos habían transcurrido por su mente en apenas dos segundos y ahora, justo ahora, estaba considerando si irse a dormir e intentarlo de nuevo mañana. En ese momento el sonido cierre magnético de la puerta principal (en el segundo piso) abriéndose puso en tensión tanto al rubio como al chico de pelo azul

No era extraño que algún cliente apreciado hiciera una visita sorpresa. Pero era algo poco habitual, aun así eso pulsaba el botón de alerta de los chicos. Muy lejos de ellos, en el vestíbulo la puerta se cerró y unos pasos amortiguados que sin embargo no estaban siendo disimulados empezaron a resonar por el lejano pasillo

Keigo se apresuro a subir a cuatro patas para no hacer ruido. No estaba prohibido cambiarse de habitación ni rondar por la casa de noche pero sería desagradable sentir que de repente una mano le palpaba la entrepierna en la oscuridad

El mestizo se fundió con las sombras mientras, en el primer piso, Jack hacia lo propio en la cocina

Keigo oyó los pasos acercarse, desde luego no se molestaba en disimularlos aunque tenía el paso muy liviano. En la desembocadura del ancho pasillo que daba a la escalera principal y a la zona de los dormitorios

Por un segundo Keigo estaba desconcertado al no reconocer la sombra. Pero cuando el elegante abrigo negro dio paso a una musculada y proporcional forma envuelta en Armani el mestizo supo que se trataba de Lazhar, una de las dos superestrellas del mundo escort junto con Jace. Consideró si salir de las sombras y hacer un comentario sarcástico, a fin de cuentas no hace ni medio día el mismo estaba entre esos dos potentes brazos sudando a mares en la sauna mientras le follaba

Pero no era prudente, Jack podría darse cuenta también de que estaba allí. Lo mejor era quedarse donde estaba

La figura se colgó el abrigo del brazo y luego alisó el traje mientras se abría por completo la camisa blanca. La especialidad del ruso era el Muscle Worship que en resumidas cuentas consistía en masajear (no siempre con las manos) un cuerpo musculado en plena acción. La fantasía de cualquier pajillero adolescente era tener delante un cachas hipertrofiado y embadurnado de aceite; sin embargo, en ese mundo de lujo y refinamiento la apolínea y esculpida musculatura de Lazhar, sin un gramo de más o de menos, era lo que les hacía a los clientes empeñar hasta las joyas de la mujer para tenerle una sola noche

Los ojos del mestizo, acostumbrados ya a la oscuridad, captaron el destello del estomago de nácar del ruso antes de que este desapareciera camino a su propia habitación. Keigo soltó el aire lentamente mientras salía de la sombras, los pasos se fueron alejando hasta que el sonido de una puerta cerrándose les puso fin

Bajó la mirada. Jack caminaba lentamente hacia la escalera, parecía que la presencia del ruso por fin le había hecho entrar en razón y volver de sus ensoñaciones melancólicas. Keigo volvió de nuevo a ocultarse

El danés que normalmente tenía un aire despreocupado y lleno de energía caminaba como un gato en una guarida de perros. El mestizo sabía que no se llevaba nada bien con Lazhar, ya sabía por qué y eso no le interesaba aun así le hacía gracia ver como uno actuaba frente al otro y aun mas cuando Jace estaba delante también

Por un segundo miro hacia donde estaba Keigo aunque era imposible que le viera se puso nervioso hasta que la mirada del rubio volvió a su destino correcto, la zona de habitaciones. Del mismo modo que el ruso Jack desapareció tragado por las sombras, sus pasos de igual manera desaparecieron con el sonido tan leve de una puerta, que no se deseaba que hiciera ruido, cerrándose

Keigo no le dio más vueltas. Ahora por fin podría entretenerse con algo. Comenzó a bajar la escalera


Álvaro no sabía qué hacer. En términos generales suele ser cierto que cuando un adolescente con una habitación para el solo no sabía qué hacer se masturbaba pero… Ya ni eso tenía sentido

Solo podía estar allí tumbado en la cama, aguantando el jet lag hasta la noche siguiente para poder coger el ritmo de sueño. No había más

Por un segundo había sentido la necesidad de salir al pasillo, pero las ganas se habían ido de golpe y ahora no sabía qué hacer. Pensar le aterrorizaba pero aun así…

La puerta se abrió lentamente mientras una sombra ocupaba el umbral

Por un segundo tuvo la estúpida idea de que era Jack, fue momentánea pero se sorprendió al sentir decepción al ver que no se trataba de él. En cambio la curiosidad le dominó al contemplar al segundo que esa mañana…tarde para el resto, se había chocado con el

Tenía el mismo rostro blanco en el que unos ojos levemente rasgados y negros contrastaban vivamente contra la piel. Era guapo de una forma fría, aun mas resaltado por el azul eléctrico del pelo. El cuerpo, como el de Jack, era fibrado aunque el de aquel chico era más esbelto

Indudablemente el chico tenía algún tipo de origen asiático aunque no tan marcado como para ser considerado plenamente oriental. La puerta corredera se cerró a su espalda

El visitante extendió los brazos enseñando las palmas. Llevaba un pantaloncito negro sobre el que se asomaba la goma de unos bóxers del mismo tono. Sonrió, era una sonrisa cristalina y blanca, perfecta e imposible sin gastarse unos cuantos cientos de euros

La sonrisa le debería de haber tranquilizado. Hace unas horas lo hubiera hecho, pero la imagen mental que le vino a la mente fue la de sincera y cálida de Laos que le hizo darse cuenta de que, de algún modo, esa sonrisa era turbadoramente vacía

-Siento si te asuste- dijo el chico en un español un tanto forzado- ¿Puedo entrar del todo?-

Álvaro podría haberle dicho que no, que se fuera porque quería dormir. Pero no lo hizo porque en el fondo no quería estar solo. El chico comenzó a andar como si el segundo de duda del español fuera la respuesta que había esperado

Caminaba con un paso que casi no levantaba ruido, junto con su constitución esbelta y el aire etéreo que siempre rodeaba a los orientales parecía andar sobre el aire a milímetros del suelo

Llego hasta la especie de sillón de una de las esquinas y lo acerco hasta que lo puso a la altura de los pies de la cama. Luego se sentó con tranquilidad mientras Álvaro hacia lo propio sobre la cama, cruzando las piernas

Durante un segundo se mantuvieron las miradas, del mismo modo que Jack el chico de pelo azul pareció encontrar algo en los ojos del español que este mismo desconocía. A Jack le turbaba eso pero el chico pareció encontrarlo divertido

-Eres interesante- comentó de golpe tras el examen

-No hace mal saberlo- respondió a la defensiva, aunque luego cuando pensó que no le convenía enemistarse con todos se obligo a añadir la pregunta- ¿Por qué lo dices?-

-Bueno eres el chico nuevo- respondió como si fuera obvio con una leve sonrisa. Desde esa distancia Álvaro vio mejor el par de aros finos negros rodeaban los extremos del labio inferior del chico de pelo azul- ¿Español verdad?-

Álvaro asintió; el chico se recostó en el sillón

-No he tenido el placer de tratar con muchos españoles ni hispanos-

-¿Y aun así hablas español?-

-Descontando el chino el español es, después del inglés, la segunda lengua mas hablaba del planeta y- dijo levantando un dedo- dentro de poco superara en número de hablantes al inglés. No viene mal saberlo- suspiró- Pero mi especialidad es el francés y las lenguas asiáticas-

-¿De dónde eres?- pregunto, el chico le miro fijamente un segundo

-Es complicado- respondió; Álvaro supo que no le sacaría mas de ese tema

Por alguna razón al español le pareció estar dentro de un inmenso tablero de ajedrez. Por su parte Keigo, que si entendía el juego al que estaban jugando ya llevaba una clara ventaja

Lo primero ese titubeo cuando había abierto la puerta, esa mirada que esperaba que fuera otra persona y el microsegundo de decepción. Su voz, su postura, sus silencios mientras el mestizo con calma deliberada tomaba asiento. Esa mirada tan…desafiante. Le recordaba a la furia resignada que siempre había tenido Fabio en sus ojos, cuyo suicidio el ya había predicho para sus adentros días antes de que se produjera

Keigo se recostó en el asiento. Lo veía. Kyoka Suigetsu.Delante de él, sencillamente perfecto y fascinantemente divertido

Necesitaba jugar con el

-¿No tienes sueño verdad?- comento distraídamente- Claro, sería demasiado obligarte a dormir a ciertas horas. Bien hecho por parte de Jack-

La mención del danés hizo que el español se irguiera levemente sobre la cama. Lo que había esperado pero no le dejo tiempo para que fuera a mas. No era lo que quería ahora

-Me llamo Keigo por cierto- siguió hablando mientras sus ojos registraban cada pequeño detalle

-Al…Álvaro- respondió el español extrañamente incomodo de repente en la zona de la espalda y la nuca

-Pareces adaptarte bien- dijo- Siento si la primera vez que nos vimos fui descortés, tenía bastante prisa… Un cliente ya sabes cómo es-

La espina dorsal del español se sacudió con una sacudida eléctrica

-No, no lo sé-

Las finas cejas del mestizo se fruncieron levemente

-¿Nunca?-preguntó aunque ya sabía la respuesta- Vaya, lo siento-

Dejó que el silencio incomodo calara en su interlocutor antes de volver a hablar:

-Bueno no te preocupes Jack no dejara que cometas un error-

Dejó la pausa precisa en el aire para que la frase calara, la duda se instalara en el cerebro de su interlocutor y la pregunta comenzara a surgir de su garganta. Calculó y esperó, justo cuando estaba a punto de hacerla Keigo siguió hablando

Señalo la mesita de noche

-Parece que ya conoces elIce- el español miro desconcertado a la mesilla mientras su cerebro se intentaba centrar de nuevo

-Si, bueno. Solo lo he probado una vez-

-No suele hacer falta mucho mas con las drogas- comentó distraídamente el mestizo mientras se estiraba, sus finos dedos se cerraron sobre el cojín que descansaba a los pies de la cama- ¿Qué te pareció la experiencia?- dijo mientras comenzaba a jugar disimuladamente con lo que acababa de coger

-Extraña- respondió cautelosamente el español

-Buena elección de palabras- respondió el otro lanzándole el cojín para que Álvaro lo cogiera- No es la mejor pero no deja de ser buena-

-Has dicho que elIcees una droga pero Jack me dijo que no creaba adicción- el español comenzaba a sospechar que solamente uno de ellos dirigía la conversación, y no era él. El cojín seguía descansando a escasos centímetros de su pierna

-Bueno, en si mismo no crea adicción ya que no tiene ningún tipo de síndrome de abstinencia ni realmente influye sobre los neuroreceptores que crean la dependencia pero…- dejó que el aire llenara sus pulmones antes de seguir-…las situaciones en las que te veras inmerso te harán dependiente de él-

La mirada de Keigo era un muro impenetrable para el español, se sentía alerta aunque no encontraba un peligro definido al que hacer frente y el frió de la nuca y la espalda le comenzaban a incomodar demasiado. Su mano se movió inconscientemente para agarrar el cojín. Su mente comenzó a discurrir mientras comenzaba a moverlo entre sus manos

Los ojos del mestizo brillaron inconscientemente

Realmente, se decía el español,realmente no quiero tener que depender delIcepero… Pero no veo capaz de poder…Si no es con él; pero si lo tomo…

Como si le leyera la mente el mestizo se adelantó a sus pensamientos con una pregunta:

-¿Dejaste a tu novia atrás?-

Para cuando se quiso dar cuenta Álvaro se sorprendió asintiendo

-Vaya…Debe ser duro pero aun así recordarla te puede ayudar…A no volverte loco-

Pero elIceme hace olvidar demasiadas cosas. Toma el control y no quiero ser quien me hace ser

-Es complicado- respondió Álvaro apretando el cojín entre las manos. Se estaba poniendo cada vez mas exponencialmente nervioso y no entendía porque

Keigo que deliberadamente le había dado el cojín que ahora no paraba de hacer girar entre sus manos si sabia el porqué. Aun así le sorprendía la cuadratura que seguían conservando sus hombros aunque por la forma de la espalda cada vez se sentía mas acorralado. El cojín por supuesto seguía el centro de la espiral de preocupación y descontrol, espoleándole a tener mas

Por la mente de Álvaro no dejaba desfilar la frase del mestizo de hace unos minutos

Jack no dejará que cometas ningún error

Tenía que seguir investigando eso. Tenía que hacerlo… Sin darse cuenta sus manos casi iban a romper la tela por la fuerza

-No deberías tener miedo a que elIcete haga olvidar a tu novia- le llego la voz de repente, dando en el clavo de todos sus miedos- Uno es quien es, otra cosa es lo que se refleja en el agua… Todos hacemos lo que debemos hacer-

Honne y Tatemaesuspiro para sus adentros el mestizo

Álvaro alzo la cabeza hacia Keigo

De nuevo esa mirada desafiante que tan divertida le parecía

-No me mires así, es inevitable, eres unTaken- levantó el meñique- El hilo rojo está ahí, cada vez más corto- sonrió- Lo mejor es afrontarlo con entereza ¿no? Aun siendo hetero es lo mejor que puedes hacer- Álvaro abrió la boca- Es evidente-

-¿A qué te referías con que Jack no dejaría que cometiera un error?-

Ni si quiera dos minutos, que interesante pensó el mestizo dejando que su cronometro interno se parara

Keigo se tomo un segundo para pensar. Había tantas respuestas que podía darle… Y cada una de ellas marcaria un camino diferente, algunas de esas respuestas eran aburridas y otras muy peligrosas. El mestizo se decidió por una moderadamente interesante

-Bueno, Jack ya ha estado en tu situación, así que sabe lo que se hace. No dejara que hagas ninguna estupidez-

Álvaro como era de esperar solo oyó la primera parte

-¿Cómo que en mi situación?- el silencio de Keigo fue lo suficientemente elocuente- ¿El también fue un…?- tragó saliva con fuerza

-Claro, ¿no lo sabías?-

Claro que no, antes preferiría cortarse la lengua a tener que hablar de ello…Pero tu eso no lo sabes ¿no? Tu le preguntaras

-Pensaba que te lo había dicho, hubiera servido para que te sintieras mas cómodo creo yo. De todos modos está mal hablar de alguien a sus espaldas claro-

-¿Pero…pero lo sigue siendo?-

Esto se pone mejor por momentos se rio interiormente Keigo

-No, ya no-

-Sabes… ¿sabes que hizo para dejar de serlo?- pregunto con tal vez demasiada brusquedad

-Una estupidez- le respondió con una sonrisa- Pero que esa pequeña omisión de la verdad por parte de Jack no te ponga nervioso, tendrá una buena razón para no habértelo dicho-

Álvaro rebulló incomodo

Sigue sin darse cuenta de que estaría mejor soltando el cojín, que obsesión tan fuerte debe estar desarrollando…O que dependencia

-Además, han pasado demasiadas cosas como el suicidio, no le culpes por que se le haya ido de la cabeza- el golpe que sacudió el cuerpo del español fue perfectamente visible por los dos- Lo siento- se disculpó

Álvaro se quedó callado mirándose las manos, soltando por fin el cojín

-¿Estás bien?- le preguntó el mestizo apuntando mentalmente la reacción ante la mención directa del suicidio

-Si, claro, perfectamente-

Keigo se levantó, acercándose al borde de la cama y cogiéndole de la barbilla a Álvaro para que le mirara

-Se lo que piensas desde que entre en esta habitación- Álvaro fue a hablar- Existen en la sociedad japonesa dos términos, Honne y Tatemae. El Honne son los deseos ocultos y las verdaderas intenciones de una persona y el Tatemae las fachadas bajo las cuales lo oculta… La dualidad está presente en cada uno de nosotros pero más entre estas cuatro paredes, todos independientemente de las circunstancias en las que acabamos aquí somos el producto de las decisiones de otra persona. Nuestro Tatemae es la proyección de los rincones oscuros del alma humana, nuestro Tatemae es aquello que no puedes decir en voz alta y tienes que susurrar en una habitación a oscuras; nuestro Tatemae es una mentira tras otras pagadas con dinero y sangre... Y nuestro Honne solo es aquello que nos dejan ser por nosotros mismos… Tu Tatemae es lo que tengo ante mí, formado por las decisiones de quien te pidió y tu creencia sobre cómo comportarte en una situación así… Tu Honne… Tu Honne quiere sangre, quiere venganza. Es furia, confusión e incomprensión… Por eso decidió que era mejor mentirte, no le culpes por anticipar tu posible reacción contemplando solo el Tatemae que tanto se esfuerzas en proyectar… ya deberías tener tu propia habitación pero…- la frase se le atragantó a Keigo mientras la decía, para después abrir los ojos de golpe al comprenderlo por fin

Álvaro se echo hacia delante, hasta ese momento hipnotizado por la voz y las palabras del chico de pelo azul y ahora ansioso por saber

-¿Quién decidió eso?-

Keigo parpadeó, centrándose de nuevo en la vida real. Intento contener una carcajada sarcástica

-Jack, ¿quien va a ser si no?- pregunto al aire- Mientras estés solo y creas que todo saldrá bien manteniendo solo una fachada el podrá llevarte por donde quiere, es psicología básica-

Álvaro frunció el ceño, Keigo suspiró. Ya había conseguido lo que quería, resolver el rompecabezas. Ahora ya estaba aburrido de todo eso, pero por alguna razón la mirada del español le impidió darse la vuelta e irse

-Jack no es así-

Pues claro que no, pero tú solo te estás fijando en el reflejo en el agua y no en como es realmente

-¿Tu sabes cómo es Jack? ¿Te ha contado algo de su pasado o de lo que se espera de ti aparte de follar o dejarte follar?- suspiro- Es como la luna en el agua, estás viendo lo que se te debe enseñar y creyendo lo que se espera que creas… Todos vivimos en un mundo de secretos y mentiras, al menos nosotros tenemos el sexo para distraernos- entrecerró los ojos- Conoces esto desde hace dos semanas, no esperes saberlo todo ni tampoco creas que conoces toda la verdad. No hay, ni nunca habrá, nada que mueva más a las personas como la muerte y el sexo- los ojos del mestizo brillaron un segundo- Todos estamos atados a una u otra cosa-

Álvaro se echo hacia atrás

-¿Por qué me cuentas esto?-

Keigo se encogió de hombros

-Puedes creerme o no, en realidad no deberías hacerlo- se dio la vuelta- Ya es tarde y estoy cansado, debería irme a dormir- comenzó a andar

-No, no estás cansado… Has venido a hacer lo que querías hacer y ahora perdiste el interés- Keigo se paró de golpe, girándose sorprendido

-Vaya, que perspicaz. Y sin embargo me dejaste pasar, sentarme y hablar contigo ¿Por qué?-

-Por si tenias respuestas, pero veo que no- Álvaro dejó que el cojín resbalara sobre sus piernas para acabar en la cama, olvidado. Sus dedos en cambio se entrecruzaron entre si, nerviosos

Keigo se giro del todo, sonriendo

-Tienes respuestas, solo que ahora tienes unas para las que aún no tienes preguntas- le miro directamente a los ojos- Fue tu decisión dejarme entrar-

-O la decisión que me indujiste a coger-

-Tanto da, algún día, mas adelante recordaras esta conversación y lo que te he dicho y veras que realmente te será más útil que cualquier otra respuesta que pudiera haberte dado- se giro de nuevo hacia la puerta

-No me has pedido que no diga nada-

-Cierto- giro la cabeza para mirarle por encima del hombro antes de salir- La decisión es tuya, disfruta de la sensación mientras puedas- la puerta se cerró a su espalda

Keigo suspiró al salir al pasillo, cruzó las manos a la espalda. Caminando, realmente él había llevado la ventaja en toda la conversación aun así, y eso era lo divertido, mientras el estudiaba al español este le estudiaba a él aunque de una forma muy poco precisa

Pero algo era algo

Y encima le había tocado a Jack cuidar de él. Los inexpresivos ojos de Gianni se colaron en su mente

-¿Qué estará planeando ese cabrón?- se preguntó a si mismo en susurros en su lengua natal

Comenzó a subir las escaleras mientras seguía pensando

Ciertamente Jack iba camino a una situación extrema de la que tal vez no pudiera salir bien parado. Cualquier otro lo hubiera tenido más fácil para capear el temporal pero Jack…

-Le quiere proteger y si eso no le mata hará que el que muera sea el chico…Debería alejarse- la imagen de Jack sentando en el pasillo mirando la puerta sin atreverse a entrar- Y es lo que está intentando…Pero no lo conseguirá, tarde o temprano no podrá aguantar más y entonces…-

Estarán muertos los dos

La sonrisa de Keigo desapareció. Y en sus ojos afloro una momentánea y atormentada preocupación

Eso no puede suceder, Jack aun tiene demasiadas cosas por hacer… Necesito que esté vivo…Pero…para que siga con vida ¿Qué es mejor? Dejar al nuevo a su suerte o…

-¿Protegerle yo?-

La ironía de la respuesta casi le hizo reír

Casi


Tumbado sobre su cama mirando al techo Jack había tomado una decisión

No iba a dejar que Álvaro formara parte de los planes de Otaigo

Tanto Keigo como Jack sabían que habían cogido la opción mas peligrosa

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Me vuelvo a disculpar por el retraso, lo siento mucho

El capitulo estaba planteado para abarcar tambien el dia siguiente pero decidi partirlo en dos y en el siguiente meter mas cosas, para no alargar el retraso

Espero que os haya gustado, espero como siempre vuestros comentarios