Hielo en las venas VI: Destino negro
Necesita eso, la esperanza, el creer que todo saldrá bien, aunque su futuro se abra a un destino negro
Siento muchisimo la tardanza, deberia haber estado el finde pasado el capitulo. Quienes me conocen de CD saben que no es mi costumbre retrasarme mas que un dia o dos en las publicaciones, pero estas vacaciones estan siendo bastante movidas
Por suerte, o por desgracia, las vaciones ya se acaban y volvere de nuevo al ritmo normal de publicaciones sin retrasos
Con respecto al anterior capitulo, TR lo edito como quiso y por eso los parrafos estaban separados y el justificado fallaba un poco a veces
Espero que os guste eñ nuevo capitulo
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Necesita eso, la esperanza, el creer que todo saldrá bien, aunque su futuro se abra a un destino negro
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Alvaro sabía, una suerte de sabiduría popular, que cuando a alguien le amputaban una parte del cuerpo esta seguía doliéndole, un miembro fantasma que en realidad no estaba pero que, si se cerraban los ojos, se podía seguir notando, unido al cuerpo aunque cuando se abrieran solo se encontrar una sección de carne limpiamente cortada
Tras tres días y medio las heridas de sus antebrazos casi se habían ido, solo un pequeño recuerdo blancuzco en algunas partes de su piel daban fe de la locura que había estado a punto de cometer. Sin embargo, cuando cerraba los ojos o cuando se paraba a pensarlo, era capaz de seguir notando el terrible ardor de todas y cada una de ellas, como si una tela de araña se hubiera pegado a ellos desde el codo a la muñeca. Era horroroso pero si se esforzaba en mantenerse ocupado no se daba cuenta
Su mentalidad también había sufrido un cambio, si antes era rebelde y esquivo para luego dar paso a alguien dócil y esperanzado con escapar ahora el cinismo se había instalado en su mente
Era estúpido pensar que si mansamente se dejaba conducir una alfombra roja le esperaría para llevarle al final del camino y era estúpido pensar que si se resistía iba a conseguir algo más que dolor. El cinismo en cambio, aunque fuera aun en pequeñísimas cantidades, era la mejor forma de enfrentarse a su situación
Si quería escapar solo podía depender de sí mismo, y daría igual lo que tuviera que hacer, aunque tuviera que coger una piedra y empezar a partir cabezas para hacerlo. Con la sangre…
El tren de sus pensamientos sufrió una parada brusca, próxima al descarrilamiento. Desde el episodio de Fabio le tenía…respeto, a la sangre, a falta de un término más suave con el que mentirse a sí mismo. Pero, se justificaba ante sí mismo, era imposible no tenerlo después de lo que había vivido
Y sin embargo Jack, que también había vivido lo mismo, en estos momentos no paraba de avanzar y retroceder sin parar encima de él, gimiendo suavemente e intentando retrasar la corrida todo lo posible
Alvaro se mordió el carrillo, como siempre hacia desde pequeño cuando algo le preocupaba. Jack les estaba practicando a los dos una doble paja, aunque en realidad le estaba enseñando a hacerlas y Alvaro sabía que debía prestar atención pero no podía. Desde la conversación que tuvo con el danés había empezado a conocer el valor real del sexo y era difícil concentrarse en algo que tenía la misma estima que un caramelo olvidado en el fondo del bol
Además, aunque ya no necesitaba el Ice para ello, los recuerdos de escenas similares vividas con Marta se colaban entre los resquicios de su memoria. Y, aunque eso sí que no quería admitirlo ante sí mismo, les estaba empezando a coger asco
No por los recuerdos en sí pero si por las situaciones en las que surgían. No podía evitarlo y tenía miedo de que en algún momento la sola mención de Marta le provocara la tan temida repulsión. ¿Qué significaría entonces? ¿Qué ya no tendría nada a lo que agarrarse para reafirmar su sexualidad? Esperaba que no, esperara poder seguir separando los placeres del cuerpo de los sentimientos, lo esperaba. Pero ya no estaba muy seguro, mas todavía recordando las mamadas de Marta y considerándolas basura en comparación con el par que ya le había practicado el danés
Este por su parte, como si pudiera leerle la mente, se arqueó, masturbándoles furiosamente a los dos para correrse. Alvaro contemplo como su propia polla llegaba al orgasmo, parece que sí que había estado prestando atención a la doble paja, después de todo
Jack se deslizo a su lado para caer al lado de sus vaqueros oscuros, hechos una pequeña bola. Suspiro mirando al techo
-Son difíciles pero si les coges el truco ya ves el placer que proporcionan. Venga que te has llevado la corrida de los dos, toca ducharse-
Alvaro contemplo su propio estómago, con los trallazos de ambos. Hizo una pequeña mueca de disgusto aunque menor que en otras ocasiones, se movió con cuidado de no derramarla y aprovecho para estirar las piernas, Molly había quedado olvidada en un rincón. Lo cual era una pequeña victoria o una derrota según se mirara
El baño también le traía recuerdos ominosos pero estaba aprendiendo a pasar de largo por encima de ellos aunque muchas veces apenas lo consiguiera
Jack por su parte solo cogió un poco de papel para limpiarse los escasísimos restos que habían quedado en su propio fuste. Miro a Alvaro, moviéndose en ese silencio cauteloso que tan terroríficamente le recordaba a Fabio
Al menos sabía que lo del español era pasajero, una suerte de coraza con la que superar lo vivido, o al menos así lo pensaba. De todos modos siempre que le miraba con esos ojos no podía evitar pensar que Fabio siempre le había mirado igual. Una mezcla de cautela, tristeza y las ascuas de una inmensa hoguera que nunca acababa de prender del todo
Pero Fabio era listo, tenía experiencia al menos pensaba siempre Jack Sabia cuando bajar la mirada, Alvaro no, la mantiene siempre… Le acabaran matando por eso
Y era verdad, a los clientes no les gustaba que les recordasen, excepto a los más morbosos, que estaban pagando a un niñato para acostarse con ellos. Y aunque no lo dijeras miradas como la que Alvaro siempre mantenía eran más que suficientes
El chico comenzó a mover sus manos enjabonadas por todo su cuerpo, se duchaba con la mampara corrida, por petición del propio Jack. Para que supiera que no habría momento de intimidad alguno si el que pagaba así se lo pedía
Jack fue a la habitación y se calzo el pantalón y los boxers, aunque no se subió la bragueta. Se sentó un segundo en la cama tremendamente cansado y luego se levantó de nuevo para irse con el secuestrado
Durante estos días Jack había sido lo suficientemente hábil como para evitar a la mayoría de los chicos, gracias a que la habitación de Alvaro era terreno vedado para todos excepto para el danés. Pero siguiendo con el calendario mental que había planificado, un calendario que ahora se arrepentía de haber compartido con Gianni, tendría que sacar a Alvaro y presentarle a los chicos, al menos al par que estuvieran por la casa
Y allí era donde su evasión tocaba a su fin, puta mierda
Alvaro salió con la toalla por la cintura, el cabello se le pegaba a las sienes y goteaba por ellas. Tras la ducha su mirada se había atemperado, acercándose más a cómo debía ser. Eso al menos dejaba abierta la ventana a la esperanza
No sabía muy bien como darle la noticia, ni tampoco como se la iba a tomar. A fin de cuentas la última vez que le saco de allí fue para contemplar el suicidio del italiano. Se mordió levemente el labio, decidiendo dar un rodeo para irle tanteando
-Te debes conocer ya cada centímetro de este cuarto- Alvaro, que había cogido la ropa que le había dejado en la silla le miro con el ceño fruncido- Digo, por las horas pasadas aquí-
-Bueno, conozco mejor el techo que cualquier otra parte- comentó dejando caer la toalla
Jack contuvo una sonrisa irónica. Y siguió avanzando. Alvaro por su parte no sabía muy bien a donde quería llegar
-Y además, siempre tienes ensalada o cereales para comer, ¿nunca te has preguntado porque?-
-Me verán gordo- respondió el español sentándose en la cama para ponerse los boxers y el pantaloncito corto que le habían dejado
-Es para que tengas el nivel justo de fuerzas- respondió, Alvaro le miro intentando fingir sorpresa, pero ambos sabían que había llegado a esa misma conclusión días atrás
-Que retorcido-
-Sí, pero se lo que es alimentarse a base de ensaladas y cereales… ¿No te apetece algo más sustancial?-
-Un buen bollo de chocolate, como el día del desayuno- respondió, paladeando inconscientemente el aire
-Por ejemplo- le sonrió el danés, Alvaro por su parte ya sabía a donde quería ir a parar
-Pero habría que ir a la cocina a cogerlo- siguió el español, mirándole fijamente a los ojos
-Si…Podría ir y cogerte un par o…-
-Podría acompañarte yo- termino el otro con una leve sonrisa- No sé si quiero salir de aquí después de lo que paso la última vez-
-Algún día tendrás que hacerlo, mejor que te vayas acostumbrando a la casa-
Alvaro se echó hacia atrás con los codos, cruzando las piernas y estirándose bajo el pantaloncito. La mirada de Jack se desvió levísimamente hacia ellas, como el español esperaba que sucediera. Al menos conocía la parte que más le gustaba al rubio, le era útil saberlo
-Bueno- respondió- Quizá, de lo que sí que tengo ganas es de comer algo de verdad- se levantó con decisión, mirándole a los ojos
Jack suspiro para sus adentros, casi confiaba en que no quisiera salir. Pero el chico se estaba volviendo inteligente, o al menos le estaba empezando a coger el pulso a su situación. Encerrarse en estas cuatro paredes solo le haría más traumante su futuro
Tras un par de minutos, en los que Jack le soltó un par de consejos, ambos salieron por la puerta. Con el rubio delante, fueron hablando, aunque fuera una conversación forzada simplemente porque el rubio quería hacer ruido. A unos cuantos de los chicos no les agradaba conocer a los nuevos, esperaba que si les oían acercarse simplemente cogerían lo que estuvieran haciendo y se fueran
Sin embargo cuando entraron en la inmensa cocina de isla central Jack vio a Heath sentado en una de las altas sillas. Escuchando música mientras movía una solitaria patata por los restos de lo que parecía haber sido un plato de carne
Al notar movimiento levanto la mirada, fijándola en Jack. Sonrió levemente. Jack metió las manos en su vaquero y giro el cuerpo para señalar al español. La sonrisa del chico murió en sus labios, remplazada por una expresión mezcla de curiosidad y fatalismo
Se levantó dejando su plato olvidado sobre la mesa
Alvaro le contemplo bien. El chico era pelirrojo, de un tono muy profundo como el vino o la sangre… Sangre muy espesa, con el pelo revuelto pero pulcramente colocado. Tenía suaves pecas por el puente de la nariz y las mejillas, la piel levemente bronceada debía de ser mucho más blanca en cuanto se le fuera yendo el moreno del verano. Se fue acercando más. Llevaba una camiseta de tirantes y unos vaqueros como los de Jack aunque el pelirrojo rellenaba la ropa mucho mejor que el rubio
Si Jack era un chico atlético y fibrado el que tenía delante era el típico chico aficionado al gimnasio sin ser el centro de su vida. Proporcionado y duro a simple vista, pero sin nada que destacase sobre lo demás
Le tendió la mano que Alvaro aceptó, fue un apretón fuerte pero sin destrozarle. Al hacerlo el español se dio cuenta de que al menos esos brazos y esos hombros ocultaban más fuerza de lo que parecía
Se fijó en que tenía los ojos broncíneos con pequeñas motitas doradas. Muy curioso
El chico hablo, en lo que recordaba al inglés. Sin embargo tenía un acento que le pareció demasiado cerrado. Cuando vio que Alvaro no le entendía se dirigió a Jack. Que le respondió en un inglés más entendible, con un cierto deje de su danés materno. El rubio le dijo que el inglés del pelirrojo era demasiado cerrado como para que Alvaro le entendiera
El chico se rió, dirigiéndose de nuevo a Jack. Este respondió en dos escuetas frases, diciéndole el nombre del español y su edad. Seguida de una frase con una palabra que Alvaro no consiguió entender. Luego el rubio miró a Alvaro
-Se llama Heath, es inglés, de Essex. Aunque se crió en Gales con su hermano, es normal que no le entiendas, a mí mismo me cuesta entenderle a veces-
Durante la siguiente media hora Jack tuvo que hacer de interprete entre los dos, Heath, como era costumbre, no tenía sentido de la medida y estuvo lanzándole pregunta tras otra. Algo a lo que el español no estaba acostumbrado pero que no pareció desagradarle
Al final de esa media hora Jack se dio cuenta de la impaciencia creciente de Heath, el chico seguramente quería preguntarle por Fabio pero no con Alvaro delante. Y eso empezó a poner nervioso también a Jack, cuando Alvaro pregunto si podía ir a la nevera a coger algo de comer Jack estuvo tentado de prohibírselo, pero finalmente tuvo que dejarle ir
En cuanto lo hizo Heath le agarro del codo, tirando suave pero firmemente de él hacia la esquina opuesta. Jack y Alvaro eran más altos que Heath y aun así este imponía más, dejando de lado el cuerpo, solo por su curiosa mirada mezcla de bronce y oro
-¿Viste a Fabio no?- le preguntó en inglés entre susurros
Jack asintió
-Le vi caer si-
Heath se pasó la lengua por los labios lentamente un gesto bastante común en él como para ser hecho a propósito
-¿Has hablado de esto con alguien?- Jack negó con la cabeza- ¿Sufrió?-
No tenía sentido mentirle:
-Sí, bastante, se tiro desde el cuarto piso- le informó- Cuando bajamos estaba destrozado pero vivo-
-Hazme un favor, no hables con Jem de esto- le dijo mirándole a los ojos
Jack se consideraba amigo de Heath, buenos amigos de hecho. Al igual que se consideraba buen amigo del mellizo de Heath, James o Jem como le llamaban todos. No le hacía sentirse cómodo mentirle a ninguno de los dos, pero sabía de la eterna protección de Heath hacia su hermano, no sacaba nada creando un conflicto
-Está bien, pero solo omitiré los detalles más fuertes, si me pregunta directamente tendré que contarle algo. Tu hermano no es tonto Heath-
De hecho es más listo que tú y que yo juntos pero se abstuvo de decir eso ya que estaba fuera de la invisible burbuja con la que Heath se obstinaba en proteger a su hermano
Heath se inclinó esta vez mirando al chico
-¿Qué tal le va?- preguntó
-Bueno…Mal en muchas cosas y muy bien en otras, no te podría decir- respondió el danés intentando evitar entrar en más detalles
-No, no me refería en general y lo sabes- respondió mirándole a los ojos
Jack inclinó la cabeza, deseando poder volver atrás en el tiempo y no haber llevado al español a la cocina. Suspiro, no quedándole más remedio que responder después
Alvaro por su parte no sabía que coger, esperaba haberse encontrado la nevera de su casa y en cierta forma lo era. En primer lugar el tamaño y la calidad, como todo en esa casa alguien en algún momento se habría preguntado “¿y porque no coger lo más caro y nos dejamos de tonterías?” y tenía el resultado delante
Doblaba la anchura normal y estaba a rebosar de comida, tanto ingredientes sueltos como platos preparados, así como decenas de tuppers algunos con nombres escritos. Alvaro se esforzó en no leer los nombres, no quería que su imaginación empezara a construir imágenes desde cero… Y sobre todo no quería leer algunos de esos nombres para luego descubrir que era el del chico muerto
Encontró los bollos de chocolate en las baldas superiores y se estaba estirando a cogerlas cuando una mano se apoyó en la puerta, abriéndola más. Un cuerpo se inclinó hacia dentro con él, apoyando el hombro en la misma nevera
Alvaro se giró, como él el chico iba en pantaloncito corto, con la camiseta colgada. Llevaba una tira de cuero en torno a un brazo del que salían un par de cables que ahora colgaban de su cuello, acabados en auriculares. El chico tenía la mirada de color café, le miró con interés y desdén, mezclados de manera muy preocupante
Al inclinarse Alvaro fue consciente de la esculpida musculatura del chaval, que se estiro y encogió por los hombros redondeados y el brazo musculado mientras sacaba un recipiente lleno de lo que parecía arroz ya cocinado
Luego le volvió a mirar
-¿Tu eres el nuevo?- Alvaro parpadeó, no esperando que el chico hablara español con esa fluidez
-…si- ahora que le veía bien la armonía del rostro del chico se veía destrozada por pequeños detalles, como la media sonrisa arrogante o la superioridad con la que los ojos le miraban
-Vaya, al final acabaran metiendo a cualquiera aquí- respondió, la mirada del chico ahora estaba fija en el pecho de Alvaro donde unos casi inexistentes pectorales daban paso a un estómago plano pero sin rastro de definición
Alvaro hizo una pequeña mueca, conocía muy bien a la gente como él. Pero no les conocía en la situación en la que estaba metido Alvaro, de modo que no sabía en el fondo que esperarse de él. El chico dejó lo que había cogido extendiendo la mano para volver a colocar la puerta de la nevera a noventa grados con la misma, tapándoles completamente
Alvaro era alto, pero el chico le sacaba un par de centímetros, tenía el pelo castaño oscuro, casi negro, ondulado pero peinado con gomina, como él había llevado el suyo
-Me hubiera tocado a mí enseñarte, es lógico ya que el español es mi lengua materna… Lo primero que te hubiera hecho hubiera sido meterte en el gimnasio…Pero…aun así…-las manos del chico le agarraron de la cintura-…Me debes un polvo-
Alvaro se lo quitó de encima, iba a hablar cuando la puerta volvió a estar de nuevo pegada a la pared y la voz de Jack a su espalda se adelantó a la suya propia
-Más quisieras- respondió- Esta bastante fuera de tu alcance, Elías-
-No creo la verdad- respondió el aludido, mirando a Alvaro de arriba abajo- No, no lo creo-
-Él no era un hooker- volvió a responder colocándose a su lado
El chico apretó la mandíbula mientras su mirada centelleaba, apretó las manos en puños y Alvaro pensó durante un segundo que los descargaría sobre Jack. Desde luego ni Jack, ni Heath ni el mismo serían rivales si Elías quería empezar una pelea
En el último segundo pareció calmarse, cogiendo su recipiente
-No pareces quejarte cuando te tengo gimiendo debajo de mí y te respiro en la nuca- respondió guiñándole un ojo a Jack, antes de que el rubio pudiera decir nada Elías se dio la vuelta, dándoles una muestra de su espalda en uve, se alejó camino a las escaleras y desapareció por ellas a paso tranquilo
-Hablaba español- fue todo lo que se le ocurrió decir a Alvaro
-Es mexicano, aunque Gianni le obligo a dar clases de español neutro para quitarle el acento para algunos clientes-
-¿Gianni?- Jack hizo un gesto impaciente con la mano
-Demasiadas emociones por un día, coge los bollos y nos volvemos a la habitación- respondió tajante de mal humor de repente
Heath estaba a escasos metros de los dos, lavando su plato y escuchando música de nuevo. Al pasar Jack sin embargo se giró para darle una palmada en la espalda el danés le hizo un pequeño gesto con la cabeza y siguió andando. Heath se encogió de hombros siguiendo a lo suyo, al pasar Alvaro le sonrió. Por alguna razón se estremeció, había algo en esa sonrisa ay en los ojos que la acompañaban que le puso nervioso, no supo decir que pero desde luego sabía que no era la típica mirada que acompañara buenas noticias
Cuando llegaron a la habitación el rubio le aconsejo comerlos rápido y descansar, que la tarde sería intensa. Luego cuando Alvaro estaba a punto de empezar una conversación Jack anunció que se subiría un segundo a su habitación a cambiarse
Salió por la puerta deslizándose sin hacer ruido por el pasillo hasta que entro en la habitación del jacuzzi, queriendo evitar de nuevo la cocina y a Heath, dio un rodeo y luego desde el salón sin hacer ruido llegó hasta las escaleras y subió por ellas, intentando no hacer ruido con sus pies descalzos
Siguió subiendo pasando de la segunda planta y de las habitaciones donde se supone que iría, en la tercera se fue hacia la derecha, pasó al lado de la pequeña piscina que usaban los chicos para relajarse y que usaba el propio Jack para ejercitarse y llego al gimnasio, dejó de lado las máquinas y paso a la sala de las colchonetas
Elías se encontraba en pleno entrenamiento, su cuerpo estaba recubierto de la fina película de sudor debido al death crawl bajaba y subía el cuerpo en flexiones manteniendo las manos firmemente agarradas a las pesas. Jack ya lo había visto más veces y aunque pudiera impresionar lo que estaba haciendo Elías no llegaba ni de lejos al nivel de Lazhar, al que tan incansablemente trataba de emular
Sin hacer ruido se colocó a su lado, Elías era consciente de que estaba allí. Pero siguió con las repeticiones hasta que llego al límite. Solo entonces dejo las pesas en el suelo para levantar la mirada y sonreírle, los mechones se le pegaban a la frente
Se fijó en Jack, la mirada del mexicano resbalo por el torso atlético y fibrado hasta llegar a los vaqueros oscuros para luego volver a subir
Elías tenía buenos conocimientos de inglés, aunque era el francés en donde era prácticamente bilingüe. Aun así siempre obligaba a todo el mundo a hablar español excepto a Heath y Jem, que no sabían, y a Lazhar, que si sabía, pero por el que Elías había empezado a estudiar ruso en secreto. Obligar a los otros a hablar en español era una forma de dominio, aunque solo Elías lo viera así
-Bueno- respondió mirando a los ojos negros de Jack, se puso de rodillas- Uno rápido que tengo que seguir practicando- sus pulgares se asieron de la cintura del pantaloncito para empezar a bajarlo lentamente
Jack se puso de cuclillas delante de él y Elías alzo las cejas sorprendido. Lo de follar había sido una bravuconería, no esperaba que el danés pareciera estar tan bien dispuesto. El rubio coloco las manos en el amplio pecho del mexicano, recubierto de sudor y más caliente de lo normal debido al ejercicio. Mientras Elías buscaba algo que decir el danés hizo fuerza empujando a Elías de espalda contra la colchoneta. En otra situación se lo podría haber quitado de encima fácilmente pero estaba con las fuerzas al límite casi debido al death crawl que tan religiosamente se afanaba en practicar
-Alvaro es un Taken, ¿ vale?- le dijo Jack en inglés, hubiera usado su danés natal si Elías lo hubiera podido entender
-Lo sé, se supone que yo iba a enseñarle- respondió Elías en ingles a su vez, sin darse cuenta
-No creo que tenga nada que aprender de ti-
Elías entrecerró los ojos
-Eso no lo sabes… Tú no sabes nada de mí, ninguno sabe nada de mí-
-Te vi cuando te trajeron, llenaste de barro toda la entrada y te comiste mi cena y la de Fabio-
La mención del italiano instauró un silencio incomodo entre los dos, aumentando la tensión del momento, el mal humor de Jack fue a peor. Ninguno dijo nada, pero la palabra hooker flotó entre los dos, invisible. Eso hizo que la mirada de Elías llameara de rabia y frustración, sabía que faltaba otra palabra para que el término estuviera completo pero aun así fue suficiente para hacer sangrar viejas heridas
-No te acerques a Alvaro, ¿te queda claro?- pregunto inclinándose más sobre Elías, la piel de los dos se rozó debido al acercamiento
-Hare lo que quiera- respondió Elías
-No, no te acerques-
Los ojos café de Elías le miraron, ahora con tranquilidad. Entendiendo
-Esto es por lo que he dicho antes de tenerte gimiendo debajo de mi ¿verdad?- Jack no hizo ningún comentario- Hemos follado muchas veces Jack y…-
-Para, no estoy aquí para hablar de eso, follamos porque nos lo piden, nada más- se inclinó más- Te lo digo en serio, no te acerques a Alvaro y no intentes nada, ¿esta pedido vale?-
-No lo estará eternamente-
Jack se calló, intento controlarse pero Elías leyó en sus ojos la verdad
-No…- parpadeó- Tu…Él… ¿Serías capaz?-
-No es decisión mía-
Elías fue a decir algo pero se quedó en silencio, Jack se levantó y se fue con paso firme. Elías le contempló marcharse; sin decir nada. Aun impactado por lo que acababa de saber
Con tranquilidad volvió a coger sus pesas, para retomar su entrenamiento. Minutos después, mientras de nuevo sudaba por el death crawl se preguntó por enésima vez las razones ocultas por las que Jack le odiaba tanto y de un modo tan acérrimo. No lo sabía, nunca lo había sabido, hubo un breve tiempo en el que habían sido amigos, cuando él había llegado a la casa siendo más pequeño, pero eso pareció cambiar de la noche a la mañana
No le importaba, Elías no necesitaba amigos y no necesitaba a nadie. Solo Lazhar había sido amable con él en toda su vida, no necesitaba más. Con un fuerte tirón comenzó con la parte de remo del entrenamiento
En el aire la palabra hooker seguía flotando, llenando de frustración y rabia por dentro al mexicano. Sacando a la luz polvorientos recuerdos y traumas casi enterrados
Lejos de él, Jack caminaba por los pasillos de la casa. Inmerso en su propio mar de furia, él si sabía la razón por la que le odiaba tanto pero no quería decirlo en voz alta, porque sería hacerlo real. Solo los recuerdos de sus propios gritos aquella noche escapaban del negro pozo donde los guardaba a cal y canto
Y aún más lejos, en una habitación solitaria. Tumbado mirando el techo, Alvaro reflexionaba sobre su vida y situación actual, sin darse cuenta del todo de la ominosa maquinaria que se había puesto en marcha, llevándole sin remisión hacia su destino
Si, lo siento, no hay sexo. Los que me conocen de CD saben que no siempre meto sexo en todos los capitulos, pero que tampoco tengo por costumbre olvidarme de él, nada mas lejos. Solo que a veces las situaciones que cuento no dan pie a meterlo, en cambio prefiero centrarme en otros aspectos del arco argumental
espero que os haya gustado, muchas gracias a Karl, kantidubi, montaigne por supuesto, machirulo por supuesto tambien, Ella, Zoele...Y muchos mas por comentar, me ayudais mucho con vuestras opiniones para seguir escribiendo y crecer como persona y autor
Tambien muchas gracias a todos vuestros correos tanto a mi hotmail como a mi gmail, y a todos los mensajes de facebook que dia a dia me llegan. Intento responder a todos por orden de llegada y en la mayor brevedad posible, dada la situacion actual de vacaciones jajaja
GRACIAS POR LEERME
Como siempre os animo a comentar y dar vuestra opinión, para que pueda seguir puliendome