Hey jim!

El desenfreno hasta donde nos lleva.

Hey Jim!

_"La serpiente de once millas te sorprenderá en cualquier momento, nunca la esperes. Ella estará cerca de ti, y cuando ella lo desee, acudirá a ti, y te comentara sobre sus magníficos secretos y grandes aventuras, hasta llevarte con ella. El viaje será sobrenatural, te llevara a un lugar mas allá de cualquier limite que tu mente pueda imaginar, te envolverán sus palabras y no te darás cuenta cuando estés allí…".

Junto con esas bizarras y poéticas palabras, unidas en un mismo sentido, salía de su boca un perfume a whisqui, al parecer de muy buena calidad. Jim seguía comentándome sobre su amiga, la serpiente de once millas y de las tantas travesuras y andadas que deseaba realizar con ella. Debido al altísimo volumen de la música, cada nota que sonara de cualquier intérprete en esa sala, seguía aturdiéndome los oídos. O quizá sea que la música se mezcla con las cantidades de alcohol que había ingerido, o con el humo que se hallaba en la sala

En un instante, Jim se levanto y camino unos pasos hasta la botella mas cercana de whisqui, sirvió un gran trago en su vaso, y de igual manera sobre el mío. Al regresar, sus labios parecían entumecidos, sus músculos faciales no se movían, pero sus ojos seguían abiertos, hasta que se levanto otra vez .Mi mirada estaba desorbitada, pero intenté seguir su dirección. Jim camino hacia una hermosa mujer, alta como él, quizá un poco menos, pero bien rubia y de ojos celeste, tan claros como el cielo cuando las nubes no oscurecen el día. Hablaron y hablaron por un largo tiempo, o para mi así lo fue. Las sonrisas de dibujaban en ambos, y las carcajadas las seguían, hasta que se acercaron hacia mi.

_"Pete, ella es Nico; Nico, el es Pete". soltó Jim de su boca hemipléjica. Realmente quede atónito frente a ella, y con solo oír su nombre las palabras se disiparon hacia ellos.

_"Déjame decirte una sola cosa, Nico: eres simplemente hermosa. Hace tiempo que mis ojos no admiraban tamaña belleza, tanta elegancia al caminar y soltura para desenvolverse en un ambiente tan masculino y marcado por los desenfrenos que se plantean, ya al entrar a lugares como estos".

_" Yo creo que tu eres demasiado sexy como para estar hablándome, y diciéndome cosas que no tengo ganas de escuchar, así que mejor vayamos a un lugar mas tranquilo y dejémonos llevar por las situaciones que se presenten. ¿Qué opinas?".

Al oír esas palabras, mi mente recorrió miles de lugares donde podríamos irnos juntos. Y también, al oír esas palabras, mis piernas se enderezaron e hicieron que me pare inmediatamente. La tome de su mano derecha y me llevo a un lugar que aparentemente ella conocía.

Con tanta mezcla de sustancias recorriendo mi sangre y mi cuerpo, recordar el lugar se me hace casi imposible. Puedo recordar la suavidad de su mano, y mi mirada clavada en sus esculturales piernas, un pasillo con variados colores y unas puertas rojas, en una de las cuales entramos.

" lentamente comenzamos a besarnos con brutal pasión, sintiendo que los mismos ardían y que el fuego era un gran puente conductor de locuras corporales. Mis manos se condujeron directamente hacia el broche de su sostén, que aprisionaba sus elegantes pechos. Ya sin él, y con los mismos apuntando hacia mi, de un gran zarpazo me dedique a recorrer con mi lengua cada uno de sus minuciosos espacios. El momento de excitación era enorme y muy placentero para ambos, o por lo menos para mí. Sus gemidos se hacían cada vez más y más eufóricos y grotescos, haciéndome sobresaltarme. Mi pantalón voló vaya uno a saber donde, separado con los suyos, y quedándonos en ropas menores, la excitación fue tal que nuestro primer toque celestial fue alcanzado. El momento majestuoso había concluido, pero nosotros seguíamos en nuestra sintonía. Mi pene fue creciendo al movimiento de sus manos, sintiendo unos masajes capaces de encender cualquier piel. Ella siguió con sus frotes, hasta que de repente no soporto más e introdujo en su bella boca mi ardiente falo. Hilos de saliva paseaban sobre mí. Una y otra vez mas, seguía acariciando mi envolvente fogosidad humana, para luego pedirme, con locura, que la penetrara sin piedad. Mi cintura se movía al ritmo de un huracán salvaje, estudiando y observando cada uno de sus centímetros, chocándola contra su cola. Nuevamente sus gemidos desataron mi excitación mayor, acabando en su interior… "

Mi relato puede concluir en este instante.

Al terminar con el segundo acto, mi cuerpo no podía moverse por si mismo. Como un ancla cuando cae en toda su fuerza y peso sobre el mar, mi entereza cayo sobre la cama en donde nos encontrábamos. Las luces empezaron a apagarse y la figura de Nico, la bella mujer que se encontraba a mi lado, recostada y sin más energías por agotar, empezaba a tomar formas extrañas, hasta ya no tenerlas.

Imágenes de épocas anteriores a ésta, imágenes donde mi niñez era la escena principal, o imágenes donde recordaba las personas que mas quise en mi vida: Mamá, papá, hermanos, Pam

Veía mi cuerpo en aquella cama y a Nico recostada próxima a mi… Veía como me elevaba lentamente… veía a una persona repetir mi nombre, pero no la escuchaba, hasta que entendí sus palabras:

-"Toma mi mano, que estarás mas tranquilo…"