Hey Im Dann - 2
Viajando en el metro observaba la ciudad por la ventana
Viajando en el metro observaba la ciudad por la ventana, sentía nostalgia por mi familia ya que aunque siempre había peleas se me hacia difícil el irme pero sabia que no había marcha atrás, que tenia que hacerlo.
Al llegar al departamento de Carlos, la pareja de Hugo, me recibieron alegremente y me enseñaron mi habitación, era ya muy noche asi que apenas llegue me fui a dormir. Al despertar se me hizo raro no estar en mi cama, recordaba el como había hecho mi maleta y marchado de mi casa como si hubiera sido un sueño, pero me encontraba en aquella habitación que me demostraba que de verdad había pasado.
El departamento de Carlos me parecía muy agradable, tenia dos habitaciones, una donde dormían Hugo y Carlos como la pareja que eran y la de invitados, una gran sala-comedor, una cocina y una terraza. Se encontraba en el ultimo piso del edifico así que la vista desde la terraza era asombrosa.
Hugo siempre ha sido de las personas que se preocupan mucho por los demás, siempre alegre y con sus ideas claras, estaba trabajando en su tesis para su carrera de arquitecto, el decía que era como su hijo y por eso siempre me cuidaba y se preocupaba por mi. Tenía 24 años, media 1:78, de cuerpo delgado pero marcado, cabello oscuro rizado, tez clara y unos ojos café claros. En cambio su pareja, Carlos, era un poco mas serio, era muy honesto y no tenia problemas al decir las cosas, trabajaba de psicólogo, tenia en ese entonces 26 años, media 1:77, cuerpo delgado normal, cabello oscuro y corto.
Me levante de la cama y me fui a la sala, al parecer la pareja seguía durmiendo, prendí la televisión y me recosté en el gran sofá, mis ideas aun estaban confusas en mi cabeza y no ponía atención a mi alrededor, hasta que una mano en mi hombro me saco de mis pensamientos. Era Hugo, me comento que saldría pues tenia algo que resolver y en la tarde tenia un cliente que vivía algo lejos, me digo también que me sintiera cómodo y que era cuestión de tiempo para que me acostumbrara. Así fue que se despidió de mi y se fue, ahora si me sentía realmente incomodo ya que mi estancia en aquel departamento era gracias a el y quedarme a solas con su pareja me ponía nervioso. Al poco rato salio Carlos de su habitación aun en pijama y con cara de cansancio, le di los buenos días pero al parecer no me escucho, me digo que ya era hora de desayunar, así que fuimos por el cereal y un poco de fruta. En el comedor no sabia a donde mirar, me sentía muy incomodo y Carlos lo noto fácilmente.
- Es normal que te sientas incomodo pero ya se te pasara, mira vamos a dejar las cosas claras, yo por las mañanas no acostumbro dar los buenos días ni me gusta que me los den, así que no tienes por que hacerlo, tampoco no te voy a exigir que limpies o hagas algo en el departamento, ya que hay una señora de la limpieza que viene varias veces por semana, pero si te pido que hagas algo, no te la puedes pasar aquí todo el tiempo sin hacer nada.
-Esta bien, de hecho esta tarde iré a buscar algún trabajo, además tengo pendiente unos proyectos en la escuela.
-Si necesitas ayuda puedo ayudarte, claro si le entiendo o esta Hugo que el siempre sabe de todo.
-Gracias, ¿que planes tienes el día de hoy?
-Tengo que ir al consultorio en la tarde y en cuanto Hugo termine de estar con su cliente nos iremos a un concierto.
-¿No tienes problema con que Hugo se dedique a ello?
-Yo creo que una relación se basa en la confianza, el siempre fue honesto conmigo diciendo a lo que se dedica y aunque le comente que podía dejarlo, que yo podía mantenernos a ambos no acepto, es un poco necio además se que no le gusta depender de otros.
-¿No tienes problemas que yo este aquí?, lo ultimo que quiero es meterme en su relación
-Tranquilo, el me comento hace tiempo de ti y que te dedicas a lo mismo que el, que las cosas no estaban bien en tu casa y que te digo que vinieras aquí con nosotros, me digo que te aprecia mucho y te quiere ayudar. A mi el que estés aquí no me da ningún problema, supongo vas a seguir con tu trabajo.
-Lo mas seguro, al menos quiero ayudar en los gastos de la comida.
-Esta bien, pero tampoco te veas obligado. Me iré a bañar y me voy, te dejo dinero para qué comas en la tarde y aquí están las llaves.
Cuando el se fue yo apenas estaba terminando de desayunar, me tranquilizo el hablar con Carlos y romper un poco la tensión, ahora solo tenia que ver por donde empezaría. Me di un baño y fui a dar la vuelta por la zona, había estado pocas veces por ese lado de la ciudad y era todo nuevo para mí.
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Había pasado una semana, aun no conseguía un empleo ya que en poco lugares contratan a un niño de 16 años, recuerdo que en las noches no podría dormir tranquilo, sentía pánico, miedo, no se como describirlo, me oprimía el pecho y tenia una sensación muy extraña, también el despertar me costaba trabajo, tenia una sensación de vacío que me hacia llorar en varias ocasiones, como desde niño nunca hablaba de como me sentía nunca le comente a nadie por lo que pasaba. Con Hugo y Carlos convivía solamente en la mañana, a Hugo le gustaba cocinar y nos preparaba el desayuno, también me deja lista la comida para mas tarde, y en las tarde siempre salía por que tenia varios clientes y Carlos a su consultorio. Yo no tenia nada que hacer en la tarde y me sentía decepcionado de que aun no conseguía trabajo, además como sexo servidor tampoco tenia "clientes" ya que Hugo no me comentaba de trabajos o algo que surgiera, supongo el vivir juntos cambio esa relación de amistad a algo mas personal, además a mi también me daba pena pedírselo. En fin que si quería empezar a trabajar tenia que buscar mis propios clientes como en un principio, pero esta vez me era mas complicado ya que no tenia mi computadora para buscar por Internet como muchas veces lo hice, esta vez tenia que salir a la calle a buscar, quería ganar dinero y no sentirme tan mal por no corresponder el apoyo que Hugo me daba.
Aquella vez fui a dar una vuelta a la zona rosa, un lugar popular en México por su concentración de gente homosexual, hay muchos bares así como tiendas, restaurantes y varios turistas suelen a hospedarse por este lado de la ciudad. Me la pase dando vueltas entre calles hasta que observe que un señor ya muy grande se me quedaba mirando y me empezó a seguir disimuladamente. Me acerque al señor y me pregunto que esta haciendo, le comente que nada en especial solamente dando una vuelta, me invito a comer y acepte, caminábamos rumbo a su auto mientras me comentaba que era empresario de una compañía de aviación, que el era de Rusia y que llevaba en la ciudad un par de meses. Al llegar a su auto nos subimos y le comente a que me dedicaba, pensé que se asustaría pero no fue así, de hecho me comento que podíamos hacer algo más entretenido en ese caso. Fuimos a una zona un poco alejada de la ciudad, un bosque y ahí en medio de la nada me empezó a tocar. Realmente el señor no me agradaba y raro el cliente que me atraía físicamente, pero como era mi primer cliente en mucho tiempo no podía rechazarlo. Estábamos aun dentro del auto, el señor pasaba sus manos por mi cuerpo y comenzaba a decir que desde que me vio le guste, que estaba muy guapo, luego fue bajando a mi entrepierna y acariciaba mi pene por encima del pantalón, yo solamente cerré los ojos y deje que siguiera, me bajo el pantalón junto con mi boxer y sin perder tiempo me la empezó a chupar, comenzó despacio en la cabeza de mi pene pasando su lengua saboreándolo, vaya que era muy bueno haciéndolo, empecé a soltar pequeños gemidos inconscientemente, el seguía chupando mi glande hasta que se lo fue introduciendo poco a poco en la boca, pude sentir que se la comió toda y en especial a mi me encanta cuando hacen eso, me lo empecé a follar por la boca mientras en señor ya se había sacado su pene y se masturbaba como loco, se saco mi pene de la boca y me pidió que me desvistiera, que eso le excitaría, me fui quitando la camisa y el pantalón quedando en bolas dentro del auto, el señor me paso la lengua por mis axilas, pezones y todo lo que tenia al alcance hasta que llego de nuevo a mi polla, me pidió que si me podía venir en su boca, a lo que accedí y de nuevo se la metió toda en la boca, otra vez me lo follaba por la boca pero estaba mas cómodo y podía moverme con mas libertad al estar en bolas. Seguía metiéndosela hasta que sentí que no aguantaría mas, así que le sujete bien la cabeza y se la metí lo mas adentro que podía y me empecé a correr en su boca como había pedido. Cuando termine, el seguía chupando mi pene para quitarle algún rastro de semen que quedara y poco después termino el. Me llevo de regreso a donde nos habíamos encontrado y me pago lo que le había pedido más algo extra.
Ese día fui al supermercado que estaba cerca del departamento y compre todo aquello que me gustaba, mi cereal favorito, galletas, helado, varios dulces y otras cosas para poder preparar algo de comer. Me sentía bien pues había conseguido un cliente, la paga fue más de lo que esperaba y por fin sentía que podría costearme mis propios gastos.
Pasadas dos semanas fui a ver a mis padres, me daba miedo y emoción el volver a verlos, fui al taller automotriz de mi padre y ahí se encontraba el, parecía que su enfermedad estaba controlada pues se le veía muy bien, me acerque y le salude.
-Hola, ¿como has estado?
-Que gusto verte, han pasado dos semanas y no sabia nada de ti
-Perdona, no he podido comunicarme, he estado algo ocupado
-¿Donde estas viviendo?
-Con un par de amigos, me va bien, estoy trabajando en una heladería, -era mentira pero no quería que se preocupara-
-Me alegro, sabes, desde que te fuiste varias cosas han cambiado y como veo fue para bien, me abrió los ojos de que esta situación en la que estábamos era simplemente un infierno, no puedo seguir peleándome con tu madre, lo nuestro no funciono ni funcionara, cada quien con su vida a partir de ahora. El que tú te hayas ido me alegra, que quieras cambiar y te conviertas en una persona de bien. Eso es lo que quiero. Al menos comunícate con nosotros para saber que estas bien, no sabes lo que se siente que se te vaya un hijo, el preguntarse si esta bien, el no saber que fue de el.
-Perdona el no comunicarme, prometo que lo haré, es que no tengo celular desde aquella vez que se me perdí en el camión.
-Entiendo.
Mi padre saco su celular, le quito la tarjeta SIM y me lo entrego, no quise aceptarlo pero insistió y tuve que aceptarlo, también me dio dinero para comprarle una nuevo SIM y así estar en contacto, me hizo prometerle que al menos le mandaría un mensaje diario o cada dos días. Me despedí y pase a ver a mi madre. Como de costumbre estaba cocinando, me vio y rápidamente me abrazo, al momento apareció mi hermano y también fue a abrazarme.
El volver a ver a mi madre y ver que las cosas estaban mejorando a partir de que me fui me alegraba, solo lo que me llenaba de tristeza era el dejar a mi hermanito, no podía soportar verlo triste. Le prometí que vendría pronto y me regrese al departamento.
Las cosas me iban bien, de vez en cuando salía a dar una vuelta y conseguía un cliente, follaba y guardaba un poco de dinero. En el departamento Carlos y Hugo a veces organizaban fiestas, había siempre mucha bebida y terminábamos muy borrachos, algunos de sus amigo llevaban hierba y se ponían a fumar, me sentía cómodo al estar con ellos, lo único que sus amigos no sabían era a que nos dedicábamos Hugo y yo, si preguntaban como nos conocimos fue según en una fiesta y que mi edad era 19 años.
Fui conociendo un poco mas la relación de Hugo y Carlos, eran una pareja muy liberal, a veces organizaban tríos con chicos que conocían por Internet, varias veces acompañe a Hugo a recoger a sus ligues. A veces sus ligues se quedaban toda la noche y parte de la tarde, nos poníamos a ver películas los cuatro en la sala, nunca me pareció algo raro y tampoco llegue a meterme con alguno de ellos, les respetaba que eran sus ligues y yo solo me limitaba a convivir con ellos. Asi fue pasando el tiempo en el departamento, mi vida era muy tranquila sin preocupaciones pero nada es perfecto por siempre.
Al parecer la relación de Hugo y Carlos se iba deteriorando, había días en los cuales solo había momentos incómodos y otros donde se les escuchaba discutir, sabia que pronto terminarían su relación y tendría que irme a vivir a otro lado ya que estaba yo ahí por invitación de Hugo y era el departamento de Carlos. Una mañana estaba desayunando cuando de repente salio Carlos y se fue del departamento, al poco rato salio Hugo y me digo que tendría que ir viendo a donde me iría, que su relación con Carlos ya no funcionaba, que oficialmente habían terminado y que el se regresaría a casa de sus padres ese mismo día, también me comento que podía quedarme en casa de sus padres por unos días, le dije que no tenia por que hacerlo, ya había hecho suficiente, que yo estaría bien.
Así fue como esa mañana me encontraba caminando por la calle con mi maleta nuevamente, no quería volver a mi casa aun, eso seria mi última opción, gracias al celular que me dio mi padre tenia en mis contactos a varios de mis clientes. Decidí llamar a uno que vivía no muy lejos del departamento. Su nombre era Gerardo, un abogado de unos 37 años, estaba muy gordito por eso no me gustaba quedar mucho con el, pero vivía cerca y pensaba el me podía ayudar. Me digo que podía ir a su departamento y comentarle lo sucedido, así fue que le conté como me quede de nuevo en la calle, el me digo que no podía quedarme en su departamento ya que tendría de visita a su familia pero que tenia un conocido que seguramente me podría hospedar.
Yo acepte y me llevo con Alejandro, su amigo. Me sorprendí al ver que Alejandro vivía en un loft en un edificio privado, bastante lujoso y elegante. El loft era sorprendente, nunca me hubiera imaginado algo así, la decoración era mayormente en blanco y negro, había varias pinturas y esculturas, alfombras y muchos objetos que no tenia ni idea que eran. El diseño me comento Alejandro lo había hecho el mismo, y la mayoría de los objetos eran antigüedades. Gerardo le comento mi situación y Alejandro me propuso quedarme con el un par de días, era asombroso el poder quedarme en aquel lugar, el edificio contaba con alberca, gimnasio, cancha de tenis, spa y varios lujos mas. Alejandro era un chico hermoso, tenia 26 años, media 1:78, tenia un gran cuerpo era atlético y con cada músculo definido, el cabello de un tono castaño claro y ojos azules, era bastante guapo. Trabajaba organizando conciertos y eventos importantes en la ciudad, además también en la publicidad de varias empresas.
La primera noche que me quede con el, solamente había una cama así que dormimos juntos, en la mitad de la noche me desperté pues seguía sin poder dormir tranquilamente, el se despertó también y me abrazo, nos empezamos a besar, nos quitamos la pijama y empecé a chapársela, el se acomodo y estábamos en un 69, mientras chupaba su pene el se introducía el mío hasta donde podía, veía sus nalgas y las empecé a acariciar, creo eran de las mejores que había visto en mi vida, el se separo de mi y se acomodo en cuatro sobre el colchón, realmente tenia un cuerpo hermoso y no puede resistirme, me fui a comerle el culo como si fuera el ultimo, el me paso un condón y no tarde en ponérmelo, se la fui metiendo despacio disfrutando con cada embestida, el gemía y se movía al mismo ritmo que yo, luego el me acostó y se sentó en mi, el me agarro las muñecas y empezó a meterse mi pene a su gusto, no aguante mucho, le dije que me vendría pronto, así que se quito de encima y me quito el condón, me corrí en su boca y luego me beso, estaba cansado que me quede dormido sin darme cuenta.
En la mañana desperté y el verlo ahí acostado desnudo me calentó de nuevo, pero decidí dejarlo dormir, así que fui a darme un baño. Nunca había llegado a imaginar que alguien como el se acostara conmigo, como he dicho siempre tuve mis expectativas muy bajas, me consideraba una persona muy común, aquellas que nunca llegaran a ser el protagonista en una película, solamente un personaje mas, nada especial. Siempre había sido inseguro conmigo y pensaba que siempre que algo bueno me pasaba solo era cuestión de suerte.
Alejandro se despertó y se metió a la ducha conmigo, me comento que tenia un reunión, que regresaría mas tarde, que cualquier cosa que quisiera de avisara y cuando me comento que le había gustado mucho el haber estado conmigo me emociono. Fui a la alberca del edificio y aunque no se nadar me agrada mucho el agua. Me saludo otro chavo del edificio que igualmente me parecía muy guapo para mi, estuvimos hablando y me invitaba a su loft pero decidí irme mejor ir a comer algo pues me daba pena estar con el.
En la noche llego Alejandro, me comento que saldríamos de fiesta que me vistiera, me presto alguna de su ropa y salimos. Me sentía bien a su lado, me hacia sentir seguro de mi, estuvimos hablando sobre su trabajo y cuando me pregunto como me mantenía decidí ser honesto y contarle todo, normalmente con las personas suelo ser muy cerrado, nunca hablo de mi pero con el se me hacia muy fácil. Llegamos al antro y me puse nervioso pues era menor de edad y tal vez habría problema con mi edad para acceder, pero Alejandro conocía al dueño y no hubo problema alguno.
El antro era muy grande y había todo tipo de personas, estaba viendo una parte de la ciudad que no sabia que existiera, habían varios actores, músicos y personas del espectáculo en el lugar, Alejandro al ver mi asombro me digo que me relajara, pero le explique que me sentía fuera de lugar, que yo no debía estar ahí, me llevo a una parte donde se encontraban unos sillones y la musía no era tan alta
-No se por que tienes miedo, no muerden
-Pero siento que...
-Tranquilo, mírate y cree en ti, eres guapo y seguro te lo han dicho varias veces
-Si pero que mas me dirían si lo único que quieren es follar conmigo
-Déjame decirte que en verdad lo eres, el problema es que no crees lo que te digo, puedes llegar hasta donde tu quieras llegar, eres guapo y no eres nada tonto, además eres un niño aun, el mundo esta lleno de posibilidades
-Solo que... no se que quiero hacer, me siento perdido, como si estuviera caminando hacia ningún lado, nada tiene sentido
-La vida es un juego, nada tiene sentido, Vamos a bailar
A partir de ese día Alejandro y yo éramos como novios, pero nada oficial, el me ayudo en creer en mi mismo y siempre me animaba a hacer cosas nuevas, estuvimos bien por una semana hasta que su padre enfermo y tenia que viajar a Estados Unidos. Me comento de un lugar al que podía ir y seguro me daban hospedaje pero no le agradaba mucho la idea de llevarme ahí. Le dije que no se preocupara que estaría bien. Así fue como llegue a una casa enorme tipo mansión donde todo volvería a cambiar.