Hetero que pasaba de casualidad por baño cruising

Historia 100% real. Al volver de la universidad, solía pasar por un baño en el que otros hombres se tocaban mientras miraban al de al lado mear. Un día ...

Normalmente, al volver de mi universidad, pasaba por un baño donde hacían cruising. Al principio, me extrañab mucho que la gente fuese a mear y tardase tanto, incluso, miraban al de al lado. Y a veces, se asomaban a mi urinario de pared par intentar mirar mi miembro. Se notaba que ahí pasaba algo raro, a veces podía ver como se la meneban un rato. Incluso al verme a mi.

Al principio me resultaba asqueroso, me molestaba que me entraran ganas de mear en esa estación de metro, porque sabía que iban a querer invadir mi intimidad. No es por nada, pero generalmente la gente no era muy guapa, y yo, bueno, no estaba mal en comparación. Hago mucho deporte, y soy bastante mas joven que la gente que solía haber ahi.

Poco a poco me empezó a dar mas curiosidad de ver que pasaba si me quedaba unos minutos mas alli, si aquellos hombres querían ver mi pene, y quería ver en su rostro si les agradaba, o no. De vez en cuando me quedaba un poco más de tiempo en ese urinario de pared, y el hombre que estaba a mi lado, que solia haber alguien, o si no, rapidamente entraba alguien al baño, comenzaba a mirar de manera poco cantosa, poco a poco más y más, a eso le sumaba el sacudírme el miembro alguna vez más, para ver su reacción, a vees, les veia nerviosos, miraba hacia arriba, para hacerme el loco, por si querian asomarse un poco más, y tocarse su miembro, para darle una alegría. En momentos asi, a veces se me empezaba a poner morcillona, y me iba.

A veces, me iba a mi casa algo caliente, imaginando escenas pornográficas con alguno de aquellos hombres, era todo tan misterioso, que, aunque no eran nada agradables los hombres por lo general, me calentaba la idea de hacer algo con ellos, porque sabía que eso les gustaría. Ya que, iban a eso, y yo, repito, no estoy nada mal.

Un día, que pasaba por esa estación, al volver de la universidad, me entraron ganas de mear, y fui al baño de siempre, ese día me acompañaba un señor, de uno 50 años, algo envejecido, con cara de salido, tenia la tipica pinta de señor de 50 años. Normal. Acabé de mear, y veía que el se asomaba a ver mi pene, y se tocaba el suyo a la vez, al principio, de manera mas disimulada, pero al ver que yo seguía sacudiendo mi miembro, el siguió. Me hice el loco, miraba hacia arriba, y hacia otro lado, buscando que mirase mi pene con toda tranquilidad y pudiese pajearse el suyo. Me miraba con cara de depravado sexual, intentaba hacerme gestos de estar muy excitado. Comencé a mirarle a los ojos mientras me seguía sacudiendo el pene, medio erecto. Parecía que ese hombre no podía más. Y yo, tampoco, quería que ese hombre se masturbara totalmente tranquilo de que no me iba a mover de ahi hasta que acabase. No paraba de hacerme gestos de que fuéramos al baño, hasta que, en ese momento, accedí y entramos juntos en el baño, mirando hacia todos lados para que nadie nos viera juntos.

No quería hacer mucho con el, queria que se quedase a gusto, pero al haber pensado tantos dias en un encuentro asi, tenia repertorio. El se saco el pene, y me pidió que sacara el mio. El suyo era normal, curvado hacia arriba, tenia buen aspecto, estaba muy dura. Yo, saqué el mio, comenzoó a pajearse, y me hizo gestos para que lo hiciera yo también. Comencé a tocar el mio, ya erecto, con bonita forma, y bastante mas grande que el suyo. De pronto, paré, le dije que no queria tocarmela a mi, que queria tocar el suyo, entonces agarre su pene, y comencé a pajearlo, su cara de deseo aumento, yo quise ponerle más cachondo, y me coloqué de cuclillas, con su pene enfrente de mi cara, muy cerca de mi boca, a unos 20cm. Segui masturbandole, no paraba de pedir cosas, como que le dejase que me pajease, que se la chupase, etc. Yo eso no queria hacerlo, quería darle ese placer, y quise ponerle más cachondo aun. Pare de pajearle y me bajé hasta debajo del culo, mis pantalones, ya ya estaban apretados de por sí, el quería meterla en mi culo, pero no parba de decirle que no, me empezó a sobar el culo, mientras le hacia su paja, intentaba meterme el dedo en el culo, y no le dejaba. Seguí pajeandole, con mi culo en pompa, dejandole que lo viese de perfil, mientras aumentaba la velocidad en la que le masturbaba, hasta que empezó a correrse y ya paré.

Me manchó un poco de su semen en mi ropa, y me limpié ya fuera del baño, fuera de ese baño en que habia pasado todo aquello hicimos como si no nos conocieramos, excepto por su parte, para decirme que me lavara parte de mi ropa, donde habia caido su semen.