¿Hetero? II

Continuación de mi primera experiencia con otro hombre

Hola a todos, me gustaría agradecer los comentarios recibidos de mi primer relato. Me alegro que os gustara y se os pusiera dura (al menos en algunos casos). Pasaré a relatar la segunda parte de ese primer encuentro con "C". Como sabéis, estoy a vuesta disposición si queréis mandar algún comentario, también he decidido facilitar mi correo electrónico. Este segundo relato será más corto, pero prometo compensarlo con una tercera parte muy intensa. Espero que lo disfruten.

Mientras C salía de la ducha yo permanecí unos instantes más de rodillas pensando en lo que acaba de pasar (la primera polla que probaba y había terminado en mi cara), no acababa de creérmelo, era como un sueño. Conseguí que disfrutara C la primera mamada que había hecho en mi vida y, por cierto, estaba encantado de haber podido disfrutar de ese rabo delicioso.

Me fui incorporándo lentamente mientras solo pasaba por mi mente las imágenes y sensaciones vividas hacía solo unos momentos. Seguía muy excitado y aproveché para sacar la lengua y saborear por primera vez esa leche calentita que aún resbalaba por mi cara. No voy a decir que me gustara el sabor, pero tampoco era desagradable (imaginaba en ese momento que al estar en la ducha el agua podría haber suavizado el sabor), me mordí el labio mientras seguía terminaba de quitar todo el jabón que quedaba en mi cuerpo y no pude evitar temblar al pasar mi mano por mi trasero y recordar lo mucho que me había excitado cuando C pasó su polla por ahí y sus manos me acariaron mientras alababa mi culito.

Salí de la ducha y ahí estaba ese hombre que había conseguido hacerme derribar unas cuantas barreras y me mostraba un mundo nuevo de placer, sonriendo me acercó una toalla para que me secara mientras me preguntaba cómo estaba. Me pareció un gran detalle de su parte, sabedor que era mi primera vez, reforzó esa confianza que tanto necesitaba (y sigo necesitando).

J: Muy bien, gracias. La verdad es que lo he disfrutado mucho, tenía miedo de hacerte daño o de que no te gustara, pero creo que ambos lo hemos pasado bien. - Le dije con la mirada llena de lujuría mientras me terminaba de secar.

C: Claro que he disfrutado, cómo no hacerlo con esa boquita que tienes. ¿De verdad no habías chupado una polla antes? Además tienes un cuerpo que me encanta, por no hablar de ese culito tan suave... - Me dijo totalmente desnudo mientras se acercaba a mi de nuevo y podía volver a sentir su cuerpo pegado al mío.

J: De verdad que es la primera vez que la chupo. Tengo que decirte que me ha encantado, tienes una polla deliciosa. Le dije yo mientras me pegaba a él con mi rabo creciendo con su roce.

C: Ven, vamos a la cama, allí estaremos más cómodos. - Me dijo al tiempo que me indicaba el camino, dejándome pasar a mi primero.

Entré en la habitación que tenía una tonalidad algo granate debido al color de la pared, juntado con el sol que entraba a través de la ventana y las cortinas con una tonalidad muy parecida. Se veía que era una persona limpia y ordenada, me gustó el aroma de canela que había. Respiré profundo a la vez que me acariciaba de nuevo C mi espalda, se lanzó a la cama y me hizo un gesto con la mano mientras me invitaba a echarme con él.

Entré en la cama por los pies, apoyando una rodilla y estirándome para morder ese pecho fuerte que tenía. C gimió al notar mi lengua jugar con su pezón y ràpidamente sus manos empezaron a acariciar mi cabeza y mi espalda. Tras un rato así en el que daba mimos a ambos pezones, se fue incorporando y me hizo tumbar boca-arriba quedando él por encima y lanzándose a mi cuello. Al sentir sus besos por ahí me encendió del todo, mi cuerpo se movía arqueando la espalda y mi polla se puso más dura, mientras mis manos buscaban acariciar todo su cuerpo sin control.

Comenzó a descender con sus besos por mi pecho, lamiendo y dando algún mordisquito en mis pezones, que enseguida se pusieron duros. Siguió bajando por mi tripa, me miró a los ojos y me dijo:

C: Ahora me toca a mi, quiero probar tu polla.

Suspiré al notar como se introducía mi rabo en su boca y empezaba a mojarla mientras con la mano hacia un lento movimiento.

J: Uffff, me encanta. - Le dije

C: Mmmm... - Gimió al tiempo que se la sacaba y me decía que disfrutara.

Aceleró el ritmo de la mamada mientras sus manos bajaban hasta los testículos, haciendo que mi cuerpo se moviera a su antojo, mientras mis manos acariciaban su cabeza de manera tierna. Me estaba haciendo la mejor mamada de mi vida, lo estaba disfrutando y no quería que acabara nunca.

Después de varios minutos de placer, le avisé que si continuaba así no sería capaz de aguantar y me correría. A lo que él me miró sonriendo y me guiñó un ojo a la vez que aceleró aún más el ritmo de esa maravillosa mamada que me estaba dando.

J: Joder, no puedo más, me voy a correr... - Le dije mientras mi cuerpo empezaba a convulsionar. Soltando una cantidad increíble de leche, fueron como 6 o 7 chorros los que me hizo soltar, mientras C continuaba con mi polla en su boca.

Yo estaba en la gloria con la mamada que había recibido, y C levántandose y cogiendo una toalla que tenía cerca se tragó toda la corrida al tiempo que decía:

C: Mmmmmm, qué rica tu leche.

Solo pude cerrar los ojos para descansar un rato después de todo el placer que había sentido. C se tumbó a mi lado y estuvimos charlando de cómo había sido todo, si me encontraba bien, si lo había disfrutado...

Ese hombre maravilloso me había llevado a un placer hasta entonces desconocido y no quería abandonar esa sensación nunca más.

Miré el reloj y habían pasado 2 horas desde que llegara al paraíso. Con mucha pena le dije que tenía que irme ya que se me había hecho tarde, noté en su rostro que él también quería que me quedara allí para seguir disfrutando. Le prometí que volvería, quería seguir en ese nuevo mundo que me había mostrado pero, por desgracia, tenía que abandonar su casa en ese momento.

Cuando me monté en el coche de vuelta, mi mente iba a mil por hora, saltaban las imágenes en mi cabeza, todas las sensaciones vividas, esa maravilla locura que acababa de realizar. Sonreí al recordarlo todo y estaba convencido de que volvería a quedar con él. Quería que fuera su polla la que entrara en mi culo por primera vez.

Pasaron unos días desde aquel maravilloso encuentro. Entre mi pareja y mi trabajo, no tuve mucho tiempo para nada más, pero mi mente seguía recordando todo lo vivido en casa de C. Por fin pude tener un ratito libre y volví a hablar con C, nos alegramos de volver a coincidir tras nuestra intensa sesión, estuvimos hablando un poco de todo y finalmente retomamos el tema donde lo dejamos anteriormente:

J: Me encantó lo del otro día, no puedo dejar de revivirlo una y otra vez.

C: Ufff calla, calla. Solo de recordarlo me empalmo.

J: Ummmm, quiero volver a probar esa polla rica.

C: Joder, y yo ese culito... Es tan suave...

J: Me alegro que te guste. La próxima vez espero que lo pruebes...

C: ¿De verdad, quieres probar?.

J: Me encantaría, si. Me das muchísima confianza y quiero que seas tú.

C: Claro que sí, yo encantado. Pero tienes que estar seguro, si no quieres no hay por qué hacerlo.

J: Lo sé, pero me siento muy cómodo contigo y quiero. Eso sí, con mucho lubricante y cuidado, que con ese pollón que tienes... jajaja.

C: Ok, no te preocupes que iré con mucho cuidado y sin prisas.

J: Joder, es que no puedo quitarme de la cabeza cuando me pediste que me girara... Además te salió con un tonito autoritario que me puso aún más :P

C: Me di cuenta cuando lo dije, llegué a pensar que no te había gustado, me salió el tono así...

J: Todo lo contrario, me puso muchísimo... Y luego apoyado en la mampara sacando el culito... Si me llegas a dar un azote me corro jaja.

C: Mmmm, estuve a puntito, es que tienes un culito de suave... es perfecto. El próximo día te daré un azote jeje.

J: Siiii. ¿Qué más te gusta? Quiero saber qué es lo que más te excita para hacerlo :P

C: Pues tengo que reconocer que me gusta ser dominante, no con dolor como tal, además sabes que siempre lo primero es cuidarte y que estés bien.

J: Ohhhh, joder me encantaría que me "dominaras", no me va el tema dolor, pero sí que me pidas que me ponga de rodillas y te la chupe, sentirme un poco "zorrita" es algo que me excita mucho.

C: Uffff genial, pues la próxima vez te haré mi zorrita.

J: Siii, me gustaría sentirme así

C: Pero siempre con respeto y cuidándote, como te he dicho, lo importante es que estemos a gusto y cómodos.

J: Claro, vamos probando poco a poco :P

C: Perfecto. Oye voy a tener que irme, seguimos hablando en otro momento y a ver cuándo quedamos. Un beso, cuídate.

J: Vale, hablamos y cuadramos. Un besito, cuídate.

Tras esa charla en la que acabé con la polla durísima y unas ganas locas de quedar con él, me fui con la convicción de que me acabaría entregando a C y sería su zorrita, haciéndole disfrutar todo lo posible.

Después de unos días volvimos a coincidir, pero eso ya es otra historia...

PD: Hasta aquí este primer encuentro con C, espero que lo hayan disfrutado. Espero poder escribir el siguiente encuentro y, como siempre, espero vuestros comentarios.

Un saludo, besos