Hetero follado por un policía: el ladrón

- ¿Y por qué urdir algo tan enrevesado? – preguntó Mike imperativamente. - Porque… - deslizó su mano hasta el paquetazo de Mike y empezó a sobarlo – te voy a follar – dijo muy seguro de sí mismo sonriendo – y no podrás hacer nada para evitarlo.

Parte IV

Después de aquella tremenda follada, Luis volvía del trabajo en su coche sólo pudiendo pensar en lo que había ocurrido con Roberto:

  • Aquel mamonazo se ha salido con la suya ensartándomela. Ufff… me ha encantado pero no me hace gracia haber cedido a su chantaje. Lo veo capaz de aprovecharse todavía más de mí.

Mientras pensaba esto se aproximaba a su casa. Se trataba de una zona residencial, una casa con jardín, garaje y con un primer piso, nada envidiable para el puesto que calzaba. Aparcó su coche y entró en casa.

*     *          *

Mike entró en el edificio. Se trataba, al parecer, de un hotel abandonado. Mike sacó su pistola simplemente con la intención de intimidar a aquel ladrón, en caso de ser visto por él, apoyando su mano izquierda bajo el cargador, con su mano derecha agarrando la culata, poniendo un dedo en el gatillo y el pulgar cerca del seguro. Se acercó el arma al hombro y puso todos sus sentidos en escuchar el más leve sonido. No se trataba de un policía torpe que revelaba a gritos su posición. Realizaba su tarea policial impecablemente. Escudriñaba hasta el más mínimo rincón empezando por el hall. Se dirigió a lo que parecía ser en el ala este la cocina cerciorándose de que no se hallaba nadie. Continuó por el ala oeste donde al parecer simplemente había un comedor muy grande que conectaba con la cocina. Regresó al hall y pensó:

-Así que la rata se esconde en el piso de arriba, ¡eh!

Subió sigilosamente, cada uno se sus pasos minuciosos le permitía detectar cualquier sonido. Y fue entonces, subiendo las escaleras, cuando oyó el primero:

  • ¡Bendito parquet! – Pensó para sí mismo – parece ser que has oído mis pasos y te has inquietado. El suelo de este viejo hotel chirría como si de puertas oxidadas se tratasen, cualquier paso que des será oído por mí. Además… - estando a mitad de las escaleras se fijó en las dos posibles salidas, o bien a la derecha (ala oeste) o bien a la izquierda (ala este) – calculando el tamaño del edificio en cada ala no debe haber más de 24 puertas por pasillo. El ruido que he oído procede de la primera puerta  a mano izquierda y afortunadamente para mí… hay un extintor dentro de una urna de cristal en frente de esa puerta y que alcanzo a ver desde aquí que refleja que esa puerta es un cuarto de la limpieza… por lo que deduzco que no tiene salida de emergencia y tú ya te has percatado de ello sabiendo que estoy subiendo por el ruido de mis pasos. Así que si no me equivoco tu próximo paso será…

Efectivamente, la puerta del cuarto se abrió estrepitosamente y el delincuente fue reflejado y Mike se percató que salió corriendo hacia la izquierda como él lo esperaba. No tardó una milésima de segundo en subir corriendo hasta la esquina y asomar levemente la cabeza. Oyó entonces que una de las puertas se cerraba de un portazo, pero desgraciadamente no pudo divisar cuál fue.

  • Bueno, ya empiezan a reducirse las posibilidades del escondite de la rata. Como pensaba – Mike se colocó justo en el centro del pasillo, esta vez apuntando con su arma hacia el frente por si se le ocurría salir, y rápidamente se fijó en el numero de puertas -  empezando desde mi izquierda tenemos la número 1 y a mi derecha la número 25, por lo que he tardado en subir las escaleras diría que puedo descartar las primeras. 12, 13, 14 ó 15 son mis posibilidades, las dos últimas a mi izquierda o a mi derecha. Pero debo apresurarme, supongo que se habrá puesto nervioso y como acto reflejo se habrá escondido para sorprenderme sin percatarse de que podría utilizar la salida de emergencia. Así que me apuraré antes de que se le ocurra.

Mike se dirigió directamente a las puertas que se encontraban al final del pasillo, atento a cualquier posible ruido. Por desgracia, lo que auguraba se cumplió. Aquel hombre vio más factible huir por la escalera de emergencia y Mike desde el pasillo escuchó que se trataba de la puerta 14, la última a su derecha, en la que se hallaba aquella persona. Sintió cómo la ventada se abría, se puso delante de la puerta y gritó:

  • ¡Alto, policía! – mientras daba una patada que derribó la puerta y se abrió potentemente de modo que chocó con un mueble y de la inercia volvió a cuasi cerrarse.

Mike guardó entonces su pistola porque el momento de apertura de la puerta le había dejado ver parte de la habitación. Con su mano derecha empujó suavemente aquella puerta y dio un par de pasos. Pudo observar la distribución de aquella estancia: a mano izquierda una puerta que parecía ser el baño con su respectiva ducha, wc y lavabo, también a mano izquierda una cama sin mantas con solamente el colchón y el cabezal, enfrente suya y ligeramente a su izquierda el ventanal por el que había huido aquel hombre y a mano derecha un armario con cuatro cajones  y sobre él donde se hallaba una televisión (posiblemente hurtada después del abandono del hotel).

  • Parece ser que nuestra rata ha huido. La descripción encajaba perfectamente sobretodo por la chaqueta que llevaba que se le ha enganchado en la ventana y la ha tenido que dejar.

Al parecer había una chaqueta que encajaba con la descripción enganchada con el cierre de la ventana.

  • Vaya, debería de haber previsto que aquel sujeto escaparía sin dudarlo. Tendré que salir en su busca – todo esto era dicho en voz alta puesto que ya no tenía sentido ser cauteloso.

¡Pum! Mike cayó de rodillas con los ojos abiertos como platos y quedó tendido en el suelo inconsciente. Había sido golpeado con un objeto contundente.

*     *          *

Abajo se encontraba todavía Roberto algo inquieto.

-No me gusta nada la tardanza de Mike, creo que echaré un vistazo. Que esté mazado no quiere decir que no pueda meterse en problemas. Joder, quien pillara ese culo…

*     *          *

Cuando Mike despertó le dolía un poco la cabeza. Al reaccionar vio que estaba esposado con sus propias esposas al cabezal de la cama y sin camisa. Le habían quitado la pistola, las esposas, la porra, la radio, los zapatos y los calcetines que se encontraban en el suelo al lado de la cama. Sólo dejaba a relucir su torso. Entonces el hombre que estaba frente a él dijo:

-Vaya, vaya, vaya… parece que el gato ha sido atrapado por la rata – en efecto, se trataba de aquel hombre: una constitución parecida a la de Roberto, el pelo a melena por los hombros, rubio ligeramente castaño, unos ojos azules y claros, una barba no muy espesa que junto a las facciones marcadas de su cara le daban un aire de hombre extranjero muy atractivo. Esta vez sin embargo, llevaba una camiseta negra, aunque también bastante ceñida que realzaba sus abdominales, y unos pantalones vaqueros que no obstante no llevaban ningún corte. Todo esto estaba siendo analizado por Mike y por supuesto no pudo evitar recalcar el bulto que tenía entre sus piernas que coincidía exactamente con la descripción.

  • ¡Cabrón! ¿Tú no habías escapado por la ventana? – dijo Mike zarandeándose.

  • No seas ingenuo, si hubiese querido podría haber salido por la ventana desde un principio sin que te dieses cuenta. ¿Qué pasa, las cosas no han salido como tu esperabas? ¡Qué lástima! –dijo el hombre irónicamente.

  • Entonces, ¿por qué coño has esperado hasta que entrase en la habitación? – replicó Mike enfurecido.

  • Shhh… vigila ese vocabulario tan grosero – le dijo con una media sonrisa altiva como si, indudablemente, controlase él la situación – deberías saber en qué situación te encuentras tú – se sentó al lado de Mike en la cama – y en qué situación me encuentro yo – finalizó levantando las cejas dándole a entender la evidencia.

Mike hizo unos segundos de silencio revelándole que había entendido perfectamente la situación, entonces aquel hombre prosiguió.

  • Así me gusta, que acates. Sin embargo te contestaré. Sabía perfectamente que me oirías en el piso de arriba, hice el ruido expresamente para que me siguieras. Sabía que pensarías que había sido un error por mi parte el haberme metido en una habitación sin salida y que esperarías que saliera como un rayo de allí. Y por lo que respecta a la chaqueta he tenido que hacerle un boquete y engancharla a propósito en la ventana para que bajases la guardia. Por supuesto era evidente que entrarías derribando la puerta de una patada, así que me coloqué detrás de la puerta y para evitar ser golpeado arrastré un mueble ligeramente para que chocase con la puerta y me puse entre ambos.

  • ¿Y por qué urdir algo tan enrevesado? – preguntó Mike imperativamente.

  • Porque… - deslizó su mano hasta el paquetazo de Mike y empezó a sobarlo – te voy a follar – dijo muy seguro de sí mismo sonriendo – y no podrás hacer nada para evitarlo.

Mike se ruborizó y empezó a moverse y empezó a moverse. La verdad era que aquel hombretón le imponía mucho, tanto como Roberto y sus facciones no le desagradaban para nada pero no podía permitirlo.

  • Quita tus sucias manos de encima maldito maricón – ordenó todavía ruborizado.

  • Te recuerdo, primero, que sigues a mi merced y segundo – le agarró el paquete – cuando te esté follando no dirás lo mismo. Desde que te vi entrar por la puerta del hotel me lo propuse. Te vi con tu uniforme, tan mazado y con ese culito tan respingón que no pude resistirme.

Mike empezó a mover las piernas para oponer resistencia, entonces aquel hombre se sentó encima de su maquete y se quito la camiseta negra dejando a relucir su pecho peludo y rubio y diciendo a Mike:

  • ¿De veras crees que vas a poder resistirte? Además, no te engañes, sé que te pongo cachondo – termino diciendo muy convencido.

Mike tragando saliva intentando disimular que aquella situación le excitaba le dijo:

  • Que te quede claro tío, yo tengo novia… y no creas que vas a hacer lo que te de la gana conmigo. Mi compañero está abajo y puede subir en cualquier momento – replicó bajo esos pretextos para evitar ser follado pero de poco sirvieron.

  • Ufff… no sabes lo burro que me acabas de poner. ¿Me estás diciendo que voy a follarme a un hetero con novia? Eso me la pone durísima –decía aquel hombre tocándose el pollón por encima de el pantalón vaquero y notándose aquel bulto. Además, estoy empezando a notar en mi culo como tu polla se te pone morcillona. ¿Sabes? Pensaba follarte sin más pero creo que me atragantaré primero con tu rabo… mmm, debe estar muy suculento – dijo mientras se mordía los labios.

  • ¡Detente, espera un momento! – y mientras Mike decía esto el hombretón le agarraba las piernas y restregaba el paquete del policía por su cara mientras notaba que se le endurecía.

  • Me pones mucho, me parece que te voy a decir mi nombre para que puedas gemir cuando te esté dando la mejor mamada de tu vida – entonces le desabrochó el cinturón, el botón, le bajó la cremallera y ahí lo tenía, un buen rabo de 16cm apetitoso que se marcaba en esos calzoncillos ajustados – me llamo Vladimir – entonces empezó a comerle la polla por encima del calzoncillo pajeándola de arriba abajo.

  • ¡Vladimir, para, deja de comérmela! – cuanto más insistía Mike con más ímpetu le comía Vladimir la polla. A continuación Vladimir le quitó los calzoncillos y los pantalones dejando ver su pollón ya empinado y listo para ser mamado – esper… - no alcanzó Mike a terminar la frase cuando aquel macho comenzó a mamar ese rabo de arriba abajo metiéndoselo todo en la boca.

Lo chupaba y se lo metía todo en la boca sin atragantarse, se notaba que tenía experiencia en la materia. Le agarraba del tronco y le chupaba el capullo, entonces Mike pudo sentir un gustazo tremendo y no pudo evitar liberar un gemido diciendo:

  • ¡Joder! ¡Cómo me gusta! – Vladimir paró de repente y sonrió. Mike no había podido evitar decir eso así que intentó excusarse tan rápido como pudo – no es lo que he querido decir, lo que yo… - y sin dejarle terminar la frase le dijo:

  • Vaya… así que te gusta cómo te como el rabo, ¿eh? Pues te voy a hacer disfrutar más – y empezó a pasarse el glande de Mike por los labios y por aquella barbita rubia que le producían un gustazo increíble. Mientras le cascaba una buena paja chupaba la punta de aquella polla morena y Mike continuaba gimiendo.

  • ¡Oh! Para o terminaré por correrme, por favor – suplicaba Mike ya en un tono para nada imperativo, más bien sumiso y deseando más placer.

  • Tienes razón, aquí lo que interesa es hacerte disfrutar – Vladimir dejó de comérsela, se levantó, se puso a su lado y estaba a punto de hacer lo que Mike presentía, aquel gran rabo que estaba enfrente suya pronto iba a entrar en su boca. Se desabrochó el pantalón y lució su gran verga de unos 20 cm. Se la agarraba por encima del calzoncillo y se la cascaba. Mike no podía evitar que se le hiciera la boca agua. Aquel pollón estaba a punto de entrar en su boca y él lo deseaba cada vez más, simplemente por orgullo dijo:

  • ¡No lo hagas, por favor!

Vladimir la sacó entera junto con sus huevos bien cargados de leche, peludos y rubios. Con la mano derecha le aguantó la cabeza, apoyó su rodilla derecha en la cama y le metió la punta de su pene en la boca diciéndole:

  • No te resistas, sabes que te gusta, sólo te haces el fuerte. No es ninguna humillación que te vaya a follar la boca y que te vaya a romper el culo, es todo un placer para mí. Considérate afortunado de ponerme tanto.

Y empezó a hincarle la polla, un pollazo tras otro Mike se la chupaba enterita y su rabo seguía tan empalmado como antes.

  • Te gusta mamármela, ¿eh? – le decía Vladimir mientras se colocaba encima de él con su polla dentro y se disponía a hacer un 69. Se la metía en la boca a golpes de pelvis y Mike resistía sin éxito aunque le estaba encantando. Vladimir empezó a comérsela nuevamente pero esta vez a saco. Ambas pollas estaban completamente dentro de las respectivas bocas. Vladimir amorraba de aquel pollón mientras le sujetaba por los muslos y Mike amorraba de aquel otro falo que entraba y salí. Entonces Vladimir se humedeció los dedos y empezó a meterle uno por el culo despacio, frotando el ano de Mike para que entrara bien. Mike empezó a gemir pero como tenía el rabazo aquel en la boca no podía decir nada. El dedo entro perfectamente y empezó a deslizarse por aquel culo tan respingón hacia dentro y hacia afuera. Lo metía y lo sacaba, se empezaba a notar que los gemidos de Mike eran más bien de placer así que Vladimir continuó con el segundo y con un tercero. Estaba dilatando aquel culazo para ser follado por el pollón que le estaba llenando la boca a Mike de líquido preseminal y que Mike empezó a chupar con tanto ahínco.

  • Ufff… joder, que bien que me la estás chupando, ¿eh? Parece que tienes ganas de mi rabo – decía Vladimir mientras los tres dedos continuaban entrando y saliendo de aquel culito.

De repente la radio sonó:

  • Mike, Mike, ¿me oyes? ¿Estás en apuros? Si es así haz lo de siempre, aprieta una vez el botón, pero si tienes la situación bajo control pulsa dos veces.

  • Vaya, el machote de tu colega quiere venir en tu ayuda – sin sacarle la polla de la boca sacó los dedos de su culo, estiró la mano, cogió la radio que se encontraba en el suelo y tocó dos veces el botón – ahora sí que no podrás evitar que te folle.

Vladimir sacó su falo de la boca de Mike, se colocó nuevamente delante de él, levanto sus piernas y mostrando ese culazo lo empezó a chupar mientras le agarraba la polla y le sacudía una buena paja. Introducía su lengua por todo el ano y mientras con los dientes apretaba y succionaba provocándole un enorme placer:

  • ¿Qué haces cabrón? ¡Oh Dios! ¡Me estás comiendo el culo!

Vladimir dejó de chuparlo y empezó a meterle dos dedos rápidamente diciéndole:

  • Te gusta que te folle, ¿verdad? ¿Te gustaría que metiera toda mi tranca en este culazo?

Mike sólo podía gemir y morderse los labios:

  • ¡Ahhhhhh! ¡Sigue por favor! ¡Clávame ese rabazo! – se sometió finalmente Mike.

Vladimir se humedeció la polla y apuntó hacia el agujero de Mike ya dilatado:

  • ¿Estás listo para que te la ensarte? Dijo Vladimir cachondísimo.

  • ¡Mike! ¿Dónde estás? – de repente se oyó la voz de Roberto que estaba al final del pasillo.

  • ¿Cómo? – dijo Vladimir sorprendido – no puede ser, se supone que no iba a venir, si hice lo que dijo por radio.

  • ¡Estamos aquí! – Gritó Mike - ingenuo, me hubiera gustado que me rompieras el culo, te lo reconozco, ¡menudo rabo! Pero has caído en nuestra trampa. Si la situación va bien simplemente no respondemos – dijo sonriendo -  tu que pensabas tenerlo todo bajo control has caído como un imbécil. Pero ¿sabes? Así mejor, si estás detenido podré follarte en comisaría.

  • Si me espero a que tu amigo el machote venga no tengo ninguna oportunidad.

Esta vez parecía que era Mike quien dominaba la situación. Vladimir cogió rápidamente la camiseta que estaba al lado de la cama y simplemente se abrochó los pantalones, salió por la ventana y una vez en el andamio de afuera le dijo guiñándole un ojo:

  • Esto no quedará así, ese culo será mío.

Y marchó rápidamente y entonces entró Roberto que se quedó petrificado y con los ojos abiertos:

  • Pero que haces atado a una cama en pelotas y con el rabo empalmado, que por cierto, menudo rabo.

  • Déjate de tonterías y sal por la ventana que el ladrón acaba de huir.

Roberto corrió hacia la ventana y vio cómo Vladimir estaba acabando de bajar las escaleras. Entonces se giró hacia Mike.

  • ¡Rápido, ve a por él sino se esc…! Joder… menudo rabo.

Mike se percató de que Roberto tenía el rabo como una piedra y no podía ocultar ese pollón en el paquete. Entonces Roberto se desabrochó la cremallera sacó su falo y sin previo aviso se lo metió en la boca a Mike.

  • Pero que haces Rob… - y aquel gran cipote entró en su boca sin dejarle terminar la frase. Roberto empezó a follarle la boca y Mike, que no podía salir de su asombro, mamaba esa polla ruborizado. El macizorro de su compañero se estaba aprovechando de la situación para follárselo.

Roberto cogió la radio y dijo:

  • Aquí Roberto, hemos tenido problemas con el ladrón y se nos ha escapado… sí está demasiado lejos como para que podamos atraparlo… no, ni yo ni Mike estamos ahora disponibles. Tardaremos un poco en llegar a comisaría, ¿de acuerdo? Cambio y corto.

Mike se liberó de la polla de Roberto y éste le dijo cachondísimo:

  • ¿Se puede saber qué haces metiéndome tu pollón en la boca?

  • Vaya, cuando te lo metía Vladimir bien que gemías y no te quejabas.

  • Pero eso no es… espera… - Mike quedó sorprendido – ¿cómo sabes tú eso? ¿Has estado espiándonos? ¿Y cómo sabes que se llamaba Vladimir?

Roberto sonrió pícaramente y dijo:

  • Llevo ahí fuera desde que Vladimir ha empezado a comerte ese rabo tan suculento que tienes. ¿Sabes? Llevo tiempo deseando meterte mi rabo y romperte todo tu culazo que tanto me pone y Vladimir te ha dejado a punto de caramelo para mí.

  • ¿Cómo te atreves? – mientras Mike decía esto Roberto se ponía delante de éste levantándole las piernas - ¡detente, tengo novia!

  • No me jodas, ¿has visto el tamaño de tu rabo? Estás cachondísimo y deseoso de que te rompa el culo. Si no hubiera sido yo habría sido Vladimir… además, ya me he follado a machos heteros con pareja, sin pareja, casados o divorciados. ¿Sabes? No me ha tocado patrullar por casualidad contigo… - y mordiéndose los labios dijo – me he pasado por la piedra a Luis que es un buen macho madurito y bien casado que estaba. No veas lo bien que entraba mi pollón por su culazo y lo mucho que gemía. Y después de hacerlo con él no pudo evitar ceder a todo lo que le pedía. Debo haberme follado a casi todo el departamento… ufff, y tu culito no es una excepción.

Sin salir de su incredulidad y sin poder creer todo lo que le estaba contando Mike le dijo:

  • Pero si en el departamento nadie ha comentado nunca que te gustaran los hombres.

  • Hahaha – rió levemente Roberto – claro que no, cuando te desvirgue a tí tampoco lo harás y entrarás a formar parte de aquellos “heteros” del departamento que van de machos pero no hacen más que mirarme el pollón de la entrepierna y anhelar que me los folle una y otra vez y les reviente el culo para satisfacer sus fantasías mientras hacen creer a los demás lo muy masculinos y viriles que son.

Acabando de decir esto y aprovechando la dilatación que le había propinado Vladimir hacía un momento, Roberto hincó su rabo en el culo de su compañero:

-¡Ahhh! Gimió Mike.

Roberto empezó a follarse el culazo de su compañero que se tragaba ese pollón sin dificultad. Roberto cada vez se lo follaba más fuerte y Mike no podía evitar ponerse cachondísimo con la imagen de aquel macho que tantas fantasías les provocaban a él y a sus compañeros y mientras tanto contemplaba cómo aquel agente de policía con aquella camisa ceñidita, con esos pectorales, con esa barba y con el cinturón todavía puesto, solamente con la bragueta bajada y el rabo por fuera lo desvirgaba y le rompía el culo. Roberto se inclinó hacia adelante y empezó a comerle la boca metiéndole la lengua de tal manera que los gemidos de Mike se oían entrecortados mientras era embestido por aquel macho. Roberto cogió las llaves de las esposas, que eran el mismo juego de llaves para ambas, y se las quitó mientras le decía:

-Te está gustando tanto que te folle, que cuando te las quite vas a desear que continúe haciéndolo.

  • Sí, por favor, continúa dándome – le rogaba Mike.

Y así lo hizo, Roberto le liberó de las esposas y se lo follaba mientras le tocaba los pectorales y se los agarraba para poder hincársela con más fuerza y con más velocidad. Se humedeció la mano y empezó a pajearlo.

  • ¡Joder Roberto, si sigues así me correré! Gemía Mike.

  • ¿Y tú qué quieres, eh? Suplícame lo que sabes que quiero oír.

  • ¡Fóllame cabrón, fóllame más, sí, sí! – Mike empezó a correrse empapando todo su pecho con su lefa y Roberto sin dejar de reventarle el culo y provocándole todavía placer y convulsiones empezó acomerse todo el semen que se esparció por encima de su compañero. Seguía reventándolo mientras lo besaba y con la lengua le daba de probar su propia medicina.

  • Te gusta, ¿verdad? Pues ahora prueba el mío – Roberto saco su falo se acercó a su boca y empezó acorrerse dentro. Mike se la metió en la boca y mamaba mientras Roberto se corría y liberaba trallazos de leche en su boca que eran tragados con muchas ganas.

  • ¡Oh! ¡Cabrón, qué bien la chupas! No sé ni por qué no te había follado todavía ¿Te ha gustado? Pues si quieres más tendrás que ayudarme a atrapar a aquel machote de Vladimir para follármelo también. Sé que lo deseas, además te has quedado con las ganas de probar su nabo.

Mike asentía satisfecho de la follada y de los trallazos de leche que su compañero le había propinado y que nunca se hubiese imaginado que terminaría por darle tanto placer.

*     *          *

Vladimir huía para evitar ser atrapado por aquel par. Visto que no le seguía nadie prefirió no correr para no llamar la atención pero empezó a escuchar sirenas de policía y para asegurarse decidió esconderse en una casa. Había llegado a una zona residencial y se metió en una de las casas con jardín, garaje y que tenía un primer piso. Muy sigilosamente y sin ser visto entró por el jardín y se dispuso a entrar por la ventana.

*     *          *

Luis acababa de entrar en casa cuando de repente oyó un sonido que provenía del baño:

  • Esto no me gusta nada… no debería de haber nadie en casa y mi mujer está de viaje.

Sacó su arma y se acercó al baño. Sintió cómo la puerta se abría sigilosamente y apuntó con la pistola al abrirse.

  • Pero… ¿Qué coño…?