¿Hetero?

Mi primera experiencia con otro hombre. Tras años con deseos, finalmente decido probar.

Este es el primer relatos que escribo, espero que les guste. Narro mi primera experiencia con otro hombre. Siempre he sido una persona muy curiosa en lo referente al sexo y, tras años dándole vueltas, finalmente me decido y quedo con un extraño en su casa.

Tengo 32 años, moreno ojos marrones pelo corto 180 y unos 70kg, siempre me ha gustado el deporte y lo practico, por lo que mi cuerpo es delgado. Me haré llamar "J". Como he dicho, cuando era adolescente empecé a sentir deseos de probar una polla, pronto empecé a salir con mi chica y esos deseos quedaron aparcados hasta hace unos años que retomaron. Por lo que decidí emprezar a navegar por chats de temática gay.

Allí conocí a un hombre maduro, de 42 años alrededor de 175, brazos y cuerpo fuerte, sin un sólo pelo en todo su cuerpo, que llamaré "C", era un hombre que me entendió desde el primer momento y con el que congenié a la perfección, afortunadamente para mí, él me dijo que se sentía muy cómodo charlando conmigo por lo que pudimos mantener una relación "amistosa" a través del chat.

Después de un tiempo, un día me pidió conocerme a través de una foto o de una videollamada, con mucho miedo acepté ya que me dio mucha confianza y llevábamos un tiempo chateando. Tras vernos nos gustamos ambos más y decidimos quedar en persona, me invitó a su casa.

Estaba más nervioso que nunca, a pesar de la confianza que me daba no dejaba de ser un "desconocido", a pesar de todo, le eché valor y allí fui, llamé al timbre y me abrió. Notó enseguida mis nervios y me dijo que me tranquilizara, que no pasaría nada que yo no quisiera. Me invitó a sentarme con él en el sofá y me ofreció algo de bebida. Tras unos minutos en los que fuimos hablando y dándome mucha confianza (cosa que necesitaba) empezó a acariciarme y decirme que si no quería que lo dijera. Obviamente me fui calentando y me animé a continuar. Comencé a devolverle las caricas por sus piernas y su espalda, se acercó más a mí y me susurró en el oído que le gustaba mucho, que me relajara y disfrutara, al tiempo que comenzó a besar mi cuello (he de decir que es uno de mis puntos débiles).

En ese momento mi respiración comenzó a acelerarse, lo notó y sonrió al tiempo que nos poníamos de pie para que sus manos pudieran acceder a mi culo. Al sentirlas noté un escalofrío reccorer todo mi cuerpo (el culo es mi otro punto débil), fue entonces cuando busqué desesperadamente tocar ese bulto que ya iba creciendo dentro de su pantalón. En un momento ese hombre hasta hace poco desconocido había conseguido derribar mis miedos y darme seguridad para continuar con esa "locura".

Me desabrochó el pantalón y me lo bajó de golpe junto a mis boxers, me quitó la camiseta y, por primera vez, estaba desnudo delante de otro hombre. Estaba cachondo y sus besos por mi cuello y caricias en mi trasero solo aumentaban mis ganas de probar su polla. Pasé a besar yo también su cuello y fui bajando por su pecho, parando en los pezones donde los degusté con mimo y me hizo saber que le gustaba aquello. A continuación me arrodillé mientras le miraba a los ojos y bajaba su pantalón despacio haciendo que saltara ante mí una polla ancha y larga (aunque ya la había visto en fotos, me pareció más grande y apetecible a un palmo de mi cara).

Antes de que pudiera probarla, me levantó y me dijo al oído al tiempo que acariciaba mi culito:

C: Me encanta tu culito, cielo.

Yo solo podía gemir y agarrar esa polla cada vez más dura mientras comenzaba a realizar una suave masturbación mientras me decía:

C: Mmmmm, ¿quieres que nos vayamos a la ducha? - Mientras seguía acariciando mi culo y mi espalda.

J: Siiii, me apetece mucho una ducha juntos... - Acerté a contestar mientras seguía aumentando mi excitación. La idea de ducharme con él me volvía loco.

Caminé detrás de él hasta el baño, me hizo pasar y preparó la ducha, me ayudó a entrar y comenzamos a enjabonarnos ambos por todo el cuerpo. Siguió atacando mi cuello con sus labios conocedor que me volvía loco; como así indicaban mis gemidos que no podía ya reprimir. Tras un rato así me dijo:

C: Gírate.

Fue un tono suave, pero sonó como una orden y automáticamente se me erizó toda la piel y me excité aun más. Obedecí al instante, me giré lentamente mientras seguía mirándole y mordiéndome el labio. Quedé de espaldas a él y, al tiempo que apoyaba mis manos en la mampara para sacar el culito para fuera, sus manos saltaron ansiosas hacia el mismo mientras resoplaba y me decía:

C: Uffff... que culito más suave tienes.

J: Ummmm... me alegro que te guste... ahhh... - Le dije yo mientras arqueaba más la espalda y me entregaba a ese maravilloso desconocido que me estaba volviendo loco.

Aumentaron aún más mis gemidos cuandos sus dedos empezaron a juguetear justo en la entrada de mi virgen ano, estaba disfrutando tanto con esa nueva experiencia... mi cuerpo correspondía automáticamente a sus caricias, mi cadera se movía como una serpiente buscando más contacto con sus dedos. De pronto noté algo más grande que sus dedos acercarse a mi ano al tiempo que sus manos acariciaban el resto de mi cuerpo. Yo solo gemía mientras me decía:

C: Joder qué maravilla de culito, cielo. Me encanta, ummm...

Yo no aguanté más y me giré en ese momento arrodillandome ante él, mientras el agua seguía cayendo por su cuerpo eliminando los restos de jabón, le miré a los ojos y y le supliqué:

J: Necesito chupártela, por favor.

C: Es toda para ti. - Me contestó.

Era la primera vez que chupaba una polla, tenía miedo de hacerlo mal, o que no le gustara o de hacerle daño. Abrí la boca, saqué la lengua y, mientras se la sujetaba con una mano, probé ese manjar que me supo a gloria. Pasaba mi lengua en círculos por la cabeza de su polla, miraba su cara y era de placer absoluto, lo que hizo que me animara y empezara a tragar un poco más cada vez mientras seguía jugando con mi lengua. Tras un rato así, me la saqué de la boca y le masturbé suavemente mientras me lancé a lamer sus huevos, abría la boca y absorvía. Comencé a sonreír conocedor de su placer, aún así quería asegurarme y con cara de niño bueno le pregunté:

J: ¿Te gusta?

C: Mmmm... joder si... me encanta... - Contestaba entre jadeos.

Feliz de que me dijera esas palabras, volví a subir por toda su polla hasta llegar de nuevo a la punta, la cual introduje en mi boca hasta tocar la campanilla. C gimió más fuerte de gusto y, a pesar de no poder introducirme en totalidad su polla, estaba haciendo disfrutar al hombre que había abierto un nuevo mundo de placer ante mí. Yo también disfrutaba mucho de la mamada que le estaba dando, empecé a aumentar un poco más el ritmo mientras me colocaba en 4 y levantaba el culo. C aprovechó para acariciar mi espalda e ir bajando hasta mi trasero el cual, al notar su mano, empezó a moverse haciéndole saber que sentía mucho placer.

Tras un rato así, me avisó que acabaría corriéndose si no paraba. Le pedí que me lo echara en la cara, ante mi proposición se dibujó una sonrisa en su cara y, sacando su polla de mi boca, comenzó a masturbarse frenéticamente hasta que su semen bañó mi cara.

Quedó resoplando satisfecho mientras yo seguía disfrutando mientras notaba esa leche resbalar por mi cara. Tras unos instantes, me levanté, nos limpiamos y seguimos jugando un rato más, pero eso ya es otra historia...

PD: Éste es mi primer relato, espero que les haya gustado. Si es así habrá más... Un saludo