Hermanos inmorales
Este relato me lo manda una amiga de Santiago, Paula, para que lo haga público yo, relato INCESTUOSO verídico
Tuve una infancia normal como cualquier persona, padres de matrimonio bien constituidos, estables emocional y económicamente, un solo hermano, que más que un hermano, fue un amigo muy especial, confidente y años después, el mejor amante que he tenido. De siempre tuvimos muy buena relación, éramos solo los dos, sin amigos en el barrio, ya que todos eran mayores, por lo cual jugábamos mucho entre nosotros, hacíamos travesuras, en fin. La confianza era a tal punto, que yo o el no teníamos problemas de desvestirnos delante del otro, cambiarnos ropa, pasar al baño cuando un estaba duchándose o sentado, etc , eso no era un tema taboo, conocíamos sin vergüenza nuestros cuerpos desnudos.
El es mayor que yo por dos años. Entrando en la adolescencia, ya comenzamos a tener más amigos de colegio principalmente, salíamos juntos, íbamos a la disco, bailábamos entre nosotros. Nunca fue celoso, amigo de mis novios y yo de las de él, incluso muchas veces yo le hice enganche con amigas mías.
La fidelidad con nuestras parejas no existía, ambos éramos infieles por naturaleza y uno cubría al otro sin problema, leal al otro hasta la muerte. Era tanta nuestra complicidad, que él fue el primero en comprarme pastillas anticonceptivas cuando comencé a tener relaciones, dándome consejos de sexo, de no quedar embarazada, de no meterme con cualquier tipo, de ser discreta, de no echar a perder mi reputación. Incluso una vez, yo tenía novio de años, que era amigo de mi hermano. Pero conocí otro tipo en una fiesta, me calentó, nos fuimos a coger a un motel y a la salida, su vehículo no partió. Estaba algo ebria, con un tipo que no era mi novio y de inmediato llame a mi hermano para que nos fuera a socorrer, sin ninguna vergüenza.
Por su parte, el se convirtió en un hombre muy apuesto, alto, musculoso, simpático, las mujeres le llovían y el, a todas le decía que si. Era muy caliente, (bueno, igual que yo), se lo decía siempre y el no me lo negaba, haciendo alarde de todas sus conquistas. No era raro que lo llamaran a nuestra casa varias mujeres distintas, el mismo día, donde yo sabiendo de sus andanzas, lo encubría. Como lo había visto desnudo muchas veces, sabía que mi hermano tenía una buena herramienta, incluso sin malicia mas de alguna vez se lo dije. Con esa referencia de tamaño me quede, ya que mis novios siempre la tenían más chicas que la de mi hermano.
Yo creo que por ahí empezó una leve atracción hacia mi hermano y lo que le colgaba. Jamás pensé en tener algo con él , era inmoral , pero si me encantaba su físico, me hubiese encantado tener un novio así. Ya más grande, si tuve más de alguna fantasía con él, incluso una vez que nos topamos en una disco, yo había bebido bastante, el igual, lo saqué a bailar, y entre baile y baile, me apoyó la pelvis en una de mis piernas, y sentí su verga semi erecta , lo volvió a repetir , bueno yo lo incité un poco y la volví a sentir. En un momento, bailando, hago que me abrace por detrás, quería sentirla en mis nalgas y me restregué muy descaradamente contra él unos cuantos segundos y sentí como me la apoyó más de lo debido también. Lo repetí en dos canciones más y claramente sentí que se le había parado, pera nada mas que eso pasó.
En fin, paso el tiempo, el entró a la universidad, se fue a estudiar muy lejos, a otra región, por lo que solo viajaba en fechas especiales, donde fuimos perdiendo contacto.
Sacó su carrera rápidamente, es muy inteligente y consiguió un buen trabajo allá, por lo que menos venía a nuestra casa, pocas veces en un año. Claro que en sus cortos viajes, siempre salíamos a tomar algo y nos poníamos al día de todo.
El tiempo continuó su marcha, los años transcurrieron, muchos en realidad. Con 41 años sobre mi cuerpo, ya solterona, sin hijos. Por mi carácter nunca pude sentar cabeza con un hombre, por uno u otro motivo, siempre terminaba mis relaciones, era diferente a mis amigas, no me interesaba formar una familia, hijos o tener un hombre a mi lado, no lo necesitaba. Amigos con derecho a rose, si, siempre había alguno por ahí, nunca me faltaron.
Un día, me llegó una invitación a un matrimonio, mi primo se casaba. Estaba sola en ese momento, sin pareja , en realidad hace rato sin pareja , había pensado en no ir, no tenía ganas , no era en mi ciudad , tenía que viajar hacia la costa , ver un vestido de fiesta , peluquería , zapatos , regalo , viajar sola, no me atraía para nada la idea , cuando en esos días , me llama mi hermano , avisándome que iba a viajar al matrimonio del primo , preguntándome si asistiría. Hacía mucho que no lo veía, le dije que sí y que iba sola, para que no fuera a traer a una de sus amigas a la fiesta, me dijo que no, que viajaba solo y que allá nos juntaríamos.
Rápidamente fui de compras, me compré un vestido de fiesta, negro, muy escotado. De joven nunca fui delgada , siempre fui caderona y tetona y ahora cuarentona, claro que estaba algo pasada de peso, pero casi nada , me gustó como me veía , me calzaba perfecto, parecía una puta fina , mi cola se veía espectacular y mis tetas se veían increíbles con un escote extremadamente pronunciado, solo tapado con una tela semi transparente , me sentía una diva dentro de ese ajustado vestido. Concrete la hora en la peluquería y el día de la boda, contenta iba conduciendo mi auto sola hacia la costa. Era un trayecto de una hora y media, fácilmente podría volver a mi casa cuando la fiesta terminara, solo debía tener cuidado con el alcohol, algo complicado, ya que me gusta beber.
Recién en la iglesia, me encontré con mi hermano. Hacía mucho tiempo que no nos juntábamos. Se veía regio, muy buen mozo, elegante, con su traje y corbata. Me saludo muy contento con un fuerte abrazo, diciéndome que me veía maravillosa y con su peculiar sentido del humor, me dijo lo mismo que había pensado yo, “ Pareces puta cara , estas exquisita ”. Me encanto su halago.
Ya en la fiesta, obviamente nos sentaron juntos, compartimos con los parientes más cercanos, bailamos. Ya más tarde al fin solos en la mesa, conversamos de cómo nos había ido, que habíamos hecho, si teníamos parejas, del trabajo etc. En eso se acerca a nuestra mesa mi tío a conversar con nosotros y luego mi prima. Sacó a bailar a mi hermano y no lo soltó por harto rato. Yo aburrida conversando con mi tío, mientras los en la pista bailando muy entretenidos y reconozco que me dieron algo de celos. En eso me tomé dos tragos mas y se me subieron un poco las copas. Mi hermano paró de bailar y llegó muy contento a sentarse a mi lado, diciéndome más encima, que estaba “muy buena” la prima, que si el marido se descuidaba, se la pescaba.
“ Eres un caliente de mierda, degenerado, es tu prima y esta casada“ , el se rió y me dijo que los mandamientos solo decían respetar padre y madre , que las primas no estaban incluidas y de celosa o ebria , le dije “¿y las hermanas?” .. Se rio y me dijo tampoco estaban incluidas en el trato, a si que si te descuidas también.
A mí el alcohol me calienta, para que lo voy a negar, mis hormonas estaban completamente alteradas y mi hermano estaba para comérselo. Me gusto esa frase que dijo y no sé de donde le respondí que me gustaba su filosofía, pero que tuviese cuidado, que no fuese yo a comérmelo a él, mirándolo directamente a los ojos.
Noté en sus ojos algo diferente, le gustó lo que le dije, me miro de arriba abajo, desnudándome con la mirada, respondiéndome que sería un sueño tener una tremenda mujer como yo, que mejor no lo desafiara. Ya mi entrepierna estaba mojadita , me pedía a gritos acción. Pensé para mí, también sería un sueño estar con mi hermano, le sonreí insinuantemente, respondiéndole que seguro no se atrevería, el solo se rió y nos quedamos mirándonos sin decir nada, deseándonos con la mirada, hasta que puso su mano en mi pierna, diciéndome “cuidado hermanita , que te puedes quemar” , y ya sabiendo que lo que decía de verdad , le respondí sin pensarlo “eso quiero” , seguramente con una cara de caliente , que no se pudo resistir.
Se sorprendió con mi respuesta, pero reaccionó como el conquistador que era, me tomó de la mano y me pregunto si de verdad eso quería. Borracha y caliente como estaba , lo miré a los ojos y le dije que sí. No lo pensó más y dijo que nos fuéramos de inmediato.
Nos despedimos de unos cuantos solamente, diciendo que nos quedaba un buen trayecto para llegar a casa. Salimos de la fiesta rápidamente, en segundos coordinamos todo, como ambos andábamos en vehículo, me dijo que dejara el mío en una estación de servicio. Maneje un corto trayecto, decidida a todo, estacioné el auto donde pude y me subí al de él.
Me pregunta por última vez si estaba completamente segura y le respondí con un corto pero efusivo beso, donde por primera vez nuestras lenguas se juntaron. Me metió la mano entre las pierna, llegando hasta mis calzones ya mojaditos pensando en lo que se venía. Sentir su mano ahí, me calentó más aun, estire la mano y le agarre su verga por sobre el pantalón, estaba dura, un tremendo bulto y cortando el beso, lo único que pude decir es “ apúrate”. Rápidamente salimos de ahí y nos metimos en el primer motel que encontramos. Nos abrazamos y nos devoramos a besos. Sentía sus grandes manos agarrándome el culo y yo desesperada desabrochándole los pantalones para liberar su enorme verga.
Sus pantalones cayeron al piso, igual que mis rodillas. Ante mi una verga enorme, realmente deliciosa que metí en mi boca, todo lo que cupo y comencé a chupársela como si en eso se me fuera la vida. Sentí sus manos sobre mi cabeza y su verga entrado y saliendo de mi boca, aun no podía creer que eso estaba pasando, esa tremenda verga que solo había visto de niña, ahora en mi boca un sueño increíble. Me tomó fuerte de los brazos y me hizo levantar. Bruscamente me dio la vuelta y sentí su mano bajo mi vestido, corriéndome los calzones y metiéndome dos dedos dentro de mi mojada concha. Se apegó a mí, me beso el cuello, mientras me agarró fuerte de las tetas diciéndome que era un pedazo mujer, una puta exquisita.
Me gustó que me tratara así, mas me excitaba escucharlo tan caliente. Me bajo el cierre del vestido y este cayó hasta el piso. Con arte y maestría, en un segundo desabrocho mi brasier , se notaba que sabia del tema mientras yo misma me bajaba los calzones. Me empujo a la cama, caí con las piernas abiertas, mostrándome por completamente desnuda ante mi hermano que se terminaba de desnudar. Un cuerpo maravilloso, fornido musculoso y esa verga enorme apuntando al techo que ya deseaba tener dentro de mí. Se acercó a mí, me abrió más aun las piernas y me comió la concha como nadie antes lo había hecho. De no haber tenido tanto alcohol en el cuerpo hubiese acabado ahí mismo.
Luego se montó sobre mí, me dio un beso exquisito y me comió las tetas con una furia, haciéndome desvariar. Yo estilaba, a pesar del placer de tener a mi hermano comiéndome las tetas, ya lo quería dentro de mí y comencé a suplicarle que me la metiera. Me beso en los labios y sentí su enorme verga rosándome mi sexo, cuando de un momento a otro, me la metió entera , sacándome un grito de placer , sintiéndome completamente llena. Ya de ahí, todo fue una locura, apenas lo podía besar entre mis gemidos que no podía acallar. Su verga entraba y salía dándome placer infinito, no paraba de gozar, me sentía plena, toda una mujer, toda una puta, pidiéndole mas y mas y mi hermano besándome y penetrándome como un trastornado. Lo agarraba de su culo y lo apegaba más a mí, que hombre más delicioso, esa noche entera para mí.
Haciéndome gozar como una perra, me tomo de las piernas y se las puso en los hombros, más adentro logró entrar, sentí que me quemaba las entrañas al tenerlo tan adentro mío, jamás me había comido un verga tan grande , realmente exquisita, cuando en un segundo, me levantó aun más las piernas y las doblo hacia mi rostro, dejándome con las rodillas casi pegadas a mi cara, apoyada sobre mis tetas, completamente doblada. Su verga obviamente se salió, quedé con mi sexo completamente expuesto en esa incómoda posición, cuando, sin soltarme, baja su cabeza y me empieza a comer el ano de tal manera que me llegue asustar. Su lengua se metió por ese agujero, haciéndome estremecer. La posición no era muy cómoda, pero el placer que estaba sintiendo, 1000 veces valía la pena. Su lengua alternaba entre mi concha y mi ano, dándome un sexo oral como nunca me lo habían dado. Me llegaba a faltar la respiración la estar tan doblada, pero aguanté lo mas que pude para seguir disfrutando, cuando me suelta y me besa en los labios, sintiendo el sabor de donde antes había estado su boca.
Rodamos por la cama, besándonos, me tomo la cabeza, yo sabía lo que quería, me acosté a su lado y bajé. Literalmente me atraganté con su enorme verga mientras él, con su mano, me acariciaba el culo, jugando con ambas entradas, hasta que me metió un dedo en el culo y lo empezó a meter y a sacar. Ya sabía por dónde iba su intención, de hecho me gusta el sexo anal, pero solo con vergas pequeñas y lamentablemente para hacer ese trabajo, la de mi hermano era enorme, pero si me lo pedía, seguro terminaría cediendo.
Me monté sobre él, me clavé yo misma su enorme tranca sintiendo como llenaba cada espacio de mi, comenzando a cabalgarlo frenéticamente, mientras el estiraba sus manos y me agarraba las tetas, diciéndome que las tenia exquisitas. Se las coloqué en la cara y mientras me las chupaba con fuerza, aumentó sus movimientos haciéndome perder la cordura. Le pedí que para un poco, porque un minuto más y me haría acabar y no quería hacerlo aun, quería que esa noche fuera eterna.
Nos besamos como dos enamorados, sus grandes manos acariciando mi culo con suavidad , besándome en los labios, en mis pechos, en mis brazos, era una mescla de pasión , lujuria , amor y cariño, algo morboso , pero a la vez una muestra de amor increíble , me sentía tan bien , amada , deseada.
Me colocó de boca sobre la cama y se montó sobre mí, me penetró deliciosamente, suavemente, besándome el cuello realmente estaba en el cielo. Luego terminé en cuatro patas sobre la cama, con el de pie en el piso, agarrándome de las caderas, penetrándome furiosamente. Por el cuarto se escuchaba el golpe de su cuerpo contra mi nalgas , mas mis alaridos de placer que no podía evitar que salieran de mi boca. Ahí ya no pude aguantar más era demasiado para mí y comencé a acabar y acabar como nunca lo había hecho, alcanzando un largo y delicioso orgasmo mientras mi hermano no paraba, me perforaba como un animal.
A pesar de haber acabado, igual seguía disfrutando como una puita en celo, me colocaba como él quería, me dejé llevar por todas sus perversiones, hasta que pasó lo que me temía, me pidió la cola para acabar y no se la negué. Fue cuidadoso, la metió con cuidado, lentamente, pero a pesar de todo me dolió, era demasiado grande. Mordiendo la almohada, le entregue el ano a mi hermanito, que no dejó de hacerlo suyo, hasta que sentí sus gemidos de placer y su leche saliendo dentro mío, algo realmente divino, el morbo de eso, sobrepasó el dolor que sentía y comencé a disfrutar, sintiendo como su semen lubricaba mi ano.
Quedamos rendidos , completamente satisfechos, nos acurrucamos desnudos sobre la cama , con su mano acariciando mis pechos con cariño y yo , acariciando su sexo, ya sin calentura , solo con amor, confesándole que había sido maravilloso, que era un sueño estar con el.
Dormimos abrazados, hasta el otro día, ya era casi medio día. Lo volvimos hacer fogosamente, dándonos placer mutuamente, terminamos en la ducha y a pesar de que yo no quería que ese fin de semana se acabara, me dijo que no podía dejar de ir a visitar a nuestros padres estando tan cerca. Lo entendí, nos pusimos en marcha, cada uno en su vehículo. Mis padres lo adoraba, quien no, lo recibieron como siempre, con todo el cariño y las atenciones. Compartió con ellos todo el día, y ya de noche, dijo que saldría a visitar algunos amigos, mentira , se fue a mi casa , donde cogimos como locos.
Ya al otro día se tuvo que marchar. Sin embargo nuestra relación cambio para siempre , hasta el día de hoy. Cada vez que podemos , fines de semanas largos o vacaciones , ambos viajamos , nos juntamos a mitad de camino, donde nadie nos conoce y hacemos vida marital.
Gracias por escucharme.