Hermanitos (14)-B

Brenda tomó una cinta que traía de accesorio y le vendó los ojos, entonces Kale Cantó –péscate un chica -y Soco –giren que giren en torno de él –y Kalena –la que pesques, la verga te mamará –Soco –no dejen de girar, todas en silencio. – Me tocó primero y rápido me arrodillé y se la mamé...

TODAS EMPRESARIAS.

Antecedente: Hermanitos (14)-A.

Avanzaba en la tesis, cuando entró Brenda a mi privado y me comentó: -Hoy es tu día de repartir felicidad ¿Verdad? –Porqué lo dices. Ni Soco, ni yo cabemos en nuestros cuerpos. Mira –y me mostró una caricatura de Soco, parada a ¾ de espaldas a un gran espejo, con un cartel enfrente y otro en la espalda. Su cara no deja lugar a dudas que es Soco, con una sonrisa de la parte superior de la oreja, al otro lado que, no se ve. El cartel de enfrente, comienza debajo de los senos, escotados hasta la mitad, abultados suculentamente. Entre cartel y cartel puede verse que lleva minifalda, que difícilmente le tapa sus morbosas nalgas y luce sus esculturales piernas, tan sensuales como las tiene en realidad. Los carteles dicen por ambos lados: je je me cogió la patrona. Solté una gran carcajada. Brenda me dijo: -le comenté a Soco, quítate esa risa Soco, porque así te ves. Se la mostré y me dijo qué linda está ¿Me puedo quedar con ella? ¿Cómo ves? –Sí, dásela.

Oye, le dije a Brenda, me puedes hacer favor de orientarla para que se compre ropa para mañana y pasado, completa de todo a todo, porfa le dices que va como mi auxiliar, que me siga como mi sombra, que habrá veces que la invite a participar y otras no, en fin. -Sí yo le explico, no te preocupes. –Le dije a Sara que te pase el itinerario, me gustaría que me acompañes a todo, o a todo lo que puedas. Soco que se lleve su propia tableta, me interrumpió Brenda: -por cierto hermanita, me debes un beso de esa tableta. Ahora yo la interrumpí: -Y tú, otro a mí, creo que iremos pensando en un fin de semana ¿No crees? Sin esperar respuesta seguí. Entonces te decía que se lleve su propia tableta para tomar notas en fotos, video o teclado, que se lleve la mía y la tuya cuando vayas, que me gustaría fuera siempre. –OK Na. ¿Comemos en tu mesa? –Sí adelante. –Somos cuatro, llamo a dos secretarias para que se mesa llena y así las vas conociendo. –De acuerdo Brenda.

Terminando me voy con Soco, pero quiero por favor la tarde libre, quiero conversar ampliamente con mi madre. –Para empezar Brendis, te recuerdo que la asistente del presidente, no le pide permiso, más que a él; pero, gracias avisar. Oye, si te sirve, cuenta conmigo, para desayunar con tu ma o tomar cafecito una tarde. –Gracias Na, creo que sí, yo te aviso. –Total Brenda, no te costaría más que un beso y reímos y nos dimos un beso de piquito {dícese de un beso instantáneo, ambas con los labios pronunciados}.

Vino Soco como una castañuela, me preguntó: ¿Ya vio licenciada el cartón que mi hizo la Lic. Brenda? –Sí, está muy lindo ¿Verdad?. Oye Soco, quiero por favor que mañana y pasado, me acompañes todo el tiempo. Claro licenciada, cuente conmigo para todo. ¿Con uniforme, verdad? –Sí, pero de auxiliar. –Pero no tengo. –Dile a Brenda que si por favor nos auxilia. Otra cosa Soco. ¿Te podrías quedar desde hoy en mi casa? Para acomodar mi ropa para esos días y que la traigamos en la camioneta, igual que la tuya Soco, nos vamos a quedar en donde nos agarre la noche. –Seguro que sí licenciada, además, no quiero que me vea mi mamá, hasta que ye esté algo calmada, no sabría que decirle, cómo explicarle lo feliz que estoy.

Cuando estábamos comiendo, Brenda dijo canturreando -que cante Soco, que cante Soco -y todas coreamos. –Soco se resistía, pero Brenda le dijo -canto contigo –y yo también, agregué. Tomó la guitarra hizo una introducción o más bien tocó su rúbrica y nos dejó asombradas. Nos juntamos, Brenda y yo a los lados de Soco. Cantamos Cu cu rucu paloma… {Desde la primera canción, entraron a la oficina todo el pull de secretarias, analistas, vigilantes y empleados de intendencia que andaban por ahí y aplaudían a rabiar al final de cada canción},  Nadie, Cuando vuelva a tu lado, Muñequita linda, Júrame y Volveré. Me levanté y dije, se acabó la fiesta gracias, en eso entraba el contador y le dije: pase, pase ¿En qué le puedo servir? –Gracias licenciada, como todos ellos, oí la música y me jaló. Con todo respeto, que bien cantan, cuando venía para acá, pensé que era un trío profesional. –Disculpe la inmodestia Contador. “Y eso que no habíamos ensayado”; sino que la Lic. Rosedales descubrió que Soco es una guitarrista que estudió en el Conservatorio Nal.

Llegamos a las 8:30 a la casa, no había llegado Carlos, así que nos pusimos a empacar y nos bajamos a preparar la cena y poner la mesa. Oí que llegó Carlos, abrí ½ de champaña, serví tres copas, en eso, sonó mi cel y Soco corrió a contestarlo, de acuerdo con las nuevas instrucciones, llegó hablando con Brenda, me lo dio, mientras me decía que era Brenda, quien me pidió que desayunáramos mañana a las 8:00 con su mamá en donde Manolo. Terminamos de cenar, serví tres copas de coñac, le di a Soco la suya, enseñándole como calentarlo en la mano. Llegamos a la sala, me preguntó Soco: ¿Na puedo enseñarle a Carlitos la caricatura? –Sí, por favor. Sacó una carpeta azul, muy elegante y se la dio cerrada, la abrió Carlos y dijo asombrado que buena caricatura y agregó viendo a Soco ¿Ya ves como sí eres mi cuñada? –No, si no digo que no, lo que pasa es que me da pena. Luego, Carlos me dijo: -¿Oye, Brenda hace esto? –Si –contestó Soco de inmediato –aquí está escondida en la zapatilla su firma.

Puse música guapachosa {salsa, cha cha cha, cumbia, etc.} y nos pusimos a bailar sueltos. Otra vez, la de moda, que bien bailaba Soco, quien tomó la dirección del baile y comenzó con aquello: manos para arriba, doblen las rodillas… Fuera los zapatos, cada cosa la hacíamos, quítense los sacos, lo hicieron ella y Carlos, fuera las camisas, otra vez, ella y Carlos y Soco con cara de maldosa: fuera los vestidos, lo hice y quedé completamente desnuda. Agregué, quítense el brasier y la irreconocible Soco se lo quitó de inmediato y ella misma canturreó, fuera los calzones y lo hicieron, fuimos al centro, extendimos los brazos como en Zorba el griego. Jalé a los dos y seguimos bailando en abrazo estrecho. Me detuve, me abracé a ella, la besé y acaricié sus hermosas nalgas que tanto me gustan, solté y le pedí a Carlos que la besara, quien se acercó a ella, la tomó en sus brazos y la besó con tanta pasión que se me antojó, los abracé por la cintura, el beso era muy largo de modo que les acaricié las nalgas a los dos.

Noté que Soco estaba a punto de orgasmo con la verga de mi hermano entre ambos abdómenes. Los separé, le pedí  Carlos que la subiera, la tendió en sus dos brazos, me puse enfrente para caminar hacia atrás, con una mano acariciaba las tetas de Soco y con la otra pajeaba la verga; la solté y acaricié lo poco que salía de los labios de entre los muslos juntos, por atrás, pero con eso, se estremeció. Llegamos, le pedí a mi hermanito, que depositara a Soco en la cama, con los pies colgando, le abrí las piernas, me eché sobre ella con mis piernas por fuera de las suyas y le pedí a Carlos: métesela hermanito.

Vino Carlos, levantó sus piernas, mientras yo la besaba en la boca y acariciaba sus senos por los lados. Se la acercó Carlos jugaba con su verga sobre la vagina húmeda y palpitante de Soco, quien, ante este estímulo, gemía se retorcía, me besaba apasionadamente, me decía mi amor, mi Nayeli, cógeme, métemela, rómpeme con todas tus fuerzas. Me di cuenta entonces, que había planeado bien, pues en esa forma; ella no era agredida por un hombre; sino amada por una mujer, su mujer, la que el destino le había mandado y ella amaba con todas sus fuerzas.

Trató Carlos de meterla, pero al topar, necesitaba, normalmente entrelazarse en sus hombros y así forzar la entrada, teniéndola fija. Como buen ingeniero que es, sustituyó esa asidera como sigue: me tocó la espalda, voltee un poco y me hizo seña de que metiera mi brazo por encima del hombro de Soco hacia su espalda y la otra por debajo de su cintura; así, ella quedaba fijada a mi cuerpo y Carlos, me tomó por la cintura con ambas manos y a la vez que me jalaba, jalaba conjunta mente a Soco y al mismo tiempo, impulsaba su verga hacia dentro. Todo ello con mucho cuidado, con los esfuerzos medidos, logró romper el himen, oímos el Plock; sin ir más allá de momento. Soco (luego me dijo) sentía que la picaban 100 agujas y su instinto fue zafarse, pero se mantuvo y me dijo, me duele mi amor, me duele; pero no importa sigue, yo la besaba y la acariciaba y le expresaba mi ternura.

Luego de un momento, Carlos reculó ligeramente y dio un pequeño impulso más y repitió la operación, varias veces, en ese transcurso, mi Soco comenzó a gozar como nunca en su vida y me lo decía y se retorcía y gemía y esos movimientos nos calentaban más a Carlos y a mí y mi hermanito comenzó su movimiento de mete saca, que me lo imprimía a mí y yo a Soco y los tres gemíamos, temblábamos, sentíamos convulsiones y Soco explotó en medio de gritos y temblores; y viendo eso, mi hermanito se la sacó a Soco y me la encajó a mí y yo le dije: Soco, mi amor tengo adentro tus líquidos vaginales, tu sangre, te tengo adentro a ti y mis palabras y mis movimientos y los huevos de Carlos que chocaban con la vulva de Soco, le produjeron un serie de orgasmos recurrentes, lo que jaló la venida monumental de Carlos y ambas venidas me jalaron a mí y tuve un inmenso orgasmo, en medio de un mar de sensaciones ultra placenteras y mi orgasmo fue líquido.

Soco se olvidó de sí y fue a atenderme y luego que me hice ovillo y mis piernas temblaban sin control, me cubrió con su cuerpo y Carlos se quedó asombrado de la diligencia, el amor y la protección que me brindaba Soco y venció la última resistencia que le quedaba de casarse a plena entrega con Kalena.

Sonó el celular de Soco, dio un salto y contestó, vio que estaba desnuda y se metió otra vez a la cama. Me paré le di una bata, se levantó en seguida y me comentó que ya había llegado Tomás, que estaba afuera. Yo le dije buenos días mi amor y le di un beso en la boca, me fui al otro lado de la cama, le di los buenos días a mi hermanito, lo destapé y le di un beso en su pito adormecido. Soco vino, le dio un beso ligero en los labios y le dijo: -Buenos días Carlitos. Gracias fue una noche estupenda. -A lo que contestó: -Gracias a ti cuñada, estoy muy contento de que estés con mi hermanita.-Soco: me meto a bañar y me voy con Tomás a donde Manolo. Por favor prepara el desayuno para ti y  tu cuñado y lo llevas a donde vaya y te reportas conmigo. Les recuerdo a los dos que mi Kalena llega a las dos de la tarde.

Al cinco para las 8:00, estaba en donde Manolo, quien ya me esperaba, le besé ligeramente los labios, me condujo al reservado y esperamos a que llegaran. Desde que vi a la mamá de Brenda me cayó muy bien, debió de ser muy hermosa y muy sexy cuando era la asistente de papi, porque todavía conservaba fuertes vestigios. Hablamos un poco sobre cosas intrascendentes. Nos hizo una crónica de lo llamó la estirpe de las Asistentes de papi. La primera fue madre y nunca sospechó, lo poderosas que iban a ser sus sucesoras y acotó, Brenda no me platica, pero me imagino el poder que ese puesto ha acumulado. A las 9:00, Brenda se disculpó y me dejó a solas con su mamá.

Al cuarto para las 11 atravesaba la puerta, Sara se paró a saludarme y me dijo: -tu hermano está con Brenda en la sala de juntas. –Gracias y le di un beso ligero en los labios y agregué cuando suba Soco, que nos alcance. Me mostró Brenda los croquis que había hecho mi hermanito para equipar, amoblar y ornamentar mi oficina, que incluía la foto ampliada de Marilyn Monroe desnuda y un cuadro muy grande del Cosmos de Zukor, así como varios de Jorge Espinosa, todos cósmicos. Mi hermanito sabía en qué closet los tenía guardados papi. Un librero en mi oficina privada; Un anaquel de orquídeas, otro de violetas africanas, una pecera, y tres grandes plantas verdes. Una gran pantalla en mi oficina y otra mediana en mi privado. Obturadores de luz, etc. Renovar todos los muebles, que fueran más acordes con mi personalidad.

Yo me quedé asombrada de todo lo conocido y respetado que era mi hermanito en la oficina.  Aprovechando que Carlos fue al baño, Me dijo Brenda: -Con esto, blandiendo los croquis, te da su voto a los ojos de los demás, pues esa oficina, como está (señalando la mía) la ocupaba él cuando venía y se le consideraba, el heredero. Cuando llegaste, algunos pensaban que se iba a establecer una lucha entre Tú y él. La visita y actitud de tu hermano acabará con esos rumores.

Les platiqué entonces de mis logros increíbles con la mamá de Brenda. Aceptó lo de las inversiones a favor de Brenda, presentes y futuras. Aceptó que Carlos y yo estrechemos la hermandad con  ella y que  se quede en la casa de vez en cuando, que nos acompañe a Huatulco y otros lugares. Que va a preparar a tu papá para esto, que nos invitará a cenar próximamente a tu casa. Brenda, con la boca abierta de sorpresa, preguntó: -¿Y todo eso, a cambio de qué? –Le contesté: que le bajes a la actitud de desobediencia civil que te traes –hecho -me interrumpió Brenda -desde hoy seré el dulce que era antes de su visita inesperada aquí. –Continué, que se instituyan nuestros desayunos, una vez al mes y que a veces vayamos juntas de compras, por cierto, marqué mi cel, contestó Doris, la mamá de Brenda y le dije: Oye, nos puedes acompañar el domingo a Xochimilco? Para traer orquídeas para mi oficina. –Seguro que sí, cuenta con ello -me contestó, le dije -gracias mami. Todos, Brenda, mi hermanito y Soco se quedaron de a seis. –{Doris al oír “mami” se tocó los labios y se estremeció ligeramente. El beso que le dio Nayeli al despedirse, hubiera echado todo por tierra, de no ser porque lo acompañó de la palabra “mami”. Pensó: así se debe despedir a su mamá. Pero ahora la escuchar la palabra mami, recordó el beso en sus labios y no supo distinguir, si era el recuerdo de los besos del Ing. Valencia o Nayeli por sí misma, desechó la idea por inverosímil}.

En esas estábamos cuando entro Sara y me dijo: -tienes una llamada del rector. Brenda se levantó como una tromba y dijo: Sara, Soco, cuando reciba Nayeli una llamada, debe tener enfrente, en físico o en su tableta, el expediente de la persona que la llama, se dinamizó en una forma increíble, me trajo el expediente y me preguntó: -¿Quieres recibir la llamada? –Sí, contesté casi con timidez. Le tronó los dedos a Sara y le dijo, que estén aquí el director jurídico y el administrador. -Llamé a Soco cerca de mí, metí mi mano debajo de su falda, le acaricié sus hermosas nalgas desnudas y así, recuperé mi aplomo. –{Al ver esta imagen, Brenda recordó que haya había estado así con el ingeniero, cuando menos tres veces, se estremeció levemente y quiso estar en el lugar de Soco y se dijo a sí misma –me estoy enamorando de Nayeli. No es posible}.

-Tuve una charla de lo más cordial con el rector, hicimos una cita para comer en la Cava, al próximo del próximo martes y discutir un donativo que papi, tenía pendiente y una carpeta de contratos con la UNI. Brenda me pasó un papel, dile que yo me encargo de los pormenores. Oye, si no tienes inconveniente, Brenda, la asistente del Ing. Valencia, quien me apoya por ahora, se encargará de los pormenores. De acuerdo, le digo al Prof. Rábago que se comunique con ella. -Gracias.

Llegamos al aeropuerto, 15 minutos antes de las 2:00. Se nos pasó el tiempo sin sentir, de pronto vimos a Kalena con esa majestuosidad de porte que la caracteriza y su negra belleza radiante. Vino derechito a saludarme y yo la abracé con manos y pies, enroscando mis piernas en su cintura y nos besamos en la boca, sin importarnos el público. Mi falda se subió, dejando al descubierto mis piernas y nalgas desnudas de donde me soportó Kalena. Nadie se atrevió a destrabarnos, hasta que buenamente soltamos el beso y me bajé. Soco, por supuesto, no perdió detalle con fotos y un video. Se saludaron Carlos y Kalena con un beso muy apasionado, con lo que Soco se tranquilizó. Le presenté a Brenda como nuestra hermana y también la besó en la boca y finalmente a Soco. Kalena la abrazó y le dijo cuñada, me han platicado mucho de ti, es más ya te quiero y también su beso en la boca. Ahí estaba parado el portaequipaje, Carlos le dio su propina y llamó a Tomás que estaba a prudente distancia, para que lo llevara a la camioneta.

En la camioneta, Carlos dijo: -Soco, cuñada, por favor enséñale a Kalena la caricatura. –Sacó la consabida carpeta, se la entregó a Kalena cerrada. Kalena vio las tres caricaturas y comentó: -Que buenos cartones Brenda, te felicito. Soco en todos expresa sus cualidades fundamentales: belleza y sensualidad; pero en cada uno de los tres captas y expresas tres momentos: pasividad complacida en la primera, triunfo y satisfacción en el 2ª y acción placentera en el 3ª. –Soco interrumpió -¿Tres? –Le regresó la carpeta Kalena. La abrió y pregunto Soco: ¿A qué hora metiste la 1ª. Brenda, está bellísima: Un gran espejo detrás, la jefa sentada en su escritorio, mientras hablaba por teléfono, acariciaba las nalgas de Soco, el espejo reflejaba las muy sensuales y dejadas nalgas de Soco; el globo parlante de Soco, tapaba la mayor parte de la cara de la jefa y decía: Je, Je, así comenzó todo.

-Luego de que nos hospedamos. Comimos con Manolo en el restaurante principal y Kalena quiso ir de compras. Soco, Brenda y yo nos iríamos  a la oficina, pero antes, pasaríamos a la casa para dejarlos ahí. En donde Carlos tomaría un automóvil para llevar a Kale de compras. No ofrecí que los llevará Tomás, porque ya habíamos notado que a mi hermanito lo desesperaban mucho los protocolos de la oficina. La cena sería a las ocho, ahí con Manolo.

Todos llegamos a las ocho. Todos veníamos contentos. Yo misma tenía expectativas sobre lo que pudiera ocurrir. Sabíamos a lo que íbamos, pero, cómo, con quién? Cenamos a gusto, mandé llamar al animador y le pedí que presentara y llamara a Soco para que tocara la guitarra. De pronto fanfarrea y el animador dijo más o menos: se encuentra entre nosotros una gran guitarrista que estudió en el conservatorio nacional, pero la vida la llevó por otro camino y hoy es una empresaria que está cenando con nosotros; les pido un aplauso para que pase aquí y toque la guitarra. (Aplausos, muchos), yo aplaudí a rabiar, me vio Coco y se animó. Subió, tocó su rúbrica alargada y se llevó grandes aplausos, entonces dijo Soco: En realidad no he dejado de tocar, de hecho con otras dos chicas, formamos el trío “las Ejecutivas”. Ellas están aquí esta noche; les pido un aplauso para que se animen Brenda y Nayeli. Aplausos.

Cantamos, una y otra y otra y aplausos y más aplausos. Finalmente nos regresamos a nuestro lugar. Iban a felicitarnos, nos invitaban copas, querían contratarnos. Hasta que Manolo nos dijo -ya no las van a dejar en paz; -entonces Kale dijo –Manolo, por favor sírvenos la última copa en la suite. –Nos levantamos y nos fuimos. El carrito con las copas, lo llevaban una edecán, Karina y la mesera, Jose, con instrucciones de que nos atendieran. Kalena ya había escogido la música; así que Soco comenzó con aquello de que hagan una rueda, la hicimos. Las chicas que llevaban las copas en espera de servirnos, se quedaron de pie, pero Kalena, cantó –todas a bailar –llamándolas con los brazos, entraron y Soco siguió –fuera los zapatos, todos lo hicimos y así, hasta que todos estábamos desnudos.

Entonces Kalena desnuda en su imponente belleza, como una diosa negra, cantó: –mi esposo va en el centro, -pasó Carlitos; Soco agregó –tápenle los ojos, Brenda tomó una cinta que traía de accesorio y le vendó los ojos, entonces Kale Cantó –péscate un chica -y Soco –giren que giren en torno de él –y Kalena –la que pesques, la verga te mamará –Soco –no dejen de girar, todas en silencio. – Me tocó primero y rápido me arrodillé y se la mamé, mientras las chicas aplaudían, cuando sentí que se iba a venir, paré y -se formó otra vez la rueda y le tocó a Soco, quien lo hizo más que encantada, a la vez que Kale, cantó –tóquense las tetas; luego, fue el turno de Karina, quien se hacía del rogar y que llega Jose, le da un codazo, se echó de rodillas y engulló con toda facilidad la lustros verga turgente y palpitante de mi hermanito y se vio que ella era experta y rápido hizo que se viniera, josé no se retiró y tampoco tiró nada, fui y la besé diciéndolo, dame. Luego, fui a besar a Kalena y le pedí que se recostara en la alfombra  y metí mi cabeza entre sus piernas para saborear mi manjar de chocolate que tanto me gusta, deliraba con su intenso olor, tan diferente a las otras chicas. Soco cantó –hagan una rueda y diciendo y haciendo, metió la cabeza entre mis piernas y lamió mis muslos y se deleitó con mi vagina, sorbiendo los jugos y chupeteando el clítoris. La edecán fue y metió su cabeza entre las piernas de Soco, luego la mesera en las de la edecán y ofreció su vulva a Kalena, quien la tomó apasionadamente, como ella hacía las cosas. Brenda ya había logrado pararle la verga a Carlos y hacía un 69 con mi hermanito, con su hermanito. Todo era gemidos, espasmos, sorbos. Carlos ahora se estaba cogiendo a Brenda y los dos estaban más que fascinados uno con el otro y entre arrumacos se decían hermanito, hermanita.

Paramos, nos servimos una copa, brindamos. La Karina y Jose, arreglaron sus ropas, la mesera le dio a la edecán una ramita de hierbabuena, ella misma se metió otra a la boca y se fueron. Carlos y Brenda seguían cogiendo. Vamos a la cama, les dije e hicimos un triángulo de mamada, pues yo no soltaba mi manjar de chocolate. Luego le hice una tijera a Kale, cuando se vino, se la hice a Soco y nos venimos las dos.

Verónica iba a llegar a las 8:00, así que las 6:30 salimos al aeropuerto, ya vestidas para el notario, o sea con los famosos vestidos licra algodón en este caso. Todas nos veíamos muy lindas, Kalena monumental, claro. Desayunamos en el aeropuerto y todos nos fuimos a la oficina. Ocupamos la sala de juntas; llevé a Verónica a mi oficina, llamé al contador y vino con  el jefe de personal para hacer el contrato a Verónica. Llamó Manolo estaba muy nervioso, que no fuéramos a llegar tarde que nos esperaba a las 12.00 en punto con el notario.

Llegamos con el notario. Manolo puso cara de felicidad en cuanto nos vio a todas. El notario nos pidió identificación oficial, En eso llegó el dueño vendedor. Se leyó el acta, cada quien corroboró sus datos. Manolo quedó como Presidente y Director General y yo como comisario de la nueva sociedad, el vendedor, entregó a Manolo el paquete de acciones; hice la transferencia de fondos. Firmamos el acta y entraron Karina y Jose con un carrito con hielera y champaña y copas para todos.

La comida fue una delicia en la Cava. Soco tocó la guitarra y verónica se quedó asombrada con la rúbrica y más al saber que era composición de Soco, creo que a partir de entonces la tomó en serio. Cantamos primero el trío “Las Ejecutivas” y luego todas. Nos fuimos al hotel para sellar el acto que nos hacía a todas empresarias, con una orgía memorable, en la que mi hermanito fue el héroe, pues nos cogió a todas. Estuvieron Karina y Jose, quienes demostraron ser tan calientes y entrona como nosotras.

No te pierdas el próximo y último relato de esta serie, Hermanitos (15), Las bodas de compromiso.