Hermanitos (10)

Pues bien, esta vez, abrí las piernas lo más que pude, flexionándolas de modo que los talones me quedaran lo más cerca de mis caderas, con lo que le ofrecía a mi hermanito una vista muy completa de mi vagina con los labios abiertos, palpitando y escurriendo sus jugos amorosos.

HERMANITOS (10)

LA RECEPCION: PRESENTACION DE KALENA, LA PETICION DE MI MANO.

Antecedente: Hermanitos (8) y (9).

Al atardecer, llegamos a casa con nuestros padres,  quienes estaban radiantes de felicidad y nos llevaron de inmediato a la iglesia, para dar gracias porque habían sido oídas sus oraciones. Regresamos y ya estaba Caridad, la abracé con mucho cariño. Papi sacó de su mejor champagne y brindamos. Cenamos en la casa y nos fuimos a dormir, mi hermanito y yo, como de costumbre, cada quien a su cuarto.

Al día siguiente durante el desayuno, Carlos explicó a nuestros padres, que debía dar una fecha a Huberto para mi petición de mano de parte de César Covarrubias y él (Carlos), quería aprovechar la comida, cena o reunión que se hiciera para presentar a su novia, Kalena Varcarcel. Se convino en la fecha, Carlos se la avisó a Huberto, tal y como había quedado y yo le hablé a César para informarle cuando podía venir a pedir mi mano.

Por la tarde, mi hermano y yo nos fuimos a visitar a Caridad, en cuanto traspusimos la puerta, nos abrazamos y nos besamos apasionadamente de dos en dos y también los tres. Como había música, bailamos sueltos y me comencé a desnudar, Carlos me siguió y entre los dos desnudamos a Caridad, bailamos así, acariciándonos en pelotas y en una de esas, me tendí boca arriba en la alfombra y le pedí a Caridad que se sentara a horcajadas en mi boca y a Carlos que se cogiera a Caridad por atrás mientras yo le comía su deliciosa vagina. Carlos fue por un condón, luego estuvo lubricando su pene erecto y enguantado, entre la vagina de caridad y mi boca, no me gustaba mucho el sabor del condón, pues no era de los frutales, pero aguanté y luego, mi hermanito se la metió a Caridad por atrás y apoyándose  en sus caderas, muy bellas y sensuales por cierto, le practicaba gustoso el coito anal. Caridad se volvía loca, se retorcía, gemía, temblaba y me decía –tanto tiempo sin verlos y de buenas a primeras me hacen sexo extremo, pero me encanta, son mis amores y los dos cogen divino y yo estoy a punto de volverme loca-

-Para mí era super cachondo el que mi hermanito estuviera cogiéndose a mi mejor amiga, mientras yo le comía la vagina. Caridad, pese a su aparente protesta, también estaba muy caliente y ardía y manaba su vagina en mi boca, mientras ella se retorcía de placer. En eso, Carlos dijo que Caridad y yo cambiáramos de sitio, lo hicimos, él se cambió el condón y repitió la operación. Ahora, le pedí a mi hermanito que se pusiera de pie y Caridad y yo arrodilladas, como vestales, le rendíamos adoración al Phalo divino. Pusimos nuestras bocas muy cerca una de otra, Carlitos metió su verga entre las dos bocas y nosotras con los labios entreabiertos ajustamos el hueco húmedo, así, mientras mi hermano deslizaba su verga entre nuestros labios y lenguas, Caridad y yo sentíamos de vez en vez que nuestros labios se tocaban, haciéndonos estremecer. Me di cuenta que Carlos estaba a punto de venirse, por lo que solté la postura y cambiamos.

Nos pasamos a la cama, Caridad se tendió boca arriba, en el borde de la cama, con las piernas hacia el piso y yo me tendí sobre ella, quedaron nuestros pechos juntos y nos besamos ardientemente, mientras Carlos frotaba su pene ora en mi vagina, ora en la de caridad y luego lo metía ya en una, ya en otra. Guauuu que sensaciones más eróticas, frotando los senos de caridad con los míos, besarla de lengüita y el coito alternado, pero continuo de mi hermanito, quien no aguantó más y se vino entre los pubis de ambas, al mismo tiempo que Caridad tenía su orgasmo, lo que desencadenó también el mío. Se tiró Carlos en la cama y yo le limpié el pene con mi boca y luego fui a besar a Caridad. Carlitos se fue al baño y yo le platiqué a Caridad la sensación más rica, cuando Carlos y César me metieron sus vergas en la vagina al mismo tiempo [Hermanitos (8)]. Como Caridad se asombró tanto, le comenté, me falta experimentar con tres para llenar mis huecos al mismo tiempo y pienso que sean mi hermanito, mi esposo (futuro) y el papá de la esposa de mi hermano. ¿Cómo ves Caridad? No te digo nada porque sé que tienes la fuerza para lograr tus fantasías.

Llegó el día de mi petición de mano, mis papás organizaron una cena de gala en un elegante salón de fiestas. Invitaron a sus amigos y compromisos sociales del lugar, esperaban unas doscientas  personas. Los invitados protagonistas llegarían el día de la cena, a las 12:00 AM, toda vez que la junta de accionistas sería el día siguiente de la cena, a partir de un desayuno en un privado del Hotel Principal, en donde se había reservado una suite ara los señores o sea Huberto, César y mi hermano, pues Madre había dispuesto que en la casa se hospedaran Kalena y Verónica para que estuviéramos juntas. De última hora, supimos que venía también la madrina de Verónica, le correspondía también como accionista. Primero pensó madre que Vero podría quedarse conmigo; lo que me llenó de alegría y mi cosita comenzó a palpitar,  pero Caridad se ofreció para hospedar a la madrina.

Cuando llegaron las chicas a la casa, madre las recibió con grandes fiestas, les mostró toda la casa. Dirigiéndose a Verónica dijo: -este es el cuarto de huéspedes, espero que nos hagas el honor de ocuparlo mi hijita, -a lo que contestó Vero –claro que sí señora, pero el honor es mío. –Seguimos y al llegar al siguiente cuarto, madre dijo: -Kalenita, este es el cuarto de Carlitos, después de la boda, será tuyo también mi hijita, así que por favor, toma posesión. –Kale contestó –muchas gracias señora ¿Puedo decirle madre, aunque todavía no esté casada? –Por supuesto que sí, contestó madre y se abrazaron con mucha emoción y vi que a Kale, eso la confortaba mucho. Entonces, Vero intervino otra vez:  -señora, disculpe el atrevimiento, es que las tres nos consideramos como hermanas ¿Puedo yo decirle madre también? –Desde luego que sí, mi hijita –contestó madre –a Cesarito, lo hemos considerado siempre como de la familia. Carlitos está en el hotel para acomodar a sus papitos y se quedará allá para atenderlos como se merecen. Descansen un poco. Carlitos les ofrece hoy una comida a todos ustedes y yo les recuerdo que la recepción comienza a las 8:00 de la noche, tu papá y yo Nayelita estaremos a partir de esa hora para recibir a nuestros invitados, por favor,  ustedes lleguen a la 9:00 de la noche.

Llegamos a la comida, nos esperaban los tres caballeros y las tres los besamos, como si los tres fueran los novios de las tres. Carlos nos dijo que había hablado Caridad, disculpándose por las dos, pues preferían quedarse a descansar y que nos veríamos en la cena. Así que la comida la servirían en la suite. Subimos, comenzamos con un coctel de margarita como aperitivo, seguido de una comida ligera, tipo lunch americano.

Conocedora del asunto, Kalena habló a la administración, dio una clave y comenzó a tocar una música bailable y dijo: Comenzamos a bailar, cada quien con la pareja más próxima, cuando toque un solo del clarín así, cambiamos de pareja, cuando venga un solo de batería, corremos a sentarnos, sólo habrá cinco sillas, el que se quede parado, pierde y se mete a un cuarto y así hasta que se ocupen los tres cuartos. Entonces, los tres que queden fuera, siguen el juego; el primero en perder será el último en escoger puerta. De los dos restantes, el que gane silla, será el primero en seleccionar puerta. Así, los primeros en enclaustrarse fueron. Vero, Carlos y César. La primera en escoger puerta fui yo y escogí la de Carlos, mi hermanito. Para mi sorpresa mayúscula, Huberto seleccionó la de César y a Kalena le tocó complacida la de Vero.

Entré muy jubilosa con mi hermanito, al verme desbordó alegría, se paró de la cama donde yacía desnudo y nos abrazamos y besamos con tanta pasión, que parecería que era la primera vez que lo hacíamos,  luego de años de espera. [Referencia en Hermanitos (7), en la sección titulada HERMANITOS]. Y nos fuimos al 69 que tanto nos gusta a ambos, para luego besarnos y compartir los jugos que cada quien cosechó en las genitales del otro. Me tendí boca arriba, lo que también le gusta a mi hermanito, pero con una variante.

Como ustedes saben, (por la misma referencia), ya que me penetra, le gusta que junte mis piernas y él sube las suyas sobre las mías y permanece quieto, pulsando su verga erecta dentro de mí y mi perrito responde y pretende devorarlo. Pues bien, esta vez, abrí las piernas lo más que pude, flexionándolas de modo que los talones  me queden quedan lo más cerca de mis caderas, con lo que le ofrecía a mi hermanito una vista muy completa de mi vagina con los labios abiertos, palpitando y escurriendo sus jugos amorosos. Le agradó tanto que ya iba otra vez a chuparme; sino es que lo jalo de las axilas, diciéndole cógeme hermanito, cógeme mucho y fuerte.

Carlos, según me dijo luego se quedó sorprendido de lo profunda que lograba así la penetración y a mí me fascinó sentir toda la verga de mi hermano adentro, entrando y saliendo con toda facilidad, pero excitando al máximo mi conducto vaginal de modo que a un temblor seguía un gemido y luego un espasmo y más gemidos. Cambiamos de postura experimentando varias y regresamos a la inicial y novedosa. No sé cuánto tiempo pasó así, pero estábamos muy sudados, la cama empapada de mis líquidos eróticos, cuando Carlos dijo entre gemido y gemido: -hermanita te amo, te amo mucho, me encantas me fascina coger contigo. –Su orgasmo me jaló, me convulsioné y tuve también un riquísimo orgasmo.

Luego de tranquilizar nuestras respiraciones, nos abrazamos y conversamos. Entre las muchas cosas que le pregunté, estuvo: ¿Has tenido experiencias sexuales con otros hombres? –Mmmm No –me contestó –bbb bueno, con César, el día que te la metimos los dos al mismo tiempo en tu vagina [Hermanitos (8)]. Y ¿Sabes qué? La verdad es que me gustó. –Ya tendrás oportunidad de nuevas experiencias hermanito y yo quiero coger con los tres al mismo tiempo. Ya lo apunté hermanita. Estaré pendiente de las circunstancias.

En eso vi el reloj, eran las seis de la tarde, debíamos haber salido del cuarto a las cuatro y media. Le di un beso, mientras le decía nos vemos en la cena hermanito, me levanté de un salto, cogí mi vestido y me salí desnuda. Entré al cuarto de las chicas, vi un cuadro bellísimo que les describo: estaban desnudas sobre la cama, adormiladas, abrazadas, los senos juntos; la pierna de Vero entre las piernas de Kalena y los labios juntos, dándose besitos muy tiernos. Chicas ya es muy tarde son las seis. Al oír esto brincaron y me alcanzaron en la regadera, pues bien sabían que nos faltaba peinarnos y cambiarnos. No obstante la prisa, no perdí la oportunidad de enjabonarles sus conejitos al mismo tiempo, en lo que cada una de ellas hacía lo propio con mis senos. Lo bueno fue, que madre había citado a tres peinadoras.

Como el chofer de papi regresó por nosotras, llegamos puntales a la cena. En cuanto nos vio el animador, seguramente adiestrado por madre, hizo tocar fanfarrias y dijo: -Damas y caballeros en este momento hacen su arribo al salón las princesas de la fiesta. En primer lugar la Srta. Verónica Covarrubias; vino un jovencito de unos quince años, ofreció su mano a Vero y entraron y atronaron los aplausos y esperamos hasta que llegaron a la mesa principal, en donde nos esperaban Caridad y supongo, la Nena Corkera y no daba crédito, estaba también Margarita [Hermanitos (8)] y mi amiga y compañera de la facultad [Hermanitos (5) y (6)], Marina. En eso, me dijo Kalena: -¡Vaya con mi suegra Ehhh! Sí que la arma, me la gana.

-Prosiguió el animador: -toca el turno a la señorita Kalena Varcarcel. Los aplausos no se hicieron esperar, otro jovencito le ofreció la mano y entró con ese aire de princesa que la caracteriza, irradiando belleza y arrancado, además de los aplausos, exclamaciones de aprobación. El animador, ahora dijo. –Finalmente, conocida y amada por todos, la señorita -(estoy segura que Marina le comentó a Margarita ¿De dónde? –Nayeli Valencia. Atronaron los aplausos, se acercó un joven ligeramente mayorcito que los anteriores, me dio la mano para saludar a la vez que me decía –Soy Enrique ¿Me recuerdas prima? -Desde que tendió la mano se la tomé, cuando me dijo prima, sin soltarlo, me alejé un poco y luego exclamé casi gritando: ¿Kiko? ¡No puedo créelo! Y lo abracé y de verdad que no podía creerlo, pues la vagina me dio un vuelco. Hubo exclamaciones y risas benévolas, me recompuse y levanté la mano para que Kiko colocara su puño cerrado debajo de la mía y entramos con toda la solemnidad que madre esperaba.

Bailamos con los chambelanes, pues parece que los novios no tenían permiso de bailar antes de la ceremonia. En todas las piezas que bailé con Kiko, pude corroborar que tenía el pene erecto. Por lo que me dije para mis adentros, serás recompensado primito; aunque después se los comenté a Marina y Margarita, agregando para Margarita: ¿Me echarías una manita con un anticipo para Kiko? – Pero por supuesto y encantada –me contestó.

Así que a las diez de la noche, el animador hizo tocar fanfarrias, Carlos se levantó y fue por Kalena y del brazo la condujo al podio –el animador dijo: tiene el uso de la palabra El Sr. Ing. Carlos Valencia –se hizo un silencio sepulcral y por fin comenzó: Papá, mamá, Sr. Huberto Varcarcel, damas y caballeros… Tengo el honor de presentarles a mi prometida, la Srta. Kalena Varcarcel. –Un aluvión de aplausos, muy largo y comentarios que me parecían favorables, mientras tanto, mi hermano lucía orgulloso a su hermosa negra.

Carlos intentó bajarse, pero Kalena lo detuvo ´-perdón  mi amor quiero hablar –le dieron el micrófono y dijo: -Primero, quiero decirle a todos ustedes que me siento feliz y orgullosa de ser la novia prometida de Carlos. Luego, Sr. Y Sra. Valencia agradecerles infinitamente la Bienvenida que nos dieron, el que me hayan hospedado en su casa como si ya fuera una hija más y por esta fiesta espléndida, lujosa, fina, elegante. Para mi padre, el Sr. Huberto Varcarcel, aquí presente, (aplausos), mi gratitud por la vida, por la educación esmerada, por la oportunidad de trabajo en lo que tanto me gusta. Pa, quiero avisarte que me siento completa otra vez, pues la Sra. Madre de Carlos me ha concedido, que a partir de hoy le llame madre también. Madre, Vos sois una mujer encantadora, tan fina, elegante, bien educada, con sentimientos tan hermosos que me siento muy honrada de ingresar a vuestra familia y la verdad, tengo mucho que aprender de vos. Muchas gracias madre.

–Los aplausos no se hicieron esperar, se bajaron del pódio y fueron primero a abrazar y besar a los papás de Carlos y luego a Huberto y a todos los que estábamos en la mesa principal y los aplausos seguían. Kalena se había ganado en un minuto el cariño de los amigos y vecinos de mis papás. Una lección muy importante para mí, la vida no era sólo coger, había que saber también convivir. Cuando Kale me abrazó, le dije: te amo hermanita y te admiro cuñada. Tengo mucho que aprender de ti. Espero que me ayudes. -Nos ayudaremos Na, porque tú tienes lo tuyo.

Ahora, el animador dijo: -Ahora, invitamos al Sr. Ing. César Covarrubias para que pase a este podio.-César pidió a Verónica y a la Nena que lo acompañaran. Las llevó del brazo. Subieron y César dijo: Sr. Ing. Héctor Valencia y Señora, damas y caballeros. Delante de mi hija, la Srta. Verónica Covarrubias y de su madrina de bautizo, la Sra. Amparo, más conocida como la Nena Corkera y delante también de tan distinguidos testigos, tengo el honor, Señor y Señora Valencia, de pedir en matrimonio la mano de su hermosa hija, la Srta. Nayeli Valencia.

-Se hizo el silencio, mi papi se levantó, retiro la silla de madre, mientras ella se levantaba, la tomo del brazo fueron a mi lugar, me levanté también, en voz muy baja, mientras madre me veía con ternura, cariño y aprobación, papi me preguntó: -¿Quieres casarte con el Sr. Ing. César Covarrubias? –Ante mi respuesta afirmativa, me volvió a preguntar: -¿Amas a César, estás segura del paso que vas a dar? –Contesté: Sí papito, (en eso llegó el micrófono) Sí lo amo y sí quiero casarme con él y a mi vez pregunté: ¿Cuento con el permiso y la bendición de los dos? Me contestaron que sí, me dieron la bendición, me tomaron del brazo y me condujeron al podio. Subimos. Mi papito entonces dijo: Sr. Ing. César Covarrubias a nombre de mi esposa y en el mío propio os concedemos la mano de nuestra hija Nayeli –y me entregó con César. Mi papito les dijo a Vero y la Nena que si por favor los acompañaban. Nos dejaron solos en el pódium, así que nos abrazamos y nos besamos, el aplauso nos hizo recordar que no estábamos solos, pero antes de soltar el abrazo le dije al oído, refiriéndome a su verga parada, ¿Y esto es una invitación formal? -Sí mi amor no sabes cuánto te deseo. –Y yo a ti, papito. Te veo mañana en tu cuarto a las siete de la mañana. Nos soltamos y saludamos pues los aplausos no cesaban. Nos bajamos. Mis primos y primas corrieron a saludarnos y se hizo la bataola. No estaba en el programa de madre, pero ni modo, se hizo una gran línea para saludarnos, felicitarnos y abrazarnos, como si fuera la boda y no la petición. Cuando me tocó abrazar a Kiko,  me pegué a él para que se diera cuenta que yo sabía que se le paraba con solo verme y le pregunté si ya le habían dado mi recado, me dijo que no, y le repliqué espéralo y pasé a la siguiente persona. Con todos mis primos en edad me re-pagaba, dejándoles una impresión adicional.

La cena, ya saben de gala, con vinos muy finos. Luego vino el baile, las tres chicas bailamos con nuestros novios oficiales. De pronto se acercó un chavo guapísimo y se presentó: -Hola -y refiriéndose a César le dijo: -soy Héctor Valencia, primo hermano de Nayeli, aunque no la veía desde que tenía 8 ó 10 años ¿Me permites bailar con ella? –Adelante, adelante –respondió César. Cuando comenzamos a bailar dije para mis adentros (candidato para incesto, sin lugar a dudas). Hablamos de trivialidades, en una de ésas, sólo para comprobar. Me pegué a él y en efecto ahí estaba su verga parada. Pensé frotarme, pero dije, por ahora candidato y se me ocurrió algo mejor: ¿Primo te pido un favor? –Sí lo que digas. Mira la chica de verdecito es mi amiga Mariana, compañera de la facultad. ¿Me harías favor de atenderla? Está muy sola. –seguro prima, cuenta con ello. -Ya habrá oportunidad Teto de que platiquemos largo y tendido.

Fui a presentarlos y al ir para la mesa, me alcanzó Margarita, antes de que  llegáramos a mi lugar, fingió que algo me arreglaba en mi chongo vertical y me dijo: -misión cumplida –¿Te echaste a Kiko? Le pregunté –Si, sino cómo le daba el recado. Seguro que era virgen, te lo gané.  Me dijo, dile a Na porfa que la estaré esperando. -¿Viste Margarita el camote que le llevé a Mariana? –Siii, seguro que está es su noche buena. Alcancé a César y seguimos bailando.

Al llegar a casa les comenté a las chicas: ¿Qué les parece si mañana nos levantamos temprano y vamos a ver a nuestros novios oficiales? Estuvieron de acuerdo y al otro día, faltando 2 minutos para las 7:00, Kalena conversaba con  el subgerente del hotel, quien le daba la llave de la suite.

-{Así que miren: ahí estaba Nayeli, quien estudió  la educación primaria, la secundaria y el bachillerato, internada en una escuela de monjas. A los 18 años tuvo su primera experiencia sexual con su hermano [Ver Hermanitos (7): Recuento, HERMANITOS. Y también Hermanitos (2)], quien luego fue su pareja y de hecho vivían como marido y mujer. Pues bien la muy hermosa chica con un lindo vestido a medio muslo y sin ropa interior, hoy tiene 23 años y está entrando al cuarto de hotel en donde se hospeda su prometido, César de 47 años de edad}.

-Entré, César me esperaba desnudo, sentado en la cama, al verme abrió los brazos. Mientras decía, buenos días César, mi amor y mi señor, me sacaba el vestido con toda facilidad y desnuda brinqué a su cama. Me senté en sus piernas abrazándome a su cuello, besándolo en la boca y acariciando su pecho velludo. Sentí como su verga se paraba y palpitaba muy cerca de mi puchita. Así que le dije creo que alguien me habla y fui a besar su hermoso instrumento y a lamerlo todo, incluyendo los huevos y  meterlo en mi boca y mamarlo con verdadero deleite. Me dejó hacer un rato, luego me jaló por las axilas y nos besamos nuevamente y me acomodó para 69, lo que me encanta y ahí estaba entre suspiro y suspiro por la acción de su lengua y tragando mi propia saliva mezclada con su jugo pre seminal. Me tendí boca arriba abriendo y flexionando mis piernas mostrándole mi vagina caliente palpitante, escurriendo y él fue a mamarla y le dije, ven a besarme.

Al hacerlo su pene erecto quedó topando con mi vagina hambrienta, de modo que moviéndome un poco logré que entrara y retorciéndome le dije: Cuánto me gusta tenerte adentro y en esa postura sí que estaba hasta adentro y continué: cógeme, cógeme papito, a la vez que lo apretaba con los brazos y rodeaba su cadera con mis piernas y deslicé mi talón repetidas veces por la raja de sus nalgas, lo que ya sabía que le encantaba.

Luego de un rato, repasamos varias posturas, cual más de caliente, luego me pidió que me pusiera en cuatro, lo hice y con  mucho cuidado me la fue metiendo en mi ano, cuanto lo logró totalmente, comencé a moverme en redondo, luego me dijo que fuera bajando poco a poco las piernas para quedar tendida boca abajo. Lo hice, mientras él me sujetaba de la cintura y también se iba bajando para quedar sobre de mí y en medio de mis piernas. Así que comenzó el mete saca, al que yo me acoplaba, ya saben, cundo saca aprieto, cundo mete aflojo. Voltee mi cara de lado y así pudimos besarnos en la boca, lo que tanto nos gusta. Con una mano acariciaba mis senos y con la otra mi vagina que estaba escurriendo y de vez en vez se llevaba los dedos a la boca y luego me besaba.

En ésas, me vinieron los espasmos y en seguida un orgasmo líquido que me hizo gritar, mientras temblaba descontrolada y él metió sus manos rodeando mis hombros desde abajo de mí y de ahí me jaló, mientras soltaba su leche en mi culo.

Cuando salí de la regadera, ya me esperaban las chicas muy acicaladas y nos fuimos con nuestras caritas de aquí no ha pasado nada. Continuará.