Hermanito III

Comienzan las vacaciones de verano.

Hermanito III

Después de aquella noche donde nos la pasamos de maravilla, no se nos presentaba la oportunidad de repetirlo, por más que la buscábamos, no se daba; siempre había alguien en casa, él tenía proyectos escolares o era yo la que los tenía.

Así que pasaron meses, pero nada de nada, yo tuve sexo con otros chicos, me imagino que el también con alguna otra chica, pero necesitábamos y queríamos repetir eso, porque a mí nadie me había hecho venir como aquella noche lo hizo él.

Planeamos un viaje por las vacaciones de verano, lo haríamos a un lugar fuera de la ciudad durante una semana completa, iríamos a varios lugares, justo en ese viaje es donde me desate junto a mi hermano a tener sexo por todos lados y esas aventuras son las que les contaré ahora.

Cuando salimos de nuestro hogar acordamos que ahí si buscaríamos y tendríamos nuestros encuentros cada que se pudiera, al llegar a la primera parada del viaje; un lugar muy lindo, un hotel con una piscina riquísima, mis padres se quedaron en una habitación y nosotros en otra (ellos también querían intimidad).

Nos instalamos y bajamos a comer todos juntos, cuando mis padres bajaron a la piscina pensamos en ocupar ese momento, pero no se pudo ya que mis papás no pidieron acompañarlos.

Al llegar a la piscina mi papá se metió a nadar, mi madre quiso tomar el poco sol que el día nos entregaría, lo mismo decidí hacer.

Mi hermano estaba nadando junto con papá, a mi estando en el sol me gano el sueño y quedé profundamente dormida, después de algunos minutos de un rico sueño reparador, ya estaba cayendo la noche, pero al estar en el hotel, podíamos estar en la piscina hasta la ahora que quisiéramos, así que me dispuse a nadar un rato junto a mi hermanito, aún había unas cuantas personas ahí.

Mis padres se fueron a su habitación a descansar (me supongo hicieron algo antes de dormir) Estuvimos nadando y jugando por un rato, durante el juego el me tocaba mis nalgas, la frotaba e incluso las apretaba fuertemente, eso a mí me estaba excitando, también inteligente y sutilmente me tocaba los pechos e intentaba tocar y meter sus dedos por mi vagina.

No sé lo permitía porque ahí había gente aún y podrían darse cuenta de lo que estábamos haciendo. Él se sumergió en el agua me tomo de la cintura y coloco su cara entre mis nalgas, me separé rápidamente me fui hacia la orilla de la piscina para intentar salirme, mi hermanito no me dejó, me jalo hacia el intentando sumergirme, yo lo empujaba fue un juego divertido, cuando nos dimos cuenta ya no había nadie, éramos lo únicos en la alberca, estaban a punto de cerrar el bar que hay en esa área, se nos acercó un trabajador del hotel.

× Chicos ya cerraremos el bar ¿No se les ofrece nada?

  • No muchas gracias. - le respondí

× Perfecto, les recomiendo ya ir a sus habitaciones, porque ya no habrá nadie por aquí cerca.

  • Está bien en unos minutos más nos vamos - dijo mi hermano.

Cerraron el bar, los empleados se fueron y nosotros seguimos nadando y jugando ahora sí con más toqueteo, él me daba besos de piquito ya que nos daba miedo hundirnos en un beso largo y que mis papás bajaraN y nos viera, pero ahora sí me comenzaba a meter los dedos por mi vagina, se sentía tan rico, la sensación del agua sumada al placer que me deba con sus dedos dentro de mí.

  • vamos a la habitación hermanito - le dije mientras le guiñaba el ojo y apretaba su pene.

  • Vamos.

Antes teníamos que ir a las regaderas, yo me fui hacia donde estaban las de mujeres, me comencé a quitar mi traje de baño de una pieza, comencé a enjuagar mi cuerpo cuando escuché un ruido dentro del baño, yo me asusté mucho.

-¿Quién anda ahí?

  • Soy yo hermanita

Dijo mi hermano mientras se bajaba su traje de baño y salía su pene ya un tanto erecto, se acercó a mí, me tomo de la cintura, me jalo hacia él. Me comenzó a besar bajo el agua de la regadera.

  • No puedo aguantar hasta llegar a la habitación.

Mientras me besaba me tomo de las nalgas, las apretó fuertemente y me soltó una nalgada con algo de fuerza.

  • ¡Ay! Hermanito ¿Ya no aguantas para tener mis nalgas pegadas a ti?

  • No, ya quiero cogerte, aquí mismo.

Al oír eso mi calentura se puso a mil por hora.

  • Cógeme aquí hermanito, quiero ser tuya otra vez.

Al término de esa frase tomo mi cintura y fuertemente me giro, me recargo contra la pared, me dio un par de nalgadas fuertes que marcaron cada una de mis nalgas, se hincó detrás mío abrió mis nalgas lo más que pudo, pasó su nariz por toda mi rajita mientras respiraba todo mi olor a su paso, en cuanto su nariz se postró ante mi ano se quedó ahí unos segundos respiro fuertemente e intento meter su nariz dentro de él pero le fue imposible.

  • Que rico huele tu culo hermanita.

  • ¿Te gusta mucho verdad?

  • Me encanta perrita.

Yo estando aferrada de las manijas de la regadera, mordiendo mis labios hacia todo lo posible por no soltar gemidos fuertes, ya que temia que alguien pudiera pasar y escucharnos.

El seguía pasando su nariz por todo mi culo, me sentía tan deseada, tan caliente, tan cachonda por todo lo que estaba sucediendo, que ya ahora tome mis nalgas y yo era la que abría mi culo por completo para que el pudiera pasar su cara con más comodidad.

  • ¿Te gusta lo que hago hermanita?

  • me encanta papito.

  • Lo que ahora haré te gustará más.

Tomo una de mis piernas, la levanto me hizo pagarme más hacia la pared, mientras intentaba abrir los más que yo podía mis nalgas, metió su cabeza entre mis piernas y comenzó a pasar su lengua desde el inicio de la rayita de mi vagina hasta donde terminaba la abertura de mi nalgas, su lengua se sentía tan rico al recorrer todo ese caminito, lo recorría una y otra vez mientras yo me moría de placer.

  • ¡Oh! ¡SII! Hermanito.

Volvió a colocar su lengua en mi vagina y comenzó a comerme el coño tan rico que deje de agarrar mis nalgas para tomar su cabeza y tratar de hundirla aún más, quería sentir su lengua hasta lo más profundo de mi ser, su lengua jugueteaba con mis labios vaginales, por momento lo hacía con mi clítoris eso me llevo a un éxtasis de placer, pero aún más cuando intentaba succionarlo metía mis dedos en su cabello y jalaba más hacia a mí quería que me llevara a tener un orgasmo, dejó de chupar mi clítoris y mi vagina, para comenzar a pasar su lengua por mi ano ( ¡Aaah! Realmente eso se sentía tan rico) metía su la punta de su lengua en el, mientras con dedos jugaba mi vagina, pellizcaba suavemente mi clítoris, comenzó a meter dos dedos por ella mientras no dejaba de pasar su lengüita por mi ano.

  • ¡Ah! ¡Oh! ¡Dios! ¡Que rico!

Cuando no tenía sus dedos dentro de mí, frotaba mi clítoris, pero lo único que no dejaba de hacer era tener su lengua pegada a mi ano, llegó un momento en el que se aferro a frotar fuertemente mi clítoris, mientras con su otra mano me metía dos o tres dedos no recuerdo, vaya placer que me estaba provocando.

  • ¡Ah! ¡Me voy a orinar como aquella vez!

  • Hazlo perrita ¡Hazlo!

No pude aguantar más, termine por arrojarle demasiado líquido en su rostro, mientras yo con una mano frotaba mi clítoris para sentir aún más placer gemía fuerte con una mano intentaba ahogar esos gritos de placer, el parecía que disfrutaba que le empapara su rostro con mis líquidos y fluidos que estaba arrojando.

Cuando termine por arrojar todo, el ya no aguanto más así que se levantó, ensalivo su glande, escupió su mano la cuál paso por mi vagina, repego mi rostro contra la pared, tomo mi cintura, hizo que yo respingara más mi culo e introdujo toda su enorme y preciosa verga por mi vagina.

  • Espera no traes condón.

  • No te preocupes hermanita no pasará nada.

El placer que me había provocado al sentirlo dentro de mí me cegó e hizo que me dejara de importar si podía quedar embarazada, el se acercaba a mi cuello, lo besaba, mordía mis orejas mientras al oído me decía

  • No te imaginas cuántas veces quise cogerte nuevamente y no pude hermanita.

  • Yo también desde aquella noche no he dejado de desear con todas mi fuerza tu rico trozo de carne papi.

  • Nadie te ha cogido ni te cogerá como yo ¿Verdad perrita?

Yo le quise dar pequeños picones para molestarlo tantito.

  • si tan solo hubieras visto el semental que me cogió el mes pasado, no pensarías eso.

  • ¿Ah si? Ya verás te voy a castigar.

Saco así rápido su verga y la metió de un jalon tan profundo que no pude evitar dar un grito y un pequeño salto de sorpresa se sentía tann rico su pene llegar tan profundo dentro de mí, no había sentido tanto placer, como aquella noche en esa regadera, el me daba de nalgadas, mientras yo no dejaba de repetir lo mucho que me gustaba, como me cogía.

Saco su pene, se recostó sobre el piso, me pidio que lo montara, abrir mis piernas y poco a poco me iba introduciendo, esa rica verga, cuando por fin la tuve nopr completo dentro de mí, me quedé algunos segundos ahí ensartada, comencé a dar pequeños sentones, podía sentir cada vena de su verga dentro de mí, como palpitaba de placer.

  • Me voy a correr hermanita

Rápidamente me levanté, me arrodillé, metí su pene dentro de mí boca y comencé a masturbarlo, su chorro de semen salió disparado directo a mi garganta, se sabor tan peculiar que ya extrañaba, trague todo me levanté, lo tome de la mano para ayudarle a levantarse, me dio un beso el cual correspondí.

  • Vamos a la habitación hermanita.

  • Claro hermanito.

Me puse mi toalla como pude, recogí mi traje de baño y salía rumbo a nuestro cuarto de hotel, el salió detrás de mí sin dejar de observar el movimiento de mis caderas.

  • ¡Oh mira ese culo!

  • ¿Te gusta? - respondí mientras exageraba aún más mis movimientos.

Al entrar al cuarto tomo mi cadera me arrojó hacia la cama cai boca abajo, el regreso le hecho seguro a la puerta, yo me quedé en esa posición, cuando regreso jalo de mi toalla dejándome solo con mi traje de baño el cual jalo hacia arriba para que se metiera entre mis nalgas como que si fuera una tanga, pasó su lengua por cada nalga eso me estremeció, me dio dos nalgadas muy fuertes, rompió mi traje de baño (en ese momento no me importo, el problema fue como decirle a mi mamá que mi traje de baño estaba roto), así sin avisar volvió a penetrar mi vagina, yo acostada boca abajo sobre la cama lo recibí con un gran gemido, afortunadamente las habitaciones estaban bastante separadas por un pasillo así que dudo mis papás pudieran escuchar.

El me estaba penetrando con suavidad sentía como entraba y salía cada centímetro de su verga, creo hasta podía sentir cada vena que se le marcaba.

  • ¡Ay! Hermanito que rica posición para hacerlo.

  • ¿Te gusta?

  • me encanta te siento aún más profundo.

El siguió así dale que dale a mi me gustaba estar así, sentía tan rico algunos impactos fuertes que me daba, chocaba contra mis nalgas en verdad se los digo que mi culito quería ser penetrado que de no ser por el miedo y las opiniones de algunas amigas al decirme que dolía mucho le hubiera pedido que me abriera el culo por primera vez.

Pasamos a una posición más, me saco su pene me puso de ladito pegando mi piernas y poniéndome como el forma de "L" en la orilla de la cama volvió a penetrarme pero está vez con mucha más fuerza y velocidad.

  • ¡Aaah! Me encantas hermano, quiero que me cojas por siempre.

  • ¿Quieres ser mi putita personal?

  • Siii eso es lo que más deseo.

  • Te dejaras coger cada que yo tenga ganas perrita.

Entre gemidos y placer solo pude aceptar con la cabeza, saco su pene y volvió a frotar mi clítoris me estaba llevando a la locura de tanta excitación, metió tres dedos dentro de mi vagina y los comenzó a mover de un lado a otro mientras con su otra mano frotaba mi clítoris, comenzó a escuchar ese sonido tan característico que anuncia un squirt, así que no paro hasta que por segunda vez en la noche me provocó ese tan delicioso placer, la alfombra de la habitación estaba empapada, apesar de que en esta ocasión ya no arroje tanto líquido, antes de que arrojará mi último chorro metió rápidamente su pene, yo con mi mano intentaba empujarlo hacia atrás porque mi vagina estaba contraída y me provocaba molestias, hasta que por fin entendió la indirecta saco su pene y pude arrojar lo que me quedaba de líquido.

Así como pude descansar de tanta descarga, me penetró por última vez en la noche, velozmente me penetraba esa noche yo estaba disfrutando más que en todo lo que llevaba de vida sexual.

  • Hermanita ¡ya no aguanto más! ¡Me vengo!

  • Dámelo en mi boquita bebé.

Me hinque metí su pene en mi boca comencé a mamar mientras lo masturbaba rápidamente hasta que sentí como comenzaba a tener espasmos, sabía que iba a correrse así que solo los masturbaba abrí mi boca y lo miraba con ojos tiernos, hasta que por fin arrojó un tanto de semen hacia mi boca el cual obviamente comí por completó, volví a chupar toda su verga no quería dejar ningún rastro de semen fuera de mi boca, me bebí toda su lechita, me levanté me fui directo al baño, me comencé a bañar el me alcanzo a mitad de mi ducha, me tomo de la cintura me dio vuelta, comenzó a besarme así estuvimos varios minutos besándonos apasionadamente, ni si quiera parecía que tuviéramos un nexo sanguíneo.

  • No quiero compartirte con nadie hermanita.

  • seré solo tuya hermanito.

+Quiero que a la siguiente me dejes usar tu culo.

  • Lo pensaré hermanito.

Lo volví a besar, nos terminamos de bañar, esa noche dormimos en la misma cama, al otro día muy temprano llamaron a la puerta era mi madre.

  • Hijos a desayunar.

Bajamos a desayunar y esa tarde se notaba nuestra gran felicidad de que por fin pudimos coger nuevamente.

Los demás días de vacaciones fueron de muchísimo placer, algo que les iré contando poco a poco, les aseguro que esas historias también las disfrutarán así como espero hayan disfrutado de está, viene muchas sorpresas que no se imaginan.

Me despido mis bebés.

Si quieren tener comunicación conmigo ya saben dónde encontrarme.