Hermanas: tangas y bombachas XVI

- ¿¿Nena?? ¿Te pasa algo?-Preguntaba mamá otra vez tras la puerta. - Em… no ma.. no pasa nada!-Respondió Florcha, con la pija de su hermanito aún metida en la cola. - Me pareció que gritaste o algo.

  • ¿¿Nena?? ¿Te pasa algo?-Preguntaba mamá otra vez tras la puerta.

  • Em… no ma.. no pasa nada!-Respondió Florcha, con la pija de su hermanito aún metida en la cola.

  • Me pareció que gritaste o algo.

  • No ma, está todo bien...

  • ¿Te vas a bañar?

  • Si!

  • Bueno querida. ¿Dónde andan tus hermanos?

Florencia no sabía que decir, mientras su hermanito permanecía quieto... el culo de la chica se estaba cerrando aún con la pija adentro.

  • ...Agustina está acostada... y Martín creo que salió con los amigos!-Mintió Florencia.

Tras eso, mamá se retiró de allí. Uff! Casi los atrapan... pero ahora había otro problema: Martín estaba en el baño, no con sus amigos...

  • ¿Cómo le vas a decir eso? Mirá si nos descubre que estamos los dos acá!

  • Shhhhhhhhhhhhh.. callate pendejo! No hagas ruido... fue lo primero que se me ocurrió!

Ella tenía razón, era mejor no hablar y quedarse callados, porque si su madre escuchaba algo extraño nuevamente, quizás vendría de nuevo el baño y esta vez abriría la puerta.

  • Ay.. sacamela que me duele mucho la cola hermanito...-Suplicaba Florcha en voz baja.

Martín no le hizo caso, llevó sus manos adelante, tocándole las tetas por encima de la remera, mientras la punta de su pija se le metía adentro de la cola a su hermana. Empujó aún más, pero el ojete de su hermana no se podía abrir tanto.

  • AHHH!!

  • Shhhh.

  • ...Es que me estas rompiendo la cola pendejo!-Susurraba la chica.

El chico fue sacando de a poquito la cabecita de la pija del culo de su hermana... apenas la sacó, el culo se le cerró como antes. Bajó, y le dió más lamidas, para ponerle más babita, eso sí le gustó a Flor... luego, se puso nuevamente detrás, se la puso en el agujerito y se la metió otra vez, ahora más adentro, metiéndole media pija en la cola. Florencia respiraba fuerte, ahora sintiendo como se le abría bien el culo.

El adolescente trataba de meter y sacar su miembro de ese ojete tan apretado, y lo estaba logrando. Le dificultaba un poco cogérsela por la cola así parados, pero no le importaba. Ahora se la metía y sacaba lentamente y muy despacio, abriéndole cada vez más el orto.

A Florencia le empezó a gustar un poco, a pesar del dolor... su hermano estaba sintiendo demasiado placer, la cola de su hermana estaba muy apretada, la pija se deslizaba ahí adentro con toda la babita, le estaba abriendo el culo a su hermanita... aumentó la velocidad, metiendo y sacando su pito más rápido.

  • Ayy... más despacio hermanito... ahh... no me metas todo el pito que me duele!

Florcha con sus manos se abría lo máximo que podía sus cachetes, para que el pito de su hermano pueda entrar más fácil, encima el chico se la estaba culeando muy fuerte, cada vez que se la metía, le metía casi la pija entera adentro del culo... eso le provocaba dolor pero también excitación. No podía creer que por primera vez estaba cogiendo, con su hermanito, y encima por la cola!

  • Si te entra casi toda Flor... mmm.. mirá como te entra toda la pija en la cola...

Florcha se miraba su cara en el espejo, toda colorada y llena de placer, con la boquita abierta, suspirando tratando de no hacer ruido. Hacía minutos era virgen, pero ahora se sorprendía como casi toda la pija de su hermano le entraba en el culo... pensaba que a lo sumo cuando se cogía por la cola, entraba sólo un poco de pija... pero le entraba casi toda. Sentía el culo lleno de verga...

Martín ya sentía el inminente orgasmo, le apretó fuerte las tetas a su hermana y se la cogía fuerte, chocando sus piernas contra las de ella, aún el culo apretaba mucho, pero ya estaba más abierto, tras algunos movimientos más, acabó, se la dejó hasta la mitad metida adentro de la cola, mientras la leche comenzaba a derramarse adentro... un chorro tras otro, todo adentro de la cola de su hermana... Florencia por primera vez sentía una pija dura llenándole el culo de leche caliente... apenas lo sintió, abrió la boca al máximo mientras cerraba los ojos... le estaba encantando sentir tanto semen dentro suyo. Se sintió putísima, y le gustaba.

Tras vaciarle los huevos adentro del ojete, Martín le fue sacando la pija de adentro, ya habiendo desvirgado a Florcha por el culo... se lo dejó chorreando de lechita. Apenas se la sacó, el agujerito de la cola de la chica se cerró, pero se le empezó a escapar un chorrito de leche, que se le caía para abajo, yéndose hasta la concha. La chica sacó las manos de sus cachetes, que volvieron a su posición normal, mientras sentía la cola toda caliente con mucha leche.

Ya calmado y relajado, el chico se preocupó un poco por su hermana. Mientras le acarciaba la cola, le preguntó:

  • ¿Te duele hermanita?..¿Te gustó?

  • ..Sí me gustó... aunque me duele un poco... te dije que no me la metas toda! La tenés muy grande... encima en la cola.

  • Es que te entraba!... creo que hasta podía metértela más adentro.

  • Bueno.. basta. Abrí la ducha que le dije a mami que me iba a bañar, si tardamos va a sospechar.

Martín se subió la malla nuevamente y fue a abrir la canilla de la ducha, ahora ya caía el agua en la bañera. Florcha se sacó la remera, el corpiño, las zapas, y se quedó desnuda. Martín la vió mientras ambos se reían.

  • ¿Cómo salgo? Si está mamá me va a ver!

Florencia abrió ligeramente la puerta, para espiar si su madre estaba cerca. Desde allí se podía ver una parte de la cocina. Afortunadamente, la vió allí, acomodando unas frutas.

  • Mami está en la cocina... salí ahora y tratá de que no te vea... dale!!!

Martín le hizo caso, salió del baño y cerró la puerta. Espió, y cuando mamá no miraba hacia dónde estaba él, salió de ahí y se fue por el pasillo para su pieza... se metió y se quedó ahí. Pensó en qué excusa le pondría a su madre. Le iba a decir que llegó de estar con sus amigos y que ella no lo vió arribar a casa.

Florencia se metió a la bañera... se recostó un poco. Lo primero que hizo fue pajearse como una loca, tocándose el clítoris. Luego de acabar, se pasó jabón por todo el cuerpo, y tenía que sacarse la leche del culo. Estaba sentadita en la bañera, mientras le caía el agua encima, abriéndose el orto para que se le salga el semen de adentro... trató de meterse un dedo para tratar de sacársela.

“Uhhh... cómo duele... pendejo de mierda... cómo me la vas a meter entera...” Pensaba Florencia mientras se metía el dedo en la cola para sacarse la leche de adentro. Ahora le dolía cuando se metía el dedito. Trató de sacarse toda la lechita de adentro de la cola, se volvió a pasar jabón, y finalmente salió de bañarse. Fue hasta su pieza envuelta en una toalla, por suerte mamá no sospechó nada. Una vez dentro, se sacó la toalla y se quedó desnuda, mientras su hermana Agus estaba sentada en la cama conectada a internet. Una vez allí, le contó lo que había sucedido... Obviamente, Agustina no se lo podía creer, o creía que era una broma. Tras saber que hablaba en serio, ambas se abrazaron, conscientes de lo que estaban haciendo, de la primera vez, del incesto... un cúmulo de emociones.

  • Florencia!... cogiste por la cola antes que yo!-Bromeó Agustina.

  • Viste!!!.. al fin te superé en algo!!!-Respondió Florcha.

Ahora la situación cambiaba... Agustina era virgen por el culo, y Florencia era virgen por la concha... permanecieron hablando de cómo había sido todo. Agustina la felicitó y le preguntaba si le dolía, o cómo se sentía. Su hermanita menor le explicó hasta cómo le llenaron la cola de leche caliente, mientras se vestía.

Después de eso, llegó la noche, y todos cenaron en la cocina sin mayores novedades. Una vez finalizada la cena, mamá se fue a dormir, y las chicas también se fueron a su habitación, ya acostándose para mañana. A Martín le tocó limpiar y refregar los platos, luego se quedó un rato conectado a internet antes de ir a dormir.

Durante ese rato, se quedó hablando con un amigo por chat, cuando le dió sueño. Se fue a su cuarto, y se sacó toda la ropa menos el calzoncillo. Se acostó en su cama, y antes de dormirse, se le vino a la mente lo que había pasado a la tarde, y cómo se había cogido a su hermana por el culo. No pudo evitarlo, y se le fue poniendo dura... iba a hacerse una paja recordando todo, pero se dijo: “¿Porqué me voy a pajear?.. ¿Y si me la cojo de vuelta?”

Se le escapó una sonrisa... ya no se pajeaba, ahora estaba a su alcance coger cuando quisiera. Si sus hermanas querían, claro. Se puso de pie, y así en calzoncillos, salió de su pieza y se metió en la de sus hermanas sin hacer ruido. Cerró la puerta tras él. Ambas aún estaban despiertas. Agustina escuchó el ruido y encendió la luz de la mesita. La mayor estaba acostada, mientras que Florcha estaba sentada en el borde de su cama, pasándose una crema por las piernas, estaba en corpiño y tanga.

Sin decir más, el adolescente se acercó hasta la cama de Florencia, mientras ambas lo miraban. Le agarró las piernas a su hermana, y la hizo acostar. Ella se dejó hacer, viendo qué tramaba su hermanito. Después, le levantó las piernas y las separó, con ella acostada boca arriba.

  • ¿Qué estás haciendo?-Preguntó la chica riéndose.

  • Quiero cogerte la cola otra vez Flor!

Florencia abrió la boca sorprendida.

  • ¿Ah si?... ¿Quién te pensas que soy?.. ¿Tu puta?

Martín no le dijo nada, simplemente así como estaba, le agarró la tanguita a su hermana, sacándosela por las piernas... la dejó tirada a un costado en la cama. Se escupió los dedos, y se los llevó al culo de Florcha, metió la mano entre esos enormes cachetes y se lo pasó por el agujerito llenándoselo de saliva, y sacó su miembro afuera del calzconcillo... se inclinó un poco encima de ella, parado en el borde de la cama, para ponerle la punta de la pija en la entrada del orto a su hermanita. Cómo no atinaba, Florencia le agarró el tronco del pito y ella misma se lo puso en la entrada de su cola.

Florcha estaba acostada en su cama boca arriba, con las piernas abiertas y levantadas, con la cola en el borde de la cama, y su hermanito parado apoyándole la punta de la pija en el culo lleno de baba. Desde esa posición podía verle la cara a su hermana, y las tetas bajo el corpiño, más abajo le veía el pubis lleno de pelos. Se agarró de las piernas de Florcha, y comenzó a empujar para abrirle el orto y meterle la pija...

Agustina miraba atenta desde su cama, mientras Florcha ya suspiraba, le empezaba a doler cuando su hermano trataba de metérsela. Tras un par de intentos, empujó fuerte y se la metió de golpe, le entró media pija.

  • AHHHH!!!-Gimió la chica por el dolor.

  • Shhh.. mami duerme.

Una vez que ya tenía su pija nuevamente dentro del culo de su hermana, decidió abrírselo más cogiéndola... ahora se movía, hacia atrás y adelante, metiendo y sacando su duro miembro de esa entrada tan apretada y cerrada...

La cola de Florcha estaba abriendose nuevamente, aunque le dolía mucho. Martín continuaba culeándose a su hermanita, la sensación de meter su pija en ese culo tan cerrado, era tremenda... de sólo pensar en que le estaba abriendo bien la cola a su hermana, lo ponía súper caliente... y se la metía más adentro y más fuerte. En una de esas, empujó hacia delante y le dejó otra vez casi toda la pija enterrada en la cola, permaneció así unos segundos, quieto.

  • Ohhh....

Agustina no aguantó más y se levantó de su cama, estaba curiosa y quería ver, quería ver cómo se cogía por la cola, cómo su hermana era penetrada... se sentó en la cama de Florencia, al costado de ella, viendo como la pija de su hermanito se le metía casi entera.

  • ¡Flor!.. te la mete entera en la cola!... –Dijo Agus, sorprendida.

El adolescente se movió para atrás, y volvió a clavarla... Florcha llevó una mano a su entrepierna para pajearse tocándose el clítoris. Mientras se tocaba el botoncito en círculos, su hermano se la ponía por la cola, abriéndosela cada vez más... ante la mirada de Agustina. El chico le agarró fuerte las piernas y se esforzó para cogerla más fuerte, le estaba reventando el culo a Florcha, la pija estaba muy gorda por la calentura, mientras entraba y salía con dificultad de ese agujerito tan cerrado y apretado, Florencia no aguantó más y tuvo un orgasmo, sintiendo su cola llena de esa pija...

Martín le vió la cara de excitada mientras se venía, eso lo puso al límite y le metió el pito hasta el fondo, enterrándoselo casi entero, Florcha sintió cómo su cola se abrió al máximo mientras le entraba tanta pija en el ojete...

  • Ohhh... ohhh.. basta hermanito... –Dijo Florencia en voz baja, ya satisfecha tras su orgasmo.

El muchacho la fue sacando, poco a poco, sintiendo como la cola de su hermana le apretaba el miembro mientras se la sacaba... se la sacó toda. Llevó sus manos a los cachetes del culo de Florcha, y se los abrió bien... ahí le veía cómo tenía la cola abierta!.. Tenía el agujero abierto, casi del tamaño de su pija.

  • Mmmm mirá Agus... mirá cómo tiene la cola abierta.-Dijo Martín.

Agustina se inclinó y le miró el culo a su hermana, se lo veía mientras Martín le abría bien los cachetes... a ella le parecía re contra abierto, no podía creer cómo su hermanita menor lo tenía así...

  • Dios Flor... ¿no te duele?... tenés la cola re abierta hermanita!-Le dijo Agustina.

Florencia no respondió, Martín le volvió a poner la pija en el culo, y empujó.. esta vez entró fácil, ya tenía otra vez el pito adentro del culo de su hermana, se la metió hasta que sus piernas chocaron contra la cola de ella, se la cogió unos segundos más, hasta que no aguantó y se vino dentro de ella... siguió moviéndose culeándosela aún mientras acababa y le llenaba la cola de leche.

Florcha ya estaba muy cansada, casi completamente ida, relajada, permanecía quieta con los ojos cerrados y la boca abierta, dejándose coger la cola y dejando que su hermanito se la vuelva a rebalsar de semen... sentía placer, dolor, por un momento no sabía si lo que estaba sucediendo era real o un sueño, todavía no caía que ya no era virgen por atrás y que le estaban haciendo la cola, además de que se la dejaron re abierta.

Martín terminó, y retiró el pito del culo de su hermana... esta vez le quedó más abierto que tras la cogida del baño... le volvía a caer el semen del agujero, manchando las sábanas de la cama. El chico se quedó sentado en la cama, súper cansado... Florcha ni se movió.. seguía boca arriba a patas abiertas con la cola chorreando lechita... le costaba moverse!

Martín le dió un beso en la frente a su hermana, otro en la cara a Agus, y se fue a su habitación a descansar. Agustina se quedó sola con su hermana en la cama. Le acariciaba las piernas...

  • ¿Estás bien Flor?...

  • ..Aia... me duele mucho la cola Agus...-Dijo Florcha ya sintiendo un poco de ardor.

  • Me imagino!... si te la metió toda el pendejo éste... y eso que cuando me la metió a mí en la concha me pareció re grande, no sé como te entró toda en la cola hermanita.-Le dijo Agustina a su hermana.

Si bien el miembro del chico no era nada de otro mundo, a ellas les parecía grandecito...

  • Uh... me duele...

  • Te voy a dar mimitos así se te pasa Flor...

Agustina se arrodilló en el piso, y se puso entre las piernas de su hermana. Se acercó, y le empezó a dar besos suaves en la cola, que ya estaba nuevamente cerradita. Le besaba el agujerito, posaba sus labios ahí, y cuando salía un poco de leche, le pasaba la lengua para limpiarla... tras unos minutos dándole besos a la cola de su hermana y lamiéndole el culo y la leche que le salía, se puso de pie y agarró la tanga, se la puso a Florcha, y ya con la tanga puesta, la ayudó a moverse para acostarse bien y dormir.

A Florencia le dolía y le ardía la cola, aún con la tanguita puesta sentía que se le escapaba la leche, pero se durmió enseguida. Agustina hizo lo propio acostándose en su cama.

:::

*Capítulo XX:

El morbo de lo prohibido*

En la mañana siguiente, apenas se despertó, lo primero que hizo Florcha fue llevarse una mano a su cola y tocarse con los dedos el agujerito encima de la tanga para ver si le dolía. Se metió el dedo bajo la tanguita y se tocó el culo... lo notó todo pegajoso y con algo de semen, pero no sentía dolor. Se levantó y fue hasta la cocina.

Mamá le dejó una nota escrita para que haga los mandados, y la despertó a su hermana para ir juntas. Se dieron una ducha, y salieron a hacer las compras. Mientras caminaban por los pasillos del supermercado, hablaban de lo que sucedía con su hermano menos, y el incesto que estaban cometiendo.

  • ¿Y la cola? ¿Te duele?-Le preguntó Agustina.

  • No... no me duele. Creo que quiero hacerlo otra vez.-Respondió Florcha.

  • Yo también ya tengo ganas...

Ambas se miraron, sabiendo lo que iban a hacer apenas llegaran a casa. Una vez que terminaron con las compras, pagaron y volvieron a su hogar. Dejaron las cosas en la mesa, y juntas fueron a la habitación de su hermano. Abrieron la ventana para que entre luz, estaba nublado afuera, y las dos lo despertaron.

El chico abrió los ojos, pensando que lo llamaban para ir a almorzar, pero no. Apenas se despertó, Agustina se bajó el jean y la bombacha, mientras le decía a Florcha que ella quería ser primera. La mayor se subió a la cama, le sacó la pija afuera a su hermanito, que ante esos toqueteos, ya estaba dura, luego se escupió la mano y se la pasó por la concha. Ya con la vagina llena de baba, se sentó encima de su hermano, poniéndose la pija en la entrada de la concha, y se fue sentando, metiéndose la pija entera adentro de la conchita, mientras miraba a los ojos a su hermanito. El adolescente no lo podía creer... apenas levantado y ya su hermana estaba encima suyo, metiendose ella misma su pito en la chocha. No se quejó, faltaba más... era súper sexy.

Mientras Florencia miraba, ella también se quitó el jean y se metió la mano adentro de la bombacha para pajearse tocándose el clítoris. Agustina apoyó las manos sobre el pecho de su hermano, y empezó a cabalgar encima de él. Subía y bajaba mientras la concha se amoldaba nuevamente a esa pija parada... al principio estaba re apretada y estrecha, pero luego se fue abriendo y mojando cada vez más. En cuestión de minutos, la chica estaba tan excitada que tuvo que tocarse el clítoris y estallar en un orgasmo. Martín estaba suspirando tratando de aguantar lo más posible, pero tener a su hermana mayor cabalgando encima suyo, enterrándose su miembro en esa conchita rosada, era difícil de aguantar. Después del orgasmo de Agustina, el chico avisó que se venía también. Antes de que acabara, Agus le dijo que espere.

Ella fue levantándose, sacando poco a poco el pito de su chochita húmeda, y le dijo a Florcha que le tocaba a ella. La menor hizo lo mismo que su hermana: se bajó la bombacha, se acomodó en la cama encima de Martín, una pierna a cada lado, se puso babita en la cola, le agarró la pija, que estaba llena de los flujos de su hermana, y la dirigió hasta su cola. Se la puso en su agujerito, y se fue sentando encima, metiéndose poco a poco esa pija dura en la cola... le fue entrando despacito, hasta sentarse por completo, sintiendo toda la pija adentro del culo.

  • Ay.. que grande que tenés el pito hermanito.

Imitó a su hermana, y se movía subiendo y bajando sus caderas, para que el miembro del chico entrara y saliera de su cola. Ya estaba muy caliente, y se tocaba el clítoris otra vez... mientras culeaba con su hermanito, no pudo evitar venirse teniendo esa pija metida en la cola... suspiró y gimió como una perrita, quedándose ahora quietita con el pito todo clavado en el ojete.

Tras unos segundos, se movió de encima, y le agarró la pija con la mano... le hizo la paja a su hermano, que no decía nada, sólo se dejaba hacer. Agustina se metió, corrió a su hermana a un costado, y se metió la pija en la boca, chupándosela como una putita. Mientras se la chupaba, el chico le avisó que se venía. Agus se sacó el pito de la boca y lo pajeó hasta acabar, la leche saltó un poco hacia arriba, chocando contra la boca, los labios, y la cara de Agustina... la chica soltó la pija, mientras se volvía a poner de pie, ahora con semen en la cara y los labios. Se pasó un dedo por los labios, metiéndose la leche en la boca, y luego ambas se volvieron a vestir. Sin decir nada, salieron de la habitación, y solo le dijeron a su hermano que ya estaba la comida lista.

Simplemente, las chicas se cogieron a su hermano. Martín poco pudo decir... se guardó el pene y se levantó para ir a comer, ya relajado por el orgasmo que ellas le provocaron. Así daba gusto vivir. Se sentaron a almorzar, ninguno dijo nada sobre lo que habían hecho. Tras el almuerzo, Agustina permaneció en la mesa comiendo una torta de chocolate, mientras Florcha se dispuso a lavar los platos. Martín abrió la heladera, tomó un poco de agua, y luego se puso detrás de Florencia.

Mientras la chica lavaba los platos, su hermano le agarró el jean y se lo bajó hasta los tobillos... le acarició la cola, con todo eso, se le fue poniendo dura la pija nuevamente. Se la sacó afuera de la malla. Le agarró la bombachita a su hermana y se la corrió a un costadito, le puso la pija en la cola, le abrió los cachetes y se la metió así, directamente sin lubricación.

  • Ahhhhhhh!

Le entró igual a Florcha. Se la clavó en la cola y luego la sacó, nuevamente la metió, ya abriéndole el culo a su hermana... ella no decía nada, sólo se limitaba a lavar los platos mientras cada vez que sentía la pija adentro de la cola, cerraba los ojos y suspiraba... Martín se agachó y le dió un par de lamidas en el ojete a Florcha, luego se volvió a parar y se la metió entera, chocando sus piernas contras las de ella. La agarró de las caderas y se la empezó a coger.

Cogerse a su hermana por la cola, de parada, con la bombacha corrida al costado, mientras lavaba los platos... era demasiado excitante. La agarró fuerte y le dió un par de bombeadas más a ese culo, dejándoselo bien abierto. Sintió que ya se venía, así que le dejó la pija bien adentro de la cola y acabó, derramando toda la lechita nuevamente en el interior de su hermanita. La chica no se quejó, sino que gimió mientras el semen le caía adentro del culo, lo disfrutaba.... una vez que terminó, el chico fue sacando el pito de ese hermoso y perfecto ojete, bien redondo y grande... le volvió corrió la bombacha a su hermana, ahora poniéndosela en su lugar, y le subió el jean. Ella terminó con los platos, se secó las manos, y se abrochó el jean. Aún tenía la leche adentro de la cola, saliendo un poco hacia afuera y manchando la bombachita.

Agustina terminó de comer, y viendo lo que habían hecho sus hermanos, ella ahora quería más... caminó hasta su hermano, le agarró la pija con un par de dedos, estaba blandita, llena de baba y semen.

  • ¿Se te para de nuevo pendejo?

Martín no respondió... estaba muy reciente el orgasmo, como para que se le ponga dura otra vez y enseguida.

  • Dale hermanito... hacé que se te pare la pija que quiero coger!

El chico no daba más... tenía que tenerla erecta de nuevo, pero era difícil lo que le pedía Agustina. Pero que una chica hermosa como ella hablara así, diciendo esas palabras, lo excitaban tanto...

  • Agus... sacate la ropa, si te veo desnuda se me va a poner dura otra vez...

Agustina obedeció de inmediato, se sacó la remera, el corpiño, el jean, y la bombacha, se quedó completamente desnuda en frente de su hermano. El chico observó con detenimiento el cuerpo de Agustina... cada día le parecía más hermosa. Tras un par de minutos, su joven cuerpo respondió, mientras le miraba las tetas y la entrepierna con la concha asomando a su hermana, se le paró el pito. Se bajó la piel mostrandole el glande a Agus. La chica sonrió.

  • Vamos al living...

Ambos caminaron hasta el living, Agustina estaba desnuda, se recostó sobre el sillón, abrió sus piernas, y apoyó los pies sobre el sillón. Martín no tuvo que esperar nada más, se inclinó un poco y se puso entre las piernas de Agustina, dirigió la cabecita de su pija a la entrada de la concha rosadita de su hermana, y se la fue metiendo, abriendo los delicados labios vaginales de Agus... se quedó quieto, con el pito clavado en la conchita mojada, le miraba las tetas, re grandes... la miraba a la cara... y se fue moviendo, hacia atrás y adelante, cogiéndose otra vez a su hermana.

  • Mmmmm si.. así pendejo, así...

No podía describir esa hermosa sensación de tener sexo con ella. Era supremo. Tras un rato cogiendo así, aumentó el ritmo, Agustina no paraba de gemir, sacó la pija de la concha y se pajeó encima de ella, acabándole en el pubis... se sacudió la verga y se la golpeteó contra el depilado pubis, saltando las últimas gotas de semen caliente sobre el hermoso cuerpo de la joven. Los dos se rieron juntos, y el chico directamente se fue a bañar. Agustina se limpió el pubis con una toallita y se vistió nuevamente.

Tras la ducha, y despues de coger ese día dos veces con cada una de sus hermanas, Martín estaba muy relajado... como no tenía nada para hacer, y su mejor amigo no estaba, se puso a jugar a la consola.

Ya era la media tarde, estaba sentado en el sillón frente al tele jugando, cuando apareció por ahí Florcha, estaba aburrida y se sentó en el sillón al lado de su hermano.

  • ¿A qué estás jugando?-Preguntó la chica.

  • Fútbol, hermanita...

  • Ahh... ¿vas perdiendo?

  • Siiiiii!

  • ....¿Querés jugar conmigo?

Florencia comenzó a sacarse la ropa... primero la remera, quedándose en corpiño, y después se sacó el jean. La chica se arrodilló en el sillón, poniéndose en cuatro, como perrita... pero Martín no la miró. Estaba concentrado en el partido.

  • Dale.. no me hagas rogarte... si ya sabés lo que quiero...-Florcha.

  • ¿Qué querés?-Le preguntó el chico riéndose.

  • ...Que me cojas la cola.. dale bajame la bombacha hermanito!

Martín dejó el mando a un costado, se olvidó de la consola y se puso a mirar a su hermana. Las chicas se convirtieron en zorras con ganas de pija todo el día.

El chico simplemente se quitó la malla, y ahora desnudo, se tocó un poco la pija para que se le pare de nuevo. Le agarró la bombacha a Florencia, y se la bajó un poco hasta los muslos. Le abrió los enormes cachetes de la cola, viéndole el agujero del culo con un poco de leche de la acabada anterior... eso lo re calentó. Ni se limpió la puta de su hermana. Tenía el culo ligeramente abierto y con semen...

  • Tenés la cola llena de leche hermanita.

Él ya tenía la pija dura, le escupió en el culo y se la puso ahí...

  • Ahhhh!

Se la enterró nuevamente en la cola, de inmediato se la cogió con fuerza, entrando y saliendo de ese ojete, a Florcha le seguía doliendo un poco cuando se la metía, pero le gustaba. Hacía poco era virgen pero ahora ya se la culeaban a cada rato.

Martín notaba como ahí adentro estaba todo caliente, y encima cada vez que sacaba la pija, la sacaba llena de semen de la anterior acabada... le metió el pito bien hasta el fondo. Le encantaba cogerse esa cola hermosa, bien gordita.

  • ¿Querés más leche adentro de la cola Flor?

  • Ay si... –Respondió tímidamente la chica.

El adolescente volvió a venirse adentro del culo de su hermana. Le sacó la pija de adentro, y ya le chorreaba bastante leche de la cola, se le caía por los muslos.

  • Gracias hermanito.. te quiero.

La chica se puso de pie, le dió un beso en la cara a su hermano, agarró su ropa y se fue a duchar, caminando con el culo lleno de semen.

Estaban todo el día cogiendo.

:::::::

Martín terminó tan cansado, que durmió como una bestia hasta el día siguiente. Ya era viernes. Se despertó bien entrada la tarde... debían ser las cuatro o cinco de la tarde. Pasó por el baño y luego hasta la cocina. Estaba Agustina tomando agua allí parada al lado de la mesa.

  • Hola Agus.

  • Hola hermanito... cómo dormiste!

  • Sí... estaba muy cansado...

  • Me imagino-Dijo Agustina sonriendo.

  • ¿Flor?-Preguntó el chico.

  • Se fue de una amiga.

Martín abrió la heladera buscando algo para comer, sacó unas frutas, mientras veía como su hermana mayor preparaba la cartera para ir a algún lado. Estaba vestida con una remera blanca de tirantes que le marcaban el corpiño, una falda de jean que le llegaba a los muslos, y unas zapatillas deportivas. El chico observó a su hermana, como se acomodaba el pelo detrás de las orejas, le miraba el escote...

  • Agus... ¿tenés ganas de coger?

La pregunta sorprendió un poco a la chica. Sin esperar respuesta, Martín caminó hasta ella, y la empezó a acariciar, pasándole la palma abierta de la mano por las caderas, y por encima de las tetas.

  • Ahora no hermanito... tengo que irme.

El chico siguió tocándola, ahora acariciándole los muslos, subiendo por debajo de la falda, mientras Agustina juntaba algo de dinero y lo metía en su cartera.

  • ¿A dónde vas?

  • Tengo que ir a la peluquería!

Le subió bien la falda, para verle la cola. Traía una bombachita rosa, con los bordes en blanco... se le metía mucho entre los cachetes. Se veía tremendamente sexy esa cola con esa bombacha.

  • ¿No te da un poco de miedo de que alguien te levante la falda y te vea así?

  • ¿Así cómo?

  • Así.. te vea la cola... la bombacha... dios... no podés estar tan buena hermanita... sos hermosa.

  • Aww.. gracias pendejito.. y no, no me da miedo porque nadie me va a poner un dedo encima!

A Martín se le puso la pija como una roca.

  • Mmmm ahora te tengo que coger hermanita...

  • Jajaja.. ¿por qué?

  • Porque me re calentó la bombachita que tenés puesta!

  • Ay no seas así pendejo... en 5 minutos tengo turno en la peluquería!

  • Ohhh... no seas mala Agus... dale... dejame cogerte un minuto...

La chica cerró los ojos sintiendo las caricias de su hermano, le tocaba la cola, los muslos, le tocaba la concha por encima de la bombacha... no puedo evitar humedecerse. Su hermano se acercó aún más a ella, que ya dejó la cartera a un costado y apoyaba las manos sobre la mesa de la cocina. Martín sacó su miembro afuera, ya parado y excitado. Le corrió la bombachita rosa a un costado, dejando la conchita rosada descubierta y le puso el glande en los labios vaginales, frotándoselos un poco por ahí... notaba como estaban cada vez más húmedos.

Se la puso en la entradita de la concha, ya bien mojadita, y empujó para adentro, metiéndole medio pito.

  • Ahhhh.... no me das tiempo ni a sacarme la bombacha pendejo!

  • Ohh... me gusta cogerte así con la bombacha puesta hermanita...

  • Mmm.. que cochino que sos... ¿sabes?.. a mí también me calienta..

  • ¿Si?.. ¿te gusta mucho?

  • Siii... me encanta que me corras la bombachita y me la pongas en la chocha... uhhh... dale.. más adentro metemela!

Martín escuchó eso y casi se muere... una chica hermosa, su hermana mayor, hablando así, y encima estar cogiéndole la concha, era mucho... le sentía el perfume de mujer, le sentía el olor del pelo, parecía el paraíso. Qué lindo era cogerse a una chica tan linda, con el agregado del morbo de ser su propia hermana.

Ella se inclinó un poco, mientras su hermano se la cogía lentamente, porque la conchita todavía estaba un poco estrecha. Agus miró el reloj, y ya se le hacía muy tarde, no podía seguir.

  • Ay hermanito... tengo que irme... me re excitaste pendejo!

El chico sacó su pito de la vagina de su hermana.

  • Quiero acabar Agus!

  • No puedo, tengo que irme ya.. mirá que hora es!

Agustina se bajó la falda, se acomodó la bombacha en su lugar, agarró la cartera e iba a salir. Martín le tocó otra vez la entrepiena, le metió la mano bajo la falda, tocándole la concha por encima de la bombachita, notandola bien húmeda.

  • ¿Vas a ir a la peluquería con la bombacha mojada?

  • Vos hiciste que la moje toda pendejito cochino!

Siguió tocándola, ahora acariciandole el clítoris por encima de la tela. Agustina cerró los ojos, sentía la concha muy mojada ya... estaba empapando la bombacha. De pronto, le retiró la mano de ahí a su hermano, metió ella misma sus manos bajo la falda, y se fue bajando la bombachita rosa hasta los pies. Se la sacó por encima de las zapatillas, y se la dió a su hermano.

  • No puedo ir con esa bombacha, la mojé entera!

Agustina sacó una toallita de la cartera, y se la pasó por la concha, limpiándose de toda su caliente húmedad... una vez que se dejó sus tiernos labios vaginales secos y limpios, se prestaba para irse.

  • ¿Vas a ir a la peluquería sin bombacha bajo la falda?

  • Sí, no es la primera vez que lo hago hermanito.

  • Que chanchita que sos... me encanta que seas tan calentona.

  • Basta, me vas a hacer mojar de nuevo!

  • ¿Me puedo hacer la paja con tu bombacha? Te la quiero llenar de leche.

  • Sí cochino, podés hacer lo que quieras con mi bombacha!

La chica no perdió más tiempo, y salió para la peluquería, sintiendo el aire dándole en la entrepierna... igual la falda no dejaba ver nada.

Enseguida, Martín se sentó en una silla. Estiró la bombachita rosa de su hermana, buscó la parte de la concha, dónde estaba bien húmeda. Le sintió el olor, invadiéndolo ese aroma a concha excitada, a la conchita caliente de su hermana mayor.

Se agarró el miembro para pajearse. Tenía la pija llena de flujos de la chocha de su hermana mayor. Mientras le sentía el olor a la bombacha de su hermana, se pajeaba embardunándose la mano con los flujos... cuando iba a acabar, puso la prenda encima de su pija, y acabó, saltó mucha leche, ensuciando entera la bombachita rosa. Se la pasó por toda la pija limpiándosela toda, dejando la tela toda enchastrada. Se levantó y fue hasta el lavarropas. La tiró ahí adentro, y como había mucha ropa, cerró la tapa y lo encendió.

Agustina entró a la peluquería, se sentó y la atendieron... se imaginaba a su hermanito haciendo chanchadas con su bombacha y se mojó otra vez... encima se calentaba sabiendo que andaba sin nada abajo de la falda. No podía evitar sentirse tan chanchita y puta. Terminaron de cortarle las puntas del cabello, pagó y volvió a casa, ya era casi de noche.

Saludo de nuevo a su madre y a su hermano nuevamente, haciendose miraditas cómplices... ya de noche, llegó Florcha a casa. Cenaron los cuatro juntos en familia, y Agustina se fue a bañar. Salió y se vistió en su cuarto, iba a salir con sus amigas. Mamá ya se había ido a dormir, mientras que Florcha estaba tirada en su cama chateando con una amiga.

Agustina ya se estaba arreglando y maquillando en frente del espejo del baño. Martín estaba algo aburrido, cruzó por el baño y la vio a su hermana poniéndose labial rojo en los labios mirándose al espejo. Entró al baño, para hablar con ella.

  • ¿Salís Agus?

  • Sí... vos?

  • Nah...

  • ¿Por?

  • No tengo muchas ganas. ¿Con quién salís?

  • Con mis amigas, tontito. ¿Con quién querés que salga?

  • Preguntaba nomás!

Agustina se pasaba el labial, Martín estaba atrás de ella, viéndo como estaba vestida... tenía una remera ajustada negra, y una pollerita bastante corta, también color negra, le tapaba la cola y un poquitín más...

  • ¿No es muy corta esa pollera?-Preguntó el chico.

  • ¿Te parece?

  • Sí!

  • Y que te importa como me vista yo!-Dijo ella sonriéndole por el espejo.

  • Nada... bueno, es que no me gusta que te miren...

  • Ja.. no te pongas celoso hermanito...

Martín le hizo gesto con la cara a través del espejo, mientras ella se reía burlándose un poco de él. El chico le miró las piernas descubiertas, que tremendas piernas... Agustina ahora agarró el lápiz delineador, y se empezó a delinear los ojos.

  • ¿Tenés algo abajo de la pollera?

  • Obvio querido... ¿por qué esa pregunta?

  • Como te gusta andar sin nada abajo...

  • Ja.. no te hagas el tonto conmigo pendejito!-Dijo la chica riendo.

  • ¿Qué tenés puesto... bombacha o tanga?

  • Qué te importa.-Se reía Agustina.

  • ¿No puedo saber que hay abajo de la pollera?

  • Mirame si querés ver que hay...-Respondió la chica, con una sonrisa.

El chico le agarró la pollerita negra por el borde, y se la subió despacito, mientras miraba a Agustina a través del espejo, ella seguía delineándose los ojos. Le fue viendo la parte alta de los muslos, y la cola, poco a poco... descubriendo que su hermana tenía puesta una tanguita negra. Agustina miraba a su hermano, a través del espejo... sentía como le subía la pollera y le miraba la cola y la tanga.. se fue excitando. Sentirse espiada por su hermano la excitaba...

  • Estás toda combinada hermanita...

  • ¿Te gusta?

  • Sí. ¿A vos te gusta ésto?

Martín le preguntó eso, mientras metía su mano en la entrepierna de Agus, tocándole la concha por encima de la tanga, sintiendo los labios de su hermana.

  • Sí.. me gusta mucho pendejo...

  • ¿Y ésto?-Preguntó el chico, sacándose la pija ya bien dura del pantalón. Se la pasó por los cachetes de la cola.

  • Umm... me encanta eso nene...

Agustina seguía delineandose los ojos, mientras su hermanito le pasaba la pija por la cola.

  • Cuidado que no venga mami.

  • Tranquila... ya está durmiendo hace rato.

El chico le agarró la tanga a Agus.

  • Ésto no te lo voy a preguntar.. porque ya sé que te gusta..

  • ¿Qué cosa?

  • Cogerte con la tanguita puesta...

Apenas dijo eso, Martín corrió la tanga a un costadito, dejándo la concha descubierta, y le puso la pija ahí... buscó la entradita, pero así parados no podía. Agus se inclinó un poquito, ella misma movió sus piernas hasta que la cabecita de la pija de su hermano quedó en su concha.

El adolescente empujó, y le fue metiendo el pito poco a poco en la conchita... se la fue abriendo centimetro a centimetro... Agus la sintió adentro, ya notando como se le abría la concha... terminó de delinearse y cerró los ojos.

  • Uhh... mi amor!...-Susurró la chica.

  • ¿Te gusta hermanita?

  • Siiii... cogeme pendejo!

Agustina estaba toda arreglada, con los ojos delineados, los labios pintados... estaba aún más hermosa de lo normal. Martín la agarró de las caderas y se la re cogió a su hermana con la tanguita puesta, corrida a un costadito... entraba y salía de esa concha con facilidad, ella estaba húmeda. Se la metía entera, hasta chocar sus piernas contra las de ella.. de a ratos, sólo se la cogía con media pija, se la metía un poquito y se la sacaba, haciéndola enojar a su hermana!

  • Ay dale nene... cogeme bien!-Decía Agus con los ojitos entrecerrados.

  • ¿La querés bien adentro?

  • Ohhh!... siii... bien adentro hermanito... metemela bien adentro...

  • Mmm me encanta tu concha Agus... me encanta cogértela toda...

  • Uhhmm entonces cogémela pendejo... cogeme la concha... ahhh!

El chico se re contra calentó... se la metió de una entera... cada vez que se la clavaba hasta el fondo de la concha, Agustina gemía. Ya la tenía re mojada y abierta, los labios se tragaban esa pija con devoción.

  • Ayyy... así hermanito.. así!-Chilló la chica, mientras se tocaba el clítoris para acabar.

Mientras Agustina acababa, se le contraía la vagina, su hermano estaba al borde, se excitó tanto que se la re contra cogió, le dió cinco o seis bombeadas bien fuertes, se escucharon los ruidos de sus piernas chocando contra las de ella y contra el culo, se la metió tan fuerte que Agustina abrió la boca totalmente ida de placer, le reventó la conchita. Enseguida se la sacó, y le empezó a chorrear leche, saltando hacia delante, chocando contra los cachetes de la cola de su hermana... uno tras otro!

Los dos se quedaron quietos... Agustina temblando y con la cola llena de leche, mientras Martín se sostenía de pie como podía, agarrándose de la pared. Poco a poco se le fue bajando la excitación y la verga...

La chica volvió a abrir los ojos, mirándolo a través del espejo...

  • Me ensuciaste toda cochino... traeme una toallita del cajón ese.

El chico se apresuró a agarrar una toallita y se la dió a su hermana. Ella se la pasó por los cachetes de la cola, limpiándose la lechita caliente.

  • ¿Me manchaste la tanga?-Preguntó Agus.

  • ..No... no está manchada.-Dijo Martín.

Tiró la toallita sucia con semen al inodoro, y se palpó la cola.. estaba limpia. Le pidió otra toallita a su hermano. Le dió otra, y esta vez la chica se la pasó por los labios vaginales, limpiándose la concha después de haber sido cogida por su hermano... se le notaba como la tenía un poco abierta. Mientras se pasaba la toallita por la chocha, la sintió algo irritada... y le dolía un poco. Tiró esa otra toallita sucia, y tiró de la cadena.

Se acomodó la tanguita en su lugar, se acomodó la pollerita, el pelo, y ya estaba lista para salir. Encima estaba recién cogida, mejor imposible. Se dio la vuelta, y miró a su hermano todavía cansado. Ella misma le agarró la pija blandita y se la metió adentro del pantalón. Salieron juntos del baño, fueron hasta el living. La chica ya estaba esperando que la pasen a buscar sus amigas.

  • La próxima vez tené más cuidado nene... casi me hacés mal.-Dijo Agustina.

  • Perdoname... es que estaba muy caliente hermanita.

  • Sí, me di cuenta... pero tratá de controlarte mejor porque casi me destrozas mi pobre chochita!

  • Sí... perdón de nuevo Agus!

La chica le sonrió y se sentó en el sillón, prendió la tele para ver algo y que pase el tiempo más rápido. Martín se preparó algo para tomar.

Después de un rato, a la chica le llegó un mensaje de su amiga, diciéndole que iba con media hora de retraso...

  • Joooo... media hora!

  • ¿Qué pasó? ¿Viene atrasada?

  • Siii... me aburro. ¿Qué podemos hacer hermanito?

Los dos se quedaron sentados en el sillón unos minutos en silencio... hasta que al adolescente se le pasó la relajación del orgasmo anterior...

Estiró su brazo hasta ella... puso la mano sobre una teta, encima de la remera. Se notaba que estaba sin corpiño. Agus simplemente se dejó. El chico la fue bajando, por el abdomen... por el pubis... hasta llegar a los muslos. Se los acarició, mientras hacía todo eso y exploraba el delicioso cuerpo de su hermana, se le iba parando nuevamente de a poco el pito.

Mientras le tocaba la parte interna de los muslos, subió bajo la pollera hasta meterle los dedos por debajo de la tanga... ella abrió un poco sus piernas, y Martín le tocó los labios de la concha un poco.

  • Mmm.. ¿otra vez pendejo?-Dijo Agustina, notando como le volvía el calorcito al cuerpo.

  • Sí hermanita... quiero cogerte otra vez...

  • Ay... me vas a echar otro polvo?

  • Sí hermosa!

Martín se levantó del sillón, y se puso en frente de su hermana. Le acarició las tetas, notando los pezones sobresaliendo de la remera... se miraron inmediatamente al notar eso... luego bajó y le subió la pollerita. Se arrodilló entre las piernas de su hermana mayor, ella las abrió bien. Le corrió la tanga a un costado... que lindo era verle la concha a una chica tan hermosa... verle la conchita a su hermana... acercó su cara y sacó la lengua, le dió una lamida de abajo hacia arriba, chupándole bien los labios hasta el clítoris... Agustina suspiró, aunque notó cierto ardor.

Enseguida el adolescente se puso de pie otra vez, se bajó el pantalón, y apuntó su pene erecto hacia la conchita de Agus. Se la puso entre los labios, y se la metió despacito... entró re fácil, se notaba que tras la cogida anterior en el baño, su hermana tenía la concha más abierta ahora. Mientras le iba entrando, la chica se miraba ahí, viendo como se la cogían... pero esta vez más sintió bastante ardor en la conchita.

  • Au... au.

  • ¿Te pasa algo hermanita?

Martín continuó cogiendose a su hermana mayor... se la metía y sacaba despacio, la chica, a cada movimiento de esa pija adentro suyo, le ardía la vagina. Tenía la concha enrojecida, toda colorada... su hermanito menor aumentó el ritmo, metiéndosela más fuerte, clavándosela bien adentro, hasta el fondo de la conchita.

  • Ohhh... ay.. pará pendejo...

Martín no le dio bola, estaba otra vez muy caliente ya, y la seguía cogiendo con fuerza, entrando y saliendo de la conchita abierta de su hermana, estaba muy colorada e irritada.

  • Uhh... me arde la concha hermanito... en serio... me duele... deberíamos parar.

A Agustina le estaba ardiendo mucho la conchita mientras su hermano no paraba de cogerla... le metía toda la pija adentro, ella la sentía muy grande... le ardía y le dolía la vagina a cada movimiento. El chico se movió más rápido, los labios rosaditos de su hermana estaban muy irritados, mientras se abrían con la pija penetrándola.

  • Ayy!.. Basta!!... basta pendejo... me estás reventando la chocha...-Exclamó Agustina, tratando de empujarlo para que salga.

Martín por fin entendió, y se movió hacia atrás, retirando su pija de la conchita de su hermana... se la dejó bien abierta y enrojecida. Agustina sentía que le ardía mucho, y no quería coger más.

  • Ay no sabés cómo me arde la concha hermanito...

  • ...La tenés toda colorada Agus.

  • Uff me re duele.

Agustina se acomodó la tanga, poniéndosela en su lugar... se sentía incómoda, pero al menos ya no le dolía.

  • Creo que fue mucho sexo en poco tiempo, pendejo...

Los dos se rieron. Estar todo el día cogiendo trajo sus consecuencias... nunca había tenido tanto sexo seguido. La chica caminó un poco, le molestaba pero estaba mejor. Al rato, al fin llegó su amiga, y salió con ella al boliche. Allí trató de bailar como siempre, pero tenía la chocha tan irritada que hasta le molestaba al bailar.

Como era lógico, Martin se quedó caliente... se fue a cepillar los dientes, y se iba a ir a dormir, pero cuando cruzó por la habitación de sus hermanas, estaba la puerta algo abierta y pudo ver a Florencia aún despierta, estaba en corpiño y bombacha, sentada en su cama con la notebook, seguramente chateando con sus amigas o algo por el estilo. Iba a saludarla antes de dormirse. Entró a la habitación.

  • Flor.. pensé que ya te habías dormido.

  • Hey hermanito...¿Agus ya se fue? Que andaban haciendo?

  • Estábamos...

Ahí Martín se sentó al lado de su hermana en la cama, y le contó a Florcha todo lo que pasó con Agustina.

Después de contarle todo, Florencia se quedó mirando a su hermano, le miró más abajo y notó como se le marcaba el bulto en el pantalón...

  • ¿La tenés parada?-Preguntó Florcha.

El chico se miró, ni se había dado cuenta.

  • Siii...

Florencia dejó la notebook a un lado, estiró su mano, y se la puso encima, tocándole la pija... le metió la mano adentro, y se la sacó afuera del pantalón. Ahora le estaba haciendo la paja a su hermanito, ambos sentados uno al lado del otro en la cama de Florcha.

  • ¿Te gusta que te haga la paja?

  • ...Si... mucho...

Florcha subía y bajaba su mano, masturbando a su hermano menor. Lo miró a la cara y se rieron.

  • ¿Qué?-Preguntó Martín.

  • Te conozco esa cara hermanito... ¿querés pedirme algo?

  • Si... quiero verte la cola..

  • Mmm.. eso nomás?

  • Bueno.. también quiero mirarte la concha!

  • Que nene pervertido...-Dijo Florencia, soltando el pito de su hermano.

La chica se arrodilló en la cama, poniéndose en cuatro. Se agarró la bombachita y se la bajó, mostrandole esa cola perfecta a su hermanito, se inclinó un poco más, y así también le mostraba toda la conchita. Martín estaba detrás de ella, tenía los labios de la concha bien cerraditos, con la rajita en el medio.

  • Te voy a chupar la concha, Flor...

  • Uhh.. que atrevido sos pendejo...

El chico puso su cara detrás del culo de su hermana, sacó la lengua afuera, y se la pasó por toda la concha a su hermana menor... le pasaba la lengua por los labios vaginales, cubriéndoselos de saliva. Con esos estímulos, la conchita se Florcha comenzaba a abrirse un poquito, y ahora se le asomaban los labios menores, los tenía de un color muy rojizo. Martín subía con su lengua, de modo que le chupaba la concha y la cola, pasándole la lengua también por el agujerito del culo, que ya lo tenía un poquito más abierto que antes.

  • Mmmmmmhhhh!

Se paró, y con su hermana en cuatro arrodillada en la cama, le puso la pija en la concha, y se la frotó entre los labios... Florencia ya estaba muy mojada, estaba excitada!

  • Me da un poco de vergüenza que me la pases por ahí hermanito!-Decía la chica excitadísima, sintiendo la pija dura resbalando entre sus húmedos labios vaginales.

Martín estaba muy caliente... la conchita peluda de Florcha era muy tentadora, quería meterla entre esos labios súper apretados, quería meter el pito en la conchita virgen de su hermana. Le puso el glande en donde parecía que tenía la entrada...

  • Flor... te la puedo meter en la concha?

Continuará...