Hermanas: tangas y bombachas XV

Agustina tenía la cabeza hecha un desastre. Estaba preocupada y con mucho miedo de quedar embarazada. Estaba harta de su novio. Le había encantado coger con su hermanito, pero eso era algo prohibido, y que estaba mal. Tenía un lío en la mente.

*Capítulo XIX:

Adiós barreras*

Agustina tenía la cabeza hecha un desastre. Estaba preocupada y con mucho miedo de quedar embarazada. Estaba harta de su novio. Le había encantado coger con su hermanito, pero eso era algo prohibido, y que estaba mal. Tenía un lío en la mente.

Martín se sentía el chico más feliz del mundo. Había tenido sexo con su hermana mayor… tenía muy claro que no se iba a repetir, pero ya había valido la pena.

Desde que anoche Agustina le había contado a su hermana que había cogido con Martín, Florcha no paraba de hacerle preguntas.

“¿Cómo fue? ¿Te gustó? ¿No los vio nadie? ¿Cómo se siente?”

Agus le respondía, y positivamente. Florencia empezaba a tener ganas de experimentar también, pero no estaba preparada todavía. Ése era un paso muy grande. Además sabía que con su hermano no podía coger. Estaba deseando tener novio para tener sexo…por una parte quería, su hermanito casi se la había metido en el baño de la tía, y le había encantado… además de lo que le decía su hermana, de lo bueno que había sido que se la coja Martín. Pero por otro lado, aún tenía mucho miedo de dejar de ser virgen y que alguien entrara en ella por primera vez.

Aquel día por la noche, una amiga de Agustina la invitó a salir a bailar. Ella aceptó. Quería despejarse de tantos líos en su mente. Le preguntó a su hermana si quería ir, pero Florcha estaba terminando su período y aún no se sentía del todo bien. Entonces la mayor salió por la noche con su amiga.

Entraron a uno de sus boliches preferidos. Apenas ingresaron, a Agustina le llegó un mensaje al teléfono. Era su novio. Le preguntaba dónde estaba y qué estaba haciendo. Ella ni le respondió.

Diez minutos más tarde, el novio la llamó a Agus. Atendió, y le dijo que estaba en el boliche con una amiga. Le preguntó si quería que vaya para allá… Agustina no sabía que decirle, no lo quería ni ver, pero no se animaba a decírselo. Después de algunas idas y vueltas, su novio apareció por el lugar.

La encontró a Agus y la saludó con un beso en la boca, y saludó a su amiga. Después, se fue a saludar a unos amigos. Agustina comenzó a beber alcohol, cualquier bebida, estaba muy confundida.

Mientras hablaba con su amiga, veía como su novio miraba a otras chicas. Incluso se puso a hablar ‘muy juntitos’ con una. Esto la terminó de desesperar. Después de un tiempo, ya estaba media mareada por el alcohol. Pasó un rato más con su amiga, hasta que otro chico, más grande, se acercó, y quiso tratar de chamuyar a Agustina. Si algo no le faltaban, eran hombres a su alrededor.

Ella no se negó, para darle celos a su novio. El muchacho, todo musculoso, agrandado, empezó a pedir tragos para los dos, él pagaba.

Mientras hablaban de cualquier tontería, Agustina le seguía la corriente en la conversación, sin interesarse, mientras se tomaba un trago tras otro. En algún momento, el novio de la chica vió lo que pasaba, y se metió. Cruzó palabras con el tipo que intentaba chamuyarse a su novia, para dejar las cosas en claro.

En fin, tras toda esa situación, el novio dijo que ya era suficiente, y le dijo a Agustina que la llevaba a casa. Ella, ya cansada de tanta tontería por esa noche, aceptó.

Su novio la ayudó a subirse al auto, porque estaba media mareada. Pero no la llevó a su casa. La llevó hasta la casa de él.

  • ¿Para que me traés acá?-Le preguntó Agustina.

  • Hoy no están mis padres.-Respondió su novio.

  • ..Quiero ir a mi casa!-Exclamó la chica.

El chico apagó el motor y se bajó del auto. Abrió la puerta de su casa, y la llevó a su novia en brazos, adentro. La metió en su cama, y la comenzó a desvestir.

Agustina no tenía ganas de tener sexo, pero que remedio. Su novio le sacó la ropa, dejándola en ropa interior. Agarró un preservativo, ya la tenía parada, y se lo colocó en su pene.

Se puso encima de Agustina, le bajó la tanga y en posición ‘misionero’, se la metió, así nomás.

  • Aia.. me duele estúpido!-Dijo Agus, que no estaba excitada ni lubricada.

El tipo ni la escuchó, siguió moviéndose encima de ella, metiéndole la verga en la concha. Después de unos minutos, la chica empezó a humedecerse.

Luego de 5 o 10 minutos, cuando Agus se estaba empezando a calentar, su novio empezó a resoplar, y se corrió, acabó en el condón, mientras se la cogía. Se tumbó encima de ella, ya cansado, luego de acabar.

Agustina se lo sacó de encima, empujándolo para el costado. Recién se estaba excitando, y su novio ya había terminado.

Se tocó el clítoris fuerte, masturbándose ella misma, mientras le preguntaba a su novio si le iba a echar otro polvo.

  • ¿Vas a seguir o te vas a dormir como siempre?-Le preguntó.

El chico ni respondió. Cerró los ojos, desnudo, aún con el preservativo puesto, ya durmiéndose. La adolescente se levantó de la cama, y dejó a su novio, dando por finalizada la relación.

  • ESTO SE TERMINO, IMBÉCIL. SOS UN TARADO, CHAU!!.-Dijo Agustina gritándole, enojadísima y caliente, de bronca y de excitación.

Se vistió como pudo, y salió de la casa de su novio, caminando con dificultad. Pidió un taxi, se subió, y pidió que la lleven a su casa. En todo el trayecto hasta su casa, pensaba en qué iba a hacer ahora. Estaba muy enojada, y muy caliente… estaba excitada. Ya se había cansado de no disfrutar del sexo, de no tener orgasmos mientras cogía… estaba cansada de que se la cojan mal. Algo que con su hermano, había disfrutado plenamente.

Pagó el taxi y entró a casa. Le costó meter la llave en la cerradura. Luego, dejó la cartera en la mesa del living, se quitó sus zapatos, y caminó por el pasillo. Iba a ir a su habitación a masturbarse en la cama y dormirse, pero cuando cruzó por la puerta de la habitación de su hermano, pensó unos segundos, y la abrió.

Tenía muchas ganas de pija. De tener una pija dura y grande adentro de la concha. De que le den mucho placer. Estaba decidida a romper todas las normas y reglas del incesto.

Caminó hasta la cama, encendió la luz de la mesita, y sin hacer ruido, lo tocó en los hombros a su hermano, llamándolo en voz baja para que se despierte. Estaba cerca de amanecer ya.

El chico fue abriendo los ojos, sin entender lo que sucedía. Lo primero que vió, fue a su hermana sacándose la remera y levantándose la falda, mostrándole la cola, parada al lado de su cama, inclinada. Estaba en corpiño y con la faldita.

Martín vió eso y se le puso a mil el corazón… Agus se inclinó más, aún de pie, casi poniéndose en cuatro, con la falda completamente levantada. Su hermanito le veía toda la cola y los muslos, estaba con una tanga negra.

  • ¿Querés cogerme pendejo?-Le preguntó Agustina, con la concha caliente.

El chico pensó que era una broma o algo. Se levantó como un rayo de la cama, sin saber que hacer. Estaba casi sin ropa, sólo con un calzoncillo, con el pito parado haciendo presión bajo la tela. Se quedó de pie, mirándole la cola a su hermana.

  • ¿Es… en serio Agus?…¿Qué pasó?... ¿Por qué ahora?... ¿Qué hora es?-Preguntaba Martín, sin entender lo que su hermana le pedía.

  • Ay.. después te explico hermanito.. ahora necesito que me cojas.. por favor…-Dijo Agus en voz baja y casi suplicando.

Agustina se fue bajando la tanga de a poquito, para calentar aún más a su hermano, mientras se la bajaba, un hilito de flujo quedó colgando entre los labios vaginales y la tela negra de la tanguita. Se la sacó hasta los pies, dejándola en el suelo.

Se agachó y agarró la tanga, se volteó ahora mirando de frente a su hermanito, se puso la tanguita húmeda en la boca y la mordió, mirándolo a él. La tiró al piso, y se arrodilló en la cama de su hermano, sobre el borde, poniéndose en cuatro, para que se la cojan.

Martín miraba estupefacto, Agustina ya estaba en cuatro como perrito, arrodillada en el borde de la cama, separando las piernitas, esperando recibir pija como una puta.

  • ¿Me vas a coger o no?-Preguntó Agus, que ya estaba lista.

  • Pero… el incesto…está mal… la sociedad… la ley.. -Dijo Martín, recordándole las palabras a Agus que siempre le decía.

  • Me importa una mierda!.. No me importa la sociedad, no me importa que esté mal!.. ¿me escuchaste? Nada más quiero que me cojas toda pendejo!-Replicó Agustina.

  • ¿Y si nos descubren?…dijiste que podríamos tener problemas graves…

  • No hagas ruido! Mami y Florcha están durmiendo, si no hacemos ruido no pasa nada hermanito… dale que ya estoy mojada!

Martín no dijo más nada, convencido por su caliente hermana. Ella estaba desesperada y necesitaba pija, y él debía dársela. Se sacó el calzoncillo, quedándose completamente en pelotas, con la verga apuntando para delante.

Se acercó hasta ponerse bien detrás de ella. La conchita le brillaba de humedad. Era tremendo ver a su hermana en esa posición. El chico se puso algo de baba en la punta de la pija, y se la puso en la concha. Puso las manos en las caderas de su hermana, y empujó para adentro, metiéndosela toda, abriéndole los labios rosaditos e hinchados, llenos de flujo.

  • Mmmm…sii… cojeme como te enseñé hermanito…

Ahora Martín tenía casi toda la pija clavada adentro de Agus. La chica volvió sentir la concha llena, repleta de carne… que gusto le daba.

El adolescente la fue sacando, y luego se la enterró de vuelta, sintiendo como esa conchita le envolvía y apretaba la pija, dándole placer.

Los dos trataban de no hacer el más mínimo ruido, al otro lado estaba el cuarto de las chicas, y más atrás el cuarto de mamá, así que debían coger en silencio.

Agus cerraba los ojos mientras disfrutaba al fin de una buena pija entrándole, el chico se esforzaba en hacerlo lo mejor posible, mientras la tenía agarrada de las caderas, aumentó el ritmo, cogiéndosela más rápido.

  • Ohhh… así hermanito… así… más.. dame más fuerte…-Susurraba Agustina en voz baja.

La chica apoyó la cabeza en el colchón, al escuchar lo que le pedía su hermana, Martín se concentró mucho para cogérsela bien. Ahora aumentaba el ritmo, cada vez que se la metía, las piernas del chico chocaban contra el culo de Agus, y los huevos golpeaban la conchita, cerca del clítoris, dándole a la chica aún más placer.

Agustina estaba cerca del orgasmo, tenía la cara apoyada en la cama, con los ojos cerrados y la boca abierta, disfrutando de que su hermanito se la coja toda.

La pija le entraba y salía sin problemas, estaba re mojadita, esos labios rosados estaban hinchaditos, mientras el muchacho no paraba de moverse, atrás y adelante, cogiendo a su hermana.

La puerta de la habitación había quedado un poco abierta, si mamá por alguna razón se levantaba y pasaba por allí, vería a sus hijos cogiendo!

El chico ya se la estaba cogiendo muy fuerte, hacía ruido cada vez que su pubis chocaba contra la cola de Agus. Ella ya estaba a punto del orgasmo, llevó una mano a su entrepierna, y con dos dedos en su clítoris, se masturbaba mientras su hermano le daba al máximo.

  • Au…ahhh…ah… que bien que cogés pendejo de mierda…

Inmediatamente, Agustina se vino, mientras Martín continuaba penetrándola, ella tuvo el primer orgasmo, mientras hacia fuerza con la vagina y le apretaba el pito a su hermanito.

El esfuerzo que estaba haciendo el muchacho se hacía notar, ya estaba por terminar también, así que se la sacó de golpe de la concha, mientras ella se reponía de su tremendo orgasmo.

El muchacho se la quedó mirando, su hermana mayor tenía la conchita un poco abierta, toda rosada y brillosa, y él tenía su pija también llena de flujos. Respiró hondo.

  • Metémela de nuevo… dale hermanito…-Suplicaba Agustina.

  • Ahí te la pongo Agus.. ahí te la pongo toda…

  • Mmmmhhhh…-Gemía ella.

Martín se agarró el pene con un par de dedos, volvió a acercarse a ella, y se la metió toda en la concha. La chica suspiró, su hermano volvió a agarrarse de sus caderas, y a cogérsela fuerte.

Era demasiado placer tener a su hermana en cuatro en su cama… Agustina ya tenía la conchita muy abierta, mientras le entraba toda esa pija, se le estaba poniendo colorada.

Ella agarraba con fuerza la sábana de la cama, mientras su hermanito se la cogía, ya se escuchaba el ruido de sus piernas y su pubis chocando contra la cola de Agus…

Plaf, plaf, plaf…

Estaban haciendo ruido, pero a ninguno le importaba.

  • Ayy sii.. así.. así me gusta que me cojan…

La cama también empezaba a hacer ruido, la madera y el colchón se movían con los fuertes movimientos, y eso provocaba un ruidito que se debía escuchar desde las otras habitaciones.

  • Uhh… uhhh… uhhh…-Gemía ella.

  • Ohhh… ya voy a acabar hermanita… oh…

  • No.. me acabes.. adentro… ohhhh… por favor..

  • …¡¿Querés tomar la leche Agus?!

  • Mmmm… ¿me la vas a dar en la boca?

  • Siii.

Martín, ya sintiendo el inminente orgasmo, se movió para atrás, sacando la pija de la chochita mojada de su hermana, dejándosela bien abierta.

Agustina se dio la vuelta rápidamente, sentándose en la cama, en el borde, de frente a él.

Abrió la boca y sacó la lengua afuera. Su hermanito se acercó, y le metió el pito en la boca, ella la cerró, y con sus hermosos labios le apretó todo el tronco… enseguida el muchacho no pudo más, y todo el semen le empezó a brotar, mientras Agus se lo tragaba todito, un chorrito tras otro.

Martín acababa adentro de la boca de su hermana, mientras ella lo miraba, con la boca llena de pija, tragándose toda la leche caliente.

Cuando terminó, la chica sonrió, y él le sacó el pito de la boca… lo tenía repleto de babita y semen… Agus le pasó la lengua por todo el tronco y el glande, limpiándoselo todo.

Le había pegado una cogida tremenda a su hermana.

Se quedaron los dos así, quietos… respirando, mirándose. A Agustina le chorreaba un poco de lechita por los labios. Estaba muy contenta. Por fin estaba bien cogida.

A Martín se le empezaba a poner blanda la pija ya. Agus se movió un poco en la cama, agarró la almohada y apoyó la cabeza encima, se acostó boca arriba, y abrió sus piernas frente a él.

  • ¿Me vas a echar otro polvo hermanito? Quiero más!

Al chico le dio un golpe de adrenalina. Era su hermana, era su cama, era tan morboso y prohibido, era tan caliente, que a Martín se le estaba poniendo dura de nuevo, enseguida.

  • Subite a la cama pendejo.. vení.-Dijo Agus.

El chico lo hizo, se subió a la cama y se arrodilló entre las piernas abiertas de su hermana. Ya la tenía casi erecta por completo.

Agustina llevó una mano a su depilada entrepierna, y se acariciaba el clítoris. Luego, se abrió la concha con los dedos, la tenía muy mojada y excitada, hinchadita.

  • ¿Te gusta mi chocha?

  • Mucho.. me gusta mucho Agus!

  • ¿Querés meterme tu pito de vuelta?

Martín le dijo que sí moviendo la cabeza. Agustina le agarró la pija con los dedos, y ella misma se la puso en la entrada de su concha. Martín sólo empujó para adentro, metiéndole media pija, ya bien parada.

Ahora notaba como la abertura de esa vagina estaba más abierta, y trató de moverse nuevamente dentro de ella.

Ahora sentía su pija mucho más sensible, luego de la primera acabada. En esa pose de ‘misionero’, podía verle la cara toda excitada a su hermana, la notaba un poco transpirada, y las grandes tetas bajo ese corpiño negro, se veían tan sexys…

Ya se estaba moviendo, esta vez más despacio, cogiéndose a su hermanita en su cama, metiendo y sacando su pija dura de esa deliciosa conchita rosada. Cada roce dentro de esas calientes paredes vaginales era una delicia.

Se la metía toda, y se la dejaba unos segundos toda clavada. A Agustina eso le encantaba. Le gustaba mucho sentirse llena de pija, tenerla toda adentro.

  • Ahhh.. me encanta tu pito… me encanta lo grande que lo tenés…-Decía la chica en voz baja.

Cada vez que se la ponía hasta el fondo y chocaba contra ella, las tetas se le movían bajo el corpiño.

Agustina estiró la mano hasta el cuerpo de su hermano, con la palma abierta de su mano, le acariciaba el pecho… a pesar de su corta edad, lo tenía marcadito… bajó y le acariciaba el abdomen, alcanzaba a notarle ligeramente los abdominales… nunca se había fijado bien. Ella se calentó aún más notando eso.

Ahora el chico se empezó a mover más fuerte, casi como antes, tratando de cogerse bien a su hermana. Ella suspiraba mucho ya. Estaba cerca de otro orgasmo. Mientras estaban cogiendo, ella lo detuvo.

  • Pará un minuto pendejo.. pará.

El chico se detuvo, sacándole la pija de la concha. Agustina levantó las piernas, y se las puso en los hombros a su hermano.

  • Agarrame de las piernitas hermanito… te las voy a poner en los hombros…

Ya con las piernas de la chica levantadas, apoyadas en los hombros de su hermano, el chico se las agarró.

  • Ahora vas a sentir mi chochita más apretada.. te va a gustar!

El muchacho se extrañó con esa pose rara, pero no pensó demasiado. Con las tremendas piernas de su hermana en sus hombros, le puso la cabecita roja e hinchadita de su pija en los labios vaginales de Agus, que ahora los tenía bien cerraditos.

Se la apoyó y empujó para adentro, su pija se iba abriendo paso entre los labios rosaditos de su hermana… estaba re apretada ahora.

  • Uffff… dios!-Exclamó el chico, cuando le pudo meter la pija entera adentro.

Ahora se la metía y sacaba con más dificultad, en esa pose la concha de su hermana estaba muy cerradita… le estaba dando muchísimo placer. Agus la sentía toda calentita adentro y se moría de placer sintiendo como la dura pija de su hermanito menor le abría toda la conchita.

Martín se movió más rápido, ahora la estaba cogiendo fuerte, su hermana no paraba de gemir en voz baja como una perrita. La cama hacía ruido, el chico le agarraba fuerte las piernas mientras se la metía, dándole placer a ella.

Agustina se metió la mano entre las piernas tocándose el clítoris, y la chica llegó a otro orgasmo.

  • MMMMMhhhh…

  • Shhhhhh.

La adolescente no pudo evitar gemir fuerte, con la boca cerrada, al estallar en otro estupendo orgasmo… le indicó a su hermanito que pare de cogérsela, porque tenía la concha muy sensible ya.

Martín sacó su pene de adentro de ella, y le bajó las piernas de los hombros. Agustina quedó descansando unos segundos despatarrada en la cama, con la concha abierta y húmeda… El chico aún estaba muy caliente, a punto de la segunda acabada.

Pronto ella se repuso, mirándolo a su hermano.

  • ¿Querés acabar pendejo?

  • Sii.

  • Como fuiste tan bueno conmigo… y me cogiste tan bien… te voy a hacer un regalo…

Agustina lo empujó a su hermano, haciéndolo acostar boca arriba. La pija apuntaba al techo.

Ella se inclinó sobre él, apoyándole las tetas en la pija, sin sacarse el corpiño.

Martín suspiró cuando su pito se rozó con las grandes tetas de su hermana.. dios santo.

La chica agarró la pija dura con la mano, y mientras lo miraba a los ojos a él, se la puso entre las tetas, en el medio… ella movía el pito de su hermanito, golpeándoselo en las tetas, en el corpiño… metiéndoselo en el medio de ambas…

  • Ohhh…

A Martín le temblaba el cuerpo ya…

  • ¿Querés ensuciarme las tetas con tu leche?

  • Ahhhh… sii.. si quierooo…

  • Mmm… entonces acabame las tetas chanchito..

Agustina le golpeteó la pija entre sus tetas dos veces más, y el chico comenzó a derramar leche caliente… ella seguía agarrándosela, se la dejó entre las tetas, mientras el semen le caía entre sus pechos y en el corpiño… algunos chorros se le metían entre medio.

  • Cuánta lechita nene…-Dijo Agus, pasándose la pija por las tetas, embardunándose toda de semen.

Martín casi no podía respirar. No podía imaginarse tener tanto placer. Agus le soltó la pija, que cayó ya rendida sobre su pubis.

La chica se levantó de la cama, completamente satisfecha, con las tetas llenas de leche de su hermano. Agarró la tanga, se la puso, y miró al reloj.

  • Uhh ya van a ser las 6:30! Dale que mamá ya se va a despertar!!!

Martín se sorprendió. Su madre ponía el despertador siempre a esa hora para despertarse para ir a trabajar. El chico agarró su calzoncillo y se lo puso. Luego, se tapó con la sábana.

  • Hasta mañana hermanito!

  • Hasta mañana Agus.

Su hermana salió así, con la falda ya acomodada de nuevo, en corpiño, con el pecho y las tetas llenas de leche. Fue hasta el baño, agarró unos pañuelitos de papel, y mientras se miraba al espejo, se limpiaba las tetas. Pensaba en lo bien que se la había cogido su hermanito… sonrió, ya con los pechos limpios, y se cepilló los dientes.

Una vez que salió del baño, ya caminando por el pasillo, se encontró con su madre, que recién se levantaba!. No pudo evitar ponerse nerviosa.

  • ¿Vos hiciste esos ruidos nena?-Le preguntó mamá, que se había despertado escuchando los ruidos de la cama mientras cogían.

  • ..Ahh.. sí… es que me choque contra la mesa…estoy algo mareada-Mintió Agustina.

  • Ay ay ay… no me gusta que tomes tanto, hija.

Agustina se metió en su pieza… ni se había dado cuenta que hizo tanto ruido. Pero no le importaba. Se acostó en su cama, contenta, súper satisfecha, y bien cogida.

Había roto todas las barreras del incesto… ahora ya no había marcha atrás.

::::::

Tras varias horas de sueño, Florencia fue la primera en despertarse, y fue quien preparo la comida al día siguiente. Agustina se despertó con un montón de mensajes en su celular, provenientes de ahora su ex novio. Casi ni los leyó, no quería saber más nada con él. Se despertó muy alegre, con un poco de culpa, pero feliz.

Se dio una ducha rápida, salió del baño en ropa interior y saludó a Flor.

  • ¿Porque estás tan sonriente?-Le preguntó Florencia.

Almorzó con su hermana, y allí le contó como se la cogió Martín anoche, cuando llegó de la fiesta, y cómo había dejado a su ex.

Terminaron de comer y se quedaron hablando las dos en el sillón del living, mientras Agustina le contaba todos los detalles de lo bien que se la había garchado su hermanito.

  • Ya sabes Florencia.. esto.. a nadie!!!-Le dijo Agustina.

  • Ya sé tonta!... contame más, cómo estabas vos?

  • Así mirá..

Agustina se dio la vuelta y se arrodilló en el sillón, poniéndose como perrita.

  • ¿Ves Flor?.. Yo me puse así en la cama.

  • Y él estaba acá atrás, no?-Dijo Florencia, sentada al lado de ella, apoyándole una mano en la cola a Agus.

  • Sí!.

Agustina solo estaba en ropa interior, Florcha le agarró la bombachita a su hermana, y se la bajó un poco.

  • ¿Te la metió por la concha?-Le preguntó Florencia.

Agustina respondió que sí con la cabeza, mientras su hermana se puso detrás y le miraba la conchita. Se la tocó un poco con un dedo, notándola ligeramente húmeda.

  • ¿Estás excitada Agus?

  • Si… me calenté contándote todo!

  • Yo también me mojé..-Dijo Flor.

Florencia se la siguió acariciando, pasándole la yema del dedo por los labios vaginales.

  • Ay me dieron ganitas de chuparte la concha!-Dijo Flor.

  • Mmm, ¿si?

  • Sii.. puedo?

  • Si.. dale!

Florencia se puso detrás de su hermana, le bajó la bombacha hasta las rodillas, puso sus manos en las piernas de ella y hundió su cara en la cola de su hermana. Sacó la lengua afuera, y se la pasó por la concha, por la parte donde tenía el agujerito.

  • Uhhhmmmm-Gimió Agus.

Mientras Florcha le comía la concha a su hermana mayor, se despertó Martín. Fue hasta la cocina sólo en boxers, vió su plato de pastas y lo metió al microondas. Escuchó algunos ruidos en el living, se acercó hasta allí, y se quedó totalmente sorprendido por lo que vió. Sus hermanas jugando en el sillón… inmediatamente Agus lo vió y le sonrió.

El chico se olvidó de la comida y se acercó, hasta sentarse en el sillón al lado de ellas. Florencia tenía la cara metida entre las piernas y la cola de su hermana, mientras sacaba la lengua y se la pasaba a lo largo de toda la concha a Agustina.

El muchacho miraba, con el bulto abultado, viendo esa imagen tan excitante… él también quería probar la concha de Agus!

  • ¿Te gusta que te hagan eso?-Preguntó el chico, un tanto sorprendido.

  • Muchoo hermanito!.. ¿Querés probar?-Le preguntó Agustina.

  • Sii.

Martín observó unas veces más como Flor le pasaba la lengua, y ahora le tocaba a él. Florencia salió de entre las piernas de su hermana, y se metió el chico. Puso sus manos en los cachetes de la cola de Agustina, y le empezó a lamer toda la concha a su hermana, que ya estaba mojadita por la babita de Flor.

El adolescente ahora disfrutaba de lamer esa hermosa conchita rosada que ya anoche se había cogido… le pasaba la lengua por todos los labios, mientras Agus suspiraba, con las manos puestas en el respaldo del sillón, totalmente excitada.

Florcha pidió permiso, su hermano se movió un poco, y la menor volvió a colocarse en posición para lamerle otra vez esa zona.

  • Meteme la lengua adentro…mmm!

Florcha hizo caso, y trató de meterle la punta de su lengua caliente adentro del agujerito de la concha… se lo metió un poco, y se la sacó de nuevo. Agustina estaba muy caliente ya… estaba gimiendo mucho.

  • Así hermanita?-Le preguntó Flor, mientras le metía y sacaba la lengua de la concha.

  • Siii… mmmm más Flor… más adentro metemela…

Florencia hizo un esfuerzo para meterle aún más la lengua adentro de la concha a su hermana… se la metió hasta la mitad! Agus tenía la conchita re excitada y mojada… Florcha se cansó un poco, y descansó, sacando la cara de entre las piernas de su hermana. La concha le quedó chorreando babita para abajo.

Martín vio eso y le fue imposible resistirse. Se sacó el bóxer hasta los pies, se lo quitó, quedándose completamente desnudo, con la pija parada apuntando a esa conchita babeada. Se acercó a ella, y le pasó la punta por la concha…

  • Mmm ya me la querés meter otra vez chanchito…

  • Quiero cogerte toda Agus!...

  • Ahhh… me encanta lo dura que la tenés!

Martín, ante la mirada de Florcha, le pasaba la pija por los labios vaginales a Agustina, sintiendo todo bien húmedo… la chica cerraba los ojos, ya con muchas ganas de tenerla bien adentro.

  • Dale cogeme pendejo…-Dijo Agustina suspirando.

El chico apuntó bien a la entrada de la vagina, y ya se la iba a meter.

  • ¿Te coge sin preservativo?-Preguntó Florcha.

  • Si.. me encanta así!.. Mientras no me acabe adentro de la concha no pasa nada…

  • Agus.. si querés.. podemos usar…

  • No! Me gusta así, nada más no me acabes adentro pendejo! ¿Entendiste?

  • Si!

Mientras Florcha miraba y se tocaba ella sola, Martín empujó hacia delante y le fue metiendo la pija bien dura adentro de la conchita mojada a su hermana… deslizándose completamente sin problemas.

A Agustina le encantó volverse a sentir llena de esa pija… entrando en su interior, tan caliente, tan dura… ahora deseaba ser penetrada como anoche. Otra vez se estaba dejando coger por su hermano.

El adolescente se la metió entera, hasta chocar sus piernas contra las de ella, y la saco un poco, para volverla a meter, y así comenzar a cogérsela.

Mientras apoyaba sus manos en las caderas de la chica, se la cogía a su hermana mayor que estaba en cuatro, arrodillada en el sillón, gimiendo y moviéndose hacia atrás y adelante.

Cada vez que se la metía, la conchita se abría comiéndose toda la verga, poniéndose cada vez más abierta. Martín suspiraba con tanto placer, le estaba gustando mucho. Florencia miraba como el pito de su hermano entraba y salía de la mojada concha de Agus.. se veía tan lindo, tan excitante, que ella se tocaba el clítoris mientras miraba, mojándose entera.

  • Ahhhhhh… mmmmm… así.. así hermanito…-Gemía Agus.

  • Ohh..!!

Mientras cogían, el celular de Agustina comenzó a sonar. El chico detuvo sus movimientos, dejándole la pija bien clavada en la concha, pero quieto. Agustina miró su teléfono, vió que era su ahora ex novio quien la estaba llamando, hizo un gesto molesto y atendió. Se puso el teléfono en la oreja, mientras permanecía en cuatro, con la pija de su hermano enterrada en la concha.

  • Hola..?

  • Hola mi amor, tenemos que hablar!-Dijo su ex.

  • No tenemos nada que hablar, no quiero seguir!-Le replicó Agustina.

Martín solo esperaba, con su miembro bien calentito adentro de su hermana… se empezó a mover otra vez, pero ahora bien despacito y lento… sacando y metiendo su pija en esos labios rosaditos e hinchados, llenos de flujos. Agustina lo tocaba con la otra mano, y le decía que pare un minuto.

  • Podemos arreglarnos, no seas así…

  • No, no podemos!

El muchacho no quería parar, así que mientras Agustina seguía hablando con el novio por teléfono, continuó cogiéndosela, metiéndole la pija en la conchita rebosante de placer.

  • ¿Por qué no querés seguir Agu? ¿Qué hice mal? Decimelo por favor…-Le decía su ex.

  • Porque te portás como un imbécil!

Cada vez que se la metía hasta el fondo, sus piernas chocaban contra la cola de su hermana, haciendo ruidito. Ahora se la metía más rápido, mientras Agus trataba de no gemir, pero le costaba.

  • Voy para tu casa, quiero arreglar esto!-Le dijo su ex novio.

Agustina le iba a contestar, cuando Martín se la puso toda y ella no pudo evitar gemir.

  • Ahhhh... No, no vengas, no quiero hablar con vos!-Le respondió tras el gemido.

Martín se movía muy rápido y se la cogía más fuerte, la chica se movía toda tratando de sostener el teléfono en su oído, y no podía parar de gemir. Se estaba cogiendo a su hermana mientras ella hablaba por teléfono con su ex novio.

  • Ohh… ahhmm… ayy…

Su novio al otro lado del celular estaba escuchando los gemidos.

  • ¿Te pasa algo mi amor?

Agustina ya tenía ganas de decirle que se la estaban cogiendo como él nunca lo había hecho!

  • Uhh… no.. nada!

Su hermano ya estaba cerca de terminar, le estaba cogiendo esa delicada conchita como a ella le gustaba, y obviamente Agus también estaba a punto de su orgasmo.

Agustina le cortó a su ex, dejó el celu tirado en el sillón, y se llevó sus dedos a su clítoris, mientras se venía con la pija de su hermanito adentro.

  • Ohhh!... uhhhh.. dale pendejo, cogeme más.. cogeme!-Rogaba Agustina con voz de nena.

Eso fue suficiente para el chico, que le reventó la concha con dos o tres bombeadas bien fuertes y sacó la pija, se pajeó en el culo de su hermana, mientras toda la leche caía en los cachetes de la chica, que se convulsionaba por su orgasmo…

Martín terminó de sacudirse su miembro, apretando hasta que saliera toda la leche sobre la cola de Agus, y ella terminaba de temblar tras su orgasmo.

Agustina se tocó la cola con sus dedos, notando todo el semen calentito de su hermano.

  • Ufff.. y eso que recién me duché.. ahora me tengo que bañar de vuelta.-Comentó Agustina entre sonrisas.

Martín se volvió a poner su ropa. Florcha estaba re excitada con todo lo que había visto! Sentía la chocha tremendamente mojada, los pezoncitos bien duros, la bombachita la tenía empapada… ella también ya quería coger como sus hermanos!

  • Yo también quiero coger!-Exclamó Flor.

Agustina y Martín se la quedaron mirando…

  • No podés hermanita…-Le dijo Agustina.

  • ¿Por qué no, Agus? No es justo que ustedes cojan y yo no!

  • Porque sos muy chica todavía…

  • No soy chica! Tengo 19!!

  • Y bueno!.. todavía sos muy pendeja para coger hermanita..

  • Si vos ya cogías mucho antes… sos re tramposa.

  • Bueno, por eso!.. Tu primera vez tiene que ser con el chico adecuado, con quien sea tu primer novio… no con tu hermano!

Florencia decidió no seguir con la discusión. Indudablemente que quería coger ya, necesitaba ella también ser penetrada…le dieron ganas de decirle a Agustina “Bien que vos dejaste que nuestro hermanito tenga su primera vez con vos, forra!”.

Agustina se fue a bañar… le había quedado la conchita toda colorada y muy sensible! Su hermano se la había re cogido varias veces en poco tiempo, estaba re satisfecha y contenta. Se limpio toda la leche de la cola mientras se bañaba, luego se secó y se puso un bikini, Flor también, y ambas salieron al patio a tomar sol.

Después, esa noche, a Agustina le bajó la regla, confirmando finalmente que no estaba embarazada. Nunca había estado tan feliz de que le viniera.

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Al día siguiente, todo parecía normal. Cuando se despertó Martín, se levantó con ganas de cogerse a su hermana. De sólo pensarlo, se le puso bien dura… se quedó pensativo en su cama, antes de levantarse. “Ya soy un hombre… ahora cojo!.. Ya estoy cogiendo!..” Todavía no podía creerse como había esperado tanto tiempo que llegaran estos momentos, tantas pajas viendo porno, en Internet o revistas, o imaginándose a las compañeras de la escuela…ahora ya cogía! Y encima se cogía a la hermosura de su hermana mayor… Se levantó de la cama súper contento, pasó por la ducha, y luego se sentó a almorzar con Florcha. Estaban los dos sentados en la mesa de la cocina, comiendo.

  • Agus no va a venir a comer?-Preguntó Martín.

  • No se siente bien...-Respondió Florcha.

  • Que.. ahora.. ella está…?

  • Si, tontito!-Le respondió Florcha riéndose.

Martín también se rió, aunque no le agradaba mucho que su hermana mayor estuviese en su periodo! Tenía muchas ganas de coger, pero no iba a ser posible, al menos ese día…

Encima Florcha estaba re caliente, tenía muchas ganas de coger, no soportaba ser la última en todo… de a ratos se hacía la tonta y lo miraba con lujuria a su hermanito, o se daba vuelta para mostrarle la cola.

  • Que lindo día, quiero aprovechar para tomar sol hermanito.-Dijo Florcha, mientras lavaba los platos.

  • Sí, hay mucho sol…

Florencia se fue hasta su habitación, se iba a poner un bikini, pero no estaba segura cual ponerse. Se le ocurrió una idea, para calentar a su hermano. Se puso un bikini y llevó otro hasta la cocina, donde estaba Martín mirando tele.

  • Eu pendejo… no sé que bikini ponerme!

Martín la miró, Florcha estaba en bikini, era de color azul con puntitos blancos… estaba tremenda.

  • ¿Te gusta ésta que tengo puesta?.. ¿o te gusta más ésta?-Dijo Florcha, señalándole la otra bikini, que era completamente roja.

  • …No sé…

Florcha se quitó la que tenía puesta, se sacó la parte de arriba, quedándose en tetas, y luego se sacó la parte de abajo… estaba completamente desnuda frente a su hermano! Martín le miraba ese pubis oscuro y lleno de pelos… que excitante era. Enseguida la chica se puso el otro bikini rojo.

  • Ése me gusta más, Flor!

Sin más, Florencia dejó la azul en su habitación, y luego de un rato fue a pasar la tarde al patio, había dejado a su hermano con la pija dura, mostrándosele en bolas a propósito…

Se puso protector solar, luego puso una toalla sobre el césped y se acostó boca arriba, bajo el sol. Hacía mucho calor.

Tras un rato viendo televisión, Martín tomó un poco de agua, y fue para el patio también, estaba aburrido. Acomodó una reposera, y se sentó sobre ella. Sólo tenía una malla. Estaba al lado de su hermana, pero en la sombra que daba la casa. La miraba… ella tras un rato, se dio la vuelta, acostándose boca abajo. Ahora le veía la tira del corpiño roja en la espalda, y la colaless en el culo… evidentemente le quedaba algo pequeña, porque se le metía casi entera entre los cachetes… al verla así, el chico se calentó mucho, ya tenía su miembro paradito bajo la malla.

Florencia giró la mirada y lo vió, sabiendo que la miraba. La chica se desató la tira del corpiño de la bikini, dejando su espalda desnuda. Tras un rato así, se agarró la colaless de la bikini, y se la bajó, sacándosela y dejándola a un costado. Estaba tomando sol desnuda.

  • Cuidado que te puede ver el vecino!-Dijo Martín.

  • Que me vea!…-Respondió ella sonriendo.

El tapial que separaba su patio del patio del vecino, no era tan alto. Si alguien trataba de espiar por encima, podría llegar a ver a Florcha desnuda tomando sol, acostada… el vecino tenía sus años, quizás unos cuarenta… a Martín le sorprendió lo puta que estaba siendo su hermana. No aguantaba más, ya viéndole la cola desnuda. El muchacho se bajó de la reposera, y se sentó en el césped, al lado de su hermanita.

  • Mirá si justo está en su patio y mira para acá, y te espía…

  • ¿Vos decís que el vecino se va a calentar si me ve desnuda?-Preguntó Florcha, haciéndose la tonta.

  • Si!... te llega a ver esta cola hermosa… a vos desnuda… yo creo que salta el tapial y te viola!

Los dos se rieron. La chica se puso un poco de protector solar en una mano, y se lo pasó por todo su enorme ojete, se lo pasaba por las nalgas… mientras, su hermano la miraba.

  • ¿Te gusta que te mire, Flor?-Preguntó Martín.

  • Sí… no te das cuenta que me saqué la bikini para vos?

Florcha quería provocarlo mucho… ella estaba muy excitada, estaba a punto de dejar de ser virgencita, quería coger, quería sentir lo que le contaba su hermana, una pija penetrándola…

Martín se puso a la altura del culo de su hermana. Ahora estaba al rayo del sol, le empezó a acariciar los gordos y excitantes cachetes, aún húmedos por la crema solar.

Florencia, aún acostada boca abajo, llevó sus dos manos a su cola, y con ambas, se abrió bien los cachetes. Martín ahora le veía bien el agujerito del culo y los labios de la concha cerraditos.

  • Mirame ahí hermanito… ¿te gusta lo que ves?

  • Sí Flor… me gusta mucho!

  • ¿Y te gustaría cogerme?

  • Obvio boluda… me encantaría!

A Florencia le gustaba escuchar que le diga eso… el chico estaba con la pija re parada, le dolía de lo dura que la tenía! Ya le brotaba mucho líquido pre seminal del glande. Mientras ella mantenía su ojete abierto, él le puso un dedo en el agujerito del culo… se lo pasó por ahí, y luego se lo bajó por la concha.

Se acomodó un poco, y puso su cara entre las nalgas de la chica, sacó la lengua afuera, y le lamió el culo.

  • Mmmmm..-Gimió Florcha, con los ojos cerrados.

Martín le pasó varias veces la lengua por el orificio anal a su hermanita, dejándoselo lleno de babita…

  • ¿Ahora no te da miedo que el vecino te vea chupándole la cola a tu hermana?-Dijo Florencia.

El chico se rió… y siguió lamiéndosela.

  • Te va a hacer mal el sol hermanito, ponete protector, sino te vas a quemar!

  • No pasa nada… es un minuto.

  • Es que está re fuerte!

Luego de un rato chupándole el culo, sacó su cara de ahí y continuó con las caricias.

  • Bueno.. creo que ya fue suficiente sol por hoy!-Dijo la chica.

Se levantaron los dos, y volvieron adentro de la casa. Tomaron algo, mientras avanzaba la tarde.

Florcha fue a su pieza, dejó la bikini, y volvió a la cocina desnuda. En el camino se puso un corpiño y una remera. Mientras su hermano le miraba el pubis, ella se puso una calza deportiva corta, sin nada abajo. Luego las zapatillas.

  • ¿Vas un rato al gimnasio?

  • Sí!

  • ¿No te ponés nada debajo de la calza?

  • No, es más cómodo así hermanito!

  • Se te re marca la cola Flor!... te la van a mirar mucho.

Lo cierto es que estaba tremendamente caliente su hermana en calzas… la forma en que se le marcaba el culo era impresionante! La chica le dio un beso en el cachete a su hermanito, y se fue.

Una vez que llegó allí, inmediatamente ella se percató de todas las miradas de los chicos, había mucha gente.

Se puso a hacer ejercicio, mientras por dentro estaba loca de deseo. Martín se dedico a limpiar un poco su habitación… seguía muy caliente, y no paraba de imaginarse las cosas que podía llegar a estar haciendo su hermana con tantos chicos alrededor… se sentó en su cama, agarró el teléfono y le mandó un mensaje por whatsapp a Florcha.

“¿Estás pasando desapercibida? ¿O te están mirando?”

La chica, mientras estaba pedaleando en la bici estática, lo leyó riéndose.

“Me están re mirando! Está lleno de chicos”

Martín se bajó la malla, porque la pija le estaba apretando mucho ya.

“Cómo te gusta que te miren la cola, hermanita! ¿Qué estás haciendo?”

“Siiii…estoy en la bicicleta”

“Ahh!... Mientras pedaleas.. levantá un poco la cola así te la re ven..¿te animás?”

“Jajaja que malo sos! Obvio que me animo!”

Florcha se hizo la tonta, y mientras pedaleaba, levantaba un poco la cola.. de esa manera se le veía más, y casi todos los hombres del lugar no perdían detalle, haciéndose los distraídos…

Estaba re desatada… los chicos del gimnasio, el vecino, su hermano… daba igual… quería llamar la atención de los hombres.

“Ya lo hice, encima los miro por el espejo y me re miran!”

El adolescente ya se pajeaba mientras leía lo que su hermana le escribía.

“Que putita que estás, Flor!.. cuando vuelvas, te voy a chupar bien la cola”

“Mmm quiero!” Respondió ella, mojándose entera en el gimnasio.

“¿Estás excitada?”

“Sii, mal!”

“Bueno.. tené cuidado hermanita… que no le pase nada a tu calza porque andás sin bombacha! Imaginate si se te rompe o le pasa algo”

“Ay me estás asustando… es verdad! Un montón de chicos me verían la concha! Me muero jajaja”

Tras un par de intercambios más, Florencia terminó su rutina, y se volvió a casa… Martín estaba muy caliente. Ya era la tardecita, apenas la chica llegó a casa, tenía ganas de hacer pis y se metió al baño. Luego, tiró la cadena, se limpió y se subió la calza.

Ahora estaba parada mirándose en el espejo del baño, estaba un poco transpirada, justo cuando su hermano menor entró al baño. Se miraron, y el chico inmediatamente se puso detrás de su hermana, y sin decirle nada, le agarró la calza y se la bajó hasta los tobillos.

Martín se arrodilló en el suelo, de esa manera su cara quedaba a la altura del enorme culo de Florcha. Lo abrió un poco y le metió la lengua, comenzando a chuparle la cola otra vez… la chica permanecía de pie, agarrada del lavamanos, mientras la lengua de su hermanito jugaba en su agujerito.

Ella separó un poco las piernas. Su hermano le pasaba la lengua por el agujero del culo de una manera casi desesperada, Florcha se derretía de placer, le encantaba que le chuparan el culo.

Tras varios lengüetazos, la adolescente estaba completamente excitada… había calentado tanto a su hermano todo el día, que ella tampoco ya no daba más… Martín se desabrochó la malla, sacándose el pito afuera.

  • Ahhhh…mmmmmmmmmmmmmm

  • ¿Te gusta que te chupe la cola?

  • Siii… uhhmmm sii.

El chico continuaba lamiéndole el culo a su hermana en el baño, cuando se puso de pie, apuntó su pija y se la puso sobre el ano.

  • Ohhhh…-Gimió la chica al sentirla tan dura en su cola.

Florcha llevó sus manitos a sus cachetes y se abrió bien el ojete, su hermano se la ponía ahí, el agujerito del culo estaba todo lleno de babita… cada vez que Martín se la apoyaba y empujaba, el orificio se le abría ligeramente a la chica… jugaba con la punta de la pija empujando en ese culo que se estaba abriendo de la excitación…

Florencia sentía como su conchita estaba muy húmeda, muy excitada… sentir ese pito calentito y duro en su cola era tremendo…

  • Mmmm… se te re abre la cola, Florrrrr…-Dijo Martín, mirando como el agujerito de su hermana se abría poco a poco cuando le apoyaba el glande.

Ya no aguantaba más, quería metérsela por el culo a su hermana… ella seguía abriéndose los cachetes, notando como la punta casi se le metía ya.

  • Se me abre porque estoy re excitada hermanito…ahhh… deberíamos parar.. me la vas a meter!

  • Te quiero coger Flor.. te la quiero meter bien en la cola…

  • Ay no, basta pendejo!

  • Si sos re putita hermanita..

Florencia se re calentó cuando escuchó que su hermano le dijo putita… quería coger, pero al mismo tiempo no se sentía lista, no le parecía la situación ideal tampoco.

El chico empujó más para adentro en esa cola babeada, notó como se le abrió un poco más, y la puntita del glande se le metió adentro!

  • Ahhhh!!! Ay me duele hermanitoooo!!!

Martín no le hizo caso, la sacó y se la volvió a apoyar, el agujerito del culo de Florcha estaba un poquito abierto, sumado a la saliva que tenía tras la chupada que le dio su hermano, y lo excitada que estaba ella sintiendo la pija dura ahí…

  • Paraaaa… en serio pendejo… todavía no estoy preparada para coger!

  • Te la voy a meter toda en la cola Flor… te voy a culear!

  • Noooo!!! Por favor.. mi primera vez tiene que ser con alguien especial… -Suplicaba Florcha.

El adolescente no le hizo caso, estaba tan caliente que sólo quería romperle el culo a su hermana virgen. Empujó más, y notó como su glande entero se metió adentro de la cola de Florcha!

  • AHHHHHHHHHHHHHH ME DUELE!!! Me duele la cola!!!!!

Martín tenía la cabeza gordita y roja de la pija metida en el culo de su hermana, se lo abrió por primera vez! Le estaba haciendo el orto a su hermanita virgen de parada! Y en el baño.

A todo eso, mamá llegó a casa… cuando entró al living y puso sus cosas en la mesa, escuchó apenas el ruido del grito de Florencia cuando su hermanito se la metió en la cola, y fue a ver que pasaba. Le pareció que el grito vino del baño, se acercó hasta la puerta, la cual estaba cerrada, se notaba que estaba la luz prendida adentro.

  • ¿Hija? ¿Estás bien?-Preguntó mamá detrás de la puerta.

Martín y Florcha se quedaron quietos como estatuas al instante. Se re asustaron. El chico tenía clavadita a su hermana en el culo…

Continuará…