Hermanas: tangas y bombachas XIII

Unos días posteriores, Martín pasó la tarde en la casa de un amigo… siempre hablaban de cualquier tema, pero como era obvio, Martín no le dijo nada de lo que hasta ahora estaban siendo los mejores meses de su vida con sus hermanas. Disfrutaron de la piscina en otro gran día de sol y calor veraniego

*Capítulo XVII:

Freno*

…Unos días posteriores, Martín pasó la tarde en la casa de un amigo… siempre hablaban de cualquier tema, pero como era obvio, Martín no le dijo nada de lo que hasta ahora estaban siendo los mejores meses de su vida con sus hermanas. Disfrutaron de la piscina en otro gran día de sol y calor veraniego, más tarde el chico volvió a casa.

Una vez que abrió la puerta del garaje y entró, se quedó en la cocina tomando una sprite helada.

Al rato, Florcha llegó a casa. Entró a la cocina, saludó a su hermano con la mano y dejó las llaves en la mesa.

Martín la miró…la chica llevaba el pelo con una colita, (cola de caballo). Se venía muy bonita con el pelo de esa forma. Se la notaba transpirada. Además, estaba vestida con un top bastante ajustado, se le moldeaban un poco las tetas en esa remera… y abajo traía la calza gris corta, que le llegaba a medio muslo, apretadísima y súper ajustada. Lo que se le marcaba el culo no tenía nombre. Y en los pies, unas zapas deportivas.

Casi se muere… su hermana estaba tremenda.

La chica se dio cuenta de que la miraba.

  • ¿Qué mirás tanto hermanito?

  • …Que estás re linda!... ¿A dónde fuiste así?

  • A gimnasia tontito! Hacía bastante que no iba!

  • ¿Y a qué lugar fuiste?

  • A un gimnasio que me recomendó una amiga! ¿Por?

  • …¡¿Fuiste así vestida a un gimnasio?!.. ¿¿¿Pero había chicos también???

  • Y sí, obvio que había chicos! ¿Por qué? ¿Tengo algo?

  • Que con esa calza se te re marca la cola!

  • …Y qué tiene?

  • ¿¡¿Cómo qué tiene?!? Te habrán mirado todos los chicos!!

  • ..Jajaja. ¿Estás celoso pendejo?

  • …No!…

El chico caminó hasta ella, y se puso detrás de su hermana. Ahora le veía el enorme culo sobresaliendo en la calza… era demasiado apretada!

Se le puso dura la pija al instante.

  • Se te marca mal la cola boluda!.. ¿Los chicos te la miraron?

  • Sí, algunos me re miraban! Ni disimulan jaja.

  • ..Y qué más pasó?

  • Nada.. qué más va a pasar!

El muchacho se sintió muy muy celoso… y además le afloró el sentimiento de hermano… de cuidarla y protegerla… un sentimiento que solo los hombres que tienen hermana pueden entender. Imaginarse que su hermanita salió así casi mostrando el culo, y que tantos chicos la podían mirar o intentar algo, lo pusieron en alerta. Se preocupó por ella.

  • …No tenés que ir así mostrando la cola Flor…

  • …¿Por?

  • Porque siempre hay alguno que… siempre va a haber alguno que se va a intentar aprovechar…

  • Ay no seas tonto!

  • En serio!.. Me vas a decir a mí… conozco a los hombres más que vos! Me da un poco de miedo que vayas así en calza!

  • Sé cuidarme sola hermanito!.. ¿Qué te da miedo?

  • …Que te vean la cola así en calza.. y que intenten chamuyarte…

Martín, atrás de ella, le agarró el elástico de la calza de las caderas, y se la fue bajando, despacio, hasta bajársela a los muslos. Florcha se dejó, curiosa, pensando que tramaba su hermano.

Ahora el muchacho le miraba la cola, con una bombachita blanca que se le metía entre las nalgas.

  • ¿Eso te da miedo? ¿Qué intenten chamuyarme?-Preguntó Florcha.

Martín movió su mano, y se la apoyó en el cachete de la cola, con la palma abierta, sintiendo la piel calentita…

  • Sí.. y me da miedo que intenten tocarte la cola…

Le fue pasando la mano por los cachetes, acariciándole toda la cola a su hermana.

  • No soy puta hermanito… no me voy a dejar tocar la cola por cualquiera!-Dijo Florencia.

  • Ya sé.. pero nunca se sabe! Te lo digo por las dudas..

La desconfianza de su hermano molestó un poco a Florencia.

  • ¿No confiás en mí? Acordate que todavía soy virgen!.. ¿Y que tiene si alguna vez dejo que me toquen la cola?

  • …Si ven que te dejás, van a intentar cogerte Flor…

El chico se desató el cordón de la malla rápido, y se sacó la pija parada afuera.

Se acercó más a ella, le corrió la bombachita ligeramente con dos dedos, y le metió el pito entre las nalgas, empujando más adentro hasta rozarle el glande en la entrada del culo.

Florcha la sintió re dura en la entradita de la cola y cerró los ojos, disfrutándolo…

Martín se despegó un poco de ella, sacando la pija de ahí, quedó rebotando y apuntando al culo. Le agarró el elástico de la bombacha con las dos manos a los lados en las caderas, y se la empezó a bajar. Iba viendo como la tela se ‘despegaba’ de la cola de Florcha, se la bajó hasta los muslos, dejándosela ahí con la calza.

Ahora el chico llevó su mano ahí abajo, Florcha abrió sus piernas un poco, la mano del chico le rozó entre los muslos, y le apoyó un par de dedos en los labios de la concha, sintiéndolos ligeramente húmedos y también sintió tocar algunos pelitos.

  • ¿Estás excitada o transpirada?-Preguntó el muchacho.

  • Las dos cosas hermanito!

  • ¿Por qué te excitaste Flor?

  • Que te importa!-Dijo Florcha sonriendo.

  • ¿Te mojaste porque te miraban la cola en el gimnasio?

  • …Puede ser!…-Dijo Florencia, lo que era un sí rotundo.

Martín seguía pasándole la yema de los dedos por toda la conchita a su hermana, por los labios húmedos.

  • ¿Te gusta que los chicos te la miren?

  • Siii… me gusta mucho que me miren la cola!

El adolescente sacó la mano de la concha, y con ambas manos, le agarró los cachetes y le abrió bien el culo a su hermana. Podía verle el agujerito bien cerrado, y más abajo los labios vaginales separados por una rajita.

Tener a su hermana con una cola en el pelo, excitada, y con el culo abierto… era mucho para el chico. Le brotaba líquido pre seminal.

Llevó un par de dedos a su boca, se puso saliva, y se los pasó por la entradita de la cola a su hermana. Una vez hecho eso, le abrió otra vez bien los cachetes con las dos manos, viéndole todo, dio unos pasitos hacia delante y apuntó el pito al agujerito, esta vez el glande se humedeció con la babita que le había puesto, mientras se la punteaba en la cola.

Florcha al sentir todos esos estímulos, se dejó hacer… ya venía algo excitadita del gimnasio, y ahora estaba empezando a volar de calentura.

Cómo Martín le abría los cachetes del culo, y ella estaba con las piernitas un poco abiertas, sumado a la babita que le puso… el chico notó como cada vez el agujerito de la cola se le abría mínimamente… sólo en vez de estar completamente cerrado, en algunos momentos notaba como se le abría un poquito ligeramente.

Le clavó la pija en la entradita, y empujó bastante, haciendo presión sobre el culo de su hermana.

  • Ayy pará hermanito.. me la vas a meter!

  • No te la meto Flor!...

  • Bueno, pero no empujes tanto que me duele un poco!

El chico dejó de empujar tan fuerte, pero se la seguía apoyando en la cola, haciendo disfrutar a su hermanita. Cada vez que la cabecita hinchada del pito chocaba contra el culito de Florcha, los dos emitían leves gemiditos.

  • Ahhhmmmm…basta nene…

  • …No te gusta?

  • Sí.. me encanta.. pero ya va a venir mami…

Martín obedeció y se separó un poquito.

  • Voy a acabar hermanita… querés la leche en la cola?

  • Siii!

Se empezó a pajear rápido, sintiendo el orgasmo, apuntando con su pija a la cola de su hermana, mientras la lechita saltaba y chocaba contra los cachetes del culo de Florcha, uno tras otro.

Se apretó el tronco tratando de sacar hasta la última gota, se la refregó por el orto a su hermana, y se la sacudió ahí, mientras Florcha sentía el semen calentito en su cola.

Ella se lo tocó con los dedos, mientras el chico miraba, ya relajado.

  • Bueno pendejito, me voy a bañar!

Florcha sin decir más nada, salió caminando hasta el baño así, con la calza y la bombacha en los muslos, y con la cola llena de leche. Ya en la bañera, Florencia se limpió toda y se masturbó deliciosamente…

::::::

Luego de un par de días en los que no pasó demasiado, ya se acercaba el año nuevo.

Esa tarde del último día del año, Martín se despertó, luego de tomar una siesta.

Mamá le dijo que iban a pasar la noche de año nuevo en la casa de una tía, así que el chico se bañó y se vistió para la ocasión. Luego de él, se dieron un baño sus hermanas.

Ya era la tardecita, Agustina se estaba maquillando en el espejo baño, porque iba a pasar la noche con sus amigas, mientras que Martín, Florencia y mamá iban a ir de una de las tías.

Estaba el adolescente, junto a su hermana menor y a su madre en el living, pasando canales en la tv para que corra el tiempo y se haga la hora de ir.

Se aburrió se esperar, y se levantó del sillón, yendo hasta su pieza. Caminó por la cocina y por el pasillo, pero antes de llegar a su pieza, cruzó por el baño y vió la puerta un poco abierta, y la luz encendida, obviamente estaba Agustina.

El chico miró a través del espejo, viendo como su hermana terminaba de pintarse los labios, y dejaba el lápiz labial por ahí.

Le dio curiosidad, y sin pensarlo demasiado, fue hasta la puerta del baño, y la abrió, entrando adentro. Cerró bien la puerta.

Lo primero que observó fue a su hermana con el jean bajado en los tobillos, y bajándose la bombacha, mientras se sentaba en el inodoro.

  • ¡¿Qué hacés?!-Preguntó Agustina, ya sentada.

  • Nada… estoy aburrido.

  • …Voy a mear por si no te diste cuenta hermanito!

A Martín no le importó demasiado, se acercó hasta ella, parándose en frente, y se desabrochó el jean. Como ella estaba sentadita en el inodoro, y él estaba de pie en frente, el pito le quedaba a la altura de la cara de Agustina.

Se agarró la pija, ya paradita, poniéndosela en la cara a su hermana.

  • ¿Me hacés un pete Agus?

La chica se lo quedó mirando, sorprendida.

  • ¿Dónde están mamá y Flor?-Preguntó Agustina.

  • En el living…

  • Entonces salí de acá idiota!!!! Mamá nos puede llegar a descubrir!!!!!!!

  • Tranquila! Si no estamos haciendo ruido… aparte está viendo la tele!

  • Pero igual tonto!!

El chico no le hizo caso, se quedó mirando a su hermana, tenía los ojos delineados y los labios pintados otra vez de un rojo fuerte.

Se acercó más, se bajó la piel y le puso el glande casi en los labios.

  • Abrí la boca hermanita… chupame la pija un minuto…

  • Noo!!!!!!! Nos van a ver pendejo!

Martín le puso la pija en los labios. Agustina los cerró más, haciendo fuerza para que no se la meta en la boca, mientras se le escapaba la risa.

El chico siguió jugando, pasándole el glande por los labios.

  • Ay pará hermanito!.. Me vas a correr el labial.

  • Entonces abrí la boca! Quiero que me la chupes…

  • Pero…ahmmmm!!!!

Apenas Agustina abrió la boca para decir un pero, el chico empujó y se la metió entre los labios, apenas. La chica se quejó un poco, pero Martín dio un pasito hacia delante y se la metió hasta la mitad en la boca. Ahí ya Agus se dejó y no opuso resistencia.

Agustina lo miró a su hermano con los ojos abiertos, mientras ya tenía media pija en la boca.

  • No te quejes tonta!-Dijo Martín sonriendo.

Ella hizo ruido con la boca llena de pija, tratando de quejarse un poco.

  • Si te encanta hacer petes hermanita!…

La chica cerró los labios y se la empezó a chupar, tratando de hacerlo acabar rápido para que mamá no los descubra.

Mientras se la chupaba, Agustina aún sentada en el inodoro, con el jean en los tobillos y la bombacha en los muslos, comenzó a mear.

Se escuchaba el ruido del chorrito de meada mientras se la estaba chupando a su hermano. La adolescente llevó una de sus manos a los huevos de su hermano, y se los acarició…

Martín se excitó muchísimo, encima los podían descubrir.

Mientras su hermana mayor meaba y le acariciaba los huevos, se la estaba chupando en el baño, con mamá y su otra hermana en el living.

La chica terminó de mear, sacó la mano de las bolas de su hermanito, y aún con el pito entero metido en la boca, cortó algo de papel y se limpió la conchita.

Martín no aguantaba más… lo calentaba muchísimo que su hermana sea tan puta. Le miró el escote en la remera… se le veían muy bien desde esa pose, de arriba. Llevó una mano hacia abajo, y le agarró una teta por encima de la remera y el corpiño. No le cabía en la mano entera ni de milagro.

  • Qué hermosas tetas que tenés Agus… mmmmhhhhhhh

La chica, se sacó la pija de la boca y le habló:

  • ¿Para vos tengo buenas tetas?-Le preguntó mirándolo a los ojos con clara intención de calentarlo y hacerlo acabar.

  • Siiii… tenés unas tetas re grandes hermanita… dios.. quiero llenártelas de leche… ¿puedo?

  • No!... Me vas a ensuciar entera, y ya estoy arreglada para irme!

  • Ufaaa… ¿entonces te puedo echar la lechita en la boca?

  • Mmmm…no sé…

  • Daleeee… te acabo toda adentro de la boquita… así te la tragás…

  • …Ok pendejo!.. Pero no me vayas a ensuciar algo!.. Vos dejame el pito quieto adentro de la boca, así me trago toda la leche y no se me cae a la cara o a la ropa, ¿entendiste?

  • Siii.

  • Bueno, apurate porque van a sospechar!..

Agus se volvió a meter ella sola el pito en la boca, se la chupó se arriba abajo apretando los labios rojos contra el tronco, succionando todo y llenándola de babita tibia.

Martín no soportó más, hizo caso, y cuando empezó a acabar, se quedó quieto, con la pija metida hasta la mitad en la boca de su hermana mayor.

La chica cerró los labios mientras recibía el semen calentito en su boquita, derramándosele en la lengua, sintiendo los espasmos de la verga dura de su hermano.

Los dos estaban en silencio, el chico cerró los ojos ante tanto placer. Por último, Agus, aún con la boca llena de pija, comenzó a tragarse de a poco la lechita.

Fue sacándose el pito lentamente, chupando los restos de semen y baba que le quedaban, hasta sacarlo por completo de su húmeda boca.

Ya una vez así, se tragó toda la leche de una. Cerró los labios, ya excitada por haber chupado pija y haber tragado leche…

A pesar de que su hermana le había dejado la pija limpia chupándosela, le había quedado algo de babita, y se secó con una toalla. Se la guardó y se abrochó el jean.

  • ¿Tengo algo?.. ¿Estoy limpia?-Pregunto Agustina.

  • …No… no tenés nada!!! ¿Ya te la tragaste toda?

  • Sí… estaba rica!-Dijo Agus sonriendo.

La chica se puso de pie, Martín le miró el pubis depiladito y el comienzo de la chocha, ella enseguida se subió la bombachita y el jean.

El muchacho abrió la puerta del baño, observó desde allí que el tele del living estaba prendido, así que estaba todo en orden. Salió él primero del baño, y unos segundos después su hermana, mientras se reían entre ellos.

Ya minutos más tarde, Agustina se fue con sus amigas, mientras que mamá, Florcha y Martín, salieron para ir a comer de la tía, con algunos parientes nuevamente.

Una vez que llegaron, saludaron a todos los familiares, mientras la tía les ofrecía que tomen asiento y se vayan preparando para comer el asado.

Obviamente, Florencia y su hermano se sentaron juntos…

Esperaron hasta que estuviera la comida. Una vez se sirvieron todos en la mesa, cenaron mientras pasaban los minutos y ya se empezaban a escuchar los primeros fuegos artificiales de la noche.

Terminaron el asado –estaba increíble- y luego trajeron algunos postres… Martín aceptó, Florcha dijo que ya estaba llena.

Mientras todos estaban degustando las tortas de chocolate, Florencia ya estaba bastante aburrida. Pensaba en cualquier tontería, hasta que terminó pensando en cosas chanchas…

Mientras se calentaba en su mente, pensando en todo tipo de chanchadas con su hermanito… se le fue poniendo húmeda la chocha.

Quería que su hermanito le meta la mano en la entrepierna, pero no se animaba a pedírselo!

El chico, se sacó la cuchara de la boca, y miró a su hermana. Se extrañó por cómo lo miraba. Conocía esa cara…

Florcha aprovechó la ocasión, y con una muy voz baja, para que nadie alrededor en la mesa escuche, se le acercó un poco al oído:

  • ¿Querés tocarme?..Estoy excitada.

Martín casi se atraganta con la torta. Claro que iba a querer. Su hermana le sonrió.

El adolescente dejó por un momento la torta, y metió su mano izquierda abajo del mantel. Luego, se la empezó a subir por las piernas y los muslos a Florcha.

Agradecía que su hermana estaba con una falda corta. Le metió la mano entre las piernas, Florencia trataba de no morderse los labios, porque ya estaba muy caliente, y ella abrió un poco sus piernas para que su hermanito le haga lo que se le antojara ahí.

Mientras miraba a la nada y se hacía el que escuchaba la conversación de sus familiares en la mesa, Martín hundió su mano tocándole todo el interior de los muslos, y luego estiró sus dedos hasta llegar a tocar la bombacha de su hermana. Florcha lo sintió y se estremeció por dentro.

La chica abrió aún más sus piernas, al otro lado no tenía a nadie, era la última de la mesa, así que no había mayores problemas. Sólo deseaba ser toqueteada por su hermano… se estaba mojando mucho.

Martín jugaba con sus dedos sobre la conchita de Florcha, encima de la bombacha, acariciando la tela, sintiendo la rajita en el medio… impresionante. Se le puso el pito como un cohete!

Disimulaba todo lo que podía, no hacía ningún movimiento brusco con su brazo, para no levantar sospechas.

Se re sorprendió, cuando, de pronto, sintió algo en su pantalón. Enseguida se percató de que su hermana le estaba sobando la verga por encima del jean!

Esto sí que era una sorpresa! Florcha hizo lo mismo, abrió la palma de su mano y se la apoyó en la pija, y se la agarró un poco, acariciándola entera, por encima del pantalón.

La chica estaba descontrolada… y ahora el muchacho también. Mientras los dos disimulaban mirando a sus parientes en la mesa, se estaban tocando mutuamente debajo del mantel.

Martín se enloqueció, pero la procesión iba por dentro. Subió un poquito su mano, y se la metió adentro de la bombacha. Apenas lo hizo, sin querer le rozó el clítoris a su hermana.

  • Ahh.-Gimió Florcha, en voz baja.

Al muchacho, sentir ese gemidito tan excitante de su hermana, lo puso a mil.

Tenía la mano adentro de la bombachita de Florcha, en el pubis…sentía tocar todos los pelos de su hermana, le parecía terriblemente caliente tocarle ahí y sentir tantos pelos en la concha.

Florencia ya casi no podía más… estaba cerca del clímax. Ya tenía la conchita muy jugosa, sentir los inexpertos y juguetones dedos de su hermanito en su pubis, en sus pelos, en su entrepierna… y ella sentir la pija parada en su mano, era mucho placer.

Volvió a acercarse al oído de su hermano, para hablarle en voz baja:

  • Voy al baño pendejo… tengo que acabar…

Martín se calentó muchísimo. Pero se le ocurrió una idea.

  • Esperame en el baño Flor… no te toques todavía.

Florcha lo entendió enseguida, y se puso contenta. Dijo en voz alta:

  • Paso al baño tía.

  • Sí querida, pasa nomás.-Le respondió.

Martín sacó la mano de la bombacha de su hermana, y la chica se puso de pie, con la concha mojada, y caminó hasta el living de la casa, fue hasta el baño y cerró la puerta. Se quedó parada, esperando, con muchísimas ganas de tocarse el clítoris y acabar toda.

Martín esperó unos segundos para no levantar sospechas, y para que se le baje aunque sea un poco la erección, y que cuando se ponga de pie, nadie lo note. Pasados uno o dos minutos, el chico se terminó la porción de torta, y se paró.

  • Voy afuera un ratito.

  • Bueno nene. ¿Vas a tomar un poco de aire?-Preguntó una de las tías.

  • Sí…

  • Hacés bien querido, hace un poco de calor acá adentro!

Martín se fue por el living, llegó hasta la puerta del baño, y la abrió. Cerró la puerta, y se encontró con su hermana, allí en el baño de la casa de la tía.

Inmediatamente, sin decir nada, los dos se miraron y el chico se desabrochó el jean y sacó su pija durísima afuera.

  • Mmmm… cómo me gusta tu pito hermanito…

Florcha se agachó, le agarró la pija, la peló y se la empezó a chupar!

  • Ahhh dios!-Resopló el chico.

Florcha se la estaba chupando agachada, mientras llevó una mano a su entrepierna, se la metió adentro de la bombacha y se masturbaba el clítoris mientras chupaba pija.

  • Ay Flor… ahhh Flor!.. me vas a hacer acabar!!!

Florencia se pajeó con rapidez, sintiendo el inminente orgasmo.

  • Uhhhhhhhhhhhhh

La chica gimió con un tono algo alto, pero ni le importó que la puedan escuchar, estaba demasiado caliente, mientras tenía la boca llena de pija y estaba acabando, sintiendo como algunas gotas de su concha se caían al suelo!

  • Mmmmmmhhhhmmmmm-Gimió Florcha haciendo ruido con la pija en la boca, temblando.

Permaneció así, ahora quieta, mientras terminaba su orgasmo… había sido épico!

Se la sacó despacito de la boca… miró a su hermano, y se le escapó una risita.

Pero estaba lejos de relajarse. Un solo orgasmo era poco. Seguía igual de caliente. Se puso de pie, ambos miraron al suelo, notando algunas gotas, producto de la acabada de Florcha…

La chica agarró una toalla color rojo oscuro que había ahí, se arrodilló en el suelo, y limpió lo que su sucia conchita virgen había dejado en el piso.

Luego ya sí, se paró, y dejó la toalla a un costado. Martín le habló:

  • Date vuelta hermanita… ¿puedo jugar en tu cola?

  • Mmm.. ¿con tu pito querés jugar?

  • Siii.. dios!

Inmediatamente, Florencia se dio la vuelta, quedando de espalda a su hermano. La chica se apoyó con las manos en la fuente de la canilla del baño, mientras se inclinaba, levantando la cola para su hermanito.

El chico se acercó bien detrás de ella, le levantó la falda para verle el culo… se le metía toda la bombachita adentro, era increíble ese orto descomunal.

Le corrió la bombacha levemente a un costado, y le metió la pija entre las nalgas, hasta llegar a toparse con el agujerito de la cola.

  • Ayyyy…. Ahhhhhh-Gimió Florencia.

  • Shhh… nos van a escuchar zorrita!…

  • Mmmm.. ¿Por qué me decís zorrita pendejo?

  • Porque estoy muy caliente!... Y porque sos una zorrita hermosa hermanita.

  • Ahhhhhhyyyyyyyyyy…

Martín se la sacó un minuto de la cola, porque estaba por terminar, y quería alargar ese momento al máximo. Estaban al límite de la calentura.

Mientras descansaba unos segundos, y la miraba…

  • Bajate un poquito la bombacha Flor… quiero mirarte la concha…

Florcha aceptó gustosa, así parada e inclinadita, se agarró la bombachita y se la bajó apenas hasta donde comenzaban sus muslos.

  • Abrite la cola hermanita.. abritela toda y mostrame.

La chica llevó sus manos a ambos cachetes de la cola, y se la abrió bien, para mostrarle todo a su hermano menor.

El chico ahora le veía bien el agujerito del culo, bien cerradito, y abajo la conchita toda mojada, se le notaban los labios súper húmedos e hinchaditos. Casi se muere con esa visión…no podía creer como algo podía ser tan perfecto. Era afortunado de vivir eso.

Florencia, mientras se abría toda la cola para su hermano, se le estaba chorreando toda la concha, sintiéndose tan puta. Ya sentía como el flujo se le caía por los muslos, esa acción de abrirse la cola mostrándole el agujero a su hermanito, la hizo sentir tan chancha, que su conchita pedía a gritos que se la cojan toda.

Martín se acercó, y con Florcha aún manteniendo su ojete abierto, el chico le puso baba a su dedo y se lo pasó por todo el agujero del culo… la chica se moría de placer.

El adolescente estaba a punto de acabar, mientras le pasaba el dedo por el culo a su propia hermana!

Los dos se olvidaron por completo que estaban en el baño de la tía, y que los podían descubrir.

Luego, le metió la pija ahí, y se la apoyó en la entradita, llenándose de babita la punta del pito. Le daba puntadas en la cola, empujando…

  • Uhhh Flor… tu cola se te abre un poquito cuando te apoyo la pija…

  • Ahhhhiii… ¿se me abre la cola?

  • Siii… se te abre un poco… mmm.. dios hermanita… quiero cogerte…

  • Mmmm… te juro que si no fueras mi hermano… te pediría que me cojas!

  • Ahhhh…dejarías de ser virgen en el baño de la tía??.. O me pedirías que te la meta en la cola???

  • Mmmmmhhhh… dejaría que me la metas por donde vos quieras!

  • Uffff Flor!... no aguanto más… si sigo jugando, tu cola se va a abrir y te la voy a meter adentro…

  • Yo también estoy por acabar otra vez pendejo!

Florencia se tocó el clítoris otra vez, sintiendo el pito caliente de su hermanito jugando en su cola, que amenazaba con abrirse en cualquier momento.

Martín no soportaba más, sacó la pija del culo, y como último placer, se la llevó a la concha. Le apoyó la cabecita hinchada de su pija en el medio de la conchita a su hermana, se asustó porque se deslizó un poco y casi se la mete adentro de la chocha!

Había estado cerca, un poco más y se la hubiera enterrado… sintió toda la humedad de la concha de Florcha en su pito, y ese fue el final. Empezó a descargar semen y más semen, mientras suspiraba, se la dejó ahí, la leche saltaba y se estrellaba contra los labios de la concha de su hermana!!

Florencia cuando sintió los chorros de leche caliente en su chocha, mientras se tocaba el clítoris, se vino en su segundo orgasmo, gimiendo como una perrita, tratando de no hacer ruido.

  • Uhhhhmmmmm

Martín continuó echando leche sobre la conchita de su hermana… por dios! Se la llenó de leche calentita.

De pronto, dejó de salir leche, mientras Florencia dejaba de temblar… los dos habían acabado. El chico se la sacudió, golpeando su pija en uno de los gordos cachetes de la cola de su hermana.

Sin decir nada, Florcha sentía como la lechita le cubría la concha por completo, además de sentir también semen en los cachetes de la cola… el muchacho se relajo por completo, guardándose el pene en el pantalón.

  • Alcanzame la toalla pendejo… uff… me quiero limpiar.

El chico la agarró, pero esa toalla era roja oscura. Si se limpiaba el semen, se iba notar.

  • Flor… pero se va a notar la leche en la toalla… ¿la usas igual?

  • …Vos decís que alguien se puede dar cuenta?...

  • No sé… capaz.

Ahora ya relajada, a Florcha le entró el miedo a ser descubiertos.

Por precaución, no usó la toalla, simplemente se subió la bombacha y se quedó así, con la concha llena de leche.

La tela de la bombacha se le ensució por completo, y la adolescente sentía toda la concha calentita y pegoteada.

  • Que sucia que estoy!

  • No es para tanto hermanita… en un rato ya vamos a casa.

  • Sí, vos porque ahora no tenés que andar con la concha llena de semen!!-Dijo Florcha.

Se rieron.

  • Dios! Nos tardamos un mundo… van a pensar que estoy descompuesta! Fijate si viene alguien nene.

Martín abrió la puerta ligeramente, no vió a nadie cerca, y salió… se fue directo a la mesa nuevamente. Se sentó, y estaban todos, al parecer nadie sospechó nada.

Florencia, se quedó mirándose al espejo, arreglándose un poco el pelo, acomodándose la falda, y salió del baño, caminó con la leche en la concha, sintiéndose toda sucia y pegoteada… con la bombacha tratando de que no se le caiga el semen por los muslos… a cada paso, sentía todo el enchastre que tenía entre las piernas. Así se sentó en la mesa, al lado de su hermano, sin decir nada.

Le incomodaba sentir la chocha tan sucia, rogaba que el tiempo pase rápido.

Poco después, al fin llegó la medianoche, se festejó un poco el año nuevo, y la familia volvió a su casa.

La chica lo primero que hizo fue pasar por el baño. Se sacó la falda, se sacó la bombacha. Agarró una toalla, la humedeció y se limpió toda la concha, sacándose ese semen pegajoso y húmedo…

Una vez hecho eso, tiró la prenda llena de semen y flujo vaginal al lavarropas, y se fue a dormir desnudita.

Agustina había estado toda la noche de joda… llegó un poco pasada de alcohol a casa, cerca del amanecer.

::::

Ya de día, en la mañana la primera en levantarse fue Florcha. Se vistió con ropa cómoda de verano y ayudó en la cocina a su madre con algunas cosas.

  • Me voy a hacer unos mandados hija.. ¿te ocupas de cocinar hoy?

  • Si mamá.

Mientras mamá salió un rato a comprar algunas cosas, Florcha se quedó cocinando. Mientras lo hacía, pensaba y recordaba lo excitante que había sido la noche anterior… y quería más. Se había quedado con ganas de chupársela más tiempo anoche. Le encantó sentirla adentro de la boca.

Ya cerca del mediodía, fue a despertar a su hermano. Entró a su pieza, prendió la luz y le habló:

  • Si querés comer algo.. ya está la comida!

El chico se levantó en cuero, con una malla solamente, y fue hasta la cocina.

  • Buen día Flor…

  • Hola pendejo!

La chica se acercó hasta él, y le dio un beso en el cachete. Inmediatamente, se agachó sobre él, y le acarició la pija por encima de la malla. Desde allí abajo, lo miró a los ojos.

  • ¿Te puedo hacer un pete hermanito?

Martín, aún medio dormido, creía que estaba soñando. Pero era la realidad.

  • ¿Co… cómo?

  • Si puedo chuparte el pito! Es que me dieron muchas ganas!

  • .. En… en serio me la querés chupar?

  • Sí!.. ¿Me vas a dejar o no?

  • Sii… si te dejo hermanita!

Florcha se puso contenta, y enseguida le desató el cordón de la malla, y ella misma le sacó la pija afuera a su hermano.

Cada vez que se la veía o que la tenía en frente, no podía evitar repetirse en su mente lo linda que era la pija parada de su hermanito.

La agarró con una mano, y se la metió en la boca, comenzando la mamada.

Martín miraba como su hermana se la chupaba agachada en la cocina, metiéndose el pito casi todo en la boca, y saliendo, succionando el tronco con los labios, y poniéndole mucha babita…

Florencia, que aprendió de su hermana, se sujetaba con las manos en las piernas del chico, mientras se tragaba la pija y le encantaba. La saboreaba lentamente, sintiéndola dura y palpitante en su lengua…

Lo peor era que no podía contarle nada a sus amigas, que siempre la cargaban con su poca experiencia sexual. Le gustaría contarle a sus amigas que le encanta petear y tragarse la leche como una putita…

Le daba algunas lamidas en el glande… eso era mortal para el adolescente.

Cuando sintió que iba a terminar, Martín se separó de ella y se la sacó de la boca. Quedaron colgando hilitos de baba entre los labios de Florcha y la pija de su hermano.

  • ¿Ya vas a acabar hermanito?

  • Si!.. Me pone a mil que me la chupes boluda… igual puedo darte la leche varias veces seguidas!

  • Estaba jodiendo tontito!

El chico, trató de descansar un momento, se agarró el tronco de la pija con un par de dedos, y se lo puso recto, apuntando al techo, para mostrarle los huevos a su hermanita.

  • …¿Te gustan?-Preguntó el chico.

  • ..Sí…se te ven re grandes las bolas hermanito!

  • ¿Te animás a pasarles la lengua?

Florcha sonrió, y se acercó aún más, sacó la lengua afuera y le lamió los huevos a su hermano. Una vez, y luego otra vez, le fue pasando toda la lengua llena de babita a lo largo de las bolas, como si fuera una nena lamiendo un helado.

  • Me las podés chupar cuando quieras Flor…

Luego de eso, Florcha le agarró la pija, y se la volvió a meter adentro de la boca. Se la chupó fuerte y rápido, mientras el orgasmo era inminente.

  • Ahhhhhhhhh…¿querés la leche en la boca hermanita?..¿vas a ser buena y te la vas a tragar toda?

Florcha, con la boca llena de pija, hizo el ruido y el gesto de ‘sí’.

El adolescente ya estaba muy caliente…suspiraba. Florcha se sacó el pito de la boca para acomodarse, pero inmediatamente llegó el orgasmo. El primer chorro de leche le cayó en los labios, el segundo y el tercero al costado de la nariz, cerca del cachete.

Martín mientras cerraba los ojos disfrutando del orgasmo, volvió a sentir la húmeda y caliente boca de su hermana menor, que se la metió de nuevo, y se la estaba chupando mientras le echaba toda la acabada adentro…

Una vez que terminó, abrió los ojos y se miraron los dos… Florencia se rió porque sentía la leche en la cara…

Chupó y se tomó toda la leche de su hermano, mientras le daba las últimas lamidas al tronco, tragándose la acabada.

  • ¿Qué te paso?-Preguntó el chico sonriendo.

  • No sabía que justo en ese momento ibas a terminar!... Me quedó tu leche en la cara.

  • Sí… te ves re graciosa, jajaja.

  • Jajaja.

Florencia le guardó ella misma la pija adentro de la malla a su hermanito, agarrándola con delicadeza, y luego su puso de pie… fue hasta el baño, y humedeció un par de toallitas para la piel. Se miró al espejo, viéndose semen en la cara… se rió sola pensando en lo puta que se había convertido. Hacía unos meses nunca había visto una pija, y ahora ya tragaba leche y hasta le acababan en la cara.

Se pasó la toallita por toda la cara, limpiándose los restos de leche.

Luego de eso, almorzaron con su hermano y su madre, de lo más normal.

Más tarde, fue a su pieza, donde se encontró con Agustina ya despierta, aún acostada en la cama.

Se miraron, y Florencia le sonrió. Agustina, que ya la conocía de memoria, sabía que algo había hecho.

  • Contame ya!

Allí en su habitación, Florcha se sentó en la cama de su hermana, poniéndose al lado de Agus. Le contó todos los detalles de lo que había sucedido la noche anterior, y por supuesto, de lo que había pasado en la mañana, antes de comer.

Mientras se lo contaba, las dos se iban calentando.

  • Qué pendeja atrevida!.. En el baño de la tía!-Dijo Agustina.

  • No sabés como me puso Agus!...

  • Me imagino… y ahora contándomelo me hiciste calentar a mí.

  • Jajaja…yo también me volví a excitar!

Florcha le empezó a acariciar las piernas a su hermana… subiéndoselas hasta los muslos. Le rozó los dedos en el pubis, encima de la tanga.

  • ¿De qué tenés ganitas?-Preguntó Florcha.

  • …Mmm.. de verle el pito a nuestro hermanito…

Florencia se detuvo ahí, y le empezó a acariciar la conchita a su hermana por encima de la tanga.

  • A mí me dan muchas ganas de que me lo meta…¿a vos?-Florcha.

  • También… que lástima que sea nuestro hermano… sino, dejaría que me coja todos los días…-Respondió Agustina.

Agus también acariciaba a su hermana, pasándole la yema de los dedos por las tetas y el corpiño.

  • ¿Sabés de que tengo muchas ganas ahora?-Agustina.

  • ¿De qué?

  • …De tomar la leche.

  • …¿Y si vamos a tomar la leche?-Le preguntó Flor.

  • Dale..!

Las dos se sonrieron, y se levantaron de la cama. Ambas estaban en ropa interior, abrieron la puerta de la habitación, y salieron para el living.

Mamá estaba durmiendo la siesta, así que debían ser cuidadosas con no hacer ruido.

Caminaron juntas, y en el living estaba el chico, sentado en el sillón hablando con un amigo por el ipod. Inmediatamente las vió a sus hermanas en corpiño y tanga, Agus con un conjunto negro, y Florencia de blanco. Dejó el ipod a un costado, para centrarse en ellas.

  • Hermanito… necesitamos algo!-Dijo Florcha.

  • …Ok.. ¿Qué pasa?

  • ¿Podés darnos la leche?-Preguntó Agustina.

El chico no dijo nada. Se le aceleraron las pulsaciones, se puso de pie y se bajó la malla. Tenía el pene algo blando, sus hermanas se agacharon las dos en frente de él, y se la empezaron a tocar entre las dos!

Las veía desde arriba, les veía los escotes provocados por los corpiños… y ellas dos masajeándole la pija con los dedos para ponérsela dura. Algo que lograron en pocos segundos. Se sonreían entre ellas mientras lo hacían.

Ya con la pija parada, Agus fue la primera en metérsela lentamente en la boca y chuparla.. tras un par de chupadas, se la sacó e hizo lo propio Florencia. Compartían el pito de su hermano, chupándolo y comiendo un rato cada una, pasándole la lengua entre las dos, ante la mirada del chico que estaba resoplando ante semejante placer…

Trataban de no hacer ruido, porque estaban en el living, y mamá durmiendo la siesta en la habitación.

Agus se la agarró del tronco con los dedos, y lo empezó a pajear, subiéndole y bajándole la piel del prepucio, escondiendo y descubriendo el glande a cada movimiento.

Era mucho.. verle las caras de putas a las dos chupándole la pija era demasiado.

  • Queremos tomar la leche pendejo!-Dijo Agustina.

El muchacho se agarró la pija con la mano entera, y ya notando el inminente orgasmo, se empezó a pajear fuerte, la baba que sus hermanas le habían dejado en toda la pija era un excelente lubricante.

Por su parte, Agustina y Florencia abrieron ambas la boca y sacaron la lengua afuera, esperando como perritas sedientas la leche caliente de su hermanito menor.

Al ver eso, el muchacho explotó. Mientras se pajeaba, apuntó el pito a la boca y la lengua de Agus, comenzó a salir el semen… los primeros chorros, cayeron en la lengua de su hermana mayor, y algunos iban a parar adentro de la boca, enseguida Martín se movió ligeramente y le puso la pija en la boca a Florcha, dándole leche espesa a ella también, acabándole en los labios y adentro de la boca.

Ya dejando caer las últimas gotas de esperma, dándole un poco a cada una, se la sacudió en la boca de Agus, ella misma le dio una lamida en la punta de la pija.

Ambas se miraron y cerraron la boca, mientras saboreaban la acabada de su hermano. Se tragaron la leche juntas, y luego Florcha se pasó la lengua por los labios, porque le había quedado un poco de semen ahí, y se lo comió todo.

Las chicas se sonrieron y se pusieron de pie, mientras Martín caía rendido en el sillón, agotadísimo.

  • Muchas gracias hermanito!!!... ¿Te pasa algo?-Dijo Agustina, viéndolo a su hermano con los ojos casi entrecerrados.

  • No… nada más estoy muy cansado…

  • ¿Querés que te traiga algo?

  • …Agua! Por favor…

Agustina fue hasta la cocina, miró por el pasillo y vió que mamá debía seguir durmiendo, así que abrió la heladera, agarró la botella de agua, y volvió al living.

Se la dio, y el chico empezó a beber un poco.

  • Qué bueno que tenías leche para las dos, pendejo! ¿Querés algún regalo por lo que hiciste por nosotras?-Dijo Agustina sonriendo.

  • …Mmm… qué les puedo pedir…

Martín dejó la botella a un costado en el sillón, y aunque estaba agotado ya de sexo, no pudo resistirse.

  • ¿Puedo pedir que me muestren la concha las dos juntas?

  • ¿Ahora?

  • Sii.

  • ¿Vos que decís, Flor?..

  • Quiero mostrársela!.. Pero rápido por si se despierta mami.

  • Ok!.. ¿nos querés ver de frente o de atrás?

  • De atrás!

Las dos chicas se dieron vuelta, paradas una al lado de la otra. Se le inclinaron un poco, y ambas se fueron bajando las tangas despacito, hasta los muslos.

Martín, sentado en el sillón, podía verles la cola y la concha debajo asomando a ambas… poco a poco, increíblemente se le fue endureciendo el miembro otra vez…

Mientras sus dos hermanas le mostraban la concha, el chico se las miraba con atención. La de Agustina estaba ligeramente más abierta y rosada, la de Florcha, estaba bien cerradita, asomando debajo de ese enorme y hermoso ojete.

Al muchacho se le re paró la pija, ya la tenía completamente erecta, pero notaba que esta vez le dolía mucho. Había sido demasiada actividad ya en el último tiempo… casi tenía la pija más tiempo parada que normal.

Después de unos minutos, las chicas se subieron la tanga y se voltearon.

  • Parece que te gustó el regalo!-Dijo Agustina, mirándole la pija parada.

La chica al ver ese miembro tan duro, quiso disfrutarlo más. Se volvió a poner de espaldas a él, se le acercó, y se sentó encima de su hermano. Agustina se sentó encima de la pija dura de su hermanito!

Ahora la chica tenía el pito haciendo contacto con la tela de su tanga, en la zona de la conchita… apoyó sus manos en las rodillas de su hermano, y comenzó a moverse, refregándose toda la pija dura por la concha y la cola, solo con la tanguita negra evitando el contacto directo.

Florcha sólo miraba, mientras Martín no podía creer lo que estaba pasando… encima le re dolía la pija, pero le daba mucho placer a la vez tener a su hermana mayor refregándole todo…

  • ¿No querés tocarme las tetas?-Le preguntó Agus.

Al chico le dio un espasmo… llevó ambas manos hacia delante, le agarró ambas tetas por encima del corpiño… no le cabían en la mano…

Martín estaba agarrándole y acariciándole las enormes tetas por encima del corpiño a su hermana, mientras ella estaba sentada encima de él, de espaldas, moviéndose para refregarse el pito duro por la conchita.

Cada roce y contacto entre la pija y la tanga, era un sacudón de placer y dolor a la vez para el adolescente.

De pronto, Agustina ya excitadísima, se levantó un poquito, y con un par de dedos, se corrió la tanga a un costadito, dejando la concha al descubierto. Se sentó encima de vuelta, ahora con el tronco de la pija encajado a lo largo de los labios vaginales de Agus.

  • Perdoname si te ensucio un poco hermanito, estoy re mojadita.

Que decir de Martín, que apenas pasó eso, casi se muere. Ahora sentía la pija re húmeda por la concha mojada de su hermana mayor… y como si fuera poco, Agustina de nuevo se empezó a mover, ahora refregándose todo el tronco del pito a lo largo de la conchita, sintiéndolo durísimo.

La adolescente lo estaba disfrutando tremendamente… se estaba mojando tanto que la pija se le deslizaba re fácil a lo largo de su delicada conchita rosada… quería acabar así.

En uno de esos movimientos, cuando Agustina se pasaba el pito por la concha, sin querer la punta de la pija se le deslizó un poquito adentro de los labios, casi metiéndose en la concha… Agus lo notó y se asustó… pero también se re calentó.

De solo pensar que un poco más y el pito de su hermano se le hubiera metido en la chocha…se puso a mil. Fue más cuidadosa… notaba que ya tenía la conchita re abierta y que cualquier movimiento en falso, podía terminar con la pija de su hermanito enterrada hasta el fondo de su concha.

El chico no podía creer cómo su hermana se pasaba la pija por la concha… mientras ella estaba sentada encima suyo, moviéndose, y él le acariciaba las tetas… podía sentir el caliente cuerpo de Agus…de la chica más linda del planeta…la que todos querían poseer… era tanta la excitación que algo empezaba a andar mal.

Martín, mientras notaba la pija y los muslos humedecidos por los flujos que desprendía la chochita de Agus, se empezó a marear un poco.

Le dolía mucho la pija, no podía tenerla mucho tiempo más así parada… encima sentir como se refregaba con los labios vaginales de su hermana, y a cada refregada se escuchaba el ruidito a húmedo, era tremendo… nunca había sentido algo igual. La cola de Agus chocando con su pubis, viéndole la tanga negra corridita a un costado…

Se estaba mareando, ya había acabado varias veces ese día, y sentir tantos estímulos era demoledor.

  • …Agus… no puedo más… necesito meterte el pito en la concha…ahhhh!... quiero cogerte…

  • …Ummm… yo también quiero que me cojas hermanito.. pero no podemos…

Agustina estaba pensando muchísimo la decisión… cada segundo que pasaba… por la mente se le cruzaba meterse la pija adentro… su conchita lo estaba deseando más que nada en el mundo…

Florencia miraba todo con extrema atención, mientras se tocaba el clítoris por encima de la tanga.

Martín comenzó a sentir que el cuerpo se le iba, algo le pasaba. La calentura era suprema, y ya no podía más seguir sintiendo a su hermosa hermana moviéndose encima suyo y pasándose la pija por la chocha… cada refregada de su pito en esos labios rosados, delicados, suavecitos y mojados eran una oleada de placer en todo el cuerpo que ya no podía seguir resistiendo.

Se le empezaron a cerrar los ojos, contra su voluntad. Se estaba mareando mucho.

  • ...A..Agus… me siento mal…-Dijo el chico en voz baja, casi sin poder completar la frase.

  • ¿Estás bien?-Preguntó Agustina.

Pero ni se detuvo, la chica estaba cerca del orgasmo, seguía moviéndose sentada encima de su hermanito, de atrás hacia delante, pasándose la pija por toda la concha hasta rozar el clítoris con el glande…

  • Pará hermanita… pará un minuto!..

  • ¡¿Qué te pasa?!

  • …Creo que me falta el aire…

Agustina no le dio ni pelota, se mordió los labios, ya a punto de acabar, y empezó a moverse más rápido, con todo, refregándose la pija en la concha, moviendo el culo.

Florcha le miró la cara a su hermano, y notó como se le estaban poniendo los ojos en blanco. Se asustó y se desesperó.

  • Pará boluda! Lo vas a matar!!-Exclamó Florencia.

A Martín le estaba costando respirar, se le cerraron los ojos y se puso todo negro.

Continuará…