Hermanas: tangas y bombachas VI
Martín se despertó un rato antes del mediodía del sábado para ver un partido de fútbol. Se levantó y encendió la TV. Entró al baño, desvistiéndose y se dio una ducha rápida y fría, para refrescar. Salió con el pelo mojado y se colocó solamente una de esas mallas que llegan hasta las rodillas. (traje
*Capítulo X:
El cuerpo femenino*
Martín se despertó un rato antes del mediodía del sábado para ver un partido de fútbol. Se levantó y encendió la TV. Entró al baño, desvistiéndose y se dio una ducha rápida y fría, para refrescar. Salió con el pelo mojado y se colocó solamente una de esas mallas que llegan hasta las rodillas. (traje de baño, o bañador en otros países). Y ojotas.
Mientras miraba el partido en la cocina, abrió la heladera y buscó unas ensaladas para preparar el almuerzo liviano. Luego de unos minutos preparándolo, fue hasta la habitación de sus hermanas a avisar de que ya iba a estar la comida, si se querían despertar.
Entró allí y se le vino a la mente todo lo sucedido hacía unas horas. Nunca se imaginó que pasarían tales cosas. Que buenos días que estaba pasando. Caminó hasta las camas y observó como Agustina estaba acostada de espaldas a él, tapada con sólo una sábana y un poco corrida, porque tenía la espalda algo destapada. Miró hacia abajo y se percató de lo que parecía ser una mancha de semen en la madera de la cama.
No se había dado cuenta de eso en el momento. Se sorprendió y se rió del alcance de su ‘disparo’. Salió de allí y se fue hasta el lavadero en busca de un trapo, lo mojó y volvió a la habitación. Limpió el semen seco y pegado en la madera.
Una vez hecho eso, les avisó a sus hermanas que si querían comer la comida ya estaba. Salió y se fue a seguir mirando el fútbol.
Florencia una vez despierta, miró el reloj en el celular, que tenía en la mesita de luz. Se movió en la cama, sintiendo enseguida el enchastre que había dejado. La sábana de abajo estaba toda mojada. Inmediatamente abrió los ojos y se puso de pie en el piso, así desnuda.
Empezó a sacar las sábanas. Allí se despertó Agustina. Acostada y con los ojos entre cerrados, miró a su hermana desnuda, y le preguntó que hacía.
Qué haces?
Tengo que lavar la sábana, boluda.
Mmhh.
La tuya está seca?
Creo que sí.
Cómo, ‘creo’?
Sí.. esperá a ver.
Agustina tocó con su mano toda la sábana y estaba bien.
Florencia abrió el placard y buscó una toalla. Se la enrolló en el cuerpo, y llevó la sábana mojada al lavadero. Vió que el lavarropas estaba con la ropa de ayer, así que directamente la metió en una fuente con agua.
Saludó a su hermano, y se metió a ducharse también. Se quitó la toalla de su cuerpo y directo a la bañera. Una vez que salió, volvió a enrollarse la toalla y se dirigió a su habitación.
Agustina ya estaba levantada, también desnuda. Florcha se quitó la toalla y se dispuso a abrir el cajón de ropa. Escogió una bombacha gris y se la puso. Su hermana le pidió que le alcance una.
Alcánzame una, Flor.
Cualquiera?
Sí.
Agarró otra bombacha, roja en este caso, y se la tiró a su hermana mayor.
- No te vas a bañar?-Preguntó Florencia.
Agustina giró la cabeza diciéndole que no.
No te sentís un poco sucia?
Sí, pero… esa toalla ya la usaste?-Agustina.
Sí, por?
Dámela.
Florencia le alcanzó la toalla húmeda a su hermana, y ésta abrió sus piernas así parada, y se la pasó un poco por el pubis, los muslos, la parte baja de la cola y la concha, limpiándose de cualquier rastro viscoso que quedaba.
Da, no seas tan asquerosa boluda.-Florcha.
No tengo ganas de bañarme ahora. Si no es nada! Después de lo que hicimos anoche…
Florencia se rió mientras Agustina ya se ponía la bombacha y un corpiño, mientras se le movían las tetas cuando lo hacía. Tras ya estar ambas vestidas con una remerita liviana y short deportivos, fueron a almorzar, cuando recibieron también a su madre que había llegado a casa después de estar de visita de unos parientes.
Mientras almorzaban en la mesa, en un momento mamá preguntó:
- Y chicas, la pasaron bien anoche?
Ambas miraron a su hermano y se sonrieron… respondieron que sí, sin más. Hablaron de las amigas que habían venido, y ya.
El resto del día fue bastante normal, pasó poco. Martín recibió un llamado de un amigo para pasar la tarde, y Agustina se fue con el novio. Por su parte, Florencia salió a la tarde con sus amigas.
:::
Ya después, el domingo por la tarde, mientras Agustina aún dormía por haber salido la noche del sábado, Florencia y su hermano estaban en la mesa de la cocina haciendo las tareas del colegio.
Una vez que el chico terminó con su tarea, se sentó al lado de Florcha para ayudarla con el estudio. Ya faltaba poco para el examen final. Esa tarde de domingo estudiaron los últimos temas de matemática para ya prepararse para el examen que sería en un par de días.
Uff !! Increíble que me haya aprendido todo esto. Gracias por enseñarme hermanito!
De nada Flor… era el trato que teníamos, no?
Sí.
A propósito de eso… ¿podés?-Dijo Martín mirando a su hermana a la cara.
¿Ahora?
Sí, por?
¿Donde está mamá?-Preguntó la chica.
No sé. Creo que en el patio… daale.
Estás loco.!
Florencia se puso de pie y fue hasta el lavadero, para revisar por la puerta que daba al patio, y efectivamente su madre estaba allí, haciendo algún tipo de arreglos en las flores.
Florcha volvió a la cocina, parada al lado su hermano que permanecía sentado.
Sí, mamá está allá.-Confirmó Florencia.
Bueno, me mostrás…?
Querés verme la bombacha?
Sí, porfa.!
Bueno.. ¿me querés ver adelante o atrás?
Las dos! Puedo? –Respondió sonriendo Martín.
No.. una sola. Elegí!
Dale.. por hoy nomás que terminamos con tantos días de estudio…si?
En fin.. ok.-Aceptó Florcha, que iba a empezar a bajarse la calza.
Ah!! Esperá. Te animás a mostrarme el corpiño primero? Tenés corpiño puesto?
Sí tengo corpiño! Pero pará un poco querido!!
Perdón, pero… tengo muchas ganas de verte Flor! No seas mala…
No sé…
Si vos ya me viste la pija.. yo nomás te pido el corpiño!!
Bueno, visto así… supongo que tenés algo de razón. Pero me levanto la remera nomás.
Eso!! Gracias hermanita.
Vamos a hacerlo rápido antes que mamá venga… esperá que me fijo de nuevo.
Florencia fue a revisar, y su madre seguía en el mismo sitio. Agustina permanecía durmiendo, pero ya no era ningún problema que los viera.
Se quedó parada delante de su hermano menor, cuando agarró la remera que traía, levantándosela hasta dejar a la vista las tetas cubiertas por el corpiño blanco.
Martín se las veía, se podían adivinar firmes y bien redonditas bajo ese corpiño, obviamente eran de menor tamaño que las de Agustina, pero le encantaron, se calentó mucho. Se tocó el pantalón por encima sin ningún reparo.
- ¿Qué? ¿Ya estás?-Dijo riéndose Florencia, mirándole el bulto más que duro y erecto bajo el pantalón.
Martín solo sonrió.
Florencia se bajó la remera. Traía puesta la calza deportiva gris apretada que ya en una ocasión había puesto caliente a su hermano. Puso ambas manos en el elástico a ambos lados de la calza, y se la bajó rápido hasta el comienzo de los muslos, dejándole ver a su hermano la bombacha rosa que tenía puesta, observándole el pubis de frente. Se le notaba ligeramente la raja en el medio de la concha, bien abajo, casi no se la podía ver.
La chica se empezó a calentar viéndole el miembro duro al muchacho bajo el pantalón. Ella ahora se giró dándose la vuelta, para mostrarle la cola con la calza bajada en los muslos.
Que hermoso era verle el ojete grande y gordo a su hermana. Quería meter la cara en el medio de ese orto. Con razón todos sus compañeros lo cargaban diciéndole lo buenas que estaban. Ahora él podía verlas casi desnudas! Martín no podía explicar lo excitante que era. La tela rosa como siempre se metía entre las nalgas. Le dieron muchas ganas de masturbarse ahí mismo.
Tras un par de segundos mostrándole la cola, Florencia se subió la calza. Le quedaba demasiada apretada en ese culo. Dejó a su hermano con la pija parada, sonriéndole. Le gustaba mucho poner así a su hermanito, calentarlo mostrándole la bombacha. Saber que se le ponía dura y parada por ella, la excitaba.
Se dispuso a prepararse la merienda… le preguntó a su hermano si quería algo. Él le respondió que le preparara un café. Lo hizo y se sentó de nuevo en la mesa junto a su hermano a merendar mientras pasaban canales de TV para buscar algo.
Unos minutos después, cuando ambos terminaron de comer…
No hay nada! –Dijo Florcha apagando el TV.
Estoy muy aburrido.
Yo también…
¿Qué podemos hacer?-Preguntó Martín a su hermana.
No sé. Yo le mando un msje a mis amigas a ver si hacemos algo.
Florcha se puso de pie y agarró el ipod, abrió whatsapp e iba a empezar a escribir, cuando su hermano le vió el culo en esa calza ajustada, y también se puso de pie, detrás de ella.
Aún estaba caliente de verle el corpiño y la bombacha, aunque se le había bajado la pija. Ahora se le puso dura de nuevo, y no se pudo resistir. Sin decirle nada, se movió hacia delante, apoyándole la verga en la cola a su hermana.
Enseguida, Florencia se dio cuenta y giró la cabeza, para mirarlo.
- ¿Qué hacés?
Martín no dijo nada. Se quedó así, apoyando a su hermana. Florcha lo seguía mirando:
- Pará nene… salí que nos van a ver!
El muchacho no hizo caso. Puso sus manos a ambos lados de la cadera de su hermana, y se apoyó más, sintiendo la cola gorda de su hermana en su pija parada.
Florencia se acomodó el pelo a un costado, y con sus manos, se quitó las manos de su hermano de encima, se separó de él y se dio vuelta, ahora mirándolo de frente.
Basta. Va a venir mamá, y nos puede ver.-Dijo tratando de sonar autoritaria.
Ufa.. no seas mala hermanita…
No soy mala, vos sos el desubicado!
Un ratito nomás… estoy aburrido.
Bueno, entretenete con otra cosa!
Dale.. vamos a coger un ratito…
Qué decís pendejo, ubicate.
Es que me encanta tu cola, Flor.
Esa es manera de hablarle a tu hermana?-Dijo Florencia.
Bueno… es que me pones muy caliente!
Florencia lo miró haciendo un gesto con la cara.
- Quiero cogerte.. porfa hermanita!-Dijo Martín con la verga parada bajo el pantalón.
El chico puso una mano en una de las caderas de su hermana, haciendo el movimiento para girarla, tratando de que ella se de vuelta otra vez.
Pero me querés coger en la cocina cuando nos pueden ver!-Respondió Florcha mientras finalmente se volvía a girar, dándole la espalda.
Si escuchamos el ruido de la puerta del patio, nos separamos, no hay problema.
Dios! Pero rápido, ¿si? Un poquito nomás. –Resopló Florencia.
La chica dejó el ipod en la mesa nuevamente, quedándose parada esperando recibir la apoyada de su hermano menor. Martín volvió a colocarse bien detrás de ella, volviendo a ensartarle la pija en el medio de las nalgas.
Empezó a moverse hacia atrás y adelante, con la pija chocando contra la calza. La tomó de las caderas a Florencia, y mientras se la cogía con la ropa puesta, le metió una mano bajo la remera, acariciándole el abdomen.
Ya a Florcha se le estaba humedeciendo la conchita mientras su hermanito se la apoyaba por atrás.
- No podes inclinarte un poco?-Preguntó Martín mientras seguía embistiéndola.
Florencia no contestó, solo actuó. Apoyó sus manos en la mesa y se inclinó un poco hacia delante, levantando el ojete para él, haciendo lo mismo que la noche del viernes.
Ya con mejor posición, Martín se puso aún más caliente viendo el orto de Florencia esperando a recibir su pija. Continuó ahora en esa pose cogiéndose a su hermana. Cada pijazo se lo daba en la parte baja de la cola, sintiendo los cachetes grandes y gordos de la chica.
Subió un poco su manito por la pancita de Florcha.
Flor, me dejas tocarte las tetas?
No!
Por encima del corpiño.. puedo?
No hermanito, y es mi última respuesta.-Respondió Florencia mientras sentía como su hermano tenía la pija dura y parada con cada apoyada fuerte que le daba.
Pensaba que ya era suficiente con que lo estaba dejando cogérsela en medio de la cocina..
Martín aceptó la negativa y aumentó la velocidad. Mientras seguían cogiendo con ropa, apareció Agustina por el pasillo, recién levantada, saliendo de su habitación.
Inmediatamente el chico la vió y se separó de Florcha, quedándose quieto. Florencia se acomodó poniéndose derecha de pie, tratando de hacer que no pasaba nada.
Agustina llegó a la cocina.. miró a los dos.
- Qué bien que la pasan acá! –Dijo acomodándose el pelo en un rodete.
Ninguno de los dos dijo nada.. se quedaron callados.
¿Qué pasa? Sigan! ¿Mamá salió? –Dijo Agustina mientras se preparaba algo en el mesón de la cocina.
No.. está en el patio.-Respondió Florcha.
¡¿En serio?!.. Ahh ustedes están a full! Se nota que les encantó lo que les enseñé.
Pará boluda… todo empezó con tu hermanito, que me insistió mucho! Yo no quería..-Dijo Florcha avergonzada.
Sí, claro… yo te vi re entregadita con la cola parada.. a mí no me engañas querida! –Dijo Agustina riéndose.
Florcha también se rió. Mientras Agustina preparaba el mate, les pidió a sus hermanos que continuaran.
- Bueno pero fíjate que mamá siga en el patio!-Le pidió Florencia.
Agustina fue hasta el lavadero, y avisó de que mamita seguía allí, ahora regando las plantas con una manguera.
Florencia entonces se puso nuevamente en posición, y Martín continuó con lo que estaba haciendo. Se la cogía con la ropa puesta, chocando su pija contra la parte baja del enorme ojete cubierto por la calza ajustada. Agustina los miraba mientras tomaba mate…
Tras unos achuchones rápidos más así, Agustina los detuvo.
- ¿Quieren que les enseñe otra pose?
Martín se detuvo, mientras Florcha se reincorporó. Ambos observaron con atención a su hermana mayor.
Agustina se sentó en una de las sillas, subió ambas piernas a la silla y las abrió. De esa manera estaba sentada en la silla con las piernas abiertas. El shortcito deportivo rojo que traía se le estiró un poco.
- Ponete acá hermanito.. –Le ordenó Agustina.
Martín aún con su miembro erecto bajo el pantalón, se colocó en frente de ella, viéndola a patas abiertas con el shortcito ajustándose a su figura. Que hermosos eran sus muslos desnudos.
- Ahora apóyame el pito acá, ¿podés? –Dijo Agustina señalándole su concha.
Martín se ajustó más cerca y presionó su verga sobre la vagina de su hermana a través del shortcito.
- Eso.. muy bien. Ahora empezá a cogerme, ¿si?
El muchacho trató de aprenderse la nueva forma de coger. Su hermana le indicó que se agarre de sus piernas, con las manos para sostenerse mejor. Ya así, fue comenzando con el bombeo sobre su hermana mayor.
¿Estás viendo, Flor?-Preguntó Agustina a su hermana.
Sí.
Martín le miró la cara a Agustina.. que linda estaba, con la cara un poco excitada y el rodete en el pelo!! Debajo de esa remera tenía las grandes tetas que ya había tocado (una).. y le estaba apoyando la pija parada por toda la concha, a piernas abiertas sentada en la silla.
Cada vez que le apretaba la pija contra ella, a Agustina el shortcito se le metía en la concha, porque estaba así nomás, sin bombacha debajo. Cuando llegó de fiesta el día anterior, se sacó todo y se durmió solo con ese short.
Ya se le notaba mucho la raja de la chocha marcada en el pantaloncito deportivo rojo, mientras su hermano se la apoyaba ahí. El chico lo notó, y ella también, porque ya sentía como la tela se le metía en la concha y se miró ahí.
¿No te molesta que se te meta?-Le preguntó Martín mientras seguía cogiéndola.
Un poco.. esperá que me lo acomodo. Es que no tengo nada abajo.
No tenés bombacha?
No.!
Martín se puso más caliente todavía al saber que solo el shortcito ajustado se interponía entre él y la conchita de su hermana mayor. Agustina se acomodó el pantaloncito de manera que no se le note la concha, cuando escucharon el ruido de la puerta del patio. Mamá ya había entrado!
Rápidamente y en un abrir y cerrar de ojos, Martín sacó su pija de la concha de Agustina y se separó, sentándose en una de las sillas ahí, tapándose la erección en el pantalón. Agustina cerró las piernas, y Florencia se quedó parada… por suerte mamá no los descubrió. Se detuvieron a tiempo.!
Su madre pasó hacia la cocina, y observó a sus tres hijos mirándola, quietos.
- ¿Qué les pasa? ¿Tengo algo?-Preguntó la madre mientras tomaba un vaso de agua.
Los tres hermanos no dijeron nada y siguieron como si nada pasaba. Ya una vez que la señora salió otra vez para el patio, los tres se miraron, y Agustina empezó a hablar:
Casi.
Que susto boluda! –Florcha.
Tras decir esto, sonó el ipod de Florencia. Sus amigas la llamaban para ir a tomar unos mates a la casa de una amiga. Revisó los msjes:
- Bueno, me voy.. me invitaron las chicas.
Florencia se calzó las zapatillas preparándose para irse. Martín, aún con la pija algo parada, le preguntó:
Flor.. antes de que te vayas, me das la bombacha?
¿Qué?... ¡¿Ahora?!
El chico respondió con la cabeza diciendo que sí.
La pobre de Florcha ya había mojado nuevamente la bombacha, primero por la cogida que le dio su hermano, y después por ver a Agustina y a él haciéndolo.
No podés esperar a que vuelva?
No aguanto! Estoy muy caliente ahora hermanita… quiero pajearme ya.
… Vos no vas a decir nada?-Florcha a Agustina
Qué querés que diga?-Respondió Agustina riéndose.
Florencia suspiró, resignándose.
Se quitó las zapatillas, y se puso de pie en un rincón de la cocina.
- Mirá para otro lado pendejo!
Martín se dio vuelta para no mirarla. Florcha se bajó la calza, se la quitó. Luego hizo lo propio con la bombachita. Se la sacó ahí en la cocina, quedándose desnuda. Su hermana Agustina la miraba. Enseguida se volvió a poner la calza gris ajustada, ahora sin nada debajo.
- Ya está.
Una vez vestida, le arrojó la bombacha roja húmeda a su hermano. La chica se calzó y se disponía a irse.
¿Vas a ir así?-Preguntó Agustina.
Como si vos nunca hubieras salido sin bombacha!-Le respondió Florencia.
Ambas se sonrieron sabiendo las veces que habían salido sin ropa interior. Florencia pasó por al lado de Agustina para irse, cuando ésta le dio una palmada en la cola. Finalmente se fue.
Quedaron solos Martín y Agustina. El chico parado con la prenda de Florcha en la mano, muy caliente. Miró a su hermana…
Bueno Agu.. voy al baño, a…
¿Por? ¿No querés que te vea?-Dijo Agustina sonriéndole.
Bueno, no…digo.. sí.. si vos querés…
¿Querés o no querés que te mire?
Sí quiero!
Ok, es que estoy aburrida! Pero querés que vayamos a mi pieza así no nos descubre mamá por si entra de imprevisto?
Dale!
Agustina se levantó y caminó hasta su habitación, con su hermano detrás de ella. Una vez ingresaron al cuarto de las chicas, Agustina cerró la puerta.
La ventana de la habitación daba al patio, por lo tanto Agustina abrió la ventana, corrió la cortina, y la dejó un poco abierta, para poder ver si mamá estaba en el patio o no. La vió allí y se sentó en su cama.
- Así podemos saber cuando viene mami. Sentate!
Martín se sentó en la cama de Florcha, en frente de Agustina.
El chico se bajó el pantalón y el bóxer hasta los tobillos, sacando a relucir su virilidad. Llevó su mano derecha a su miembro y se bajó el prepucio, dejando a la vista el glande brilloso por la excitación. Ya no le daba vergüenza mostrársela a su hermana. Que ella lo estuviera mirando, solo lo calentaba más.
Ah.. Agu.. te puedo preguntar algo?
Sí hermanito, decime.
¿Los chicos también se depilan acá?-Preguntó Martín señalándose el pubis.
Mmm… no sé. No creo.
Porque en los videos de Internet están todos depilados.
Bueno.. pero a vos te queda bien así, con pelitos. A parte tenés pocos todavía.
¿Vos te la depilás? –Volvió a preguntar el chico.
Sí.. prefiero no tener pelitos. Me gusta así.
Y Flor como la tiene? Porque en las bombachas de ella casi siempre hay algunos pelitos oscuros!
Jajaja. Sí.. Flor se los deja un poco.. cada tanto se los recorta pero no es de depilarse entera como yo.
A Martín le saltaba ligeramente la pija con la conversación, y esto Agustina lo notaba, que no dejaba de mirársela con atención.
El chico se puso algo de baba en la mano, y se la llevó a su miembro palpitante, para comenzar con la paja.
Dios!
Qué? Estás muy excitado?-Le preguntó su hermana.
Siii… no sabés como me calentó cogerte hace un rato… y encima saber que estás sin bombacha!
A Agustina la situación también la había calentado de a poco. Jugar con su hermano le gustaba.
Martín finalmente abrió la bombacha de Florcha y se la empezó a oler en la zona de la vagina. El olor a concha lo invadió nuevamente… se hacía la paja lenta, tratando de no venirse tan rápido. Su hermana mayor lo miraba hipnotizada.
Tras uno o dos minutos así, Agustina se inclinó a un costado para mirar por la ventana. Su madre seguía en el patio. Todo en orden.
Mientras continuaba pajeándose con la bombacha de Florcha en la cara, miró a su hermana y observó que se le marcaban ligeramente los pezones bajo la remera blanca. Se vislumbraban dos puntitas puntiagudas marcadas en la remera… el muchacho se detuvo, sacándose la bombacha de la cara y deteniendo la paja.
¿Estás sin corpiño?
Hey! ¿Cómo sabés? ¿Cómo te diste cuenta? –Respondió sorprendida Agustina tratando de mirarse los pechos.
Es que se te notan tus pezones!…
…Ahhh que boluda! Gracias por avisar… se me nota todo hoy!
O sea que estás sin bombacha ni corpiño…
Sí.. es que anoche cuando llegué me saqué todo, y me puse lo primero que encontré.. y bueno me levanté así.
La remera que traía Agustina era bastante suelta, y los pezones se le marcaban mal en la tela, con la redondez de sus tetas, estaba hermosa. Martín no podía parar de mirárselas.
Dios Agu…me encantan tus tetas.. las tenés re grandes!
Gracias hermanito.. me vas a hacer sonrojar!
Verle los pezones marcados en la tela a su hermana lo pusieron como un burro en celo. Se tocaba la pija con un par de dedos, subiendo y bajando el prepucio lentamente para no terminar.
No te enojás si te digo que quiero verte las tetas?
Jajaja no, no me enojo. Pero no te las voy a mostrar!
Ufaa… sos forra eh! A mi ya me viste la pija la otra noche y hoy!-Dijo Martín riéndose.
Jaja sí.. pero no es lo mismo! Aparte ya te di muchas tangas sin pedirte nada a cambio eh!
Bueno, eso sí.. ja. Aunque sea me dejás tocártelas así por encima de la remera como el otro día?
Bueeno..pero tocar no, acariciar! Está bien?
Ok.
Entendés la diferencia, ¿no? No quiero que me las toques y aprietes! Solo acariciar.
Sí, hermanita… ya te entendí!
Ah: y solamente me podés acariciar una sola teta!-Dijo Agustina también riéndose.
Martín se sacó las zapatillas y el pantalón, junto con el bóxer, quedándose desnudo de cintura para abajo. Se puso de pie aún con la bombachita de Flor en una mano, y se acercó hasta donde estaba sentada Agustina. Se quedó parado en frente de ella.
Me gustaría ver como hacés para ponerte toda la ropa rápido si viene mamá.-Agustina.
No pasa nada.-Martín.
Ambos miraron por la ventana, y su madre seguía allí.
Agustina permanecía sentada en su cama. Martín quedó parado en frente de su hermana a pocos centímetros, de manera que la pija erecta le quedaba a la altura de las tetas de su hermana mayor.
El chico hizo el gesto con su cara como pidiéndole permiso a Agustina para acariciarle la teta. La chica dijo que sí con la cabeza, y el muchacho llevó su mano derecha, con la que hace minutos se estaba haciendo la paja, a una de las tetas de su hermana encima de la remera. La apoyó con la palma abierta encima. Sintió el pezón durito sobresaliendo.. y la textura tan suave y a la vez firme de la teta grande. Impresionante. No podía creer que fuera tan lindo hacer esas cosas con las chicas.
Se la empezó a mover alrededor de toda la teta.. mientras Agustina disfrutaba, mirándole la pija bien de cerca, le parecía perfecta. La cara de la chica quedaba a la altura del abdomen de su hermano, con lo cual tenía la verga parada muy cerca suyo.
Siguió acariciándole la teta con su mano, cuando se dio cuenta de que su hermana le miraba la pija que daba saltitos todo el tiempo.
¿Querés tocármela?-Preguntó un ya extasiado Martín.
¿Estás loco?-Se sorprendió Agustina con la pregunta, sacándola del trance.
Si me dijiste que te gusta… ¿a tu novio le hacés la paja?
Mirá las preguntas que me hacés!
¿Que? No te vas a hacer la zonza ahora…
No me hago la zonza! Pero…
Dale! No mientas… seguro que le haces la paja a tu novio!
Bueno! A veces se la hago.. ¿y qué?-Confesó Agustina.
¿No te animás a hacérmela a mí?
¿Vos me estás pidiendo que yo te haga una paja? Pervertido!
Si se la haces a tu novio.. porque a tu hermanito no? Porfaa…-Rogaba Martín mientras no paraba de manosearle la teta a su hermana, notando el pezón cada vez más puntiagudo.
Con la conversación, y la acariciada de teta, Agustina se estaba poniendo cachonda como una zorra.
Dios! No me lo puedo creer. ¡¿Hacerte una paja?!-Agustina.
Dale.. aparte voy a acabar enseguida! Si estoy re caliente boluda…
Agustina no sabía que hacer. Su lado racional le decía que hacerle una paja a su hermano era ir demasiado lejos… pero estaba tan excitada mirando esa pija caliente que deseaba acariciarla, pajearla, y sacarle toda la leche posible…cerró los ojos y suspiró.
Está bien.. te voy hacer una paja.. pero va a ser la única vez en tu vida, ¿entendiste?
Siiii…gracias hermanita!!!... Te quiero mucho!
Jajaja… más vale que la disfrutes.
Mientras Martín le seguía acariciando la teta por encima de la remera, Agustina ya excitada y sintiendo la concha húmeda, alcanzó con su mano la pija de su hermano. Primero la tocó con un par de dedos, y enseguida la agarró entera como para empezar a pajearlo. La sintió dura como un fierro… y muy caliente! Muy muy calentita.
Ahhhhh dios!
¿Qué?
Es la primera vez que una chica me la toca! Que bien se siente!
Bueno.. avisá cuando te vengas, eh!
Sí.
Mientras con una mano le manoseaba una teta a su hermana, con la otra se llevó la bombacha de Flor a la cara para sentirle el olor. Agustina comenzó a pajearlo bien lento… con su delicada mano subiendo y bajando de su pija, que no daba más de placer. Las uñas pintadas de rojo clarito de su hermana sobresalían alrededor de su miembro… cuando la mano de ella subía y le tocaba el glande, se estremecía de placer.
¿Te gusta así? ¿o más rápido?
Así.. así! Podés ponerte un poco de babita?.. va a ser mejor.
Agustina le hizo caso y sacó la mano de la pija, se la llevó a la boca y escupió un poco de baba… volvió a la chota, agarrándola entera de nuevo, embardunándola toda con su baba.
Ahora la mano se le deslizaba muchísimo mejor… le estaba encantando hacerle la paja a su hermano, por más que no lo quería reconocer. Ya estaba muy excitada, y no paraba de sentir la manito traviesa del chico en su teta.
Martín trataba de aguantar como podía no acabar… sentir la mano de su hermana llena de su propia baba haciéndole la paja lenta era lo mejor que le había pasado jamás. Además continuaba sintiéndole el olor a concha a la bombacha de su otra hermana.
Tras un minuto así, Agustina empezó a notar que su mano ya no se deslizaba tan bien, y que el lubricante natural ya se estaba secando. Así que se volvió a llevar la mano para echarle mas baba.
Martín observaba todo, tenía la pija más gorda e hinchada de nunca, palpitante, con el glande rojizo a punto de estallar…y él tan excitado como ni siquiera se hubiera podido imaginar… entonces aprovechó para volver a intentar:
- Agu… ¿me mostrás las tetas? Porfa hermanita… quiero verte las tetas… quiero verte las tetas… levántate la remera un poquito..-Le decía Martín en tono bajo casi gimiendo, mientras aprovechaba para apretarle levemente el pezón con dos dedos!
Agustina cuando sintió su pezoncito apretado cerró los ojos y emitió un leve gemido. Toda la situación… el pendejo había logrado excitarla hasta tal punto de volver a tener la conchita bien mojada y caliente como la otra noche… su novio no la ponía así ni de milagro!
No pudo resistirse más, y cedió. Con la mano que tenía libre, se agarró la remera de abajo y se la fue subiendo hasta sus pechos. La levantó más, dejando sus tetas al aire, y la remera arriba de ellas.
Inmediatamente Martín observó de lleno las tetas de su hermana. Eran como se las imaginaba: grandes, redondas, firmes y suave al tacto… los pezones en ese momento los tenía re paraditos y puntiagudos, eran de un color rosa fuerte… se veían deliciosos.
- Que hermosas… que hermosas tetas hermanita.. ¿puedo acariciarte?
La chica asintió con la cabeza, cuando así con las tetas al aire, se puso más babita en la mano, y la llevó nuevamente a la pija del muchacho. Mientras le hacía la paja, ahora el chico le acariciaba la teta directamente piel a piel. Que locura, le estaba tocando el sonrosado pezón directamente… estaba tan durito! Con el resto de la mano luego se la pasaba toda por la teta sintiéndola entera en la mano…se la manoseo toda.
Agustina se calentó tanto que ya con la mano llena de baba en la pija de su hermano, lo siguió pajeando, esta vez un poco más rápido. El chico empezó a sentir que no podía más.
Ahhhhhhh… voy a acabar, hermanita.!
Dame la bombacha.-Le pidió Agustina.
Martín sacó la bombacha de Florencia de su cara, y se la dio a su hermana. Agustina agarró la bombachita, y la sostenía a pocos centímetros de la punta del glande de su hermano, para llenarla de leche, mientras que con la otra mano lo pajeaba.
La chica empezó a sentir el tronco del chico tensarse… en ese momento lo pajeó más rápido, y el semen comenzó a salir… Agustina le estrujaba la pija para sacarle toda la leche mientras el líquido espeso y caliente caía sobre la bombacha de Flor que ella misma sostenía en su otra mano.
- Ahhhhhhhhhhhhhh… mmmhhhh!!!!!!!!
Martín no pudo contenerse un gran gemido mientras su hermana le ordeñaba la pija y él le tocaba la teta. El semen no paraba de salir, llenando la bombacha y la mano de Agustina de esperma…
Una vez que no salía más, Agustina la apretó por última vez en el glande, y la sacudió. Sintió toda la leche calentita de su hermano caer en la bombacha y en su mano… estaba muerta de placer.
Le cubrió el glande subiéndole el prepucio, y retiró la mano de esa verga llena de su baba. Miró su otra mano, donde tenía la bombacha roja de Flor, ahora repleta de semen. Con uno de sus dedos, juntó semen de la bombacha y se lo metió en la boca, saboreándolo.
No era tanto el sabor lo que le gustaba, sino sentir la leche bien calentita. Y más le gustaba probarla porque ella misma le había sacado la leche, haciéndole la paja. La ponía loquita de placer… excitadísima.
Martín la miraba mientras la pija se le bajaba lentamente luego de la explosión de placer. Agustina seguía a lo suyo sin decir nada, juntando semen de la bombacha y metiéndoselo en la boca, chupándose el dedo. Lo saboreaba y se lo tragaba. Quería comer lo que pudiera antes de que se enfriara.
En un ademán por no desperdiciar nada, la chica juntó dos deditos y los pasó por la parte de la bombacha donde había más lechita espesa, juntando esta vez una “porción” considerable… abrió la boca y se metió todo, el semen y los dos dedos… los sacó de la boca chupándolos, pasándoles la lengua, y se tragó el esperma.
¡Qué rico! Me encanta tu semen hermanito! Lástima que ya se enfrió.-Dijo Agustina, ya poniéndose de pie.
Que bueno que te guste… si querés la próxima te puedo acabar en la boca!
Agustina lo fulminó con la mirada.
Jajaja es broma boluda!
Sí… dale vestite antes de que mamá nos vea y nos eche de esta casa.
Martín se puso el bóxer, el pantalón, y las zapatillas. Agustina se bajó la remera, tapándose las tetas, se puso de pie y se aprestaba a salir de la habitación. Cuando dio los primeros pasos, sintió la concha tan mojadita y viscosa que no podía esperar a masturbarse. La tenía a punto caramelo, llena de ‘miel’ vaginal.
Bueno, pendejo sucio… voy a meter esto al lavarropas.. después me voy a bañar.
Ok… ¿estás caliente Agus?
Sí!… por eso tengo los pezones tan paraditos…
¿Te vas a hacer una paja ahora?-Le preguntó su hermano.
Sí, jaja…me voy a hacer una paja, estoy excitadísima.!-Respondió Agustina.
¿Me mostrás la concha?-Preguntó Martín riéndose.
Jajaja…
La chica se rió y le hizo el gesto de ‘fuck you’ con el dedo mientras salía de la habitación.
Tras tirar la bombacha llena de semen en el lavarropas, se metió al baño, se sacó la remera y el shortcito, y se quedó parada apoyándose de espaldas en la pared, desnuda. En momentos como ese le encantaba sentirse tan puta … el morbo con su hermano la ponía como una perra. Llevó una mano al clítoris y la otra a la concha. Mientras se masajeaba el clítoris, se metió un dedito en la concha toda viscosa, llenándolo de flujo.. estaba tan mojada! Trató de revivir lo que fue hacerle la paja a su hermano, como le salía la leche mientras ella lo ordeñaba, y como el pendejo le manoseaba la teta… se clavó otro dedo, y se cogió así rápido la conchita con sus deditos, mientras se frotaba el clítoris. Cuando acabó, le temblaron las piernas, y se fue cayendo al piso deslizándose lentamente por la pared…con los dedos enterrados en la chocha hinchadita y excitada. Permaneció unos minutos así a patitas abiertas en el suelo del baño, relajada. Luego se metió a ducharse.
Continuará…