Hermanas e hijos (2)

Continua la historia.

Hermanas e hijos (2)

Al despertar el sábado sentí que había pasado la mejor noche de mi vida, aun no asimilaba la realidad y no tenia claro si había sido un sueño todo lo pasado durante la noche, como tantos otros sueños que había tenido antes. Lo único que notaba diferente era el fuerte olor a semen y jugos vaginales, mas las manchas de las sabanas. Tenía miedo de levantarme y despertar de pronto con mi realidad, con mi madre tierna y alegre, pero distante de toda relación sexual, con mí día a día sin pena ni gloria.

Me atreví a levantarme y me dirigí al baño donde tome una ducha fría, como me gustan, después de cada venida. Me puse un pantaloncillo tipo bóxer y una camiseta y me dirigí al ante comedor.

Nuestra casa no es lujosa pero contamos con sala, comedor, dos recamaras, un estudio y la cocina con ante comedor, al bajar las escaleras y pasar frente a la puerta del estudio la vi a ella. Traía un pantaloncillo elástico y diminuto que le dejaban ver las nalgas y una camiseta de las mías remangada debajo de las tetas, que se notaban duras y erectas. Estaba recargada sobre el escritorio revisando unos papeles absorta en ellos, al verla así sentí una punzada en el corazón, era la primera vez que mi madre se vestía así en la casa ante mi, nunca la había visto tan sexy y menos en esas horas de la mañana. Me acerque a ella y al escuchar mis pasos se volteo a verme << ¡Dios que hermosa es!>> con una sonrisa entre picara y cómplice. Se acerco a mi y pego su cuerpo al mío, echando sus brazos a mi cuello y dándome un beso en la boca. Un beso tierno y sensual que alargamos casi más de un minuto. Nuestras lenguas se buscaron con ardor y trasegamos nuestra saliva de boca a boca. Un beso de amantes.

-¿Qué tal dormiste mi vida?

-Como un rey ¿Y tú?

-Como una diosa.

-Pues le vamos a cambiar el nombre a la recamara y le pondremos el cielo.

-¿Quieres desayunar?

-Claro que si, el ejercicio da hambre.

Se dirigió a la cocina y preparo unos hot-cakes para los dos y nos sentamos juntos a desayunar, después de terminar nos fuimos al estudio y nos sentamos en los sillones que hay ahí.

-Mi amor, nunca había sido tan feliz, nunca había disfrutado tanto como anoche, nunca se habían despertado en mi deseos que yo pensé que jamás tendría, pero tenemos que poner reglas a esto que esta sucediendo.

-Para mi solo existe una regla; te amo y a partir de ahora soy tu hombre y tu mi mujer, no estoy dispuesto a compartirte con nadie y no quiero estar con nadie mas.

-Yo también mi amor, solo te deseo a ti; pero te llevo 18 años y tú querrás tener hijos, una esposa, en fin, una vida normal como todo mundo. Yo te quisiera solo para mí, pero cuando llegue el momento quiero que te sientas tranquilo de hacer tu vida.

-Bueno, cuando llegue ya veremos, pero por ahora no quiero nada más que a ti.

-Bueno, también quiero que sepas que estoy dispuesta a probarlo todo, a no detenerme en nada para complacerte, a disfrutar lo más prohibido o lo más sucio. A ser tu esclava sexual cada vez que lo desees.

-No quiero que te olvides de la tierna y amantísima madre que siempre has sido, quiero seguir amándote como mi madre que eres, a la vez como mi mujer.

-Así será mi vida, así será.

-¿Qué te parece si continuamos con tu entrenamiento?

-Me parece fabuloso mi vida.

Me acerque a ella, le pase un brazo por encima del hombro y mi otra mano se dirigió a su entre pierna, acariciando su raja por arriba, metí mis dedos entre su pantaloncillo y le metí un dedo en la vagina, lo que la hizo reaccionar de inmediato llenando de humedad mi mano, nuestras bocas se unieron en un beso sensual y delicioso y ella llevo su mano a mi pantaloncillo, bajándolo y liberando mi pene que ya estaba en su máxima extensión, le quite la camiseta y empecé a mamarle las tetas lo que le provoco un rápido orgasmo, la deje un rato que se repusiera y después la atraje con mi mano hacia mi entre pierna. Ella entendió lo que yo quería, me sonrió y llevo su boca a mi verga, se la metió poco a poco venciendo sus ascos y empezó a mamármela mientras que con una mano me la puñeteaba.

-¡Uggg mamita, esto es la gloria! Que rico me la mamas, nunca nadie me ha hecho gozar así.

-¡gluuup, ploog,glaaaap!- solo salían sonidos incoherentes de su garganta ocupada por mi verga.

-¡Si mamita ya se que tu también lo estas gozando! Ufff, que rica mamada, la mejor de mi vida…..así….despacito mami…….métetela toda en la boca……disfrútala tu también.

Ella siguió mamándomela sin detenerse a pesar de que comenzaban a salir mis líquidos, yo esperaba que en cualquier momento se safara de la verga, pero sucedió todo lo contrario, continuo chapándomela con pasión.

-¡Ufff…me voy a venir mamita….ya no aguanto mas…..tengo la leche en la punta!

Recibió el primer chorro de semen en su boca y no hizo por quitarse, a pesar que mucha leche escurrió por la comisura de sus labios, alcanzo a tomarse una buena cantidad.

-¡Que bárbara, has estado maravillosa, nunca había gozado tanto!

-Tiene un sabor fuerte pero me acostumbrare a el, es mas, creo que ya me empezó a gustar.

Para corresponderle le metí dos dedos en la vagina y la masturbe un buen rato, le mame la raja y le bese el culo, lo que le gusto mucho y le provoque tres orgasmos más, quedando agotada.

-¿Qué vas a hacer ahorita, vas a salir a la calle?

-Ni loco mami, de ti no me separo para nada.

Pasamos un día delicioso, me hizo de comer y volvió a ser la madre tierna y cariñosa que tanto me gustaba. Vimos televisión juntos y platicamos de nuestras cosas. A ella el gustaba que le contara mis aventuras sexuales y la ponían cachonda, a mi me gustaba que me acariciara y me apapachara como mi mamita que es. Como era sábado vimos el fútbol en la tarde y cenamos temprano y así llego la hora de ir a dormir. Lógicamente que nos acostamos desnudos y empezamos a acariciarnos con ternura, al poco tiempo ella me dijo.

-Te prometí que lo haríamos todo y creo que es momento de que me rompas el culo, mis amigas me dicen que al principio duele mucho, pero después se acostumbran y no solo lo disfrutan, si no que si no les dan por el culo, es como si no hubieran cogido.

-Mamita, no te sientas obligada a hacerlo, yo sabré esperar al mejor momento para que no te pongas nerviosa.

-¿Nerviosa yo? Al contrario mi amor, estoy deseosa. Quiero probarlo y disfrutarlo como todas las mujeres lo hacen con sus machos.

La coloque boca abajo y le puse dos almohadas bajo la cadera, su culo quedo levantado y no pude evitar empezar a besárselo, lo lamí e intente meterle la punta de la lengua lo que le provoco un inmenso placer.

-¡Que delicia mi amor, nunca había sentido algo semejante!

-Y yo nunca le había besado y lamido el culo a nadie, pero estas tan rica que no puedo evitarlo.

Sentí que con la caricia relajaba el culito, por lo que se lo ensalive bien y le introduje un poco del dedo índice.

-¿Quieres que te ponga cremita?

-No mi amor, quiero sentirlo en vivo desde el principio, quiero que me lo rompas como a una puta cualquiera.

-Tú serás mi puta y mi todo, mi reina, mi dueña, mi amor y mi madre.

-Si mi vida, seré lo que tu quieras, pero por favor ya métemela que lo deseo mucho.

Coloque la punta de mi verga a la entrada de su culo y empuje poco a poco, primero entro la cabeza rompiendo el esfínter y ella no pudo evitar un quejido.

-Ayyy, despacio que soy nueva.

-¿Te lastime mi amor?

-No mi vida, solo que es la primera vez y me da algo de miedo.

Continué introduciéndola un poco más y sentí una sensación deliciosa. Era la quinta o sexta vez que enculaba una mujer pero ninguna como ella, con esa suavidad y ternura, con esa sensación de estreches que casi me dolía la verga, con ese amor que sentíamos al hacerlo. Fue demasiado para mi y no pude evitar tener un orgasmo a media introducción y aunque trate de evitarlo descargué una buena cantidad de semen adentro de su ano.

-Perdóname mami pero no pude evitarlo, fue más fuerte que yo, te disfruto tanto que no pude contenerme.

-No importa hijo, al contrario tu semen me hace sentir una sensación de alivio y me gusto que me lo echaras adentro.

Como la verga no se me había bajado totalmente, pues el orgasmo fue corto y el estar dentro de su culo me tenia muy excitado, empuje un poco mas, entrando todo en su culito, ella empezó a sentir sensaciones de placer y respondió moviendo sus hermosas nalgas contra mi pelvis, lo que hizo que la verga recuperara toda su dureza y tamaño dentro de ella.

-¡Es inmensa mi amor, que dura la tienes!

-Toda para ti mamita, solo tuya.

-La estoy gozando mucho, siento muy rico.

-Yo también mi reina.

Pase una mano por delante de ella y comencé a acariciarle el clítoris lo que la puso loca.

-¡Me vuelves loca mi amor….agggg……no aguanto tanto placer……..me estoy viniendo……..la puta de tu madre se esta viniendo……..con la verga de su hijo en el culo………ufff……no se si cagarme o venirme…….me muero!

-¡Yo también mami…..me voy a venir…….dos venidas en tu culo…..en la primer cogida…….nadie me ha hecho gozar así….te amo….mi putita.

Estallamos los dos juntos, fue como si la tierra desapareciera y solo estuviéramos los dos, si cogérmela la noche anterior había sido maravilloso, encularla ahora era divino. Perdimos la noción de todo y quedamos exhaustos sobre la cama, no supimos cuanto tiempo pasamos disfrutando el momento, tal vez cinco minutos o una hora, poco a poco mi verga fue saliendo de su culo y todavía manche sus nalgas con algo de leche, ella no expulso nada de mi semen por su ano, lo que me demostraba lo apretada que estaba de su culito. A media noche ella se volteo de frente a mí y abrazados continuamos hasta el otro día.

Toda esa semana fue maravillosa, nos la pasamos haciendo el amor a todas horas, nos salíamos de clases en cualquier oportunidad para irnos a casa y hacernos el amor. Tuvimos que inventar que teníamos problemas familiares para tener pretexto para irnos a casa a disfrutar nuestro amor. Durante el día lo hacíamos por la raja y la boca y en las noches la enculaba, pues a ella cada vez le gustaba más. Así llegamos al siguiente viernes para cumplir nuestra primera semana de amantes, en la mañana antes de irnos a la Universidad me dijo.

-Amor, hoy voy a hacer unas compras pues vamos a invitar a tu tía Gabriela y tu primo Rafa a cenar.

-¿Y eso, me vas a tener todo el día sin ti?

Ya veras como la recompensa será mayor.

-Bueno, nada mas por que tu lo dices, ya sabes que la practica hace al maestro y vamos muy bien y no quiero perder ninguna clase, pero de amor.

Ese día nos reunimos en la tarde, aparte de la comida para la cena mi madre había comprado otros objetos, pero eso lo relatare en otro momento.

Pacosuarez