Hermanas de ensueño!

La conoci en el chat... me invito a su casa y no pense que me levantaria a ella y su hermana...QUE SUERTE LA MIA!.

HERMANAS DE ENSUEÑO

Una tarde entre a buscar cualquier cosa en el Internet. No sabia que hacer exactamente solo quería matar el rato. Así que entre a una sala del chat y empecé a conversar con una chica. Se llamaba Cecilia y vivía como a una hora de mi casa.

Conversamos largo rato y solo quedamos en conectarnos otra vez.

Y así sucedió, la volví a encontrar y volvimos a conversar largo rato pero esta vez le pedí que me diera su teléfono... ella me lo dio pero no solo eso ya que también me dio su dirección diciéndome que la vaya a ver por la tarde. No me negué y le dije que iría. No me fue tan difícil llegar a su casa pues conocía un poco la zona, toque la puerta y salió una chica alta, delgada pero de buen cuerpo, tenia un polito blanco casi transparente pues se dejaba ver su brasier rojo. Tenia unos pechos espectaculares y redonditos.

Estaba con una falda súper corta, dejaba ver su ombligo y también la forma de sus muslos. La mire a los ojos y le pregunte si era Cecilia, ella me dijo que no, que su hermana estaba arriba en su cuarto. Me invito a pasar y me senté en el sillón.

No podía despegar mi mirada de aquella chica, se dio la vuelta y vi que tenia un hermoso trasero que a pesar de usar falda se notaba espectacularmente. Yo solo quería que Cecilia sea igual o mejor que su tremenda hermana.

La chica volvió trayéndome un vaso de jugo de naranja. Se sentó al frente mío y me pregunto hace cuanto la conocía a Cecilia. Yo ni caso le hice a su pregunta pues me quede viendo desvergonzadamente aquellas deliciosas piernas que tenia al frente mío. Ella se dio cuenta y maliciosamente las cruzo una encima de la otra, y me volvió a repetir la pregunta.

Yo titubeando le respondí: "da...da...David" .

Ella sonrió coquetamente, me pareció que se había dado cuenta que ella me excitaba con locura. Y me dijo:"eso no fue mi pregunta precioso" Entonces le pregunte cuál era su nombre, y me dijo que se llamaba Helen. Ella tenia 24 años por lo tanto era mayor por un año que Cecilia. Cuando de pronto sentí unos pasos que bajaban por las escaleras, mire hacia allí y vi bajar a Cecilia, Era casi del tamaño de su hermana mayor, un poco mas gruesita, pero igual de hermosa que Helen. Tenia puesto una camisa ceñida a su cuerpo que dejaba ver tremendos senos, los más bellos que haya visto, puedo decir que eran mejores al de su hermana. Tenia un pantalón azul que le formaba sus piernas contorneadas y resaltaban sus deliciosas nalgas, era una ricura. Tenia unos ojos color café y un cabello lacio y castaño que adornaban su rostro.

Se acerco y me dio un beso en la mejilla, "Tu debes ser David no?", le dije que sí. "Mucho gusto" me contesto y se sentó al costado de su hermana.

Era maravilloso tener dos bellezas frente a mí... era estupendo y excitante.

Conversamos largo rato los tres, en eso Helen me pregunta si quería tomar un poco de un trago que su papa tenia guardado. Yo le conteste que sí. Ella se levantó y se fue al bar de su casa, no pude dejar de no verla, era un monumento de mujer, con solo verla caminar y menear ese delicioso trasero ya tenia la pieza dura como un fierro. Cecilia se dio cuenta y me dijo "te gusta mi hermana"... yo le dije que sí, que tenia una hermana muy bella, pero que ella no se quedaba atrás. Helen trajo el trago y empezamos a beber toda la botella, yo ya me estaba empezando a sentir un poco mareado y note que las hermanas ya estaban un poco sazonadas también. Aproveche ese momento y les platee un juego, el de la "botella borracha", estoy seguro que muchos de los lectores lo habrán jugado alguna vez en su vida.

Pues bien, empecé por girar la botella y a poner castigos a quien le tocara.

El primer castigo fue para Cecilia, le dije que se desabotonara la blusa. Ella se rió y enseguida se levanto y se empezó a sacar de una forma sensual la prenda. Yo ya estaba encendido al ver como quedaban al descubierto esas dos voluptuosidades llamadas tetas, que parecían iban a reventar el brasier que los sujetaba.

El siguiente turno fue para Helen, le pedí que se sacara el polito que tanta morbosidad me provocaba en mi mente. Ella sin titubeo se lo sacó y pude ver al fin esos dos montes paraditos y erectos que aun se ocultaban bajo ese sostén rojo.

Cuando me toco el turno a mí, ellas se decían al oído algo... note que tramaban algo, que les gustaba el juego tanto como a mí. Cuando Cecilia me dice "David sácate el pantalón".

Les dije que no llevaba calzoncillo, y Helen me dijo "no importa, igual sácatelo"

Me asombro su descaro y a la vez me gusto. Me levante y empecé a sacármelo, vi como ellas sonreían coquetamente y como se concentraban en ver mi pieza que estaba mas dura que un fierro.

Gire la botella y el castigo ahora era para Cecilia. Sin pensarlo dos veces le dije a Cecilia que me lo chupara. Ella se levantó la cogió con una mano y se la metió a la boca. No saben con que dulzura lo hacia, pasaba su lengua por toda mi pieza, se la metía toda hasta atragantarse para luego sacársela, la meneaba con su mano mientras que con la otra se empezaba a sobarse los senos.

Vi que Helen se había metido la mano dentro de su falda y se estaba masturbando. Movía su mano y se mordía los labios mientras miraba lo que su hermana hacia con mi pene.

Estire mi brazo hacia ella y le dije que se acercara, ella se levanto se acerco hacia mí y se subió al sillón, se puso encima mío de tal manera que toda su concha estaba frente a mi cara. empecé por besarle la concha por encima de su calzoncito de color celeste.

Luego con mis dedos aparté su prenda hacia un costado para descubrir aquella concha rosada y deliciosa, le empecé a pasar mi lengua por toda su vagina, separaba sus labios vaginales con mis dedos en introducía mi lengua en aquella cavidad excitante. Ella se retorcía y soltaba pequeños gemidos, yo le chupaba el clítoris y se lo lamía mientras su hermana me lo seguía chupando, que ya parecía que me iba a correr en su cara.

De pronto Cecilia me la deja de chupar y se sienta encima de mí, y se lo introduce en su concha toda mi pinga dura. Sentí que esa bendita vagina estaba caliente de placer, estaba súper mojada que entro sin hacer el menor esfuerzo. Empezó a moverse de arriba a hacia abajo, de atrás para adelante. Cuando en eso ella le levanta la falda a su hermana Helen y le empieza a lamer el ano. Era espectacular, asombroso e increíble estar viviendo eso, me estaba cogiendo a dos hermanas que estaban buenazas.

Cecilia saltaba encima mío mientras ella y yo le lamíamos la entrepierna a su hermana Helen, de rato en rato nos besábamos y de nuevo le hacíamos una sopa a su hermana.

Helen ya no podía mas, era demasiado el placer que seguramente sentía que empezó a dar convulsiones y a jalarme de los pelos, moviendo circularmente su trasero... estaba teniendo un profundo orgasmo.

Cecilia se levanta y le dice a su hermana que le tocaba el turno a ella. La puse a Helen en el lugar y de la misma forma que estaba sentado yo, mientras que Cecilia le ponía la concha en la cara a su hermana para que se lo lamiera. Yo le levante las piernas a Helen, le saque el calzón y le levante su faldita para penetrar aquella conchita tan dulce y apretada que tenia.

Mi pene entro con un poco de dificultad ya que Helen a comparación de su hermana era un poco mas estrecha, pero no tardo su vagina en acoplarse y a acostumbrase a mi pieza dura y gruesa que la bombeaba con fuerza.

Ahora Helen y yo le lamíamos la concha y el ano respectivamente a su hermana Cecilia.

Cecilia tenia un ano espectacular, a pesar de ser la menor parecía tener mucha mas experiencia que su hermana mayor. Pues se movía al compás de las lamidas y gemía con placer, era una loba, una perra insaciable.

Yo solo me preocupaba en bombear aquella vagina deliciosa de Helen y de lamer ese ano tan rico que tenia la menor.

De pronto Helen empezó a gritar con mas fuerza, eso hizo que me excitara demasiado, sabia que Helen tendría en cualquier momento un orgasmo.

Yo ya me venia mientras Helen aullaba como una animal, como una perra en celo. Y de pronto dejo de lamerle a su hermana y a contorsionarse de placer.

Yo ya me venia y les dije que se sentaran, me hicieron caso y acerque mi pinga a sus caras cuando en ese preciso instante descargué todo mi semen en las caras de ellas.

Ella se peleaban por lamérmelo y chuparse todo el jugo que tanto les gustaba, se besaban mutuamente para tragarse la leche que tenían en sus labios y en sus mejillas, se pasaban la lengua por el cuello para no dejar que se caiga ni chorree siquiera una gota de tan delicioso néctar.

Cuando nos calmamos, ellas se vistieron y yo ya debía de irme, me acompañaron a la puerta y me dijeron que podía ir todas las tardes a verlas, ya que a esa hora sus padres no están.

Hasta ahora sigo yendo a verlas a su casa y seguimos teniendo varias orgías, a veces llevo unos amigos y ellas se portan bien con mis amigos... son unas hermanas de ensueño!