Hermanas

Breve relato de dos hermanas fascinadas por el dolor y la humillación entregadas voluntariamente a un Ama

Hermanas

Keri y Anna se esforzaron pero debieron haberlo hecho mucho más... Ambas sabían que el castigo sería severo si su Ama no hubiera estado contenta con ello.

Sus rostros mostraban un rubor rojo de vergüenza mientras lamían los pies de su Ama... Estaban arrodilladas frente a ella, con las manos atadas a sus espaldas… De vez en cuando una de ellas echaba un vistazo a la otra y gemía suavemente, excitada por ello.

Su Ama sabía que sus jugos fluían libremente en momentos como estos… Y Keri y Anna sabían que ella también lo sabía… Era parte de su humillación especial... Keri y Anna compartieron todo porque eran hermanas.

Se habían convertido en esclavas hace algún tiempo… A su Ama le costó una larga tarde con el bastón en la mano para que admitieran que debían obedecerle en todo… A pesar de que no eran gemelas idénticas, se parecían de una manera sorprendente.

Su Ama las había cambiado... Ambos ansiaban dolor y humillación desde el principio… La primera noche que se arrodillaron frente a su Ama, ella decidió que Anna sería quien sufriera dolor y Keri, humillación… Pero podría haber sido al revés… Su Ama disfrutó de las miradas que Keri le daba a su hermana cuando esta sufria dolor mientras era torturada y viceversa cuando Keri era humillada.

El primer cambio que les hizo fue hacerles perforaciones en los labios de su coño… No tanto por el aspecto sino por mantener sus coños cerrados con candados para los cuales ella guardaba las únicas llaves.

Si alguna de ellas necesitaba que se los quitara, tenían que ganárselo y ganárselo de la manera difícil.

Todas las mañanas cada una de ellas tenía que poner los labios en el coño de la otra y beber su orina… Ambas llevaban tapones de tamaño mediano en el culo y, si una de los dos necesita cagar, la otra tenía que mantener el tapón en la boca hasta que terminase y limpiarlo.

El cuerpo de Anna no se parecía en nada desde la primera vez que se sometió a su Ama... Su cuerpo estaba casi constantemente cubierto de verdugones, los viejos reemplazados por otros nuevos antes de que pudieran desvanecerse… Sus pezones y su clítoris se habían agrandado por el entrenamiento continuo con pesas y con los  dispositivos de succión y los labios internos de su coño ya colgaban entre sus muslos.

Sin embargo, Keri todavía parecía estar casi igual que el día en que se sometió por primera vez a su Ama, sólo que su comportamiento había cambiado… Había pasado tanto tiempo a cuatro patas que le parecía extraño caminar cómo lo hizo siempre.

Esta noche su Ama le puso a Keri una capucha de cuero en la cabeza con agujeros para los ojos y la boca… Una chaqueta recta de cuero la sujetaba con fuerza, ya que tenía que arrodillarse y ver a su hermana retorcerse de dolor mientras su Ama la golpeaba su cuerpo con un látigo de caballo.

El cuerpo de Anna absorbió el dolor como una esponja y su Ama sabía que si le permitía una serie de orgasmos, estos serían tremendos… Seguía pensando si debía concederle ese favor... Pero al final, después de pegarle mucho, se lo permitió como recompensa… Le resulto divertido hacerla correrse con su hermana observando, pues a esta no se le ha permitido llegar al orgasmo desde hace ya diez semanas y estaba desesperada por lograrlo.

Su Ama no siempre tenía tiempo para tratar con ellas durante la semana, por lo que tuvieron que completar las tareas que les ordenaba mientras estaban solas.

Anna tenía que soportar fuertes paliza en su coño por parte de su hermana todos los días y además tenía que recibir un enema con su orina y la de su hermana… Después de todo el tiempo, todavía eran reacias a hacerse cosas entre ellas… Aún así, la resistencia habría sido inútil y eso era parte del entretenimiento de su Ama.

Al final del día, ambas entraban en la ducha y Keri sacaba el tapón del culo de su hermana y le lamía el orificio anal... No era una sorpresa que Anna tardara menos de diez minutos perder el control… El contenido de sus intestinos surgía de su culo y fluía sobre la cabeza y el cuerpo de Keri… Y Keri pasaba la noche encadenada en la ducha y acostada en la inmundicia expulsada por su hermana… Una gran humillación.

Aunque Anna fallaba en soportar el dolor que le causaba su Ama, esta decidió que le chupara su coño mientras Keri le lamia su culo… Esa era su vida en esclavitud.

Y también Keri tuvo que soportar vergüenza y humillación por parte de su Ama al ver a su hermana siendo follada por ésta con un enorme consolador... Previamente había visto el coño de su hermana justo enfrente de su cara mientras sus propios jugos comenzaron a salir de su hambriento coño.

Por supuesto, ella tendría que lamer los jugos de su Ama, de Anna y limpiar con la lengua el pollón que su Ama utilizaba para joder a Anna.

Y si bien su Ama se sintió tentada a dejarla correrse, tal vez haciéndola masturbarse frente a ella o ser atendida oralmente por su hermana, al final decidió hacerla esperar un par de semanas más… Qué sufriera más y así seguro que se entregaría todavía con más ansias.

F I N