Hermana molesta_I

Mi hermana pequeña, practicamente me acosaba y no me deja en paz. Todo se salia de la normalidad

Mi hermana siempre ha sido una pesada y molesta, por lo menos conmigo.

Siempre está en mi habitación, jodiendome la marrana, entra sin llamar, coge mis cosas y está más tiempo en mi habitación, que en la suya.

Me llamo Luis y tengo 18 años, soy de complexión fuerte, hago ejercicio y mido 1,80 de altura, pelo oscuro, formando se podría decir, ya que soy bastante fuerte y ancho de espaldas.

Mi hermana Esther, tiene 16 años, siempre ha sido muy apegada a mí, hasta el punto de ser acoso. Se mete en mi cama, cuando estoy duchándome entra al baño, sin importarle si estoy usándolo o no.

Como os decía llegaba a un punto en el que parecía acoso, cuando mi madre me preguntaba por alguna chica ella siempre estaba atenta a ver que decía.

Mis padres veían su comportamiento como algo inocente, pero mi hermana cada vez iba a mas, hasta tal punto que poco a poco, hasta yo lo veía como algo normal.

Por lo general no hemos llegado a mas, pero yo creo que por que ella, no ha sabido que hacer o decir, yo tampoco he tenido todavía experiencias con mujeres, salvo de el típico sobeteo y besos.

Una noche estaba jugando con la consola cuando entro Esther en mi habitación y empezó su acoso.

  • Luis que haces?

  • Mujer no lo ves?, estoy jugando.

  • ¿Puedo jugar contigo?

  • no, vete a hablar con tus amigas y déjame en paz- de inmediato le cambio la cara y puso gesto de empezar a llorar

  • eres malo! - y se tiro sobre mi espalda, para molestarme, después de la primera impresión, ya que al estar de espaldas no la vi venir, pude notar que no llevaba sujetador y notaba sus firmes pechos. Pequeños todavía para su complexión, pero muy firmes por lo que apreciaba.

Ahora que lo pienso no os es descrito como es mi hermana.

Es una chica muy vivaz, de unos 1,60 de altura, pelo oscuro y largo hasta la mitad de la espalda, piel bastante blanca, nunca le ha gustado tomar el sol ni estar morena. Ya marca algunas curvas, sus caderas  y trasero firme. Sus pechos como os decía, no son muy grandes, pero , supongo que por su juventud, los notaba muy firmes, por mi casa apenas usa sujetador.

Tiene unos labios, finos y delgados, una boquita estrecha y grandes ojos azules.

Como yo también hace deporte, ella practica gimnasia rítmica y en verano algo de natación. Por lo que está bastante delgada. Supongo que si no cambia, destrozara muchos corazones y algunas pollas.

Pues ahí estaba yo, con mi hermana colgada de mi cuellos y pegada a mi espalda, con su cara a la altura de mi oreja izquierda.

Intentaba seguir jugando ignorándola, esa estrategia me solía funcionar, pero esta vez, no había forma, hasta que perdí, y me mataron.

  • ¿qué quieres?

  • jugar contigo- me dijo poniendo morros.

  • ok, coge otro mando- suspire.

Ella venia con una camisón y estaba en bragas, por lo que la rato de esta jugando, me comenta que tiene frio en la espalda y lo siguiente que hace es sentarse entre mis piernas.

  • así no tendré fría la espalda- me comenta con una sonrisa picara.

Se sentó entre mis piernas, tuve que poner mis brazos alrededor de sus costados y delante de su tripa. Claro está, entre la holgura de su camisón, que no llevaba sujetar, veía sus pechos, que estaban totalmente libres, con lo que se me iban los ojos, cada vez que miraba hacia mi mando, o ella se movía.

Y paso lo inevitable, me empecé a empalmar. Debo decir que mi miembro mide unos 23 cm, por lo que imaginaos que no podía disimular mi polla. En ese momento solo llevaba un chándal y lo ropa interior.

Mi miembro, empezó a erigirse como obelisco, rozándole todo la espalda, hasta su máxima longitud. Mi hermana que no debía ser tonta, noto algo y empezó a mover su trasero.

Yo me hacia el tonto, haber que decía ella. En una de estas, ella se mueve un poco hacia delante y se vuelve a sentar, poniendo su culo sobre mi polla y aplastándola sobre su vagina.

Mi polla rozo todo su chochee sobre su ropa interior y luego ella se quedo tranquilamente sentada sobre mi mástil.

Este palpitaba y daba pequeñas sacudidas, mi hermana daba un pequeños respingo cuando mi miembro también lo hacía.

Al cabo de un rato, ninguno de los dos jugábamos, solo disfrutábamos el momento, mi hermana empezó a respirar cada vez mas entrecortadamente, y movía su culo adelante y atrás frotándose sobre mi polla, como gata en celo, yo me deja hacer, disfrutando del enorme placer de la presión de su vulva y el suelo sobre mi polla, era mejor que la mejor paja que me hubiera hecho nunca.

Mi hermana cada vez se movía más rápido y los dos cada vez nos respirábamos mas rápido, al final ya se había convertido en un jadeo, mi hermana termino por dar un fuerte gemido y se hecho sobre mi pecho, rendida. Yo con un calentó impresionante, empecé a notar humedad en mi miembro, deduciendo que mi hermana se había corrido.

La abrace e intente mover mis manos con delicadeza por si vientre hasta llegar a su conejito, quería ver la reacción de mi hermana, no se si estaba dormida o desmayada o qué , pero su ritmo de respiración era acompasado y no me apartaba las manos.

Al final, llegue a sus braguitas y las aparte a un lado, para poder rozar mejor mi polla, con sus labios, fue genial, estaban hinchados o eso me parecían, y la humedad lubricaba mi miembro.

La eleve un poco y empecé a rozar la cabeza de mi polla, con su coño, este quemaba, parecía arder, mi cabeza daba vueltas, pero solo podía pensar en metérsela a mi hermana.

Poco a poco empecé a rozar la cabeza de mi polla, por los labios de su coño, empezó a suspirar y pare.

Yo estaba a punto de correrme y no quería hacerlo dentro, por lo que, estando ella algo elevada, frote sus labios, por el tronco de mi miembro, hasta que empecé a botar un montón de leche. Dios que gustazo. Era increíble la sensación de placer que me embargaba.

Mi hermana seguía apoyada sobre mí, La tendí en mi cama y salí, hacia el baño, cuando abrí la puerta, pise algo húmedo en el suelo, mire hacia mi pie y vi una mancha como de agua en el suelo, fui al baño buscando una toalla, limpie el suelo donde estábamos, y me limpie la polla.