Heredera fantasiosa

A una chica riquísima y muy caprichosa, le baja la locura.por tener un amante hombre tan hermoso que pueda hacerlo pasar como una hembra tan bella como ella y emprender aventuras y amoríos juntas.

Linda Massey-Park era una muy rica y caprichosa heredera del "Imperio de los Cosméticos" propiedad de Tobías Massey-Park, la que al morir su padre heredó su inmenso negocio, junto con una enorme cantidad de dinero en inversiones, haciendas, mansiones y una multitud de otros negocios.

Sus negocios quedaron bajo la administración fiduciaria de las respectivas directivas de los consejos administradores nominados por su padre Tobías antes de su fallecimiento, por lo que Linda solo se preocupaba de gastar el dinero que recibía a manos llenas, sin mas preocupaciones que dar rienda suelta a sus refinados caprichos de niña ultra mimada desde su mas tierna infancia.

A sus 28 años recien cumplidos Linda era de una belleza sensacional, con un cuerpo escultural y una dedicación total a los deportes mas arriesgados y los amoríos mas rebuscados conocidos y por conocer.

Había probado todas las delicias y caprichos sexuales y era toda una experta en ellos, aún de los mas extraños y preciosistas, de tal modo que al cabo todos de esos años de experiencia, tenia un acabado conocimiento de los mas rebuscados caprichos sexuales que se hayan discurrido hasta hoy.

Su capricho mas anhelado era el tener una fabulosa colección de calzado de fiesta, unos 1500 pares creados por los mas exclusivos diseñadores y los que más le gustaban eran los con un diseño especialmente fetichista, o sea con formas muy sugestivas y con tacos totalmente exagerados, había muchos cuyas alturas rayaban lo imposible, casi 20 cm. y finísimos.

Otra de sus aficiones era participar en orgías con ambos sexos y sus caprichos afines, las que terminaban en verdaderos bacanales donde la anfitriona y sus invitados practicaban el sexo en todas su variedades sin límite alguno.

Linda estaba buscando nuevas emociones, ya que con su enorme practica sexual había probado hasta la saciedad todas las variantes y estaba algo hastiada de ellas por ser demasiado comunes a su experto criterio.

Había conocido en la última reunión de uno de los clubes a los que pertenecía, a un joven de nombre Jim Hanh muy diferente a sus amigos anteriores, ya que era de carácter algo reservado, muy delgado y alto de 1,80 mt, con una cara tan regular y muy simétrica que le daba una verdadera belleza que cualquier mujer envidiaría a fondo,

Tenía una belleza muy exótica, que sin dejar de ser masculina era a la vez de expresión muy dulce y tenía un envidiable cutis como de porcelana, profundos ojos muy verdes rodeados de obscuras ojeras, con pestañas que casi parecían artificiales por lo largas y onduladas y un brillante y renegrido pelo, que le caía mas abajo de los omóplatos, el que tenía siempre recogido en una cola de caballo.

Sin duda era un ejemplar masculino muy digno de la mayor atención de Linda, ya que si no fuese por sus ropas de hombre, sería posible hacerlo pasar fácilmente por una preciosa y sensual mujer, con lo que ganaría cualquier concurso de belleza por su cara tan preciosa y su pelo tan magnífico, ya que solo habría que hacerle unas poquísimas modificaciones de su cuerpo, el que además era muy lampiño.

Loca como siempre había sido por sus originalidades, Linda se propuso conquistarlo, hacerlo su amante y luego ver que podía hacer para lograr el propósito que su fértil imaginación le había sugerido.

Es así como se le aproximó audazmente y sin mediar mas trámite le dijo que le interesaba establecer una amistad con él y Jim no tardó en caer embelesado en sus redes enamorado hasta el tuétano es esa riquísima y sensual mujer que era Linda, la que disfrutó de un amor volcánico en su compañía, ya que pasearon su enamoramiento por casi todas las playas de moda y rebuscados rincones del mundo, en un fogosísimo encuentro en que el le demostró su poderosa masculinidad hasta el extremo.

De vuelta a la ciudad, Linda un poco mas calmada y muy satisfecha, decidió poner sus planes en marcha para lo cual contrató una psicóloga amiga a la que pagándole muy generosamente la convenció de someterlo a hipnosis para modificar la natural conducta de Jim.

Para ello le demostraría que si bien era en varón muy masculino, no era ningún problema para su psiquis que hiciera alguna vez un papel femenino si lo hacía en la compañía de Linda su mujer quien aprobaría y estimularía esa conducta.

Jim enmorado a fondo como estaba de Linda y adormecida su conciencia por el tratamiento de hipnosis quedó convencido por ésta que hicieran la prueba de hacerse pasar por dos hermanas que viajarían juntas por el mundo disfrutando de su posición y fortuna.

Fue asi como llevado por su amor por Linda, Jim se sometió a unos leves implantes de senos, caderas y glúteos que sin ser exagerados le permitían parecer una bella y esbelta modelo si vestía como tal, ayudada por rellenos ad-hoc en las ropas.

Además una sencilla operación a sus pies lo dejó con una bellísima curva muy femenina en sus arcos, lo que le permitiría usar fácilmente tacones sin muchos problemas a pesar de su falta de entrenamiento previo.

Con su cuerpo ya preparado, Linda personalmente le compró cuidadosamente un abundante juego de preciosas ropas, vestidos, calzado y demás elementos femeninos y lo puso en manos de su peluquero personal, un lindo y amanerado chico gay que se encargó del corte y peinado.

El peinado no fue ningún problema ya que el pelo de Jim era muy largo y liso, por lo que bastó un lavado y un brushing con los debidos aditamentos para que su luenga y hermosa cabellera luciera como si siempre hubiera sido femenina, cayendo por ambos lados de la cara en lisas guedejas al estilo que tan en boga está, hasta mas abajo de sus ahora erectos, pequeños y bien formados senos.

Una tarde antes de la partida en un nuevo periplo de placer, Linda personalmente se dio a la tarea de vestir definitivamente a Jim, pera lo cual se esmeró en hacerlo lo mas lento y cuidadosamente posible.

Lo primero fue un baño de espuma en la tina de burbujas perfumadas, de la cual emergió cual nueva ondina cuyo único elemento que chocaba era su precioso y abultado pene que ya estaba muy erguido por lo sensual de la operación y por la presencia de Linda, la que estaba mas que entusiasmada por lo perfecto que estaba saliendo la maniobra tan esperada.

A la vista del formidable espectáculo la líbido de Linda se rebalsó de deseos y sin poder detenerse tomó ese lindo pene entre sus manos y comenzó a mamarlo con el delirio de sus deseos contenidos tanto rato, y Jim la secundó con entusiasmo.

Tomándola en brazos la llevó al inodoro donde se sentó con ella entre sus brazos y Linda comenzó a menearse frenéticamente empalada saltando con lujuria desatada sobre el pene que se había puesto rígido al máximo, no tardaron en darse mutua satisfacción y fue necesario comenzar la fiesta por el baño nuevamente, para poder continuar con la operación trasvetimiento.

Continuando poco después, con los sexos mas calmados, Linda procedió a ordenarle el peinado en un moño de rodete que sobresalía por detrás por encima de la nuca y que lo adornó con cintas negras con hilo de oro y grandes alfileres de cabeza dorada.

Luego comenzó la operación maquillaje, que hizo con gran cariño y cuidado, aplicando una base y colores apropiados por todo el rostro y cuello, terminado los ojos con sombras en azul y negro y aplicando a sus preciosas pestañas un negro tinte que destacara aún más su natural largo y curvatura.

Le siguió la aplicación del rouge en un rojo muy encendido que delineó y acentuó más todavía sus abultados y sensuales labios y terminó la operación con un barniz de uñas de un color igual en manos y pies.

Para continuar con la operación CAMBIO, Linda le colocó un ceñido corset de modelo antiguo el que le modeló su cintura al máximo, e hizo que resaltaran más aún sus ya destacados caderas y glúteos y que abultó regiamente su ahora no tan breve pecho, dejándole unos senos fabulosos que mostraban sensualmente sus ahora prominentes y duros pezones.

Linda vistió a la que de ahora en adelante la llamaría Jamie con un ultra sensual vestido de tul transparente que dejaba entrever con claridad sus nuevos atributos de femineidad y destacaba sus nuevas curvas.

La operación terminó con la colocación de unas medias de malla negra que se sujetaban por 4 preciosos tirantes en cada pierna y que mostraban es su extremo inferior unas finísimas sandalias de raso negro llenas de muy delgadas tirillas que subían hasta el tobillo, las que tenían unos tacones de metal dorado que con su inverosímil altura de casi 20 cm. le curvaban muy sensualmente el empeine y el arco de sus pies en forma extrema

Así quedó la que en adelante sería Jamie, mostrando una figura tan preciosa, ultra sensual y femenina, que la misma Linda fue azotada brevemente por un ramalazo de envidia al ver su creación maestra, pero se repuso de inmediato, pensando que todo eso era hija de la tan anhelada idea suya y que ahora disponía de una preciosa hermana a los ojos de la gente, culminando así su tan especial capricho en forma perfecta.

Lo perfecto era que su compañera era por las noches todavía un varón con toda su potencia y sensualidad, el que la adoraba con pasión y la seguía en todos sus caprichos por especiales y extraños que fueran, lo que la llenaba de felicidad ya que Linda fue siempre una preciosa y sensualísima hembra, pero siempre voluntariosa al máximo.

No tardó en llegar la aventura,. en cuanto salieron ambas en público, los mejores y mas afamados modistos les hicieron las ofertas mas grandes para que fueran sus modelos de pasarela, los periódicos se llenaron con sus reportajes sobre ellas, y los medios de TV y Radio se llenaron con sus comentarios sobre la pareja de esas sensacionales hermanitas.