Helena revive placeres olvidados con su hijo.

Jose tiene accidente y por una casualidad descubre placeres olvidados hace años.

Hola, es mi primer relato, espero que os guste.

Jose, tiene 18 años, moreno, 1,80, lo típico, no es nada especial, sin embargo la espectacular es su madre. Se llama Helena, 1,70 morena, ojos verdes, blanca de piel que con sus 38 años tiene mejor cuerpo que muchas chiquillas de 20. La aventura comenzó precisamente al cumplir los 18, los amigos de Jose amigos le convencieron para celebrarlo en la playa, entre copas dió un mal salto y cayó de cabeza contra unas roca apoyándose con los brazos, diagnóstico: muñeca y codo de brazo izquiero roto y hombro de la derecha. Desde que su madre lo recogió del hospital hasta que dejó a Jose en su cama no paró de llorar. Su hijo poría haber muerto en aquel golpe, en que diablos pensaba, era su único hijo, no podría soportar que le pasase nada malo. El padre de Jose, Carlos, tan sólo se limitó a mirarlo con cara de desprecio y ponerlo de idiota, nada mas. Carlos trabajaba en una empresa de vinos, en ocasiones estaba meses en el extranjero y nunca fué un gran padre o marido, un machista 7 años mayor que Helena, se casó con ella por las cosas de los pueblos, y desde entonces había usado su martillo machista para doblegar a Helena, una mujer algo fría, callada, vergonzosa y tímida que vestía con ropas de auténtica vieja.

La primera noche para Jose estaba siendo un calvario, el calor del verano era insoportable, el bañador aún mojado e le pegaba y le rozaba con la sal, estaba sudando y la incomodidad de los dos brazos escayolados no ayudaba. "Joder" gritó Jose, moviendose intentado buscar una postura, entonces la luz del pasillo se encendió y su padre se acercó a la puerta.

-Shh, Jose tu padre intenta dormir, mañana sale de viaje durante una semana y debe descansar...

-Es que no aguanto, me estoy asando de calor, no lo soporto...

-Tu...intenta dormir... decía Helena con la voz entrecortada.

-Mamá mira a ver si está la ventana cerrada, aquí no entra ni un poco de aire, esto es un horno.

-Em... bueno... pero rápido.

Helena abrió la puerta, y frente a Jose apareció su madre, llevaba un camisón, la luz del pasillo lo hacía prácticamente transparente dejando ver el cuerpo de su madre, delgada, con unas caderas perfectas y la separación entre sus muslos dejaban ver la forma del coño de su madre, mientras se dirigia rápidamente a la ventana, pudo distinguir sus tetas, para tener 38 años las tenía picudas y sus pezones miraban hacia arriba casi rajando el camisón de los duros que los tenía.

-La tenias cerrada, buenas noches... Y se fúe a un ritmo mucho más rápido, miró a Jose de refilón y vió la evidente empalmada de su hijo, casi a punto de romper el bañador.

Jose miraba al techo, nervioso, el corazón le iba a mil, levantó la cabeza y se vio la polla deseando salir. Su madre era un auténtico pivonazo, estaba tan buena que jamás se lo había nisiquiera imaginado, siempre con esas ropas, con su actitudad de mosquita muerta, pero ahi estaba, en camisón, sin sujetador, con esas espectaculares tetas y esos muslos separados, parecía una colegiala. "Ahora si que no voy a dormir" se dijo a si mismo.

Llegó el lunes y Carlos acababa de irse, la noche había sido un infierno, Jose no pudo pegar ojo, pensando en su madre, en sus tetas, se le venían todo tipo de aguarradas a la cabeza lo que no ayudaba, ya que no podía pajearse y estaba a rebentar. Las horas pasaban aburridas, viendo la tele, y como no pensando en su madre, aunque intentaba no hacerlo para no torturarse más. Sobre las 7 de la tarde llegó su tía Julia, mientras ellas charlaban en el salón, Jose tuvo ganas de mear, se levantó y se acercó por el pasillo donde oyó a su madre y su tía.

-Como te lo digo, no pude hacer otra cosa que verguenza... Decía Helena con la cabeza baja y las manos entrelazadas.

-Son cosas normales en los jóvenes.

-No lo entiendes, iba con el camisón, en bragas sin sujetador, seguro que me vió todo, dios no puedo mirarlo a la cara...

-Al menos darías uso a ese camisón que te regalé.

-Nada... Carlos ni me tocó... dijo casi sollozando... hace 6 años que no... ya sabes....

-No puede ser, seis años... es demasiado...

-Será que no le pongo... se echó a llorar...

-No seas tonta, mira tu hijo, un vistacito y empalmado, jajaja los jóvenes no mienten.

-Calla... calla... no me digas esas cosas....

Helena y Julia hablaban de algo que Jose no pensaba, que su madre se había dado cuenta que se había empalmado al verla así, con ese conjunto. Desde el pasillo Jose garraspeó para avisar que se acercaba, su madre se secó los ojos.

-Mama... necesito... ir al baño...- El silencio en el salón fue de película.

-Si ... quieres aviso a Pepe el vecino... -Helena no podía hacer eso tras ver a su hijo empalmado, imposible, tocársela aunque fuese para algo natural.

-Anda anda- Dijo Julia, yo te ayudo.

Ambos fueron al servicio, allí lo acomodó al borde del servicio y lentamente le bajó el bañador hasta los muslos que aún llevaba puesto, se la cogió con dos dedos, la tenía pequeña y arrugada de los nervios del momento. "Vamos relajate" le dijo su tía mientras no le quitaba ojo. Los nervios hacía que no pudiese orinar, pero tras unos segundos, lanzó el primer chorro, "muy bien" dijo Julia, tienes buena fuerza, mientras meaba su tía no se la soltaba, cuando acabó solo quedaban las ultimas gotas, la agarró con fuerza y fue empujando con sus dedos desde la bae hasta su cabeza para soltar las ultimas. "Que pequeñita está", decia mientras la apoyaba en su mano y la acariciaba con el dedo pulgar, pasándolo lentamente por la cabeza. Jose no sabía donde mirar, el corazon iba a explotarle, "parece que conmigo no crece más", empezó a jugar con su dedo índice y el pulgar con la cabeza.

-Sabes... tu madre me ha contado el percance de anoche...

-No pasó nada...

-Claro que sí, entro a abrirte la ventana en camisón, casi desnuda...

-No sé era de noche... a oscuras no se de que me hablas...

-No seas tonto- Apretó la polla de Jose en su mano- me ha dicho que vió que te empalmastes, ¿fantaseando con tu propia madre?

-Que...pero...pero... que dices....

-No soy tonta, si no dime- bajó la mano hasta los huevos de Jose- ¿De dónde ha salido esto tan cargado y caliente?

Jose llevaba sin descargar casi dos semanas, entre su cumpleaños y las salidas, se pajeó la noche antes del accidente, pero evidentemente las fantasías durante la noche había hecho que los huevos se le cargaran a una velocidad que no conocía, ni el porno había hecho cargarse así.

-Tu padre es un cabrón, lleva 6 años sin tocar a tu madre, y ayer tu mare intentó despertar la llama de su matrimonio casi muerto, asi que si estos huevos cargados- los apretó un poco- es gracias al camisón, se lo regalé yo, asi que de nada.

Julia empezó a reirse le subió los pantalones y le dió un cachete en el culo, "tienes que ducharte y quitarte ese pantalón".

Jose tumbado en su cama miraba al techo, ¿que cojones acaba de pasar?, su tía había estado manoseándosela y tocándole los huevos, pero Jose intentó no darle importancia, solo había sido pasarse de confianzas, suponía. Su madre le trajo la cena y sentada junto a él, le fue dando de comer una tortilla, la tenía ahí vestida de vieja como siempre, pero para Jose la imagen era de aquella Diosa en camisón con esas tetas mirando al cielo, ¿como las tendría ahora?, ¿estarían duras?, calla idiota, esto ha sido una locura, es tu madre.

Al día siguiente el olor el picor era insoportable, debía cambiar de ropa y ducharme.

-Mamá necesito... ducharme...

-Si... tu tía me lo ha dicho, que hay que ser naturales, que tengo que ayudarte a ducharte, asi que... vamos.

Helena era muy vergonzosa, desde siempre, rechazó aquel camisón como 10 veces hasta aceptar, y ahora debía enfrentarse a su hijo desnudo tras verlo empalmado, pero era su madre, tenía que ayudarlo. Jose se metió en la ducha dandole la espalda a su madre, estaba jodidamente nervioso, al igual que su madre, le bajó el pantalon y quedó desnudo, su espalda y su culo blanco era lo único que ella vería, eso era un alivio. Le echó champú en el pelo y el agua cayéndole encima fue una bendición, lo madre le masajeaba el cabello lentamente, lo aclaró y empezó con el gel de baño, la espalda, los hombros, pasó sus manos por delante y le frotó el pecho, fue bajando lentamente y Jose se diño cuenta de que llegaría posiblemente un momento complicado, mientras miraba hacia abajo veía las manos de su madre pasando por su caderas. Helena sabía que debía lavar bien a su hijo, podría no ser sano para él no estar limpio, asi que tuvo valor y fue a lavarle la polla. Las manos de Helena e posaron lentamente en la polla de su hijo, estaba aliviada, la tenía pequeña y arrugada, pero mientras iba enjabonando la polla de su hijo comenzó a levantarse lentamente, de medir lo sufiente para cogerla con dos dedos, en apenas 3 segundos le cabía en una mano, sabía que su hijo acabaría empalmándose a este ritmo, asi que aumentó el ritmo con una mano, sus dedos iban de la base a la cabeza. Jose no sabía que hacer, las manos calientes de su madres se paseaban por su polla rápidamente, tenía los huevos tan cargador que por mucho que intentase no pensar, su polla seguía creciendo, estaba a punto de correrse, los huevos le ardían, se encogió y solo pudo decir "mamá para". Fue invitable, desde sus huevos salió un chorro de semen tan espeso que fundió con la mano y los dedos de su madre. Helena al sentir las contracciones de su hijo y sentir ese calor entre sus dedos se dió cuenta de su error, se había pasado, se alejño de su hijo rápidamente, Jose se giró tambien para pedir disculpas y vió a su madre mirándose la mano, los hilos gruesos de semen unian sus manos, el agua de la ducha había salpicado y le había mojado la camiseta dejando ver sus tetas y sus pezones duros atravesando el sujetador. "Mama lo siento", frente a Helena estaba su hijo medio empalmado del que aun le caian espesos chorros de la polla manchando el suelo, Helena se limpió rápidamente la mano con la toalla, se sus ojos brotaban lágrimas, vistió a su hijo y se fue a su cuarto corriendo. Jose volvió a su cuarto y la culpa lo mataba, se tumbó y decidióo no molestar a su madre, esto había sido muy duro...

Mientras Helena se encontraba sentada en el borde de su cama, estaba llorando por lo sucedido, se llevó la mano a la cara para secarse las lagrimas pero un olor ya olvidado la sacudió, al mirar aun quedaban restos del semen de su hijo, no importa de quien fuese, era semen, olor a hombre que tenía olvidado, algo estaba despertándose en ella, cosas que ni recordaba, acercó la mano y aspiro el olor profundamente, era un olor delicioso, notó como un cosquilleo se activaba en su coño, volvió a pasarse la mano por la cara, oliendo cada dedo que aun conservaba el olor a semen, sus pezones se pusieron duros, el cosquilleo de su coño aumentaba, empezó a frotar los muslos, metió un dedo en la boca, pero los dedos estaban secos, solo quedaba el olor, bajó la otra mano lentamente hasta su pantalon y por fuera se apretó el coño mientras seguia oliendo lo poco que quedaba de ese olor a semen, pero derepente algo despertó en ella, era el semen de su hijo, ella siempre había sido contraria a masturbarse, el placer debía venir de su marido, pero hacia tanto que no la tocaba, se levanto de bajó los pantalones y las bragas, las vió mojadas, se puso nerviosa, estaba excitandose con el olor al semen de su hijo, se limpió, se lavó bien la mano y olvidó todo lo ocurrido.

Para Jose el miercoles pasó sin mucho bombo, todo el día durmiendo y viendo peliculas. Tras lo sucedido en la ducha, algo en él hizo que olvidara el cuerpo de su madre, no volvió a empalmarse, comprendió que había sido un error y lo dejó, ni un solo pensamiento más.

Pero por el otro lado para Helena estaba siendo un calvario, no recordaba la última vez que estuvo tan excitada, sus bragas acabaron muy mojadas en apenas un par de minutos, ese olor a semen había hecho que recordará deseos olvidados, que su cuerpo se retorciese y que el corazón se pusiese a mil. La noche fue una tortura, no paraba de fantasear, se imaginaba a su marido follándola como cuando eran jóvenes, se despertó sudada, tuvo que volver a cambiarse de bragas de los sueños húmedos, pero tras esa noche, no tuvo ni un solo cosquilleo en todo el día, aquella sensación tan caliente, tan húmeda habia desaparecido. Durante el día intentó recordar momentos con su marido, pero nada la excitaba, esa chispa vivida tras oler el semen había desaparecido, y ella quería volver a sentirla, se notaba nerviosa, con ansiedad, quería volver a despertar ese deseo sexual, pero para ello debía cometer una locura, la primera vez fue un accidente, algo que la atormentaba, pero ahora las ideas que se le pasaban por la cabeza no eran accidentes, si el semen fue lo que la excitó, necesitaba más semen y solo estaba su hijo para dárselo, debería masturbar a su hijo para conseguirlo, pero deseaba tanto sentise así de nuevo que estaría dispuesta a cometer esa locura. El miercoles pasó sin más, Jose habñia olvidado todo, ni un solo pensamiento sexual sobre nada. Helena no pudo dormir a penas, nada de esa sensación, en su cabeza las fantasias habían desaparecido, no quería volver a sentirse vacía, quería sentirse viva de nuevo.

El jueves fue Helena quien pidió a Jose que se duchara para sorpresa de él, eran las 6 de la tarde y los nervios volvieron a aquella ducha, tras enjabonarlo, bajó como la ultima vez las manos hasta la polla de Jose, debía hacerlo despacio, sin levantar sospechas, comenzó a acariciar a Jose pero su polla a penas se levantaba, jugaba con ella, usaba los dedos, pero nada ni rastro de excitación por parte de su hijo. Se puso nerviosa y comenzó movimientos más rápidos más duros, ella quería ese semen, no le importaba, estaba siendo descarada, "mama...que haces", pero Helena no dijo nada, solo continuaba masturbando a su hijo. Jose empezo a excitarse, su madre estaba pajeándolo o no, no sabía, comenzó a encogerse y su madre se dio cuenta de que estaba a punto, empezó mas fuerte, más rapido, y cuando Jose dijo "mama.... para .... no....", se detuvo y puso su mano en la punta para recoger ese semen, pero nada salió a penas, se movió a un lado para ver la polla se su hijo pero a penas un pequeño chorro liquido cayó en su mano y el agua se lo llevó, habia sido una corrida pobre, pasó las manos por los huevos de Jose y los notó arrugados y vacíos. Nada de semen, Ella no dijo nada, vistió a su hijo, se lavó las manos y se fué.

Sentada de nuevo en su cama, no podia para de llorar, se miraba las manos intentando recordar la ultima vez, pero nada, ni rastro de olor a semen, lo que había hecho no merecía la pena, no había conseguido nada, cruzar la linea de nuevo y no obtener lo que quería la deprimía mucho más, pero ella no lloraba por su hijo, no sentía nada, ni un poco de excitación, su coño seco, sus pezones blandos. Se tumbó en la cama y recordó todo lo sucedido. Estaba claro, todo comenzó aquella noche, la excitación de su hijo, sus huevos cargados de ese semen tan espeso fue causa de la noche del camisón. Si su hijo había soltado tan poco semen era por que no estaba excitado, necesitaba volver a poner caliente a su hijo, necesitaba cargarle los huevos, ese sería su locura de plan, si todo el viernes ponía a su hijo a mil, quizás el sabado el la recompensara con una abundante y espesa corrida que volviese a mojar su coño. Llegó las 12 de la noche, su hijo estaba tumbado casi dormido, ella había cerrado la ventana para tener escusa y repetir aquel momento. Todo sería igual, se desnudo, y se depiló el colo, se puso las mias bragas blancas y el camisón sin sujetador. Esperó en la puerta y llamó.

-¿Jose como estas?

-Hace mucha calor otra vez, estoy sudando.

-Espera voy.

Esta vez ni se lo pensó, se pellizcó los pezones antes de entrar, ahora duros apuntaban al cielo apretados contra la tela del camisón, abrió la puerta y se quedó unos segundos alli de pie, Jose desde su cama no podía quitar la vista, parecía estar soñando, como un recuerdo de aquella vez. Su madre alli de pie en la puerta, el camisón transparentando, y el mismo hueco entre sus muslos dejando pasar la luz bajo su coño. Helena fue lentamente hacia la ventana sin quitar la vista del pantalón de su hijo, fue inmediato, empezo a empalmarse y una sonrisilla salió de su boca, se quedó un rato frente a la ventana, queria que si hijo la viese bien, que pudiese disfrutar de sus tetas de perfil, de sus duros pezones, ella todo lo hacía no por su hijo, si no por lo caliente y espeso de su semen creándose en ese momento. Se giró hacia su hijo y se acercó al borde de su cama, Jose podía ver atraves de sus muslos, el pantalón iba a explotarle, su madre se agachó y sus tetas botaron apunto de salirsele del camisón, "buenas noches cariño", le dió un beso en la frente y miró la polla de su hijo, se incorporó y se salío de la habitación dejando que su hijo disfrutase de su culo, la luz de pasillo se apagó. "Brutal" dijo Jose para si mismo....y miles de imagenes volvieron a su cabeza, otra vez se sentía como la ultima vez, el calor en sus huevos, su polla a rebentar, ¿a que venía todo aquello?, la ncohe fue dura, no pudo dormir. Helena estaba tumbada en su cama, una sonrisa picarona no se le iba de la cara, pero no sentía nada, por mu excitante que fuese la situación, la sonrisa se le fue iendo de la cara, su coño seguia seco, solo el semen volvería a hacer sentir caliente.

El viernes era el día para conseguir que su hijo tuviese suficiente semen para complacerla, la ducha anterior fue una completa decepción. Pero tenía que ser sutil, erótico, si su hijo sentía que había algo más quizas le cortase el rollo, lo hiciese sentirse mal, la ultima paja fue muy descarada, duró demasiado, quizas fuera por eso, tenía que dejarlo tan cargado que se corriese lo antes posible, como si fuese otro accidente. Desde su cama escuchó a su hijo que se levantaba de la cama, debía seguir poniéndolo caliente pero como, lo del camisón lo hacía por estar a oscuras, su hijo a penas veía su silueta, asi que decidió estar todo el día sin sujetador, sería la primera vez que estaría asi en los 18 años de su hijo, pero haría lo que fuese, le preparó el desayuno a su hijo y se pellizcaba los pezones cuando podía para que se le marcaran. Jose a penas podía levantar la cabeza de su tostada, los pezones de su madre se marcaban de una manera impresionante, se sentía empalmado continuamente, los huevos le ardían, iba a ser un duro día. Pero a Helena esto le superaba, un par de veces no pudo evitar sollozar al sentirse asi, como una puta frente a su hijo por un poco de semen, pero era recordar aquella sensación vivida y deseaba más. Por la tarde su hijo necesitaba mear, por lo general ella no hacía sin mirar casi sin tocar, pero esta vez necesitaba saber en que punto estaba su hijo.

-Mama...necesito ir al baño.

-Claro hijo voy.

Lo acercó y le bajó los pantalones hasta las rodillas, era mucho, por lo general solo se la sacaba. Se la agarró con dos dedos como siempre, pero esta vez estaba más grande de lo normal, en estos cinco días siempre había sido pequeá y arrugada pero ahora había una polla que agarró con la mano, le trajo recuerdos de las dos pajas en la ducha, mas concretamente de la primera dónde llegó a sentirla casi empalmada completamente, asi que quizás su plan funcionaba. Mientras la sostenia con una mano completamente le dijo.

-Has crecido mucho...

-¿Como dice mama?

-Parece que fue ayer cuando te bañaba, estas cosas antes no me daban verguenza como ahora.

-Tengo que darte las gracias por tu ayuda... encima sin papá...

-Tu padre... bueno... ya sabes como es... al final solo te tengo a ti.

-Soy tu hijo a mi siempre me tendras.

Mientras hablaban una sonrisilla le salió en la cara a Helena que incosciente mente empezo a masajear la polla de su hijo hacia delante y hacia atras.

-Sabes que las cosas entre tu padre y yo andan no muy bien...

-Si algo se nota en el ambiente.

-Hay cosas que hemos perdido... cosas que hace tiempo que ni recuerdo.

-Supongo que todos pasais por esas cosas...

-La noche que volvistes del hospital ... intentaba reconciliarme un poco con tu padre..

La polla de Jose creció un poco más, sobre la mano de su madre la cabeza sobresalía, ella jugaba con sus dedos acariciandola. El recuerdo de aquella noche y de el camisón estaba enduremciéndosela. Alli estaban los dos esperando a que su hijo orinase, con su polla creciendo en su mano.

-La...tia me contó lo del camisón...que era para ayudarte.

Helena derepente volvió a la realidad, se separó de su hijo, y cambió la conversación.

-Venga ....termina... creo que ya, cogió un trozo de papel y no pudo evitar ver la polla de su hijo, era gorda y estaba aun un poco flácida, no la había sentido tan grande, la primera vez se corrió bastante rápido y la segunda no llegó a crecer entera, asi que no conocia su tamaño real. Cada uno volvió a su cuarto. Helena sentada en su cama, pensaba en la polla de su hijo, pero nada, ni un poco de excitación, su coño parecia estar muerto, solo le alegraba saber que al hablar su hijo del camisón le creció más rapido, ese camisón era como un afrodisíaco, hacia que se excitase solo al hablar de el, lo que significaba más semen en sus huevos. Lo unico que hacía que Helena volviese a sentir el cosquilleo olvidado del sexo.

De nuevo eran las doce y de nuevo Helena había cerrado la ventana, si todo volvía a salir bien el sabado volvería a ducharlo para con suerte recoger una buena cantidad de semen. Apareció en aquella puerta con su camisón, como si fuese un dejavu, repitió cada movimiento, los pezones duros, los muslos separados y lentamente se dirigió a la ventana, Jose se había empalmado en segundos, no fallaba, esta vez duró en la habitación más tiempo.

-¿Necesitas algo cariño?

-Eh... no mamá- Jose intentaba ocultar su empalme.

-Si necesitas agua o lo que sea llamame, no te preocupes- Helena estaba frente a su hijo, aun en la oscuridad de su cuarto, se seguía distinguiendo sus pezones y su separación de muslos.

-Gra...gracias mama....

Helena se acercó a su hijo a ponerle bien la almohada, y en un movimiento un pezón le rozó en la cara.

-Bueno cariño, buenas noches.

Al irse pudo ver como una mancha se marcaba en los pantalones de su hijo, estaba tan cargado que se le salian algunas gotas, mañana sería el momento.

Era sábado, Jose había vuelto a tener una mala noche, los huevos le ardían, necesitaba correrse o volver a olvidarse de todo, Durante el día su madre actuó normal, le ayudó a mear como siempre, le dió de comer, nada extraño. Pero tras cenar Helena le pidió a Jose que se duchase, aunque el al principio se negaba ya que no quería volver a vivir otra experiencia desagradable, pero su madre insistió.

Helena se había quitado el sujetador, era hoy o nunca, su marido llegaría el lunes y los cuidados de su hijo pasarían a Carlos, ya que cuando estaba en casa nunca salía. O probaba de nuevo esa excitación o ya sería tarde. Jose estaba en la ducha como siempre de espaldas, Helena estaba muy nerviosa, parecia un niño esperando un regalo de navidad, le estuvo lavando el pelo lentamente, se lo aclaró y paso a su cuerpo, todo debía ser como siempre, nada de locuras como la ultima vez, cuando sus manos llegaron a la polla de su hijo se percató de lo pequela que estaba y una ola de decepción la atravesó, pero haciendo como que lo enjabonada pasó su mano por los huevos de sus hijos y los palvo para darse cuenta de lo caliente y gordos que estaban, lo que la alivió y comenzo a limpiar la polla de su hijo, gestos suaves, apretando la cabeza, notaba entre sus dedos como iba creciendo, engordando. Jose no hacía nada ni decía nada, solo la dejaba, el no comprendía la finalidad de todo esto, como saber que su madre lo que buscada era su semen, ¿quizás si ella se lo hubiese pedido directamente que habría pasado?, Jose era muy inocente y seguia pensando que todo era cosa de la casualidad. Helena comprobó que ya le sobresalía la cabeza de la mano, su hijo empezaba a estremecerse y el corazón se le puso a mil, aumentó el ritmo solo un poco, jugaba con sus huevos, sus pezones se estaban poniendo duros, pero seguia sin sentir algun rastro de aquella excitación. Jose temblaba, se estremecía, Helena pasó las dos manos para agarrarle la polla y clavó sus tetas en la espalda de su hijo, empapándose, se abrazó a su hijo, y continuó masturbandolo hasta empezar a notar el calor que despredia la polla de su hijo, era el momento, iba a correrse. "Mama...." Dijo Jose, Helena cerró el agua de la ducha, se secó de agua la mano y se separó de su hijo, se movió hasta ponerse casi al lado de su hijo y puso su mano derecha abierta en la punta, su hijo se estremeció, y los ojos de Helena se llenaron de alegría. Unos chorros espesos y blancos de semen empezaron a salir a cada pulsación. Calleron en la palma de la mano y entre sus dedos, a penas se perdió un poco, era muchisimo semen, pero consiguio racogerlo practicamente todo. El corazón le iba a mil, cerró su mano para no perder nada, su hijo se dió la vuelta y vio a su madre con la camiseta mojada marcando unos inmensos y puntiagudos pezones, ayudó a poner la ropa con la mano izquierda y salió a encerrarse a su habitación. Jose se quedó alli solo, otra vez triste, pensando que había vuelto a decepcionar a su madre.

Helena entró y cerró la puerta, se sentó en el borde la cama, estaba muy nerviosa, levantó la mano derecha y la abrió, un golpe de un fuerte olor a semen le invadió el cuerpo, su cuerpo se estremeció y una chispa se encendió de nuevo entre sus piernas, esto era lo que queria, lo que recordaba. abriño la mano, sus dedos estaban cubiertos de unos hilos blancos y muy espesos, los separaba lentamente y los volvia a juntar para ve el espesor, en la palma de su mano un pegotón blanco y espeso donde iban a parar cada hilo de sus dedos, caliente y oloroso. Acercó su mano a la nariz, cerró los ojos y aspiró lentamente, echó la cabeza hacia atrás para disfrutar del momento, sus pezones le molestaban de lo duros que estaban su coño le ardía. Con la cabeza hacia atrás mirando al techo, levantó su mano la puso de lado y abrió su boca... sacó la lengua un poco, y fue viendo como lentamente ese semen espeso empezaba a juntase en el borde se su mano, cuando estaba bastante pesado un goterón de espeso y caliente semen calló directamente en su lengua, cerró los ojos, y cerró la boca, el sabor era lo más delicioso que había probado nunca, le recorrió un calambrazo por todo el cuerpo, estuvo a punto de tener un orgasmo solo saboreando aquel semen en su boca, era mucho, y tan espeso que podia masticarlo, abría y cerraba los ojos de placer con cada pasada por su lengua, cada vez que lo saboreaba lentamente, pero no lo tragó, se lo dejó en la boca y se sacó la camiseta con cuidado para no desperdiciar el semen que le quedaba entre los dedos, rápidamente se quitó el pantalón y las bragas completamente chorreando, mientras las bajaba unos hilos pringosos se quedaban pegados en sus bragas, se abrió bien en el borde de su cama, el coño depilado ayudó a poder limparse bien con sus bragas todo el liquido espeso de su coño, las tiró al suelo, con los dedos de la mano izquierda fue empujando como pudo el semen que le quedaba en la mano en el borde de sus dedos, parecia que los había metido en nata, se acercó la mano a su coño e introdujo sus dedos pringosos con el semen de su hijo en el coño, no pudo aguantar el placer y trago el semen de la boca, su cuerpo temblaba, metía los dedos lo profundo que podía, 6 años sin entrar nada en su coño, 6 años sin sentir ese placer que le estaba dando dos dedos pringados en semen, cayó de espaldas en la cama y empezo a masturbarse, era la primera vez que lo hacia, su coño siempre habia sido para su marido, pero ese placer era indescriptible, los gemidos no los ocultaba, le da igual, queria sentirse follada, queria disfrutar de su cuerpo, queria semen, queria correrse, pero derepente sacó sus dedos, los miró detenidamente y saboreó la mezcla entre semen y sus jugos, era delicioso, Carlos no llegaba hasta el lunes, y solo pensaba en su marido follandosela duramente, haciendole cosas que jamás le había hecho. Habia terminado con su hijo, habia despertado ese deseo, se acabó, no toturaría más a su hijo. Tumbada en su cama lloraba de alegría, ojala pudiese darle las gracias a su hijo, ojala pudiese explicarle que todo lo que ha hecho ha sido para despertar su sexualidad apagada, pero lo mejor era olvidarlo.

Llegó el domingo, Helena estaba tranquila, como si nada hubiese pasado, Jose pensaba que quizas todo había acabado, que cosas habian pasado simplemente por casualidad, por fin podria dedicarse a recuperarse. Un aburrido día, menor para Helena. No paraba de darle vueltas a la cabeza, lo que había sentido fue algo especial, algo que jamás habia tenido, un placer extremo que su marido nunca le dió o que ella tenía olvidado, todo lo sentido fue a causa de aprovecharse de su hijo, torturándolo, poniendolo cachondo solo para ordeñarlo como un animal, necesitaba hablar con su hijo, pedirle disculpaso explicarselo, temia que su hijo acabase con algun trauma, que la relación madre e hijo sufriese, algo tenía que hacer.

Jose se fue a dormir temprano, a las 9 estaba acostado. Helena llevaba toda la tarde excitada, aun sentia el olor a semen su nariz, recordaba sus dedos manchados de semen entrando y saliendo de su coño, el sabor del semen y sus jugos juntos en su boca. La casa estaba en silencio, mañana llegaba su marido, y la triste se apoderó de ella. Volver a sentir ese vacío, a sentir los desprecios de su marido, ella era joven, su cuerpo necesitaba sexo y su marido pasaba de ella."Necesito semen" pensaba para si misma, esta semana habia cambiado su forma de pensar, de una ama de casa amargada, su cuerpo ahora queria placer, no paraba de pensar en su hijo, tan cerca, al final del pasillo, con sus huevos cargados de semen, la chispa que le hacia sentirse viva. "Es una locura.... pero mañana llega Carlos y perderé todo esto"..... decia en su cama.... "Quiero placer....quiero sentir otra vez", se movia por su cama de un lado a otro. "No puedo más", se levantó de la cama, se desnudó y se depiló el coño como todas las veces anteriores, busco aquél camisón mágico, que había conseguido hacerla sentir viva, el día que se lo puso su marido ni se inmutó, ni se empalmó un poco, ni importa las veces que ella se pasease por delante de él. Se puso el camisón y buscó las bragas blancas, pero rebuscando descubrió el tanga que venía con el camisón, jamás lo habia usado, hoy era la noche.

Jose miraba al techo y la luz del pasillo se encendió, miró detenidamente a la entrada, nervioso por si su madre volvería a pasarse por la puerta en aquel camisón, pero la luz se apagó, Una decepción lo invadió. Helena apagó la luz de nuevo, estaba muy nerviosa, pero ligeramente excitada, sus ojos empezaron a lagrimear por lo que estaba apunto a hacer, se armó de valor y encendió de nuevo.

-¿Jose estas despierto?

-Si claro, dime.

La puerta se abrió y aquella imagen de una diosa volvió a aparecer, tetas grandes, pezones duros puntiguados, se acercó a la ventana como siempre pero estaba abierta, Jose vio que llevaba otro tipo de braga, su madre se dió la vuelta para irse arrepentida y pudo ver que llevaba un tanga, dejando ver un precioso y redondo culo, el tanga le quedaba tan bien, que le pseparaba las cachas del culo y se veia a contraluz mejor la forma de su coño entre sus muslos separados. Helena se dio la vuelta de nuevo.

-Veras cariño... yo- dijo nerviosa- tengo que hablar contigo...

-Dime...

-Estos días... yo.... los problemas con tu padre... no.... no se que me ha pasado...

Sentada en el borde de la cama, Jose podia ver la teta derecha de su madre el pezón luchaba contra la gravedad de una manera impresionante.

-Tu padre hace años que no me toca y cuando el lunes entré aqui con este camisón.... yo... -Comenzó a llorar- Fue un accidente, estaba asi vestida pra tu padre, pero el no me hizo ni caso, hace años que no siento nada parecido a.... sexo... y siento que me vieras asi, soy tu madre no deberias verme nunca asi, pero.... lo siento.

-Mama no pasa nada.... de verdad... no te preocupes...

-Pero es que quiero mas...

-Mas de que....

-La primera vez que te duchastes... te corristes y fue culpa mia... yo te puse asi por entrar asi vestida, como una puta.

-No mama no fue culpa tuya.

-Lo fue cariño, cuando entre en mi cuarto con el olor de tu semen en mi mano... yo senti cosas..... y ha sido culpa mia, queria volver a sentir eso, y todas esas noches asi vestida era para que te corrieras de nuevo....

-Mama que dices...

-Jose mañana llega tu padre.... y se que todo volvera a la normalidad y no quiero volver a no sentirme deseada, quiero darte las gracias por esta semana.

Helena se levantó y se giró a su hijo, se secó las lagrimas con las manos, se puso de rodillas frente a su hijo, lo miró a y le dijo "lo siento", le bajó los pantalones y su polla aunque flacida saltó como un resorte

-Mama que haces...

-Recompensarte querido.... no sabes las cosas que me has hecho volver a sentir.

Se la metió lentamente en la boca, sentir el sabor de la polla de su hijo hizo que se mojara en su segundo, Jose estaba recibiendo una mamada de su madre, alli de rodillas, su cabeza subia y bajaba lentamente, no sabia que decir estaba con en el cielo. Cada vez que se acercaba a la punta lanzaba un gemito de placer saboreando cada hueco, su polla crecia hasta no poder más.

-Ahora si que esta grande-dijo Helena parando y mirando la polla de su hijo- las otras veces no habia crecido tanto...

Le dio un lametón lentamente, la acaricaba, la miraba sin parar, usaba las dos manos para medirla, estaba como absorta....

-Cuando te corristes la primera vez fue una sorpresa, me sinti como una mierda de madre, pero se que fue culpa mia, se que te puse caliente con este camisón que tanto te gusta y estar tocandote hizo que te corriese- Volvio a metersela en la boca y lamerla un par de veces- pero al encerrarme n el cuarto el olor de tu semen me recordó sensaciones que no me acordaba... todas estas veces he querido que te corrieras para volver a olerlo, cuando te corristes tan poco la segunda vez, me decepciones y.... -un nudo se le hizo en la garganta a punto de llorar- entraba por las noches asi para ponerte otra vez caliente.... por que queria que te volvieras a correr...

-Po....por que no lo pedias...

-Eso es una locura, eres mi hijo, no puedo venir y decirte cariño correte para tu madre...por eso lo hacia en la ducha que pareciese un accidente pero ayer cuando te corriestes tanto... me lo deje en la mano... y en mi habitacion.... me lo tragué... -Empezo a chuparsela más rapidamente a su hijo- y ademas me masturbe con los dedos manchados de tu semen dentro de mi.

Helena paró de golpe, se puso de pie y se quitó el tanga, no se veía nada, estaba todo oscuro. me quitó completamente el pantalon y se subio sobre mi, se la puso en la entrada de su coño y lentamente fue metiendosela, gemia, tantos años sin sexo hacia que le costara, se apoyo con las manos cerca de mis hombros y fue clavandosela lentamente.

-Que placer.... dios mio.... que de tiempo.... que polla mas gorda.... no me cabe, me duele.... no  no puedo

-Tu... puedes mama.....Le dijo Jose más nervioso que nunca,

-Si cariño.

Helena empezo a dar suaves balanceos sobre su hijo, su coño estaba ardiendo y chorreando, gemia disfrutando de cada embestida sobre su hijo, tantos años sin follar, esto es una maravilla...

-Si... si.... me gusta.... si.... ¿Te gusta cariño?

-Me encanta mama, más rapido.

No le importaba coversar asi con su hijo, estaba disfrutando y queria mas.

-Hasta el fondo mama, clávatela.

Helena daba golpes más duros para clavarsela.

-Ponte más recta, quiero verte botar.

-No enciendas la luz... por favor....

-No, solo bota....

Su madre se puso sentada sobre su hijo, botando, los gemidos que hacia de placer, sintiendo esa gran polla entrando y saliendo de su coño. Cogió ma mano de su hijo se le hizo pellizcarle los pezones a través del camisón.

-Pellizcalos.

-Me encantan mama.

-Mas fuerte.

-Espera.

Jose agarró de la parte baja del camisón de su madre y tiró como pudo con el brazo que podia mover, para intentar quitarselo.

-No hijo no.... por favor... no me lo quites,

Helena se detuvo sobre su hijo pero Jose empezo a mover la cintura para seguir dandole placer.

-Quitatelo.

-Por favor.... no....

Helena ayudo a su hijo a quitarselo, y quedo completamente desnudo sobre su hijo, ahora si que se setia una puta cabalgando sobre aquella polla y le encantaba, el sonido humedo de su coño invadia la habitacion, solo se oia ese chaporreo los gemidos de Helena.

-Acercame una teta, quiero chupartela...

-No hijo.... yo...

-Dejame chuparla...

Su madre se acerco y puso uno de sus pezones en la boca de su hijo.

-Despues de tanto vuelvo a comerte las tetas...

-No me digas... esas cosas....

-Tienes unas tetas inmensas, y unos pezones deliciosos, follame mama, follame fuerte.

Helena aumentó el ritmo mientras su hijo le comia las tetas.

-Ya me he corrido dos veces... decia Helena entre gemidos.

-Eso es por que te encanta mi polla...la polla de tu hijo.

-No me digas eso.

-¿Te pone mas cachonda? decirte que te gusta la polla de tu hijo.

-....Si.... me gusta....

-Pues follame.

Helena empezó a gemir mas fuerte, iba a tener un orgasmo fuerte.

-oh si... dios... hijo.... me corro.... me corro... Aaaahhahhhm grito Helena oyéndose en toda la casa.

Su cuerpo empezó a temblar sobre la polla de su hijo, parece haber meado, Jose se entia completamente empapado. Helena dio un suspiro más fuerte y se agachó para besar a su hijo en la boca, fue un solo beso sin lengua ni nada, pero largo y sonoro.

-¿Te ha gustado?

-Si... pero aun faltas tu.... te lo mereces cariño...

Helena se levantó y se sacó la polla de su hijo del coño, se tumbó un poco hacia adelante y la puso en la entrada de su culo.

-Voy a darte mi culo... yo... nunca lo he hecho por aqui...

Helena empezó a empujar lentamente, pero la polla de su hijo era demasiado grande.

-No puedo cariño... no entra...

-Tu puedes mama...

Helena gemia de cierto dolor, aprentando mi polla contra su culo.

-Clávala mama...

-Me duele... no puedo.... me duele....

-Metetela en el culo mama, que te duela, quiero ser quien te lo rompa.

-Uff....uf....aaii... duele.....uuff

Helena suspiraba de dolor, pero cuando entró la cabeza de la polla de su hijo, comenzó a entera.

-Asi mama, usa tu culo, venga cabalga.

-Duele cariño.... me duele mucho.... - sollozaba.

-Ponte recta como antes y bota encima aunque te duela.

Su madre se incorporó y empezo a dar botes pequeños.

-Más fuerte mama clavala.

Helena se tapaba los ojos del dolor.

-Me duele mucho, me duele mucho....

-Dejate caer encima de un bote....

-No...que me duele... no voy a poder....

-Dejate caer vamos.

Helena se levantó un poco y dejó caer todo su peso sobre la polla de su hijo, la entrada de casi 5 centimetros de golpe la rompió.

-Ahhhh , noooo noooo, duele....-gritó

-Ya esta dentro mama, ahora follame con tu culo.

La polla se su hijo entraba y salia lentamente, de vez en cuando apretaba fuerte aunque le doliese.

-Tumbate hacia atras,

-No puedo... me va a doler mucho....

-Venga echate hacia atrás.

Helena pasó como puso sus pies hacia adelante y se tumbó hacia atras con la polla de su hijo en el culo lo que hacia que le apretara mucho más.

-Voy a encender.

-No Jose ni se te ocurra noooo.

Jose encendió la luz, y la imagen fue lo más maravilloso que habia visto nunca, su madre a la luz era mil veces mejor que sus fantasias. Helena cerró las piernas rapidamente para que su hijo no la viese desnuda y se tapó las tetas con las manos.

-Abre las piernas mama.

-No... -empezó a llorar.

-Vamos abrelas- Dijo dando un empujon con la cadera lo que le hizo daño en el culo a su madre.

-Ah... no quiero que me veas... asi...

Helena empezó a abrir sus piernas, Jose le dijo que enteras y Helena obedeció. El coño de su madre era rosita, estaba muy brillante por sus jugos, no tenia los labios vaginales grandes, tenia el cuerpo de una joven, totalmente depilado y abierto por la follada de antes, pero lo mejor era la imagen de su culo. Estaba abierto con su polla casi entera, el borde de su ano estaba rojo e hinchado por la follada.

-Las tetas....

-No cariño....

-Quiero verlas ahora, no solo a oscuras.

Su madre apartó las manos, los pezones duros, rositas sobre unas tetas gordas y puntiagudas.

-Estas buenisima mama, tienes unas tetas geniales, y mira que coño depilado y jugoso y tu culo todo abierto con mi polla.

-¿Te gusta?....

-Follame mas fuerte mama, quiero tu culo mas abierto.

Jose empezó a embestir con la cadera a su madre, que daba grititos de dolor, Su madre se incorporó y se puso a cabalgarlo de nuevo, su cara demostraba que no estaba disfrutando, los dientes cerrados, los labios apretados de dolor, su cara con los ojos rojos de llorar y algunas lagrimas aun por su cara.

-Correte cariño... no puedo mas.... duele mucho....

-Mas fuerte mama...

-Pero me duele mucho.

Helena empezo a dejarse caer sobre la polla de su hijo, le dolia muchisimo, pero no paraba queria su hijo la follase. sus tetas botaban, su culo le ardia.

-Mama me corro.

Helena miró a su hijo con una sonrisilla, puso las manos cerca de los hombros de su hijo y comenzo a moverse rápido. El dolor era insoportable pero queria que su hijo se corriese, no le importaba el dolor.

-¡¡Me corro!!

Jose empezó a correrse dentro del culo de su madre, cada pulsacion de placer suya, era una contraccion dolorosa para su madre, pero finalmente acabó. Estaban sudando, las tetas de su madre se balanceaban por su cara. Lentamente fue sacándosela del culo con grititos de ardor, se bajó de la cama, y volvió a arrodillarse frente a su hijo, agarró la polla de su hijo cubierta de semen y pequeños restos fecales.

-Mama no... esta sucia...

-No me importa....

Comenzo a lamer cada hilo de semen, el sabor de su culo era evidente, pero aun asu saboreó cada centimetro sucio de la polla de su hijo, cuando la dejo limpia se quedó ahi mirando a su hijo.

-Mama enseñamelo....

-El que...

-Como te ha quedado el culo, ponte en pompa...

-Hijo no...

Helena se puso de pie, y su hijo pudo ver el cuerpo de su madre completamente, el huevo entre sus muslo dejaba ver un coño goteando, algunos loquidos bajaban por su muslo, se dio la vuelta y se puso en pompa frente a su hijo.

-Mas cerca...

Se lo había dejado rojo, hinchado y abierto. A traves de su coño, chorreaban unos hilos espesos de jugos vaginales. Volvio a ponerse de pie frente  a su hijo, exhibiciéndose.

-Te chorrea.

Helena agachó la cabeza y con su dedo recogió un goteron que le chorreaba por el muslo llevándoselo a la boca y saboreandolo.

-Te toca.

Se subió a la cama, puso sus rodillas alrededor de mi cabeza y me dejo el coño a la distancia de mi boca, la primera lamida fue como probar un fruto divino, el sabor fuerte, los liquidos espesos del coño de su madre estaban deliciosos, estar lamiendo y oyendo como su madre gemia hacia que se ampalmara de nuevo.

-Mama mi polla, date la vuelta, un 69.

Helena no rechisto, se giró y plantó su culo frente a su hijo, tan abierto y rojo, aun estaba mojado por el semen. Se incorporó y le puso el coño a su hijo en boca, empezaron a lamerse, le chupaba la polla con fuerza, mientras disfrutaba del placer de su coño.

-Mama para....

-No por que... me gusta sigue...

-Para para que voy a correrme y quiero verte tragarlo, arrodillate.

Helena se bajó de la cama como hipnotizada. De rodillas le comia la polla a su hijo sin parar, pero el pelo le tapaba la cara y no se veia. Asi que Jose intento ver hasta que punto estaba si madre.

-Mama, el pelo no te veo, quiero verte chupandola com una puta.

Llamar puta a su madre no hizo que parase, se quito el pelo de la cara para que su hijo pudiese verla comiendosela.

-Mirame.

Helena giró la cara y miró a su hijo mientras lamía su polla. Jose empezó a combulsionarse.

-Ohh si... si lamela.... dios que buena puta eres.

Segunda vez que llamaba a su madre puta, ¿le gustaria? ella aumentaba el ritmo, buscaba una corrida caliente en la boca, nada de chuparla en su mano, directamente a su boca.

-Sigue puta.... sigue.... sigue mama.

-Correte cariño....

-Haz que me corra puta, ¿Que eres?

-Soy tu puta, hijo. Correte para tu puta....

-No te oigo mama, que eres....

-Tu puta cariño, tu puta quiere beberse tu semen.

-Si.... quiero llenarle la boca a mi madre de mi semen. Al igual que he llenado tu culo.

-Correte para tu madre, vamos cariño, tu puta quiere beber semen.

-Eres mi puta, eres mi puta, ¡bebetelo puta!

Jose empezó a correrse en la boca de su madre, mientras ella no paraba de comersela, el placer de Jose era igualable al placer su madre al estar recibiendo la mayor cantidad de semen que habia visto nunca, estaba caliente espeso, su coño chorreaba, era delicioso, no queria que acabase. Cuando su madre apretó la última gota, sacó la polla de su boca.

-Ven mi puta enseñame a tu hijo su semen en la boca de su madre....

Helena fue gateando, era lo mas sexy que habia visto nunca. Abrió la boca y le mostró a su hijo cuanto semen guardaba en su boca, cerró los ojos jugó con el semen en su boca y se lo tragó.

-Aaahhh.... delicioso...-suspiró Helena.

Estaban exhaustos, Helena en el suelo sentada junto a su hijo... cuando el placer desminuyó, los sentimiendos de culpabilidad salieron. Helena comenzó a llorar sin parar.

-¿Mama que te pasa?

-...Estoy feliz.... pero... esto no puede seguir... mañana viene tu padre.... gracias hijo... de verdad..... hacia años que no sentia esto... gracias.

Besó a su hijo en la boca y se levanto dolorida de su culo. Se puso a vestirse, era una diosa, su cuerpo sudoroso, sus tetas, ella entera era perfecta, mi padre no sabia lo que tenia...

-Olvidemos esto hijo... se que no es facil, pero debemos hacerlo, aunque me duele tanto el culo que no creo que olvide esto nunca - se puso a reirse.

-Te quiero mama.

-Y yo a ti cariño.

Tres días mas tarde todo habia vuelto a la normalidad, Carlos el machista en casa, haz esto, haz lo otro, Helena habia vuelto a ser esa mujer amargada. La relación con Jose volvió a ser la de madre e hijo, ni una sola extraña mirada, parecia que habian usado algun truco para borrar la memoria. Carlos ayudaba a su hijo siempre de mala manera, lo duchaba como el que lava un coche, esa sensación de monotonía volvía a reinar en la casa. En dos semanas le quitaban las escayolas a Jose, volveria con sus amigos, su vida, pero por las noches aun miraba la puerta esperando que se encendiese una luz, pero nada, todo vuelta a la normalidad lamentablemente. Jose ya tenía movilidad en la mano izquierda, asi que podria hacer varias cosas solo. Helena entró en su cuarto y le dejó un montón de ropa para colocar, mientras Jose las colocaba vió que tras una camiseta habia algo raro, al sacarlo se dió cuenta de que era el camisón de su madre con una nota:

"No puedo olvidarme... deja el camisón al lado del cesto de la ropa si quieres que te visite.

Tu madre.... y tu puta"