Hector, el machazo del gym (3 Final)

(Os recomiendo que leaís las dos primeras partes antes...)...tenía un mensaje de Hector y decía “Me parece estupendo, tengo rabo de sobra como para follaros a los dos, os espero a las cinco en la puerta del gym”, lo leí en alto para que Arturo lo escuchara, enseguida se le ilumino la cara...

HECTOR, EL MACHAZO DEL GYM (3, FINAL)

Cuando llegue a casa Arturo estaba sentado en el sillón muy serio. Ni siquiera había tenido tiempo de pensar una excusa convincente.

– Buenas cariño – le dije con la cabeza bajada

– ¿Buenas? , ¿Dónde te has metido? , llevo llamándote toda la tarde – me comentó de forma inquisitiva

– Bueno, verás... he estado en el gym, y después me he ido a tomar algo a un bar con un grupito de niñatos que he conocido allí – dije de forma poco creíble.

Arturo tenía uno de sus puños cerrados, pero enseguida lo abrió y me enseño que tenía un trozo de papel en su interior. !Era la nota de Hector! Me puse muy nervioso, aunque realmente en esa nota no decía nada claro, podría decirle a Arturo que me la había dado un chico del gym pero que yo había pasado de él.

– Cesar, ¿qué significa esta nota? La encontré ayer en tus pantalones mientras los iba a echar a lavar – me dijo con los ojos llorosos

– Ah eso, es una nota que me dio un chico en el gym ayer, pero yo he pasado de él, no me interesa – indique mientras pasaba mi mano por su hombro para consolarlo.

– !No me mientas!, me he pedido hoy unas horas en el trabajo y he salido antes, te

he visto subirte a la moto de un guaperas del gym – sentenció mientras una lagrima caía por su bella cara.

No pude negar la evidencia y le conté toda la historia. Le explique que yo le quería demasiado pero que nuestras relaciones habían empezado a ser monótonas, que estaba cansado de hacer de activo con él, que cuando él lo hacía conmigo no le ponía ganas. Entonces Arturo me dijo algo que me dejo sorprendido. Dijo que él ya sabía que eso pasaba y que como me quería tanto le daba cosa reconocerlo por miedo a perderme. También me indico que él perdonaba la infidelidad lo que no perdonaba era el engaño. Estuvimos hablando durante horas sobre el tema y me acabo confesando que igual lo que hacía falta en nuestras relaciones sexuales era introducir nuevas personas. Un hetero como Hector sería perfecto, ya que no había riesgo de que se enamorará de ninguno de los dos, sería únicamente sexo. Acordamos que me pondría en contacto con Hector y le propondría quedar con él para tener sexo los tres, incluso a Arturo le pareció interesante la idea de que Ruben también viniera. Aunque se había echo tarde, decidí enviarle un mensaje a Hector al móvil, me dio un poco de reparo porque no quería que tuviera problemas con la novia pero si me había dado su número sería porque lo podría utilizar. Le conté que Arturo se había enterado y todos los detalles, y le pregunté cuando le venía bien quedar.

Arturo y yo nos fuimos a dormir, tenía ganas de guerra porque se había excitado mucho con mi historia pero le dije que tenía el rabo y el culo destrozado, que guardará energías por si Hector quería quedar al día siguiente.

Por la mañana cuando nos despertamos lo primero que me pidió Arturo fue que mirara el móvil para ver si Hector nos había contestado, joder que ganas tenía el cabrón de que le pillara mi machazo del gym por banda. Cogí el móvil de la mesilla y vi que tenía dos mensajes, el primero era de una amiga que nos decía de ir a comer a su casa esa tarde, el siguiente era de Hector y decía “Me parece estupendo, tengo rabo de sobra como para follaros a los dos, os espero a las cinco en la puerta del gym”, lo leí en alto para que Arturo lo escuchara, enseguida se le ilumino la cara.

Contestamos a nuestra amiga que no podíamos ir a comer, que teníamos cosas que hacer y también contestamos a Hector diciéndole que allí estaríamos a la hora indicada. Se me ocurrió la idea de introducir un poco de diversión al asunto y decidí que nos llevaríamos nuestro vibrador de 21cm. Lo habíamos comprado por Internet y apenas lo habíamos usado porque solo nos cabía el capullo de lo ancho que era. Pensé que sería interesante comprar en algún sexshop un lubricante especial para penetraciones extremas, así no tendríamos problemas para que nos entrara entero el vibrador. También compramos unas esposas, y nos compramos dos suspensorios para poner a Hector bien cachondo. Volvimos a casa, comimos, ayude a Arturo a depilarse, nos hicimos los dos limpiado de recto con el enema y nos duchamos. Nos pusimos los suspensorios y aunque no había necesidad, nos pusimos ropa deportiva para darle morbo al asunto. Arturo iba con un chándal muy ceñido que le hacía un culazo increíble. Además se puso una gorra a juego. Yo en cambio llevaba pantalón largo deportivo que también me marcaba un culo interesante, camiseta sin mangas y una muñequera. Guardamos el vibrador, las esposas y el lubricante anal en una mochila y fuimos camino al gym.

En esta ocasión Hector había sido puntual, aunque esta vez en lugar de la moto traía un coche deportivo bastante tuneado. No tenía la más mínima idea de donde íbamos, y me daba reparo preguntar, en parte tenía ganas de que Ruben también viniera. Me ponía a mil ese niñato aunque no tanto como Hector que era un hombre en toda regla. Cuando vi que íbamos hacía Conde Casal supuse que de nuevo nuestro lugar de encuentro sería la casa de Ruben. Ya al llegar al portal vi que Hector abría la puerta con las llaves, debe ser que Ruben no estaba. Nos comentó después que Ruben había salido de fiesta, que se habría quedado a dormir en casa de algún colega, pero que siempre tenía en casa una copia de las llaves por si tenía que tirarse a alguna tía para que no se enterara la novia.

!Menudo golfo estaba echo Hector! Cuando entramos a la casa, Hector nos llevo a la habitación de Ruben. Era una habitación muy amplia con una cama de casi dos metros de ancho.

– Hemos traído unos juguetitos para divertirnos más aún- le dije a Hector tirandole la mochila a las manos.

– Vaya ¿qué pasa que no os sirve con mi pollón?- dijo sujetando el vibrador con la mano

– Según me ha contado Cesar seguro que sí que nos serviría pero tenemos dos culos hambrientos y tu soló una polla – dijo Arturo, que no había abierto la boca en toda la tarde, y para una vez que la abre no se corta ni un pelo.

Hector sonrió, se quito su camiseta de tirantes, y de un solo tirón se quito sus pantalones de chándal, que eran de esos abotonados que llevan los stripers, por supuesto debajo no llevaba nada. Arturo y yo nos quedamos impresionados ante su escultural cuerpo, y ante su miembro, sobre todo Arturo que aún no lo conocía. Hector se coloco entre los dos y fue alternando morreos apasionados con uno y con otro. Nuestras pollas se estaban levantando marcándonos en nuestros ajustados pantalones dos buenas bultazos. Entonces Hector nos fue desnudando y se quedo perplejo al vernos a los dos con los suspensorios. Sin llegar a quitárnoslos nos coloco a los dos en el suelo a cuatro patas y uno al lado del otro. Entonces se agacho y comenzó a penetrarnos nuestros enrojecidos anos con esa lengua que utilizaba con maestría. Estaba como poseído comía uno y luego el otro con más fuerza, Arturo me miraba con los ojos extasiados y una cara de placer exagerada. Mientras Hector, nos escupía en el culo y lamia y volvía a lamer. Lo cierto es que en ese momento pensé que Arturo no exageraba. Hector nos coloco las esposas en la posición en la que estábamos, quedando mi mano derecha unida a la mano izquierda de Arturo. Después cogió el bote de lubricante anal. Nos puso buena cantidad en nuestros culazos ardientes de deseo. Colocó también una buena cantidad en el vibrador .Supongo que por curiosidad para ver la eficacia del lubricante metió tres dedos de golpe en el culo de Arturo, este dio un gemido de placer. Después repitió la acción en mi culo pero en esta ocasión con cuatro dedos, yo también pegue un bote. Parece ser que ya estábamos preparados para el vibrador. Primero se lo introdujo a Arturo, al principio lentamente, hasta que su hambriento culo abarco sin problemas el capullo, después de un golpe casi hasta dentro, lo puso entonces en vibración y Arturo se moría de gusto. Mientras hacía esto con la lengua volvía a penetrarme mientras movía ritmicamente el vibrador dentro del culo de Arturo. Hector volvía a estar como loco, alternaba las comida de mi culo con la introducción de cada vez más dedos dentro, creo que llego a meter hasta los cinco. Entonces debió pensar que era momento de cambiar el vibrador de culo. Y conmigo no tuvo reparos, lo metió de un golpe, pero entro sin problema. Ese mismo vibrador que en casa solo me entraba el capullo !los milagros que hacía aquel lubricante! La vibración estaba haciendo que mi polla estuviera más dura que nunca, deseosa de salir de la parte de delante del suspensorio. Arturo estaba gozando con su comida de culo y metida de dedos de Hector. En ese momento, Hector saco su vibrador de mi culo y lo fue alternando de un culo a otro, metiéndolo de golpe en cada uno de ellos. Por esas alturas nuestros culos estaban tan dilatados que nos habría cabido el vibrador y la polla de Hector a la vez.

Hector nos quito las esposas y los suspensorios, dejando nuestros rabos por fin en libertad, a mi me tumbo en la cama boca abajo y con las piernas abiertas y Arturo continuó en su posición a cuatro patas. Por ser la novedad tuvo la suerte de ser el primer penetrado . Hector introdujo su polla y la saco de golpe en el culo de Arturo, después la metía de nuevo y le practicaba duras embestidas. Se podía escuchar el chocar de los huevazos de Hector contra el culo de Arturo. Mientras se iban alternando para meterme a mi el vibrador uno y otro cada vez de forma más exagerada, cada vez más fuerte. De los golpes que me daban por el vaivén de su follada, mi polla se estaba rozando con la cama y estaba a mil. Hector saco mi polla por debajo del culo y paso el vibrador por ella. De vez en cuando Arturo la lamía, y lamía también mi culo. Hector se levanto de nuevo y cambio de culo. En la posición en la que estaba en la cama se puso encima de mi y comenzó a penetrarme mientras yo se la chupaba a Arturo que se había colocado sentado en la cama de frente a mi boca con las piernas abiertas. El roce contra la cama seguía haciendo efectos en mi dura polla, además me encantaba sentir el peso de mi machazo encima. Nuestros cuerpos comenzaban a estar sudados y estaba tan cachondo por el roce que me acabe corriendo en la cama. No me importo ser el primero porque sabía que mi polla pronto se recuperaría. Como si tuviera envidia de mi orgasmo, Arturo se corrió en mi boca. Al llevar varios días sin correrse me echo siete chorros, él solía correrse menos habitualmente. Hector no estaba aun por la labor de correrse. Saco su polla de mi culo, obligo a Arturo a lamer mi corrida en la cama para dejarla limpita, nos pusimos los tres de pie y nos dimos un morreo a tres en una lucha encarnizada de lenguas, las de Arturo y mía con restos aun de semen. Ese día Hector parecía más desinhibido que de costumbre. Entonces nos colocamos los tres en la ancha cama tumbados de lado a modo de triangulo, de forma que yo se la comía a Arturo, este a Hector y mi machazo del gym a mí. Estuvimos mamándonos los rabos durante unos cuantos minutos mientras nos retorcíamos del placer que nos proporcionaba nuestro inmediato compañero.

En todo momento Hector llevo el control dirigiendo el acto sexual a su manera. Me gustaba ese papel dominante que solía tomar. En esta ocasión nos tumbo a los dos hacía arriba en la cama y nos volvió a colocar las esposas como antes pero entrelazando nuestras manos por el cabecero de la cama. Después se levanto y saco de un cajón dos pañuelos negros y nos lo colocó en los ojos. En ese momento se escucho ruido en la casa. Como no veíamos nada no teníamos idea de lo que pasaba. Entonces noté como por mi nariz se acercaba una polla, por el olor era la de Hector sin lugar a dudas, pero a continuación note otra polla, olía diferente, más fuerte pero no me era conocida. El día anterior había aspirado bien el olor de la polla de Ruben y no era el de la polla que tenía delante, cuando trataba de acercar mi boca la polla se retiraba. Después note una nueva polla delante, esta sin lugar a dudas era la de Ruben. En la habitación debíamos ser un total de cinco personas, los tres iniciales, Arturo, Hector y yo, el cuarto era Ruben y el quinto era totalmente desconocido para mi. Mi polla se hincho más aun de imaginar que era alguno de los niñatos del gym que acompañaban siempre a Hector a y Ruben. Lo cierto es que estaban todos buenísimos, siempre lo comentábamos Arturo y yo. Bueno lo cierto es que la mayoría de heteros del gym estaban tremendos.

Hector nos indico que teníamos que elegir una de las tres pollas que habíamos olido. Yo indique que quería la segunda que era la polla del desconocido. Arturo dijo que quería la primera, si le habían puesto el mismo orden que a mi sería la de Hector. Entonces note que se acercaba esa polla a mi boca. Aspire su olor con fuerza, !Dios que olor a macho! Ese rabo tenía que saber a gloria, sin dudarlo besé el capullo que estaba completamente húmedo y después lo abarque con mis labios, tenía el mismo grosor que el vibrador así es que abrí bien la boca. Empece a introducirme el tronco, me resultaba intrigante investigar únicamente con la boca el calibre de aquel rabo. Note que tenía una ligera curvatura hacía arriba, el tronco era menos ancho que el capullo. Continué abarcando el rabo con mi boca, devorando centímetro a centímetro, y no veía momento de llegar a que sus huevos chocaran con mi barbilla, me estaba atragantando pero tenía que averiguar las dimensiones de ese pedazo de nabo. Por fin note que los huevos chocaban con mi barbilla, esta polla era si cabe un poco más grande que la de Hector, si mis cálculos no me traicionaban, igual rondaba los 23cm, con un capullo muy ancho y un grosor similar al de Hector pero algo inferior al de Ruben. Lo que más me gustaba era su sabor, fuerte, a macho. Palpe los huevos con la mano que me quedaba libre, eran muy parecidos a los míos. Entonces escuche un gemido de un chaval joven, un gemido muy varonil. El chico comenzó a follarme la boca salvajemente, se le veía un poco brusco, quizá por ser más joven era algo menos experto que el resto. Yo me dejaba follar la boca, aunque intentaba frenar algo su brutalidad con la mano. El chico comenzó a decirme “Comeme el pollón chacho” , por el tono de voz me pareció gitano. Mmm el único gitano que iba con ellos al gym era el Richi y estaba buenísimo. Era alto, mediría como 1,85, con un cuerpo musculado, se le notaba que desarrollaba enseguida porque apenas iba al gym y tenía un cuerpo escultural. Además era muy guapo de cara, con unos ojos verdes que destacaban en su tez morena. Ojala que fuera el Richi y mis intuiciones a ciegas no me fallaran.

Después de la brutal follada de boca, mi desconocido comenzó a lamerme el culo, también de forma muy brusca, pero en este caso no me importaba. Sin mediar más, subió mis piernas a sus hombros y me introdujo su rabo dentro de una estacada, para aquel entonces mi culo podría recibir cualquier pollón sin notarse resentido. Sus embestidas también eran muy fuertes notaba sus huevos chocar con fuerza contra los míos, estaba en la gloría. En la habitación se escuchaban gemidos diversos, los de mi acompañante, los de Arturo, los de Hector, los de Ruben y sobre todo los míos. No saber lo que estaba haciendo cada uno me excitaba muchísimo. Entonces Hector indico que nos quitarán las vendas, ante mis ojos pude ver como efectivamente quién me follaba era el Richi, podría apañarme perfectamente en la vida siendo ciego. El que se follaba a Arturo en la misma posición en la que Richi me follaba a mi era Ruben, y lo que más me sorprendió fue ver a Hector de cuclillas metiéndose el vibrador, desde luego que iba a ser verdad que estaba totalmente desinhibido. Hector dio un toque a Ruben como indicándole que se le dejara paso con Arturo. Este obedeció y Hector comenzó a follarse a Arturo en la misma posición en la que estaba mientras se besaban. Esa imagen de mi novio siendo follado por otro me excito muchísimo, acerque mis labios de forma lujuriosa al Richi y nos morreamos con pasión, también de forma muy basta. Entonces el Richi me puso a cuatro patas y siguió follándome mientras Ruben se agachaba a comerme el rabo, me corrí por segunda vez en la tarde dejando la boca de Ruben llenita de leche. Al rato Arturo se corrió sin tocarse sobre los pectorales de Hector. Pero aún me quedaba unos últimos meneos de mi machazo, que saco el rabo del culo de Arturo y comenzó a follarme salvajemente también a cuatro patas. Menuda tarde de placer nos estaban dando estos cabrones. Mientras Arturo se alternaba para comerle las pollas al Richi y a Ruben mientras estos se morreaban. Pude observar que quizá me había quedado corto con el calculo de 23cm de la polla del gitano porque quizá llegaba incluso a los 24cm, un pollon de escándalo. Hector hizo un gesto a los dos niñatos y saco su polla de mi culo. Nos quitaron las esposas y nos sentaron a los dos en un lateral de la cama. Los tres se pusieron delante nuestra de pie y comenzaron a pajearse fuertemente, Hector nos pidió que nos besáramos sacando bien nuestras lenguas, mientras nos lo hacíamos comenzamos a notar que varios lechazos provenientes de varios frentes apuntaban a nuestras lenguas, por instinto dejamos de besarnos y abrimos las bocas para que nuestros tres machos hicieran diana en nuestra boca. Los tres se retorcían con espasmos y gemían de forma salvaje. Nos dejaron las caras llenas de leche. Arturo y yo nos besamos quedándonos mas pringados aún. Después Hector ordeno a sus chicos que nos limpiaran los lechazos que quedaban con sus lenguas, mientras hacían esto miraba satisfecho. Debió sentirse tan dominante que hizo que Ruben y el Richi se sentaran también en la cama y nos meó a los cuatro en la cara girando su polla para que todas las caras tuvieran su ración. Nunca me habían meado en la cara, ni era una cosa que me pusiera especialmente, pero en boca cerrada no entran moscas,jejeje. Además ese día el morbo nos pudo a todos. Después nos fuimos duchando por turnos.

Mientras acababan de ducharse, Hector me contó que todo había empezado hacía unos años cuando todos quedaban en casa de Ruben para ver pelis porno, comenzaron con las pajas y acabaron con las mamadas, incluso a más de uno se lo habían follado. Aunque a todos les molaban las tías, simplemente se juntaban cuando no pillaban cacho los solteros o cuando Hector acababa hasta los cojones de la estrecha de su novia. Cuando me conoció en el gym y le dije que era gay vio la posibilidad de poder follarse un buen culazo, ya que no era sencillo que los niñatos pusieran el culo y era lo que a él más le gustaba. Por eso se lo contó a Ruben, sabiendo que nos vendría bien su casa. En el caso de el Richi al enterarse de que venía también Arturo quiso que fuéramos impares para poder hacer el juego de las vendas. Por lo visto Ruben y Arturo estaban en la casa desde el principio pero por sorprendernos les dijo que se escondieran. Lo que no se esperaba es que llegáramos a su casa con un vibrador, por eso demoro el juego de las vendas para disfrutar él un poco más jugando con nosotros. Quedamos en que repetiríamos en casa de Ruben siempre que fuera posible y nos apeteciera, incluso si algún niñato de su grupo se lo ganaba podría venir también.

De vuelta a casa los dos volvíamos con una sonrisa de oreja a oreja, entonces Arturo se paró en seco y me beso.

– Lo he pasado estupendamente mi amor – me dijo con la cara iluminada.

– A partir de ahora Hector y sus amigos pondrán color a nuestras relaciones sexuales, únicamente pongo una condición – dije a mi novio

– Dime cuál Cesar- contesto mi chico con ojos melosos

– Que todo lo que hagamos con ellos, lo hagamos siempre juntos – sentencie

– Cuenta con ello cariño- me contesto Arturo mientras volvía a besarme.

Y así fue como nuestras relaciones sexuales se arreglaron. Años después Arturo y yo nos casamos, por motivos de trabajo nos tuvimos que mudar de cuidad, aunque siempre que venimos a Madrid tenemos una parada obligatoria en la casa de Ruben. Eso sí, en nuestra nuevo gym también tenemos nuestro Hector particular, quizá algún día os cuente esta nueva historia.

“Gracias a todos por vuestras valoraciones y comentarios, espero que os haya gustado el desenlace, pronto volveré con nuevos relatos que ya tengo en mente, Un saludo para todos y gracias por leerme” (Javimad)