Hector, el machazo del gym

En el gym hay un tío que me pone especialmente, se llama Hector y es hetero , o al menos eso parece ya que todos los días que vamos al gym le vemos dejando a una chica con la que viene en moto y despedirse de ella con un acalorado morreo y un fuerte apretón en el culo...

HECTOR, EL MACHAZO DEL GYM

Hola me llamo Cesar y tengo 30 años. Desde hace tres años salgo con Arturo, dos años mayor que yo. Tres veces por semana solemos ir al gym, cuando salimos del curro. Los dos somos bajitos pero bastante fibrados, con buenos culos y mejores rabos. Hacemos muy buena pareja, siempre nos lo dice todo el mundo. Arturo es un poco más alto que yo, es moreno de pelo y lo lleva de punta, en su cuerpo sobre todo destacan sus abdominales, tiene la típica tableta de chocolate que yo siempre hubiera deseado conseguir  pero que debe más a la genética que al ejercicio físico, ya que siempre que puede se escaquea del gym. También destaca su rabo de unos 19cm aunque delgado y con huevos pequeños y su culo respingón y tragón. En mi cuerpo lo que más destaca es el pecho, desarrolla enseguida, además tengo un piercing en un pezón y un tatuaje azteca en el otro pecho y he de reconocer que todas las miradas siempre van a ese punto de mi cuerpo, aunque también van al paquete, ya que en él escondo 20cm, con huevos gordos y mazo de lecheros. También tengo buen culo, redondito y prieto, aunque mi chico no suele usarlo mucho ya que es él el pasivo. Cuando nos conocimos yo era más bien pasivo pero el amor lo puede todo y mi chico me transformo en un activo reconvertido. Quizá sea por eso que siempre ando deseando que un buen machazo me pete el culo. Me encantan los tíos con pinta de hetero, malotillos de barrio, y por suerte en Vallekas hay mucho de eso, y sobre todo en mi gym.

Con Arturo las relaciones sexuales han empezado a ser monótonas, ciertamente estoy hasta el rabo de hacer de activo con él y cuando me folla no le pone todas las ganas que yo necesitaría. Es por ello que desde hace tiempo de forma esporádica me echo mis canitas al aire, siempre siendo muy discreto que tampoco quisiera que se enterara y perderle.

En el gym hay un tío que me pone especialmente, se llama Hector y es hetero , o al menos eso parece ya que todos los días que vamos al gym le vemos dejando a una chica con la que viene en moto y despedirse de ella con un acalorado morreo y un fuerte apretón en el culo. El tío esta tremendo, pelo rapado al dos, rubito, un cuerpo de escándalo, un culo muy apetecible, y una polla en reposo que apunta muy buenas maneras. Lo cierto es que noto que me mira con cierta frecuencia, aunque nunca he sabido si lo hace porque me tiro el día observándolo o porque realmente quiere tema. Podría llegar a asegurar que cuando coincidimos en los vestuarios se exhibe más de lo normal, incluso me da la sensación de que se le pone morcillona, aunque he de reconocer que tengo una mente demasiado calenturienta. De todos modos es imposible que pudiera pasar algo ya que siempre que voy al gym voy con Arturo. Así es que tengo que conformarme con que Hector sea el motivo de mis cada vez más frecuentes pajas nocturnas. Siempre suelo fantasear con que nos lo montamos en el baño turco, que voy solo al gym y después de un día duro de entreno, me doy una ducha y me meto en el baño turco, entonces de repente entra él y empieza a mirarme y noto como su polla comienza a crecer a ritmos acelerados, me sonríe y empieza a masturbarse delante de mi, he de reconocer que me pongo tan cachondo con esa imagen que mi fantasía no suele llegar a más porque acabo corriéndome de forma exagerada en el baño de mi casa mientras mi novio duerme ajeno a mis calientes pensamientos.

Los Viernes suelo salir antes que Arturo del trabajo, nunca se me había ocurrido ir solo al gym porque me daba pereza, pero ese Viernes estaba especialmente motivado, llevaba un tiempo comiendo lo que me daba la gana y mis escasos abdominales habían desaparecido, así es que decidí ir  para hacer un poco de aeróbicos y abdominales o apuntarme a alguna clase. También iba con la esperanza de encontrarme a solas con Hector aunque de buena tinta sabía que este solía ir más tarde al gym, pero bueno la esperanza es lo último que se pierde. Estuve como una hora haciendo elíptica, bici y corriendo en la cinta. Cuando me disponía a irme a la ducha, vi como Hector bajaba las escaleras, supongo que el también saldría antes del curro los viernes. Me quede mirándole embobado y debió darse cuenta porque aunque nunca solíamos hablar estiro su mano en forma de saludo. Yo le correspondí con la mejor de mis sonrisas. Decidí que debía quedarme un poco más y me puse a hacer abdominales. Había poca gente en el gym y Hector se acerco y me preguntó que si podía ayudarle a hacer pecho ya que a esas horas ni siquiera estaba el monitor. Accedí gustosamente, me estuvo contando que no salía venir los Viernes, pero que el día anterior estaba muy cansado y que le había faltado hacer pecho y que por eso había venido. Me pregunto que dónde estaba mi habitual acompañante, yo le comente que estaba currando, que los Viernes yo salía antes. Entonces empezó a interesarse por nuestra relación, de forma sutil me pregunto sobre Arturo, que siempre nos veía juntos, que llevábamos únicamente una bolsa, que le daba la impresión de que eramos hermanos o pareja, aunque ciertamente no teníamos pinta de ser gays...Entonces yo le reconocí que eramos pareja, Hector simplemente se limito a sonreír y continuamos hablando amigablemente. Cuando termino con sus ejercicios de pecho me dijo que no quería entretenerme, que iba a correr en la cinta un rato y que luego se daría un baño turco, !un baño turco! pensé, entonces note como mi polla daba un respingo. Le dije que yo también iba a correr en la cinta y que si no le importaba también me iba a dar un baño turco después. Quería ser precavido ya que no quería que pensara que me esperaba para verle en pelotas en el baño turco. A Hector pareció agradarle que me quedará, le gustaba entrenar en compañía, de echo siempre iba acompañado de un grupito de niñatos que debían tenerle como el ejemplo a seguir. Acabamos con la cinta y subimos a los vestuarios. Hector se duchó rápidamente y me dijo que me esperaba en el baño turco. Yo estaba en la ducha muy empalmado esperando a que se me bajara un poco el asunto pero no lo conseguía ni siquiera pensando en otras cosas, entonces salí de la ducha y me enrolle una toalla y entre en el baño turco. Allí estaba Hector con los ojos cerrados y su cuerpazo lleno de gotitas de sudor, mmmmm, era la viva  imagen de un Dios griego.

No me había oído entrar, tenía la mano puesta en su paquete, que a mi parecer estaba más que animado, aunque no podía diferenciarlo bien porque también llevaba puesta la toalla. Entonces se percato de mi presencia y sonrió. Me dijo que hacía mucho calor para llevar la toalla , pero que le daba apuro quitársela porque no quería incomodarme ya que yo la llevaba puesta. Entonces con mucho pudor le dije que yo la llevaba puesta porque tenía un tremendo empalme,  Hector sonrió de nuevo y dejo caer la toalla y  pude observar que no era yo el único que tenía toda la sangre allí abajo. Ante mis ojos observe un rabo moreno,ancho y muy largo, calculo que tendría unos 22cm ya que era un poco más grande que el mio, y lo que más me llamo la atención es que tenía unos huevos enormes. Iba muy bien depilado, teniendo únicamente como yo un cuadradito de pelos encima del rabo. Hector no dijo nada, solamente comenzó a masturbarse lentamente, !Dios como en mis fantasías! y me miro con cara de vicio, no necesitaba más señales, me acerque sigilosamente y me agache enfrente de él, Hector cerro los ojos y me ofreció su rabo con la mano. No sabía por donde empezar, tenía delante de mi el mejor de los manjares. Me acerque tímidamente, la punta de su rabo tenía una gotita de precum, entonces dirigí mi lengua hacía ella y eche mi cabeza hacía atrás notando como se formaba un hilillo desde mi lengua a su polla. Su polla olía a macho, no espere más  y abarque con mis labios todo el grosor de su capullo, con mi lengua comencé a hacer ligeros círculos mientras abarcaba con mi mano su grueso tronco moreno. A Hector parecía gustarle porque echaba la cabeza hacía atrás y reprimía sus gemidos.

Comencé a ir introduciéndome su tronco centímetro a centímetro por la longitud de mi garganta, quería meterme todo ese pollon en la boca, sabía que era una difícil tarea pero quería dejar impresionado a Hector, entonces conseguí mi objetivo al notar como sus huevazos chocaban contra mi barbilla, me dio una pequeña arcada pero me contuve y comencé un ligero sube-baja alrededor de su tronco, como era muy grande y me atragantaba decidí continuar pero metiéndome menos cantidad de rabo en la boca. Hector estaba en la gloria pero por el momento estaba dejándose hacer hasta que de repente puso su mano sobre mi cabeza y comenzó a dirigirme la mamada a su gusto, que cada vez iba más acelerado. En otras circunstancias no habría dejado que se fuera a correr porque querría disfrutar de su pollon en mi culo, pero en las circunstancias en las que estábamos en el baño turco que podría entrar cualquiera me conforme con hacerle esa pedazo de mamada a mi deseado machazo del gym. Hector comenzó a contraer sus músculos entonces saco su polla de mi boca y empezó a soltar trallazos por toda mi cara, mira que yo me corro en abundancia pero este chico era exagerado, al menos echo diez lechazos. Los primeros por mi cara, las siguientes por todo mi pecho, e incluso cayeron algunos trallazos en mi polla. Quedo completamente extasiado. Para mi sorpresa me beso de forma apasionada recogiendo con su lengua cada uno de sus lefazos en mi cara, mientras me besaba agitaba mi rabo con fuerza, quería recompensarme por la mamada recibida, y supongo que era demasiado macho para mamármela. Cuando no pude más me corrí sobre su mano, polla y pecho. Hector volvió a besarme acaloradamente mientras me estrujaba el culo como solía hacer con su novia cuando la dejaba con la moto en la puerta del gym. Me dijo en el oído que la próxima vez quería follarme el culazo en su casa, pero que eso sería otro día. Entonces salió apresurado hacía la ducha, supongo que querría desaparecer pronto de allí, seguramente sería la primera mamada que le había echo otro tío, yo me duche tranquilamente recordando cada momento en el baño turco y deseando que muy pronto mi machazo me petará el culo salvajemente en su casa, pero eso ya os lo contaré en otra ocasión...