(h.d.u.v.c...6.)

Entre lo malo y lo bueno...

La manera en la que había llegado, me lleno de emocion, había vuelto a ver esa sonrisa que tanto me gustaba, me dijo que la esperara en la reja de la entrada, los nervios me estaban matando. Fui a donde se encontraba.

Al llegar me sentí la persona más idiota pisando la tierra, pues para mi sorpresa y a la vez una inmensa desilusión, la vi con un tipo, bien parecido para que lo niego, la estaba besando, al principio estaba buscando algo en ella que me dijera que solo era un engaño, ¿Qué no se suponía que no le gustaban los hombres?

Después de eso me vio y me dijo:

Meli: ¿hola amiga como te fue? Oye quiero presentarte a alguien. Mira el es Gonzalo, mi prometido.

Yo: hola mucho gusto, (le dije con tratando de disimular mi coraje y mis celos) mi nombre es Diana

Gonzalo: hola el gusto es mío (me dijo de una manera muy indiferente)amor voy por las cosas que te dije, te veo en la noche en tu casa.

Meli: ok cuídate mucho mi amor.

Gonzalo: mucho gusto ¿diana? Verdad con permiso

Yo: si pasa. “y si puedes que te mate un tráiler” murmure para mis adentros.

“¿Cómo que en su casa, que ya lo conocía su familia, es mas como se conocieron, como que cuídate mucho mi amor? ¿Y yo donde quedo?”

Las preguntas se estaban formando en mi mente, ¿que fue todo eso?, fue cuando caí en cuenta de que ella me estaba hablando.

Meli: oye ¿estás bien?, te noto un poco diferente, como si estuvieras molesta.

Yo: molesta ¿yo? No para nada mira mi gran sonrisa, porque me he de molestar, es solo que me sorprendió un poco que apareces de pronto de un día a otro y apareces con este chaval, lo llegas besando cuando supuestamente a ti te gustan las mujeres.

Meli: no, eso ya es cosa del pasado, mis padres tienen mucha razón, eso es antinatural, además todos esos golpes me enseñaron lo bueno de lo malo, pero pues ya olvidémoslo, , vallamos a comer…

Yo: debes estar bromeando. (Le dije con un coraje que me hacía temblar, casi a punto de estallar) como es posible que pienses en cosas así y no me refiero a si te gustan o no las mujeres, me refiero a cómo es posible que pienses que de verdad lo que hicieron tus padres sea correcto. Eso de que la letra con sangre es bueno es un completo error, es mas no debería ni siquiera ser permitido por la ley, me sorprendes tanto, y ahora ese chaval de donde salió, y ¿por qué te trata de esa manera?

Meli: pues ese chaval es mi prometido, como ya te había dicho, mis padres lo escogieron para mí pues dicen que es un buen prospecto para marido, además es cariñoso, amable y atento cosas que muchos ya no tienen.

Yo: ok tu respuesta es bastante convincente, pero y tu ¿lo amas?

Terminada de hacer esa pregunta, me arrepentí, para que se lo mencione, si ya me había hecho el daño suficiente lo único que me estaba ocasionando era más dolor, si la respuesta era afirmativa.

Ella se quedo pensando, volvió a mirar al cielo, y con una tristeza demasiado obvia en sus ojos, me contesto:

Meli: si, lo amo.

Ni en broma me hubiera gustado escuchar esa frase que salió de su boca, pero me lo estaba diciendo, y mientras me miraba, sus ojos eran como una cruel daga atravesándome el corazón, me sentí caer al frio asfalto, me sentí como si de pronto me cortaran esa cuerda que me mantenía con vida.

Meli: ¿te sientes mal? Quieres sentarte. De pronto te pusiste pálida.

Yo: no estoy bien, oye discúlpame podríamos dejar esta comida para después, la verdad es que me siento un poco cansada, te lo prometo después voy contigo.

Meli: no espera te acompaño…

Yo: no, no te molestes, ve a tu casa de seguro ya te esperan.

Me aleje y comencé a caminar, iba recordando muchísimas cosas, entre esas el día que me había confesado que le gustaban las mujeres y la felicidad que me daba que me hubiera dicho eso, pero más que nada recordaba con mucho coraje el día que estuve a punto de decirle que la amaba, que por cierto ¿por qué no lo hice?, si ya recuerdo era muy sencillo, tenía bastante miedo de que yo no fuera la mujer de sus sueños, y de perder nuestra amistad, al final creo que todo está mejor así,  siendo las mejores amigas, por lo menos eso me permitiría seguir a su lado.

Después de recordar todo eso me di cuenta de que las lagrimas habían corrido involuntariamente por mis mejillas, a pesar de todo yo la amaba, y ahora por cobarde la estaba perdiendo.

Y como por arte de magia se me fueron cinco días más. Esa semana fue la más larga, dura y difícil de mí vida. Era un martirio ver a la mujer de mi vida a lado de “otro”, pero no podía hacer nada pues al parecer a la única que dañaba esa idea era a mí, sin embargo su mirada no me convencía, en sus ojos no había ni una chispa, ni una pizca de felicidad, siempre se denotaban tristes, aunque fingiera una sonrisa no había cambio en su mirada, y eso se me hacía muy extraño, pero pues en ese momento pensé que tal vez solo era mi imaginación y que en realidad todo estaba bien.

“perdón no quería que esto pasara, lo siento mucho”

¿Pero de qué demonios estás hablando y qué demonios es este lugar, me estas escuchando?

“perdón no quería que esto pasara”

Oye pero a que te refieres, a donde vas espera, espera….

Me desperté, mire el reloj, 4:30 A.M mmm ¿qué significa eso? Ya van varias noches, y esa voz se me hace conocida, esa voz es de… pero por qué no la alcanzo a ver, porque me dice que le perdone.

Había tenido ya ese extraño sueño, hace ya varias noches, la verdad me asustaba un poco, pues bien recuerdo esa voz. Como ya no lograba conciliar el sueño, en ese momento me levantaba, acomodaba algunas cosas, me preparaba y a las siguientes horas, salía de camino a la uní.

En cierta manera llegar era un tormento, pues ya era lo mismo todos los días. Ver a Meli en brazos de ese tipo me ponía mal, pero especialmente ese día no estaba de humor.

Gonzalo: hola diana ¿cómo te va?

Yo: hola Gonzalo ¿como estas? Pues no puedo quejarme, lo único es que siempre se me acercan los indeseables.

Gonzalo: ¿qué dijiste perdón?

Yo: oh no claro que no,  no lo digo por ti, no te molestes, yo lo decía por la gente que me cae mal, y no quisiera seguir frecuentando, tú sabes con quien no me llevo.

Gonzalo: ah, ok mira si no es mucha molestia quiero pedirte un favor, yo se que eres la gran amiga de Melissa, (me decía en tono burlón) y estoy a unos días de pedirle matrimonio, ¿quisiera saber si tú me podrías ayudar?

Yo: ¿Qué? ¿Matrimonio? ¿No se te hace que es demasiado pronto?, no tienen mucho de haber comenzado a andar.

Gonzalo: mira diana eso ya no es de tu incumbencia, ¿me puedes ayudar o no? Seguía con su tono burlón.

Yo: la verdad es que mejor pídele ayuda a otra persona, conmigo no cuentes.

Gonzalo: mira se que este matrimonio no te sienta ni un poco, pero ella será mi esposa, y no va a haber nadie que pueda impedirlo, ni siquiera tu que por lo visto la amas, pero eso tendrá que acabar. ¿Crees  que no me he dado cuenta? Eres solo una molestia.

Yo: mira estúpido fíjate como me hablas, yo no te he hecho nada, además quien te dijo que la amo, es pura falsedad lo que hay en tus palabras.

Gonzalo: pues eso espero, que solo sea falsedad, además por mucho que intentes, todo está fuera de tus límites.

Melissa: hola chicos que hay ¿Cómo están? Diana ¿por qué tienes esa cara?

Yo: no es nada, estábamos hablando de las personas indeseables de esta escuela, además me duele la cabeza.

Meli: ¿necesitas algo, o quieres que te ayude en algo?

Gonzalo: no, por supuesto que no necesita nada, de hecho ya se iba, me comentaba que ya se le hacía tarde para sus clases ¿verdad dianita?

Yo: si tiene razón ya es hora de irme, nos vemos luego. (Les dije tratando de disimular mi coraje)

Meli: pero diana yo..

Gonzalo: ya déjala ir ya luego platicaran…

Mientras tanto caminaba a mi salón, el maldito coraje me retorcía las entrañas, que demonios le pasaba a ese tipo, y Melissa cómo es posible que no se diera cuenta.

Tan metida en mi coraje iba que no me di cuenta de que había dejado mis libros de esa clase en el loker, para mi mala suerte tendría que regresar, y si lo hice. Para mi fortuna ya se había ido, y abrí, pero en ese momento la puerta del mismo me tapaba la cara, de un momento a otro sentí que alguien se paraba a un lado de este, pero no me importo, no fue cuando sin querer escuche esa voz que tan gorda me caía, era Gonzalo, estaba hablando por el móvil, pro no sabía con quién era, trate de esconderme un poco más y escuche lo siguiente:

Gonzalo: si, si la próxima semana ese matrimonio será un hecho.


Si ya le dije, pero el costo de este matrimonio es el que ya habíamos acordado, además nadie se casa porque si, debe de haber una razón de por medio y la mía tiene muchos ceros.


Si mire no se preocupe, todo está bajo control, me tengo que ir las clases van a comenzar.

Dicho esto colgó y se fue, creo que nunca se dio cuenta de que yo no estaba ahí, no estaba segura si hablaba de su matrimonio con Melissa, pero si había algo muy claro, era que a como dé lugar yo tenía que saber que era, y lo tenía que detener.

Esto no iba a ser fácil, pero pues se trataba de Melissa, además desde que el llego un negro presentimiento me invadió.

Perdón no quería que esto pasara, lo siento mucho”

¿Pero de qué demonios estás hablando y qué demonios es este lugar, me estas escuchando?

“perdón no quería que esto pasara”

“no me sueltes, por favor”

Oye pero a que te refieres, a donde vas espera, espera….

Señorita diana, si la clase es demasiado aburrida par usted como para quedarse dormida en medio de la clase, tal vez es usted quien deba impartir mi materia, puede ser que ser más que yo.

Con mi cara llena de dudas, no dije nada, tan solo la agache, deduje que me había puesto roja ya que todos me miraban y en seguida la maestra me mando fuera del salón.

Yo: esto se parece a los castigos que te ponían en la primaria….murmure para mí.

Y en el pasillo con mis dos cubetas de agua en las manos, y parada como los niños de primaria, recordé el sueño que acababa de tener, las imágenes y  los diálogos eran los mismos, pero lo que ahora llamo mi atención fue que me dijo “no me sueltes”. Sigo con la duda de que es lo que esto quiere decir, no entiendo nada.

Gracias a dios esa era la última clase, y comienza el fin de semana, lo mejor sería irme toda la noche de fiesta, hacer algo productivo o simplemente ir a dormir.

Una vez que llegue a mi cuarto, prendí el ordenador y me puse a bajar canciones al celular, y después de revisar un rato el Facebook estaba a punto de apagar el ordenador, justamente en ese momento Melissa llego.

Meli: que hay ¿cómo te sientes? me tuviste preocupada todo el día.

Yo: mmm valiente preocupación, y que ¿Gonzalo se te salió de la bolsa o qué?

Meli: hash ¿y por qué lo tienes que sacar al tema, y por qué me hablas de esa manera?

Yo: mmm lo siento, pero como ya es casi tu marido…

Meli: sabes la semana que viene me caso… (me lo dijo con un destello de tristeza en los ojos)

Justamente en ese momento la computadora comenzó a tocar la canción que tenía programada, ya que era mi favorita, junto con eso a mí me envolvió un presentimiento, justamente el mismo que sentí cuando conocí a Gonzalo.

“A warning sign i missed the good part, then i realized”

“Una señal de peligro, se me pasó una buena parte y entonces me di cuenta”

En mi corazón sentí un cruel dolor nuevamente, pero ese presentimiento no se iba, ¿Por qué?

“I started looking and the bubble burst”

“Comencé a mirar y la burbuja se reventó”

Yo: me da mucho gusto por ti, espero de todo corazón seas muy feliz.

“Yeah the truth is i miss you so”

“Cuando la verdad es, que te extraño Sí la verdad es, que te extraño tanto”

Meli: la verdad es que… tengo sueño. (En ese momento sentí que me quería decir otra cosa)

Yo: tranquila ven…

En eso la abrace, y la acosté en mis piernas, comencé a acariciar su cabello con mucha ternura  y comencé a cantar esa canción muy bajito, mientras las lágrimas luchaban por Salir de mis ojos, pero ya era tarde no había nada que yo pudiera hacer, a pesar de saber la verdad no sabía cómo hacer para salvarla de esto.

“So i crawl back into your open arms”

“Así que me arrastro de vuelta a tus brazos abiertos”

Después de eso no sé cuánto tiempo paso, ella rápidamente se levantó, pues nos habíamos quedado dormidas, no sé por qué el destino es tan cruel, yo tenía mi mano en su cintura y la estaba abrazando, cuando se dio cuenta se levantó y me dijo:

Meli: lo siento no debimos de quedarnos así…

Yo: no, no te preocupes, no pasa nada al contrario tú discúlpame a mí.(le dije con visible nerviosismo)

Meli: no, no hay problema, me tengo que ir voy a cenar con Gonzalo, y ya me debe estar esperando. (Me dijo aún más nerviosa que yo)

Yo: si ve se te hace tarde.

Meli: por cierto pásame esa canción que estabas cantando, me gustó mucho, creo que siempre me voy a acordar de ti con eso.

Yo: ok déjame tú móvil.

Meli: no el móvil ahorita lo voy a ocupar, te dejo la USB solo cuídala mucho ¿te parece?  Ya luego yo la paso.

Yo: ok vete con cuidado.

Meli: si tú también !te quiero¡ me dijo mientras se alejaba.

!!!Hassshhh¡¡¡  cómo es posible que se vaya a casar y con ese estúpido, se me hace que esto es planeado por sus padres, lo más seguro es que la están obligando a casase….

Mmm, acaso es en serio eso, no se me había ocurrido, su alegría no vuelve todo parece estar normal, pero que será, además como puedo decir eso si no tengo las pruebas, tan solo tenía una semana para averiguarlo, aunque por otro lado no debería meterme en problemas, es algo que no debería importarme, no es algo que yo deba seguir investigando

En eso seguía pensando cuando volví a ver la USB que me había dejado, que más daba le haría el paso de sus canciones, y luego saldría a algún lugar.

Una vez que introduje esa memoria, había muchísimas fotos de ella, cuando era una niña, de cuando yo la conocí, había fotos de ella con personas que nunca había visto  pero se denotaban muy bien el brillo de sus ojos y la felicidad en su cara, todavía cuando yo la conocí era así, después aparecieron fotos de estos últimos meses, ya con Gonzalo, yo no lo soportaba y si hacia una gran comparación en las fotos ya no había una chispa de felicidad en sus ojos como en las anteriores, y finalmente sus padres, estos últimos me daban miedo hasta en foto, esa mirada desafiante llena de rencor era lo que nunca me había gustado, y más miraba a Melissa y solo veía tristeza, era lo que más me enojaba, y a la vez no entendía, en eso encontré un archivo con clave, al parecer esa USB  no era de ella, era de Gonzalo. Hice demasiados intentos de abrirla, pero no lo logre, ya estaba bastante entrada la noche, me la había pasado desde las 6 de la tarde hay sentada y no conseguía éxito, hasta que ya por ultimo lo único que se me ocurrió fue poner su nombre como clave. En seguida se ario la carpeta, me di un tope en la mesa de haber sabido, no hubiera sufrido tanto. En fin cuando revise los archivos para nada me gusto lo que vi, sin embargo comencé a escuchar pasos en el pasillo, solo atine a pasarlo todo al escritorio del servidor y cerrar el programa. En eso la puerta se abrió…

Meli: hola ya regrese. Quiero enseñarte mi anillo de compromiso.

Yo: ha mira qué bonito, mira estaba dispuesta a irme a dormir, tu deberías hacer lo mismo.

Meli: mmm que cortante.

No le dije nada solo me acosté y me voltie del lado donde no la viera, y después de un rato me dormí.

“perdón no quería que esto pasara, lo siento mucho”

¿Pero de qué demonios estás hablando y qué demonios es este lugar, me estas escuchando?

“perdón no quería que esto pasara”

Oye pero a que te refieres, a donde vas espera, espera….

Había despertado, de nuevo eran 4:30 A.M. no entiendo este sueño ya es constante.

Yo: ¿pero qué demonios significa? Grite.

Al gritar hice el suficiente ruido como para que Melissa despertara, se notaba que la había asustado un poco, rápidamente se levanto y fue hacia mi cama.

Meli: ¿Qué te pasa, que es lo que te sucede?

Yo: no, nada, tuve un mal sueño es todo, vuelve a dormir, aun es muy temprano y es sábado.

Meli: ok pero quisiera pedirte un favor. ¿Habría una manera en que pudiera dormir contigo?

Yo: ¿Qué?

Meli: por favor, me da un poco de miedo que tengas esos sueños, aunque sea déjame estar cerca de ti para que te puedas calmar,  no te voy a hacer nada, ya no me gustan las mujeres, es mas eres como mi hermana jamás te haría nada.

Yo: mmm ok Melissa duérmete conmigo si eso te hace feliz, buenas noches.

Y de nuevo me voltie al lado donde no la veía, como demonios iba a ser hermana de la persona que más he amado en el mundo, ahora claro estaba que el intento por dormir seria en vano, como haría para resistir estando tan cerca de ella, si dormir en el mismo cuarto era un martirio, ahora dormir en la misma cama…

Fue que de mis pensamientos me saco cuando sentí sus brazos rodearme la cintura y comenzó a decirme al oído lo mucho que me quería, y que estaba muy agradecida conmigo por haberla apoyado siempre, mientras tanto yo le rogaba a dios y le pedía toda la fuerza del mundo para aguantar haciéndome la dormida, después de un rato me di cuenta de que había caído en un profundo sueño abrazada de mi, fue cuando voltie  y la abrace con todo mi amor, no resistí ver su carita de ángel que tanto me encantaba, sin hacer ruido y sin moverme bruscamente le di un beso en sus labios, el cual no duro mucho por temor a despertarla, no supe cómo fue pero en esa pose y con esa vista el sueño me venció.

Desperté de nuevo, eran las 11:30 de la mañana, dios santo ese día dormí hasta muy tarde, la verdad no me importaba, era sábado y yo no era parte de ningún club, en eso recordé a Melissa, ya no estaba, el cuarto estaba ordenado, supuse que ella si se había ido, como no tenía ningún pendiente me volví a tirar a mi cama, era como un sueño que ella haya dormido conmigo, y que haya besado sus labios, en eso mire el ordenador: “deje algo pendiente”

Me metí a bañar, como hacia algo de calor tan solo me puse una falda y una blusa tipo top, me fui a desayunar y como un rayo estaba de regreso.

Por gracia de todos mis ángeles, Melissa no había tocado para nada el ordenador, me dio tiempo de pasar los archivos, borre la evidencia y Salí de ahí, como era posible que llegara en cualquier momento, fui a un “cyber” que estaba cerca del instituto, hay seguí con mi labor.

Entre esos documentos me di cuenta de que efectivamente tenia mas familia, pero no estaban aquí, alguna vez me llego a mencionar de donde venia, pero nunca me dijo nada sobre mas de su familia, pensaba que eran ella y sus padres.

Gonzalo fue contratado por sus padres para que se casara con ella, no leí lo demás por que una nota me dejo con temor y aparte helada, decía más o menos así:

Para poder terminar exitosamente, debes deshacerte del peligro principal, ya lo conocerás, su nombre: Diana Gahona.

“PERO QUE DEMONIOS”

Si bien ya tenía algo en las manos, las pruebas que necesitaba, pero ahora como podría detener esta tontería, sin que él y los padres se enteraran, no podían forzar un matrimonio, ni mucho menos amenazar a alguien quien los hombres no son de su agrado. No tenía idea de que hacer, lo que si sabía es que no importaba poner en riesgo mi vida, todo valdría la pena si ella terminaba bien, y que pudiera salvar su futuro.

Opciones había muchas, podría llegar corriendo en medio de la ceremonia  con las pruebas en las manos  y pedirle que no lo hiciera, pero como hacerlo si de seguro en ese momento ya me estarían vigilando.

Dos días y una noche se me fueron de volada a causa de mis pensamientos, la semana estaba pasando más rápido de lo común, ya era miércoles, ni siquiera había asistido a clases. Jueves, y yo seguía acostada en mi cama, ya me había cansado de pensar, ya no quería pensar, no había asistido a clases, mañana viernes menos lo haría. De pronto Melissa entro al cuarto y me vio, el desanimo se me veía en cada poro de la piel.

Meli: que te pasa me he enterado que no has asistido a clases ¿te has sentido mal?

Yo; ¿Qué si me siento mal? Claro que me siento mal, tú no te has dado cuenta pero he estado buscando la manera de salvarte  de un matrimonio que no va a funcionar, además tu futuro marido te ve como el mejor negocio de su vida, o dime ¿acaso no te has dado cuenta de todo lo que está pasando a tu alrededor?

Meli: todo esto a que viene, yo lo amo y él me ama a mí, que quieres hacer nada de lo que me dices es cierto, o ¿acaso estas celosa?

Yo: por supuesto que los celos me están matando, déjame decirte antes de arrepentirme, te amo eres la mujer de mis sueños, y no voy a dejar a ese estúpido tenerte como su mujer, tú serás mía solo mía.

Meli: ¿Qué has dicho? Se quedo en silencio y puso una cara de confusión…

Perdón esto fue una mala jugada de mi mente, la verdad es que seguía mirándome después de preguntarme lo primero, lo demás se formo en mi imaginación.

Meli: que te pasa me he enterado que no has asistido a clases ¿te has sentido mal?

Yo: no, calma. Lo que pasa es que tuve un problema y no lo he podido resolver.

Meli: te puedo ayudar en algo lo que sea por eso somos amigas.

Yo: no, no te preocupes, por cierto tengo entendido que mañana es tu despedida de soltera ¿no?

Meli: claro y nada me daría más gusto que estuviera presente la mejor de mis amigas, ¿por qué si vas a ir verdad?

Yo: claro no me lo perdería por nada (le sonreí) bueno pues ya es hora de dormir, prepara tus cosas, ¿mañana todavía vas a ir a clases, verdad?

Meli: si pero ¿de verdad estas bien?

Yo: si mujer ya duérmete, debes estar muy tranquila, el día mas esperado no puedes estar tensa.

Meli: ok…buenas…noches… me miraba un poco confundida.

Llego el viernes, el día de la despedida y sábado la gran boda.

Me levante, lo mejor era que ya también asistiera a la escuela, me prepare, y me fui a mi salón.

En clases de verdad no entendí nada, era claro después de no asistir una semana que podía esperar, todo fue como un viernes normal, y sin darme cuenta el día se termino, había caído la noche, la cita era en casa de una de las compañeras e Meli  que habían preparado todo.

Comencé a buscar un atuendo apropiado, de acuerdo con lo que iba a suceder, encontré un pantalón de mezclilla, unos tenis, y una chamarra de cuero negra, si ese sería mi atuendo jejejeje. Después de eso puse algunas cosas dentro de mi mochila, y tome camino.

Ya en casa de su amiga, entre como si nada, había muchas conocidas de la uní, otras si eran nuevas ante mis ojos, y al final pude ver a Meli entre toda esa multitud, era la más hermosa de la fiesta, llevaba un vestido negro descubierto de la espalda, y a pesar de la linda sonrisa que me mostraba en sus ojos no se reflejaba ninguna emoción, no existía nada.

La fiesta comenzó, ya varias personas me habían preguntado del por qué la ropa que llevaba que llevaba en ese momento, lo que yo les contestaba era que no tenía muchas ganas de cambiarme, pero que mañana habría mucha diferencia.

Después tome dos copas de vino y me dirigí hacia donde Meli se encontraba, y la llame a parte un momento.

Meli: amiga no sabes cómo te agradezco que hallas venido la verdad no sabría que hacer si no hubieras estado.

Yo: ya sabes para eso estamos las amigas, brindemos por el día de tu boda, por tu felicidad… (en ese momento chocamos las copas y nos vimos fijamente a los ojos, seguido de eso continúe)ahora solo me queda pedirte que me perdones “dreaming messing le fair i bairie all a dont”  te quiero mucho y no voy a dejar que nada te pase.

Meli: ¿pero de que hablas, que fue lo que me dijiste a que te…

En ese momento la alcance a tomar entre mis brazos, al parecer el medicamento para dormir estaba haciendo efecto, la camioneta ya nos esperaba….