HdeD (1) - La institución (2 de 3)

Es la continuación es esta primera parte............quizás la parte ácida.........pero hay una tercera parte que complementará esta parte de la historia. Os adlentaré que las Historias, son......: La institución... Secuestradas........... La cacería............ La cacería de Dacil......... La Mansión de Zell.......... 5 Historias, segmentadas en relatos para la emoción de mis seguidopres y seguidoras. Un beso...............Sandra Raquel............Y Breogán.

Historia de Dacil

La Institución (2 de 3)

Sentí frío y salí apresuradamente del coche, metiendo mis pies en un enorme charco. Llovía como nunca antes lo hubiera visto y además el aire arreciaba un poco, por lo que nada mas salir del coche el agua golpeó mi cuerpo y mi cara.

Me cubrí los pechos con mis manos, mientras el Rector iba hasta la puerta derecha del coche. La abrió y la ayudó a salir, protegiéndola con el paraguas. Con un gesto me indicaron que me acercara a ellos. Yo ya estaba empapada y tiritando de frío. Me arrimé a él intentando que me guarneciera del agua y el viento, pero se limitó a tocar mi cara empapada, para dejar la manga de su gabardina mojada sobre mis hombros desnudos.

Al verme, protegiendo mis pechos con mis manos, se detuvo y dijo :

  • ¡Vaya, parece que nuestra zorrita, se ha vuelto tímida de nuevo!.

  • No es eso señor, es que tengo frío. Solo eso, señor.

  • ¡Frío, frío, frío.........!. Que pena de juventud. Dacil, ve hasta el coche y en el maletero hay una cuerda larga, tráela. ¡Venga, date prisa!.

Me separé de su lado y volví hasta el coche, corriendo como pude. Llegué al maletero y lo abrí. Y allí estaba la cuerda. La cogí y cerré el maletero algo fuerte. Y salí corriendo hacia donde estaban ellos dos esperándome. Pero al pasar por una zona de hierba, resbalé y caí al suelo patinando hasta un charco de barro, que me dejó toda rebozada y angustiada.

Me levanté lo mas rápidamente que pude, solo para volver a patinar y caer, esta vez sobre la hierba. Conseguí serenarme un poco y llegué hasta ellos con paso vacilante e inseguro. Estaba chorreando y aún cubierta de barro en algunas partes de mi cuerpo. Les oía reirse de mi a carcajada limpia. Y yo me sentía cada vez peor, ya no me afectaba el agua y el viento, aunque tiritaba de frío. Lo peor eran sus risotadas. Cuando por fín consigo entregarle la cuerda, me dice :

  • Dacil, te pedí una cuerda que llevo en el coche, no estos cordeles de montaña. Bueno, que le vamos a hacer. La noche está un poco violenta como para andar por ahí de tu guisa, así que lo mejor será que te laves los pies en ese pilón, para no manchar la casa de barro y después entres en la casa. ¿Comprendido, Dacil?.

Miré al pilón y asentí con la cabeza. Y me separé de ellos bajo una lluvia que arreciaba mas aún. Llegué hasta el pilón y me lavé los pies, mientras mis lágrimas caían de mis ojos, mezclándose con las gotas de agua, que chorreaban por todo mi cuerpo. Una vez estuve limpia, miré hacia la casa y me dirigí a ella.

Al llegar a la puerta llamé y abrí en cuanto oí una voz dentro. Pero estaba chorreando con lo que dejaría el suelo cubierto de agua. Sin embargo el Rector, me hizo entrar.

Cerré la puerta y agradecí el calor de aquella estancia.

  • Dacil, la Directora te llevará hasta el aseo y dúchate y sécate el pelo. Cuando estés seca, friegas todo el rastro que has dejado, ¿vale?.

Asentí y me dejé llevar por ella hasta la ducha. Abrí el grifo y una maravillosa agua caliente me envolvió, haciéndome temblar, ahora de placer. Me enjaboné la cabeza y el resto de mi cuerpo, hasta quedar limpia y calmada de los rigores de la noche. Me sequé el pelo y me miré en el espejo. Me ví bien de cara y no reflejaba el miedo que había sentido. Ahora me imaginaba condenada a tormentos brutales por ellos dos.

Salí del baño con la el cubo en la mano y una balleta dispuesta a limpiar los restos de la lluvia dejados por mí, pero todo estaba limpio y reluciente. Fue Elena, quien se acercó a mí y dijo :

  • Dacil, estás preciosa, cielo. Ven, buscaremos algo de ropa para poner en ese cuerpecito tuyo.

  • Y ¿por qué se debe vestir?. Dacil, está preciosa así, Elena.

  • Si, está preciosa, pero se supone que vamos a cenar, ¿no?.

  • Está bien, ponle alguno de tus trapitos. Pero no tardéis, la cena está ya a punto. Acaban de traerla.

  • Tranquilo amor, no tardaremos mucho.

Y subí con ella hasta una habitación espectacular. Abrió un armario y sacó un vestido de seda ideal y unas sandalias de tacón muy alto. Me puse todo el conjunto y me sentí otra mujer distinta. Además me maquilló ligeramente los ojos y los labios. Cuando me miré al espejo, no me conocía.

  • Dacil, estás preciosa. Que pena, que seas tan imprudente, podríamos haber pasado unos años estupendos juntas.

  • Directora, ¿por qué dice eso?.

  • Dacil, no te hagas la tontita, ¿vale?.

  • Vale, Directora. Sé que hice mal, pero no fue con mala intención.

  • Sé que no fue con mala intención, pero deberás pagar por lo que hiciste. Aunque, espero que no sea esta noche, cielo.

Esas palabras, me serenaron un poco, aunque mi cuerpo estaba tembloroso. Un manotazo de ella en mis nalgas, me hizo reaccionar y bajamos al salón para la cena. En cuanto el Rector, me vio, empujó su silla para atrás y se vino hacia mí con una sonrisa de oreja a oreja.

  • Dacil, que criatura mas bella. Me alegro de que tu Directora te haya arreglado así para mí.

No dije nada y me dejé halagar por sus palabras. Me cogió una mano y me hizo sentar entre él y ella. Me sentía un poco extraña, pero a la vez reconfortada ante sus miradas y palabras de cortesía.

La cena transcurrió con total normalidad, sin que me dijeran nada sobre mi paseo por los sótanos. Pero al pasar a la salita de estar, el Rector me hizo sentar entre los dos y con la copa en su mano derecha y su mano izquierda por detrás de mi cabeza y rozando mis senos por encima del vestido, dijo :

  • Bueno Dacil. ¿Qué te ha parecido la cena?.

  • Me ha encantado, señor.

  • Muy bien, así me gusta, que tengas confianza con nosotros. Y por cierto, hay un tema algo espinoso, pero que no tiene por que ir mas lejos de donde está. Deseo saber, todo lo que viste y lo que pudieras hacer en los equipos........Mira Dacil, el sistema aquel que diseñaste para mí, lleva 3 días implantado. Me imagino que sabes lo que significa, ¿verdad?.

  • Si......señor, se lo que significa.

  • Pues bien, he visto cuanto has hecho. Pero no sé lo que has visto y las conclusiones que has sacado. Hay dos métodos en estos casos : 1- que lo confieses voluntariamente, pero con todos los detalles y.........2 - Que te lo saquemos de malos modos. Ahora, tu debes decidir, preciosa.

  • Jo, .....señor.....Lo siento, no era mi intención actuar así. Les diré todo cuanto ví y lo que hice, señor.

  • Muy bien, una chica muy lista y muy inteligente. Ahora, entenderás que debes ser castigada, ¿verdad?.

  • Si...señor, lo entiendo.

  • Pues, mira por donde, a lo mejor no eres castigada. ¿Qué me harías por mí, si eso fuera posible?.

  • Ohhhh, haría lo que me pidiera señor, se lo juro.

  • Muy bien, muy bien. Háblanos de lo que descubriste, como si estuvieras con tus amigas, no pienses en nada mas, ¿de acuerdo?.

  • Si.....señor, lo intentaré.

  • Adelante Dacil, el Rector puede ser muy generoso. Y tú le has caído muy bien. De hecho eres nuestra mejor alumna. Adelante sin miedo.

  • Si, Directora........Lo primero que descubrí, fue un CDRom en su despacho con unas imágenes de chicas de este centro, siendo vejadas y torturadas. Y después algunas direcciones de internet, en donde estaba ud. y el Rector.

  • Vaya, vaya, Dacil. Has sido una niña muy mala. Si no fueras por el cariño que te he tomado, ahora mismo irías a una cruz y te anclaríamos en ella, clavándote por las muñecas y pies. Pero, Dacil, eres como yo. Y lo mejor, me gustas desde que entraste, así que pasaré esto por alto, pero me debes casi tu vida, ¿lo aceptas, cielo?.

  • Si.....Directora, sé que hice mal y debo pagarlo de algún modo.

  • Muy bien pequeña, así se habla. Sigue Juan........

  • Dacil, ¿quéviste en los sótanos?.

  • Pues......verá señor........si, a varias chicas atadas y torturadas...........pero fue solo unos segundos, señor. Luego subí a mi cuarto, hasta que ví la nota de la Directora.

  • Dacil, eso es un acto de espionaje o de sabotaje, ¿lo sabías?.

  • No....señor, le juro que no quise hacer daño a nadie, se lo juro señor.........

  • Esta bién, Dacil, tranquila. Tengo entendido que eres de tendencia lesbiana, ¿verdad?.

  • Pues......si, señor......si......soy de esa tendencia.

  • Y que los hombres no te gustan para nada, ¿no es cierto?.

  • Si........señor, bueno...me gustan como amigos.....pero no para eso, señor.......

  • Muy bien pequeña. Te voy a dictar mi castigo. ¿Lo acatarás, verdad?.

  • Si......si.......señor........

  • Te condeno a que seas mi fiel esclava durante todo el resto del curso. Comerás y cenarás conmigo, cada día de cada semana. En mi presencia estarás desnuda, aunque tenga invitados. Además me darás tu sexo para mi placer cada vez que te lo pida.

  • Jo......señor, eso es muy fuerte.........

  • No he terminado aún, hay mucho mas.

  • ¿Mas aún?..........ohhhhh

  • Si mas aún, zorra. Me llamarás amo en todo momento. Espiarás para mí ante tus compañeras, principalmente ante tu amiga Julia. Y construirás todos los aparatos que necesite. Pero hay mas aún, zorrita. Te implantaré dentro de un rato, un micrófono en algún lugar de tu cuerpo, que no serás capaz de detectar. ¡Ahora, desnúdate del todo! Y comienza a comportarte como una esclava.

Ante esas palabras, ya no dije mas y me quité el vestido con lágrimas en mis ojos y después las sandalias, quedando desnuda ante ellos dos. Sabía lo que me aguardaba, pero quizá fuera capaz de sobrellevarlo sin que se me notara mucho con Julia...........¡Julia!, me acordé de que tenía que conectar con aquella secta en menos de 2 horas. Pobre Julia mía, la azotarían por mi culpa. Y ¿qué pasaría cuando enviaran el vídeo a mi nombre?. El Rector y la Directora lo verían antes que yo. Sería castigada y humillada. Pero ahora, solo me angustiaba Julia.

El Rector estaba frenético conmigo, pero no me agredió como esperaba. Es mas, me dejó algo perpleja con su siguiente comentario.

  • Dacil, no soy un monstruo, así que puedes seguir disfrutando de esta velada de los tres. Lo único, que desnuda, evidentemente. Podría azotarte ahora y hacerte mamar mi polla, pero no soy así. Aunque lo haré en mas de una ocasión. Dacil, querida esclava, creo que es el momento oportuno que nos acompañes a los dos bebiendo con nosotros. Levántate y sirvenos una copa más y otra para ti. Y ven aquí para que la degustemos los tres unidos.

Me levanté rauda y aceleré mi paso, hasta la mesita que contenía las bebidas. Sabía que los dos miraban cada movimiento mío y sobre todo mi sexo expuesto ante sus miradas. Serví las 3 copas y las acerqué hasta el Rector y la Directora, mostrándoles mis senos flácidos ante sus caras.

Simplemente, cogieron sus copas y yo me quedé de rodillas ante ellos dos, cosa que pareció complacerles bastante. Bebí a una indicación de él y noté como me abrasaba la garganta. Pero lo soporté como pude y quedé de rodillas en señal de sumisión.

Fue la Directora, la primera que rompió el silencio, diciendo :

  • Dacil, sabemos de que debías comunicarte con alguien dentro de un rato. Si quieres puedes traer el portátil y lo haces ante nosotros. No te obligamos, pero tu amiga creemos que corre riesgo, que no deseamos aumentar.

No supe, como interpretar esas palabras, pero asentí agradecida y me fui a la mesa en donde había un portátil. Lo cogí y lo llevé hasta la posición que ocupaba de rodillas, dejándolo en el suelo. Lo encendí....uffffff...sólo quedaban 10 minutos para las 12 horas de plazo. Se conectó rápidamente y tecleé como una loca en busca de la dirección. Ella me pidió que conectara el sonido y un monitor para ellos dos.

Lo hice apresuradamente, llena de unos nervios que me hacían temblar las manos. Y justo cuando todo estaba ya enganchado, la conexión se estableció y apareció la cara de aquel ser malvado, diciendo..........:

  • Hola Dacil, muy oportuna. Estábamos a punto de azotar a tu amiga. Bien la has librado. Pero mañana, no lo podrás hacer. Sabemos que a las 11 de la mañana hacen la limpieza en las habitaciones, así que mañana fallarás, o tal vez no. Bueno, ahora deseamos que te masturbes ante la cámara, tocándote las tetas y pellizcando tus pezones. Ahhhh y que te corras con esa cara de puta que tienes......jajajaja.

Miré al Rector y la Directora y observé que me indicaban con gestos que lo hiciese. Y sin aguardar a mas palabras, comencé a tocar mis pezones y la base de mis pechos, bajando mis manos por mi vientre plano, hasta alcanzar mi vello púbico. Y después deslizar mis dedos entre los pliegues de mi vagina. Lenta y suavemente, mientras escuchaba las voves de ellos y las miradas cómplices de mis amos actuales.

No podía dar crédito a que aquello me estuviera sucediendo a mí. Era algo tan extremadamente humillante, que no era capaz de asimilarlo. Quizá de haber estado sola, lo hubiera hecho sin tanta vergüenza, pero había tanta gente mirándome y escuchando mis jadeos y gemidos, que me sentía morir de una angustia fatal.

No me concentraba en mis toqueteos, pero sabía que debía alcanzar el orgasmo lo antes posible, para que me dejaran en paz. Pellizcaba mis pezones y los mantenía erizados la mayor parte del tiempo, hasta que mi cuerpo ya no pudo mas y se rebeló, provocándome un ruidoso orgasmo, que hizo que mis flujos mojaran mis muslos y el suelo.

  • Muy bien, Dacil.....Ha sido una buena demostración. Mañana conectarás a las 11 de la mañana o ya sabes lo que pasará con tu amiga. Ahora la follaremos entre todos, varias veces. Te deseo un feliz descanso..................bye.

Y se cortó la comunicación........Me sentí aún mas avergonzada que antes, al quedarme con las miradas de mis amos. Apagué el equipo y lo cerré. Ya me iba a incorporar, cuando el Rector, dijo :

  • Espera Dacil, me has puesto cachondo. Lo siento, pero deberás chupármela ahora.

Me terminaron de hundir sus palabras. Me condenaba a chupar lo que repudiaba en mi mente. Sin embargo, me acerqué moviendo mis rodillas hasta quedar con mi cara a la altura de su enorme polla. Estaba excitada y me daba asco solo contemplarla. Pero acerqué mi boca a la misma y dejé que se acoplara dentro de mí. No sabía como debía actuar, así que me dejé llevar por las imágenes que recordaba de películas porno, moviendo mi lengua por debajo del glande y pasándola por el tronco de la polla, que se clavaba como una fiera en mi sensible garganta.

La Directora, acercó su cara a la mía y me animó en mis movimientos que debía hacer. Al tener su cara cerca, me aislaba un poco de la humillación y conseguí que mi lengua y el roce de mis labios, hicieran dispararse un torrente de esperma caliente, dentro de mi boca.

Lo tragué como pude, cerrando mis ojos, mientras las lágrimas se desparramaban por mi cara, hasta dejarla limpia de restos de semen. Pasados unos minutos, el Rector retiró mi cabeza y dijo :

  • No ha estado mal para ser tu primera mamada Dacil. Y por esta vez pase, pero la siguiente que hagas gestos extraños con mi semen, te daré unos azotes especiales. Pero, en fin.....creo que te has portado bien.

Sus palabras me llegaban lejanas y mi cuerpo parecía retorcerse en convulsiones. Fue la Directora, quien me animó a beber un poco de la copa mía. Y en efecto, nada mas beber un trago y caer por mi cuerpo, aquella sensación desapareció y pude sentirme mas tranquila.

Me sentía muy extraña y estaba como ida, cuando las palabras del Rector, me alertaron a mentener una compostura mas de esclava y escucharle atentamente.

  • Dacil, debes contarnos quienes son esos del vídeo. Los que retienen a Julia.

  • No lo sé amo. Solo que indagando en las direcciones de la Directora, me apareció esta dirección y entré. Mi cámara se conectó y escuché y vi a Julia por un instante, para después aparecer el tipo ese del vídeo y exigirme, lo que ya has oído amo.

  • Dacil, creo que me estás diciendo la verdad. Pero hay algo extraño en todo ésto. Bueno, ya que eres mi espía personal, espero información tuya, tan pronto regrese Julia. Por cierto, aún no sabes lo que te espera si me desobedeces, ¿verdad?.

  • No amo, pero no lo haré.

  • Claro que no lo harás, porque te voy a hacer una demo ahora mismo en mi sala particular. Y eso será solo un 1% de lo que te suceda si me haces enfadar. Vamos Elena, hay que enseñar a nuestra pupila.

Y se levantaron los dos.

  • Amo, amo, si le doy mi palabra de honor de mi fidelidad.........¿podría evitar la demo de castigo?.

  • Bueno, si tengo tu palabra me basta a mí. ¿Y a ti Elena?.

  • A mí, también me basta con su palabra.

  • Bien, entonces no hace falta demostración alguna. Dacil, desde este mismo instante eres la esclava incondicional de ambos. Mantendrás tu compostura como una alumna mas, pero carecerás de poder de decisión en todo, ¿queda claro?.

  • Si, amos. Me someto como esclava incondicional para todo.

  • Muy bien, así me gusta una esclava. Elena, creo que deberíamos irnos a la cama, pero que hacer con la nueva esclava........

  • Cariño, la podríamos mantener atada a nuestros pies, durante toda la noche. Así nos vería follar y dormir placenteramente.

  • Estupenda idea, cielo. Llévala tú.

Me sentía un tanto crispada de nervios y muy angustiada. Estaba completamente en sus manos y a cuantos antojos desearan. Sabía que lo iba a pasar mal en los siguientes días y meses, pero al menos no iba a sufrir el tormento de mis compañeras.

Caminé junto a ellos hasta el dormitorio principal. El Rector, no dejó de tocarme durante el pequeño trayecto y la Directora, no hacía mas que empujarme y pellizcarme con sus largas uñas en mis partes mas sensibles. Yo me sentía angustiada de roces y pellizcos, pero no dije nada en momento alguno.

Al llegar al dormitorio, descubrí una enorme estancia. Y pensé que sería capaz de perderme dentro de aquella basta habitación. Me hicieron pasar con algún que otro manotazo, aunque casi amistoso y fue la Directora, quien propuso :

  • Juan, ya que se queda esta golfa con nosotros toda la noche, ¿por qué no la utilizamos como almohada para dormir?. Nos sentirá y podrá sufrir un poco de su culpa, ¿no te parece, amor?.

  • Me parece una excelente idea. Mientras me ducho, prepárala en la cama. Ah, déjame a mí la parte de sus tetas, ¿vale?.

  • Por supuesto, cielo. Ya lo había pensado, así tendré este coñito oloroso cuando me separe de tus garras de amor........

Me dejé conducir por ella hasta la enorme cama. Media 2.5 metros de ancho por otros tantos de larga. La Directora, retiró las individuales almohadas, arrojándolas al suelo. Y acto seguido, cogiéndome de los pelos, me lanzó sobre la cama. Caí como un fardo y me quedé quieta, aguardando lo que ella deseara hacerme.

A base de gestos, me coloqué atravasada sobre el cabecero y extendí mis brazos y piernas. La Directora, primero me colocó una mordaza de bola en mi boca, atándomela fuerte a la cabeza y después, juntó mis muñecas con una tira de cuero y las dejó sujetas a un lateral de la cama. Pasó por encima de la cama, dándome pellizcos en los pechos, el vientre y la vulva, para juntar mis pies y atarme por los tobillos al otro lado de la cama. Me dejó bastante tensada y procedió a desnudarse ante mi vista.

Una vez desnuda, se sentó sobre mi vientre y mientras esperaba a su amante, se distraía pellizcándome los pechos y la vulva, sin que pudiera siquiera rechistar, ya que la mordaza me impedía todo sonido.

Apareció el Rector, venía desnudo completamente y me impresionó lo fuerte que parecía estar. La Directora, en ese instante, se retiró de mi vientre y apoyó su cabeza sobre mi pubis, esperando a su amor. El Rector, al verme, dijo :

  • Es una almohada increíble, creo que será muy placentera esta velada. Dacil, estás muy guapa, espero que te guste nuestra sesión........jajajaja.

  • Venga amor, no te distraigas con ella, mira mi cuerpo desnudo y excitado por ti.

  • Tranquila Elena, esta zorra no me distraerá estando tu aquí. ¡Prepárate cielo!....te voy a traspasar entera.

Y sin decir mas, se lanzó sobre ella como un león y comenzó a hacerla diabluras en todo su cuerpo. De vez en cuando sentía algún golpetazo sobre mis pechos, pero lo soportaba bien. El Rector, se comportaba como un animal. La abofeteaba las tetas, casi sin parar y la penetraba en la vagina de un modo, que hasta yo sentía estremecerme. Pero la Directora, gritaba de gozo y pedía mas y mas. La hizo girar varias veces, para follarla en el ano o en la vagina, hasta que por fin se corrió dentro de su ano. Dando paso a continuación a un descanso que agradecí, aunque sus cabezas reposaban sobre mi cuerpo mortificado.

La temperatura en la habitación era muy agradable, aunque ellos se taparon con las sábanas y una especie de colcha, mientras yo quedaba desnuda completamente, solo cubierta por la parte de sus cabezas.

Pasadas unas dos horas, todo comenzó de nuevo, pero ahora era la Directora, la que pedía guerra. Y la tuvo aún mas salvaje que la sesión anterior. Cuando ella recibió el semen en la boca, parecieron quedar mas tranquilos los dos y yo con ellos de paso.

El Rector, apoyó su cara sobre mi cuerpo, dejando su boca entre mis dos pechos. La Directora, apoyó su cara sobre mi pubis respirando los efluvios de mi vagina, aunque su mano derecha quedaba entre mis muslos tibios y la izquierda por debajo de mí, rozando mis nalgas.

Y en algo menos de media hora, supe que estaban durmiendo. El Rector roncaba, agarrado con su mano izquierda a uno de mis pechos y casi sin separarse de ellos. La Directora, supe que dormía por que al girarse, quedó con su cabeza apoyada sobre mis muslos y su boca resoplando suavemente sobre mi vientre.

Y yo, no puede soportar mas tensión y al final el sueño me venció.

No sabía cuanto tiempo había transcurrido desde que me durmiera, pero cuando abrí los ojos, ya era de día y estaba desatada. La mano del Rector, me achuchaba constantemente, hasta que al ser consciente, me dijo :

  • Vamos Dacil, despierta ya, es muy tarde. Venga arriba y a la ducha.

Me incorporé con algo de pereza, sin saber muy bien que había sucedido. Y me fui a la ducha. No me importó que el Rector estuviera, afeitándose a mi lado. Me duché con agua muy caliente y después salí de la ducha para secarme, mientras él, seguía con lo suyo. Yo sabía que me miraba constantemente, pero ahora no sentía tanta vergüenza, aunque seguía imponiéndome su presencia. Sobre todo cuando estaba desnudo.

Terminó de afeitarse y consultando la hora, dijo :

  • Dacil, no queda mucho para que sean las 11 de la mañana, habra que conectar con tus amiguitos, para ver que te cuentan. Pero creo que te dará tiempo a tomar algo de desayuno. Ven, bajemos al salón. Elena, ya habrá preparado algo reconstituyente para todos.

Simplemente, me dejé llevar, cogida de la mano hasta el salón. Nada mas ver a la Directora, el corazón se me alegró un poco. Estaba aún mas guapa que cuando hice el amor con ella. Y sonreía como jamás la había visto sonreir.

En cuanto me vio, se acercó y me dio un beso con unos "buenos días", que me erizaron la piel. Y me senté junto a ellos, todos desnudos, para degustar el desayuno ansiado.

Y comí como una posesa, realmente tenía un hambre brutal. Cuando terminamos de desayunar, aún quedaban unos 10 minutos para las 11 de la mañana y encendí el equipo, para tenerlo listo a las 11 en punto. Ellos se disculparon, diciendo que me grabarían en vídeo todo el rato. Y se alejaron dejándome a solas con el equipo ya conectado.

A las 11 en punto, la pantalla vibró y una luz roja indicó que estaba online en modo imagen. Y apareció la cara de aquel ser, que me perseguía y que tenía a Julia. Sonrió al verme y me dijo :

  • Muy puntual Dacil. Tu amiga debe sentirse orgullosa de ti. ¿Deseas verla unos segundos?.

  • Si, por favor.

  • Muy bien, aquí aparece. Mírala y háblala, está un poco débil de la paliza de la madrugada.

  • Pero, ¿porqué la habéis pegado?, ese no era el trato.

  • Hablad ahora, todo se aclarará a su debido tiempo.

Y apareció el rostro de Julia. La ví ojerosa y temblando constantemente. Los muy salvajes me presentaban su cuerpo ante la cámara, cubierto de de marcas y moratones. La hablé y la animé, pero ella no parecía verme del todo. Lloré ante su estado y grité de rabia. Acto seguido, se puso ante la cámara el ser al que mas odiaba en este mundo y le insulté descaradamente. Solo sonrió y me dijo :

  • Dacil, con tus palabras solo haces que ordenar tormentos para tu amiga. Así que si quieres redimirla, ponte ahora mismo de rodillas y con los brazos en cruz. Y dí cuanto yo te indique, ¿Está claro?.

  • Si, si....lo haré.

Y me puse de rodillas, algo alejada de la cámara y extendí mis brazos en cruz, aguardando a que él me dijera que debía decir. Aquel ser abyecto, habló y dijo :

  • Muy bien, zorra. Ahora, repite conmigo......: "Julia es una puta"............dilo......¡dilo!.

  • Julia........es una.....puta.

  • No te he oído, zorra. ¡Mas alto y mas seguido!.

  • Julia es una puta

  • Muy bien, así me gusta. Ahora, pondré su cara ante ti y la dirás : "Julia, eres una puta".

En cuanto ví aparecer su cara, mis lágrimas explotaron en mis ojos, pero la voz de él me hizo aplicarme en la frase que debía decir. Y la dije, llorando amargamente, máxime cuando vi lágrimas en los ojos de Julia. Aquel asqueroso y ruin ser, retiró a Julia y se quedó el sólo ante mí y me dijo :

  • Muy bien Dacil. Te has portado muy bien. No la tocaremos ni un pelo mas. Hacia las 4 de la tarde estará en su institución. Ahora la comunicación se cortará, tendrás mas noticias mías por correo electrónico.

Me quedé afligida y llorando de pena, cuando la comunicación se cortó. Tan apesadumbrada estaba, que ni siquiera bajé mis brazos puestos en cruz, hasta que la Directora, me los bajó personalmente y apretó mi cara compungida contra su vientre desnudo. Y lloré desconsoladamente abrazándome a sus muslos, hasta que poco a poco me calmé un poco y pude separarme de ella.