¡Házme caso! ¡Maldita sea! (5)

...la conversación por la que tanto anhelaba ahora estaba sucediendo, estaba demasiado aturdida y feliz que no conseguía decir algo...

Capítulo 5

Christa había escuchado toda la conversación, por lo que ella era el gusto mayor de Ymir ya que ella cumplía con todos los requisitos.

Su sesión en el gimnasio terminó una vez más por lo que se apresuró a ir a su casa. La tarde era lluviosa por lo que había que esperar. Christa vestía un pantalón deportivo y una sudadera del mismo color, gris con un poco de rosado.

-Hace  un mal tiempo, ¿No lo crees?

-¿Eh?.- Christa volteó para encontrarse con unos ojos color miel

-Mi nombre es Ymir.- extendió la mano.- te eh visto por aquí como una semana y no eh tenido el tiempo suficiente como para presentarme como es debido

-Mi… mi nombre es Christa.- correspondió al saludo, pero sintió tensarse cuando toco la cálida piel

-No parece que vaya a mejorar el día.- dijo mirando al cielo

Christa se congelo en ese momento, Ymir la había saludado, intercambiado palabras, la conversación por la que tanto anhelaba ahora estaba sucediendo, estaba demasiado aturdida y feliz que no conseguía decir algo. Ymir estaba vestida con un pantalón deportivo de color azul marino, una camisa sin mangas marcando el cuerpo esbelto de la morena y una sudadera del mismo color del pantalón, sólo que la tenía abierta junto una gorra que decía “gay”…

-Sí… el tiempo está cada vez peor.- logró articular

-¿Estás bien?.- dijo mirando al rostro de la rubia demasiado cerca

Voz: ¡Ymir!

Una chica de cabello rojo y ojos verdes se había acercado a ella abrazándola por detrás pasando las manos por su abdomen.

YM: Hola Isabel

IS: Ymir.-dijo en un suspiro y apretando los puños en el abdomen de la morena

YM: Isabel… me estás apretando muy fuerte.- dijo tensa

Ymir se olvidó completamente de la rubia quien ahora miraba fijamente a la chica de cabello rojo, su sola presencia le molesto por haber evitado que Ymir hablara con ella por más tiempo y por cómo sujetaba a Ymir.

IS: Oh que lindos abdominales.- mientras decía esto lo hacía con una voz lasciva y metiendo las manos por la camisa de la morena

YM: Sé que te encantan pero ahora suéltame.- hizo a un lado el agarre de Isabel

IS: Bueno, ¿Nos vamos?.- dijo mostrándole las llaves del auto

YM: Está bien.- se volteó para ver a la rubia pero para su mala suerte, ya no había nadie

IS: ¿Qué esperas?.- dijo Isabel

YM: Hmm nada, vamos

Christa no tenía las agallas para quedarse, así que se fue caminando una vez que la lluvia se detuvo, mientras Ymir conversaba con la pelirroja

Aunque estaba feliz por haber hablado con la morena, un poco triste porque fue muy poco tiempo y hartamente celosa de la tal Isabel que había estado acosando a Ymir en su cara.

*Al día siguiente

Todo era normal, Christa asistía y su objetivo era siempre la caminadora, esta vez llevó un pequeño short color amarillo con rayas naranjas y un top del mismo color, dejando a la vista su abdomen plano, el cabello amarrado en una cola de caballo, zapatos deportivos y un mp3 para escuchar música mientras seguía trotando.

Ymir paso frente a ella a lo que Christa se emocionó porque tal vez le hablaría pero eso no sucedió, a decir verdad, volteó la mirada y Christa sintió que algo dentro de ella se rompió. Unas ganas inmensas de llorar aparecieron de repente. Detuvo la máquina y se fue a sentar mientras bebía de una botella de agua. La mirada triste era la que ahora tenía mientras escuchaba las risas de muchas chicas y la de Ymir entre ellas. No levantó la mirada hasta que sintió que alguien se sentaba a su lado. Reconocería el aroma a donde vaya, era Ymir quién se había sentado mientras ella seguía bebiendo de la botella.

Pero ninguna decía nada, Ymir sólo se sentó mientras hacía nudos con los cordones de sus zapatos, indirectamente Christa volteó la mirada, miró a los brazos desnudos de Ymir y no pudo evitar que su corazón se acelere, brazos ligeramente musculosos, con algunas pecas y la piel morena que con la ayuda de la luz brillaba por la ligera capa de sudor después de hacer ejercicio. Christa sentía su rostro sonrojarse fuertemente y sólo pudo pensar que Ymir tenía brazos muy lindos –más bien sexis- Ymir dejo de hacer los nudos cuando una chica rubia de ojos cafés se acercó a ella pidiéndole un favor a lo que Christa reaccionó catalogando a aquella rubia como una entrometida –por no decir zorra hija de puta- Ymir se levantó y se fue con ella...