¡Házme caso! ¡Maldita sea! (4)
...aún seguía en el mismo lugar trotando, aunque ahora se cansaba menos. Delante de ella siempre estaban los que cargaban pesas, ya sea de diferente peso. Ella quería tener el cuerpo firme como muchas de las mujeres que...
Capítulo 4
Historia detuvo la máquina mientras miraba cómo su prima se iba con aquella chica, abrazadas y riéndose. Una molestia creció dentro de Historia mientras seguía mirando aquella escena, quería matar a Petra en ese instante pero sabía que no podía hacerlo –matar es ilegal- ya que ni siquiera sabía el nombre de la mujer de altura.
Simplemente se detuvo y se dirigió a una silla a beber agua. Miraba cómo habían hombres y mujeres que probablemente habían estado mucho tiempo viniendo, se sentía la más débil de todos, odiaba sentirse de esa forma pero estaba dispuesta a cambiar todo eso.
Aunque dejo de lado ese pensamiento, volvió a su mente las imágenes de su prima abrazando a la chica de altura, le molestaba.
-¡Hey Historia!.- dijo Petra
-Hmm.- no respondió
-¿Qué tienes?.- preguntó
-Nada.- dijo secamente
-Ah Ok, bueno, entonces…
-Petra.- fue interrumpida
-Dime.- dijo confusa
-¿Quién es la chica.- se sonrojó.- con la que te fuiste… abrazada?.- esto último lo dijo en susurro
-¿Quién?
-La chica alta.- dijo tratando de ocultar su rubor
-Oh, ella es Ymir.- dijo sonriendo.- ¿Por qué?
-Simple curiosidad.- volteó la mirada
-Hmmm oh.- sonrió maliciosamente.- ya sé por qué.- dijo en tono burlón
-¿Q-Qué?
-No nada….- seguía con su sonrisa de “HMMM”
-Dime.- pidió Historia un poco molesta por el tono de voz de Petra
-No es nada.- seguía con esa sonrisa que sólo hacía a Historia molestarse
-¡Petra!.-la sacudió por los hombros
El día pasó de esa forma, aunque Historia estaba levemente feliz porque sabía el nombre de la chica que le había robado el interés… aunque todavía se sentía molesta por la escena de su prima abrazada a ella.
* Una semana después
Como ahora era una nueva costumbre, Historia estaba en el gimnasio, aún seguía en el mismo lugar trotando, aunque ahora se cansaba menos. Delante de ella siempre estaban los que cargaban pesas, ya sea de diferente peso. Ella quería tener el cuerpo firme como muchas de las mujeres que había visto en toda la semana, no precisamente como una físicoculturista pero por lo menos más esbelta y que se moldeen mejor sus músculos.
En toda la semana no había visto algún avance para hablar con Ymir, aunque a ella si la veía con cada chica linda, ya sea abrazándola o una chica tocando el abdomen de Ymir o sino sobre su espalda mientras hacía flexiones, Christa estaba celosa de la “buena suerte” de esas mujeres, pero no sabía por qué no le había hablado, Ymir siempre hablaba con chicas, a veces se encontraba con un grupo de chicas en donde su prima a veces se incluía. Christa estaba tan sumida en sus pensamientos que no se percató de que una chica rubia y de ojos celestes, apenas más alta que ella, se había aproximado a la otra máquina para trotar.
Enseguida Ymir se hizo presente pero se acercó a la otra rubia…
-Hey Annie.- dijo acercándose con una sonrisa
-Hola pecas
-Oye, por sólo una vez llámame por mi nombre.- frunció el ceño
-¡JA! No creo que eso sea posible
-Bueno, ¿Qué te había pasado? Casi dos semanas te desapareciste
-Fui a las vegas con unos amigos
-No pues quién como tú…
-Shiloshabesh
-¿Y bien?
-¿Qué?
-¿Viste más pollas o tetas?
-Fui a pasármela bien, no a coger con la primera persona
-Ajam, responde a mi pregunta
-Tú sabes mis gustos.- dijo sonrojada
-Claro que los sé, alta, cabello negro, ojos azules, piel blanca, cuerpo de atleta oh y que se apellide Acke…
-¿Quieres callarte?.- detuvo la máquina sonrojada
-Hahahahaha por qué no le dices ya de una puta vez que te gusta Mika…
-Cállate….- se sonrojó más.- no lo digas en voz alta.- dijo en susurros
-Ow eres una ternurita.- dijo abrazando a Annie
-Tú a veces eres una idiota.- dijo correspondiendo el abrazo roja como un tomate
-Bueno, vamos que necesito tu ayuda
-¿Para qué?
-Para que te sientes en mi espalda y yo haga flexiones, tú eres perfecta
-No coquetees conmigo
-Hahaha maldita la hora cuando te dije cuáles son mis gustos
-Claro, rubia, ojos azules, pequeña y con una apariencia débil es lo que más te encanta
-Ese es mi gusto mayor
-Ya las demás, te gustan castañas, morenas, pequeñas, las de cabello negro, pelirrojas, de ojos azules, verdes, cafés, cuerpo esbelto o un cuerpo con unos kilitos de más ufff tú eres una mujeriega
-¡Oh vamos! Que tampoco me acuesto con ellas… las mujeres con unos kilitos de más son de las que puedes tomar más.- dijo con una sonrisa
-Eso no lo sé.- Ymir puso los ojos
-Bueno vamos que desde ya necesito tu ayuda.- volteó a ver
Esa fue la primera vez que Christa e Ymir intercambiaron miradas, Christa roja como un tomate mientras que Ymir parecía no haber notado a la rubia en absoluto. Aunque no hubiera durado una eternidad viendo a los ojos de la morena, sintió que su corazón se aceleraba –más porque estaba en la caminadora- pero Ymir se dio la vuelta otra vez y se llevó a Annie con ella...