Hasta que la Mafia nos separe FINAL (1/2)

Primera parte del final... Lo siento por lo cortito solo quiero alargar lo inevitable u.u

Liliana: no, donde tienes un botiquín? – dije un poco incomoda –

Maite: yo iré por el… - me sonrió y se paro a buscarlo – aquí esta – lo coloco sobre la mesa –

Liliana: bueno – moví mi cabello hacía un lado para buscar lo que necesitaba y sentí su mano sobre el –

Maite: extrañaba el aroma de tu pelo

Liliana: - solo le sonreí – siéntate

Maite: - me hizo caso enseguida y se sentó, abrió las piernas para que yo me acercara, pero me posicione al lado suyo –

Liliana: no te muevas

Maite: - acarició mi pierna –

Liliana: terminamos – le dije en cuanto sentí su tacto –

Maite: perdón…

Liliana: - asentí con una sonrisa para tranquilizarla –

Maite: supongo que no dormiremos en la misma cama como antes

Liliana: - negué con la cabeza –

Maite: dormiré en el sillón

Liliana: por supuesto que no, has hecho bastante con tenerme aquí

Maite: por favor Liliana – tomo mis manos – no discutas conmigo

Liliana: - la mire incomoda, por lo que me soltó – yo dormiré aquí

Maite: - asintió – como tu quieras…

Liliana: gracias

Maite: - se sentó junto a mi y yo no podía sentirme cómoda – estás segura que no prefieres dormir conmigo en la cama?

Liliana: Maite… - la mire – no quiero que te confundas, yo te quiero

Maite: ya, ya – se levanto decepcionada del sillón – tu la amas tanto que le serás fiel toda la vida, mientras que ella te deja ir como si no significarás nada

Liliana: - agache la cabeza, una parte de mi le encontraba la razón –

Maite: yo te amo Liliana y te lo demostraría todos los días

Liliana: pero yo no… que quieres que haga?

Maite: que lo intentes – volvió a sentarse – como antes, cuando ella no estaba

Liliana: - me gire – pero ahora esta y no podría olvidarlo

Maite: - se acerco a mi nuca – ella no te merece o sería ella quien estaría deleitándose con el aroma de tu pelo

Liliana: - me pare del sillón – si ella me merece o no, eso lo decidiré yo

Maite: dijiste que no volverías con ella

Liliana: eso no significa que dejé de amarla

Maite: - me miro enojada otra vez – yo te lo doy todo… TODO!

Liliana: - agache la cabeza triste y molesta a la vez – pero yo la amo, no puedo Maite… lo siento

Se fue hacía su habitación y yo me quede sola en el living… Me recosté y la sentí volver, no la mire solo cerré los ojos y ella me arropo, juro que se lo agradezco pero no puedo ofrecerla nada mas que esta amistad incomoda que nos envuelve, se vuelve a ir luego de mirarme por dos minutos, me quedo dormida o por lo menos inmóvil… hasta mas o menos las 5:30 de la mañana que es cuando siento que se levanta, toma su chaqueta y sale en el auto… no se donde se dirige, solo espero que no sea donde Mariana… me vuelvo a quedar dormida, para soñar que estoy a su lado, por que ahora estarlo no es mas que un sueño…

Mariana:

Son las 4:30 de la mañana, no logré dormir nada, si no fuera por mi padre, tampoco me hubiese acordado de tomar mis medicamentos… ahora solo tengo que hacer una curación y me arrepiento de siempre haberla mirado a ella y no lo que me hacía, me coloco una crema, la quemadura esta evidentemente mejor, aunque me molesta al mover el brazo, como si la carne estuviera tirante y se fuera a desgarrar, empiezo a entrenar con el saco de boxeo, la única forma de que Liliana y yo estemos juntas es matar a las personas que nos persiguen, y esta noche ellos morirán o moriré yo en el intento… paso el día entero entrenando hasta que la oscuridad aparece, me voy a duchar, me cambio de ropa, llevo mi Colt Anaconda, un cuchillo de caza y salgo…

Liliana:

Son las 8 de la tarde, Maite aun no llega, no responde el teléfono ni nada, llame a la oficina y no estaba ahí, hablé con su tío y me dijo que jamás fue a trabajar… no esta con Mariana, lo sé o ya habría llegado, pero puede estar en un mayor peligro, tengo muchas cosas que agradecerle y una de ellas es estar viva por lo que me dirijo a la casa del Jefe a buscarla o a salvarla…

Mariana:

La noche es propicia para encaramarme por la colina y pasar desapercibida, estoy atrás de un árbol cuando siento los arbustos moverme, la adrenalina corre y saco mi arma y apunto directo a los arbustos, de pronto de ellos sale Liliana arrastrándose la que me queda mirando con unos ojos interrogadores y a la vez contentos de encontrarme

Liliana: que haces aquí?

Mariana: que haces tu aquí? – nos preguntábamos entre susurros –

Liliana: yo he… - dudó – vengo a buscar a Maite y tu?

Mariana: a buscar a Maite? – pregunte celosa –

Liliana: salió a las 5 de la mañana de la casa y no ha vuelto

Mariana: - cruce los brazos y me recosté en el árbol – que lastima

Liliana: Mariana… - agacho la cabeza – ella sabe que te amo

Mariana: a si? – la ignoraba – que lastima por ella que te ama tanto

Liliana: vas a seguir? – Pregunto enojada – mejor dime que haces acá? Y tu herida? Muéstramela, te haz tomado los medicamentos?, te echaste crema al levantarte? Haz comido algo? Sabes que tienes que comer antes de tomar los medicamentos – comenzó a interrogarme y yo estaba agradecida de tenerla en frente por lo que me arrastro hacía donde esta ella y la callo con un beso –

Mariana: si, tome mis medicamentos, me he puesto crema y si comí antes de tomármelos… estoy bien

Liliana: - me abrazo – te odio… como dejaste que me fuera

Mariana: no quería estar aquí contigo – refiriéndome al lugar -

Liliana: de alguna u otra forma siempre acabamos juntas en el lugar menos indicado, ahora respóndeme… que haces acá?

Mariana: yo a diferencia de ti no vine a salvar a nadie – dije otra vez celosa – vine a acabar con todo esto

Liliana: acabar con todo esto? Pretendes matar al jefe?

Mariana: - asentí –

Liliana: y pretendes hacerlo sola? Y herida? – comenzó a regañarme – cual es tu plan haber? Entrar y comenzar a disparar?

Mariana: parecido, solo que no tengo tantas balas

Liliana: estas loca Mariana, salgamos de aquí ahora -  tomo mi mano para jalarme –

Mariana: no, o estaremos corriendo toda la vida… además tu amiguita esta ahí dentro

Liliana: como lo sabes?

Mariana: - apunte el auto –

Liliana: me ayudarás a sacarla de aquí?

Mariana: ayudarte a sacarla de aquí? Así como ayudar, ayudar, no…solo intentare no dispararle – le sonreí –

Liliana: muy graciosa – miró hacía la entrada de la casa – hay 3 guardias, se ven 4 de las mascaras que se van, solo el segundo piso tiene luz y una habitación del fondo no – yo solo la miraba mientras ella hablaba y no pude evitar preguntar –

Mariana: dormiste con ella?

Liliana: que? – Dijo mirándome – tus celos son desmedidos Mariana

Mariana: no sería la primera vez o si?

Liliana: así que esa clase de mujer crees que soy?

Mariana: solo respóndeme… - dije enojada –

Liliana: no te responderé – tomo mi mano y me jalo – ahora vamos…

Corrimos ambas hasta el siguiente árbol donde antes de que pudiera volver a enojarme y preguntar ella corrió y comenzó hacerme señas, iría ella primero, y por supuesto yo no se lo permití por lo que discutimos otros 4 minutos antes de decidirse a dejarme ir primero, rodee la casa mientras ella mantenía la posición y me avisaba el lugar donde estaban los guardias, uno de ellos se movió para intentar recorrer el área y doblo hacía donde yo estaba, pero antes de que pudiera hacerlo lo tome del cuello, saque el cuchillo y le corté la garganta, saque su arma y fui por el otro lado donde llegando a la parte trasera de la casa me encontré con el otro guardia y le lance el cuchillo a la cabeza el cual se clavo y lo hizo caer, saque el cuchillo y lo deje desangrándose en el suelo, camine hacía adelante donde estaba el guardia mas joven, comenzaba a preguntar la posición de sus compañeros sin tener éxito, me aparezco frente a el y en una torpeza de nerviosismo suelta el arma y me queda viendo, Liliana corre hacía mi posición y lo tome del cuello donde comienza asfixiarlo hasta lograr desmayarlo

Mariana: lo dejarás vivo? – le pregunte –

Liliana: es solo un niño Mariana, además estaba asustado

Mariana: asustada vas a estar tu si se vuelve a despertar y termina matándonos

Liliana: eres tan negativa - se arrodillo y enterró mi cuchillo en su cuello – listo?

Mariana: es por tu seguridad – le dije mientras ella se adelantaba para entrar en la casa no sin antes ver a través de la ventana para asegurar que nadie este en el interior –

Me hace señas y ambas entramos a la casa, caminamos en la oscuridad del pasillo cuando escuchamos a alguien bajar por las escaleras, nos escondimos atrás de una pared y esperamos, era una de las mascaras, antes de que yo pudiera moverme Liliana se abalanzo sobre el y le corto la garganta para luego mirarme…

Liliana: que? – susurro por mi cara –

Mariana: eres tan sexy matando gente – dije embobada –

Liliana: podemos dejar esto para luego y ayúdame a mover el cuerpo

Lo escondimos junto a nosotras y seguimos escuchando al parecer no habían soldados solo los que estaban afuera y si la mascara venía del segundo piso ahí debe estar el jefe, el problema era que aun quedaba una mascara y teníamos que encontrarla antes de que ella nos encuentre a nosotras, subimos sigilosamente por la escalera, pasamos afuera de una habitación la cual tenía las luces apagada y no escuchamos nada por lo que continuamos, la mascara salió y nos encontró de frente, apunte con el arma pero la tiro por el piso, me golpeo y yo le devolví el golpe estábamos peleando cuando sale el jefe y Liliana le apunta, yo sigo golpeando con la mascara que ahora esta en el suelo e intenta pararse pero pateo su rostro y cae esta vez inconsciente…

E.J,: niñas, pensé que ya no estaban juntas…

Mariana: te equivocas – fui a buscar mi arma –

E.J: así que me matarás niñita? – se dirigía a Liliana –

Liliana: no – le sonrió -

Mariana: - volví y lo patee en el pecho lo que hizo que se cayera al suelo y quedara sin aire – te mataremos

Nuestros hombros estaban pegados y ambas apuntábamos al mismo objetivo que ahora  Nos miraba aterrado, pero con un poco de altanería aun en sus palabras nos hablo

E.J: que van hacer? Creen que esto acabara con mi muerte?

Liliana: tu eres el que nos quiere muertas

E.J: - rió – tu crees que yo las mandé a matar? Por favor… yo no perdería mi tiempo

Mariana: nosotras ya no vamos a perder el tiempo

Dispare el arma esperando que con mis palabras Liliana también disparara pero solo se asusto con el disparo y me miro enojada… otra vez…

Liliana: que acabas de hacer?

Mariana: lo mate… acaso no me escuchaste, son palabras obvias

Liliana: obvio era dejarlo vivo para que nos dijera

Mariana: ya nos dijo suficiente, tendremos que matar al mundo entero para estar en paz

Liliana: y apostaría que igual harías algo estupido que me hiciera enfadar

Mariana: - la mire enojada –

Liliana: Mariana… - dijo suspirando –

Mariana: te ignoro – intentando salir por la puerta –

Liliana: - tomo mi mano y me giro para abrazarme – te amo

Mariana: no me amas si no amas mis estupideces – dije sin abrazarla y mirando hacia otro lado –

Liliana: - tomo mi rostro, acomodo el mechón de mi pelo y me sonrió – te amo a ti, a tus estupideces – me beso – a tus besos

Yo ya estaba entregada nuevamente cuando sentimos que alguien se mueve en la habitación continua, ambas corrimos al lugar esperando encontrarlo desprevenido y cuando entramos yo no podía creer lo que veía, muchos menos Liliana…

Liliana: pa… papá? – dijo mirándolo y luego miro hacía el otro lado de la cama – Maite?

• Bueno como dice el relato, esta es la primera parte del fin, así que lo siento si lo deje justo en esta parte...

• Lean el otro relato, trae sorpresas muy buenas, se los recomiendo enormemente aunque no vienen a reemplazar a esta pareja que pronto ya dejaremos u.u

• Saludos a todos desde Chile (: ♥