Hasta que la Mafia nos separe 4

A lo lejos su voz decía quien era ahora, solo una persona, solo un nombre • Liliana: Mariana!

Mariana: que haces aquí?, sabes que te puede pasar algo… - le decía en forma de regaño –

Liliana: yo voy donde tu vayas

M: no voy a comprar manzanas Liliana – le dije preocupada –

L: sabes, alguien me dijo una vez que cuando tuviera al amor de mi vida al frente me cosiera a su espalda y por nada del mundo me separará de el… yo iré contigo, y sin discusiones… además que no te dejarán sacarla, no te conocen

M: - no pude decirle nada, no pude negarme… después de lo que dijo, no se como decirle que no – abróchate el cinturón, que iremos rápido – dije resignada –

Me fui rápidamente zigzagueando por las calles hasta llegar afuera del jardín de niños… entraría ella sola a buscarla para que nadie sospeche nada, se bajo del auto y ahora era yo quien tomaba su brazo y la obligaba a entrar

Liliana: me darás mi beso de buena suerte – dijo con la boca estirada –

Mariana: no – le dije, haciéndola abrir los ojos – te salvo la vida – dije apuntando al auto que llegaba por la esquina contraria –

Liliana: gracias – me dijo cambiando su expresión a preocupada –

M: - tome su rostro y la bese – yo si necesito ese beso de buena suerte

Me baje del auto ante la negativa de Liliana, no me lo esperaba pero ella también se bajo y tomo mi mano, quise volver al auto pero ya era demasiado tarde, estábamos obligadas a continuar… entramos al establecimiento y con una performance increíble logramos sacar a la niña de su aula

Sofía: hermana viniste por mí – dijo saltando a  sus brazos –

Liliana: si pequeña, ahora necesito que me hagas caso en todo, si?

Sofía: por que estas preocupada?

Mariana: hola – le dije para distraer su atención –

Profesora: perdón usted es la madre? – me preguntó la profesora – Mariana? – dijo reconociéndome –

Mariana: Pilar? – dije nerviosa –

Pilar: cuanto tiempo – dijo abrazándome –

Es muy mal momento para encontrarse no con una ex novia, pero si con una amiga de cama?… si, creen ustedes? Y eso que no ven la cara que puso Liliana, al ver como me abrazaba y sobaba mi espalda felizmente…

Pilar: que haces aquí?

Mariana: vine a buscar a…

Liliana: mi novia me acompaño a recoger a mi hermana

Pilar: novia? Tu? Felicitaciones – dijo sonriente y volvió abrazarme –

M: - sobre su hombro veía la cara de enojada de Liliana por lo que me separe de ella – Pilar estoy atrasada

Pilar: te dejo ir entonces, pero prométeme un café – tomando mi mano –

M: por supuesto – dijo alejándome –

Pilar: así como antes – guiñándome el ojo –

Solo le pude sonreír, y ella entro nuevamente al aula, mire a Liliana y ella me miraba con una cara de 500 metros

Liliana: ex novia?

Mariana: no exactamente

Sofía: eres amiga de mi profesora?

M: algo así

L: adivina Sofía, te cambiarás de jardín

S: por que? si aquí tengo a mis amigos – protesto ella –

L: por que tu profesora es una pu… - la alcance a interrumpir –

M: Sofía, nadie te sacará de aquí

L: ya lo veremos – dijo muy enojada –

M: adelántate – le dije poniendo atención nuevamente a los ruidos del ambiente –

L: a claro, para que converses con la profesora

M: discutamos esto mas tarde, si?

L: pasa algo? – cambiando su expresión y abrazando a su hermana –

Le hice señas de que continuara, ella siguió por el pasillo con Sofía en brazos escondida en su cuello, logra pasar un pasillo y en el reflejo del vidrio logro ver al pistolero, me abalanzo sobre él pero logra disparar, por suerte solo pasa cera de ellas dos, Liliana corre y yo me quedo con el pistolero, lo noqueo y sigo a Liliana, ella ya estaba sobre el auto cuando yo iba saliendo del establecimiento, me sonrió, y yo ya sentía que habíamos ganado… de pronto escucho un disparo y siento acalambrado el hombro izquierdo aunque se que es solo un rasguño por que veo la bala pasar sobre mi hombro, caigo al suelo y veo como Liliana intenta salir del auto a auxiliarme y solo le puedo gritar

M: vete, VETE DE AQUÍ!

Veo el auto perderse en el horizonte antes de perder la conciencia… Cuando despierto estoy en un cuarto oscuro, amarrada a una silla en un lugar húmedo y con un olor desagradable

El guerrero: te dije que no podrías vivir sin la manada, los lobos solitarios no sobreviven – dijo mientras esperaba que me despertara totalmente –

El viejo: aun no se si curar esa herida – dijo metiendo su dedo provocando un dolor profundo y sofocante en aquella simple llaga –

EG: no creo que se lo merezca

EV: - puso su cara frente a la mía para que lograra verlo a los ojos – esto me duele mas a mi que a ti hija

Loba: - lo escuche decirlo y lo escupí – tu no eres mi padre

EV: - se giro para limpiarse – lo pagarás

EG: - me abofeteo –

Loba: ahora eres el consentido perra – dirigiéndome al guerrero –

EG: tu nunca mereciste ese puesto – quiso golpearme pero el viejo lo detuvo –

EV: sal de aquí

EG: pero… - quiso protestar –

EV: - solo basto una mirada para que el cesara su hablar y saliera – ahora que estamos solos, te tengo que contar una historia

L: - solo lo mire, pensaba en como escapar aunque la verdad mientras mas lo pensaba mas dudaba que pudiera hacerlo –

EV: un día cierto hombre, quiso ser normal… así como tú, pensó en desertar por una mujer… por dos en realidad, su esposa y su hija, este hombre tuvo que seguir haciendo su trabajo por códigos que tu conoces, su esposa pensó que lo podría soportar pero en este mundo una mujer es signo de debilidad, por lo que tuve que encargarme de ella…

L: - mis lagrimas comenzaron a caer sabiendo que se refería a mis padres –

EV: este hombre pensó que ella lo había abandonado pero no fue así – se rió de sus palabras – que ingenuo, no? – me pregunto mientras yo apretaba mis dientes – luego este genial hombre tuvo que hacer parte a su hija de este negocio, adivina por que? – se detuvo para prender un cigarrillo – por que yo le dije que si no lo hacía ella moriría – me lanzo el humo de su cigarrillo en la cara – luego le dije a ese hombre que se fuera, o que yo lo mataría – se sonrió frente a mi –

L: por que? por que lo hiciste? – Le dije mientras las lágrimas caían por mis mejillas ruborizadas de cólera –

EV: por que? – Me grito – por que el siempre lo tuvo todo… TODO! – hizo una pausa para limpiarse el sudor – el siempre fue el preferido de mi padre, tu madre se enamoro de él, aunque yo estuve 4 años mandándole flores, lo eligió a él, por eso tuve que matarlo, y ahora te tengo aquí, tengo lo único que le quedaba… tu vida me pertenece – dijo tomando fuertemente mi cabello para dejar a la vista mi cuello, saco un cuchillo y antes de que pudiera realizar su cometido escuchamos unos ruidos –

Te dije que volvería por ti – alguien dijo pero no lo pude ver hasta que el viejo se salio de al frente

Loba: papá? – dije aun sin creer lo que veía –

Aquella sombra a lo lejos llena de cicatrices de la vida que la gente llama arrugas escondía bajo de sí al hombre que me cargaba en su espalda y sobre sus hombros, aquel que por las noches leía lúdicamente mis cuentos, a ese hombre que me dejo para que yo pudiera vivir, aquel hombre que creí muerto hace unos segundos y un ángel mi vida entera, ahora estaba frente a mi en una batalla final con mi creador, nadie salió victorioso, las dos partes de mi vida se batallaban frente a mi y yo sin poder ponerle fin a tal estupido cometido, quiera o no quiera aquel hombre que intento asesinarme fue quien me arropo por tantos años que reconozco mas su olor a tabaco que mi propio perfume… cuanto lo siento, ahora que te veo caer siento mas que nunca no ser yo quien te hubiese matado… aunque sea por honor, por tu honor…

Loba: - lo mire a los ojos y mi sangre reacciono –

Joan: perdón por demorarme tanto – dijo mientras me desamarraba –

Loba: - lo abrace en cuanto me vi libre – te tomaste tu tiempo, pero me alegra que ya estés aquí

No dijimos mas nada, salimos abrazados de aquella casa, cada cuerpo que encontraba, me traía recuerdos inolvidables de un pasado imborrable… me fue imposible no sentir pena por cada uno de ellos, la vida nos crió a todos como una fiel madre y ahora ella misma me dejaba como la única sobreviviente de las circunstancias, vi a muchos menos al guerrero, supuse que se había escapado y con una sonrisa muy alejada del egoísmo salí de allí…

Joan: tienes planes? – se detuvo y me pregunto –

Loba: no, pero si alguien con quien hacerlos – dije continuando mi caminata –

Joan: quien? – siguiéndome –

Loba: papá te tengo que presentar a mi futura novia – lo mire mientras me afirmaba del que supuse era su auto –

J: futura novia? – dijo el sacándole el seguro a la puerta del piloto –

L: si – le sonreí, él me dio las llaves y yo lo mire extrañada –

J: yo no se donde está esa gran mujer, tendrás que conducir tu – no me despego la mirada hasta que ambos entramos al auto – estas echa una mujer

L: solo soy un poco más grande que antes…

J: - me miro y levanto su ceja – la última vez que me viste tenías 7

L: y la última vez que tu me viste a mi? Cuanto tenía? – le dije sabiendo que el había estado como un ángel protector toda mi vida –

J: - se sonrió y me tomo la mano – acababas de cumplir 23

L: y ahora tengo 24

J: así que el único desconocido aquí soy yo – dijo dándole pequeños golpecitos a mi mano –

L: solo un poco – lo mire y le sonreí –

J: estoy muy viejo? – dijo mientras se tocaba la cara –

L: no, esas arrugas te hacen ver muy interesante – me reí –

J: pequeña Loba… - me acaricio el pelo en la última cuadra –

No sabía muy bien donde buscarla pero creí que estaría aun en la oficina, ya que su casa estaba totalmente destruida, llegue y estacione bruscamente obligando a mi padre a afirmarse con dientes y garras al asiento…

Joan: quien te enseño a manejar? – dijo asustado aun por el repentino deslizamiento del auto –

Loba: tú me enseñaste… a los 7

J: ah si, es verdad – dijo arreglándose la camisa –

L: - lo mire – que haces?

J: conoceré a mi nuera, tengo que estar presentable

L: solo péinate y todo estará bien – le dije mientras arreglaba su pelo con mis manos –

J: ahora si?  - dijo mientras estiraba los brazos hacia un lado –

L: perfecto – le dije guiñándole el ojo, bajamos del auto y lo mire rápidamente –

Y yo? Como me veo? – dije un poco angustiada por mi apariencia –

J: - me miro de pies a cabeza – como si te hubieran tenido secuestrada 3 horas

L: - lo mire sin saber si eso era bueno o malo –

J: te ves perfecta Loba…

Volvió al auto y abrió la puerta, acto seguido comenzó a tocar la bocina como un loco, en el quinto piso una figura se asomaba a ver el espectáculo, era ella... se separo enseguida del cristal y bajo, la vi correr por el enorme pasillo y antes de ir a su encuentro y dejar que secuestrarán a mi cordura, mire a mi padre

Loba: ya no soy la Loba

Joan: quien eres entonces hija? – dijo con una sonrisa dibujada en su rostro de padre orgulloso mientras se afirmaba a un lado del auto –

A lo lejos su voz decía quien era ahora, solo una persona, solo un nombre

Liliana: Mariana!

Corrí yo los últimos metros que le quedaban, otra vez sus brazos se anudaban fuertemente a mi, tenía la suave piel de su cuello en mi rostro, mientras mis brazos se escondían bajo sus ropas, se bajo de la poca altura en que la tenía para tomar mi rostro entre sus manos y besarme sin dejarme respirar, ella lloraba yo sonreía, ya estábamos juntas otra vez

Liliana: mi amor pensé que te había perdido

Mariana: por un rato yo también pensé que estaba perdida

L: que paso? Quise volver pero tenía la vida de mi hermana a mi cargo

M: preciosa hiciste lo correcto, no estaríamos aquí si tu hubieras vuelto

Joan: ella tiene razón – dijo acercándose a nosotras –

L: - lo miro extrañada –

M: mi amor, él me rescato

L: - lo abrazo – muchas gracias, de verdad, muchísimas gracias

J: es lo mínimo que podía hacer – dijo mientras Liliana lo soltaba – por mi hija

L: - le clavo la mirada – como no me di cuenta – apunto a sus ojos –

M: creo que nos parecemos un poco – le dije mientras juntábamos las cabezas –

L: mucho – dijo ella sonriente –

A lo lejos vi a su madre correr, me abrazo y por la adrenalina de lo anterior se me había olvidado, pero la herida comenzó a sangrar nuevamente y las manos de su madre quedaban empapadas

P: estas sangrando

L: mi amor estas bien? – me pregunto mientras buscaba la herida –

J: aquí tengo algo para curar esa herida

M: tranquilas, estaré bien

J: - me llevo a la parte de atrás de el auto y mientras me limpiaba la herida me pregunto –

J: quien es la mujer?

M: - sonreí sabiendo el por que de su pregunta – su mamá

J: y ella – lo interrumpí –

M: si, esta casada…

J: - rió y siguió con su trabajo –

L: - de pronto apareció ella y cambio de trabajo con mi padre – pobrecita mi amor – decía mientras terminaba de limpiar mi herida y besaba mi espalda –

M: solo ponle una venda y vámonos a descansar

L: algún día me explicaras que ha pasado durante estos días?

M: si, tenemos toda una vida para que te enteres de todo

L: donde te quedarás hoy?

M: no lo se, yo pensaba que en cualquier lugar pero contigo

L: lo mismo pienso yo

Ambas miramos hacia el frente y como mi padre le hablaba a su madre y ella respondía coquetamente, era la risa de ella, la mirada de él lo que nos hacia dudar de la cordura de la escena

M: de ella sacaste lo coqueta

L: y tu lo caballerosa – ella aun en mi herida hizo algo que provoco un quejido – lo siento – dijo sacando sus manos rápidamente de mi espalda –

M: falta mucho?

L: no – dijo mientras yo sentía que me ponía la venda y quedaba todo listo –

Me gire y besándola suavemente la hice bajar hasta quedar ella sobre mi, comenzaba a subir de tono el acto y llegan a interrumpirnos

Joan: no crees que aun estas convaleciente? – pregunto mientras nos miraba desde la ventanilla –

Mariana: solo tomaba un poco de mi medicina

Liliana: unos besitos como calmantes no hacen mal a nadie – dijo mientras se ponía de pie y se acomodaba la ropa –

Pascuala: si, pero a ti no te duele el trasero o si? – dijo riendo por la posición donde yo tenia mi mano anteriormente –

Con mi padre nos reímos y Liliana dándome un pequeño empujón hizo cesar mi alegría…

Fernando: donde se quedarán esta noche? – Dirigiéndose a mi y a mi padre –

Liliana: Mariana se viene conmigo a un hotel

Joan: y yo tengo que ir a trabajar – lo mire sabiendo lo que significaban esas palabras –

Pascuala: pero tan tarde?  - pregunto preocupada –

Fernando: déjalo mujer – le dijo celoso de la atención que ella le ponía a mi padre –

Joan: no se preocupe, es mi trabajo

Liliana: si quiere se va con nosotras al hotel

Joan: no señorita

Mariana: mi amor, el estará bien – entendía lo incomodo que se volvía todo eso por lo que al detuve –

Joan: - se embarco en el auto para ir a trabajar, mientras yo me acercaba a la ventanilla para despedirme – nos vemos estos días, si?

Mariana: claro, yo estaré aquí

Joan: aquí te buscaré en unos cuantos días

Mariana: bueno papá

Joan: cuídate Mariana – me dijo mientras arrancaba su auto, acariciaba mi mejilla y retrocedía –

M: - quise llorar, pero no era el momento ni el lugar –

Liliana: - se acerco a mi y me beso el cuello – estas bien?

M: si… podemos irnos? – le dije con la mirada cansada –

L: por supuesto…

Fernando: Liliana segura que se quieren ir solas?

M: estará bien, lo prometo

L: papá – dijo desafiándolo con la mirada – déjame en paz

Pascuala: Liliana no le contestes así a tu padre

Liliana: se merece mucho mas – dijo mirándolo fijamente –

Fernando: déjala – dijo tomándole la mano a Pascuala –

Pascuala: pero Fernando…

Mariana: - le tome la mano fuerte, no la callaría, no la cuestionaría… yo la apoyaba al 100% –

Liliana: - me miro y beso mi mejilla – vamos – me dijo con su nariz pegada a la mía –

Pascuala: por favor llámame cuando llegues al hotel – le dijo ella cuando nos subíamos al auto de ella –

Liliana: si mamá – dijo cerrando la puerta –

Mariana: odio los hoteles – dije recordando cuantas veces había estado en uno –

Liliana: hoy no dormiremos

M: - sonreí pensando en doble sentido – a no? – dije mirándola coquetamente –

L: me dirás todo Mariana – dijo seria mirando por donde conducía –

M: ah… bueno – dije decepcionada –

Llegamos al hotel, reservo una habitación Queen en cosas de minutos, subimos al dormitorio y de nuevo solas, pero ahora tenía miedo, no a lo que podía pasar sino a lo que ella me preguntaría…

Liliana: mi amor necesito saber la verdad, toda la verdad

Mariana: es difícil para mi hablar de todo esto

L: lo sé, por eso lo quiero hacer ahora, antes que – se quedo en silencio –

M: antes de que?  - le pregunte mientras me acostaba a su lado –

L: antes de que me enamore de ti  y nos llenemos de secretos – dijo acomodándose a mi lado –

M: pregúntame que yo responderé

L: dijiste que tu papá te había abandonado y hoy te salvo…

M: el tipo del otro lo recuerdas? – asintió con la cabeza – bueno, el le dijo que se fuera o que lo mataría

L: y por que no te llevo?

M: linda en mi mundo nadie se puede esconder – dije como si fuera fácil de entender –

L: en tu mundo?

M: a mi me… - no sabia como decirlo sin hacerla perder toda confianza en mi – me pagan por… - volví a dudar no quería que de desenamorara ahora que yo estaba totalmente entregada a su amor, pero tenía que hacerlo…

L: sin mentiras mi amor – dijo acariciando mi rostro para tranquilizarme –

M: a mi me pagan por matar personas – dije rápido para no dudar otra vez –

L: - me miro y se sentó en el borde de la cama – a cuantas personas haz matado?

M: linda eso no es algo que tengas que saber – dije colocando mi mano en su hombro para acariciarla –

L: - esquivo mi mano con miedo, con asco – respóndeme – dijo parándose de la cama un poco alterada y cerrando los ojos para no verme –

M: 50, quizás mas – dije ocultando mi cara con las manos –

L: - la escuche sollozar, la mire pero ella se había girado – cual es el trabajo de tu papá? – pregunto mientras giraba su cabeza para mirarme de reojo –

M: en lo mismo que yo – dije sin mascaras, dispuesta a decirle toda la verdad –

L: ósea que ahora puede estar matando a alguien?

M: si – dije secamente, sin ninguna emoción – cual es tu otra pregunta para que termines odiándome?

L: odiándote? – me miro con los ojos rojos y de ellos cientos de lagrimas – odiarte yo a ti Mariana? – Agache mi cabeza para no verla sufrir – mírame –Me grito – estoy así por que te amo, por que no logro entender como bajo esa mirada tan tierna, tan vulnerable se encuentre ese monstruo que asesino a mas de 50 personas

M: es solo un trabajo

L: trabajo? No estamos hablando de unos papeles Mariana, son vidas, son los padres, los hijos, los tíos, hermanos de alguien

M: pero no merecían vivir

L: bajo el juicio de quien? De quien? – dijo gritándome nuevamente –

M: yo solo hice lo que se me ordenaban

L: que? acaso no tienes criterio? O moral?

M: moral? Criterio? Crees que yo tuve las mismas oportunidades que tu? Por favor princesita, tu puedes elegir ser doctora o vagabunda, yo no podía ni siquiera vivir sin la decisión de alguien mas

L: - se seco las lágrimas y se sentó en la cama –

M: la primera vez que mate a un hombre tenía 11 años – dije mientras mis lágrimas descendían por mi cuello, por primera vez tomaba conciencia de mi pasado –

Continuara....