Hasta que la Mafia nos separe 3

Si sonrío, el espejo me devuelve la sonrisa... La actitud que tome frente a la vida, es la misma que la vida tomará ante mi

Me abrazo tan fuerte que creí que me haría perder la circulación, tenía un perfume tan exquisito… pero ahora se venían a mi cabeza todas esas complicaciones de vivir con alguien más…

Mariana: tenemos que comprar comida

Liliana: - se separo de mi, tomo mi cara haciéndome temblar y beso mi frente – de eso me encargo yo

M: ya te he dicho que soy un caballero – dije comiendo otro bocado y quitándole la mirada tratando de disimular mi enrojecimiento –

L: esta será nuestra primera pelea?

M: - negué con mi cabeza, para terminar de tragar – no esta en discusión

L: hagamos algo – tomándome del mentón obligándome a mirarla – mitad y mitad

M: - asentí –

L: - beso la comisura de mis labios –

M: - corrí mi cara tratando de dejar aun mas alejados sus labios de los míos – come un poco aunque sea

L: bueno – dijo riendo ya que sabía lo nerviosa que me ponía –

Comimos y luego tomamos el camino a mi departamento, vengo aquí cuando tengo días libres, si bien no son muchas veces, lo disfruto al máximo, me encanta la compañía de mi soledad… pero ahora es diferente no estoy sola… deje el auto en el estacionamiento y subimos al departamento 605…

Liliana: hay algo que no te he preguntado – dijo mientras me quitaba la llave para abrir ella –

Mariana: que cosa? – dejándola pasar –

Entro y sí, tengo un muy buen gusto, el departamento esta decorado en 3 clásicos colores, negro, rojo y blanco… por lo que cada cosa combina con otra del lugar… ella quedo bastante sorprendida así que lo único que puedo decir es gracias, por la cara que puso…

Mariana: te gusto?

Liliana: wow, me encanto… enserio

M: y que es eso que me ibas a preguntar – mostrándole la habitación –

L: cuantas camas tienes?

M: - la volví a mirar en cuanto abrí la puerta de la recamara – una

L: m… como lo haremos?

M: bueno de eso nos preocuparemos, cuando tengamos que preocuparnos

L: tengo hambre

M: acabamos de comer

L: lo sé pero ahora estoy feliz y tengo hambre

M: tendremos que ir al supermercado

L: puedo ir yo?

M: sola?

L: si – dijo con una gran sonrisa – y así pasó a mi casa a buscar un poco de ropa

M: bueno, mientras yo descansare por que anoche no dormí nada

L: por que? – pregunto mientras ordenaba sus libros y se acomodaba la chaqueta –

M: cosas que daban vueltas en mi cabeza

L: a mi también me paso lo mismo… - dijo quitándome las llaves del auto – pero en mi cabeza no daban vuelta cosas, sino que tu – beso mis labios muy rápido para que yo no pudiera escapar y luego se rió –

M: traviesa

L: ese es mi encanto… - fue lo último que le escuche decir antes de que cerrara la puerta –

Tocan la puerta y sonreí al pensar que era ella… pero no, era el viejo… abrí la puerta y el me empujo enojado haciéndome caer al suelo pero me reincorporé de inmediato

EV: que mierda estás haciendo Loba?

Loba: - solo pude mirar al suelo con una impotencia inexplicable al no saber que decir, por que ni yo misma sabía que estaba haciendo –

EV: el plan era entrar a su casa, no que ella entre a la tuya, pensaste que no me enteraría? – pregunto mientras me empujaba hacia una pared –

L: - solo intentaba alejarlo de mi con las manos, pero me fue imposible –

EV: - apretaba mi cuello con sus grandes manos – yo se lo que dices, lo que haces y hasta lo que piensas pequeña loba

Estaba a punto de perder la conciencia, cuando escucho la voz de Liliana y como se subía a la espalda de El viejo como un puma obligándolo a soltarme y a dejarme respirar otra vez… La tiro al piso, y me miro con esos ojos que solo vi mirar a sus enemigos, jamás a mí…

EV: tu sabes lo que tienes que hacer Loba… - miro a Liliana y le sonrió, luego salió del departamento dando un gran portazo –

Me tome la cabeza y luego me arrodille frente a Liliana que aun estaba en el piso en estado de shock, le pregunte si estaba bien pero ella no me respondió, en cambio dijo otra cosa

Liliana: no se que me da mas miedo, que tu conozcas a esa clase de personas o que yo no te conozca a ti…

Me miro a los ojos por un largo tiempo, intentaba descifrarme… pero yo no soy esa clase de personas… me puse de pie y le pregunte

Mariana: por que volviste?

Liliana: por que el paso por mi lado y me sonrió de la misma manera que lo hizo ahora…

M: gracias – dije estirando mi mano para levantarla –

L: no se por que Mariana, pero yo confió ciegamente en ti… por eso, solo preguntare una vez

M: - la mire directo a los ojos, dispuesta a decirle toda la verdad – pregúntame

L: - tomando mi cuello, para acariciar las marcas recién hechas – hay algo que tengas que decirme?

M: no – dije mirando mis manos, siendo incapaz de mirar sus ojos, no pude… me acobarde –

L: - con su dedo índice subió mi mentón – tranquila

Me sonrió y me abrazo, o yo la abrace a ella? No tengo idea… pero ahí estábamos las dos, paradas en medio de mi departamento y sin soltarnos, creo que era yo la que no la soltaba…

Liliana: quiero ponerte crema en las marcas – dijo dándome pequeños golpecitos en la espalda para que la soltara –

Mariana: ah?... si, claro – dije soltándola rápidamente y dándome vuelta para disimular nuevamente mi nerviosismo –

L: oye – dijo tomándome el rostro con sus dos manos – a mi también me encantaría estar todo el día en tus brazos, pero moriríamos de hambre – dijo tocándose la barriga – y yo no quiero que a ti te pase algo – tomándome la cara para besarme –

“Y YO NO QUIERO QUE A TI TE PASE ALGO”… saque sus manos, y fui a la habitación, sabía que ella no me seguiría, por alguna razón lo sabía y necesitaba esa soledad para recordar que estaba haciendo, por que la había conocido y que mierda estaba sintiendo ahora… había olvidado que mi trabajo al fin y al cabo es matarla, a ella y a toda su familia, para salvar mi pellejo, para salvar a mi familia… pero ella en cambio da vuelta mi mundo en 180 grados y me hace sentir viva, me hace sentir avergonzada, insegura, inquieta… y yo no quiero que a ti te pase algo?... me quede dormida después de un rato… y cuando me despierto la tengo a ella acurrucada en mis brazos, tapada con una frazada que también me tapaba a mi… salí de la cama por un vaso de agua y cuando me volví acostar ella me miraba con esos enormes ojos color miel…

Liliana: me asustaste

Mariana: solo fui por agua – dije levantando el vaso –

L: tienes hambre? – me pregunto mientras yo me sacaba la ropa –

M: no, gracias… solo quiero dormir

L: por lo que veo dormiremos las dos

M: te incomoda mucho dormir con una lesbiana?

L: no, creo que a la lesbiana le va a incomodar mucho mas dormir conmigo

Dijo esto sacando su polera, y luego sus pantalones, los que vi salir con su diminuta ropa interior y dejando para el final su brasier… los saco mientras me sonreía y yo sostenía la mirada directo a sus ojos e intentaba sonreírle también, pero cuando dejo caer su brasier sobre la cama me fue imposible no girarme y ruborizarme nuevamente…

Liliana: jaja, ven a la cama chica ruda…

Mariana: eso es trampa… jamás me imagine que te ibas a desnudar

L: ni yo  – dijo tapándose –

M: - la mire sorprendida, me encanta que sea impredecible –

Me acosté a su lado e intentamos dormir, en cada roce de su piel me despertaba, era imposible dormir tranquila con ella aquí, desnuda… me fue imposible contenerme, me fue infinitamente imposible no tentarme, no lo pensé, no sabía como terminaría, pero si sabía que quería empezar y tratar de que dure unas cuantas eternidades… Eran mas o menos las 3 de la mañana cuando una de mis manos la abrazo y termino en su abdomen, no se por y no se como me atreví, pero comencé a subir lentamente mi mano por su abdomen plano hasta sus pechos, ella suspiro y puso su mano sobre la mía por un segundo creí que la sacaría pero me ayudo a masajear su busto… comenzó a respirar mas agitada en cuanto sintió mis labios en su cuello y hombros, se giro y no besamos… simplemente nos besamos, pero fue eso lo que me volvió la mujer mas débil del mundo, no dejamos de besarnos ella se subió sobre mi, comenzó a sacarme la ropa, su ansiedad la hacía volverse torpe y ahora era yo la que tenía el control, la recosté debajo de mi y la bese, desde la frente hasta el fin de su abdomen, apreciando cada centímetro de su piel… mis dedos jugaban en ella, escuchaba sus gemidos y no quería que acabara, tomo mis cabellos y me obligo a bajar entremedio de sus piernas, eso era lo que quería y eso fue lo que hice… la bese, la lamí, la acaricie… le hice el amor… me recosté a su lado y basto que ella me abrazará para caer a dormir hasta la mañana siguiente, me desperté por el frío de las ventanas abiertas… la busque por la cama con los ojos aun cerrados y no estaba, me levante apresurada y fui a la cocina y tampoco estaba ahí, fui al living y en la mesa de centro había un papel “me fui a clases, salgo a las cuatro… fue maravilloso lo de anoche PD1: airea la casa, tiene olor a sexo PD2: te quiero” no pude contener la risa, me puse una bata y me fui a preparar café y volví a leer un millón de veces “PD2: te quiero”… me fui a duchar ya eran las 3 de la tarde, faltaba 1 hora para que ella llegue, contando las horas sin ella? Quien lo diría, yo pensando en alguien, extrañando a alguien… pero el plan no ha cambiado… o si?.

Voy camino a al universidad, no llueve pero hace mucho frío, estaba esperándola en el auto cuando a lo lejos veo a el guerrero, el también espera a alguien… tal vez a la misma persona que yo… salgo y me pongo la capucha del polerón, quedo en la salida ya son las 3:57 y la veo salir, corre hacia mi pero la detengo con señas, así mismo le doy instrucciones de girar y caminar de vuelta, veo que el guerrero sale del auto, toca su cinturón en la parte trasera para asegurar su arma, camina rápido y esta a 20 centímetros de mi cuando Liliana se da vuelta y me queda mirando… veo el arma apuntándole al lado mío, se la arrebato pero el arma se acciona por suerte solo dio al techo, la miro y le grito que corra, ella me hace caso y la escucho correr a lo lejos, mientras yo dejaba inconciente a este sujeto que por muchas noches fue mi compañero de vigilancia, nos criamos juntos… pero ahora están en juego otra cosas muy diferentes… está en juego la vida de la mujer que amo, en cuanto se que esta desarmado e inconciente le sigo los pasos a Liliana que me esperaba por la puerta trasera… la mujer que amo?

Mariana: tenemos que ir a tu casa – le dije aun recobrando el aliento –

Liliana: que acaba de pasar Mariana? – dijo asustada –

EG: Loba donde estas? – lo escuche gritar en el pasillo –

Mariana: tenemos que irnos Liliana – le tome la mano y la obligue a correr –

Íbamos corriendo por el campus cuando miro hacia atrás y lo veo en la puerta de la salida trasera, nos miramos y el me grita

EG: te encontrare pequeña Loba, no podrás resistir sin la manada

Volví a girarme y a tomarle la mano, salimos del campus y tomamos un bus que nos llevaría a su casa, aun con el aliento entre cortado quería cuestionarme, me miraba asustada, enojada y yo no sabía como seguirle ocultando todo esto…

Liliana: di…dime la… verdad  - dijo recobrando  un poco mas el aliento

Mariana: Lily no se como decírtelo

L: por favor Mariana no mas mentiras – dijo tomándome el rostro y con los ojos llorosos –

M: - baje la mirada y ella pego su frente con la mía –

L: por favor dime que pasa

M: el tipo que viste, quiere matar a tu familia

L: que? y tu lo conoces?

M: si – dije cerrando los ojos – él esta haciendo el trabajo que yo no pude hacer

L: - quito sus manos de mi cara y el miedo apareció en mi y también en ella – que? – dijo pegando su cuerpo a la ventana –

M: yo tenía que hacer ese trabajo – dije arrepentida – perdóname

El bus se detuvo y ella se bajo corriendo, yo la seguí y ella corría y corría y me era imposible detenerla… se canso antes que yo, lo que me permitió abrazarla

Ella se arrodillo para llorar

Liliana: yo te amo y tú me quieres matar – dijo tratando de zafarse de mis brazos –

Mariana: no, no… yo te amo también

L: - se separo de mi, seco sus lagrimas y me pego una cachetada –

M: supongo que me lo merezco – dije sobando mi mejilla –

L: supones? Quien mas esta en peligro?

M: tus padres y tu hermana

L: mi hermana a esta hora esta en el jardín, pero mamá esta en casa

M: tenemos que ir por ella

L: te puedo preguntar cuando mierda pensabas decirme que me querías matar? – dijo con las manos en la cintura –

M: 5 segundos antes de apretar el gatillo – dije enojada por su pregunta – nunca… pensé que confiaban más en mí

L: el tipo de ayer, quien es?

M; mi jefe, mi tutor – dije sin saber como explicarle mi vida –

L: el que te crió?

M: si

L: que buena figura paterna – dijo con una sonrisa sarcástica –

M: - estábamos atrás de su casa, justo en el patio del vecino –

L: que esperas que haga?

M: que saltes

L: - me miro un poco preocupada, estuve a punto de reírme pero la ocasión no lo ameritaba –

M: confía en mí

L: por confiar en ti, estoy en esto – dijo alzándose –

M: viva? Si, si… algún día lo entenderás y me agradecerás – dije ayudándola a subir –

El vecino justo salió por lo que tuve que empujarla, la escuche gritar y acto seguido caer… subí rápido y la encontré al otro lado levantándose mientras yo caía de pie

Liliana: me pregunto donde quedo tu caballerosidad – dijo limpiándose –

Mariana: no discutas – dije tomando su mano para hacerla caminar –

Llegamos a su patio en la caída, era obvio que no la podía hacer entrar conmigo a la casa, vi a su madre pasar por el living por lo que yo me adelante dejándola escondida atrás de unos arbustos, pero antes de que pudiera irme ella tomo mi mano y me acerco a su cuerpo para besarme

Liliana: cuídate mi amor – dijo después de besarme –

Asentí con la cabeza y corrí a la casa en cuanto escuche el ruido de un motor familiar, no puedo creerlo, es mi auto… hijos de puta, me metí a la cocina donde ella estaba, aproveche que ella estaba frente al lavaplatos y tape su boca y la hice esconderse debajo del mueble justo cuando comenzaron los disparos, uno tras otro hacían un desastre con la cristalería y cerámica del lugar, ella gritaba y yo solo esperaba que pasará, cuando todos los vidrios estuvieron rotos y la casa echa un desastre los autos arrancaron y se fueron del lugar… su madre se abrazaba a mi cuando Liliana entro y presenció la escena

Liliana: mamá?

Pascuala: hija – dijo parándose – estas bien mi amor? – pregunto mientras la abrazaba

Liliana: si tranquila y tu?

Pascuala: si, si – decía nerviosa y aterrada – ella me salvo – apuntándome –

Liliana: no solo a ti – le respondió a ella sonriéndome –

Mariana: necesito ir a dejarlas a un lugar seguro – dije sacándome los escombros del cabello –

Liliana: la oficina de papá – dijo mientras se acercaba para ayudarme –

M: muy buena idea – le respondí mientras tomaba sus caderas –

P: alguien me puede decir que esta pasando? – pregunto arreglándose el pelo –

L: - la miró preocupada, sin saber que decir –

M: yo le explico – dije sonriéndole – su marido tiene muchos enemigos

P: todo esto es su culpa?

M: no, no… el tiene los nombres de gente muy poderosa que quiere meter a la cárcel

P: lo quieren matar por que esta haciendo algo bueno?

M: si – dije preocupada por su siguiente pregunta que era obvia –

P: y tu como sabes eso?

L: por que – dijo intentando mentir –

M: por que yo tenía que matarlo a él y a ustedes

P: - tomo un sartén y Liliana la detuvo para que no me golpeara –

L: mamá, ella te acaba de salvar, esta de nuestro lado

P: entonces que me diga por que? – dijo tomando un tenedor – por que me salvaste?

M: por que me enamore de su hija – dije un poco asustada por su locura –

P: así que tu y ella… están juntas? – le pregunto a Liliana que no dejaba de mirarme con una sonrisa de ternura –

M: podemos irnos? – dije al escuchar las sirenas –

Su madre fue la primera en correr al garaje mientras que Liliana no despegaba esa mirada de enamorada de mi, nos subimos a uno de los autos y adivinen quien condujo?, si, su mamá… parece una loca al volante, a lo rápido y furioso con la cara seria del transportador, llegamos en 3 minutos a la oficina del papá de Liliana, jamás había visto a alguien saltarse tantos semáforos en rojo, pero bueno llegamos vivas… estaciono el auto junto a la puerta, casi paso al edificio por suerte giro la volante y quedo a unos 30 centímetros, entro a la recepción y como las conocían las dejaron pasar, pero a mi no…

Liliana: ya le dije que ella viene conmigo

Guardia: no puedo dejar pasar a gente externa de la familia

Pascuala: - se puso a gritar el nombre de su marido – FERNANDO!

El padre apareció con cara de preocupación mirándola y preguntándole que paso, lo vi e intente acercarme a el, pero los guardias se abalanzaron sobre mi e intentaron reducirme, por lo que reaccione por instinto, eran 6, 2 quedaron de pie y fue por que volví en sí… Cuando mire a Liliana, ella me veía con la misma cara que me veían todos, con un poco de miedo y desconfianza

Fernando: tendrás que darme  tu nombre para contratarte como guardaespaldas – dijo impresionado por la escena – dime que pasa – le pregunto a su esposa –

Pascuala: nos quieren matar Fernando

Fernando: que?

Mariana: es por los nombres de las familias

Fernando: tu como sabes de eso – dijo tomándome fuertemente el brazo –

M: yo soy de la manada – le dije sabiendo que me entendería –

F: como te atreves a estar con mi familia

Liliana: ella nos salvo – le dijo ella interponiéndose entre los dos –

Fernando: bajo que precio? Que es lo que buscas? – sacando su chequera –

Mariana: no me malentienda señor, yo solo quiero poner a salvo a su familia

Pascuala: Sofía, Fernando, SOFIA! – dijo recordando a su hija pequeña –

Mariana: ustedes no pueden salir del edificio – dije tapándole la salida –

Liliana: a ti también te están buscando

M: pero yo los conozco…

L: no te dejare ir

M: es la única posibilidad de salvar a tu hermana

L: no, Mariana… - dijo abrazándome, para intentar no llorar, o al contrario… para llorar en mi –

M: Liliana – dije tomándole el rostro –  estaré bien

Su padre la abrazo mientras yo salía a buscar el auto

Fernando: hija, no te preocupes… ella estará bien, ese es su mundo

Liliana: - se separo de su pecho que era donde lloraba y se alejo de el limpiando sus lagrimas – no papá, ahora es nuestro mundo – dijo y salió corriendo para subirse al auto mientras los guardias obstaculizaban la salida del padre –

Continuara...