Hasta que la Mafia nos separe 14

Maite: lo que te va a doler, es saber que cuando te vayas a dormir, ella estará durmiendo en mi cama... conmigo

me disculpo por el error cometido en el final del anterior capitulo...

Joan: Liliana? Mariana?!... que paso? – pregunto no sorprendido por que este viva, sino que horrorizado por lo que ahora pasaba, corrí a abrazarlo, él había llegado a rescatarme y colgaba en el un poco de este miedo que ya me hacían perder las esperanzas -

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Liliana: le dispararon – le decía una y otra vez mientras me desahogaba en sus brazos –

Joan: - camino conmigo hasta estar cerca de ella – tu la curaste?

Liliana: - solo pude asentir mientras intentaba calmar mi respiración –

Joan: - seco mis lagrimas y me miro sonriente, tenían la misma sonrisa por lo que me sentía a gusto con él – hiciste un gran trabajo – destapo la herida – esto está muy bien hecho

Liliana: enserio? – dije un poco mas repuesta –

Joan: si – cambio la gasa – tendremos que ir a comprar unas cosas para cuando despierte

Liliana: y cuando despertara?

Joan: en 3 o 5 días… a veces esto se complica… pero no tienes que preocuparte, me quedaré aquí contigo

Liliana: y donde esta mi mamá y mi hermana?

Joan: mejor que no lo sepa… pero están bien

Liliana: - entendía que menos información de ellas era mejor para su seguridad – que tendremos que ir a comprar?

Joan: Antibióticos, cremas antibióticas y Analgésicos – me miro – su pierna señorita

Liliana: - mire mi pierna y la sangre corría, me vi en la necesidad de sentarme –

Joan: - se acerco rápidamente a mi – debe haber perdido mucha sangre… déjeme curarla

Liliana: - solo asentí un poco mareada –

Joan: - rompió el pantalón, me curo y me vendo – ahora tiene que ir hacer reposo

Liliana: no, me quedare aquí con Mariana por si despierta

Joan: hija, ella no despertará ahora

Liliana: no quiero dejarla sola – dije levantándome con dificultad –

Joan: pero usted necesita descansar

Liliana: entonces traeré mi cama aquí – dije decidida a no irme –

Joan: por lo menos permita que yo la ayude

Liliana: - le sonreí y ambos trajimos la cama y frazadas –

Joan: si necesita algo yo estaré adentro – salía de la puerta pero se devolvió – usted ha comido algo hoy? – Negué con la cabeza – entonces le haré comida

Liliana: no, gracias… con Mariana así no podría tragar

Joan: pero tiene que comer

Liliana: mañana, en el desayuno… ahí comeré

Joan: - suspiro – bueno, mañana será entonces…

Limpie sus manos y también las mías, las lagrimas otra vez entraban al cuadro se veía tan vulnerable… pero iba a estar bien y por lo menos ya no estaba sola… me recuesto junto a ella, acarició su mano y me vuelvo a poner de pie, la cobijo y beso sus labios, volví a recoger su cabello, le susurre un te amo y me volví alejar de su angelical rostro para intentar dormir rogando por que mañana sea ella quien me despierte, extraño sus brazos aprisionándome, su respiración en mi nuca, su calor en la espalda… me logro dormir solo cuando mi conciencia se queda tranquila solo sabiendo que ella esta aquí a mi lado… viva… Despierto a causa de Joan, que me llama a desayunar, lo primero que hice fue pararme para ver su estado, revise sus signos vitales y su temperatura, todo estaba normal, solo teníamos que esperar que vuelva… me senté en la mesa en silencio, Joan me decía que todo estaría bien y no se si creerle o era igual que Mariana y solo me lo decía para tranquilizarme… de pronto una pregunta obvia apareció en mi cabeza con respecto a su llegada.

Liliana: como llegaste hasta acá? Por que no te sorprendiste al verla otra vez?

Joan: - limpió sus manos y me paso un papel doblado – me dieron esto como destinados

Liliana: - lo abrí y ahí estaba una foto de Mariana y mía de cuando estuvimos abrazadas después de la discusión con Maite – como conseguiste esto?

Joan: esa es una foto de objetivos… - se acercó a mí – hija, alguien esta llamando a los mejores sicarios para deshacerse de ustedes dos

Liliana: y por que no saben que es su hija?

Joan: una de las ventajas de no haber crecido conmigo… nadie lo sabe

Liliana: tenemos que irnos de aquí – dije colocándome de pie –

Joan: no, moverla sería peligroso, se puede infectar la herida… aun no

Liliana: - asentí aun acelerada –

Termine de comer, me levante de la mesa, lavo mi plato y me voy a sentar junto a Mariana, la que aun sigue inconsciente, le tomo la temperatura y le pongo crema antibiótica sobre la herida… me senté a su lado un poco cansada emocionalmente, tomo su mano y comienzo acariciarla… y comencé hablarle creyendo que tal vez una parte de ella pueda escucharme, pero la verdad es que no lo se – recuerdo cuando me dijiste lo que hacías, te tuve miedo… tengo que aceptarlo, temí por un segundo que pudieras hacerme daño, pero luego… tus ojos eran los de un cachorro asustado, sabes, y ahí supe que te seguiría a la Luna si así tu lo querías – reí recordando – recuerdo también que estábamos duchándonos juntas, te estaba haciendo el amor cuando llega el pedido de comida, el tipo entro y quedo boquiabierto cuando tu saliste desnuda del baño – solté su mano – no puedo creer que hayas dejado que te vieran desnuda – volví a tomar su mano – y si, se que era por que te enoja que me miren, pero mujer… vamos, ese cuerpo solo quería verlo yo… bueno y obviamente me enoje y te dije que saldría desnuda a caminar por el hotel, pero tu me tomaste con fuerza, así como siempre lo hacer y me dijiste que no saldría de esta habitación sin antes hacerme el amor… y bueno después hicimos el amor, volvimos a pelear claro… como siempre, nuestras peleas tenían un gran sentido y justificación pero nos hacen ver como unas retrasadas sin orgullo, por que si no eras tu, yo lo que nos juntaba, el destino nos ponía de nuevo al frente… vimos tu película favorita, lo recuerdas? – le preguntaba al cuerpo inerte de Mariana – “V for Vendetta” me pareció tan cómico verte llorar, te ves tan ruda con un semblante indestructible y en realidad eres una nenaza, solo la facha de chica ruda – reí e iba a comenzar a llorar otra vez, cuando siento una voz, es Maite –

Liliana: que haces acá? – Limpiaba mis lágrimas –

Maite: supe lo que paso y me vine asegurar que estas bien

Liliana: estoy bien, gracias

Maite: y ella? – dijo mirando a Mariana –

Liliana: - me puse en frente para que no la viera –

Maite: por que ya no confías en mi?

Liliana: solo confió en ella

Maite: - asintió desanimada, intentó irse –

Liliana: lo siento… - me voltee y camine hacía Mariana –

Maite: - ella me abrazó por atrás – se lo difícil que es todo esto

Liliana: - me gire y la abrace – no tienes idea…

Joan: señorita – dijo desde la puerta –

Liliana: Joan, que sucede?

Joan: cámbiele las vendas a su mujer – dijo marcando territorio por Mariana –

Liliana: si, por supuesto… - dije entendiendo la doble lectura –

Maite: - Joan se fue – por lo que veo no soy bienvenida en ningún lugar donde alguien conozca a Mariana – me miraba y se acercaba – ni siquiera tu corazón me deja estar cerca – intentaba acercarse –

Mariana: - despertó y con la voz entrecortada le dijo a Maite – la tocas y te mato, tal vez no hoy ni ahora… pero lo haré

Liliana: - Maite se alejo de mi y yo corrí – mi amor, mi amor, como te sientes?

Mariana: que hace ella aquí Lily?

Liliana: vino a saber como estábamos, por lo que paso ayer

Mariana: como lo supiste?

Maite: todos saben que fueron ustedes las que asesinaron a las 2 mascaras

Mariana: mierda – trataba de ponerme de pie – tendremos que irnos

Liliana: ya nos están buscando mi amor, antes de que pasará lo de las mascaras

Maite: el problema no es Mariana o Liliana… el problema es Mariana & Liliana

Mariana: a que te refieres?

Maite: se dice que alguien esta pagando mucho dinero por separarlas, muertas las dos o solo una, da igual… solo separarlas

Liliana: pero, por que?

Mariana: tenemos que salir de aquí

Joan: - dijo entrando al escuchar la voz de Mariana – lo siento señorita, pero usted se quedará en cama

Mariana: - lo miró por un instante y lo reconoció, pero se percato de la presencia de Maite por lo que omitió comentario alguno que descifrara su vinculo – como usted diga

Maite: yo solo vine a eso...a saber como estabas – tomo su mano – si necesitas cualquier cosa…

Mariana: - la interrumpió – si necesita algo… yo se lo daré

Liliana: no empiecen por favor – gire a Maite – te voy a dejar a la puerta

Mariana: ella sabrá donde es – Maite se giro – es por la misma donde entraste – Mariana le sonrió –

Maite: tiene razón, sabre llegar por si sola – me dijo cabizbaja – que te mejores Mariana

Mariana: si, si… gracias

Liliana: - Maite se fue y yo me sentía muy enojada por la actitud que había tomado Mariana, pero feliz de que este bien –

Mariana: se que no te gusta que la trate así, pero ella se fijo en mi mujer y yo – la interrumpí para besarla – se me olvido lo que te iba a decir

Liliana: - reí – como te sientes bebe?

Mariana: como si me hubiera aplastado un camión – miro su herida – y me hubiera prendido fuego

Liliana: te duele mucho?

Mariana: un poco… no es nada – me abrazo con su brazo sano y me acerco a su cuerpo –  papá – dijo y Joan se acerco abrazarla –

Joan: como esta?

Mariana: bien… lo hizo ella – apunto orgullosa su herida –

Joan: si, esta muy bien hecho…

Mariana: verdad que si?... lo fuiste a buscar Liliana?

Liliana: no, el llego ese mismo día…

Mariana: como supiste? – dijo contenta –

Joan: bueno… - despejo su garganta no sabiendo como decir lo que sabía – ustedes dos está destinadas

Mariana: que?

Joan: hija, alguien ha mandado a buscar a los mejores asesinos solo para matarlas a ustedes dos

Mariana: así que Maite decía la verdad…

Joan: si hija… tengo que sacarlas de aquí, por eso vine

Liliana: - asentí –

Mariana: llévate a Liliana

Liliana: vas a empezar otra vez?, don Joan, lo siento… juro que lo entiendo pero no nos iremos a ningún lado, yo también estoy aburrida de escapar y vamos a terminar con esta persecución ahora…

Mariana: mi amor – quiso protestar-

Liliana: Mariana, me dices una vez mas que me vaya y te deje sola, por que me voy a entregar

Joan: - se rió de Mariana – ya escuchó a la señorita, usted mejórese…

Mariana: tendrías que apoyarme – reclamó –

Joan: a no, usted no enfrenta a su mujer, como lo voy hacer yo

Liliana: - asentí – tienes que recuperarte

Mariana: - intento colocarse de pie – me maree

Liliana: mi amor por favor quédate acostada, que necesitas?

Mariana: ponerme de pie, no puedo seguir acostada… por favor, ayúdame

Liliana: - suspire, sin querer hacer su petición pero la realice de igual modo, necesitábamos salir rápido –

Joan: quiere que la lleve a su cama?

Mariana: no, quiero comer algo

Liliana: esta mejorando, tiene apetito

Mariana: si, necesito comer

Liliana: pero luego  te iras a la cama

Mariana: - solo asintió –

Su padre rió, yo la llevaba hacia la cocina y le calentaba la comida, luego la ayudaba a comer, le soplaba la comida y ella obediente y muy a gusto comió mientras yo se la daba en la boquita…

Joan: pero malcriada estás

Mariana: que? – lo miro – pero si no se lo… - abrió la boca para comer –

Liliana: no la moleste, que luego se hará la ruda y le duele mover el brazo, y con el izquierdo es casi inútil

Joan: tiene un gancho increíble con ese brazo

Mariana: verdad que si? – dijo ella con la boca llena –

Liliana: traga y después habla – le dije limpiándole la boca –

Joan se fue riendo hacía su dormitorio mientras yo terminaba de darle de comer a Mariana…

Mariana: no quiero más – dijo cerrando la boca, para que no le da mas comida –

Liliana: mi amor, ni siquiera llevas la mitad

Mariana: de verdad, no quiero mas, gracias

Liliana: bueno, bueno… - me levante para ir a dejar el plato, pero me detuvo –

Mariana: - se cobijo en mi cuello –

Liliana: que pasa?

Mariana: Te amo mi amor, no se que haría sin ti Liliana – me dijo mientras se refugiaba en mi –

Liliana: - la abrace, este comportamiento no es muy usual en ella, por lo que tengo que aprovechar – ya mi amor, esta todo bien

Mariana: me amas? – dijo mirándome –

Liliana: demasiado

Mariana: quédate conmigo toda la vida entonces…

Liliana: no pienso moverme de tu lado – le dije antes de besar su boca –

Así pasaron los días, a veces sin querer dormida pasaba a golpear su herida y me despertaba enseguida, para verla como aguantaba un grito y para que me dijera – esta todo bien, no te preocupes – siempre lo hace y ahora creo que solo es una mentira, los días comienzan y terminan de la misma manera, la despierto para jugar sobre la cama, siempre nos detenemos cuando se hace doler, luego vamos a tomar desayuno y nos metemos ambas a la ducha, para ayudarla a ducharse, la verdad es que le encante que me sobrepase con ella, luego curo su herida, que día a día mejora, le doy sus remedios y voy a entrenar mientras ella lee, junto con Joan vamos a trotar alrededor de la casa y luego entramos para almorzar, casi siempre esta dormida por culpa de los medicamentos así que la despierto cuando esta servido el almuerzo o se pone idiota por culpa del hambre, después vemos televisión, Joan se va a dormir temprano y luego nos vamos a dormir cuando toma su segunda tanda de medicamentos lo que la hacen caer enseguida… Este día no sería muy diferente, bueno, si…

Mariana:

Mariana: tengo hambre, tengo hambre, tengo hambre – comencé a decir con mi cabeza apoyada en la mesa –

Liliana: mi amor espérate un segundo… - me hablaba sin voltearse –

Mariana: me dijiste lo mismo hace un segundo y ya pasó un segundo y ya paso otro segundo y ahora otro, otro y otro – me encantaba desesperarla –

Liliana: me voy a enojar, cállate

Mariana: te amo Lily – le dije esperando que se diera vuelta –

Liliana: no, nada…

Mariana: no me amas?

Liliana: si te amo, pero me desesperas

Mariana: tu no me amas – dije quejándome –

Liliana: Marianita por favor mi amor… dame dos minutos

Mariana: - seguí quejándome –

Liliana: ya, esta listo – se dio vuelta, para mirarme por primera vez en la mañana –

Mariana: - le sonreí –

Liliana: come mi amor

Ya había mejorado lo suficiente como para poder comer por mi cuenta por lo que ella seguía haciendo sus cosas, alguien toca la puerta y ella abre, sale afuera y yo no tengo idea de quien es

Liliana: que haces aquí?... sabes que a Mariana no le gusta que vengas

Maite: me importa una mierda si le gusta o no, yo vengo por ti no por ella

Liliana: por lo mismo, Maite por favor… no quiero tener problemas con ella

Maite: por favor… escúchame – le tomó su mano –

Liliana: dime – dije zafándome y cruzando los brazos –

Maite: tienes que irte de aquí… van a volver

Liliana: que y tu como sabes eso?

Maite: recuerda que estoy infiltrada… por favor, tienes que irte

Mariana: la única que tiene que irse de aquí eres tú – dije abriendo la puerta –

Maite: - solo la miro –

Mariana: que haces hablando con ella? – le pregunte enfadada a Liliana –

Liliana: te dije que se iba a enojar – le dijo a Maite – ándate, si?

Maite: no me iré… no sabiendo que tu estas en riesgo

Mariana: ya te dije que de mi mujer me preocupo yo

Maite: pues, tu mujer esta en peligro… la quieren matar

Mariana: nadie le va a tocar un pelo

Maite: la matarán si sigue a tu lado – le grito –

Mariana: yo te matare a ti si sigues viniendo a mi casa para ver a mi mujer – dije confrontándola –

Liliana: paren por favor

Maite: esta tipa no te ama, o dejaría estos entupidos celos y me escucharía

Mariana: y que es lo que tengo que escuchar? Que?

Maite: Liliana esta en peligro por estar a tu lado

Liliana: Maite por favor cállate y ándate

Mariana: tiene razón – dije con las manos en la cabeza –

Liliana: Mariana… - dijo sin entender –

Mariana: tienes que… - Liliana me interrumpió –

Liliana: si me dices que me vaya, me iré… pero no volveré, no volveré Mariana

Mariana: - solo la mire siendo incapaz de decirlo, pero recapacite – es por tu bien

Maite: - tomo su brazo – ven, vamos

Liliana: - saco sus brazo – de verdad quieres esto?

Mariana: - asentí –

Liliana: - asintió también ahogando un llanto que me penetraba – no volveré Mariana… no lo haré…

Mariana: - agache mi cabeza, y los mismos fantasmas de antes aparecieron… la vida me había prometido estar con ella, pero fue ella misma quien jamás la dejará estar conmigo –

La vi irse, Maite la abrazaba y ella se dejaba… yo por mi parte simplemente me lamentaba por aquella decisión que aunque quisiera borrar, era lo mejor para ambas, se fue y volví a quedarme sola…

Liliana:

Me senté en su auto, le advertí, se lo dije por que no quería volver a escuchar de sus labios que me aleje de ella… y lo dijo, lo dijo para mandarme lejos aun sabiendo que no volvería, mentí… bastaba que hubiese corrido colina abajo y la hubiera perdonado, pero no lo hizo y no entiendo por que… miento, si lo entiendo… no soy mas que una carga para ella… Llegamos a la casa de Maite y ella me hace pasar, yo paso directo al baño a secarme las lágrimas

Maite: quieres algo de tomar o comer? – me pregunto desde afuera –

Liliana: no, gracias – dije respirando mas tranquila –

Salí del baño y ella me estaba esperando… quiso hablarme pero la esquive, no quería nada mas que olvidar aquel mal rato y eso lo conseguía solo durmiendo, le pedí permiso y me fui a recostar a su cama, estaba por quedarme dormida cuando siento sus brazos aprisionándome, por un minuto mi inconciente pensó que era Mariana, pero Mariana besaba mi cuello y después intentaba tocarme, en cambio esta mano se aventuraba por dentro de mi blusa sin preámbulo, la saco asustada y veo a Maite la que me pide perdón

Liliana: que haces aquí? – dije levantándome –

Maite: me vine acostar contigo, no quiero que te sientas sola

Liliana: y yo no quiero que te confundas, si estoy aquí es por que Mariana no me quiere a su lado, no por que yo quiera estar contigo – le dije enfadada por su sobrepaso –

Maite: - asintió molesta y salió de la habitación –

Yo por mi parte intente conciliar el sueño por un rato, habían pasado ya dos horas, me levante y la fui a buscar… me sentía culpable por la forma en que la había tratado, ella siempre había sido comprensiva conmigo y si bien tenía que aclararle la situación, hay formas y formas de hacerlo, me levante para buscarla… pero no la encontré…

Mariana:

Estaba lista para ir a buscarla, ya me había arrepentido lo suficiente como para olvidar mi herida y salir corriendo atrás de ella, estaba por salir cuando alguien toca la puerta, pensé que era ella por lo que abrí la puerta con rapidez pero solo me encontré a Maite…

Mariana: que quieres?

Maite: la ropa de Liliana

Mariana: - reí – y por que no viene ella por su ropa?

Maite: por que tal vez no quiere verte – me dijo e intento pasar a la casa – no me dejarás pasar

Mariana: no eres muy bienvenida que digamos

Maite: al contrario de tu mujer en la casa, espera, dije tu mujer? – se burlo –

Mariana: sal de acá o perderé la paciencia

Maite: que agresiva eres, con razón Liliana se siente tan libre en mi casa

Mariana: - me molesto saber su paradero e imaginarlas solas en su casa – mejor vete y dile que ella venga por sus cosas

Maite: no hagas las cosas mas difíciles, además tu le aconsejaste que se fuera… dame sus cosas y no volverás a saber de mi

Mariana: no eres tan importante como para que me afecte en lo más mínimo el saber que no volveré a saber de ti

Maite: - rió y entro a la casa golpeando mi hombro herido, lo que me hizo contener el aire – lo que te va a doler es saber cuando te vayas a dormir que ella estará durmiendo en mi cama, conmigo… la habitación está aquí? – dijo apuntando la puerta –

Mariana: yo iré por sus cosas

Maite: que amable – dijo sonriéndome -

Comencé a empacar las cosas de Liliana, y dentro del bolso encontré mi álbum de fotos, nunca me había detenido a mirar la ropa, ya que ella se encargaba de eso… mire por un segundo las fotos, hasta que sentí que ella entraba

Maite: por que te demoras tanto?

Mariana: por que mejor no te vas de la habitación – le grite –

Maite: bueno, bueno… pero no te agites que te hará mal

Mariana: - la fulmine con la mirada y ella salió de la habitación –

Volví a mirar el álbum y decidí dejárselo por si decidía jamás volver, empaque sus cosas y me decidí a salir…

Maite: gracias – dijo tomando el bolso – por tu buena decisión –

Mariana: - le abría la puerta y ella salió – oye…

Maite: - se giró para verme otra vez con su sonrisa burlesca y no me contuve mas y la golpee tan fuerte que cayó al piso y provoco un dolor profundo en mi hombro, aunque valió la pena, me miro desde el suelo y ahora era yo quien sonreía – mándale saludos a mi mujer…

Cerré la puerta y me senté en el suelo, el dolor había sido muy agudo pero era gratificante sentir mi mano otra vez viva por haberle dado un golpe…

Liliana:

Después de un rato sentí su auto llegar, entro con la mano en la boca y con un bolso que yo reconocía de inmediato

Liliana: que te paso? – me acerque preocupada –

Maite: fui a buscar tu ropa y Mariana me golpeo

Liliana: que?... – dije descolocada –

Maite: si, que fui a buscar tu ropa y ella me golpeo sin razón

Liliana: te pregunto… por que fuiste a buscar mi ropa?, obviamente que Mariana se iba a enojar, con dos dedos de frente Maite – le dije enojada – como se te ocurre…

Maite: pensé que no querías ir tu a buscarla, por eso fui yo

Liliana: y te lo agradezco, pero antes de cualquier cosa, pregúntame por favor – tome el bolso y me fui a la habitación –

Subí enojada por el comportamiento de Maite, ya que entendía a Mariana… siempre se llevaron mal y era cuestión de tiempo antes de que Mariana explotará… lo que no entiendo es como fue tan fácil para ella hacer un bolso y enviármelo, tan decidida esta de no querer que este en su vida?... no se que pensar, solo puedo extrañarla y no entenderla aunque en la distancia tortuosa que me hace vivir, puedo ver su rostro y obligarme a seguir, simplemente para que un día ella vuelva por mi… Llega la tarde y Maite me lleva la comida a la habitación y lo único que se me viene a la cabeza es que a esta hora Mariana tendría que estar tomando su medicamento, pero no creo que lo este haciendo, la verdad es que yo se lo daba, porque ella ni siquiera sabe donde esta… me preocupa un poco, pero disimulo por un mínimo de respeto que se merece Maite…

Maite: estas bien? – dijo tomando mi mano –

Liliana: si, gracias – dije aceptando su caricia – como esta tu boca?

Maite: bien, aunque podrías curarme, si no te molesta claro…

Continuara...

• Gracias por sus comentarios, la historia esta a punto de acabar por lo que lo siguiente que subiré será otra historia...

• Mariana no olvida la infidelidad de Liliana y me pregunto que harían ustedes en la posición de ella? perdonarian a Liliana? entenderian el hecho de que pensaba que estaba muerta? o no...?

• Al igual que ustedes no quisiera que se acabe, yo también me encariñe con los personajes, pero todo tiene un final el hecho es hacerlo feliz... o tal vez no... un saludo desde el SUR DE CHILE ♥ V/S