Hasta que la Mafia nos separe 13

Mariana: si ella fuera tu novia – la interrumpí – yo tendría que estar muerta

Liliana: - arreglo un mechón de mi cabello y me beso –

Mariana: vamos mi amor

Liliana: vamos… - ayudo a ponerme de pie y luego me miro – que tenemos que llevar?

Mariana: - le sonreí – tu un arma, yo un arma… y listo

Liliana: yo ya tengo mi arma – dijo mientras acomodaba aquella pistola en su pantalón –

Mariana: yo también – sonreí y me acomode también la Colt Anaconda… -

Bajamos la colina, no decíamos nada, solo queríamos llegar y vivir esta aventura juntas por que mas que ir a conseguir un auto esta era nuestra forma de consolidarnos siendo quienes somos en este momento, con todos los cambios y matices que antes no teníamos, ahora la vida nos daba una nueva oportunidad y las dos aprovechábamos esto para poder jugar a ser Dios… La caminata fue larga, llegamos a la casa y los árboles nos ayudaban a camuflarnos en la oscuridad que nos favorecía… mirábamos la entrada para poder ver la posición de los soldados y si se veían alguna de las mascaras cuando a la puerta sale el jefe y acompañado nada mas ni nada menos que de Maite…

Liliana: que esta haciendo ella aquí?

Mariana: no se supone que es la buena de la historia?

Liliana: - seguía mirando preocupada – no creo, Maite no es así

Mariana: - la mire un poco celosa – quieras o no te fijaste en ella y tus gustos son un poco extremos

Liliana: no, ella no es de este mundo

Mariana: tu tampoco lo eras

Liliana: pero ella es policía

Mariana: que? – pregunte asombrada – es policía?

Liliana: si y yo creo que es por el caso

Mariana: que caso? Que no me haz dicho señorita? – dije colocándola frente a mi afirmada en el árbol –

Liliana: es una historia larga – dijo suspirando –

Mariana: tengo tiempo y ganas de escucharte – la miré dándole el paso para hablar –

Liliana: estuve en la cárcel, ella me sacó con el compromiso de que ambas entráramos a la familia, yo por vengarme de tu muerte y ella por la muerte de su novio, luego te encontré y aquí estamos – hizo una pausa – creo que no era tan larga la historia

Mariana: estuviste en la cárcel?

Liliana: como dos o tres semanas

Mariana: por que?

Liliana: - dudo unos segundos – cargos por asesinato… yo maté a Fidel al guerrero y a un soldado que se llamaba Alex

Mariana: - trate de mantener la calma, reconocía los nombres y mas aun el peligro de llevar el cartel de sus muertes colgado en el cuello – te das cuenta lo que hiciste?

Liliana: si, pero estaba ciega, muerta por lo que te habían hecho – me abrazo otra vez sin ganas de soltarme –

Mariana: y luego conociste a Maite – se separo de mi –

Liliana: si, ella me interrogo cuando me llevaron a la estación –

Mariana: y fue ahí o después que te enamoraste? – otra vez dejaba a relucir mis celos e inseguridades –

Liliana: - arqueo la ceja –

Mariana: - agache la mirada sabiendo que me había equivocado – perdóname

Liliana: - suspiro – bueno y ahí me llevo a su casa… - la interrumpí –

Mariana: vivías con ella? – pregunte enojada –

Liliana: si, viví con ella – mordí mis labios y deje continuara disimulando muy mal mi enojo – si quieres no sigo

Mariana: habla…

Liliana: bueno y ahí me contó sobre su novio que mataron y de sus ganas de acabar con esta misión de poder encarcelarlo…

Mariana: - reí – por favor, uno tras otro han caído esos putos infiltrados

Liliana: - otra vez arqueaba la ceja molesta de mi actitud –

Mariana: pero si es verdad – subí los hombros –

Liliana: entiendo que no te caiga bien, pero por Dios Mariana… - movía su cabeza en negación –

Estábamos hablando cuando de entre los árboles aparece para asustarnos Maite, la pistola quedo afirmada en su frente y Liliana se volvía a refugiar en mis brazos mientras que yo mantenía la pose aun cuando la reconocí

Liliana: - tomo mi mano para que bajara el arma – Que haces aquí?

Maite: que tú hayas abandonado la misión, no significa que yo lo haya hecho

Mariana: que valiente de tu parte – dije mientras guardaba el arma –

Maite: y que estupido de la tuya traer a Liliana para acá

Mariana: a mi no me vas a decir lo que tengo o lo que no tengo que hacer con MI mujer – le dije acercándome –

Liliana: - se coloco entremedio de las dos – Mariana tranquila, Maite yo acepte venir con Mariana

Maite: - tomo su mano – pero eso es muy peligroso…

Mariana: - saque su mano – nada le va a pasar conmigo

Maite: no, nada le va a pasar… - dijo irónicamente –

Mariana: - la empujo –

Liliana: tranquilas por favor – dijo separándonos –

Maite: quieres que te lleve alguna parte? – le dijo a Liliana –

Liliana: no, muchas gracias… vinimos por el auto

Maite: que? – me miró – que intentas genio suicidarte?

Mariana: - reí – la que se esta suicidando aquí eres tu policía

Maite: - miró a Liliana de muerte – como pudiste decirle?

Mariana: - la empuje – no la regañes, ella no me oculta nada

Maite: entonces te contó que hicimos el amor?

Mariana: - me gire para no matarla ahí mismo –

Liliana: no te desubiques por favor, y si, le conté todo… - dijo enojada –

Maite: y también le dijiste lo mucho que lo disfrutaste?

Liliana: - la abofeteo – te dije que no te sobrepases

Mariana: - no aguante mas y al escucharla le volví apuntar –

Maite: tu, la legendaria Loba, usando un arma… yo tenía entendido otra cosa de ti

Mariana: no lo hago por honor, solo por callarte – sonreí –

Liliana: - me abrazo para tranquilizarme – no lo hagas mi amor, vámonos de aquí

Maite: hazle caso a tu novia, por que si ella fuera la mía…

Mariana: si ella fuera tu novia – la interrumpí – yo tendría que estar muerta

Maite: - sonrió – y lo estuviste, quien dice que no lo volverás a estar – se alejo dándome la espalda – claro, ahora de verdad – me sonrió antes de bajar la colina –

Mariana: eso, en mi mundo es un cuídate la espalda y duerme con un ojo abierto… aun sigues creyendo que es la buena de la historia?

Liliana: no lo se… - tocó su barriga – podemos irnos me siento mal

Mariana: si, por supuesto… vámonos de aquí

Llegamos al departamento que antes usaba el 605 ya que la casa estaba destruida, ella se fue a dormir algo daba vueltas en mi cabeza, legendaria loba?... pocas personas me conocen en realidad, solo mis jefes y soldados mas cercanos, mi identidad era la mas protegida por ser un sicario nivel 4 Existen 4niveles de asesino el Nivel 1 es para los asesinos de informantes o sapos… el Nivel 2 es para asesinos de infiltrados o policías como Maite… el Nivel 3 es para asesinos de soldados u asesinos de niveles mas bajo… y el Nivel 4 es para asesinos de Jefes de familia y sicarios mas experimentados… al ser un Sicario Nivel 4, mi identidad falsa se cubre mas que la verdadera ya que dentro de las familias los apodos valen mas que un apellido por lo que solo Liliana pudo haberle dicho lo de Loba, pero lo legendaria ella tuvo que saberlo de otra parte… pero de cual?

Liliana

Mi estomago me duele, esas dos me ponen los nervios de punta, cada vez que se ven tengo miedo de que una mate a la otra y lo peor de todo es que sería mi culpa… ahora que estoy acostada me siento mucho mejor, me estoy quedando dormida cuando siento los brazos de Mariana abrazarme por la espalda, su respiración en mi cuello me hace relajar aun mas pero sus preguntas me hacen despertar otra vez…

Mariana: tu le dijiste lo de Loba a Maite?

Liliana: - me gire somnolienta – no, trataba de no hablar de ti

Mariana: entonces? Como supo lo de Loba y aun mas lo de Legendaria?

Liliana: no se, tuvo que haberlo escuchado mi amor

Mariana: por que te empeñas en defenderla?

Liliana: y tu por que te empeñas en hacerla ver como la mala?

Mariana: por que tiene algo que no me gusta…

Liliana: no serán solo tus celos mi amor? – reí –

Mariana: - frunció el ceño – no, se que ella esconde algo

Liliana: obvio, esta infiltrada

Mariana: no, que te oculta algo a ti…

Liliana: a mi? Puede ser… - me gire, para tratar de dormir otra vez –

Mariana: y si ella es mala? – suspiro –

Liliana: la mataré mi amor

Mariana: - me abrazo por la espalda apegándose a mi cuerpo – lo prometes?

Liliana: te lo juro – caí a dormir bajo una promesa absurda para calmar sus celos –

Desperté después de una noche románticamente loca, se preguntaran por que, bueno, cuando empezamos a dormir todo era normal luego me dio calor y saque las frazadas, ella seguía abrazándome y a mi me encantaba sentirla, tuve unos sueños un poco movedizos por lo que cada vez que me movía ella lo hacía conmigo, estamos durmiendo atravesadas en la cama y ella en ningún momento de la noche me soltó… ahora que recién abro los ojos por culpa del sol, veo que lo único que me arropó toda la noche fue una de sus piernas sobre las mías y su brazo… la dejo dormir unos minutos hasta que me gire para abrazarla y acariciarla la veo dormir por lo menos 10 minutos y ella despierta, abre un ojo, me ve y sonríe estira los labios y cuando la beso me atrapa con ambos brazos y se sube arriba mío haciéndome cosquillas y besando mi cuello… ahora es cuando se que no podría despertar con ninguna otra mujer, solamente con ella

Mariana: como dormiste? – me pregunta sentada sobre –

Liliana: súper bien, y tu?

Mariana: te perseguí toda la noche

Liliana: si – reí – y eso por que?

Mariana: cuando te alejabas me despertabas y no me podía quedar dormida con el miedo a que te esfumarás si cerraba los ojos

Liliana: - acaricie su mejilla enternecida por sus palabras – no me voy a ir y soy de verdad mi amor, estoy aquí

Mariana: - asintió y bese sus labios –

Liliana: que quieres hacer hoy? – le pregunte mientras me acomodaba en su pecho –

Mariana: quiero recordar cada momento que olvide a tu lado

Liliana: que recuerdas claramente?

Mariana: que tenía que matarte – le dije mirando al techo – que intentabas besarme siempre, también la primera vez que lo hicimos, en esta cama…

Liliana: sabes lo que yo recuerdo claramente?

Mariana: no… que cosa?

Liliana: cuando estuvimos en aquel lugar especial al que me llevaste y me subí sobre ti, era la primera vez que desee besarte con amor, queriéndote… y recuerdo – la miré y ella lo hacía también muy atenta a la historia – que recogí tu cabello y cerré los ojos para besarte – le sonreí – pero solo te besé la mejilla

Mariana: por que? que mala eres…

Liliana: en realidad tu fuiste la mala… me corriste la cara

Mariana: yo? Que fuerza de voluntad tengo – se puso sobre mi – por que ahora no podría decirle que no a un beso tuyo

Su peso estaba sobre mi y yo acariciaba su espalda mientras ella me besaba… íbamos a comenzar hacer el amor cuando abren la puerta con una fuerza bruta, Mariana se levanto e intento salir pero la vi retroceder con un arma en la cabeza, una de las mascaras estaba aquí… Con señas me obligo a pararme de la cama, las protuberancias en su uniforme mostraban una figura femenina

Mariana: te mandaron a ti por que saben que no soy capaz de matar a una mujer…

Mascara: silencio… arrodíllense ambas

Liliana: - hice caso, estaba aterrada, Mariana ya no tenía el control de la situación y eso era lo que mas me daba miedo –

Mariana: - la tipa me apuntaba mientras yo apretaba la mano de Mariana que estaba a mi lado - sabes que tienes que dispararme a mi primero o te mataré en cuanto dispares, eso no quiere decir que no moriré aquí hoy día, simplemente que será después de ti

La mascara miraba a Mariana con odio, mientras que su mano temblaba apuntándome…

Mariana: mátame a mi… lo único que quieren es eso, una prueba y con mi cabeza basta y sobra… tu lo sabes

Mascara: - le apunto a Mariana con el revolver y ajusto el martillo –

Liliana: mátame a mi – le dije en forma de suplica –

Mascara: cállense las dos…

Estaba dispuesta a disparar, veía su dedo apretar el gatillo cuando Mariana golpea sus piernas haciéndola caer y soltar el arma, las dos corren hacía ella mientras yo me lanzó sobre la mujer haciendo que Mariana llegase primero y tome el revolver con el cual le apunta

Liliana: no la mates – dije tomándole la mano –

Mariana: mi amor, lo siento… es ella o nosotras – me dijo apuntándole –

Liliana: no lo hagas mi vida – dije sacándole el arma de su mano –

Mariana: entonces?

Liliana: - apunte y apreté el gatillo, Mariana me pego un apretón en la mano por el susto y cuando la mire ella no podía creerlo – tenía que hacerlo yo, mal que mal ella quiso matar a mi mujer…

Mariana: sonaría muy raro… – dijo mirándome extrañamente – decir que esto me acaba de parecer un poco excitante?

Liliana: si, un poco – respondí divertida – pero prefiero que te caliente a que te moleste

Mariana: - me apuntó dándome la razón, miro su reloj y exclamo – nos tenemos que ir, esto es un trabajo de 15 minutos, en 10 minutos mas alguien vendrá a verificar… tenemos que irnos

Liliana: pero si no tenemos auto – dije cansada de caminar –

Mariana: ella no llego a pie y no vino con nadie, por que al escuchar el disparo alguien hubiese subido…

Liliana: ósea que hay una probabilidad de que tenga auto?

Mariana: - asintió –

Liliana: voy por las cosas, tu vístete – le dije ya que estaba en ropa interior –

Ella se vistió yo solo ordene las cosas en el bolso, buscamos llaves en su ropa y solo encontramos una, la cual tomamos,  nos tomamos la mano y ambas bajamos corriendo la escalera hasta la salida donde lo primero que vimos fue una moto negra hermosa…

Liliana: será esa?

Mariana: ruega por que así sea – dijo ilusionada –

La probamos y era… nos subimos enseguida y al mirar atrás de un auto se bajaba otra mascara, acelero en profundidad y zigzagueando logramos escaparnos de 5 balas que alcance a contar que al parecer rozaron mi pelo, detuvo la moto en un callejón y se bajo

Mariana: quiero que te vayas – dijo acomodándose el revolver en el cinturón –

Liliana: donde iras tu?

Mariana: necesito volver y encontrar a esa mascara

Liliana: no dejare que vayas sola

Mariana: este no es momento de discutirlo

Liliana: claro que lo es, te vas en una súper misión suicida y no solo no me dejas ir contigo sino que también esperas mi sumisión absoluta frente a tus decisiones

Mariana: Lily por favor – me dijo tomando mi rostro – después si quiere discutes conmigo

Liliana: no Mariana… yo ya te perdí una vez… no podría

Nos interrumpieron unos balazos que propinaba aquella mascara que al parecer había corrido las 5 cuadras que nos habíamos alejado… Mariana me tira al suelo sobre unas bolsas de basura, mi pierna queda atrapada bajo la moto mientras que ella se tira al suelo y se arrastra hacía la seguridad de un basurero… me zafó de la moto con una herida en mi pierna, la veo y ella esta concentrada en escuchar si aquella mascara se acerca, cuando veo la sangre en su hombro… la adrenalina siempre anestesia su dolor, pero mis nervios y preocupación no se calman con nada… se da vuelta y dispara, aquella mascara estaba tan cerca de nosotras que no entiendo como no me disparo… la bala atraviesa su cráneo y ahora es cuando Mariana se da cuenta de su condición, colocando una cara minima de dolor… corro donde esta ella

Mariana: no lo sentía – dijo con la mano en el hombro –

Liliana: tenemos que ir a urgencias

Mariana: no podemos – acaricio mi mejilla – sabes que no podemos

Liliana: entonces? Que haremos Mariana? – Dije un poco desesperada –

Mariana: tendrás que operarme – me dijo regalándome una sonrisa de tranquilidad que ahora, aquí y así no me tranquilizaban –

Liliana: pero como? Por que yo? – dije con mis manos bañadas en su sangre –

Mariana: como? Te  iré diciendo – me acariciaba con su mano limpia – y por que tu? Además de ser el amor de mi vida, eres la única persona en la que confió

Mis manos bañadas en sangre, ella un poco debilitada por la perdida de esta, la subí a la moto, ahora era ella quien se abrazaba fuertemente a mi… Me vi en la obligación de volver a la casa de la colina era el único lugar donde podía encontrar todo lo que necesitaba para la operación en cuanto llegamos ella trataba de no desmayarse, mi nerviosismo aumentaba, y sus ojos, sus ojos me miraban atentos sin perderme de vista mientras buscaba los materiales que ella me pedía, pinzas,  suero fisiológico, pólvora y cerillas, además de vendas… eso fue todo lo que me pidió…

Mariana: primero tienes que limpiar mi herida, si? – me decía un poco somnolienta –

Liliana: si, si, si… - le decía yo nerviosa –

Mariana: con el suero – me dijo al verme dar vueltas por el lugar aterrada –

Liliana: - asentí y vertí el suero sobre la herida, ella dio un pequeño brindo y me sonrió para calmarme –

Mariana: solo fue lo helado, estoy bien

Liliana: y ahora? Que hago ahora? – le dije tiritando –

Mariana: ahora saca la bala mi amor, con las pinzas, solo sácala

Liliana: y si te hago daño? Dios Mariana – las lágrimas corrían –

Mariana: - tomo mi mano con su mano libre – oye, oye… estará todo bien mi amor

Liliana: - respire hondo y asentí mientras me limpiaba las lagrimas con las manos ensangrentadas, tome las pinzas y temblorosa la introduje en su herida, pero no la encontraba – no la encuentro bebe, no se donde esta – dije desesperada –

Mariana: tranquila, tranquila – volvió a tomar mi brazo – abre la carne y mira donde esta, solo eso… no dolerá…

Liliana: - de nuevo volví a intentarlo, abrí la carne y logre ver la bala, y la sostuve con las pinzas cuando ella me detuvo –

Mariana: espera, espera… Después de esto tendrás que verter la pólvora si? y luego la encenderás…

Liliana: por que me lo dices ahora? Por que no esperas que la saque y luego lo dices?

Mariana: - tomo mi mano fuerte – mi vida por favor, escúchame… encenderás la pólvora y eso puede hacer que me desmaye por el dolor… necesito que antes de ponerla me pongas ese protector goma que esta en el 3 cajón para que no me muerda, si?

Liliana: que? entonces no lo haré… Mariana por favor… no puedo hacerte esto

Mariana: pequeña necesito que lo hagas, luego todo estará bien… necesito que lo hagas – me suplicaba – por favor…

Liliana: - asentí y seguí con mi trabajo, extraje la bala y ella mantenía su mirada en mi, una lagrima corrió por sus ojos al sacarla pero su sonrisa tranquila se mantenía intacta en el rostro, fui en busca del protector de goma, el cual ella mordió, mis manos sudaban, mi frente sudaba, mis ojos lloraban y mis rodillas flaqueaban de vez en cuando… Vertí la pólvora y pude ver sus ojos de dolor, la esparcí por toda la herida, mientras ella respiraba fuertemente por la nariz – es necesario que la prenda? – dije llorando y ella asintió, estaba asustada podía verlo, sentirlo, palparlo en mi alma, ambas estábamos aterradas, encendí el primer cerillo y fui incapaz de hacerlo, su mano enferma tomo mi mano ensangrentada y me dio valor para volver a intentarlo, ella me necesitaba y si no lo hacía rápido moriría en mis brazos… encendí la pólvora y millones de lagrimas comenzaron a caer, cerro los ojos con fuerza, mordió con mayor desenfreno aquel protector y yo sujetaba su abdomen para mantenerla quieta, de pronto dejo de moverse… y me aterre, la pólvora se apago por si sola quemando la herida, moje las gasas y las posicione sobre la herida que aun ardía… hacia eso cada 2 minutos hasta que comenzó a calmar aquel ardor… estuve así por dos horas, solo le cambiaba las gasas y lloraba… la acariciaba de vez en cuando, ya le había sacado el protector por lo que simplemente parecía dormida, sus reflejos la hacían saltar de vez en cuando y me hacían despertar… miraba mi reloj y no avanzaba, ella no despertaba y yo no sabía que hacer y si todo esto estaba bien, Abren la puerta de entrada y me hacen retroceder, no se lo que, no se quien es… me aterre y antes de poder tomar el arma aparece una figura de atrás de la puerta

Joel: Liliana? Mariana?!... que paso? – pregunto no sorprendido por que este viva, sino que horrorizado por lo que ahora pasaba, corrí a abrazarlo, él había llegado a rescatarme y colgaba en el un poco de este miedo que ya me hacían perder las esperanzas -

Continuara...

• Gracias por sus comentarios, ¿que opino yo acerca de que a veces el amor no es suficiente?... Solo tengo una frase para eso... "El amor es mas que el anhelo de querer estar juntos"...

• la pregunta de este capitulo sería la siguiente... ustedes serían capaz de hacer lo que hizo Liliana para salvar a quien aman?... como siempre gracias por leer, comentar y valorar... un saludo desde el sur de Chile ♥ V/S