Hasta que la Mafia nos separe 10

Sin abrir los ojos recibí un beso inquieto que nos hacía retroceder para luego hacernos caer a la cama...

Se quedo en silencio y petrificada y yo tuve que tomar la situación entre mis manos otra vez

Liliana: yo soy la chica que Maite salvo de la cárcel

Adolfo: - abrió los ojos – tu eres la que nos ayudará en esta misión?

Liliana: si, por eso soy tan importante para ella

Adolfo: - miró nuestras manos – así veo, pasemos a mi oficina Liliana

Liliana: - solté rápidamente su mano – enseguida – camine hacía la oficina –

Maite: - volvió a tomar mi mano para detenerme – hablemos en la casa por favor

Liliana: - asentí y entre a la oficina –

Adolfo: siéntese señorita – dijo apuntando una silla delante de su escritorio –

Liliana: muchas gracias – dije sentándome – que sucede? – dije cruzándome de piernas

Adolfo: - se recostó sobre la silla y me sonrió – me encanta tu postura, tu actitud…

Liliana: a que viene todo esto?

Adolfo: sabes en el lío que te estas metiendo?

Liliana: usted sabe por que yo estaba en la cárcel?

Adolfo: por supuesto, se hasta quien es Mariana señorita Montalva – dijo encendiendo un cigarro –

Liliana: así que sabe todo de mi y yo no se nada de usted…

Adolfo: - rió – soy el jefe de la señorita Gallardo, soy el que supervisa toda esta misión, pero ella es la que planea y ejecuta…

Liliana: muy bien – me puse de pie – un gusto haberlo conocido

Adolfo: nos veremos muy seguido señorita Liliana

Liliana: si, eso es mas que seguro Don Adolfo

Adolfo: cuida de ella Liliana – me dijo antes de que saliera de la oficina –

Liliana: - le sonreí y cerré la puerta –

Camine para salir de ese lugar pero cuando pasaba por el pasillo abrieron una puerta y me jalaron del brazo obligándome a entrar al baño de hombres… y si, al baño de hombres

Liliana: - mirando a la persona que me había jalado – que haces aquí?

Maite: el baño de mujeres esta por el otro lado y necesitaba hablar contigo

Liliana: nada mejor que el baño de hombres para hablar de tu jefe con la mujer que dejaste abandonada después de haber hecho el amor toda la noche

Maite: - haciéndome signos de silencio – perdóname, enserio

Liliana: si, si tu y tus disculpas… quieres saber lo que me dijo tu jefe verdad?

Maite: si, obvio – dijo con cara de felicidad –

Liliana: nada en concreto, solo se mofó de saber mas de mi de lo que yo sabia de él y antes de salir me dijo que te cuidara y tengo la leve sospecha de que sabe lo que pasa o pasó, por que en este punto no tengo idea de nosotras… pero como que sabe algo de nosotras

Maite: enserio? Pero… por que? como te lo dijo?

Liliana: me dijo que te cuidara, pero lo dijo de una forma como preocupado por ti

Maite: el es mi tío

Liliana: lo dices en serio?

Maite: si… es hermano de mi madre, por lo que le pone a todo un toque paternal cuando se refiere a mí

Liliana: ahora entiendo su preocupación

Maite: y que mas te dijo?

Pregunto justo en el momento cuando sentí que alguien venía por el pasillo por lo que nos metí a ambas en uno de los baños

Liliana: súbete sobre el wc – le susurre –

Maite: y por que yo? – pregunto molesta –

Liliana: tienes tacos Maite, creo que un hombre no los usaría, o si?... súbete por favor

Se subió y nos quedamos en silencio hasta que la persona que había entrado salió, pero cuando intentamos salir de nuestro refugio alguien más apareció obligándonos a entrar nuevamente esta vez quedando las dos frente a frente… Aquí estaba de nuevo yo, memorizándome su respiración, haciéndome cómplice de ella con mis suspiros, no pude controlarme y la bese, ella hizo lo mismo y ambas nos perdimos en n beso que duro hasta que sentimos la puerta cerrarse, dándonos paso a salir de aquel lugar… ya en el pasillo ella procedió a despedirse de mi

Maite: nos vemos en la casa, si? – dijo sin ser capaz de mirarme –

Liliana: - tome su mentón tal como lo hice al parecer un millón de veces con Mariana – nos vemos en la casa – le sonreí y salí de ahí –

Volví a la casa y ahí la espere hasta que fueron las 6:30 de la tarde, cuando llego su cansancio era notorio por lo que comió rápido para luego tomar un ducha, la espere en el living hasta que me aburrí y me dirigí a la habitación, lo que yo no sabia era que ella estaba ahí vistiéndose… su espalda perfecta hacia juego con esas piernas largas que parecían no tener fin desde mi posición, sintió mi mirada por lo que se giro sin inseguridad y me miro, ahora era yo la que estaba nerviosa, por lo que me gire…

Liliana: perdón… no sabia… que estabas desnuda – le dije mirando hacía el pasillo –

Maite: tu me hiciste lo mismo el primer día y no te conocía…

Liliana: si, por lo mismo, no habíamos… tú sabes… hecho el amor

Maite: - se coloco frente a mí – ahora te cuesta decirlo? – dijo arqueando una ceja – ahora que nadie mas que yo puede escucharte, te cuesta decirlo?

Liliana: perdón – dije agachando la mirada y cerrando los ojos obligándome a no mirar –

Acaricio mi mejilla, tomo una de mis manos y la puso sobre su abdomen sugiriéndome subirla… yo obediente seguí las instrucciones de sus deseos y pronto uno de sus pechos fue cautivado por el tacto de mis manos deseosas de su calor… sin abrir los ojos recibí un beso inquieto que nos hacía retroceder para luego hacernos caer a la cama, ella sobre mi comenzaba a besar mi cuello y mis pechos… saco mi pantalón cuando aun no me había dado cuenta como la vida nos había traído a esta escena… pronto las dos estuvimos completamente desnudas, nos besamos una y otra vez, ella al parecer no quería concretar nada y yo inmóvil solo dejaba que se adueñara de lo poco que me quedaba propio…

Maite: te molestarías si te digo que solo quiero dormir contigo desnuda? – Dijo mirándome desde la posición en la que estaba… sobre mí –

Liliana: para nada… te diría que me lees la mente

Maite: - me sonrió y volvió a besarme – ven – dijo entrando ella primero a la cama – a por cierto – dijo cuando ya estábamos abrazadas dentro de la cama – mañana empezaremos la misión

Volvió a girarse para regalarme su espalda y yo instintivamente un abrazo que la acurruco en mis brazos para dejarla dormir complacientemente, mientras que sus palabras se volvían un eco en mi cabeza, la parte ansiosa de mi, esperaba pronto la salida del sol, mientras que mi inocencia no quería volver a ese mundo… para que? si ya había encontrado la salida… Maite…

Como lo suponen no dormí nada… ella se despertó para girarse y arrancarme un beso de mis labios secos, miro mis ojos perdidos en el amanecer que nos juntaba y nos dedicaba un nuevo día, se levanto y se metió a la ducha, reaccione en uno de esos segundos y me pare para seguirla o un pretexto para besarla y acariciar su cuerpo desnudo, me metí a la ducha y bese su espalda empapada para luego ser devorada por aquellos labios carnosos que me entregaba… salimos de la ducha y nos vestimos, las dos en silencio terminamos el desayuno, ya en el auto, pronto a arrancar vinieron las preguntas, las dudas, los miedos…y el amor…

Maite: te mentí – dijo mientras se colocaba el cinturón de seguridad –

Liliana: - solo la mire, esperando que continuara –

Maite: no vamos a la misión, quiero que vayas conmigo para decirle a Don Adolfo que tú no estarás en ella

Liliana: que? – le pregunte sin entender –

Maite: - me miro y tomo una de mis manos – no quiero que nada te pase Liliana

Liliana: no Maite… las cosas no eran así, y que pasará si algo te sucede a ti?

Maite: es diferente, este es mi trabajo

Liliana: que? – dije un poco molesta – esa es tu excusa? Pues no te la acepto… las dos estamos metidas en esto por situaciones similares

Maite: Liliana tu me quieres?

Liliana: - mi cabeza dio vueltas por unos segundos, ella agacho la mirada – si Maite, si te quiero

Maite: entonces entiéndeme cuando  te digo que no quiero que nada te pase

Liliana: no es que no te entienda, solo que necesito hacer esto

Maite: por ella – dijo triste sin mirarme –

Liliana: por ella, por mi… por nosotras

Maite: - me miró como si no lo entendiera –

Liliana: para mi terminar esta misión, es también terminar con la culpa y el dolor de la muerte de Mariana – dije tomando su manos con las dos mías –

Maite: cuando me hacías el amor pensabas en ella?

Liliana: no, cuando te hacia el amor… yo solo pensaba en nosotras, acaso tu pensabas en el?

Maite: jamás… el siempre será una sombra en mi vida pero no una que este sobre ti

Liliana: tu no lo olvidarás nunca verdad? – pregunte triste –

Maite: - acaricio mi mejilla – Liliana de alguna forma yo te amo, pero su recuerdo es algo que siempre estará en mi, no espero que me entiendas

Liliana: lo hago… yo también perdí al amor de mi vida

Maite: - agacho la mirada – solo esperemos la una de la otra el amor que nos pueda regalar

Liliana: - le sonreí –

Maite: hay algo que me aterra – dijo quitándome su mano –

Liliana: y que seria eso? – pregunte –

Maite: que encuentres a otra persona, alguien de ese mundo que te hiciera recordarla… no lo se

Liliana: alguien de ese mundo? En la única persona que confiaba totalmente era en Mariana, en nadie más… hasta que tu apareciste, como la chica buena del cuento para rescatarme de mis acciones

Maite: y si hubiera alguien que te hiciera olvidarme? – me miro mas triste y angustiada que antes –

Liliana: eso no pasará… yo te quiero a ti y eso nadie lo puede cambiar

Apretó el acelerador y pronto llegamos a una cafetería donde nos estaba esperando Don Adolfo…

Don Adolfo: espero que estén preparadas para lo que se viene – nos dijo en cuanto nos sentamos –

Liliana: por supuesto…

D.A.: llevaran armas?

Liliana: por supuesto, seria muy raro si no nos apareciéramos con ellas, tienen que saber que somos desconfiadas igual que ellos

D.A.: bueno…

Maite: necesito un arma que saquemos de evidencias, por que la mía esta registrada

D.A.: por supuesto, todos tus papeles están manchados con crímenes menores de robo de autos y asaltos, los tuyos Liliana, tienen un intento de asesinato y unos robos de auto también que le agregamos a tu historial

Liliana: bueno

D.A.: chicas mucha suerte, nos instalaremos en una de las casas continuas, pero están solas… tendrán que cuidarse entre ustedes

Maite: no se preocupe…

D.A.: - le tomo la mano a Maite – cuídate Maite por favor

Maite: si, tío… estaré bien

D.A.: te la encargo – dijo mirándome –

Liliana: nada le pasará – le dije sonriendo –

Maite tomo mi mano y ambas salimos de ahí, al parecer habíamos olvidado que había más gente y solo nos concentrábamos en lo difícil que serían estos días jugando a ser asesina por su parte, y volviendo a ser lo que no quiero ser por la mía… Tomamos otro auto que él nos había traído para no tener ninguna evidencia que nos delatará… condujo hasta la casa hay afuera había una caja con el arma que Maite pidió… Tomamos la decisión de empezar el trabajo enseguida por lo que retomamos la carretera para irnos a perder por lo menos a 5 kilómetros de la ciudad en medio de los árboles a penas se dejaba ver una casa de 3 pisos, blanca, hermosa… que nos invitaba a pasar… aquí era donde estaban aquellas personas que tendríamos que engañar para después matar, por que aunque Maite quería arrestarlos yo no podía cambiar aquellos instintos asesinos que habían nacido en mi después de la muerte de Mariana, esto no terminaría bien, y yo lo sabia muy bien… Entramos en la casa no era el primer auto que llegaba y se estacionaba, dentro en el living 2 parejas mas nos miraban con cara de depredadores por el hecho de ser la única pareja de mujeres, mas de alguno intento intimidarnos pero pronto llegaron los soldados

Soldado 1: nadie se propasa con nadie, aquí tenemos solo a los mejores el que se quiera pasar de listo y hacerse el cabrón que mejor se vaya a chulear a su villa, no necesitamos sujetos que intenten alumbrarse frente a las personas, queremos asesinos silenciosos, detallistas, cautelosos… Entendido? – pregunto aquel hombre grande vestido de negro como todos los demás, a lo cual nadie respondió -

Soldado 2: necesitamos que cada pareja pase su identificación y que entregue su arma de inmediato – dijo el siguiente con guantes en las manos –

Soldado 3: ahora elijan al mas fuerte de la pareja y continúen por el pasillo hasta que lleguen al gimnasio – este hombre apareció de la nada con un arma en las manos –

Todo era muy rápido, ninguna pareja decía nada, todos nos mirábamos desconfiados, mas de alguno se sintió intimidado y una de las chicas ya quería ir, miraba a Maite y esta estaba perdida memorizando cada detalle de la casa, de las personas, de las armas…

Liliana: yo iré – le dije al terminar de pasar mi identificación –

Maite: por supuesto que no, soy cinturón negro

Liliana: puedes ser cinturón arco iris si quieres, pero yo seré carne de cañón, si me pasa algo… prefiero que me cubras y tengas alguna posibilidad… por favor

Maite: Liliana no

Soldado 2: Ya eligieron – grito fuerte –

Liliana: si – grite de igual forma acercándome a donde él estaba adelantándome a Maite –

Ella por su parte corrió atrás de mí y me regalo un beso en los labios

Maite: cuídate mucho mi amor – dijo con sus manos tomándome el rostro –

Me dijo antes de que uno de los soldados tomara mi brazo y nos separara bruscamente para llevarme a un lugar parecido a un coliseo, solo que este era mas pequeño y a su alrededor unos 9 soldados estaban resguardando las esquinas… de pronto veo aparecer a Maite y a las parejas de los que estaban conmigo en aquel especie de cuadrilátero… de pronto aparece un hombre grande que parecía ser el jefe el cual comienza hablar

Jefe: Aquí mi gente no se diferencia por ser hombres o mujeres, aquí  solo están los mejores… por eso me es grato ver que una mujer este en medio de dos hombres dispuesta a luchar por su vida…

Miraba a los soldados haber si a uno podía reconocer, pero me fue imposible, algunos de ellos llevaban una especie de mascara que los hacia aun mas imposible de reconocer, solo podía diferenciar si eran hombre o mujer por la silueta de sus cuerpos… lo que no sabia era quienes eran, que harían y si me reconocían…

Jefe: como te llamas tu? – dijo apuntándome desde la seguridad de las alturas –

Liliana: Leona – dije sin sacar los ojos de los sujetos que tenía en frente –

Jefe: tienes miedo?

Leona: miedo se puede tener, la cobardía es la que se destierra

Jefe: - rió a carcajadas y ambos hombres del frente rieron también – ¡CALLENSE! – Les grito – cual de ustedes dos quiere pelear primero con esta Leona?

Sujeto 1: yo… - dijo el hombre más musculoso de ambos –

Jefe: debilidades – pregunto –

Leona: poco ágil – mire al tipo de las alturas – y debe tener un serio problema viril

El intento golpearme pero lo esquive, otra vez el instinto me ponía a salvo

Jefe: creo que no te equivocas – rió otra vez –  bueno vamos a empezar la pelea así que por favor calvo sal de la pista de baile – dirigiéndose al otro hombre – no quiero traiciones, ni ataques por la espalda, por que acá el honor es mas importante que la vida…

Las personas de mascaras comenzaron una cuenta regresiva desde el 5 y cuando termino lo primero que hizo este gorila fue intentar atraparme, lo esquive y me aleje lo suficiente como para poder devolverle el golpe, solo moví su cara unos centímetro y provoque en él aun mas furia, me atrapo con sus brazos y me hizo golpearme contra la pared, mi espalda adolorida no me dejaba levantarme vi venir su rodilla a mi cara cuando lo esquive y  provoco aquel dolor infernal que lo hizo retroceder, me subí sobre el muro hasta llegar a las barandas donde estaba el publico y me lancé sobre el, mis piernas de algún modo llegaron a su cuello y solo lo tumbe asfixiándolo con mis muslos logre desmayarlo y hacerlo perder el combate…

Jefe: - aplaudió – sáquenlo por favor – 3 soldados se movieron y arrastraron hacia fuera el cuerpo inmóvil del hombre – estas muy cansada? – me pregunto –

Leona: no – mentí –

Jefe: bueno, entonces será justo seguir con el otro combate

La pareja del siguiente hombre se adelanto hacía el jefe y le dijo algo en el oído a lo cual el asintió

Jefe: un cambió de planes… aquí la señorita – la miró para que le recordara su nombre – Rose quiere hacer cambio con su pareja masculina para ser ella quien se enfrente a la Leona… ahora tenemos que saber si la señorita Leona esta de acuerdo

Leona: - la adrenalina ya me había cegado – me da igual quien sea

Jefe: me parece que no hay ningún impedimento

La hicieron bajar y cuando estuvo delante de mi comenzó la cuenta regresiva… ambas nos miramos cuando esta llego a cero y ella comenzó a caminar sin despegarme la mirada podía sentir que se sentía superior, que se sentía ganadora ella olía mi inseguridad y yo olía su triunfo… hasta que escuche la voz… su voz, la voz de Maite que me alentaba desde lo alto, eso fue lo que me dio coraje para ser yo quien se adelantara a sus movimientos y le propinara un golpe de puño en la sien que la dejo tambaleando, me miro con furia, sus ojos se salían del cráneo cuando se acercaba a mi y mi cuerpo reacciono, le propine una patada en el mentón, dejando mi pierna arriba y completamente vertical en conjunto con la otra… ella cayó al suelo y sentí los gritos de Maite advirtiéndome de un nuevo peligro que se aproximaba por detrás, era la pareja de la mujer quien me propinaba un golpe por detrás en la espalda haciéndome caer, lo último que vi antes de desmayarme por el dolor de una patada que me daría luego, fue a las personas de las mascaras bajar para auxiliarme… esas mascaras… quienes serán?

Despierto cuando una de esas mascaras me lleva en brazos hasta una de las habitaciones, no veo, siento o huelo a Maite por lo que deduzco que no esta, esta mascara que ahora por las protuberancias en su vestimenta se que es mujer huele delicioso, un mechón de su pelo cae, haciéndome recordar aquel olor, llegamos a la habitación yo aun no creyendo lo que mis sentidos deducen…

Doctor: que le ha pasado – pregunto un hombre que arreglaba los papeles de su escritorio –

Chica de la mascara: fue en la prueba de pelea

Doctor: perdió? – me pregunto –

Leona: no – le respondí aun mareada – me pasa por ser tan buena – el doctor rió –

Chica de la mascara: tiene que decirme ahora si puede continuar

Doctor: - palpo mis costillas – no tiene nada roto, podrá seguir

Chica de la mascara: bueno, entonces vamos

Me tomo la mano para pararme y la electricidad entre las dos nos obligo a soltarnos de inmediato, ambas nos miramos… por suerte el doctor hablo…

Doctor: espera, necesito curar sus heridas

Chica de la mascara: - le costaba un poco hablar – pues, hágalo rápido – dijo intentando salir de la habitación –

Doctor: quédate con ella, yo tengo que ir a buscar mi maletín

CDLM: bueno, apúrese – dijo mientras se sentaba en la silla junto a mi –

Leona: quien eres? – Pregunte perdida en sus ojos que apenas se veían tras esa mascara –

CDLM: tu no puedes preguntar eso – dijo esquivando mi mirada –

Leona: no se por que lo pregunto… - una lagrima comenzó a  caer – yo se quien eres - intente ponerme de pie –

CDLM: tu me conoces? – dijo colocándose de pie –

Leona: - me pare frente a ella – por supuesto que si

CDLM: quien soy? – pregunto cuando las dos estábamos muy juntas –

Leona: eres mi amor, mi vida, mi loba… eres… mi Mariana – dije mientras le sacaba la mascara para volver a verla, frente a mi otra vez ella… Mariana –

• Ahora se puso bueno, no?... creo que a muchos les di en el gusto con hacer aparecer a Mariana… pero nada se pondrá muy fácil se los advierto… alguien esta a favor de Maite?... pues, ella hará todo mas difícil además de un pequeño problemita de Mariana… Espero que estén muy adictos a esta historia y sigan leyendo y comentando… un saludo desde el sur de Chile… V/S