Hasta el día de hoy 8
La cosa se me complica cada vez mas, algunas veces puede ser hasta surrealista.....
Hasta el día de hoy 8
Uno de los fines de semana que estaba con Ana y nuestros amigos, paso una cosa que provoco un enfado monumental en Erika. Estaba divirtiéndome bailando con Gloria, una de las chicas de la pandilla que por cierto no me dejaba ni a sol ni a sombra entre la sonrisita irónica de Ana, cuando vi a Teresa con dos chicos y la verdad no me pareció que estuviera muy allá, la veía rara.
Me acerque disimuladamente y vi que Teresa parecía tener un pedal de campeonato, cosa rara ya que éramos menores y en el local no nos servían alcohol, salvo que tuviera un carnet falso, que todo podía ser. Además esos dos pavos estaban hablando de donde se la podían llevar para follársela ambos, así que ni corto ni perezoso, sin cortarme lo mas mínimo me acerque a Teresa y la empecé a poner en pie, los dos chicos se me echaron rápidamente encima, que les dijera que se suponía que estaba haciendo, que donde iba, etc . todo en un plan muy chungo.
Solté a Teresa en un sofá un momento me volví hacia ellos, les dije que era una de mis mejores amigas y que la pensaba llevar a su casa dado el estado en que se encontraba. Uno de los dos me pego un empujón y el otro me soltó la mano con el revés por delante con la mala suerte de darme con los nudillos en el labio inferior, partiéndomelo, ni que decir tiene que empecé a sangrar como un cochino.
El problema vino después, cuando me lleve la mano al labio y la retire llena de sangre ni me lo pensé, cogí mi cubata echándoselo sobre la cara a uno de ellos, al del guantazo en mi boca, acertándole en los ojos, mientras disparaba mi pie derecho a la entrepierna del otro, acertándole de pleno en los testículos. El pobre se cayó lentamente hacia el suelo, sujetándose sus partes, quejándose del dolor. Según retire el pie lo volví a disparar hacia la entrepierna del otro que seguía frotándose los ojos para quitarse el liquido que le había caído en ellos, le acerté también de lleno, pero esta vez fue con un punterazo con toda la mala intención del mundo puesta en el. Le atice en el mismo sitio que al anterior, este si callo redondo, quedo completamente inconsciente en el suelo.
En cuestión de unos segundos estaban allí mis amigos y la seguridad del local, menos mal que como era un sitio al que siempre íbamos los de seguridad nos conocían y cuando explique todo me creyeron. Al final con ayuda de Ana me lleve a Teresa a mi casa, ya que no sabía si estaría sola en la suya y no era plan ir a llevarla completamente pedo, sin contar con mi camisa llena de mi sangre debido a la herida del labio. Eso si, menudo viajecito nos dio hasta mi casa, empezó con Ana, que si era un bombón, que si estaba buenísima, que si . Etc, a continuación siguió conmigo, que si como engañaba, que si de pardillo nada, que si estaba como para follarme, que si la estaba poniendo a mil, que si . Con deciros que empezó a llamarme "su Clark Kent", un friki de día y superman de noche entre risitas de borracha. Ni os imagináis la cantidad de burradas y cosas raras que soltó por su boquita, eso cuando se le entendían porque llego un momento que solo balbuceaba, tal era el pedal que llevaba la niña. Eso sí, con la experiencia de Arantxa en el pueblo de lo que más estuve pendiente es de que no devolviera conmigo o con Ana en medio.
Cuando llegamos al ver que no subía a su casa como siempre bajo Erika, no os quiero contar la que me monto cuando Ana le explico todo lo que había pasado. Evidentemente yo se lo había explicado todo a Ana según íbamos hacia nuestra casa. Erika me hizo una cura rápida del labio, después me mando que me subiera a su casa mientras que ella y Ana se ocupaban de Teresa, que luego hablaríamos de "Don Quijote", el salvador de damiselas en apuros . No sé porque pero eso me provoco un escalofrió por todo el cuerpo, me empezó a dar un mal rollo impresionante, me subí a casa de Erika temiendo el momento que subiera para hablar conmigo.
Primero nada más subir y sin dirigirme la palabra termino de curarme el labio detenidamente, no me dijo ni hola en ese rato. Me hacia un daño del carajo, creo que la cabrona lo hacía a posta para dejarme claro lo imbécil que había sido, como podéis suponer no me atreví a decir esta boca es mía, que todavía tenía que darme la charla.
Evidentemente no me echo la bronca por haber ido a salvar a Teresa de esos dos cabrones, pero sí sobre la forma en que lo había hecho. Me dijo lo que yo ya sabía, primero que ella era la responsable de nosotros cuando nos quedábamos los fines de semana y que suponía que éramos inteligentes, por lo menos Ana lo demostraba cosa que en su opinión yo no hacía. Me explico que tenía que haber ido con mis amigos, pero que dado que en ese local nos conocían de sobra, lo que tenía que haber hecho, es haber acudido a la seguridad del local para que ellos tomaran cartas en el asunto y no hacerme yo el valiente, que mas que valiente lo que había sido es un gilipollas.
De lo único que se alegro es de que al menos no tuviera código moral de conducta a la hora de pelearme con gentuza, y en vez de liarme a puñetazos decidiera acabar por la vía más rápida que encontré, según ella por lo menos ahí sí que había demostrado inteligencia. Cualquiera la decía que de camino a casa había empezado a pesarme la forma de comportarme, que empecé a pensar que había sido muy barriobajero, si se entera de eso seguro que se lía a tortas conmigo para espabilarme, que a veces era muy bruta.
Para no alargarlo mucho os diré que lo peor de toda la charla, no es lo que me dijo ella, lo peor es lo mal que me sentí de ver el susto que le había dado a Erika, estaba claro que estaba muy preocupada por mí y por mi forma de ser, la de un inconsciente. Yo la daba la razón, pero claro en ese momento no pensé, solo reaccione. Esa noche Ana se quedo a dormir en mi casa por si Teresa se despertaba y yo me quede con Erika, que no quiso que me separara de ella, por si acaso me encontraba mal de repente o algo similar debido al guantazo que me había llevado. Dormimos juntos en su cama, abrazados, la verdad es que me gusto esa sensación de protección que me brindaba Erika al estar abrazada a mí de esa forma tan particular que tiene de hacerlo cuando está preocupada por mí. Y no, no hicimos nada de nada, cualquiera se lo proponía, lo mismo me arranca la cabeza de intentar algo son el cabreo que llevaba encima la señora, por mucho que intentara disimularlo.
Cuando bajamos los dos a mi casa a la mañana siguiente todavía no se habían levantado ninguna de las dos, Ana se levanto al olor del chocolate y los churros que Erika me había hecho ir a comprar. Teresa apareció poco después con un chándal que le había dejado Ana en la habitación para que se vistiera. La verdad es que la cara que traía la pobre era digna de verse, debía de tener un resacón de los gordos, no quiero ni imaginarme el dolor de cabeza buffff.
Ese día Teresa se quedo a comer con nosotros en mi casa, no hace falta decir que tanto Erika como Ana la pusieron al día de lo sucedido con ella la noche anterior, ya que según ella a partir de determinado momento toda la noche parecía hundirse en una neblina que no la dejaba recordar nada. Las dos lograron que Teresa se sintiera muy culpable de mi labio partido, yo pasando un corte de aúpa por los constantes puyazos de Ana y Erika sobre mi "Quijotesca" acción y poco cerebro para llevarla a cabo. Lo bueno de ese día es que me gane una gran amiga para siempre, Teresa. Otra cosa buena es que vio normal nuestro comportamiento y no se olio nada de lo mío con Erika, o eso esperaba yo. Incluso un rato que nos quedamos solos mientras ellas dos preparaban lo de la comida Teresa me comento que era una pena que Ana no supiera arreglarse bien porque era una chica preciosa. No pude evitar sonreír para mis adentros, si ella pudiera recordar cómo nos vio a Ana y a mí de arregladitos esa noche puede que su interés por saber que ocultaba se incrementara muchos enteros y se ampliara a Ana también. Afortunadamente para nosotros para ella esa noche estaba envuelta en una espesa neblina, al punto de preguntarnos Ana, Erika y yo si esos dos cabrones no la habrían echado algo en la bebida aparte de alcohol.
Una semana después de estos hechos quedamos en mi casa para uno de los trabajos del curso, era viernes y teníamos previsto terminarlo ese fin de semana porque se acercaba diciembre y los exámenes. Ese día había quedado con Ana en que pasara a recogerme por casa a las 21h mas o menos para irnos, pensé que para esa hora habríamos terminado el trabajo.
Esa misma tarde según estábamos los cinco liados con el trabajo me llamo Erika para ver si podía subir un momento a su casa que tenía que hablar conmigo. Me disculpe con mis cuatro compañeras de trabajo alegando que tenía que subir un momento donde la vecina, en el acto Teresa me pido que le diera recuerdos a Erika de su parte, se levanto un momento y me dio una cosa que según ella le dejo el otro día cuando estuvo en mi casa.
No quiero deciros lo que vi en la cara de las otras tres, a la pobre Teresa se le avecinaba una ristra de preguntitas sobre cómo, cuándo y porque había estado en mi casa, y que era eso de mi vecina. Me imagine que les tendría que explicar todo lo que paso, en ese momento me alegre de tener que subir a ver a Erika.
Cuando llegue a casa de Erika esta me dijo que tenía malas noticias para mi, por lo visto no podríamos hacer nuestra escapadita en el mega puente por problemas de una amiga de ella, de Alemania. Ni que decir tiene que me enfade, y mucho. Pero antes de que pudiera reaccionar como Erika me conocía perfectamente no me dejo ni hablar, inmediatamente después de carrerilla me explico que esa amiga era para ella lo mismo que Ana para mí, que de hecho ella al igual que Ana sabia lo nuestro y la había apoyado en su decisión de liarse conmigo, eso me desarmo totalmente. Ademas si yo estuviera en su lugar y el problema lo tuviera Ana también anularía nuestra escapada, así que no me quedo otra que aguantarme y poner al mal tiempo buena cara.
De todas formas Erika me prometió que no me podría quejar con el cambio de planes, que simplemente mi regalo sería diferente, que confiara en ella, que no me defraudaría, es más, que a la larga se lo agradecería. No me quedo otra, que remedio, con todo lo que había hecho por mí no podía enfadarme con ella. La abrace, la bese en los labios y la dije que no se preocupara por mí, que lo hiciera por su amiga que era la que en ese momento la necesitaba. Me dijo que no había problema, que había invitado a Ingrid, que es como se llama su amiga, para pasar ese puente con nosotros dos en Madrid y que ahora me bajara a terminar lo del trabajo para poder irme luego con Ana de marcha.
Según bajaba a mi casa le iba dando vueltas a eso de que la había invitado para pasar el puente con nosotros dos, dado que Ana se iría con sus amigas de clase otra vez de acampada me veía de guía turístico de la amiga de Erika durante todo el puente, se me escapo un suspiro de esos de "que se le va a hacer, mas se perdió en la guerra". Cuando entre en mi casa me di cuenta que allí me esperaba otra guerra con esas cuatro fieras que tenia por compañeras de trabajo.
Las cuatro en bloque me dieron las gracias por no contar nada de lo de Teresa en el instituto, y me pidieron que se las diera también a Ana por lo mismo. Según lo veían ellas si no se lo cuenta la propia Teresa no se hubieran enterado porque ni Ana ni yo no habíamos dicho nada a nadie. Lo de Ana no las extraño pero según ellas eso era algo que entendían que era muy raro en un chico, porque era la situación perfecta para presumir delante de todos. Lo que más me escamo y me puso en guardia fue la pedrada que me tiro Eva después, y las que le siguieron, claro. Eva dijo que desde luego no las había sorprendido ya que yo no era de los que presumían de nada, aunque estuviera claro que tenia de que presumir .. Después las demás siguieron con cosas similares, menos mal que no me dio por recoger el guante, me dio la impresión que solo estaban tanteando haber si me podían sacar algo. Estaba visto que seguían en sus trece de saber de mi vida, menudo coñazo me esperaba con tres de ellas, porque la cuarta ya sabía de mi más de lo que me gustaría.
Me hice el tonto y me puse con el trabajo, pensando que ya podía estar atento con estas, que a la mínima que me despiste me sueltan alguna de esas y como soy idiota lo mismo les contesto. Las cuatro de sopetón me soltaron que para pagarnos a Ana y a mí lo que habíamos hecho por Teresa iban a poner a Ana a la moda, la iban a enseñar a sacarse todo el partido. Os juro que casi me parto de la risa en su cara, inmediatamente pensé que posiblemente fuese más bien al revés, Ana las podía dar clases a ellas sobre como un pivòn puede pasar desapercibido en medio de una manada de salidos, pensé que ya les gustaría a ellas poder hacer algo así sin que se las viera el plumero.
A las 21h seguíamos liados con el trabajo, bueno y las cuatro con la idea de lo que podían hacer con Ana para que se sacara todo el partido ya que según ellas era monísima. Me tenían la cabeza como un bombo con lo que ni me acorde que mi prima pasaría a buscarme.
Cuando Ana entro, gracias a dios sin arreglarse todavía, lo primero que hicieron las otras tres fue darle las gracias por lo de su amiga, a continuación se ofrecieron a lo que habían dicho de ayudarla para sacarse todo el partido, según ellas, a pulir sus armas de mujer, algo que Ana declino de forma muy diplomática sin que ninguna de ellas se ofendiera. Todavía no se como lo hizo, seguro que si lo intento yo solo logro que estalle la tercera guerra mundial. Después de esto se produjo un asalto de preguntas sobre Ana por el tema de Teresa y lo de dormir en mi casa, Ana en plan coña me miro y guiñándome un ojo las dijo que "Clark Kent" no durmió aquí, que solo durmieron Teresa y ella, que yo me quede en su casa, obviamente no íbamos a decirle que me quede a dormir con Erika.
Cuando vi el respingo que dio y la cara que ponía Teresa después me sobresalte, vi que me empezaba a mirar de reojo intentando evitar que la pudiera sorprender, entonces me di cuenta que al nombrar Ana a "Clark Kent" en referencia al cachondeo que hizo Teresa en medio de la borrachera, a esta le debía de haber desaparecido la "neblina" del día de la borrachera. Teresa estaba empezando a recordar, incluido las pintas que Ana y yo llevábamos ese día, cuando vi como se sonrojaba y bajaba la vista también me di cuenta que debía de estar recordando todas las burradas que soltó esa noche por su boquita, una de las veces que me miro de soslayo la guiñe un ojo, lo que provoco que agachara la cabeza otra vez y se pusiera mas colorada todavía.
No lo pude evitar y me eche a reír lo que llamo la atención de las otras tres que me preguntaron a que venían esas risas, yo mentí, y las dije que eran por lo mal pensadas que eran, que a saber que habrían pensado de mi y de Teresa durmiendo en la misma casa a solas, las solté un "pervertidas" en coña que hizo que se unieran a mis risas. Casi vuelvo a meter la pata.
Cuando la cosa se distendió tras el ametrallamiento de preguntas a Ana, para las pobres resulto tan oscura en sus respuestas como yo, se despidieron para irse a su casa. Cuando me despedía de Teresa que se quedo la última y algo rezagada, me dio la impresión de que lo había hecho así apropósito, se acerco y me dio un beso en la mejilla, luego al oído me dijo "gracias por lo que hiciste por mí, Clark Kent", cuando se retiro me devolvió el guiño de ojo que le había hecho yo antes y añadió un "¡¡te pille!!" muy bajito, tan bajito que casi ni yo lo oí. Después salió disparada detrás de las otras tres. Me quede parado, estaba claro que lo recordaba todo y que esa última frase era por algo, aunque no sabía por qué de todo lo posible era exactamente.
En clase Teresa me tenia totalmente desconcertado, no había dicho nada a nadie de Ana o de mi, de cómo íbamos de arregladitos esa noche. Y no solo eso, además tampoco me empezó a hacer preguntas sobre el tema, de hecho ni un solo comentario sobre el hecho. Para colmo mientras las otras tres seguían en sus trece de averiguar cosas de mí, o de convencer a Ana para que se dejara aconsejar para arreglarse, de repente a Teresa se le habían pasado de repente todas las ganas de todo. Además conmigo estaba la mar de simpática y charlatana en clase, pero sin hacer la mas mínima mención a nada que me pudiese parecer remotamente sospechoso, y eso que con ella iba con los pies de plomo, creo que para colmo se dio cuenta de esto último por las sonrisita que solía tener cuando me miraba pensando que no la veía.
Con todo esto no podía evitar acordarme de esa última frase que me susurro antes de irse, "¡¡te pille!!", y no os podéis hacer una idea de lo nervioso que me estaba empezando a poner con todo esto.
Con todo esto, el siguiente fin de semana, justo el anterior al mega puente lo comente con Erika, la verdad es que no saque nada en claro de lo que me dijo me dijo "que no fuera tan monógamo", sea lo que quiera que signifique eso, una cosa era cierta, a Erika también la notaba rarísima. Estaba empezando a rallarme, de repente empezaba a notar raro a todo el mundo.
Ese fin de semana fue muy especial, cuando Erika y yo estuvimos en la cama esta me permitió hacer todo lo que a mí me gustaba, en el orden que a mí me gustaba sin poner ninguna objeción, lo que me pareció rarísimo. A ver si soy capaz de explicarlo
Empezamos a besarnos y acariciarnos, normalmente no me hubiera dejado ponerla boca abajo para poder besarla y usar la punta de mi lengua en su nuca, para luego ir descendiendo por su columna lentamente provocándola constantes escalofríos, mientras una de mis manos está en su sexo acariciándoselo, en cuestión de un par de minutos tubo un orgasmo muy suave pero prolongado en tiempo, por lo que su duración compensa su suavidad. Esto lo encuentra atractivo cuando ya no podemos mas como una forma más de jugar, pero no antes porque la pone especialmente sensible a mis manipulaciones, sin embargo ni una queja, me dejo hacérselo sin más.
Lo siguiente fue que se diera la vuelta, entonces me metí entre sus piernas y empecé a trabajarle su coñito con la lengua, mientras jugaba con la lengua sobre su clítoris, le introducía dos dedos en su rajita, haciendo como que me la follaba. También tenía mi otra mano en su culito, introduciendo poco a poco dos dedos para dilatárselo lentamente. De vez en cuando juntaba mis dedos de la vagina con los del ano atreves de la pared que los separaba, llevándola a soltar gemiditos a cada contacto. Con todos estos juegos la lleve a un intenso orgasmo, dejándola luego relajarse, únicamente limitándome a besarla en el ombligo. Pues bien normalmente jamás me hubiera dejado jugar con su culito así, porque a ella le gusta que luego se la meta sin dilatar, por la sensación tan intensa que luego tiene al pasar del dolor al placer intenso del orgasmo, como mucho me hubiese dejado jugar con un solo dedo, y sin embargo ni pio tampoco.
Cuando se recupero me coloque encima suyo, dirigiendo mi glande a la entrada de su gruta, ella cerro sus piernas sobre mi cintura y elevo su pelvis, empalándose ella misma en mi polla. Inicie un mete-saca lento y profundo, la sacaba casi del todo para luego introducirla lentamente hasta lo máximo posible, todo esto mirándonos a los ojos. Poco a poco mis embestidas eran cada vez un poco mas rápidas hasta llegar a alcanzar un ritmo desbocado. Poco después nos corrimos juntos mirándonos, perdidos en los ojos del otro.
A ver con esto no digo que hiciéramos nada raro, pero el orden en que me permitió jugar con ella era algo que sinceramente no me hubiera dejado nunca, siempre estábamos con tiras y aflojas jugando el uno con el otro, todo lo que la hice la encantaba pero no por ese orden. De modo que todo esto me llevaba a pensar que pasaba algo y simplemente estaba preparándome para decírmelo mientras estuviera en una nube, o eso me parecía a mí.
Cuando nos despertamos por la mañana me soltó la bomba, al final tenía yo razón, solo trataba de tenerme del mejor humor posible para lo que se me avecinaba. Erika me conto el problema de Ingrid, por lo visto la había dejado su novio de hace bastantes años y se había quedado bastante tocada. Además según Erika el muy cabrón lo había hecho de forma que Ingrid pensara que todo había sido por culpa de ella, porque no había sido capaz de satisfacerle en la cama, porque según él era un frígida que no sabía comportarse en la cama, que una muñeca hinchable era más divertida que ella, vamos que en resumidas cuentas la había dejado echa un guiñapo.
La conversación de desayuno de Erika y mía fue de enmarcar.
- Bueno no te preocupes Erika, seré un muy digno anfitrión, no temas que pueda decir nada que la haga pensar que ha estropeado nuestro fin de semana, hare lo que esté en mi mano para que lo supere, pondré mi mejor cara.
- Estupendo cariño, pero quiero que además de tus manos para que se sienta feliz emplees también tu boca y tu polla .. y después ya veremos que más se nos ocurre .
Me soltó eso sin inmutarse y mirándome fijamente a los ojos mientras le daba sorbitos a su café, yo me quede perplejo amen de casi atragantarme con el café que estaba intentando beberme. Me tome un rato, intentando digerir lo que me acababa de decir, pensando que era imposible lo que parecía haber entendido que me decía e hice la pregunta estúpida de turno
- ¿Cómo dices?, me he perdido .
- Pues digo mi vida, que quiero que te la folles, que la revientes, que hagas que se corra como una perra, que la tortures como me haces a mí, que la obligues a suplicar por correrse, que la demuestres que es capaz de hacer feliz a un hombre, eso digo.
- ¿Pero se puede saber qué coño estás diciendo Erika?, que es esto, ¿una broma?, porque no le veo la gracia.
- No, no es ninguna broma, quiero que hagas exactamente lo que te he dicho, no te dije que tendrías una sorpresa a cambio de perder el fin de semana romántico . no la deje terminar de hablar.
- ¿Esta es mi sorpresa?, ¿ponerme en bandeja a tu mejor amiga para que me la folle es mi sorpresa?. Estás loca Erika.
Me levante con un mosqueo de cojones, no os podéis hacer una idea del cabreo que tenía, para mí era inconcebible y muy fuerte lo que me estaba pidiendo, no me hacía a la idea. Ni coordinaba, creo que eso era lo que la muy zorra (en el sentido de astuta) pretendía con la forma tan bestia de soltármelo. Erika se dirigió a mi muy seria y me dijo que me volviera a sentar que no habíamos terminado de hablar, lo que hice por inercia, la costumbre de obedecer a mi profesora.
- Haber Luis, esa no es tu sorpresa, eso que te pido es un favor hacia mí, tu sorpresa será el ultimo día que Ingrid este aquí. Ese día nos podrás follar a las dos juntas, como regalo tendrás tu primer trió con dos mujeres de bandera para ti solito, es más, si todo sale como creo que va a salir, para ese día tendrás para ti a dos perras en celo hambrientas de sexo, de tu sexo, la cuestión más bien será si tu nos darás la talla ese día, últimamente vas un poco flojito chico. esto último lo dijo en tono irónico y como con recochineo, lo que me sentó fatal y me caí con todo el equipo, me dispare.
- Como dices, encima me pones en duda pues claro que sí que daré la talla, os dejare destrozadas, como las perras que dices que seréis
Hay me calle de golpe, había hablado sin pensar, me di cuenta que acababa de aceptar sin pretenderlo lo que me había propuesto Erika, la muy cabrona me había pinchado para que saltara, pero que bien me conoce la desgraciada. Se limito a levantarse, darme un besito en los labios y darme las gracias por aceptar mientras yo solo atinaba a balbucear algo así como ..
- Pero . Yo no quería .. es que . Erika que .. oyes .
Nada, ni caso, no me hizo ni caso. Me encontré perdido del todo, vamos perdido completamente en sus garras, me había dirigido como la había dado la gana y lo peor es que ella sabía perfectamente que no se lo negaría después de decirla que si, con ponerme ojitos le hubiera bastado para que al final volviera a decir que si, de forma que ni lo intente, para que, de perdidos al rio, como se suele decir.
Cuando me calme Erika me pidió perdón por la forma de sacarme el sí, pero según ella era la única forma de hacerlo dada mi tendencia a ser monógamo en mis relaciones . Evidentemente la dije que eso era mentira, creo que solo por llevarla la contraria y salir ganando en algo. Ella me dijo que haber sino como me explicaba que con una amiga con derecho a roce todavía no me había follado a ninguna de las chicas que estaban abiertamente interesadas en mi, además me dijo que si quería me daría nombres y apellidos de ellas para que tomara nota, por si al final la hacía caso y decidía follármelas a todas ellas .
Como veía que iba a perder otra discusión, además veía también que todavía era capaz de pretender que me follara a alguien más y mi ego ya había sufrido bastante me hice el loco, lo deje pasar. Creedme que lo que me dijo es algo que no entendí en ese momento, ni falta que me hacía, solo era capaz de pensar en cómo me había toreado la cabrona.
Me había hecho aceptar sin proponérmelo que aceptara follarme a una amiga suya, que dicho sea de paso, y por las fotos que me había estado enseñando de las dos, la tal Ingrid estaba de toma pan y moja . Si le dicen a alguien que estoy con un cabreo de cojones porque me están "obligando" a follarme a semejante tía, sin contar además que mi recompensa por todo ello es hacer un trió con ella y otra tía que está todavía mejor seguro que me dan de leches, en esa época yo era así de "rarito", lo más curioso es que me forma de ser yo la veía como algo normal, estaba seguro que cualquier otro en mi lugar pensaría igual, era así de gilipollas.
CONTINUARA