Hasta el dia de hoy 7

Inicio el nuevo curso y empiezan mis problemas con las chicas.... otra vez. No espabilo.

Hasta el día de hoy 7

La charlita con Erika fue de lo más instructiva. Me dejo claros muchos conceptos. Y me puso los pelos de punta cuando trato de mi explicación de lo que había pasado en el pueblo ese verano. Mas que charla pareció un capitulo de "Historias para no dormir".

Lo del instituto fue considerablemente peor, cuando llegamos lo primero que nos encontramos es que Ana y yo estábamos en diferentes clases con lo que nos toco jodernos y por primera vez estar separados. Llevábamos sentándonos juntos desde que entramos en el colegio.

Cuando llegue a clase me encontré con que solo dos de mis coleguillas iban a mi clase de forma que me fui a sentarme con ellos. Nos sentamos por la parte de detrás de la clase todo felices y contentos. Cuando llego nuestra tutora, una profesora que nos conocía a todos como la palma de la mano nos dio las buenas noticias, al día siguiente ella seria quien nos diría en que asiento nos sentaríamos para, según ella, evitar "grupitos" y por si fuera poco también decidiría ella los grupos que formaríamos para hacer los distintos trabajos que los profesores nos mandaran, haber si de esa forma hacíamos los trabajos y no estábamos de juerga.

Desde luego tuve un presentimiento de lo más fúnebre con todo esto, aunque ni por esas me pude imaginar la que se me vino encima al día siguiente.

Cuando nos distribuyo tuvo la ocurrencia de ponerme justo con las cuatro personas de mi clase a las que no quería arrimarme ni en pintura. Me sentó entre Eva y Teresa, para terminar de arreglarlo justo delante de mí puso a Esther y a María. Los cuatro bombones del instituto todos para mi solito, que guay. Yo que lo último que quería era llamar la atención y me colocan rodeado de dianas. Los tíos no las perdían de vista porque están buenísimas y entre clases las chicas se reunían en el sitio donde se sentaran ellas, es decir, en mi puñetero sitio, no os podéis hacer una idea de lo "bien" que me sentó el que me colocaran allí.

Para terminar de rematarme resulto que ellas cuatro y yo formábamos grupo de trabajos, cojonudo, por si no iba a llamar bastante la atención encima eso. Si algo me había quedado claro en el pueblo es que ser un pardillo estando lejos es fácil, pero cuando estaba muy cerca de alguien al final antes o después, por una cosa o por otra se me terminaba viendo el plumero. Solo esperaba que estas cuatro no me dieran los problemas de Arantxa, Merche y Maite este verano, lo bueno es que estas cuatro según suponía debían de tener novio, lo que me hacia respirar tranquilo, por lo menos hasta que me entere que ninguna tenia novio en ese momento, habían cortado con ellos antes del verano, genial cada vez se me ponía mejor la cosa.

Solo esperaba no empezaba a desentonar, porque si lo hacía lo mismo les empezaba a picar la curiosidad conmigo, afortunadamente los amigos con los que salíamos Ana y yo de marcha no eran del insti, sino del barrio, pero de todas formas lo último que necesitaba era a nadie metiendo las narices en mi vida, husmeando sobre lo que si sabia o dejaba de saber, o peor aún, en como lo sabía. Todo esto obviamente pensando en mi relación con Erika.

Estaba casi seguro además que a ninguna de las cuatro las hizo gracia que me acoplaran con ellas, seguro que llevarían fatal que les hubieran metido al pardillo de la clase, lo que no me ayudaría nada. Además estaba también casi seguro de que intentarían reírse de mí cuanto antes mejor, mi gozo en un pozo.

Cuando se lo conté a Ana recibí todo su apoyo en forma de carcajadas y lágrimas en los ojos de la risa, muy amable de su parte el ser tan comprensiva. Claro que peor me fue con Erika, ella me dijo toda seria que tenía la solución perfecta para que dejaran de considerarme un pardillo, según ella de esa forma se arreglaría todo lo que estaba temiendo. Y Yo como un primo la pregunte qué idea era esa que me podría sacar del apuro y solo me dijo una palabra… "FOLLATELAS".

Debí de poner una cara de tonto al oír esto de aúpa, porque las carcajadas de las dos se debían de oír hasta en Alemania, yo me fui cabreado por el cachondeo que se traían a mi costa Ana y ella, y las dos se quedaron partiéndose de risa, diciéndome que me esperaba un añito de lo más entretenido con esas chicas.

Al final Ana me dijo que como estaríamos en clases prácticamente colindantes en los descansos me podía ir a su clase o venirse ella a la mía para vernos y Erika me dijo que simplemente me mostrara tal y como soy, que no me preocupara por nada, que no tenía sentido preocuparse por algo que no había pasado y que podía ser o no.

También me dijo que si era por ella que no me preocupara porque si mis amigos que eran del barrio, no habían sido capaces de averiguar nada, esas cuatro que no la conocían todavía menos. Era imposible del todo que se enteraran de nada ya que solo lo sabíamos tres personas, no salíamos juntos a ningún sitio, y las carantoñas solo nos las hacíamos en su casa con lo que si ninguno de los tres decía nada….

Bueno pues el primer día no estuvo nada mal, estuve casi todo el rato en la clase de Ana o en el pasillo con Ana, creo que con esas cuatro cambie dos palabras en todo el día, hola al entrar y adiós al salir, con eso me quedo medio claro cómo iba a ser la cosa. En la primera semana creo recordar que entre que yo no estaba en mi sitio más que en las clases y que ellas pasaban de mi, intercambiaríamos 3 o 4 palabras al día como mucho. Lo más curioso de todo es que casi todos mis amigos del insti estaban en la clase de Ana, excepto de los dos de la mía, que también acababan conmigo en clase de Ana junto con los demás amigos hablando.

En mi clase como me suponía era terminar y mi sitio llenarse de chicas diciendo tonterías a cual más gorda, menos mal que me largaba enseguida donde Ana con mis otros amigos, que si no menudo plan. Lo que si llego a mis oídos es que las cuatro me llamaban el "rarito", el "friki", el "virgen", según les diera. La verdad es que eso me la traía floja, que dijeran lo que las diera la gana mientras me dejaran a mí en paz.

Con Erika todo iba viento en popa, como mis padres y mis tíos seguían yéndose a la sierra los viernes, además que tanto Natalia como Claudia estaban estudiando en Inglaterra seguíamos estando solos Ana y yo los fin de semana en casa.

Salíamos los dos por la noche de marcha, aunque a determinada hora yo siempre me recogía a casa de Erika y Ana seguía de fiesta, no penséis que nuestros amigos no estaban mosca con eso, no, pero como lo hacía de forma habitual se habían terminado acostumbrando aunque al principio intentaron de todo para enterarse de porque hacia eso. Como no lograron descubrir nada lo tomaron como una rareza mía y no paso de ahí, no quiero ni pensar si llegan a averiguar la verdad, con lo bocas que es alguno de ellos se hubieran acabado enterando mis padres de lo de Erika en una semana.

Para el primer trabajo que tuvimos que hacer los cinco juntos la invitación que recibí de ellas cuatro para quedar en casa de Teresa fue "curiosa" cuanto menos, cuando nos sentamos de nuevo para una de las clases Eva se gira hacia mí y me dice

  • Oye tú, rarito, el viernes a las 18h en casa de Teresa para hacer el trabajo, y no te retrases, ¿te has enterado?.

Con semejante invitación podéis suponer lo que me estaba temiendo que podía pasar con el trabajo, afortunadamente estaban los padres de Teresa con lo que no hubo ningún problema aunque me dejaron claro que no estaban nada contentas con mi presencia ya que las impedía hablar de sus "cosas". Eran pullas a tiempo completo, cada vez que alguna abría la boca era para soltar una pulla contra mí, o bien preguntas del estilo de

  • Oye pardillo, ¿has visto alguna vez una chica desnuda?

Yo pasar de contestar, y contestar por mí una de las otras tres.

  • Si, en las revistas porno con las que se hace las pajas

A continuación no creo que haga falta deciros que se descojonaban de mi, sobre todo porque me ruborizaba, eso es algo que nunca he logrado superar, siempre que me sueltan algo así, a lo bestia, me pongo colorado indefectiblemente, salvo que este muy enfadado, en ese caso me da igual lo que me digan, el cabreo es más fuerte.

Todo esto lo aguante durante tres reuniones mas, en la cuarta, curiosamente otra vez en casa de Teresa, en la mía hasta entonces no habían querido que quedáramos, supongo que les daría mala fama si las veían conmigo, todos juntitos. Por suerte para mi ese día sus padres no estaban, porque ese día fui cabreado por otros motivos y explote, las cante la gallina.

Cuando me hicieron una preguntita del estilo de la que he dicho anteriormente, creo que me preguntaron cuál de las cuatro me gustaba más, que si me portaba bien lo mismo hasta, quizá, alguna de ellas me enseñaba a besar, todo entre carcajadas. Se monto la de Dios cuando las conteste la pregunta, les dije que no me gustaba ninguna de ellas, que no me iban las frígidas come pollas… o una burrada similar.

Se pusieron de uñas las cuatro, cuando vi que se ponía feo y que alguna era capaz de atizarme las advertí de que si alguna me tocaba le respondería de la misma manera, que no me tocaran los cojones que hasta aquí había llegado mi aguante. Cuando vi como se ponía el percal cogí mis cosas y me largue con la sana intención de que me cambiaran de grupo.

Cuando al día siguiente hablamos los cinco con la tutora esta nos dio como se suele decir, "con la puerta en las narices", nos dijo que éramos grupo hasta final de curso que nosotros veríamos como lo hacíamos, pero que éramos perfectamente capaces de sacar unos trabajos con muy buena nota, que nos dedicáramos a estudiar en vez de a discutir y lo veríamos. Sentencia definitiva, me toco aguantarme con las cuatro.

Se lo conté todo a Erika y esta como consejo me dijo que me limitara a ser yo, que hablara con ellas como si estuviese hablando con ella o con Ana, pero que pensara antes de decir nada lo que iba a decir, que tampoco fuera a pasar de santo a demonio en un instante, que entonces solo lo liaría mas.

Cuando nos reunimos de nuevo para el trabajo decidí poner las cartas sobre la mesa, y hacer caso a lo que me dijo Erika, mostrarme tal y como soy, sin el friki… y metí la pata, y eso que Erika me aviso de lo que no tenía que hacer. Me paso lo de siempre, al final fui a hacer justo lo contrario a lo que me aconsejo Erika, que raro ¿no?.

Las dije que nos dedicáramos al trabajo, que estaba claro que ni yo las aguantaba a ellas ni ellas a mí, pero que si queríamos aprobar estaba claro que tendríamos que dejar nuestras diferencias y colaborar para los trabajos, dado que estaríamos juntos con ellos todo el curso.

Teresa dijo que después de lo que había dicho era muy difícil para ellas estar conmigo, las demás sintieron. Esther añadió que me había pasado tres pueblos con ellas, que las había insultado gravemente y se les hacia cuesta arriba estar conmigo. Eva añadió que era un bruto, que ellas no se habían portado mal conmigo como para decirlas eso que las dije…. Y Maria que… bueno todo fue bla, bla, bla, bla….. cuando terminaron de recriminarme mi conducta me toco hablar a mí.

Yo me disculpe, las dije que había llegado cabreado por otra cuestión y que ellas habían pagado el pato, que en cierta forma tenían toda la razón, pero que reconocieran que llevaban tocándome los cojones desde el primer día con idioteces sobre si yo follaba, o no, si era virgen o no, si me hacia pajas o no, lo del "rarito", etc…. Le avise que si seguían así entonces yo empezaría a seguirlas el juego y hacerlas preguntas del estilo de si cuando se la chupaban a sus novios tragaban o escupían, si se dejaban dar por culo o no, si las comían el coño o no, si se lo habían montado entre ellas o no, si les habían puesto los cuernos a sus novios o no, si se corrían como perras cuando follaban o no, etc… estaba disparado, soltaba una burrada tras otra.

Me di cuenta entonces que las cuatro me miraban con la boca abierta, como no creyéndose lo que me estaban escuchando, como si no creyesen que yo pudiese soltar lo que estaba soltando, además tenían las mejillas de color rojizo, ruborizadas. Ahí me di cuenta que estaba metiendo la pata, entonces viendo que me estaba explayando demasiado para mis intereses dejando demasiado de lado el pardillo termine diciéndolas que si nos limitábamos al trabajo no habría problemas, que se terminaron los puyazos sobre el "pardillo" o acabaríamos mal. Medio alucinadas, aceptaron dejarlo estar.

Rápidamente me puse con el trabajo para distraer su atención sobre mi y no dejarlas reaccionar. Fue la primera vez que hicimos el trabajo como si fuésemos amigos normales, pero si creéis que se termino con ellas os equivocáis. Eso si, por lo menos desde entonces nos empezamos a llevar estupendamente bien, aunque sigo pensando que ese día metí la pata a lo bestia. Creo que mi metedura de pata fue pasar de pardillo incapaz de hablar con chicas a soltarlas todo tipo de burradas sin inmutarme en un segundo, vamos pasar de Ángel a Demonio como dijo Erika, creo que les empezó a entrar la curiosidad conmigo, justo como me paso en el verano con Arantxa y las demás.

No fue la única metedura de pata, como de repente nos empezamos a llevar increíblemente bien, ellas empezaron a hablar de todo lo que se les ocurría delante de mí, si, incluido el sexo, poco a poco me fui confiando y eso me llevo a ir metiendo la pata cada vez más, me distraía y actuaba sin pensar, o mejor dicho, actuaba y hablaba sin pensar.

Un día en casa de Eva a Teresa le paso algo con el sujetador, no sé qué seria pero decidió quitárselo porque la molestaba, se fue al baño pero volvió al ratito para pedirle a Eva que por favor se lo desabrochara que ella no podía. El resultado fue que lo intento Eva, Esther y María sin poder hacer nada, visto el plan, Teresa decidió irse a su casa porque así no podía estar. Me di cuenta que si se iba tendríamos que aplazar el trabajo y quedar otro día, posiblemente algún sábado y eso no me venía bien por el tema de Erika, tenia mejores cosas que hacer que volver a lo mismo otro día, así que me levante soltando un "joder con el puto sujetador", me fui por Teresa y la obligue a darse la vuelta

  • ¿Qué haces Luis? .- Intento soltarse de mi.
  • Joder Teresa, estate quieta coño, solo voy a desabrochártelo por encima del jersey, que no voy a meterte mano leches.
  • Pero que
  • Hala ya esta, desabrochado el sujetador de las narices, solo tiene el cierre mal, esta defectuoso. ¡Hale!, ya podemos seguir con el trabajo.

Era como uno de Erika, igual de cabròn para desabrocharlo, tenía el mismo defecto en el cierre, pero como ya le tenía cogido el truco al de Erika se lo desabroche en un momentin, y por encima de la camiseta de manga corta que llevaba, vamos que ni un especialista.

Las cuatro se me quedaron mirando con la boca abierta, no creo que tenga que decir las preguntas en tono irónico y con algo de recochineo que me hicieron cuando se recuperaron sobre como sabia tanto de desabrochar sujetadores…….

Me hice el Sueco y seguí con lo del trabajo ignorándolas, mientras por lo bajo me acordaba de todo lo que se me ocurría por ser tan gilipollas, solo a mí se me podía haber ocurrido hacer eso, ahora haber quien evitaba las preguntitas, joder, joder que metedura de pata.

Otro día Esther sin querer me tiro encima coca cola, el resultado fue que tuve que ir al servicio a limpiarme la camiseta que llevaba. María que no estaba en ese momento fue a entrar al servicio y me encontró a pecho descubierto, con mis musculitos al aire, cuando me vio así pidió disculpas y cerró la puerta, eso sí, no sin haber echado una buena mirada antes y creo que por lo que vi le debió de gustar lo que vio porque cuando entre otra vez en la habitación para seguir con el trabajo oí decir a María "….. esta buenísimo aunque no lo parezca", fue entrar yo y cambiar de tema a una conversación que no tenía ni pies ni cabeza, para mí que empezaron a decir lo primero que se les paso por la cabeza.

Ese mismo día empezaron a hablar entre ellas de sexo, por lo visto una prima de Esther había tenido su primera experiencia Anal y por lo visto le había dolido mucho y estas opinaban que era normal, que por mucho que se preparara debía de doler horrores, ¿adivináis quien fue el gilipollas que contesto sin darse cuenta?

Sí, yo mismo, estaba distraído copiando unos resúmenes de un libro, respondí sin mirarlas y obviamente sin pensar. Las dije más o menos que si se tomaba uno el tiempo necesario podía hacerse sin que prácticamente doliera, salvo que tuviera una herramienta descomunal, claro, aunque algo de dolor siempre ahí. Además añadí lo que me explico Erika el primer día que lo hicimos, que si lo había intentado con miedo era imposible que no le doliera, que era algo que solo se debía de intentar si no se tenía miedo y confiabas en la persona que te lo iba a hacer……. En este punto me pare en seco, levante la vista dándome cuenta por primera vez de lo que acababa de decir y vi como me miraban las cuatro con cara de alucinadas.

Cambie rápido de tema volviendo al trabajo que estábamos haciendo, aunque era plenamente consciente que no me estaban atendiendo lo mas mínimo, estaban pensativas las cuatro, mirándome de reojo. No sé en qué pensarían ellas, pero yo volvía a acordarme de todo lo que se meneaba por la nueva metedura de pata.

Todavía metí la pata un par de veces más con cosas de ese estilo, estar distraído haciendo algo, comentar o preguntar algo alguna de ellas y sin darme cuenta contestar, metiendo la pata hasta el corvejón. El pardillo se diluía poco a poco, empecé a notarlas demasiado curiosas sobre mi vida. Incluso se que preguntaron discretamente y como de pasada a algunos de mis amigos sobre mí. Y no, que nadie se piense que estaban por mis huesos, era peor, solo querían cotillear.

Cuando todo esto se lo contaba a Erika y a Ana se desternillaban de risa conmigo. Según Ana si ella estuviera con esas cuatro y no supiera lo de Erika, desde luego estaría completamente intrigada y deseosa de saber qué es lo que ocultaba, porque a estas alturas ninguna chica en su sano juicio pensaría que era realmente un pardillo.

Y según ambas a estas alturas las cuatro tenían que tener claro que alguien que pasa por ser un pardillo con las chicas y por no comerse una rosca desde que nació, si pasa por eso sin serlo es porque algo tiene que estar escondiendo, y más si como mis meteduras de pata demostraban, sabia bastante. Estaba claro que en algún sitio, con alguien, debía de haberlo aprendido ¿no?.

Y Erika me remato diciendo que ella estaría en ascuas de saber con quién podía estar montándomelo, para preferir pasar por pardillo, no presumir de ello y evitar que nadie se entere del asunto. Lo que me tranquilizo es que Ana dijo que ella automáticamente pensaría en alguna profesora o algo así, y Erika le dio la razón, eso me dejo más tranquilo, si ellas pensaban igual que indagaran lo que les diera la gana, por ahí no rascarían nada en claro. Y a los amigos con los que salía no los conocían, así que lo llevaban claro.

Otro de los días que quedamos para el trabajo empezaron las cuatro a hablar delante mío de sexo, empezaba a ser un tema recurrente siempre, parecía que me intentaran calentar o algo así, sino no se explica la fijación con ese tema. Bueno pues como digo empezaron a hablar de sus relaciones con sus ex novios y de las de otras personas. Ese día no sé porque las dio por hablar de tríos y relaciones lésbicas, la verdad es que me pusieron como una moto. Lo de las tijeritas entre mujeres, los 69 entre ellas….

Joder que me dio por imaginármelas a las cuatro haciendo lo que decían y me puse a mas de mil, estaba cachondo perdido, no sé ni cómo logre dar la impresión de no inmutarme. Me dolía la polla de la erección que tenia, menos mal que como el pantalón vaquero me estaba muy ancho la podía disimular bien, sino vaya corte.

Cuando me fui y llegue a casa, me subí directamente a donde Erika. Cuando me abrió, entre y nada más terminar de cerrar la puerta salte sobre su boca para devorarla. Cuando empecé a bajar por su cuello ella entre jadeos me pregunto a que venía esto, yo se lo explique y ella me cogió de la mano diciéndome que la siguiera

Me llevo a la cocina, me dio un botecito de aceite, se subió la falda, dejo caer su braguita y me movió el culito mientras me miraba pasándose la lengua por los labios relamiéndose. Me dijo que a ver si era capaz de hacer algo más que ponerme brutote escuchando hablar a unas niñas, que haber que podía hacer con una mujer….. y me giño un ojo la jodia.

Me baje los pantalones y los bóxer, unte mi polla con aceite y la apunte sobre su orificio del culito. Se la metí de golpe hasta el fondo, Erika solo soltó un grito ahogado, inmediatamente me incline sobre ella para masturbarla el clítoris a la vez que la follaba el culo. Me puse a realizar un mete-saca frenético, la daba lo más fuerte que podía, incluso había veces que me hacía yo daño en la polla y todo. Fue brutal, nuestros jadeos tapaban el sonido de la tele del salón, si llegan a estar mis padres en casa nos hubieran oído seguro mientras follábamos, y creedme que nadie que nos hubiera oído dudaría de lo que estábamos haciendo, a los 5 minutos nos corrimos los dos como animales, quedamos extenuados sobre la encimera de la cocina.

Ese fin de semana por petición de Erika estuve sin salir de marcha con mis amigos, desde ese viernes hasta el domingo no salimos de la cama salvo para comprar el pan, desayunar, comer y cenar. Todo el tiempo follando como leones. Creo que la excito saber que esas me habían puesto como una moto, pero saber que solo iba a ser ella la que me disfrutara. Como la vez anterior termine con toda la polla escocida, toda la semana con pomadita de bebe, empezaba a ser un habito.

Como mi cumple se acercaba, Erika me prometió que para el mega puente de Diciembre me daría un regalo muy especial. Me dijo que nos iríamos los dos a algún sitio romántico para pasar ese puente, igual que se escaqueo mi prima el anterior lo haríamos nosotros este…….. me quede de piedra, y empecé a contar los minutos que faltaban para que llegara el maldito puente de marras

CONTINUARA