Hasta el día de hoy 62
Se arregla lo de Claudia, por decirlo de alguna forma Mi prima Ana me aclara algunos puntos que desconocía Mas piezas para el puzle
Hasta el día de hoy 62
Si queréis que os diga la verdad, no me hizo la mas mínima gracia cuando vi a Claudia salir casi corriendo para ir donde las otras… como podría explicarlo, digamos que me estaba empezando a cansar de que mi manejaran de un lado para otro entre todas, las quería, de eso no tenía la menor duda, pero que me trataran de imponer que me follara a mi prima Claudia… era ya pasarse de la raya. Solo tenía clara una cosa, pasara lo que pasara, se pusieran como se pusieran, decidieran lo que decidieran, desde luego no tenía la menor intención de follarme a mi prima, y se termino.
Llevaba como unos veinte minutos solo en una tumbona cuando vi aparecer a Ana con la niña… ni que decir que me levante como un rayo. Estuve hablando de tonterías con Ana durante unos quince minutos, pero sin prestar atención a nada, esta la tenia dividida entre la niña y estar pensando en que narices estarían haciendo todas estas, o más bien, en qué coño se creían todas que estaban haciendo juntitas allí dentro, decidiendo a quien coño me tenía que follar.
Cuando la niña se quedo dormida y Ana la puso en su sitio para que estuviera tranquila me volví a la hamaca… recuerdo que me quede mirando al cielo, cerrando los ojos y pensando, no os hacéis una idea de la comida de cabeza que me estaba metiendo con todo esto. Estaba preocupado porque entre todas pudieran estar tensando demasiado la cuerda conmigo, quería estar lo más tranquilo posible para cuando vinieran a mi poder evitar el explotar si habían decidido que me follara a Claudia. Entonces de repente sentí que alguien se subía encima mío, dado que solo estábamos Ana y yo ni siquiera abrí los ojos… por lo menos en los diez primeros segundos, justo hasta que sentí su mano buscando mi polla, entonces si los abrí, y menuda sorpresa más agradable que me lleve.
Cuando los abrí me encontré con Ana completamente desnuda sentada a horcajadas sobre mí, su mano buscando mi polla y ella mirándome con una cara que era una mezcla de deseo y de algo mas, algo un tanto indescifrable. Lo primero que hice aunque os pueda parecer increíble en esa situación fue mirar hacia la niña para asegurarme de que estaba dormidita…
- Ana : Tranquilo que está dormida
- Yo : ¿Seguro?
- Ana : Si, antes de ponerme en este plan lo he comprobado Luis… (En su cara apareció una sonrisita mientras se enfundaba mi polla)
- Yo : ¿Y esa sonrisita… Ana?
- Ana : Eso es porque vas a ser un gran padre…, porque tenía muchas ganas de hacer esto otra vez contigo…, y porque te quiero Luisito… ahora por favor… fòllame cariño… fòllame…
Como comprenderéis me puse manos a la obra en complacerla, aunque básicamente lo que me pedía era un imposible, ya que era ella la que estaba encima mío follàndome ella a mí, así que… me concentre en acariciarla lo más posible para ayudarla a conseguir ese orgasmo que tan afanosa buscaba. Enseguida me puse a acariciarla los pezones con mis manos, jugueteando con ellos, acariciándolos, pellizcándolos suavemente, amasando sus pechos mientras mantenía sus pezones punzados entre dos de mis dedos… Ana cada vez gemía mas y mas fuerte, al final tuve que incorporarme como pude, con el consiguiente peligro de que se cerrara la hamaca y nos diéramos la leche padre, para abrazarla, poder besarla y de esa forma evitar que su cada vez más cercano orgasmo pudiera despertar a la niña si era demasiado escandalosa con él.
Unos pocos minutos después se corrió encima mío, mientras estaba empalada sobre mí, pego un grito que afortunadamente fue ahogado por mi boca… después de eso quedo podríamos que decir “floja” abrazada a mí, eso sí, sin dejar de besarnos en ningún momento. Cuando se recupero se reincorporo lo justo para quedar los dos frente a frente, todavía tenía mi polla en su interior, ya que no se me había bajado para nada dado que no me había corrido todavía…
- Yo : Te ves con fuerza de seguir
- Ana : Lo que quieras… (Tenía los ojos brillantes, y al oírme se le ilumino la cara)
- Yo : Te quiero follar tumbada sobre la hierba, pero solo podemos si te ves capaz de aguantar sin meter ruido para no despertar a la niña… serás capaz…
- Ana : Soy capaz de todo con tal de sentir más tiempo esta cosa que tengo en mi interior… (Empezó de nuevo a cabalgarme, mientras si mirada se volvía muy, muy turbia por el deseo)
La cogí con fuerza por su cintura, levantándola a pulso conmigo, con sus piernas haciendo cepo sobre mi cintura… al verla así antes de tumbarla al suelo la pegue contra la pared del chalet, empezando a follàrmela junto a las ventanas... enseguida hizo lo que yo pensaba, según empecé a moverme, dándola con todas mis fuerzas, sus brazos abandonaron mi cuello para ir en busca de las rejas de la ventana donde estaba apoyada y hacer fuerza allí para aguantar mis embestidas… Empecé a realizar cambios de ritmo para evitar correrme, algo que me salió perfecto, ya que mis constantes cambios empezaron a volverla loca, se mordía los labios para evitar gritar. Cuando empezó a llegarla un nuevo orgasmo abandono a toda prisa su asidero en las rejas para ir en busca de mi boca y abrazarse a mí con todas sus fuerzas, momento en el que arrecie mis embestidas, haciéndola correrse en mis brazos por segunda vez, ahogando de nuevo sus gritos y gemidos con mi boca al besarnos desesperadamente.
Entonces se bajo de mí, me cogió de la mano haciéndome tumbar en el césped recostado contra uno de los arboles del chalet, después de eso se dedico a lamerme la polla, pegándola lengüetazos mientras no dejaba de mirarme, poniendo una cara de vicio que me la estaba poniendo todavía más dura si es que eso era posible. Mientras seguía entregada a comerme la polla, dirigí una de mis manos a su coñito, empezando a juguetear con su rajita, según sintió mis dedos por allí pego un respingo… se la saco de la boca durante unos segundos en los que se quedo mirándome fijamente como sopesando que hacer a continuación, después de esos instantes volvió a mi polla, abriendo un poco mas sus piernas para facilitarme el acceso a su coño.
Me concentre en por una parte disfrutar de su mamada y por otra intentar que alcanzara un nuevo orgasmo con mis jugueteos sobre su coñito. Debo de confesar que lo logre por poco, empecé a soltar leche en su boca, justo cuando lograba llevarla a prácticamente alcanzar el orgasmos, necesite toda mi fuerza de voluntad para no abandonar su coño al sentir como me corría, ver y oír como Ana tragaba toda la leche que mi polla escupía fue de lo mas, pero ver como la llegaba el orgasmo nada más terminar de tragarse mi leche, sorprendiéndola… provocando que se derrumbara sobre mi… fue increíble, después de eso la ayude a alzarse hasta donde yo estaba para besarla.
Una vez relajados y repuestos, la hice tumbarse sobre la hierba, acomodándome entre sus piernas, no sin antes recordarla que nada de ruidos fuertes que pudieran despertar a la niña… ni os digo lo que me divertí torturándola, provocándola todo tipo de sobresaltos, provocándola unos espectaculares jadeos y gemidos al llevarla al límite del orgasmo a toda velocidad para dejarla allí, sin lograr alcanzarlo… ver como tenía que morderse los puños con rabia para no hacer ruido, sin poder ponerme a parir por lo mismo. Os garantizo que fue una autentica gozada, una gozada con G mayúscula.
Cuando un poco más de diez minutos después la deje alcanzar el orgasmo aplicándole succión sobre su clítoris, se tenso como un acordeón, metiéndose casi todo su puño en la boca para no gritar por el placer que la estaba llegando en oleadas, agudizado por el deseo insatisfecho durante estos minutos de tenerlo ahí pero no ser capaz de alcanzarlo… quedando al final jadeante y desmadejada por completo, quedando completamente a mi merced para lo que quisiera hacerla en ese momento, ya que estaba sin fuerzas de ningún tipo.
Sin prácticamente dejarla recuperarse del todo, según vi que sus zonas sensibles volvían a la normalidad me situé sobre ella metiéndola la polla lo más profundo que pude de una sola embestida, tapándola la boca con un beso que ahogo el violento jadeo que emitió al sentir su intimidad invadida de una forma tan agresiva y sorpresiva. Según inicie mis embestidas mientras la besaba, empezó a devolverme los besos, abrazándose a mí como una lapa, alzando sus piernas para enroscarlas en torno a mi cintura. Después de algo más de cinco minutos embistiéndola con un ritmo completamente endiablado logramos llegar ambos de forma más o menos simultanea a un nuevo orgasmo… saliéndome de ella tras él, quedando tumbado boca arriba a su lado, ambos jadeantes, agotados y satisfechos. Después de eso nos dimos un beso y nos metimos en la casa por turnos para ducharnos rápidamente, mientras uno se duchaba el otro estaba acompañando a la niña.
Después de esto nos tumbamos cada uno en una hamaca y empezamos a hablar los dos…
- Yo : ¿Desde cuándo Ana…?
- Ana : ¿Desde cuándo el qué?
- Yo : Eso de que me quieres
- Ana : Ya… ¿te refieres a si estoy enamorada de ti?
- Yo : Si lo prefieres así, si, a eso mismo me refiero
- Ana : Creo que desde niños, desde que jugábamos juntos a todas horas, desde esa época en que empezamos a dormir juntos… ¿Sabes porque nos prohibieron estar tumbados uno sobre otro Luis?
- Yo : Si, claro, porque habíamos crecido y no era plan en esas edades en que se empezaban a revolucionar las hormonas estar con ese tipo de juegos…
- Ana : Jajajajaja… (Se empezó a reír con ganas, era incapaz de parar la jodìa)
- Yo : Joder que reacción, ¿tanto me he equivocado?
- Ana : Ay primito, no te enterabas de nada, no fue por eso cariño, fue porque mi madre me sorprendió restregándome contigo… cada vez que nos poníamos así o dormíamos juntos no podía evitarlo primo, me picaba el coñito y descubrí que la única forma de que se me calmara era contigo… restregándome contra ti, pero también que si lo hacía contra tu cosa cuando estaba tiesa entonces además desfrutaba muchísimo… sinceramente creo que sin saberlo esos fueron mis primeros orgasmos, esas fueron las primeras veces que me corrí con un chico, contigo Luis.
- Yo : ¡¡¡No me jodas!!!
- Ana : No cielo, no te jodi porque no me dejaron tiempo suficiente como para saber porque me pasaba eso… sino ya te digo yo que habríamos acabado follando los dos muchísimo antes
- Yo : Vamos que tus hormonas estaban tan a tope que… (Me interrumpió con una mirada un tanto… digamos que peligrosa… como una advertencia de que no lo malinterpretara o me saldría caro)
- Ana : No te equivoques Luis, estoy enamorada de ti desde entonces, cuando empecé a salir con chicos recuerda que no aguantaba más de un mes con ellos… ninguno era capaz de crear en mi esa sensación de ansiedad que creabas tu solo con rozarme… Cada vez que me has abrazado en estos años, ha sido un suplicio Luis… cada una de esas veces he acabado con mis bragas completamente encharcadas…
- Yo : Lo siento Ana… yo…
- Ana : No lo sientas primo, yo no lo lamento en lo mas mínimo, todo eso al final me ha conducido aquí… a tenerte para mi, a poder decir que eres en cierto modo mi pareja… Jajajajaja (se empezó a reír la jodìa de repente… después me giño un ojo antes de añadir…) bueno, eres la pareja de cinco chicas en realidad Luisito mío… Jajajajaja. Y lo mismo incluso de una más, ¿no campeón? (me volvió a guiñar un ojo en clara alusión a su hermana)
- Yo : Si, en eso tienes razón… pero quiero que quede clara una cosa Ana… no habrá sexta, no pienso follarme a Claudia, os pongáis como os pongáis…
- Ana : ¿Me quieres Luis…?, como mujer me refiero, no como prima…
- Yo : Si me preguntas si estoy enamorado de ti o no, la respuesta es sí, como de las demás, a excepción de Erika, ella es alguien especial para mí, muy por delante de vosotras… lo siento si no te gusta, pero es la verdad Ana. (Todo esto mientras no dejaba de mirar a mi niña con cara de panoli, según me diría más adelante la propia Ana muerta de risa)
- Ana : Lo sé, bueno lo sabemos todas…
- Yo : ¿Saber… el que sabéis?
- Ana : Que Erika es especial para ti… pero créeme que me acabas de hacer enormemente feliz, y a las otras cuando se lo diga. Aunque no te lo creas nos hacía mucha falta saber que estabas también enamorado de nosotras, ¿sabes?
- Yo : Lo siento, pero es que me parecía que deciros eso… siendo cinco no era muy….
- Ana : ¿Entonces porque a mi si…?
- Yo : Porque tú eres especial desde siempre… incluso en muchos aspectos más que Erika… no sé, no puedo explicarlo con lógica… es… todas sois algo especial en algún sentido… pero que quieres que te diga, sois cinco yo uno, además Erika en Alemania, la niña… ella renuncio a mí, no sé, no me parece que eso sea justo para… (Me cerro la boca con un beso, poniéndose de pie a continuación)
- Ana : Mira cielo… quizá no debiera decirte esto, pero que te quede clara una cosa… aquí ninguna de las cinco hemos renunciado a ti, incluida Ingrid que esta como las demás contigo pese a solo conocerte de unos días como aquel que dice, y por lo que la haya podido ir contando sobre ti Erika…
- Yo : Pero si ambas están en Alemania… Ana por favor, explícamelo porque no lo entiendo.
- Ana : Lo siento pero ya he hablado demasiado de demasiadas cosas Luis. Voy a ver que hacen estas… no sea que se estén pegando o algo así… (Uso un tono de recochineo impresionante al decir esto último pero dando claramente por zanjado el tema anterior para contrariedad mia que sabía que no podría sacarla nada mas), ¿Luis?
- Yo : ¿Si?
- Ana : Aunque pueda que no nos quede otra opción que intentar convencerte para que te folles a Claudia… incluida yo, que te intentare convencer de ello…
- Yo : Ana déjalo estar… ni te molestes, ya he dicho que no pienso hacerlo y es mi última palabra al respecto.
- Ana : Solo quiero que sepas que realmente no quiero que te la folles… (Me miro con una cara muy seria, desde luego no bromeaba lo mas mínimo en lo que me dijera, eso me quedo muy claro). Quiero que sepas también que de hecho, ninguna queremos que lo hagas, Erika incluida… y que “todas” (como me lo remarco la jodìa) nos hemos puesto contentísimas al ver cómo te has ido así de enfadado por no querer follarte a Claudia… (Después de esto empezó a andar camino a mi casa)
- Yo : Ana espera, ¿qué quieres decir con eso?, ¡¡¡Ana!!!...
No me hizo ni caso, y tampoco podía alzar mucho la voz por la niña… no pude evitarlo al verla así, dormidita, me quede embobado mirándola una vez más, o más bien continuando con ello, porque era como estaba mientras tenía toda estar charlita con Ana. Miraba a mi niña mientras pensaba en lo que Ana me acababa de decir… os aseguro que no entendía nada de nada de todo esto. Una cosa estaba clara, Ana lo había dicho completamente en serio, todo lo que me había dicho iba en serio, pero que muy, muy en serio. De todas forma no entendía nada de nada, si no querían ninguna incluida Erika, entonces por qué coño se empeñaba en que si aun cuando yo ya lo había logrado solucionar con Claudia, increíble, de verdad. Después me di cuenta también de que se me acababa de declarar de forma abierta por primera vez, y que además yo en cierta forma le había confirmado el hecho también por mi parte con ellas… desde luego lo de hablar mientras miraba o estaba pendiente de la niña como que no, me quedo claro que debía de ir con mucho más cuidado si se volvía a terciar una como esta… por la cuenta que me tenía con todas estas o me veía hablando con ellas siempre delante de la niña… si las conocería ya a esas alturas.
Media hora después de irse Ana con las demás se despertó la niña, así que aproveche que estaba solo con ella para monopolizarla por completo, la cogí en brazos, volviéndome otra vez a la hamaca, haciendo tonterías delante de ella para que se riera y estuviera tranquila… ni siquiera sentí cuando apareció Claudia por detrás de mí, no supe que estaba allí hasta que ocupo la hamaca contigua a la mía…
- Claudia : ¿Sabes una cosa primo?
- Yo : ¿El qué?
- Claudia : Que menuda panda de putas pervertidas que te has ido a buscar tío, todas, pero todas, mi hermana incluida, es que no se escapa ni una sola de ellas, ¿sabes?
- Yo : No te estás pasando un poco llamándolas “putas pervertidas” Claudia, que no es para tanto
- Claudia : No las he llamado “putas pervertidas”, las he llamado “putas” y “pervertidas”, por separado primito
- Yo : (Si no llego a tener a la niña en los brazos, lo mismo hubiera hecho un alboroto con ella, pero… y ya iban dos veces, decidí hacer un soberano esfuerzo para centrarme totalmente en Claudia, o por lo menos contar hasta 20 para pensar antes de contestar o preguntarla) Y eso a que viene Claudia, ¿Qué ha pasado ahí dentro para que estés así?
- Claudia : Pues veras Luis, resulta que cuando entre esa panda de locas estaban mirando haber como podían conseguir que tú me follaras, pero se ve que todas te vieron en un plan malísimo, porque decidieron que no era aconsejable tirar más de la cuerda no fuera que se partiera, entonces… (Para mi asombro se quedo parada, en silencio, y entonces se puso colorada como un tomate)
- Yo : ¿Entonces?
- Claudia : Entonces estuvimos hablando largo y tendido sobre muchas cosas. Déjame un ratito a mi primita, anda, que casi no he podido disfrutar de ella… por cierto ya no tienes que preocuparte por lo de antes mío, por lo menos de momento primito macizorro… que menudo salvaje que eres follando majo…
- Yo : ¿Y eso tu como lo sabes?
- Claudia : Porque me han enseñado videos, que por cierto, no sabía yo esa faceta tuya de actor porno, ¿eh? (Me guiño un ojo para inmediatamente después echarse a reír…)
Supuse que le habían ensañado las películas de cuando empecé con Teresa y Eva…, me estaba dando la impresión de que iba a tener que tener una charlita con todas estas otra vez. Aunque por otro lado si la cosa se había calmado casi mejor dejarlo estar, no sea que encima salga trasquilado. Le pase la niña a Claudia y me puse a ver como jugaba con su primita… no había duda tampoco de que había cambiado el trato de Claudia también con la niña, antes le gustaba, como todos los críos, pero ahora ya estaba claro que no era un crio mas, sino si primita, hija de su primo más cercano, ósea yo. El problema que le veía a esto es que si yo lo estaba notando, veríamos que pasaba con mi tía y mi madre, que para estas cosas eran muy sutiles… miedo me estaba dando. La actitud de Claudia me empezó a ser un tanto peculiar, no hacía más que tirarme indirectas sobre donde me había metido, o donde me estaba metiendo, eso es algo que no logre que me aclarara… y eso que estuve tirando indirectas todo el tiempo haber si lograba sacarla algo, pero fue imposible, en cuanto veía una pregunta un poco “extraña” pasaba de responderla directamente.
Media hora después de llegar Claudia conmigo llegaron todas las demás, creo que ahí fue cuando me empecé a dar cuenta de que poco a poco cada vez iba siendo algo mas perspicaz con ellas, digamos que en este caso fue porque me di cuenta de forma de algo de una forma totalmente digamos que inconsciente, sin estar pendiente de nada que no fuera mi niña, fue como una campanilla en mi cabeza avisándome de que algo estaba mal, o de que había algo raro. Entonces fue cuando me empecé a fijar detenidamente y observe una particularidad en todas ellas, incluida Claudia, que me hizo detenerme a pensar con calma y toda la frialdad que pude reunir para no delatarme en nada, para que no se dieran cuenta de que estaba “analizándolas”, aunque en su momento cuando llegaron no le di mayor importancia, todas ellas estaban recién duchadas, todas, absolutamente todas. Me dio por pesar mal de todo ello, si todas se habían duchado, los comentarios de Claudia de que eran una “putas y unas “pervertidas”, lo de los videos nuestros follando, mas el hecho de que solo Ana, hermana de Claudia, abandonara la “reunión”, mas teniendo en cuenta lo que me dijo de que no quería que me follara a su hermana… el dos más dos, me estaba dando un resultado increíble… si tenía razón, evidentemente Claudia se había salido con la suya, se la habían follado bien follada, solo que no había sido yo quien lo había hecho… y para más inri en una orgia lésbica… os aseguro que preferí dejar de pensar, porque me estaban dando las cuatro cosas, joder con la psicóloga...
Cuando volvieron mis padres, tíos y hermana paso lo que me temía, a las dos horas mi madre y mi tía ya empezaban a notar el cambio de comportamiento de Claudia… empezaba a estar de un pegajoso con la niña que les resultaba cuanto menos, curioso, y lo peor, no solo a ellas, sino que también llamo la atención de Natalia, y eso si que era un peligro manifiesto. Al final entre pitos y flautas, unas cosas y otras salió todo rodado y no se lio al final ninguna.
Como podéis comprender intente de forma más o menos disimulada sacarlas información a las que tenía a mano, pero sin éxito. Por un lado Claudia una vez superado aquel momento de confusión en el instante se debió de acoger a todos sus conocimientos profesionales, porque era como hablar con un muro de hormigón armado, imposible, con el agravante de que encima si me descuidaba me psicoanalizaba a mi intentando sacarme más cosas de mi según ella “interesantísima vida”, o como la gustaba denominarla, se refería a mi vida como “mi culebrón particular”.
De intentar sacar algo a Eva y a Teresa como que tampoco me fue posible, se cerraban en banda sin paliativos, no abrían la boca casi ni para respirar como se suele decir. Sobre Ana… bueno, la verdad es que con ella todavía me fue bastante peor, porque me ponía cara de no haber roto un plato en su vida y me recordaba que mientras ellas “hablaban” con un tonito de coña marinera al decir el “hablaban” que no veáis, ella estaba conmigo conversando amigablemente mientras cuidábamos de la niña… pero que cabrona.
Una cosa que seguro que os preguntareis si llegue a pensar o a preguntar, es si lo de Ana fue por tenerme entretenido o no, sinceramente creo que no, o por lo menos no del todo, evidentemente lo de venir conmigo con la niña fue para sacarla de allí, pero creo sinceramente que una vez que la niña se quedo dormidita, aprovecho la ocasión que la brindaba el saber que durante un tiempo me tendría solo para ella sin que nadie fuera a interrumpirnos… hecho que además se sostiene por el dato de que fue ella la que en determinado momento fue la que decidió cuando irnos a la ducha para estar bien cuando ellas llegaran. En definitiva, que de lo que paso aquel día entre ella o lo que fuera, no logre rascar nada de nada.
Ese año termino bien para todos al final, yo aprobé con un 9.6 y 9.5 de notas medias, Ana con un 9.4, Eva con un 9.2 y Teresa nos sorprendió a todos con un 9.7 final. Ni os digo nuestros padres como estaban de contentos por nuestras notazas. Incluso llegaron al extremo de pagarnos un crucero de 9 días por el mar Báltico en dos suites, una para Ana y para mí y otra compartida por Eva y Teresa, como podréis suponer no pusimos la mas mínima pega. Menudo crucero nos pasamos los tres… de muerte.
En el crucero debo de decir que por un lado me lo pase de muerte, pero por otro… joder, joder. Yo me las prometía muy felices, un crucero, chicas a montones… sitios que parecían pensados para ligar o darte un revolcón inolvidable. La parte divertida es que en cuanto las tres hermosísimas bellezas empezaron a deambular por el barco les salieron todo tipo de golondrinos a su alrededor, esperando ver si podían pescar algo. Me encanto ver como les iban dando en las narices conmigo a todos, incluso a uno que pareció no entenderlo bien, porque fue de una a otra según lo rechazaban, al final le soltaron con toda la cara que las dejara en paz, que las tres estaban “follando” conmigo… y que estando yo a su disposición los demás las sobraban. Ni os digo como me subió el ego, ni como tuve que esforzarme para no descojonarme en su cara y en la de los, y las de alrededor al oírlas a las tres, y menos cuando después me comieron las tres por turnos a besos, metiéndome mano por todos sitios, aunque debo de decir que me puse tan borrico que no me corte ni media. El resultado fue que esa noche nos montamos una juerguecita los cuatro en uno de los camarotes, con gritos, jadeos, gemidos, etc… a todo volumen, se debió de enterar todo el barco.
El problema me vino a mi después, tras el espectáculo y supongo que tras el escándalo de esa noche, mas las ojeras de los cuatro al día siguiente, resulto que empezaron a lloverme del cielo las proposiciones de chicas para que nos “conociéramos mejor”. Aquí fue cuando por primera vez me di cuenta de que las cosas estaban cambiando… por vez primera las tres, incluida Ana, se comportaron como novias y no como folla-amigas. No me dijeron nada en todo el viaje, obviamente al darme cuenta del percal ni se me ocurrió intentar nada de nada con ninguna de las múltiples pretendientas que me salían. Sinceramente pienso que si tuvimos como se suele decir, la fiesta en paz durante todo el viaje fue porque me puse en un plan muy obvio de… “solo mis chicas, gracias…”.
Como digo fue la primera vez que las vi tan alteradas por la posibilidad de que me liara con alguna que no fuera una de ellas… debo además de decir que fue algo que me encanto, la forma como sacaban las uñas por mi. Estuvieron todo el crucero muy, muy protectoras conmigo, en cuanto se acercaba alguna tía por algo más que por casualidad sacaban las uñas y los colmillos de loba con una mala ostia que tiraba de espaldas, además de no tener ningún reparo en restregarlas luego por los morros el que eran ellas las únicas que iban a estar conmigo… Aunque si hubo una cosa con la que me reí muchísimo con las tres, fue cuando en un principio me acusaron de estar lanzando el hilo sin que se dieran cuenta para ponerlas celosas… menuda tontería. Ni os digo cuando las hice comprender que todo era por el restregón al payaso aquel de que las tres estaban juntas conmigo mas el numerito de aquella noche… pobrecillas la panzada a reir que me pegue, y el mosqueo que se pillaron las tres conmigo. La parte buena es que con tanta “perseguidora” suelta les era imposible condenarme al ostracismo, era separarse alguna medio metro para aparecer casualmente alguna chica… me lo pase pipa.
Después de esto estuve de vacaciones en Alemania con Erika e Ingrid, pero esta vez solo pude estar diez días, porque tenía muchas cosas que arreglar en Madrid en vista al nuevo curso, el ultimo de ambas carreras, el definitivo… después tendría que ver qué era lo que hacía con mi vida… algo que sinceramente temía. Que poco sabia yo en ese momento que ese no sería precisamente mi principal problema, mi principal quebradero de cabeza en este último curso, y que me estaba encaminando directo y sin frenos hacia una roca de pedernal que se iba a plantar en medio de mi camino ese año, mi hermana Natalia… mi cuñado y la hermana de mi cuñado… la dichosa Caroline.
CONTINUARA