Hasta el día de hoy 57
Empiezo el tercer año de las dos carreras Va a ser un año bastante duro para mi Problemas con Erika e Ingrid Problemas con Eva y Teresa
Hasta el día de hoy 57
El regreso a casa de los cuatro fue de lo más entretenido, estuvimos hablando de todo un poco, y estas tres iban mas contentas que unas pascuas con la visita, o con lo que fuera que realmente hubieran ido a hacer allí, algo que cada vez tenía más claro. Creo que si en ese momento llego siquiera a sospechar el añito que me esperaba, en lugar de un vuelo a Madrid, me cojo uno para Australia... y porque dudo que pudiera ir más lejos que si no, también.
El año empezó de puta madre, en septiembre mi hermana Natalia me dio la noticia de que en el trabajo había pedido el traslado a Paris y se lo habían concedido, en Enero se iría a vivir allí con Pierre, su novio. No os podéis hacer a la idea de la gracia que me hizo eso, volver otra vez a separarme de mi hermana, pero sinceramente me alegre por ella ya que sabía lo mucho que quería a su novio y el palizón de ambos estos dos años anteriores viajando cada quince días a verse. Imaginad el palizón cada quince días mi hermana Madrid-Paris y Pierre a la inversa los restantes fines de semana.
Este primer trimestre me fue genial del todo, saque una media de 9.6 en ambas carreras y mejore mis dominio de los tres idiomas una burrada, pero sobre todo de Alemán. Mi relación con las chicas, Eva y Teresa iba mejor que bien, con Ana igual. Dado lo de mí hermana evidentemente ambos hacíamos lo posible por estar el mayor tiempo posible juntos durante este trimestre. Con mi prima Claudia también iba la cosa viento en popa, además seria la que se quedaría como única responsable de su hermanita Ana y de su primito Luis, se lo pasaba pipa tratándonos en broma como si fuésemos todavía dos críos, como le gustaba chincharnos a los dos a la jodìa. Estuve la Nochebuena con mis padres, tíos, primas, hermana y novio, después de eso, el día 26 cogí un vuelo hacia Alemania para ver a Erika e Ingrid de nuevo y estar algo más de una semanita con ellas, Nochevieja incluida. Y ahí justo se acabo la parte buena del año, a partir de ese momento empezaron los problemas... uno detrás de otro, fue todo un suma y sigue, se me fue complicando el año paulatinamente.
Empezó en Alemania según llegue, me recibió en el aeropuerto Erika, una Erika preciosa, dulce y encantadora a más no poder. Cuando llegamos a su casa se tiro a mis brazos Ingrid, comenzando a darme besitos y achuchones. Hasta aquí podréis decir que todo iba perfecto, pues no, enseguida note cierta tirantez entre las dos... no le di mayor importancia achacándolo a una pelea de pareja, algún problemilla que habían tenido y que aun coleaba entre ellas. Como podéis suponer no hice la menor intención de meterme en nada de ello, si algo sabia claro a esas alturas de mi vida es que entras con la mejor de las intenciones y te acabas llevando tu todos los palos, así que me dije a mi mismo... "Luis, tu quietecito, que estas mejor, ver, oír y sobre todo callarte la boquita".
Cuando me empecé a preocupar en serio fue por la noche, durante todo el día la cosa parecía que iba, pensé que era porque al estar yo allí había servido de catalizador para que lo que hubiera entre ellas se disipara poco a poco. Pero esa noche Ingrid se fue a "su" habitación y yo me quede con Erika en la grande, en la cama que habitualmente compartían las dos, eso ya no me pareció tan, tan normal. Sobre todo si tenemos en cuenta que el gesto de Ingrid al marcharse a dormir fue un tanto mustio. Esa noche Erika y yo no follamos, hicimos el amor... intentare explicarme. No quiso sexo oral, no quiso muchos juegos preliminares, no quiso el habitual sexo anal, simplemente según ella quería sentirme cerca, sentir que la quería. No por eso fue peor sexo, digamos que fue diferente a lo que normalmente habíamos vivido los dos en estos años. De esta forma alcanzamos creo recordar cinco orgasmos ella y cuatro yo, unas veces me cabalgo, pero abrazándome, pegada a mi sin permitirme a penas jugar con sus pechos, otras yo sobre ella, manteniéndome abrazado contra ella hasta alcanzar el orgasmo, deseando sentirme según ella en toda mi plenitud... o algo así fue lo que me dijo. Realmente fue algo increíble sentirla así de sensible conmigo.
Lo peliagudo llego a la noche siguiente, fue más de lo mismo pero con cambio de pareja femenina, esta vez fue Ingrid quien se puso conmigo en ese plan por la noche. Solo que ella me pidió lo mismo que Erika, pero aduciendo que necesitaba saber que no estaba con ella solo porque su pareja me lo pedía, que de verdad me gustaba por sí misma, aunque solo fuera un poco. No creo que haga falta deciros que hice todo lo que estuvo en mi mano por demostrarla que era como ella decía, hicimos los dos el amor con la misma ternura y cariño, con que la noche anterior lo hicimos Erika y yo. Nuevamente paso algo similar a la noche anterior, Ingrid se empeño en sentirme simplemente en su interior, nada de florituras o sexo salvaje para conseguir el máximo placer, solo cariño, dulzura y sentimiento. Era otra que quería sentirme muy dentro de ella, lo mas dentro posible según me dijo. Fue otra noche de sexo enormemente satisfactorio, incluso en alguna ocasión al correrme dentro de ellas se les escaparon algunas lagrimas, según ellas de felicidad. En ambas ocasiones después de corrernos por última vez, tras quedar nuestros sexos llenos de una mezcla de mi leche y sus jugos, sudadas nuestras pieles, no quisieron ni siquiera que nos ducháramos, querían según ellas sentir así, piel contra piel, con la mezcla de nuestros aromas naturales... se abrazaron a mí para caer dormidas las dos enseguida... con unas caras la mar de dulces, hasta el punto que fui completamente incapaz de moverme para nada por no despertarlas y amargar la felicidad que parecían sentir en ese momento.
No creo necesario decir que todo esto me empezó a oler muy, pero que muy mal, sobre todo cuando en las dos noches siguientes se repitió la historia, además cada día que pasaba veía a ambas más tensas cada vez entre ellas. Si bien al principio me pareció que mi presencia hacia de amortiguador en lo que fuera el problema que paso entre ellas, todo esto estaba empezando a dar muestras de írselas de las manos poco a poco. Después de cuatro noches con ellas, dos con cada una estaba empezando a ver que mas que ser un amortiguador empezaba a convertirme en un problema, me daba la impresión de que se aferraban a mí en vez de solucionar entre ellas lo que fuera, y temía lo que podría pasar al volver a España, así que vi que no me quedaba más remedio que intentar hacer de bombero. La única solución plausible que veía era hablar con las dos a la vez para que arreglaran el asunto, aun con el evidente riesgo de llevarme yo todas las ostias que se escaparan de las dos. Pero a ver qué otra cosa podía hacer, a lo que desde luego no estaba dispuesto es a que ellas siguieran así y yo quedarme sin por lo menos intentarlo.
En esta ocasión ya había aprendido lo suficiente como para no intentar ir de frente contra las dos, simplemente procure ir haciendo cualquier cosa que hiciera falta con las dos a la vez, comprar, etc… procurando no dar preferencia a ninguna de las dos ni motivos para que se pudieran enzarzar en cualquier pelea tonta aprovechando la mas mínima que yo pudiera hacer sin pretenderlo, estuve andando con pies de plomo como se suele decir, manteniendo el equilibrio entre las dos sin darlas motivos para liarla. En los dos días siguientes todo siguió más o menos normal, por la noche de una en una e igual que las anteriores, no sabía que es lo que las paso pero estaba claro que ambas lo estaban pasando bastante mal con la situación… Cuando por fin llego el día 31 por fin había conseguido que medio volvieran las dos a la normalidad, pero a costa de hacerlas el amor mucho y no follar con ellas ni una sola vez… Entendí que si necesitaban cariño eso es lo que tenía que darlas, despacito y por igual, para que no hubiera nada que se pudieran lanzar como arma arrojadiza entre ellas.
Antes de acostarnos en Nochevieja por fin dimos un paso adelante, ya que ambas decidieron “compartirme”, pero no penséis tampoco que follamos, que no, hicimos otra vez el amor. Fuimos de uno en uno, nada de trió, ellas dos no interactuaron ni una sola vez entre ellas mientras estaban conmigo, cuando una terminaba se quitaba para ocupar la otra su sitio, si dijera que no me estaban preocupando en serio mentiría, me tenían las dos francamente preocupado. Al final viendo que se me echaba el tiempo encima opte por coger directamente el toro por los cuernos, sentarme la penúltima noche que pasaría con ellas en el sofá entre las dos y directamente preguntarlas qué coño era lo que pasaba, porque no podía ya hacer o intentar más de lo que había hecho.
La respuesta me mato… se habían peleado muy, muy enserio según confesaron ambas por un chico. Si vierais la cara de gilipollas que se me debió de quedar…, como palidecí y lo mal que me sentí al oír eso… Después de eso el que quedo tocado, tocadísimo fui yo, ambas saltaron sobre mí para intentar explicarme que no me preocupara que me querían las dos muchísimo, que solo había sido un pronto por un problema de un chico que a ambas las había gustado, pero que yo no me preocupara de nada… Joder qué fácil es decirlo, no. Esa noche mira tú por donde fue al contrario, el que no tenía ganas ni de hacer el amor, ni de follar era yo, al punto que me despedí de ellas con una híper forzadísima sonrisa para irme a según yo, descansar por estar muerto de todo el trajín de esos días. Si os dijera que no llore mentiría, veía como se me escapaba todo de las manos sin poderlo evitar, y lo que es peor, sin saber siquiera si realmente tenía derecho a nada de nada… fue un palo de los de época.
Al día siguiente la cosa no había mejorado en nada aunque trate de aparentar normalidad, sin dar muestras de la procesión que iba por dentro, aunque como podéis suponer no logre engañar a nadie. Al final llegaron a decirme incluso que habían discutido ambas por mí, que el chico que había generado el problema entre ellas era yo y no otro… si pensaron que eso me consolaría se equivocaron, fue lo que me falto oír para deprimirme ya del todo. Si no las creía estaba claro que posiblemente esta sería la última vez con alguna de las dos, sino con las dos de forma definitiva… pero si por el contrario las creía eso de que el chico era yo, entonces tenía claro que era un problema en su relación, lo mejor sería retirarme discretamente para que ellas pudieran seguir su camino, si algo tenía claro es que no quería que no fueran felices y se veía que de verdad las dos se querían, así que se mirara como se mirara estaba jodido del todo, con el agravante de que en una de las opciones encima el culpable de todo era yo, y precisamente en la opción con la que se suponía que debía de sentirme mejor… de locos.
En un principio las deje claro a ambas que no las creía, que agradecía el intento de que me sintiera mejor diciendo que era por mi pero que tenía claro que ese alguien era otro chico. Se pusieron enormemente serias las dos para dejarme claro que ellas no mentían para nada, fue la primera vez que habían cerrado filas sin dudarlo ni un segundo. Os aseguro que mirándolas a los ojos era fácil ver que me estaban diciendo la verdad, pero entonces, ¿Por qué habían discutido las dos?. Para acabar de rematarlo no quisieron decirme el porqué de la discusión, pero lo peor de todo fue cuando me di cuenta de que se negaban incluso a sostenerme la mirada ninguna de las dos, era clavar mis ojos en los suyos y retirar la mirada cuando hablábamos de esto.
Dado que había aprendido ya con ellas cuando la batalla estaba perdida de antemano, sabía que no me dirían porque habían discutido ni muertas, y mucho menos a mí. Así que tome otra dirección para intentar solucionar el problema, las chantajee a las dos como mejor supe o pude. O me contaban qué demonios pasaba o me demostraban que la pelea había llegado a su fin de forma definitiva, ellas verían lo que preferían, pero que se atuvieran a las consecuencias de su decisión. Efectivamente decidieron demostrarme gustosas que el problema que habían tenido ya estaba arreglado… esa última noche sí que hicimos un trió los tres, de hecho esa noche follamos como auténticos animales… por petición expresa suya hubo plumita, succión y putadita todo juntito… quedaron las dos reventadas por completo después de eso. Intente irme a la otra habitación para dormir y dejarlas la cama grande para las dos pero ambas me lo impidieron, según ellas las apetecía dormir las dos juntas conmigo abrazándolas y abrazándome ambas.
Cuando mi estancia llego a su fin las dos estaban otra vez normales… pero no por ello yo andaba menos preocupado con toda la situación vivida. Seguía sin saber porque habían discutido, que era lo que había podido provocar que llegaran a esa situación creada entre las dos. Habían discutido por mí, vale, ¿pero sobre que, o porque?... desde luego como he dicho antes me iba contento porque habían superado la crisis, pero desde luego no me iba nada, pero que nada tranquilo con lo que había pasado.
Cuando llegue a Madrid, me reuní con mis amigas y prima que me fueron a ver nada mas llegue a casa, como podéis suponer me bombardearon a preguntas sobre cómo estaban Erika e Ingrid, debo de confesar que por alguna extraña razón les mentí como un bellaco, no las conté nada de lo que había pasado allí, en ese momento desde luego no me pareció nada oportuno hacerlo. Quizá fuese que me di cuenta de que lo último que tenía ganas de aguantar ahora era a esas tres haciendo cábalas a mi costa, bastante tenia encima ya. Pocos días después se marcho mi hermana rumbo a su nueva vida en Paris con su novio, Pierre, quedándome solo en casa, eso sí, al igual que Ana bajo el control de su hermana Claudia, pero también es cierto que ella era más llevadera que Natalia en muchos aspectos.
La siguiente en la frente me la lleve con Teresa y Eva… fue de pura casualidad, en febrero. Decidí a ultimísima hora tomarme esa noche de Sábado libre, digamos que lo decidí diez minutos antes de salir por la puerta a ver si podía localizar a mis amigos, ya que Ana estaba con su novio, y mis dos chicas por lo visto tenían compromisos familiares ese mismo Sábado. Creo que serian sobre las nueve o diez de la noche cuando salí a buscar a la gente tras haberme comido un sándwich rápidamente, no fuera que los pillara después de que hubieran cenado y me quedara a dos velas, muerto de hambre. Iba a toda pastilla a por mi coche cuando paro un coche junto a mi, tocándome el claxon, para mi sorpresa eran los padres de Eva…
- Madre : Luis que alegría haberte cogido a medio camino de casa… toma llévale las llaves a Eva que me las lleve por error, debe de estar como loca con Teresa buscándolas para poder reunirse contigo…
- Yo : Claro, por su puesto…
- Madre : Gracias cariño, eres un sol, nosotros nos vamos que tenemos unas horitas de carretera todavía por delante..
No veáis como me quede, esta no era la primera vez que pasaba algo así, la madre de Eva es despistadísima y alguna vez le había tocado a Eva quedarse con Teresa, con Ana o conmigo por lo mismo. Su madre debió de asumir que haría lo habitual cuando salíamos, que a esas horas más o menos yo pasara a por ellas en su casa o en la de Teresa, según donde se reunieran ambas para esperarme. Dado que me habían dicho que no podrían salir porque tenían compromisos familiares me quede tan sorprendido con lo de la madre de Eva que cuando quise reaccionar ya había aceptado llevarla las llaves y se iban de camino hacia donde quiera que fueran.
En mi simpleza y dado que yo no iba a salir ese fin de semana, pensé que por unas cosas u otras las dos habían podido librarse de sus compromisos y quedaron para salir o para ver películas de miedo, algo que las encanta a las dos hacer y en lo que alguna vez me han embarcado también a mí. Pensando en esta última posibilidad me empecé a frotar las manos pensando en darlas una sorpresita en forma de susto… si iban a salir mala suerte, pero como estuvieran viendo pelis de miedo… jejejeje. El susto me lo lleve yo.
Cuando llegue a casa de Eva lo primero que hice fue descalzarme para evitar hacer ruido con los zapatos, después con extremo cuidado abrí la puerta para hacer el menor ruido posible, cerrándola con igual cuidado… Espere unos interminables dos minutos por si me habían oído antes de avanzar por el pasillo hacia el salón de su casa. No os imagináis la sorpresa que me lleve cuando llegue a la posición que quería para ver como sorprenderlas y darlas el susto. Como dije antes, el susto me lo lleve yo, y de los gordos gordísimos.
Cuando asome la cabeza abriendo con cuidado la puerta del salón para ver que hacían me lleve la sorpresa padre, estaban las dos con una peli porno sin sonido, en la pantalla había una escena lésbica entre dos tías. Al mirar hacia el sofá donde ellas estaban vi como intentaban imitar a las dos actrices de la pantalla… El motivo por el que no oía ni gemidos ni nada cuando estaban las dos en esos menesteres, es porque tenían sus labios ocupados sobre el coñito de la otra, se estaban haciendo unas comidas de coño de la leche, me empecé a poner malísimo con lo que estaba viendo, y creedme que el que encima en la televisión estuviesen más o menos igual no me ayudo en nada, se me puso la polla con un poste de teléfono.
Me gustaría poder decir que me retire de allí, pero era demasiado sorprendente y excitante como para hacerlo, unos minutos después vi como en la pantalla las actrices cambiaban de posición, iniciando una tijera… de seguido las dos las imitaron, juntaron sus entrepiernas empezando a frotarse el coño de una contra el de la otra… solo unos segundos después empezaron a gemir y soltar grititos de placer sin control ninguno… Estuvieron así lo que me pareció una eternidad, gimiendo, jadeando y suspirando hasta que se corrieron las dos, desplomándose de espaldas jadeantes… por la escasa luz que desprendía la película podía ver como sus coñitos aparecían brillantes por la humedad que se vislumbraba en ellos… debían de estar las dos empapadas de sus caldos.
Estaba a punto de retirarme cuando oí decir algo a Teresa que me lo impidió…
- Teresa : Ven putita… ahora me toca follarte…
- Eva : Vale… después te follare yo a ti… venga por favor Tere, métemelas joder… deprisa que me muero de ganas de sentirlas dentro…
Vi como Teresa sacaba de un lado del sofá sendos consoladores de lo que me pareció látex o algo similar, uno de color azul y otro de color verde. Teresa le metió hasta el fondo del culo el de color verde, moviéndoselo sin piedad, mientras Eva mordía un cojín para evitar soltar un grito… un par de minutos después la metía el azul por el coño, moviéndole ambos a la vez, follándoselo con los dos, mientras se inclinaba sobre ella para poner su boca sobre sus pechos, lamiéndolos de forma alterna entre los cada vez más escandalosos gemidos de Eva… hasta hacerla llegar a un orgasmo muy intenso según pude apreciar en Eva. Después cambiaron los roles, siendo Eva la que manejaba los juguetes en Teresa, introduciéndoselos igual que esta hizo con ella, follándoselo con ambos artilugios durante varios minutos mientras la besaba y lamia los pezones claramente… hasta que al final también provoco que se desencadenara un fortísimo orgasmo en Teresa…
Unos minutos después estaban las dos abrazadas sobre el sofá, sin hacer ni puto caso a la película besándose mutuamente… comiéndose la boca, mezclando sus lenguas en sus bocas, dándose a probar la una a la otra su mezcla de sabores. En este tiempo había permanecido completamente paralizado por la sorpresa… bueno eso no es cierto, solo mi mente, mi polla fue por libre, al punto de que debo de confesar que me puso tan, tan cachondo lo que allí vi que me vine en seco sin tocarme… Empecé a retirarme cuando creí que habían terminado ya que empezaban a hablar de irse por ahí, ni os digo los nervios y las prisas cuando mencionaron de llamarme para convencerme de salir con ellas esa noche.
Cuando logre salir de la casa iba bastante tocado y muy pensativo, había dejado las llaves de Eva en el recibidor, saliendo de su casa igual que entre, sin hacer ruido, o en todo caso el menor posible. Cuando me iba a retirar las escuche hablar de varias cosas, os contare algunas, en primer lugar las escuche decirse que se querían, también rechazar la idea de quedar conmigo porque sin duda querría follar con ellas, y en esos momentos según dijeron preferían ser solo ellas… o como dijo Eva también, “Luis no nos hace falta para nada…, ahora solo nos molestaría”, también oí algunas otras cosas de las que no me hizo nada de gracia enterarme así, no os digo el shock que me causo oír eso en sus labios, mas cuando creí que entre nosotros había una confianza… creo que después de eso empezaron otra vez a jugar entre ellas, pero yo ya había tenido bastante con lo que había escuchado decir a las dos… de hecho tenía demasiado.
Me fui para casa hecho un autentico lio, entre lo de Erika e Ingrid, y ahora esto… bufff, creo que os podéis hacer una idea de cómo estaba en ese momento, todo a mi alrededor se desmoronaba poco a poco. Me fui directo a mi casa, de pronto como podréis suponer, no tenía ganas de nada, solo de meterme en casa y despertar del mal sueño que estaba teniendo. Cuando llegue lo primero que tuve que hacer fue quitarme la ropa y darme una buena ducha, porque la corrida que me había echado encima había sido de órdago… me había pringado pero bien pringado. Cuando salí de la ducha estuve pensando en que podía hacer ahora, y aunque os parezca mentira de lo primero de lo que me di cuenta es de que estaba muerto de hambre, me sonaban las tripas en estéreo, con lo que me puse a hacerme un bocata mientras tenia la mente puesta en todo esto que me estaba pasando, en todo lo que acababa de ver y oír con Teresa y Eva, en todo lo de Alemania… y paso lo que tenía que pasar cuando estas con un cuchillo sin estar a lo que tienes que estar.
Pegue un mal viaje con el cuchillo cortando un poco de jamón, con la puta mala suerte de que la punta del mismo se fue directa contra un lateral de mi pene que en ese momento estaba semierecto, dándome un pequeño tajo con ella a lo largo, empecé a sangrar como un gorrino y el pene a dolerme de narices. Como no se me cortaba la hemorragia y me dolía cada vez más, porque encima se me había puesto completamente tieso me toco irme a pasar vergüenza a urgencias… el resultado final de mi estupidez fueron cuatro puntitos de nada en la polla, una ganga que me dolía de cojones como os podéis suponer.
Una vez más me las apañe para que nadie se enterara de nada, incluida Ana… últimamente cada vez me mostraba más reservado con ella… y mas esquivo con las otras dos, algo de lo que evidentemente antes o después era consciente de que se darían cuenta, especialmente Ana que me conocía como la palma de su mano. Durante algún tiempo podría escudarme en mis estudios, pero eso no sería eterno, antes o después me tocaría darle explicaciones a alguien, y lo sabía. Veinte días después de esto todavía no sabía qué coño hacer con lo que había visto en casa de Eva, afortunadamente parece que no se dieron cuenta de mi presencia, ni comentaron sus padres que me encontraron, ni nada. En estos veinte días de sexo evidentemente con la herida nada de nada, agravado a demás por que uno de los puntos me dio problemas.
De la primera criba me libre por la herida, cuando me interrogaron sobre la repentina ausencia de mi interés por el sexo recurrí a la herida para darme más margen de tiempo para ver si era capaz de decidir qué coño hacer con todo esto. Aunque eso sí, conseguí más tiempo pero evidentemente me lleve la bronca padre por no decir nada a nadie, principalmente de Claudia que era la responsable… después como es evidente llego el descojone total de todas ellas. En este punto como podéis comprender mi cara no era muy amistosa que digamos con el cachondeo, pero Ana se dio cuenta de que había algo más en todo esto… Evidentemente no era mentira pero me conocía más que de sobra como para no darse cuenta de que no estaba nada normal últimamente. Según me dijo era más o menos como lo que me solía pasar a mí con ella cuando no estaba bien, que no sabía el qué, pero si sabía que algo estaba pasando que no podía ver…
Al final Ana me hizo pasar a su casa un día cuando regresaba de la universidad, entonces me sentó en el sofá de un empujón sin el menor miramiento, cruzo los brazos sobre su pecho y con una cara muy seria me pregunto directamente…
- Ana : ¿Qué es lo que te pasa?
- Yo : Pues nada, que tengo una herida en una zona la mar de sensible y me duele un montón
- Ana : Luis, que soy yo, nunca me habías ocultado algo así… que es lo que pasa, por favor.
- Yo : Si te lo digo me aseguras de que no saldrá de aquí…
- Ana : Joder Luis, venga ya, sabes que soy una tumba…
- Yo : Lo digo en serio, ni Erika, ni Ingrid y ni mucho menos Eva o Teresa… hablo muy en serio Ana.
- Ana : De acuerdo, nada a nadie… pero dime qué coño pasa joder Luis, me estas poniendo de los nervios con todo esto.
Me levante del sofá, la di un beso dispuesto para marcharme… llegue a la puerta de la calle seguido por Ana que me seguía en silencio esperando lo que sabía de sobras que no la iba gustar nada, y más cuando estaba claro que me iría después de decírselo para no discutir, abrí la puerta y entonces la conteste…
- Yo : Estoy pensando en cortar la relación con Eva y Teresa, ser solo amigos nada más, si es que las interesa todavía…
- Ana : ¿Pero qué coño estás diciendo Luis?, Como broma no la veo la menor gracia joder…
- Yo : No creo que me estés viendo reírme, ni con cara de estar de broma…
- Ana : Pero joder… tengo que…
- Yo : Tú no tienes que hacer nada, me lo prometiste Ana… procura no defraudarme, ¿vale?, sabes que confío mucho en ti y en que no intentaras algo que me perjudique, pero por favor mantente al margen de esto… por favor Ana, no bromeo.
Después de eso la di un beso en la mejilla y la solté un “te quiero Anita”… por detrás de ella vi como Claudia se apoyaba en el quicio de la puerta con el hombro, cruzando sus brazos bajo su pecho, mirándome también seria y preocupada… por su cara me temí enseguida que nos hubiera oído hablar a los dos, solo esperaba que se estuviera calladita y sin meterse si así había sido.
CONTINUARA