Hasta el día de hoy 56
Sorpresa en la última semana con Erika e Ingrid y más sorpresas todavía que me estaban aguardando en esa semana. Poco sexo aviso de antemano.
Hasta el día de hoy 56
La semana siguiente que pase con Erika e Ingrid fue un poco monótona en cierto sentido, por las mañanas turismo, medio día siesta para recuperar fuerzas, tarde mas turismo y por la noche a follar como descosidos hasta que los tres quedábamos para el arrastre, creo que ahora os explicareis mejor lo de las siestas… después de comer ninguno dábamos ya para más. Y no os creáis, que el primer día intentamos ser a medio día igual de salvajes que por la noche, pero a la mañana siguiente tras la nochecita estábamos como zombis los tres, así que la siesta fue sagrada los restantes seis días.
Ahora viene la semana espinosa de verdad, la tercera semana que pase allí con ellas. El primer día cuando me levante me encontré con Ingrid en la cocina preparando el desayuno, pero solo para los dos porque según me dijo Erika había tenido que salir. Al principio no le di mayor importancia, pero cuando vi como Ingrid me miraba de reojo después de decírmelo… no sé, me pareció raro la forma de mirarme, así que esta vez volví a preguntarla pero sin soltar el bocado como se suele decir, no la permití escabullirse, al final me dijo que cuando volviera Erika lo vería, que traería una sorpresa, que seguro que me gustaría muchísimo. Lo dijo de una forma un tanto tensa, digamos que entonces sí que me mosquee de verdad, tuve claro que lo que fuera a Ingrid como que no, no un no rotundo pero que un si tampoco vamos, estaba así, así con la sorpresa. Después me dijo que cuando acabáramos de desayunar debíamos de ir a hacer unas compras, acto seguido me metió un poco de prisa para que la ayudara y acabar pronto para irnos. Pude ver como se sorprendía cuando oímos como se abría la puerta entrando Erika, tuve claro que Ingrid no la esperaba todavía.
Según entro Erika por la puerta con la “sorpresa” entendí perfectamente el porqué de estar así Ingrid, también entendí que más me valía permanecer calladito y no dar muestras del enfado que estaba empezando a entrarme. Detrás de Erika entraron por este orden, Ana, Teresa y Eva… pero que “agradable” sorpresita que me acababan de dar las cinco. Como ya las iba conociendo bien, pero sobre todo las reacciones de Ana, Eva y Teresa junto con las de Erika, me había dado cuenta cuando entraron que iban preparadas para que yo explotara, así que decidí no darlas ese gustazo. Me calle como un cabròn, no dije esta boca es mia, me limite a volverme hacia Ingrid y echarla una mano para seguir preparando más cantidad de comida ya que se había ampliado de repente el número de comensales.
Después de desayunar Ingrid y yo nos fuimos a comprar, dejándolas a todas allí juntitas, y por lo que pude darme cuenta, un poco perplejas porque yo no hubiera dicho esta boca es mia sobre la “sorpresa”. Si algo tenía claro es que todas ellas habían estado esperando todo el tiempo a que yo saliera por algún lado antes o después con el tema de esta visita, pero al no haber abierto la boca y haberlas tratado con toda normalidad estaban las cinco… digamos que algo intermedio entre sorprendidas y recelosas.
- Yo : ¿No deberían que haber llegado a la casa hasta más tarde no Ingrid?
- Ingrid : ¿Por qué lo dices?
- Yo : Por tu cara y por la que puso Erika cuando entro al mirarte, me pareció que te pedía disculpas o algo así con la mirada…
- Ingrid : Veo que te diste cuenta. Empiezo a creer que te estamos subestimando Luis. ¿Alguna cosa más que quieras preguntarme sobre esto?, ¿Alguna otra cosa?
- Yo : ¿Si te pregunto el porqué han venido mi prima y las chicas me lo dirás?
- Ingrid : Pues para pasar unos días con nosotras, ¿qué pensabas que Erika solo te echaba a ti de menos?. Me ha parecido un poco presuntuoso de tu parte, eso sí que no me lo esperaba de ti, la verdad.
- Yo : Ingrid no sé si es que yo no me he explicado bien, o tú no te estás queriendo dar por enterada. Evidentemente se que Erika también echaba de menos a Ana, lo de Eva y Teresa no me extraña tampoco nada, aunque sí que debo de reconocer que me ha sorprendido un poco. Pero como te digo nada raro que quieran también venir a verla unos días ninguna de las tres.
- Ingrid : ¿Entonces a que viene esa pregunta?
- Yo : Venga Ingrid, ¿de verdad me tomáis por alguien tan, tan estúpido…?
- Ingrid : No entiendo a que te refieres…
- Yo : Ya vale Ingrid déjalo, te lo preguntare de otra forma ya que si no veo que te vas a estar yendo por las ramas cada vez que hables. ¿Cuál es el verdadero motivo por el que están aquí mi prima, Eva y Teresa?... Si no me lo quieres decir vale, pero por favor Ingrid, no me tomes por gilipollas, ¿estamos?
- Ingrid : Veo que sí, que en efecto has crecido mucho en este tiempo que no te hemos visto… antes ni te hubieras planteado el que pudiera pasar algo. Lo siento Luis pero no soy yo quien tenga que darte explicación de ningún tipo, si es que hay que darte alguna.
- Yo : Gracias Ingrid.
- Ingrid : Jajajajaja, ¿Gracias por no decir nada?... Jajajajaja, por lo menos no te has cabreado, veo que también en eso has madurado bastante Luis.
- Yo : Gracias por nada no Ingrid, las gracias son por haberme contestado.
Después de esto me incline sobre ella y la di un beso en la mejilla, repitiendo el gracias. En algo sí que había tenido razón Ingrid, desde luego, si algo había aprendido con ellas en todo este tiempo es que no me dirían ni la mas mínima, si quería saber algo lo tendría que averiguar por mí mismo. Como podéis suponer de Ingrid no saque nada en claro, pero el hecho de que después de esta pequeña actuación mia mientras estábamos comprando viera como intentaba analizar en silencio todo lo que habíamos dicho por si había metido la pata y por eso lo de darla las gracias, al menos sí que conseguí en cierta forma con ello, la confirmación de que efectivamente estas tres no había venido de forma gratuita, sino que había algún motivo para ello y me quedo más claro todavía que lo que fuera estaría teniendo lugar ahora. Si eso era así, entonces me acababan de sacar de la casa con la excusa de acompañar a comprar a Ingrid, algo que ninguna de las dos me habían permitido en los quince días que llevaba allí con ellas cuando habían ido a comprar, siempre me quede con la otra en casa haciendo… cositas o echándolas una mano con lo que fuera. Estaba meridianamente claro que lo que querían entonces era poder hablar tranquilas sin que yo pudiera sorprenderlas por casualidad o porque las escuchara a posta, no me querían cerca de ellas en ese momento por si las moscas, aunque no entendí el porqué se habían adelantado tanto en volver. cuando lo que fuera hubieran podido hablarlo por ahí y sin el riesgo de que me diera cuenta de que algo pasaba... sinceramente no acababa de entenderlo, y menos semejante error en algo que seguro que venía de Erika.
Durante el resto del día fui como la sombra de Ingrid, estuve a todas horas con ella, incluso cuando llego la hora de la siesta, como había que compartir camita me largué con ella también a dormir, y si mal pensados, solo a dormir, entre las caras sorprendidas de las otras cuatro y la propia Ingrid. Quería ponerlas nerviosas y que ninguna de ellas pudiera hablar con Ingrid sin estar yo delante, quería que pensaran que algo debía haber pasado en la compra que no quería que Ingrid contara y creedme que lo conseguí. Estaban las cuatro cada vez más nerviosas, sobre todo cuando Ingrid se levanto a las cuatro y media seguida de mi persona a la vez, cuando a mi antes de las cinco había que moverme para levantarme con grúa.
Observe como discretamente intentaban alejarme de ella para que Erika pudiera hablar a solas pero siempre me las apañaba para aparecer por donde estaban a los 15 segundos de lograr quedarse solas las dos, lo peor fue cuando intentaron cambiar de persona para hablar con Ingrid y les paso lo mismo, no había forma de mantenerme alejado más de 15 segundos de ella. Por la tarde después de que casi todas lo intentaran fue la propia Ingrid la que me pregunto aprovechando que estábamos solos…
- Ingrid : ¿A qué juegas Luis?
- Yo : A nada, ¿por qué?
- Ingrid : Porque lo parece, no te separas de mi ni medio metro…
- Yo : ¿Y vosotras?
- Ingrid : ¿Nosotras qué?
- Yo : ¿Que a que jugáis? ¿Para qué queríais sacarme de aquí esta mañana?
- Ingrid : No se dé que me hablas…
- Yo : Mira tú por dónde, ni yo de que me hablar tu, que cosas que pasan, ¿eh Ingrid?, ninguno sabemos de qué habla el otro, que mala suerte.
Al final paso lo que yo quería que pasara, que explotara alguna de ellas con la situación que estaba creando. Lo que no me esperaba es que fuera Erika la que lo hiciera, joder que mal lo vi cuando salto ella… sí que debía de estar nerviosa por todo para saltar como salto.
- Erika : Quieres dejar de una vez de molestar a Ingrid, Luis.
- Yo : No sé por qué me dices eso Erika, no creo que la este molestando, si lo hiciera ella misma me lo diría, sabes que no se andaría con tonterías. ¿Así que dime a que viene eso?
- Erika : Viene a que no la dejas respirar ni dos segundos, estas siempre encima de ella… ya vale Luis, me vas a hacer enfadar de verdad como no la dejes…
- Yo : ¿Quieres que me vaya?
- Erika : ¿Cómo dices?
- Yo : Que claramente estas celosa de que este tanto tiempo con tu novia, por eso te lo vuelvo a preguntar, ¿Quieres que me vaya de tu casa?
Erika se quedo con la boca abierta por la sorpresa, y todas las demás no se quedaron menos sorprendidas por mi repentina salida del tiesto. Estaban todas visiblemente preocupadas por lo que fuera y mi reacción no había servido desde luego para despejar las dudas que pudieran tener al respecto, diría que incluso se habían agudizado en muchos enteros. Estaba claro que algo había pasado o algo estaba pasando con estas cinco, y tenía que ver de alguna forma conmigo, estaba casi seguro de ello, vamos seguro al 99% de ello para que os hagáis una idea. El problema es que todo esto mío iba de farol porque no tenía ni la menor idea de lo que estaba pasando allí pero eso ellas no tenían porque saberlo y para ello debía de evitar hablar de nada de nada, no fuera que metiera la pata descubriéndome. Debía de seguir como hasta ahora pero teniendo cuidado también de no romper la cuerda.
- Ana : ¿Se puede saber qué coño te pasa Luis?
- Yo : ¿A mí?... que yo sepa no me pasa nada
- Erika : Entonces a que ha venido eso de que si quiero que te vayas de aquí… ¿Qué es lo que te pasa?
- Yo : ¿A mí?, os repito que a mí no me pasa nada, mejor sería preguntar qué es lo que os pasa a vosotras, lleváis todo el día intentando alejarme como sea de Ingrid, cuando esta mañana me habéis colocado claramente con ella como un fardo para quitarme de en medio… y no me tomes mas por imbécil Erika, que me estáis empezando a cansar todas con eso, de verdad, me estáis cansando más de lo que os podéis llegar siquiera a imaginar.
- Erika : Según tu qué es lo que está pasando aquí…
- Yo : ¿Según tu debo de preguntar por algo a lo que no me vais a contestar ninguna con una verdad o si veis la ocasión intentareis salir por la tangente para no decirme nada?, ¿Pero tú qué quieres Erika, que me enfade todavía más si me mentís en algo cualquiera de vosotras?
- Erika : ¿Y por qué piensas que te mentiremos y no te diremos la verdad…?
- Yo : ¿Qué me estas ocultando Erika?...
- Erika : ¿Cómo dices…?
- Yo : ¿Ingrid te estoy molestando de alguna forma o te sientes incomoda con mi comportamiento hacia tu persona en algo a lo largo del día de hoy?
- Ingrid : La verdad es que no me has molestado para nada Luis…
- Yo : Gracias cielo –le di un besito en la mejilla a Ingrid- asunto cerrado
- Erika : No me has respondido a mi pregunta Luis…
- Yo : No Erika, quien no has respondido has sido tú, te has ido por la tangente como dije, te has limitado a responderme con otra pregunta. Ahora soy yo quien no quiere seguir hablando de esto más.
Durante toda esta… digamos que un tanto ecléctica conversación, me di cuenta de una cosa que me preocupo sobre manera, quizá porque había estado pendiente de otras cosas que no eran las habituales en mi, había sido capaz de vislumbrar algo que hasta ese momento se me había pasado siempre por alto con ellas. Por primera vez me di cuenta de que enfrente de mi tenia a cinco mujeres “interesadas” en mi y que con sus peculiaridades personales me estaban en cierta forma “compartiendo”, por primera vez fui consciente de que ese “compartiendo” me traería problemas antes o después. Pude apreciar que ninguna de las cinco parecía dispuesta a ser ella una de las que salieran de ese “compartiendo”, y que antes o después me vería quizá obligado a elegir si antes no elegían las circunstancias por mí.
A ver como intento explicar lo que sentí y porque decidí arriar las velas y dar un giro de timón hacia aguas más tranquilas. Digamos que fue un cumulo de sensaciones, ideas y situaciones contradictorias que en cierta forma por mucho que no lograra entender me daban la impresión de que estaban perfectamente entrelazadas entre sí. Erika e Ingrid en Alemania y siendo pareja, Eva y Teresa conmigo en España estudiando y liándose con quien querían cuando querían, Ana que es prima mia y por tanto familia, yo que se podría decir que de momento iba en cierto modo por libre, o más bien que me estaban entre todas permitiendo ser todavía libre. Me parecían como fichas de tetris, solo que no lograba hacer que rotaran y encajaran entre ellas de ningún modo. Pero lo cierto es que en ese rato en ningún momento vi ninguna de “mis chicas” por ningún lado, eran cinco mujeres echas y derechas que me dieron la impresión de que sabían muy, muy bien lo que querían… aunque yo no tuviera nada claro el que era.
Ninguna de ellas volvió a insistir con el tema, seguí sin dejar a Ingrid ni a sol ni a sombra, pero por alguna razón Erika por ejemplo ya no parecía tan preocupada, supuse que de alguna forma Ingrid había logrado trasmitirla que no había hablado de nada conmigo, fuera lo que fuera eso que la preocupara. Entendí que no tenía sentido seguir así con Ingrid, pero no quería dar ni media pista sobre nada con respecto a mí, así que seguí con Ingrid todo el resto del día. Al final incluso decidí compartir la cama con ella y con Erika si me lo permitían, pese a la presencia de Eva y Teresa… con cierta reticencia por su parte me lo permitieron, quienes no vi muy conformes con ello fue a Teresa y a Eva, supongo que debían de considerar que ya llevaban demasiados días las dos disfrutando de mi a solas.
Durante el resto de esa semana fueron repartiéndose como las dio la gana a ellas para estar conmigo, siempre en tríos, Erika y Eva, Erika y Teresa, Ingrid y Eva, Ingrid y Teresa, Erika e Ingrid…, incluso en dos ocasiones con tres de ellas. La única pareja que no se dio en ninguna de las ocasiones fue la de Eva y Teresa, por alguna razón ellas dos nunca se aprestaban a estar juntas conmigo e interactuar entre ellas desde el día aquel con Erika… No diré ahora que me preocupara o algo así, pero me resultaba ciertamente curiosa la situación. El último día que estuvimos allí me dieron una sorpresita de aúpa por la mañana.
Cuando me desperté por la mañana, me encontré con varias cosas extrañas sucediendo en torno a mi persona. Por una parte alguien me estaba chupando la polla con delicadeza, despacio, entreteniéndose en disfrutarla y que yo lo disfrutara. También tenía mis manos y pies atados, supuse que a la cama con algo muy, muy suave… algo de seda supongo. Sobre mis ojos tenía una especie de venda que por el tacto sobre mis ojos debía de haber sido hecha con un pañuelo también de seda o algo similar. Por el sonido podía saber que había varias personas en la habitación, pero no lograba saber cuántas ni quiénes eran las que estaba allí, de vez en cuando sentía como salía alguna para después volver a entrar. No sabía si estaban allí, dos, tres o cuatro, ni quienes, salvo mi prima evidentemente, a la que deseche en el acto.
Sentí como mientras una me estaba chupando la polla, otras dos se dedicaron a mis pezones, cada una se dedico a lamérmelos, mordisqueármelos y arañármelos con las uñas… Estuvieron besándome por todos lados, el cuello, las orejas, mordisqueándome los lóbulos… pero no era capaz de identificar a ninguna de ellas, no sabía quien estaba haciendo que cosa sobre mi cuerpo. Cuando mi polla empezó a escupir leche, note como solo una de ellas la recogía toda con la boca, dado que después pude oír sonidos como de besos, supuse que se estaban pasando de unas a otras mi corrida mientras se besaban. De hecho confieso que lo pregunte y entonces la voz de Erika me dijo que sí, que todas tenían derecho a probarla y que esa era la mejor forma de hacerlo, beberlo directamente de la boca que recogió “la cosecha”.
Por las risitas que oí creo que en la habitación en ese momento además de Erika estaban también Eva y Teresa… no sé si también estaría Ingrid. Después volvieron sobre mi cuerpo, dedicándose dos de ellas a la vez a lamerme la polla, una usaba su lengua sobre ella mientras la otra la usaba sobre mis huevos, antes de que pudiera darme cuenta estaba otra vez como una moto de 1000cc, a plena potencia. Note como una de ellas se situaba sobre mi cuerpo, concretamente sobre mi polla mientras otra la guiaba esta hasta su entrada… sentándose poco a poco después, pero manteniéndose en semicunclillas por decirlo de alguna forma comprensible… Lo malo es que al estar de esa forma no tenía suficiente contacto conmigo como para poder saber quien de ellas era quien estaba follàndome, porque nada mas empalarse del todo empezó a moverse, emitiendo gemidos muy, muy ahogados, como si ella también llevara una mordaza como yo. Poco después sentí como me separaban las piernas haciendo que las alzara un poco para una de ellas meterse debajo de la que me cabalgaba y lamerme los huevos con la punta de la lengua… ni os digo como me puso el jueguecito.
Por la forma en que se movía la cama creo que había dos de ellas de rodillas sobre los laterales de ella para servir de soporte a la que me estaba follando, sosteniéndola cuando llegaba al orgasmo para evitar que pudiera caer sobre mí y yo pudiera identificar quien era… os juro que el jueguecito este me traía loco, eso de no sabe quien era quien me llevaba los demonios, y más cuando no me dejaban decisión ninguna. Cuando después de correrme por segunda vez en el interior de una de ellas, las pedí que me desataran para poder hacerlas disfrutar también a ellas, me dijeron que no, bueno concretamente fue Erika la que llevo la voz cantante hablando según ella por todas. Parece que opinaban que yo siempre procuraba que ellas fueran las que se lo pasaran de muerte, y que hoy me había tocado a mi servir de juguete, que no me preocupara por si ellas disfrutaban o dejaban de disfrutar, que ese era mi día, no el de ninguna de ellas.
Ese día me corrí como cinco veces, hasta que mi nabo dijo basta, llego un momento en que me empezaba a resultar doloroso penetrar a ninguna mas de ellas. Debo también de confesar que yo no fui quien dijo nada, mi manía de intentar no defraudarlas supongo, fue Ingrid la que se dio cuenta de que me debía de estar pasando algo por los gesto que intentaba ocultar como de dolor, haciendo parar a todas y comprobando que tenia la polla completamente irritada. Ni os digo la bronca que me callo encima por no decir nada cuando las demás se dieron cuenta de ello. Llego un momento en que perdí la cuenta de cuando coños, culos y bocas había tenido sobre mi polla, hasta el punto que no puedo asegurar para nada el que Ana no hubiera participado en la orgia que se montaron conmigo, es más una de las veces me pareció oler su perfume en la sala, pero fue solo por unos segundos nada mas, pudo haber entrado a llevar algo a las demás o… bueno no sé, reconozco que la posibilidad en ese momento de que también estuviera ella me puso todavía más brutote de lo que ya estaba, pero cierto es que tampoco dije nada o hice el menor comentario al respecto.
Como comprenderéis tampoco pregunte nada sobre quienes de todas habían participado y quienes no, en un momento dado había cuatro liadas conmigo así que esa pregunta solo significaría que preguntaba realmente si Ana había estado también en el ajo o no, algo que no creo que estuviera preparado para saber en ese momento, o que dado todo lo vivido quizá es que prefería no saberlo.
Por si alguno desea saber que era lo que de verdad pensaba en esos momentos sobre si Ana había estado o no, la respuesta es sí. Sinceramente si creía que Ana había participado en esa juerga, solo así tenía sentido lo de la venda sobre mis ojos para no ver quien era quien, o sus infinitas molestias para que no pudiera saber quien hacía que cosa. Que no tuviera forma de poder identificar a ninguna de ellas en todo el tiempo… En fin, tampoco era que me interesara en esos momento complicarme la vida sabiendo si había estado o no, si hubiera estado ya había pasado y punto.
Volvimos al final los cuatro para España sin más contratiempos. Erika e Ingrid me hicieron prometer que por navidades pasaría al menos algunos días con ellas otra vez, algo que acepte sin dudar. Cuando se despidieron de las chicas pude observar entre las cinco miradas de complicidad… en lo que fuera, bastante tenía yo ya con lo mío. Empezaba el tercer curso de mis dos carreras y la obligación de seguir manteniéndolas por encima de 9 las dos.
CONTINUARA