Hasta el día de hoy 47

El día de la marcha de Erika… mi especial despedida en el aeropuerto… me sucede algo surrealista… eso no me podía estar sucediendo a mi

Hasta el día de hoy 47

La marcha de Erika fue algo bastante duro de llevar para mi, afortunadamente no todo lo duro que pudiera haber sido ya que como Erika misma me dijo, me quería ver por Alemania por lo menos quince días en el mes de Agosto, a poder ser para mediados de mes, para pasar juntos allí esa quincena, sin contar con que por navidades si me apetecía pasarme unos días de, como ella mismo lo denomino, frio espantoso en Alemania siempre sería bien recibido por ella, y riéndose me aseguro la jodìa que dentro de su cama no tendría nada de frio…, con estas invitaciones y estos pequeños cachondeos intento que no me agobiara demasiado. Queráis o no eso fue de bastante ayuda para amortiguar en cierta medida el palo que me supuso su marcha, al fin y al cabo no sería un adiós y hasta siempre, y eso al menos es algo, aunque interiormente pienses que quizá solo sea algo para quedar bien o por lo menos que tu no quedes tan hecho polvo.

Lo que si me temí de todo lo que me dijo de que esos quince días, es que tendría para mi solito a Kara, Ingrid y a ella, os puedo asegurar que se echo a reír al ver la cara que puse después de que me dijera eso mismo. Según ella no me tenía que preocupar por nada, que no todo seria follar y follar, que ellas querían disfrutar conmigo, y no solo de mí. Ni os cuento el alivio que me supuso esta aclaración que me hizo sobre lo que me esperaba, no todo seria follar, pero sí que fallaríamos, creedme que eso también me alegro lo mío, que si, os aseguro que me alegro un montón. También me alegro un montón la invitación para ir a verla por navidades “si quería”. Debo de confesar que interiormente pensé que era una forma delicada de Erika para hacer que yo fuera soltando amarras con ella poco a poco sin que lo pasara excesivamente mal, pero tenía claro que pensaba tomarla la palabra al pie de la letra.

Durante los últimos días tuve muchas conversaciones con Erika sobre un montón de temas, evidentemente mis "carreras" fue uno de los temas estrella del asunto, me dejo muy claro que me debía de partir los cuernos para sacarlas como fuera, que según ella no solo era lo bastante inteligente para poder hacerlo tranquilamente, sino que además era perfectamente capaz de hacerlo también con nota... pero me dejo además muy claro que podía hacerlo con nota las dos, mas tomar alguna clasecilla de Francés, Ingles y sobre todo Alemán para ir poco a poco perfeccionando, o lo que según ella era todavía mas importante, no perder nada de nada de lo que ya sabía, que según ella era mucho, que hablaba los tres idiomas de una forma mucho más que aceptable.

Reconozco que a medida que se iba acercando el día de la marcha definitiva de Erika me iba volviendo poco a poco más neurótico con todo el asunto en cuestión. Empecé incluso a plantearme muy seriamente la posibilidad de hacer una de las carreras solamente, pero en Alemania, con ella... mi problema era como planteárselo para que aceptara. Si lo sé, después de todo lo que he ido contando aquí es de genero estúpido esperar que ella aceptara algo así, pero creedme que eso se ve mejor desde fuera que cuando se está metido dentro, incluso yo mismo ahora me doy cuenta de que era una solemne estupidez por mi parte el pretenderlo siquiera, y más sabiendo lo que se ahora mismo. Pero aun en ese caso os aseguro que en ese momento me pareció una idea maravillosa que Erika seguro que aceptaría encantada.

No os diré que me mando a hacer puñetas... pero os aseguro que casi, casi. Incluso creo que no la faltaron ganas de soltarme dos guantazos, el primero por idiota y el segundo por si perdía el primero...

- Yo : Erika que te parecería de hacer la carrera en Alemania, al menos una de ellas... seguro que es mejor para mi futuro el haberlas hecho en universidades alemanas que en las españolas...

- Erika : Voy a hacer como que no he oído eso que has dicho... porque no creo que seas tan estúpido como para no saber que no tienes el nivel de conocimientos de Alemán suficientes como para poder hacer una carrera de ese nivel allí... y menos como tu lo pretendes, todo en Alemán.

- Yo : Pero si tú me has dicho que lo hablo muy bien, entonces...

- Erika : Vale de tonterías Luis, no te vas a venir a vivir a Alemania conmigo, punto y final. Ahora mismo no estás preparado para poder tomar esa decisión, debes de acabar aquí tus carreras con las mejores notas que puedas, sin dejar nunca de estudiar los tres idiomas para perfeccionarte y así poder conseguir un estupendo puesto de trabajo que te permita hacer lo que tú quieras, lo que más desees... Si de verdad quieres hacerme feliz... por favor Luis, limítate a lo que te estoy pidiendo, y de esa forma te aseguro que seremos felices los dos... cariño.

Esa fue más o menos la conversación resumida en pocas palabras, aunque os aseguro que tardo más de dos horas y cogerse un cabreo de cuidado el que yo me bajara de la burra de quererme ir con ella a Alemania, y ni os digo de el hacer yo la carrera en Alemania, y en alemán. Me costó bastante digerir que no me quería estar conmigo... cuando yo estaba deseado estar con ella, que no me quería con ella.

- Erika : A ver Luis, que te juro que ya me estas cansando... me estas poniendo de muy mala leche, te lo aseguro. Me puedes por favor decir, ¿Cuando te he dicho yo que no te quiero conmigo...?

- Yo : Joder pues ahora mismo, no quieres que haga contigo la carrera en Alemania, no quieres que estemos juntos...

- Erika : Mira cielo, lo que te he dicho y lo sigo manteniendo, es que no estás en condiciones de hacer ninguna carrera en Alemania salvo para suspender de forma desastrosa... No dominas lo suficiente el idioma hablado como para poder llevar una carrera tan técnica y difícil, cualquiera de las dos por la que te decidas, pero te recuerdo que por escrito con el alemán, la cosa es aun más desastrosa Luis. Te repito que lo hablas muy bien, pero solo a nivel coloquial, pero no con el nivel necesario para hacer una carrera tan compleja y difícil, cualquiera de ambas que eligieras. Así que te lo repetiré por última vez cielo... Haz aquí lo que planeamos y no te preocupes de nada mas cariño...

Después de esto que aunque pueda no parecerlo, a mi me sonó como si me colocaran una lapida encima de mi capacidad de decisión... fue mi última intentona de irme con Erika a Alemania. Después de soltarme eso que me soltó se abalanzo sobre mí para comerme a besos, aunque supongo que fue una forma como otra cualquiera de conseguir que dejara de darle vueltas a semejante estupidez por mi parte. Después de esta intentona hablamos hasta el día de su marcha más bien poco de pocas cosas, y follamos mucho, de hecho follamos todo lo que pudimos y en cualquier lugar que pudimos...

Afortunadamente nadie nos pillo en ningún renuncio, porque esos últimos días dejamos de lado nuestra habitual discreción, importándonos dos mierdas a ambos si alguien nos pillaba o nos podía ver. Supongo que el estar tan cerca del "final" nos quito cualquier preocupación que pudiéramos tener sobre "el que pensaran"... y al que no le gustara los dos opinábamos lo mismo, que se jodiera. Milagrosamente no paso nada ni nadie nos descubrió, o casi, pareció que los hados se aliaron con nosotros para ayudarnos en esos últimos días que tuvimos para nosotros, bueno o al menos para que no pasara nada grave en estos últimos momentos que nos dedicamos los dos, nunca mejor dicho.

El día de su marcha me emperre en ir con ella al aeropuerto para despedirla, teniendo en cuenta que su vuelo salía a las 5:55h de la madrugada ni os cuento como iba de zombi. Eso si me obligo a ponerme de punta en blanco para irme con ella a despedirla, según ella tenía que ir acorde con lo guapa que se había puesto ella también. No diré que me hiciera mucha gracia eso, la verdad es que pensaba ir como iba siempre, o sea, en plan algo friki, pero era lo mínimo que podía hacer, ya que la debía mucho, mucho y en todos los sentidos. Nada más llegar facturamos su equipaje, la mayor parte de sus cosas se las llevaría una empresa de mudanzas, porque según sus propias palabras, hubiera necesitado sino toda la bodega del avión para ella solita, de tantas cosas como resulto que tenía en España, cosas a las que no estaba dispuesta a renunciar, ni a desprenderse de ninguna. Además que como decía ella, tenía el dinero para poder llevárselas, y lo había ganado ella solita, ¿no?, pues eso, que con su dinero hacia lo que quería y eso era llevarse todas sus cosas y todos sus recuerdos.

Una cosa de la que siempre me acuerdo de esta despedida fue de eso precisamente, de la despedida que le di a Erika en el aeropuerto, quedaban poco menos de 20 minutos para que llamaran a embarque a los pasajeros de su vuelo, e iba siendo hora de que ella entrara en dicha zona y nos separáramos, pero antes digamos que me dio un venazo, y cogiéndola de una mano la dije que me acompañara un momentin… necesitaba un sitito discreto, donde no nos viera nadie para despedirme de ella como correspondía y sabia de un sitio donde no habría mirones o moscones.

Pero eso era más fácil de pretenderlo que de hacerlo, dado lo espectacular que se había puesto la jodìa, y creedme que no era nada fácil perderse de vista con Erika, imagináosla, rubia, alta, con mas curvas que una carretera de montaña, con una minifaldita de estas tableadas que si se levantaba un pelín dejaría al descubierto toda su ropa interior, botas negras altas… vamos un cañón de mujer a la que ningún hombre perdería de vista más o menos disimulada más de 3 segundos consecutivos. Pero tuvimos suerte y nos logramos perder sin que nadie se diera cuenta de dónde íbamos, ya que ese sitio tampoco es que fuera un lugar donde pudiéramos nosotros estar como ahora os explicare.

Me la lleve a un servicio de señoras que hay en cierto lugar del aeropuerto y que conocía por un viaje que había hecho con mi familia un par de años antes, mi madre se coló accidentalmente en el por un sitio por donde se suponía que no se podía pasar, era un servicio para tripulaciones que por lo que la dijeron cuando la pillaron saliendo casi no se usaba porque pillaba muy a tras mano, pero que estaba prohibido para el público por estar en la zona privada (para trabajadores y/o personal de aerolíneas) del aeropuerto, así que pensé que si podía repetir la experiencia de colarnos tendría un lugar donde no nos molestaría nadie, menos todavía viendo la hora que era.

Para suerte mía efectivamente todo estaba como aquella vez, no me costa nada pasar la susodicha puerta que seguía con el mismo problemilla, cuando alguien salía luego no se cerraba bien quedando entornada que fue justo como me la encontré también esta vez. Me introduje con ella detrás cogida de mi mano dentro del servicio ante la divertida mirada que me estaba dirigiendo Erika, divertida y muy caliente… la cabrona al ver dónde íbamos supuso enseguida lo que pretendía aunque se equivoco en cierta medida.

La hice meterse dentro de uno de los habitáculos, la obligue a ponerse de pie encima del retrete y levantándola la falda le hice a un lado su tanguita, metiendo mi cabeza entre sus piernas, sujetándola por el culo para sostenerla.  A medida que la lamia la rajita del coño ella me apretaba cada vez más la cabeza contra su entre pierna… cuando sentí que una de sus manos abandonaba mi cabeza entendí que estaba ya a punto de caramelo para su orgasmo, entonces frene el ritmo. Entonces metí mis manos por entre sus piernas haciéndola abrirlas del todo, apoyando mis manos contra la pared la deje sentada sobre mis antebrazos, con su coño completamente expuesto a mi boca, mi lengua y mis labios.

Esta era una posición que no era la primera vez que empleaba, pero que requería de una enorme fuerza y no me permitía tirarme mucho tiempo jugueteando con mi pareja por el cansancio obvio a que me sometía el tenerla sentada sobre mis brazos. Afortunadamente como nos metimos en el de minusválidos teníamos espacio más que de sobra para poder movernos y maniobrar para colocarnos lo mejor posible. También reconozco que los soportes para que estos se apoyaran para usar el baño me ayudaron lo suyo para cansarme lo menos posible, dándome un entorno perfecto para poder hacerle esto a Erika.

Empecé a machacarla el clítoris con mi lengua sin parar, jugueteando con el con la puntita hasta hacerla alcanzar un orgasmo que a duras penas pudo reprimir (los gritos y jadeos se entiende). Sin dejarla ni un segundo continúe mi trabajo con la lengua sobre su coñito, moviéndola como una culebrilla introduciéndose en su interior, jugueteando con ella y saboreando sus jugos. Como colofón final le hice la “putadita”, la pince el clítoris con mi lengua justo en el momento en que alcanzaba su orgasmo… manteniéndola en lo alto del clímax el tiempo que estime oportuno para no dejarla desecha, ya que tenía que volar en unos pocos minutos, pero si como para que se fuera completamente satisfecha de sexo por unos días después de esta despedida.

Después de esto la hice sentarse sobre la taza para que se recuperara, algo que tardo pocos minutos en hacer, en eso estábamos cuando al mirar la hora nos dimos cuenta de que era muy tarde, solo le quedaban cinco minutos para que terminara su embarque o poco más. La dije que se fuera que yo necesitaba descansar todavía un poco más porque estaba agotado, la verdad es que no quería que me viera llorar. Antes de irme me beso en los labios y me dijo que me quería, que nos veríamos en las vacaciones como prometimos, me volvió a besar y acabando de arreglarse se dio media vuelta para irse. Vi como salía por la puerta corriendo hacia su avión.

Cuando se cerró la puerta la lágrimas estuvieron a punto de saltárseme cuando se abrió la puerta del servicio donde estaba sentado apareciendo una chica morena preciosa vestida con un uniforme de azafata…

- Desconocida : Deberías irte tú también para que no te pillen aquí… además creo que le gustaría que estuvieras allí viendo como se marcha su avión…

Ni os cuento el respingo que pegue cuando abrió la puerta, pero ni comparación con cuando me dijo eso. Creo que no me dieron las cuarenta cosas de milagro.

- Yo : Lo siento es culpa mía el colarnos aquí yo….

- Desconocida : Shhhhhhh, tranquilo que no diré nada… pero vete que tienes que despedirte de alguien.

Ni os cuento como salí de allí, como alma que lleva el diablo, aproveche su bondad para poner pies en polvorosa ya que había sido tan amable de no chivarse de nuestra presencia allí adentro, donde se suponía que no podíamos estar. Desde uno de los ventanales que daban a las pistas pude ver como el avión que se llevaba a Erika hacia su Alemania natal empezaba a maniobrar para colocarse en cabecera para iniciar su carrera, esa carrera que lo catapultaría al cielo alejándola de mi, esperaba sinceramente que no para siempre… pero aun así tenía un nudo en el estomago, ardor en los ojos y una enorme congoja en el alma.

Por fin el avión despego llevándosela de mi lado, por lo menos hasta el momento de reunirnos otra vez en el mes de agosto en su ciudad, porque tenía muy claro que iría a verla si o si. Cuando me di la vuelta para irme para casa, aguantando las ganas de llorar como un jabato casi me pego un golpazo con la persona que tenia a mis espaldas, persona que no había sentido colocarse allí en ningún momento y eso que la terminar estaba prácticamente vacía, aunque pese a ser las seis y media pasadas de la mañana poco a poco iba cogiendo ritmo, empezando a verse ya movimiento de gente.

- Desconocida : ¿Ya se ha ido?

- Yo : Si, gracias por no decir nada de nosotros antes a nadie…

- Desconocida : No te preocupes, ya me gustaría que mi novio me diera a mí esas despedidas…

Me puse como un pimiento morrón, colorado, colorado al darme cuenta de que nos debió de estar viendo lo que hacíamos en el servicio. Por cómo se rio levemente al darse cuenta de mi color me di cuenta de que se había tenido que dar cuenta de todos mis pensamientos, algo de lo que tuvo la amabilidad de sacarme enseguida de dudas…

- Desconocida : Si, os vi lo que estabais haciendo, entre un poco después de vosotros, iba de echo a deciros que no podíais estar ahí pero cuando entre al oír los ruidos me pico la curiosidad y mire… ¿me perdonas?

- Yo : Claro, al fin y al cabo también te debemos el que no avisaras a seguridad y nos descubrieras, eso habría sido peor…

- Desconocida : Si, sin duda hubiera sido mucho peor… jajajajajaja.

No pude evitar reírme también con ella un ratito dada la situación. Como ya he dicho era una preciosidad, pero creedme que con el susto que llevaba en el cuerpo, la marcha de Erika y demás, tenía ganas de todo menos de estar allí parado hablando con una desconocida, por muy buena que esta estuviera. Lo que quería era irme a mi casita a pegarme una llorera de escándalo y no estar allí con esa mujer de palique. Solo quería que saliera ya su vuelo y se largara para poder irme yo también.

- Yo : ¿No se te hará tarde para coger tu vuelo…?

- Desconocida : Jajajajaja, veo que me quieres echar ya para irte…

- Yo : No, no es esa mi intención… este…

- Desconocida : Por fin te das cuenta de que no nos hemos presentado, veo que estas más que preocupado por la marcha de tu novia. Me llamo Patricia.

- Yo : Mi nombre es Luis, encantado…

Le tendí mi mano para que me la estrechara pero en vez de eso me planto dos besos, uno en cada mejilla a lo que le respondí de igual forma un poco bastante cortado, la verdad. Sinceramente no estaba nada acostumbrado a que me “asaltaran” de esta forma las mujeres. Debo además de señalar que la estaba viendo como se lo pasaba en grande ante mi evidente corte con ella.

- Patricia : Bueno Luis, es un placer haberte conocido y haber charlado un ratito contigo, no te entretengo que sin duda hoy no será un buen día al haberte separado de tu novia así.

- Yo : No es mi novia, es mi mejor amiga y confidente de hecho, a la que quiero muchísimo, eso sí.

- Patricia : Jajajajaja. Vamos, amiga con derecho a roce, en otras palabras, ¿no?

- Yo : Si es una amiga con derecho a roce, pero además como digo, es una de mis mejores amigas y confidente… -Todo esto como las amapolas de rojo.

Os juro que no sé porque dije eso, porque se lo aclare a esa desconocida, pero me pareció en ese momento que debía de puntualizarlo de ese modo, en cierto modo hacerlo tal y como Erika me pedía siempre que lo debía de hacer en referencia hacia nuestra relación. Os aseguro que no lo hice por nada más que eso, creo que fue como una especie de tributo hacia ella y no por ningún otro oscuro pensamiento que es sin duda lo que muchos de vosotros estaréis pensando en estos momentos. Sinceramente creo que hasta yo si me lo contaran lo pensaría también.

- Patricia : Entonces supongo que no tendrás novia porque si ella se enterara de cómo despides a las amigas con derecho a “roce”…. –Me lo dijo con una sonrisita maliciosa del todo.

- Yo : No, evidentemente no tengo novia, como crees…

- Patricia : Ahhhh… entonces estas libre de compromiso. Pues mira Luis hoy es tu día y mi día de suerte, ten este es mi número de teléfono, llámame algún día, por ejemplo en esta semana si te apetece y quedamos para tomar alguna cosa…

Me quede completamente bloqueado con lo que acababa de decirme… no entendía nada de nada, o mejor dicho, creía entender algo que tenía que ser del todo imposible que me pasara a mí, así que con mi habitual elocuencia solo fui capaz en mi cortocircuito de repetir…

- Yo : ¿Día de suerte…?

- Patricia : Claro cielo, tu acabas de quedarte sin amiga con derecho a roce y a mí me ha gustado como te has rozado con ella para despedirte… así que me encantaría que también me rozases como a ella…

Me dio un besito en la mejilla después de decirme esto, metiéndome un papelito en el bolsillo, sin contar con que aprovecho la ocasión para darme un buen sobeteo a la polla por encima del pantalón, y mi amiga que estaba un poco perezosa se despertó en el acto al sentir esas manos tocándola. Por lo que vi en sus ojos lo que sintió la debió de agradar, porque relamiéndose me dijo una vez más que la llamara que no me arrepentiría de hacerlo… dicho lo cual se despidió marchándose en dirección hacia la zona de embarque… moviendo el culito de una forma que se podría catalogar de hipnotizadora.

Me quede mirándola como se iba con cara de gilipollas, no me podía creer nada de nada de lo que acababa de pasarme. Antes de llegar al control de acceso a la zona de embarque se volvió para mirarme encontrándome con la vista fija en ella y la boca abierta. Vi como me sonreía guiñándome un ojo, después de cruzar el control volvió a girarse para verme por última vez, os juro que mi expresión no debía de haber variado en lo mas mínimo porque pude oír claramente como de sus labios escapaba una cristalina carcajada antes de darse la vuelta y perderse definitivamente rumbo a su avión… supongo.

Mire el papel que metió en mi bolsillo y en el apuntado estaba su nombre, su número de teléfono y debajo de esto me decía que era en serio, que esperaba mi llamada para quedar a tomar algo… o para lo que se nos pudiera ocurrir después que pasara o que hiciéramos. Os digo que me largue de allí a coger un taxi de vuelta a mi casa, durante el camino iba pensando en todo lo que me había pasado en el aeropuerto sin poder acabar de creérmelo del todo todavía. Fui todo el camino como en una nube de incredulidad por todo lo que había sucedido…

Cuando llegue a mi casa fue cuando me vino el palo del todo, hasta entonces había aguantado el tipo por la marcha de Erika, ya sabéis, la tontería esa de que los hombres no lloran, o por lo menos no lloran delante de nadie. Pues bien, os aseguro que yo me hinche de llorar ese día... hasta que llego Ana y me encontró en ese estado.

CONTINUARA