Hasta el día de hoy 21

Por casualidades me quedo solo con Eva... Al final los planes de Erika se cumplen con Eva... Ya solo me falta Teresa para completarlos... pero todo se andará

Hasta el día de hoy 21

En las dos siguiente semanas todo fue viento en popa, en el instituto parecía que seguían empeñados en saber de mi vida más que yo mismo, pero como no decía esta boca es mía creo que las chicas empezaban a perder el interés en mi poco a poco. Aunque demasiado lento para mi gusto, eso sí. Eva y Teresa eran un buen escudo tras el que refugiarse del acoso, Esther y María iban a lo suyo, es decir con sus respectivos y flamantes recién estrenados novietes. Quienes por cierto cuando nos vieron a Ana y a mí por primera vez no pudieron evitar decirles a sus noviecitas que era lo que hacían ellas cuatro con dos como nosotros, que no pegábamos con ellas ni con cola, eso si no os penséis que se escondieron, que no les importo una mierda que los dos les escuchásemos. A Ana le encantaron los chicos, cuando se fueron con María y Esther su calificativo más suave fue el de gilipollas integrales, con eso os digo todo. Lo que todavía no me explico fue como ninguna de las tres salto sobre sus yugulares… creed si os digo que me dejaron perplejo por su comedimiento.

Sus dos novias solo les dijeron que ya lo entenderían y vaya si lo entendieron, sobre todo en mi caso, ya que Anita me animo con claros gestos de que si no la hacía caso me capaba, a que me esmerara en arreglarme el primer día para que me vieran bien visto. El primer fin de semana salimos todos juntos por ahí, cuando los dos membrillos vieron a Ana se les caía la baba con ella. Conmigo digamos que les deje de parecer tan divertido y tan pringado inofensivo, sobre todo la parte en la que me quedaba a solas con sus novias haciendo trabajos en sus habitaciones en sus casas, cosa que estas tres cabronas se encargaron de pasarles a los dos por los morros... según dejo escapar en bajito para que no a oyeran la cabrona de Eva, esos dos habían tenido una visión de plaza de toros con dos protuberancias en la cabeza de cada uno y embistiendo el capote... ni os digo las carcajadas de Ana y Teresa... una mala leche las niñas estas

Los dos idiotas tuvieron su primera bronca gorda con "las cinco" por mirar donde no debían... se debieron pensar que con que no les vieran sus novias mirarle el culo a Ana sobraba, digo Ana por ser la novedad porque a Eva y Teresa se lo miraban siempre que podían también, para su desgracia descubrieron que esas cinco son como lobas, atacan en manada, cayeron sobre ellos a la vez. En fin que como me dieron pena les eche un capote, pero les advertí con la mirada que si seguían así se quedaban sin novias y parece que me entendieron porque dejaron de hacer el capullo, por lo menos ese dia... María y Esther se separaron un poco de Eva y Teresa ya que estaban casi a tiempo completo con sus novios, así que Eva y Teresa estaban cada vez más con Ana y conmigo. Parecía la cuarta amiga de esas tres, me contaban todos los cotilleos de los que se enteraban, incluidos los de María y Esther... que por cierto, haber qué coño me importaba a mi si sus novios se lo hacían bien o no, si ellas se corrían o se quedaban a dos velas casi siempre, si la tenían grande o no, si se la habían chupado o no, si.... Joder, que esto de ser una "chica" más me ponía a veces en unas situaciones incomodas de narices, y como les daba igual que yo estuviera delante... imaginad, con lo brutas que eran... Bueno la verdad es que la mitad de las veces tenía que hacer esfuerzos para no entrar al trapo, porque había cosas que... entre esas y con las que me daba el ataque de risa... Joder las niñas… Luego dicen que si nosotros hablamos… joder, joder.

Bueno pues el fin de semana ese de la segunda semana no recuerdo bien porque pero resulto que nos quedamos solos Eva y yo. Ana se fue con mis tíos, Erika a Alemania y Teresa creo que tenia comida familiar o algo así en otra ciudad así que... como no tenía ganas de salir decidí aprovechar que no había nadie para holgazanear todo el fin de semana, lamentablemente no conté con Eva que estaba exactamente igual que yo en su casa. Así que no sé ni porque, ni como, ni cuando... pero terminamos los dos juntitos escogiendo películas para el fin de semana. Fin de semana que se auto invito a pasarlo conmigo en mi casa ante mi mas total y absoluto asombro. Bien es cierto que no puse pegas, había camas de sobra y Eva me caía genial. Por lo menos tendría compañía el fin de semana y no me aburriría. Y no, os aseguro que no pensaba en follàrmela o algo similar... ¡¡¡Pervertidos!!!, siempre pensando en lo mismo... Aunque… Jejeje.

El viernes por la noche nos pusimos a ver la primera película, una de terror. A quien esté pensando que me aproveche de los sustos para acercarme a ella, que se me abrazara y después intentar tirármela que se olvide, a los quince minutos nos caían unos lagrimones de aúpa por causa de la risa... que mal hecha estaba la puta película, la verdad es que sustos no te daba, pero te descojonabas de la risa... Cuando acabamos de verla empezamos a hablar un rato de todo un poco. Llevábamos casi hora y media de conversación cuando me di cuenta de que poco a poco Eva iba dirigiéndola hacia un tema muy concreto, pero que lo estaba intentando llevar con sutileza, como para no espantarme o que me cerrara en banda, lo que realmente me hizo gracia.

Poco a poco la conversación derivo hacia Ingrid y Kara... Recuerdo que una de las veces Eva me pregunto de forma bastante directa si me había tirado a Kara en estos días y os puedo decir que se quedo con la boca abierta cuando directamente la respondí que si, y que antes de que preguntase por Ingrid la respuesta era también afirmativa. Muy serio me quede mirando a Eva, esperando su reacción, viendo como intentaba rehacerse de mi respuesta, intentando procesar lo que le había dicho... creo que no esperaba esa respuesta, debía de esperar que me saliera por la tangente.

Puedo decir que esta me pareció una ocasión tan buena como otra cualquiera de llegar más lejos con Eva, tal y como me sugirió Erika. Pero desde luego no pensaba forzarlo ni nada por el estilo, si surgía, surgía. También tenía claro que antes de nada debía de dejar claras con ella algunas cosas... si es que se daba el caso y era capaz de salir de la especie de shock en que se había metido con mi respuesta.

  • Eva: Vaya, y me lo dices así...

  • Yo: Y cómo quieres que te lo diga Eva, tú has preguntado y yo te respondo, además te amplio la respuesta contestándote tu siguiente pregunta.

  • Eva: Entonces tu y ellas...

  • Yo: Si, he follado con Ingrid y Kara, y si quieres más datos te diré que por separado y con las dos juntas, hicimos un trió también, como puedes ver el tiempo nos dio para bastante.

No os hacéis una idea de la cara de Eva, lo del trió la acabo de rematar. Casi me dieron ganas de preguntarla directamente si quería follar a ver por dónde me salía… pero como tan gilipollas no era y algo así lo mismo me jodìa las posibilidades… porque qué coño, que Eva era un pedazo de tía impresionante y si a Erika no la importaba, decidí que a mí tampoco, además que se lo había prometido, ¿no?, así que sabiamente se quedo solo en un maligno pensamiento. La pobre estaba desconcertada del todo, creo que de repente se había quedado sin ideas, había intentado con esa última intentona recuperar el ritmo y había vuelto a estallarle en la cara la respuesta. Era la típica situación que te deja que no sabes por dónde salir amen de con una sensación de ridículo e incomodidad muy desagradable. Decidí romper el hielo definitivamente con algo que me explico Erika y que para no variar no le preste demasiada atención en ese momento pero que ahora... quizá...

Le dije a Eva que era curioso estar con ella así, hablando de estas cosas con lo que me imponían ella y las otras tres. Vi como me miraba un tanto asombrada, entonces empezó a decirme que no la vacilara, que quien imponía era yo, tan joven y saliendo con mujeres tan guapas, con socarronería me soltó que por no decir otra cosa y ser una chica fina, como el caso de Ingrid y la misma Kara, o aquella de la otra vez que seguro que también era "preciosa", según me soltó la cabrona movía la cabeza sobre mi regazo con una gracia… si llega a saber que era Erika se queda de piedra. Era increíble, era tal y como me explico Erika, no pude evitar reírme, aunque lo de que la imponía debía de ser antes, porque la cabrona tiraba con bala. Eva me pregunto que porque era la risa y le explique más o menos lo que me dijo Erika, que por lo que se veía ambos pensábamos los mismo por diferentes motivos. Nos imponíamos unos a otros como idiotas, aunque parezca una estupidez esto sirvió para relajarnos del todo y empezar a juguetear entre los dos, con los típicos empujoncitos, golpecitos y pelea de críos...

El problema o la gran suerte de la típica pelea de críos es que cuando dos personas se gustan y están pensando en lo mismo termina de la forma típica, los dos pegándose el morreo padre, justo como acabamos Eva y yo, besándonos. Empezamos a darnos golpecitos y achuchones en plan críos, en una de estas la empuje hacia atrás, ella me engancho arrastrándome y quede encima suyo, con mi cara muy pegada a la suya y debo de confesar que fue ella la que se lanzo a besarme. Viendo esto me retire y la pedí disculpas diciendo que me había pasado, que no pretendía, etc... me reincorpore sentándome de nuevo en el sofá, pero si creía que había terminado todo con eso, Eva me saco rápido de dudas. Ni corta ni perezosa se reincorporo y empezó a quitarse el jersey quedándose en sujetador mientras se situaba encima mío empezando otra vez a besarme en los labios. Intente quitármela de encima, pero ante mi alegación de que no era posible que no quería una relación, ella se separo de mi con los ojos muy brillantes y me dijo que ella tampoco, que solo buscaba un "amigo con derecho a roce" y que adivinara quien había sido el afortunado en el sorteo para rozarse con ella...

Se incorporo sacándose de una pierna el vaquero y la braguita, quedando enganchados en la otra, yo mientras me bajaba el pantalón y el bóxer, quedando mi herramienta alzada en todo su esplendor, esplendor que había alcanzado su apogeo ya durante la peleíta de marras, que me puso a mil el tener rozándose conmigo a Eva. Me di cuenta que no tenia preservativo a mano, que debía ir a mi habitación pero no me hizo ni caso, según ella éramos dos jóvenes sanos y sin enfermedades y ella tomaba la píldora desde hacía años, así que... se sentó encima y se empalo poco a poco con mi herramienta.

Una vez entro toda empezó a moverse lentamente mientras la abrazaba besándonos. Un poco después empezó a acelerar el ritmo, cada vez aceleraba más, llego un momento que me era imposible seguir acariciándola porque se iba hacia atrás y si no la sujetaba se pegaría una leche al caerse de espalda que ni os cuento. Estaba como poseída, me cabalgaba desenfrenada hasta que le llego el orgasmo y se cayó hacia adelante, contra mi pecho. La abrace sin dejar de besarla, mientras dejaba que se recuperara empecé a pensar en algo que me dijo Erika cuando hablamos de esto, y llegue a una conclusión bastante obvia por mi parte, el motivo de la cabalgada desenfrenada de Eva era para llegar al orgasmo y no quedarse a dos velas como suponía que le habría pasado alguna vez. Pensé que tal y como me dijo Erika, si esto era correcto desde luego Eva por lo menos no creía que se quedara insatisfecha de mi esta noche, y posiblemente esto me afianzara como amigo con derecho a los roces que quisiera con ella. Cuando se recupero y me devolvió los besos la pregunte si eso era todo, y ella riéndose me dijo que no, que me quedara tranquilo que ahora me haría una mamada para que yo también me corriera... No os hacéis a la idea la cara que puso cuando me eche a reír abrazándola contra mí, diciéndola que era un cielo, pero que tenía otros planes para ella mucho más divertidos.

La hice levantarse, después me levante yo y cogiéndola de la mano me la lleve a mi habitación, la ayude a desnudarse del todo y luego empecé yo a hacer lo mismo. Casi me echo a reír cuando vi que se tumbaba y se abría de piernas para que la pudiera penetrar, extendiéndome los brazos para que me pusiese encima directamente. Sin decirla nada me tumbe a su lado y la dije que no pensaba follàrmela esa noche, a lo que me respondió sorprendida que de que iba, yo la dije que esa noche la haría el amor y no solo follàrmela. Sin dejarla decir nada mas la bese en la boca, ahogando sus nuevas preguntas. Mientras hacía esto empecé a acariciarla con mi mano, primero los pechos, luego bajando hacia el ombligo para continuar hasta su rajita. Una vez en ella empecé a jugar con ella, pasándole los dedos, picándola un poquito su gruta con dos dedos, al poco estaba gimiendo en mi boca, pues seguía besándola. Cuando deje de besarla en la boca para pasar a comerla primero el cuello para después bajar a los pechos pude por primera vez oír sus jadeos y gemidos al sentir como la estaba tratando. Me di cuenta que no sabía qué hacer con sus manos, si cogerme la cabeza, sujetarse al cabecero, sujetar las sabanas, al borde de la cama o que hacer exactamente con ellas.

Después de recrearme con su cuerpo llegue por fin a su coñito que estaba encharcadisimo, empecé a recoger su néctar con la lengua, introduciendo la puntita en su gruta, pasándola por el perineo para acariciar su culito, al llegar a su agujerito y picarle un poquito con la puntita de la lengua me di cuenta que automáticamente apretó las nalgas para evitarlo, estaba claro que por ahí de momento ni rozar. Ya averiguaría mas adelante que era lo que pasaba, pero me imagine que algún animal habría intentado hacérselo sin cuidado, haciéndola un daño de narices. Así que me centre en su coñito sin rozarle el clítoris siguiera, en el estado en que estaba eso hubiera bastado para que se corriera y yo no quería eso todavía. Eva no dejaba de repetir frases como "que me haces", "no me lo creo", "joder que bueno", "sigue, por favor, sigue", "mas, joder, mas por favor", "ostias, ostias, ostias, ostias"... etc.... Entonces por fin sentí como se entregaba a su instinto, sin pensar…, como se empezó a aferrar a mi cabeza, empujándola contra su coñito, según sentí esto la introduje de golpe dos dedos en el coño follándoselo, a los pocos segundos se corrió con un jadeo prolongado y un gritito, convulsionándose de forma bastante escandalosa. Entonces cuando termino me incorpore a la cabecera abrazándola y besándola los labios suavemente.

Cuando se recupero me empezó a besar por todos sitios, estaba exaltada del todo. Me dijo que nunca le habían comido el coño así, que se lo habían hecho dos veces chicos algo más mayores pero que nada como lo mío. Que le había parecido estar en una montaña rusa, que había sido genial, que sentía que no le llegaba nunca el orgasmo. Aproveche para preguntarla por su reacción al tocarla el culito, y ella me dijo que una vez lo había intentado pero el chico la había hecho muchísimo daño, incluso le había hecho una herida y todo al intentarlo a lo bestia, que no quería por ahí, en definitiva, que tenía miedo por la salvajada que le habían hecho antes. La dije que no se preocupara que no pasaba nada, que unas mujeres lo disfrutaban y otras no, incluso según tenía entendido algunas lo tenían tan estrecho y sensible que era imposible porque sería un martirio. Pero la deje caer que si algún día le apeteciera conmigo no dudara en decírmelo y ya veríamos como nos las arreglaríamos para que le doliera lo menos posible, aunque siempre duele un poco. Después volvía mis caricias ignorando el tema del culito, con el que se la veía preocupada, imagino que pensando si yo querría intentarlo por sorpresa o algo similar.

Para volver a ganármela, para tranquilizarla volví a lo anterior, volví entre sus piernas, volví a saborearla, esta vez sí que me dedique a su clítoris con suavidad, a machacárselo con la puntita de la lengua mientras dos dedos se la follaban, en pocos minutos se corría otra vez entre alaridos de placer. Desde luego esta vez no se corto ni un pelo, estaba completamente entregada a lo que la quisiera hacer. Decidí probar una cosa para ganarme su confianza del todo, era un pelín arriesgado pero... si lo lograba la tendría en el bote para lo que quisiera más adelante, incluido intentarlo con su culito. La hice colocarse a cuatro patas, pero haciendo que dejase el culito casi en pompa, ni que decir tiene que note como esta posición la ponía muy tensa precisamente por la exposición del culito, en perfecta posición para reventárselo. Sin embargo ni lo roce, me limite a comerle un poquito el coñito para ponerla otra vez como una moto y que se olvidase de su retaguardia y el peligro que corría. Cuando considere que ya estaba bastante caliente le fui introduciendo la polla poco a poco en su coñito, dejándola acostumbrarse otra vez a tenerla en su interior. Una vez dentro del todo me medio eche sobre ella para llegar a sus pechos con una de mis manos mientras me sostenía con la otra y mi boca se concentraba en su nuca y espalda, besándosela y lamiéndosela todo a lo largo. No duro mucho, al poco se derrumbo en medio de un orgasmo fortísimo arrastrándome detrás de ella, continúe dentro de ella sin salirme, limitándome a no aplastarla y besándola el cuello desde atrás. Cuando se recupero volví de nuevo a empujarla, a darla cada vez más rápido, pero con suavidad mientras la acariciaba los pechos y la mordía suavemente los lóbulos de las orejas, al poco me corrí en su interior provocándola un nuevo orgasmo, que me pareció todavía más fuerte que el anterior. Esta vez me salí de ella dado que mi aparato se desinflo. Me tumbe a su lado, de costado, mirándola como se recuperaba del orgasmo, mientras mis dedos le acariciaban la espalda, causándole escalofríos. Nada mas recuperarse se abalanzo sobre mi besándome.

Decidí que por el momento ya estaba bien, me tumbe de espaldas en la cama, ella se arrastro un poquito hasta quedar apoyada sobre mi pecho y poder besarme en los labios. Cuando terminamos más calmados la invite a la ducha, pero no la deje jugar, solo nos enjabonamos uno al otro y aunque evidentemente consiguió que mi polla se pusiera otra vez en forma no quise seguir es noche. Vi que estaba un poco mohína, pero la recordé que era viernes y muy tarde, que al día siguiente era sábado y tendríamos toda una noche para nosotros solos... su rostro se ilumino, creo que pensó por un momento que solo seria ese día y al siguiente no querría o que se yo, porque lo cierto es que no había que ser un lince para ver que estaba desecha de cansancio.

Cambie la ropa de la cama mientras ella se secaba y la invite a dormir conmigo, algo que después de lo pasado ni se pensó, y que por su expresión debió de sonar a una estupidez del quince. Estuvimos un rato en la cama abrazados hablando, según me dijo entre risas cuando empezamos a enrollarnos todavía pensaba que me podía enseñar algo, que ahora entendía porque Ingrid se rio cuando se lo dijo, según Eva, Ingrid la dijo que para que ella me enseñara algo debería de tomar un curso intensivo con un centenar de hombres y aun así lo dudaba. Me pregunto si esto se repetiría después del fin de semana y yo la conteste que según quisiera ella, al fin y al cabo éramos "amigos con derecho a roce", que dependía de las ganas de rozarse con un "pardillo" que ella tuviera... Ni os cuento las carcajadas que soltó al oír lo del pardillo, se lanzo a devorarme la boca muerta de risa... Empecé a acariciarla según me besaba, al poco se separo y me advirtió que o lo dejaba, o volvíamos a follar si se calentaba, que yo vería.... Riéndome le dije que la dejaba y ella me soltó un "qué pena..." haciendo un gracioso mohín. Poco a poco nos empezó a vencer el sueño, en una de estas Eva se puso de lado, dándome la espalda y yo me acomode detrás suyo, pasándola un brazo por encima abrazándola contra mí, estuvimos un buen rato en silencio.... Así nos quedamos ambos dormidos...

Antes de dormirme no pude evitar pensar que al final Erika se había salido con la suya, Eva ya había caído, ahora faltaba Teresa, una chica que me gustaba tanto como Eva, a la que ya consideraba una amiga en toda la extensión de la palabra, además que sinceramente a estas alturas, y siendo cosa de Erika, ya no dudaba ni por un instante que antes o después también acabaría liado con Teresa, y sino... tiempo al tiempo.

CONTINUARA