Hasta el dia de hoy 2

Se estabiliza mi relación con Erika. De cómo se inicia mi vida sexual....

HASTA EL DIA DE HOY - 2

Me desperté a la mañana siguiente en la misma posición, con la cabeza de Erika apoyada sobre mi pecho, los dos tapados por la sabana, me quede un buen rato mirándola hipnotizado hasta que se despertó, dios que guapa era.

En ese tramo de tiempo que paso entre que yo me desperté y Erika se despertó no pude evitar pensar en todo lo que había sucedido esa noche. Había sido mi primera vez, lo había hecho con una mujer preciosa pero temía cuando ella se despertara, aunque tuviera 16 años no era idiota, suponía que quizá Erika se arrepintiera de lo que había sucedido. Bueno ya veríamos como lo afrontábamos.

La verdad es que en ese momento prefería mirarla dormir, como ya he dicho era una imagen increíble, una imagen que se me ha quedado grabada, la cabeza de Erika sobre mi pecho con su melena rubia desparramada por él mientras dormía, la imagen de una mujer preciosa que se había entregado completamente a mí, la primera, estaba como idiotizado mirándola, procurando incluso no respirar muy fuerte para evitar despertarla.

Cuando abrió los ojos fijo su mirada en mi y subiendo un poco el cuerpo hacia arriba me dio un piquito diciéndome..

  • Buenos días cariño, ¿desayunamos?

Acto seguido se levanto poniéndose encima la bata y dándome un golpecito en una pierna me dijo

  • Venga perezoso levanta y échame una mano.

Me dejo de una pieza, yo pensando que iba a empezar con los no deberíamos…., me arrepiento…., esto no tenía que pasar….. y lo único que va y me dice es que si desayunamos…. Flipante, me dejo perplejo.

Erika preparo el desayuno, cuando termino cogí el café llevándolo al salón tal y como me pido llegando ella detrás mío con las tostadas. Nos sentamos uno enfrente del otro, inmediatamente y entre bocados Erika me dijo que teníamos que hablar muy seriamente.

Ya me extrañaba a mí, suspire y le dije que adelante, que entendía que se arrepintiera de lo de anoche, pero que para mí fue muy especial que ella fuera la primera. Erika se quedo con la tostada a medio morder mirándome, acto seguido la dejo en el plato y se echo a reír.

  • Mira Luis. Lo que paso anoche evidentemente no debió de suceder, pero ya que sucedió no tiene caso ponerse a llorar por ello, además que a mí personalmente me encanto ser, como tú dices, tu primera mujer. –me guiño un ojo mientras mordía una tostada.
  • ¿Entonces no te arrepientes?
  • No, no debió pasar pero no me arrepiento, cuando me fui contigo para la habitación era perfectamente consciente de lo que íbamos a hacer, no de que tú te comportaras tan bien para ser la primera vez, pero si de lo que pasaría dado que éramos un chico y una chica con ganas de jugar a médicos. –volvió a guiñarme un ojo y echarse a reír, yo me puse como las amapolas lo que aumento sus risas.

Entonces le pregunte a Erika que de que era lo que quera hablar conmigo, a lo que muy sonriente me dijo que evidentemente quería hablar de varias cosas muy importantes, y me volvió a sonreír con una cara que me puso en guardia al instante, siempre que sonreía así es que se acercaba tormenta.

  • A ver Luis, cariño mío, mi amante, ¿me puedes explicar que haces aquí que no estás en la sierra?, y después puedes continuar por decirme dónde está tu prima, porque obviamente ya que tu estas aquí ella debería de estar también pero sin embargo todavía no ha aparecido, ni a ti te ha preocupado que nos pudiera pillar en la cama juntitos.

Tras soltar esto Erika volvió a poner esa sonrisa que parecía decirme eso de haber que excusa me das antes de que me cabree contigo.

Yo empecé a dar excusas a cual más estúpida, si, me había preparado para que estuviera arrepentida de lo nuestro, para que me dijera que nunca más, para….. en fin que había previsto casi todo para ese caso mientras esperaba a que se despertara pero ni me acordaba que se suponía que debíamos estar en la sierra, la habíamos cagado con Erika pero a base de bien, joder, joder.

  • Luis cielo, mira todo lo que me estás diciendo no te lo crees ni tú. De forma que te lo voy a poner clarito, solo tienes tres opciones:

  • Me dices la verdad y me enfado mucho.

  • Me intentas meter una mentira y me enfado mucho, mucho, mucho.
  • Me sigues tocando las narices con estas escusas tan estúpidas en vez de decirme la verdad, entonces llamo a tu tía y a tu madre para que se lo expliques a ellas. Sin mencionar lo que me voy a enfadar yo, que será mucho más que en las opciones anteriores juntas, ¿me he explicado clarito, amor?.

Evidentemente solo pude asentir con la cabeza y cantar como un canario, la verdad es que tuve suerte, solo se enfado mucho, mucho.

Cuando se le paso tuve claro que en los próximos fines de semana con Erika, Ana y yo íbamos a ser los campeones del estudio de fin de semana en versión, diurna, tarde, noche y a dormir. Eso además con la suerte de que nos iba a cubrir con nuestras respectivas madres, porque si estas se enteraban no quiero ni mencionar lo que supondría de castigo. Ese día estuvimos repasando cosas del insti y no, no me atreví a sacar el tema de lo de la noche anterior. Cuando se hizo de noche me hizo bajarme a dormir a mi casa por supuesto sin que saliera por ahí, solo me pidió que subiera al día siguiente a desayunar con ella, algo que evidentemente hice.

Ese día si tratamos de lo que había pasado por la noche el día anterior entre ella y yo, según me dijo no lo tratamos antes porque necesitaba pensar en todo lo sucedido aquí y en Alemania. La verdad es que estaba empezando a pasarme factura la sensación de que quizá me hubiese aprovechado de su situación tras lo de Hans, algo que le dije a Erika.

Ella me dijo que en lo único que había influido con respecto a eso era en la decisión definitiva de dejarle, según me explico cuando algo así me pasara la primera vez debía de hacer caso a mi corazón, la segunda decidir entre el corazón y la cabeza, pero la tercera siempre hacerle caso a la cabeza. Me dijo que esta era la segunda vez y que la noche pasada conmigo había servido para que se decidiera por hacer caso a su cabeza y poner a Hans en el pasado.

Haber para que nos aclaremos, Erika es alemana y aunque hable muy bien español, este no es su idioma materno por lo que se le escapan muchos giros, significados, argot, etc que nosotros usamos normalmente razón por la cual había veces que sus explicaciones eran un poco oscuras, vamos tan claras como un libro cerrado. Tú intentabas explicar algo con lenguaje de calle y ella con un lenguaje académico, y claro para estos temas no te dan clases específicas en las universidades.

Por esa razón no voy a intentar reproducir lo que hablamos del tema de acostarnos, sería poner aquí un diálogo de besugos como se suele decir. Al final quedamos que seriamos, para entendernos todos, amigos con derecho a roce. Pues para decidir que así es como seria nuestra relación estuvimos más de tres horas de tiras y aflojas. No sé si yo la convencí a ella, o ella a mí, porque al final la línea era demasiado difusa. Aun hoy mirando hacia atrás soy incapaz de decidir quien convenció a quien de que cosa.

Esa misma noche volvimos a acostarnos juntos. Erika se empeño en hacerme una mamada para empezar aunque intente oponerme porque sabía que no le aguantaría ni un asalto, pero no sirvió de nada. Cuando llegamos a la cama, se metió mi polla en la boca empezando a tratarla como una piruleta, dando lengüetazos a lo largo del tronco para terminar jugando con la lengua sobre mi capullo. Mi excitación era tal que provoco que me corriera en seguida en su boca, ella se lo trago todo.

Después me empeñe en practicarle sexo oral a ella, empecé a usar mi lengua según me iba indicando ella, uhhh, todavía me relamo cuando pienso en su sabor, me encanto, esa fue mi primera vez de muchas que le seguirían.

Una cosa que observe es que cuando estaba empezando a llegar al orgasmo cambiaba de idioma, pasaba del español a su alemán natal, lo que me serviría posteriormente para ir poniendo en práctica ideas mías y comprobar cómo funcionaban con ella. Me era muy fácil saber si lo que hacía iba bien o no, así como también me sirvió para evitar que se corriera y tenerla a punto de caramelo el tiempo que yo quería, solo tenía que esperar a que empezara con el Alemán para detenerme o cambiar el ritmo y así volver a tenerla en mis manos.

Debo de decir que inconscientemente también fui aprendiendo a interpretar todas las reacciones de su cuerpo independientemente del idioma, algo a lo que no le preste atención de forma consciente dado que pensaba que lo que practicaba con Erika solo serviría con ella, en mi ingenuidad pensaba que con cada mujer era completamente distinto, y no que solo diferente. Evidentemente todo esto no fue en un solo día o una semana, me llevo meses llegar a donde he podido llegar hoy con las mujeres. Pero sin duda esa costumbre de Erika de cambiar a su idioma materno sirvió para que aprendiera en un mes lo que de otra manera quizá me hubiese llevado un año, por decirlo de forma comprensible.

Cuando llego el domingo, día que llegaba mi prima Ana para evitar que se pudiera preocupar aunque le había prometido que evidentemente no se lo diría a nadie, tenía 16 años y era joven, no idiota. Cuando le recalque de nuevo que no le diría nada de lo nuestro ya que sabía que éramos como siameses, ella se echo a reír y me dijo que Ana tardaría 15 minutos en saber que era lo que había pasado.

Se equivoco, Erika se equivoco, Ana tardo exactamente 15 minutos en saber que me pasaba algo, 10 minutos en imaginarse que me había estrenado y por eso esta así de raro. 25 minutos más en llegar a la conclusión tras repasar mentalmente todas las candidatas habidas y por haber, que dado que me estaba cerrando en banda y no se lo quería contar tenía que haber sido con Erika, la única opción lógica para ello, tras esto solo tardo 10 minutos más en reafirmarse en sus sospechas.

Una vez llegada a este punto Ana subió las escaleras al piso de Erika de cuatro en cuatro para que esta le contase. Tardo exactamente 20 segundos en arrepentirse, justos los que tardo Erika en decirla que era muy oportuna, que estaba a punto de bajar a hablar con ella sobre "acampadas", yo como todo un machote desaparecí a todo trapo escaleras abajo, otra vez me había vuelto a olvidar de nuestra trastada. Era mejor que ellas hablasen solas de sus cosas de chicas.

Ana estuvo sin hablarme casi 15 días por no haberla advertido del cabreo que tenia Erika, y si, efectivamente Erika la puso al día sobre lo nuestro, aunque lo del castigo por nuestra trastada como ella decía siguió su curso, estuvimos los siguientes dos fines de semana sin salir de nuestras casas salvo para ir donde Erika a estudiar. No, esos fines de semana no hubo temita, también lo incluyo en el castigo.

Ana y yo empezamos a coger las costumbre de Erika con respecto a arreglarnos, Erika decía que si alguien no la quería ver o no le gustaba como vestía que no fuera a verla, de forma que se ponía lo primero que pillaba a mano para estar en casa.

Para ir al trabajo decía que iba a trabajar no a ligar o a follarse a nadie de forma que iba súper discreta con la ropa, muy elegante pero nunca imaginaria nadie el pedazo de mujer que iba escondido en su interior. Eso sí, cuando salía y según sus propias palabras, entonces debía de demostrar que la única hembra era ella, que las demás eran chiquitas, así que imaginaros el cambio de look que suponía ver a Erika según a lo que fuera.

Ana y yo empezamos a hacer igual, para estar por casa lo primero que pillábamos. Para ir al insti Ana se esmeraba poco, pero lo mío era casi de juzgado de guardia, ni me miraba al espejo, pillaba lo primero que caía en mis manos y me lo plantificaba, así pasaba algunas veces, que un friki a mi lado parecía Don Juan Tenorio. Eso sí, cuando salíamos de noche con nuestros amigos tardábamos cada uno dos horas en prepararnos, las habitaciones eran un caos de ropa para elegir, yo parecía una chica mas.

La única vez que se me ha ocurrido entrar en la habitación de Ana sin que ella me llame cuando se está cambiando para salir de marcha salí escarmentado para los restos. Entre sin llamar como siempre hacíamos los dos en nuestras habitaciones, tal era nuestra confianza, que la pille cambiándose, de hecho la pille en braguitas y sujetador lo que no tenia mayor importancia porque nos habíamos visto así cientos de veces, pero al ver el maremágnum de ropa tirada por todos sitios para poder elegir la combinación adecuada, me empecé a reír a carcajadas y me arreo con un libro que tenia sobre la mesilla en toda la cara. Me lleve tal golpe que casi me arranca la cabeza, hay que joderse la mala leche que se la puso porque me reí. Bueno pues mi habitación cuando salía de noche era un caos similar, aunque eso sí, tardaba dos tercios menos que ella en decidirme por qué llevar.

Si cuando salía llevaba el pelo con fijador para que no se me moviera, cuando iba al instituto lo llevaba solo mojado, con lo que cuando se secaba el pelo volvía a su posición natural, quedando completamente despeinado, lo que unido a las gafas para leer que llevaba, que dicho sea de paso tampoco es que me quedaran muy allá, mas la ropita que me solía poner, trajo consigo que yo me ganara una fama de cortado, virgen y pardillo en el instituto que para de contar. A esto ayudo además el hecho de que mientras todos los chicos estaban detrás de cuanta falda se moviera yo pasaba olímpicamente de todas las tías, como ya tenía a Erika ni las miraba, lo que acabo de arreglar mi fama. Lo que no se todavía y me extraña es como no me colgaron el cartelito de Gay.

Ana para ir al instituto se arreglaba algo, iba como solía ir Erika a trabajar, de lo más discreta, ropa ancha, gafas para leer que si yo en elegirlas tarde 2 minutos ella lo hizo en 4, con eso os podéis imaginar lo que la preocupaba ligar en el insti. Era la típica chica que no la mirabas dos veces, pero si la veías en la disco arreglada, era la típica chica a la que no dejas de mirarla más de dos segundos, la cabrona estaba buenísima.

Un mes después de empezar mi relación furtiva con Erika fue cuando me lleve uno de los sustos más grandes de toda mi vida, estuve incluso llorando un buen rato hasta que se me paso el estado de nervios que tenia, por un momento pensé que me había cargado a Erika.

Estábamos en la cama, yo estaba jugueteando con mi lengua dentro del coñito de Erika, literalmente fòllandomela con la lengua, mientras con una de mis manos la acaricio un pezón y la otra juega con el agujerito de su culo, algo que la pone como una moto. Ella me iba indicando lo que le gustaba, como debía de hacérselo, vamos me estaba guiando. Yo había pensado en probar una cosita con ella, solo estaba esperando el momento oportuno, cuando no pudiera decirme que no, así que en cuanto empezó a hablarme en Alemana supe que estaba a punto de correrse, por lo que hice mi prueba.

Todos hemos hecho el fantasmón en el insti con los amigos, que si se mover las orejas, que si se poner los parpados hacia arriba, que si puedo mover el pelo.. bien yo lo que hacía era formar un embudo con la lengua cogiendo con ella un bolígrafo, era capaza de moverlo con precisión, además aprendía escribir a si "si y no". Que se me ocurrió, pues muy sencillo, según estaba llegando al orgasmo poniendo muchísima saliva en la lengua envolví con ella el clítoris de Erika y empecé a masajeárselo lo que provoco que se disparara, se tenso como un acordeón. Empezó a jadear a lo bestia, intento girar sus caderas en ambas direcciones para zafarse. Menos mal que la tenia fuertemente sujeta por la cintura por que no sabía cómo reaccionaría, sino probablemente me hubiera roto el cuello del giro tan brusco que intento dar en una u otra dirección, pensad que tenía mi cabeza entre sus piernas y estas se cerraron sobre ella como cepos.

Solté si clítoris completamente asustado por su reacción y me reincorpore sujetándola con fuerza, cuando me fije en su cara tenía los ojos en blanco y solo jadeaba entrecortadamente. Me acerque rápido a su cara e intente que reaccionara dándola cachetitos y llamándola, lo pase fatal, reacciono a los dos minutos o algo así, los dos minutos más largos de mi vida. Cuando abrió los ojos, empezó a mirar hacia todos lados como intentando concentrarse en descubrir donde estaba, entonces me miro, fijo sus ojos en mí, me abrazo y me beso diciéndome algo en Alemán, que aun hoy no sé que me dijo.

Cuando por fin se recupero rompí a llorar, me había llevado un susto de muerte, la verdad es que por un momento pensé que me la había cargado. Esa noche no me dejo bajarme a casa a dormir, hizo que me quedara en su casa a dormir, en su cama abrazándola. Desde luego esa noche no paso nada de nada mas, intento que me pusiera en forma chupándomela pero el susto había sido tal que no hubo forma, no se levantaba ni para dios. Esa noche Erika se durmió conmigo abrazándola, exactamente al revés que la primera noches que pasamos juntos.

Erika al día siguiente me pregunto que le había hecho exactamente, cuando se lo dije me explico… bueno al menos lo intento, lo que había pasado. Me dijo que lo que yo había hecho con esa maniobra era prolongar su orgasmo mientras tuve mi lengua encerrando su clítoris, esto a groso modo. Si un orgasmo hiciera una curva, su punto más algo seria el clímax, pues bien cuando yo empecé a jugar con el clítoris de Erika de esa forma su orgasmo estaba en ese punto y lo que hice con la lengua fue mantenerlo ahí hasta que lo solté, una vez lo libere la curva descendió normalmente y el orgasmo paso pero claro si un orgasmo dura unos 12 a 15 segundos estuve reteniéndoselo casi 40, por eso se quedo ida completamente, amén de la tensión muscular general a que se vio sometida, la deje para el arrastre como vulgarmente se dice.

Esto es más o menos como me lo explico Erika. Ni que decir tiene que no entendí ni papa de lo que me dijo, pero como le había gustado pues todo genial. Este truquito al final conseguí dominarlo por completo ya que Erika misma no estaba dispuesta a dejarlo pasar por alto y perderse semejante "cabronada" como ella decía. La parte mala es que descubrí que según Erika tenia efectos secundarios, la dejaba durante algunos días sin ganas de sexo porque tenía todo muy sensible según su propia expresión, sin mencionar las agujetas que le proporcionaba la tensión de su cuerpo al correrse de forma tan brutal, de forma que a usarlo con moderación para quedar como dios. Eso sí, sujetando con fuerza a la pareja porque en uno de los giros de cintura para intentar escaparse de la "tortura" te rompen el cuello como te descuides, a eso lo llamo yo orgasmos peligrosos.

Erika por decirlo de alguna forma me puso un entrenamiento, me obligo al principio a marcarme unos tiempos para correrme cuando me hacia una felación, evidentemente al principio no aguantaba ni de coña, bueno la verdad es que al final tampoco lo lograba. Pero lo que ella pretendía lo consiguió, una vez pasada mi primera corrida era capaz de aguantar mis orgasmos prácticamente lo que quería, muy excitado tenía que estar para que me hicieran correrme a la primera de cambio una segunda vez.

Gracias a esto que puede parecer una estupidez, Erika y yo follábamos como leones por horas, eso si, también me mando al gimnasio, porque descubrimos que cuando logre que mi polla aguantara como una campeona el ritmo de Erika lo que no aguantaban eran mis músculos.

Una cosa que Erika me enseño y me encanto fue el sexo anal, me enseño a ponerlo en práctica sin que casi le doliera a mi pareja, obviamente siempre hay algo de dolor. Nuestra primera discusión fue precisamente por esa práctica.

Una vez cogimos ritmo con él, una noche de fin de semana que me quede con Erika sin salir, me pido practicar sexo anal, cuando lubrique mi polla con vaselina e iba a empezar a lubricar su culito me dijo que no me preocupara que ya lo había hecho ella, que se la metiera de golpe. Yo la dije que si no lo hacía despacito la dolería mas, ella me dijo que no que se había preparado el culito a fondo y yo como un imbécil la creí.

Se la clave de golpe, metiéndosela hasta los cojones, me dolió un poco la polla al clavársela, pero con el trote que llevaba no me extraño. Acto seguido empecé como me había enseñado a hacerle, masajearle el clítoris de forma rápida y continua tras lubricarme bien los dedos. En cuestión de cuatro minutos llego a un orgasmo brutal, pero al retirarme de ella vi como salía de su culito un hilillo de sangre, lo que me alarmo. Cuando se giro y me miro vi que tenía la cara llena de lágrimas debido al dolor que había sentido cuando la había, literalmente, roto el culo. El cabreo que me agarre fue monumental, con deciros que me levante de la cama me fui al baño a limpiarme y sin hacerla caso me fui a mi casa.

No es que fuera un blandengue o estuviera en contra del acto, pero a mí me había enseñado que el sexo es para disfrutar, y para esto hay que confiar en la pareja. Primero me había engañado, y segundo tuve muy claro que lo que había hecho le había tenido que doler horrores, no entendía el porqué de todo esto, cuando yo siempre había hecho lo que me había pedido, no entendía porque quería que le hiciera daño. Recuerdo a todos que solo tenía 16 años y que Erika me importaba de verdad.

No penséis que la bronca fue de las chicas, estuve casi una semana sin dirigirla la palabra, solo cuando había alguien delante me comportaba con normalidad, le costó dios y ayuda meterme en la cabeza que hay distintos tipos de placer, que a unos nos gustan unos y a otros diferentes. Por lo que me dijo a ella le gustaba así porque cuando cesaba el dolor normalmente era para llegar al orgasmo a lo bestia, lo que este cambio acentuaba su placer, o por lo menos así me lo conto y de esa forma decidí creer su explicación. No obstante debo de decir que gracias a ella, ese es un arma más en mi mano una vez que supe cómo hacerlo a la perfección, además debo de decir que efectivamente ese cambio dolor-placer a mas de una la vuelve loca.

Ana y Erika seguían tan amigas, eso sí, cada vez que tenían que hablar de los rollitos de Ana a Luisito que le zurzan, para su casita, que son cosas de chicas. Lo que más me jodía es que mis cosas y las de Erika si eran cosas de Ana según parecía.

También creo que debo de ser sincero, casi siempre me enteraba de esto porque luego Ana me lo contaba, al fin y al cabo seguía siendo su confidente, igual que yo le contaba lo que hacía con Erika, y esta era consciente de ello también. Pero me seguía jodiendo que me excluyeran cosa fina, me ponía de un humor de perros.

CONTINUARA