Hasta el Amanecer IV

Coge mis manos y me mira a los ojos, yo le miro y solo con eso logra tranquilizarme

Antes de nada, quiero pedir disculpas por la tardanza en publicar capítulos, me fui de vacaciones (por sorpresa) y no tenía el archivo con la historia. Me ha sido imposible volver a publicar hasta ahora, a partir de ahora volveré a publicar como antes. Espero que dos capítulos por semana. De nuevo, pedir disculpas por no publicar y por no haber informado antes, espero con muchas ganas vuestros comentarios, tanto aquí como en mi correo, me hace mucha ilusión ver que hay gente a la que le gusta mi relato. Gracias por leerlo y por seguir la historia que poco a poco, se irá volviendo más y más interesante.

“Aitor, tenemos que hablar, mañana ven a mi casa y borra este mensaje”

No dejo de pensar por qué Rubén querría que borrara el mensaje, en fin, ahora cuando llegue a su casa le pregunto y a ver que ha pasado, porque sinceramente dudo que Ainara o Julio le hayan dicho algo de lo que hablamos ayer... Y la verdad, no quiero meterme más en ese tema porque no es de mi incumbencia, todos habrán tenido sus más y sus menos con alguien y no pasa nada. No debí haber dicho nada a nadie, ahora estaría tan felizmente en mi habitación.

Llego a casa de Rubén, llamo a la puerta y me abre, solo viste unas bermudas, no me extraña porque hace un calor que no es normal. Me invita a pasar y nos sentamos en el sofá, me ofrece una Coca-Cola y me mira.

-¿Cómo estás?

-Bien supongo... ¿Qué querías decirme?

-Que directo – se ríe – en realidad no es nada, era para decirte que este fin de semana hay otra fiesta.

-¿Para eso quería que viniera? - me quedo mirándole.

-No, pero no quería pasar la mañana solo y como hoy no hay planes por el momento, pues te dije que vinieras, pero si quieres irte...

-No, no es eso, solo pensaba que había pasado algo

-¿Como qué?

-No lo se – me río y me quedo pensando un momento - ¿y por qué tenia que borrar el mensaje?

-Lo dije en broma, para hacerte pensar que sería algo serio.

-Muy gracioso – le digo en tono burlón.

-Me encanta que te piques – y me mira sonriendo.

-No me pico...

-Lo que tú digas – se ríe - ¿qué te apetece comer?

-Sorpréndeme.

-Pues entonces sube a mi habitación – me quedo mirando confuso – y me esperas mientras me ducho para irnos.

Subimos juntos a su habitación, le veo coger unos bóxer limpios y una toalla, después se va de la habitación hasta el cuarto de baño. Yo me tumbo en la cama, es cómoda. Saco el móvil y veo que tengo un par de mensajes de mis amigos de Asturias y uno de Julio que dice

“¿Nos vemos esta tarde?” Lo llamo y en seguida lo coge.

-¡Aitor!

-Hola Julio, que te llamo para decirte que hoy no voy a poder salir, ya estoy con Rubén y me ha dicho que pase el día con él.

-Oh... Bueno, no pasa nada...

-Hablamos luego, ¿vale?

-Si, claro, pasadlo bien.

Colgamos, y a decir verdad, hoy no me apetece mucho salir, prefiero quedarme viendo películas o alguna serie, pero ya que estoy aquí no voy a volverme a casa. Rubén entra en la habitación, solo con el bóxer puesto, me quedo mirando sin darme cuenta.

-¿Estás bien?

-¿Eh? Si.

Se me queda mirando y se tumba a mi lado, y aquí estamos los dos tumbados mirando al techo sin hacer nada más.

-Me da pereza vestirme – me dice.

-No te vistas, sal así a la calle, seguro que ligas con alguna chica.

-No, no quiero ligar con ninguna chica – se ríe - ¿bermudas negras o vaqueras?

-Negras.

-¿Tirantes o manga corta?

-Tirantes.

-¿Converse o Vans?

-Vans.

Tras esta gran charla, se levanta y empieza a buscar en el armario quedando de espaldas a mi, me fijo mejor en él, me gusta su espalda... Y su culo, ese bóxer le queda muy bien... Pero, ¿qué hago? Aitor, es tu primo, eso no se hace. Rubén se viste, y bajamos a la calle, sigue haciendo el mismo calor que esta mañana, vaya asco... Vamos andando por la calle, hablando de todo un poco, y llegamos a un restaurante donde hacen unas hamburguesas buenísimas según me dice. Nos pedimos una hamburguesa completa para cada uno. La verdad es que estaban buenísimas, habrá que volver alguna vez. Terminamos de comer y no sabemos que hacer.

-¿Que te apetece hacer?

-Dormir.

-Aitor, en serio, ¿qué hacemos?

-Lo decía en serio... Podemos ir a tu casa y ver alguna película.

-Me parece guay.

Nos ponemos dirección a su casa, ¿es posible que ahora haga más calor que antes? Si, es posible. No entiendo a esa gente que le apetece salir cuando hay 36 grados en la calle, con lo bien que se está en casa con el aire acondicionado. Esto en Asturias no me pasaba.

Al fin llegamos a su casa, aquí al menos no nos asamos. Nos dirigimos al salón y nos sentamos en el sofá, frente a una tele de unas 50 pulgadas colgada en la pared.

-Ponte cómodo mientras busco alguna película buena – me dice Rubén.

Se levanta y se quita la camiseta que llevaba y coge el portátil, lo conecta a la televisión y empieza a buscar películas, yo decido hacer lo mismo que él, me quito la camiseta y me siento otra vez en el sofá.

-Aitor, tráeme una cerveza, coge otra para ti si quieres.

-Vale.

Me levanto y voy a la cocina, abro la nevera y cojo dos cervezas, que frías y que buenas... Vuelvo al salón y Rubén me está esperando en el sofá, la película estaba justo empezando por los créditos. Me siento con él y abro mi cerveza, le doy un trago y la dejo. La película es una que nunca había visto, empieza con una familia que al parecer se van de viaje o algo así, una comedia me dice Rubén, a ver si es buena. Me centro más en beberme la cerveza que en ver la película, las comedias no son lo que más me gusta, pero mejor esto que estar en la calle. Rubén ya se ha bebido la suya, qué rápido, entonces pasa su brazo sobre mis hombros como quien no quiere la cosa, sigue mirando la película, decido no hacer caso y seguir con mi cerveza. Una vez que me la acabo la dejo en la mesita y Rubén sigue como antes, con su brazo sobre mis hombros.

-¿Te gusta la película?

-Si, es entretenida.

Le miro y veo que me está mirando él también, sonriendo, se acerca poco a poco a mi, muy despacio, me mira a los ojos, luego a los labios y otra vez a los ojos, se acerca un poco más, cierra los ojos y me besa, cierro yo mis ojos y me dejo llevar, me sigue besando, siento su lengua junto a la mía, sus brazos me rodean y él se tumba, obligándome a ponerme encima de él mientras nos seguimos besando, sus manos recorren mi espalda y bajan, bajan y vuelven a subir. No debería estar haciendo esto, ¿no?... Aunque ahora, ¿qué más da?

-Aitor... Espera... Vamos arriba mejor.

Me levanto y él me tiende la mano, la cojo y se levanta, no me suelta hasta que llegamos arriba. En su habitación, me abraza y me vuelve a besar, pero esta vez por el cuello y no puedo evitar ponerme a cien, me tumba en la cama y esta vez me quedo yo abajo, le beso, le beso en la boca, en el cuello, doy pequeños mordiscos que le hacen suspirar de placer mientras él hace movimientos con la cintura que me vuelven loco. Rubén me besa y poco a poco va bajando, me besa el cuello, me muerde los pezones, y me da besos bajando muy, muy despacio. Me desabrocha las bermudas y me las quita, quedando en bóxer que está a punto de reventar debido a la erección que tengo, al ver esto Rubén sonríe y empieza a tocarme por encima del bóxer mientras vuelve a besarme, dios como me está poniendo... Entonces yo hago lo mismo con él, le pongo debajo de mi, le beso el cuello, bajo dándole besos, le hago un pequeño chupetón en la cadera, y yo decido ir un paso más allá, le bajo las bermudas y después los bóxer, y me encuentro su erección apuntando al techo, la miro y la veo que la tiene depilada, solo con unos pelillo cortos. Le doy besos por la ingle, mientras le pajeo despacio, poco a poco me voy acercando y empiezo por darle pequeños lametones a todo lo largo mientras con mis manos juego con sus huevos, me meto el capullo en la boca y bajo, saboreando cada cm, subo y vuelvo a bajar, comienzo a chupársela cada vez un poco más rápido, Rubén gime y suspira cada vez más, cierra los ojos y pone sus dos manos bajo su cabeza, como me pone este chico... Sigo subiendo y bajando hasta que me la meto entera en la boca, me quedo así un rato hasta que me pone las manos en la cabeza y empieza un movimiento de cadera, empieza a follarme la boca, rápido, cada vez más adentro y sus gemidos se hacen cada vez mas y mas fuertes, entonces para de una y me tumbo encima de él, le beso y él mete su mano debajo de mi bóxer, y me manosea el culo hasta que empieza a meterme un dedo para dilatarme.

-Aitor... quiero... quiero follarte – dice entre suspiros.

Y gira de modo que quedo yo debajo de él, me quita lo poco que me queda de ropa y se tumba sobre mi, pongo mis piernas alrededor de su cintura y seguimos besándonos, vuelve a bajar y se mete mi polla entera en la boca mientras con su mano me dilata con dos dedos, nunca me habían hecho esto y estaba cachondísimo, yo siempre hacía de activo, pero esta vez quería que Rubén me follara y no se acabara nunca. Tras un rato metiéndome los dedos, veo que Rubén se levanta y de la cómoda coge un condón. Vuelve a la misma posición en la que estábamos, se pone el condón y me coge las piernas, poniéndolas sobre sus hombros y dirige su polla a la entrada de mi culo, noto como hace presión pero no cuesta meterla, eso si, el dolor es indescriptible. Cierro los ojos y me agarro a las sábanas, intento disimular el dolor, pero no puedo. Rubén coge mis manos y me mira a los ojos, yo le miro y solo con eso logra tranquilizarme, suspiro y Rubén vuelve a moverse para meterla, poco a poco y con paciencia, la noto cada vez más adentro, la noto moviéndose y como Rubén intenta hacerlo lo más placentero posible para mi. Una vez dentro, Rubén se mueve primero despacio, y conforme el dolor se sustituye por placer, él se mueve más rápido, y yo quiero más, ahora que empiezo a disfrutar no quiero que acabe.

-Rubén... Más rápido... Quiero mas...

Solo me sale decir eso, y Rubén se echa encima de mi, me besa y me abrazo a su espalda, con mis piernas alrededor de su cintura que se mueve más y más rápido. Para y yo pienso que se ha corrido, pero la saca y la mete entera de una, la va a sacar pero deja el capullo dentro y otra vez entera dentro, empieza a embestirme fuerte mientras me besa el cuello y me hace un chupetón, dios estoy a punto de reventar como siga así...

-Rubén... Creo que me corro... - le digo entre suspiros.

-No, espera...

Se quita de encima de mi, pero seguimos en la misma posición, entonces me agarra la polla y empieza pajearme rápido mientras me folla, no puedo aguantar mucho más y me corro mientras Rubén me folla, me mancho todo el pecho, dios que gusto... Rubén me sigue follando hasta que se corre, se tumba a mi lado, se quita el condón, le hace un nudo y lo tira al suelo. Estoy exhausto, tengo calor y ambos estamos sudando, me tumbo de lado y Rubén me abraza por detrás, y así nos quedamos dormidos.

-¡Aitor!¡Despierta! - abro los ojos y Rubén me mira con cara de preocupación.

-¿Que?¿Qué pasa?

-Son Ainara, Julio y Elena, están abajo, dicen que ahora vendrán los demás.

-¿Qué? - me levanto corriendo y busco mi ropa.

-Les he dicho que estabas arriba durmiendo y yo estaba saliendo de la ducha.

-¿Ha colado? - le digo mientras me visto.

-Si, eso parece... - me mira y me da un beso – Te espero abajo.

Termino de vestirme mientras pienso en lo que ha pasado hoy, no me arrepiento de lo que he hecho, pero tampoco era algo que entrara en mis planes... Es decir, nunca imaginé algo así y menos con Rubén, no es algo que se considere correcto ,¿no? Al fin y al cabo, lo hecho está hecho y ya no se puede hacer nada, ya hablaré lo que tenga que hablar con Rubén, ahora toca hacer como si nada hubiese pasado, yo solo estaba cansado y me subí a dormir, nada más. Bajo las escaleras y veo a Ainara, Julio y mi hermana en el sofá, están hablando de que han pensado que podríamos volver a pasar la noche juntos el jueves, después del cine, la cena y la fiesta de luces negras, pero esta vez en casa de Julio. Me acerco a ellos, los saludo y me siento junto a mi hermana.

-¿Qué tal la siesta? - me dice Ainara mientra ríe.

-Bien, estaba cansadísimo y este calor me da ganas de dormir.

-Tú siempre quieres dormir – dice Elena.

-¿Vendrás el jueves no? - me dice Julio.

-Si, claro.

-Pues ya sabes con quien te toca dormir – me responde riendo.

Me río yo también, luego siguen hablando de la película que iremos a ver, Julio dice que es buenísima, Ainara dice que tiene muy malas críticas, Elena sigue sin estar muy convencida de querer ver esa película y Rubén, bueno, él me mira de vez en cuando sin decir nada. El resto al parecer no va a venir porque Pablo no tiene ganas y Marcos irá con Lucía a la playa, así que ya estamos todos, como hace mucho calor para salir decidimos quedarnos en casa de Rubén y seguir hablando y riendo.

-Aitor ven un momento.

Escucho a Ainara llamándome desde la cocina, me levanto del sofá y voy con ella, me mira sonriendo, con cierto brillo en la mirada.

-¿Ocurre algo?

-¿Lo has hecho con Rubén? - dice emocionada y en voz baja.

-¡¿Qué?!

-Lo sabía – me coge de la mano y me lleva fuera – Lo habéis hecho, la mentira de Rubén colará con Julio y tu hermana, pero no conmigo.

-Ainara somos primos, no ha pasado nada... - intento disimular lo mejor que puedo.

-Da igual, hace años que no os veis, así que no cuenta.

-No Ainara, no hemos hecho nada. Rubén está muy bien y tal, pero él es hetero que yo sepa y yo soy su primo.

-A ti te gusta Rubén – al decir esto, me quedo pensando por un rato, ¿me gusta Rubén? Es guapo y me lo paso muy bien con él, es bueno, simpático... Pero no deja de ser mi primo, lo que hemos hecho hoy no debemos volver a repetirlo.

-No, no me gusta Rubén.

-Es una lástima...

-¿Por qué?

-Por nada, por nada. Volvamos dentro.

Volvemos los dos dentro, no puedo creerme que Ainara se haya dado cuenta, he negado todo y espero que haya funcionado. Y tengo que hablar con Rubén sobre esto, ha estado muy bien y tal, pero no quiero volver a repetir, no está bien y se que al final acabaré pillándome y no quiero, al menos no quiero enamorarme de él.

Después de cenar ya nos despedimos todos, Rubén se ofrece a llevarnos a Elena y a mi en coche, así que nos despedimos de Ainara y Julio y nos subimos en su coche, esta vez me subo en la parte de atrás, no me apetece hablar y así aprovecho, me pongo los cascos y miraré por la ventana, como cuando fuimos a la playa, pues igual. No se si el camino se me hace demasiado largo o demasiado corto. Cuando llegamos, nos despedimos de él y nos bajamos del coche, pero no se va.

-Aitor espera – me llama desde el coche, Elena ya ha subido.

-¿Qué ocurre?

-¿No me das un beso de despedida? - le miro y me quedo pensativo.

-Hablamos luego, ¿vale?

-Está bien...

Sube la ventanilla y arranca el coche, lo veo alejarse y cuando ya desaparece a lo lejos, subo a mi casa. Voy directamente a mi habitación, no me apetece cenar, no me apetece hablar con nadie, solo quiero un poco de paz para poder pensar en mis cosas, creo que dejaré el blog, no me ayuda nada y ahora que lo pienso es una estupidez, me quito la ropa, me doy una ducha rápida y vuelvo. Me pongo los auriculares y me tumbo en la cama, empiezo a pensar en todo, en Julio, en Rubén, en la fiesta del jueves... Hasta que por fin, me quedo dormido.