Hasta el amanecer 7 final
por cierto la historia la escribi hace mas de 5 años asi que es mi relato
HASTA EL AMANECER 7 FINAL
Los días pasaban rápidos, Agosto asomó entre los tejados del pueblo y las noches empezaron a alargarse mientras las tardes tenían un color dorado y las paredes acababan de blanquearse. Lucía y Eva no se separaban ni un instante, las calles silenciosas del pueblo las veían cogerse de la mano, las olas del mar las sumergían en besos y en caricias, en tardes enteras tumbadas contra la arena, en lugares apartados abrazándose, pensando a cada minuto en su sonrisa, en su pelo, mirándose, mirándose sin palabras y escogiendo tantos te quieros como estrellas. En medio de la noche la pregunta surgió, libre, en un susurro: ¿quieres hacer el amor conmigo?, la respuesta fue un beso largo e intenso y una mirada brillante y soñadora; si. Y subieron al faro, entre la oscuridad callada y las luces lejanas se desvistieron, se abrazaron y se tumbaron, una sobre la otra, las dos en un sólo cuerpo y un sólo sentimiento. Se amaron y sintieron que aquellas manos, aquella piel serían eternas y que estaban elevando en sus almas, en sus gemidos, algo que ni el tiempo podría cambiar porque en sus ojos, los unos dentro de los otros, habían creído en un sueño, habían creído que podrían hacerlo realidad. Se habían convertido en ángeles. Eva se levantó, sus lágrimas se habían perdido con la marea y el recuerdo, tan cerca y a la vez tan lejos, le dolía en todos los rincones, en todas las emociones que podía sentir su corazón. Recordaba a Lucía diciéndole que su padre había perdido el trabajo y que se marchaban a Alicante, palabras que aún sonaban en su cabeza. - No me olvidarás ¿verdad?, no me olvidarás. - No, claro que no, Lucía, Lucía, te amo. - Vendré, volveré, te lo prometo; conseguiré dinero y me quedaré contigo. - Te esperaría toda la vida si hiciera falta. - Te quiero, Eva. - Te amo. Todavía sentía sus besos... Suspiró. No habían pasado ni 7 días y ya la echaba insoportablemente de menos, sabía que no podía vivir sin ella, esa era la verdad más grande que había poseído jamás. Echó a andar hacia su casa cuando una voz la llamó. - Eva. - .......Lucía!!! Se abrazaron y pensó que debía estar soñando, dormida, en su cama, o haberse vuelto loca porque aquello no podía ser posible. - ¿Qué h....? - No, no podía, no. Le he dicho la verdad a mi padre, no podía irme porque te quiero, porque mi vida está aquí contigo, no podía dejarte. Mi vida eres tú. - No me lo puedo creer ¿se lo has dicho?..... y te quedas... Lucía, Lucía, amor.... - Te quiero Eva, te amo...y nada, nada de este mundo podría separarme de ti. Se volvieron a abrazar y por aquel beso, pensó Eva, valía toda su vida, toda la que había vivido y la que viviría con ella. Había algo capaz de cambiar el destino, pensó, el amor. Y se alejaron por la playa, con la luna a la espalda reflejándose en el mar hasta el amanecer. FIN