¿Has olvidado las llaves de nuestro reino?

noticias sorpresivas y visitas inesperadas en una vida con un solo objetivo: ser feliz...

Luego de pasar por la cocina y llegar hasta el pasillo, que era la ramificación de las habitaciones, una de ellas era la mía. Pequeña y alegre por donde se la mire, era mi lugar de reflexión por momentos, y mi lugar de descanso por sobre todo. Pero ese día los 21º grados que marcaba el termómetro no se notaban, o por lo menos yo no los notaba. En ese momento, el frió atrapaba a cada uno de mis cinco sentidos.

Los recuerdos que inundaban mi mente, eran cada un de los bellos momentos que pase con Graciela. Recuerdo el día en que nos conocimos en un bar, donde unas miradas bastaron para decir lo que nos pasaba. Recuerdo el día que estábamos sentados frente a una avenida me dijo y me repitió mil veces cuanto me quería, recuerdo cada noche lujuriosa que viví con ella, recuerdo las veces que la llame y nunca me respondió, las veces que ni siquiera me atendió

Los sentimientos en ese momento estremecían hasta la última gota de sangre que me quedaba en el cuerpo. Sentía que una grande y pesada ancla tiraba de mis ojos hasta que se cerraran por completo; el aire que entraba y salía por mis pulmones era tan escaso e impuro que empezaba a sentir temblores; sentía como cada ultima gota de adrenalina que corría por mis venas, esas que estaban interrumpidas por un enorme corte a la altura de las muñecas.

Sentí muchas cosas en esos momentos, hasta que las sombras que comenzaban a dibujarse por encima de la poca nitidez, dejaron ver unas sombras algo extrañas para que sea alguien de mi familia, cosa extraña porque ese día no había nadie hasta después de las 20 horas.

Esas figuras se convirtieron en dos personas, al parecer dos mujeres, y una de ellas parecía extranjera por su apariencia, corpulenta y muy alta, más específicamente de las zonas de Europa del Este. La otro mujer parecía mas bien una persona buena, aunque bastante delgada, ese tipo de personas que con solo escucharlas hablar, uno se da cuenta que transmiten calma. Sus rostros eran bastante difíciles de descifrar, pero al parecer ambas eran de tez blanca, aunque una de ellas de cabellos oscuros y la otra de cabellos rubios y lacios, obviamente la mujer al parecer europea.

-¿Cómo lograron entrar a mi casa? – pregunte asombrado.

-Quizá cuando termine de hablar contigo entiendas – contesto pacíficamente la mujer delgada -.

-Llévense lo que quieran. Como ven, llegan en un momento personal y me gustaría estar solo, así que hagan lo suyo y déjenme tranquilo

-No somos ningún tipo de ladronas ni nada que se le parezca - explico la mujer corpulenta, que al hablar, hizo que mis suposiciones fueran en vano.

  • ja ja ja, muy gracioso de su parte, pero la verdad es que no tengo ganas de reírme. Por otro lado, creo que en cualquier momento me iré, así que

-Te quedan unos minutos, amiguito – respondió la mujer delgada -, todavía no deseo llevarte. Primero escucha algunas cosas.

-¿Pero no te das cuenta el estado en el que estoy? ¿A dónde me quieres llevar?

-Soñaste tanto tiempo con el porvenir y el futuro que juntos tendrían – Comenzó a relatar -, con las cosas que pretendías que sucedan, la infinidad de deseos que tenias y la cantidad de proyectos que tenias, pero ninguno de ellos dos vinieron a visitarte. Creíste haber experimentado el amor, esa maravillosa sensación que llenaba de cosquillas tu estomago cada vez que te vestías para verte con ella, cada vez que la esperabas en el lugar y la hora de siempre; esa maravillosa sensación que te hacia ver todas las cosas hermosas, llenas de esperanza y con grandes expectativas, tan grandes y hermosas como cada vez que se besaban y deseabas que ese momento nunca terminara y quedara guardado en tu memoria para siempre. Al final de todo esto, eso es solamente lo único que quedo en ti, una gran cantidad de recuerdos, y el nunca vino a visitarte.

Seguía atentamente cada palabra de esa señora extraña, aunque no lograba comprender muy bien las cosas que intentaban explicarme. Hizo una pausa y prosiguió.

-En cambio, sucedió algo que nunca esperaste, algo que no estaba en tus planes. Al no tener una respuesta de tus llamados a su casa, la duda si vino a visitarte, pero nunca te diste cuenta, ya que realizo un excelente trabajo. En esos días, te preguntaste mil veces que podría haberle sucedido, y si en todo caso le sucedió algo a cualquier familiar, sea quien sea. Te preguntaste mil veces si ella te dejaría, y si así lo haría, también te preguntaste el porque otras mil veces mas. Hasta que te cansaste de esperar una respuesta, y elaboraste una propia, una que no deseaste. Entonces llego la realidad a tu puerta, y golpeo una y otra vez, hasta cansarse, pero nunca aceptaste su visita. Nunca aceptaste que ella te dejo por una razón que ella sola sabe, y por más que tu cerebro se canse de pensar, nunca lo entenderías, o quizás nunca la sabrías.

-. Desde que tu novia se alejo de tu vida – interrumpió respetuosamente la otra mujer - , yo te acompañe en cada momento. Yo fui quien caminaba al lado tuyo, cuando ibas distraído por la calle y pensando en porque ella no querría contestarte ; yo fui quien te ayudaba a cerrar los ojos en la noche cuando solamente anhelabas soñar con ella, porque la extrañabas demasiado; yo fui quien te ayudo a desahogarte, cuando pensaste que las lagrimas eran solamente para las mujeres, hasta que lo entendiste y expresaste con ellas todo lo que sentías; yo fui quien te susurro a los oídos cuando, mas necesitabas una liberación de tensiones físicas, que acudas a esas mujeres ávidas de calle. Quizá todavía no te des cuenta, pero la soledad fue quien te acompañaba en cada uno de esos momentos. Si amigo mió, esa soy yo.

  • Puedo entender de dos señoras sepan lo que hice en los últimos días, pero no puedo entender como saben lo que sentí en esos días – exprese, casi atónito-. Las cosas que ustedes están diciendo solamente pasaron por mi mente

-Leo - continuo la muerte, así presentada desde unos instantes atrás - , la soledad te acompaño mucho tiempo antes de que conocieras que Graciela. Solamente interrumpió su trabajo una persona, alguien mas que amigo para ti, pero cerraste todas tus puertas a él y facilitaste el trabajo de mi amiga. Y ya es tiempo de que mi trabajo sea realizado, o mejor dicho culminado. Hace ya un largo tiempo que me estas buscando, pero unas personas de traje no me dejaban que trabaje sobre ti. Ahora que te alejaste de todos, pude hacerlo y facilitaste mi trabajo también.

-Es verdad, te espero hace tanto tiempo – dije, expresando y aceptando la verdad -. Intente varias cosas para dejar de pensar en ella. Intente apañarme y cobijarme en la voracidad de la noche, donde un abanico de cosas pueden suceder, pero luego me di cuenta que de nada servia, porque al despertar después de cada borrachera, esos recuerdos estaban otra vez perturbando mi mente. Intente aprovecharme de la cantidad de drogas que el mercado nos regala, pero era lo mismo de antes, se pasaba el efecto y otra vez al mismo lugar. Así que me canse de intentar locuras, extremas sensaciones de delirio. Y llegue a la conclusión de buscar algo que verdaderamente me aleje de esto, y creo que al fin te encontré.

  • Tus segundos sobre la tierra son mínimos – respondió la muerte - , así que prepárate para experimentar dolores nuevos, si ya estas cansado de estos.

  • Pero yo quiero escapar de estos dolores, no sentir los mismos o conocer dolores nuevos – increpé-.

  • Sentirás dolores nuevos por una eternidad. Lo que ocurre es que nunca pensaste bien la consecuencia de esta decisión