Hard-Rock

HARD- ROCK

"El hombre es el único animal que está condenado a ser libre", Jean P. Sartre

Desde que recibí su invitación el deseo de mujer no me ha dejado conciliar un sueño tranquilo. Después de estar tanto tiempo encerrado, esa carta fue como una tromba de aire fresco que llegaba a mi celda.

Marqué con una fibra roja un círculo en el almanaque de papel satinado. Ya dos años. La carta era de un viejo conocido del cuál no tenía un recuerdo preciso, era tan viejo como yo con mis cascados veintiséis años, y una vida que ni siquiera el mejor actor de Hollywood haya tenido jamás. Pero esa vida, creo ahora, fue la que me llevo a hacer lo que hice.

Una noche estando borracho y deseoso de emociones violentas, sin otro propósito que excitar mis sentidos, inicie una pelea en el medio de la pista bailable de la disco más concurrida de ese verano del 89 en Bs.As. Conseguí escapar del tumulto y con una gran energía impensada, decidí dejarme arrastrar por el duende que me dominaba. La sangre golpeaba las sienes y el deseo de perversión que con tanto esmero había tratado de ocultar a los ojos de todos, inclusive de mi mismo, afloró. En esa noche confusa, recuerdo, que salí con el deseo de tirar de la cuerda, para ver hasta que punto llegaba.

Tensar la cuerda. Ya se que Mike me había dicho que no abusara de los estimulantes, al menos esa noche… y había agregado mostrándome su índice sucio de tierra:

Vocalista de esté grupo o no, no vas a hacer lo de Morrison. Encámate si queres, pero no inicies escándalo, mira que mañana nos vamos de gira para chile.

Tensar la cuerda…. Por qué NO? y quién mierda me iba a detener? Yo era un artista. Aparecía en revistas especializadas

en televisión, y sabía que muchas jovencitas quinceañeras, fantaseaban conmigo mientras se acariciaban…No, al diablo con Mike, esa noche era mía y solo mía. Para un chico que se había criado en basurales y que sabía lo que eso implicaba, las advertencias de Mike parecían en ese momento consejos estupidos de viejo chocho, preocupado por sus asquerosas ganancias a costa de mi pellejo.

Me pinché hasta sangrar, me emborrache mientras lo pasaba a lo grande, con dos chiquilinas que se habían colado a mi camerino para verme. Me confesaron que eran vírgenes y que querían probar… y bueno, por qué no? Pronto me di cuenta que en ese menage a trois , yo simplemente era un artículo sexual secundario, las pequeñas de entre catorce y diecisiete años eran lesbianas…siempre siguiendo a mi nada original consigna: "vence los escrúpulos y déjate llevar", me deje hacer y hubiera seguido de no ser porque la imagen de yeso de la Virgen del Carmen me miraba a través del espejo. Me sentí culpable. A seguir con la fiesta, si, y las chicas estuvieron de acuerdo pero en una disco.

Con anteojos espejados, barba y bigotes postizos me metí en la disco, hice fila como todo el mundo con la cabeza partida, hecha jabón… alienado. Y en esa multitud de cabezas, brazos, siluetas informes, música ensordecedora y luces psicodélicas…pronto comprendí que estaba solo, sin documentos, sin guita, sin nada, las zorras me habían esquilmado y seguro tendría una venérea. El último preservativo lo había usado en el 86. Por eso inicie la pelea, como descarga, luego escape. Iría a buscarlas…a las dos, a demostrarles que no era un consolador…Aunque esa noche para mí, daba igual. Para explicarles que yo no era eso, que yo era un tipo común, atacado de masiva comunicación y que por ende estaba incomunicado.

No se por qué todo eso, yo era un desgajado. Vendía imágenes, daba la impresión de ser "el señor de la noche", pero estaba a kilómetros de todo eso. El sexo y la droga solo aliviaban ese malestar que me hacia sentir incompleto, incomunicado. Y solo cuándo creaba, tocaba el cielo con las manos y ahí entonces hablaba con Cristo, me postraba a sus pies y él me consolaba. Solo entonces, encontraba poesía y paz….En aquel momento los flashes de las cámaras, los fotógrafos y el coro de fanáticas me volvían a la realidad. Mi voz descendía a todos los registros y se volvía humana.

Quería decirles todo eso, pero en mi estado solo podía balbucear alguna que otra frase incoherente. Recuerdo que una mujer que estaba en la cola junto a su tipo, me reconoció y me señaló. Por primera vez me sentí observado y compadecido. Algo se rompió en mí, cuando a un chico que estaba ahí riéndose de mí – pero ahora creo que era de un par de chistes- le saqué la botella de cerveza que llevaba en su mano,- me creía inmortal, poderoso- y procedí.

Hace dos años que estoy en la cárcel y sin embargo me parece mucho más. La carta en cuestión, es una invitación para pasar unos dias en su casa de Mar del Plata. He hecho cálculos y se que me van a largar dentro de poco. Con los reclusos no he tenido más que los problemas usuales, pero en cuanto han sabido que tenia contactos con la Dama Blanca, me han dejado tranquilo.

La verdad es que no se si iré o no a Mar del Plata. Mientras lo pienso he colocado el cinturón de tal manera que si se tensa en un punto aproximado, en quince segundos o menos estaré muerto. Tendré valor para decidir o no?...... Al fin de cuentas, soy un artista…un cantante más de Hard-rock….