Hambre de sexo y sangre
-Métesela- Caleb se acomoda tras de ella y la penetra, de a pocos la enorme cabeza de su verga se abre paso en el estrecho agujero
Desde la barra observo a Caleb desplazarse entre la multitud como un felino rastreando a su presa, y esta noche la carne elegida será una muchachita de falda negra y top rosado, tomando otro sorbo de mi trago sonrío al verlo llegar a su lado y sacarla a bailar, ella al darle una buena mirada acepta enseguida, la muchachita sonríe tontamente y se deja guiar por él, sus cuerpos se entremezclan con sensualidad bailando, ella abre ligeramente las piernas y el aprovecha para meterse entre ellas abriéndolas aun mas, la muchacha pone cara de susto pero siendo él un experto en seducción la calma con unas cuantas palabras al oído, ella vuelve a sonreír y se deja llevar por unas manos que la sostienen por la cintura.
Desde donde estoy puedo oler la excitación del joven cuerpo, puedo escuchar el ritmo de su corazón que bombea con fuerza, ya está casi lista, luego de un par de canciones mas Caleb le susurra al oído y la muchacha asiente como un corderito obediente, veo a la pareja salir de la discoteca y con discreción los sigo.
Afuera todo está en silencio y prácticamente desierto, solo uno que otro borracho entrando o saliendo de algún bar cercano, alzo la mirada al cielo y la luna llena se ha escondido tras unas nubes, la calle esta convenientemente en penumbras, continuo caminando y capto la esencia de Caleb y de la muchacha, están muy cerca pero escondidos por las sombras de la noche, el hambre me impulsa a ir más deprisa pero me detengo, la presa podría escapar o asustarse y eso no es lo que queremos, desde una distancia prudente observo al maestro hacer su trabajo.
Caleb besa a la muchacha en los labios mientras una de sus manos le recorre el muslo, ella se queja un poco y le toma la mano que le sube peligrosamente la minifalda, esto no lo detiene y el continua con los besos, la escena me éxito en sobremanera, siento el interior de mis muslos húmedos, los pezones erectos como piedras, pero tengo que tener paciencia, solo un poco más.
Ahora la cosa se está poniendo más interesante, él le chupa con intensidad el cuello mientras que una de sus manos a levantado el top rosado y la otra esta en medio de la piernas de la mujer, los suaves gemidos son imperceptibles para cualquier transeúnte pero para mí son como gritos en mis oídos, la escucho respirar con dificultad y gemir una súplica “para por favor, para”, pero es inútil, el no va a parar, Caleb le inmoviliza las manos levantándolas sobre la cabeza y empujándola contra la pared, con una pierna le abre los muslos y se mete entre ellos, su pelvis comienza a moverse en círculos, la muchacha niega con la cabeza gimoteando, eso es lo que te pasa cuando juegas con fuego pienso mientras me relamo los labios, con la mano que no la sostiene toma uno de sus senos, son redondos y voluptuosos terminados en una punta pequeña y sonrosada, lo aprieta ligeramente con los dedos y el cuerpo de la niña se arquea involuntariamente por el placer que le produce la caricia, baja la cabeza hasta ellos y veo como chupa el pezón endurecido, “para, para no quiero” vuelve a suplicar ella tratando de zafarse pero Caleb continua, es hora de entrar en acción, me muevo a la velocidad del rayo y en un abrir y cerrar de ojos aparezco al lado de la pareja, Caleb me sonríe mostrando todos los dientes, sus colmillos están completamente alargados, está listo para alimentarse, la muchacha horrorizada nos mira y abre la boca lista para gritar, pero mis labios llegan a los suyos antes que el grito se produzca, la penetro con mi lengua y busco la suya, su llanto baña sus mejillas maquilladas en exceso, con ambas manos le aprieto los senos y ella grita contra mis labios por el dolor, yo no soy tan delicada como Caleb, al soltarla veo que le eh dejado moretones en la piel y eso me éxito mas.
-Recuéstala-
Le ordeno a Caleb, el asiente y la echa contra el frio y sucio suelo, la niña intenta poner resistencia pero es en vano, con rapidez Caleb la despoja del hilo dental negro, “no por favor” ruega llorando, me rio de las estúpidas suplicas y la vuelvo a besar esta vez mordiendo más de la cuenta sus labios y haciéndolos sangrar, lamo la pequeña gota de sangre y mi humedad me empapa las piernas.
-Apártate-
Caleb obedece y se hace a un lado pero sin dejar de sostener a nuestra víctima, el sexo de la niña está totalmente depilado, paso mi lengua con fuerza contra la rosada raja y la muchacha da un respingo, a pesar de su miedo puedo sentir la excitación que la embarga, el liquido pegajoso empieza a desbordarse de su sexo, meto toda mi cara entre sus piernas saboreando hasta la última gota del néctar que me ofrece, le introduce la punta en el pequeño orificio y me doy cuenta que es apretada
-Esto te va gustar-
Caleb sonríe pues sabe a qué me refiero, no es virgen pero ha tenido pocos amantes y eso la mantiene aun ajustada justo como le gustan a él. La tomo por las piernas y se las empujo hasta que casi le tocan las rodillas el pecho, me dedico a lamer desde su apretado hueco trasero hasta la vagina que se contrae con cada pasada de mi lengua.
-Penétrala-
La muchacha abre los ojos con terror
-Suplica-
Le digo cerca al oído rosando uno de mis colmillos contra su oreja
-Por favor no, por favor, por favor-
Sonrío y abro la boca para que pueda ver bien mis colmillos, sin esperar a ver su reacción le muerdo el cuello con fuerza, su sangre resbala hasta mis labios y succiono el cálido liquido, La niña lloriquea y mas aún cuando el grueso miembro de Caleb se introduce en su interior hasta casi rasgarla, ella grita de dolor pero él no se detiene, le sostiene bien abiertas las piernas y la taladra a toda velocidad.
-Voltéala-
Caleb la toma por la cintura y la voltea poniéndola en cuatro patas, la muchacha tiembla tanto que casi no se puede mantener en esa posición
-Sostenla-
Caleb obedece y la sostiene en esa posición, yo me abro el abrigo y revelo mi cuerpo desnudo, me acomodo con las piernas abiertas frente a la cara de la chiquilla
-Quiero que pases tu lengua y lo hagas bien-
Mi voz es tan amenazante que la niña saca la lengua desesperada, con tímidas pasadas lame mi vagina, la delicia de sentir su cálida lengua me hacer rugir de placer
-Lame-
La niña lo hace pero es obvio que es la primera vez que se la chupa a una mujer
-En círculos-
Ella obedece y mueve su deliciosa lengua en pequeños círculos que me electrizan el clítoris
-Métesela-
Caleb se acomoda tras de ella y la penetra, de a pocos la enorme cabeza de su verga se abre paso en el estrecho agujero, el ruge complacido y empieza dar caderasos, el sonido que produce al penetrarla son como aplausos de aprobación, cada vez mas rápidos y más fuertes, puedo ver en su rostro que está a punto de correrse, le aprieta las caderas con fuerza jalándola contra él, de pronto el explota dentro de la humana llenándola de sus semen, satisfecho se separa de ella y un hilillo blanco se desliza por las piernas de ella
-Es hora de terminar por hoy-
Le anuncio poniéndome de pie, el está de acuerdo, ambos nos acomodamos a cada lado de sus pechos y a la misma vez le mordemos los senos, con suaves succiones bebemos hasta saciarnos.
Al terminar Caleb como siempre se encarga de limpiar el desorden, le acomoda la ropa y le implanta un recuerdo cualquiera en la mente, la chiquilla mareada por la pérdida de sangre se pierde nuevamente tras las puertas de la discoteca, jamás recordara que dos vampiros la violaron y se alimentaron de ella en un callejón.
Fin