Hambre de mamá

Trecera y ultima parte...........

…………………. Hola Juan cariño, que pronto has llegado hoy, dijo mi madre, me voy a dar una ducha antes de comer. Esto lo escuche detrás de la puerta de mi habitación. Me vestí, reflexione unos segundos sobre lo ocurrido y salí de la habitación.

En el pasillo me encontré con mi madre que me hizo un gesto de negación con la cabeza. “No puede ser” dijo en voz baja mientras se encerraba en su cuarto. Estaba preciosa con el pelo mojado envuelta en un toallón. Me entraron ganas de volvérmela a follar

-Hola papá

-Hola hijo, ¿Qué tal todo? No sabía que estabas en casa.

-Estaba recogiendo mi habitación.

-Bueno y con las chicas, ¿qué tal? Sales con alguna.

-Así, así. Me gusta una, pero no me hace mucho caso. Tal vez porque es algo mayor que yo.

  • Nada, tu “atácala” dijo muy machito sin saber que me refería a su mujer. Ten en cuenta que cuando una mujer dice “no”, es que quiere decir “si”. Te lo digo yo por experiencia. Se me vino a la mente a mi madre entrando en su habitación diciendo “No puede ser”.

Durante semanas mi madre no me hacia el menor caso, me ignoraba totalmente, y procuraba evitarme siempre que podía. Cuando estábamos todos, parecía normal, pero cuando estábamos a solas era muy fría y distante conmigo.

Había intentado algunos acercamientos,  algún roce inesperado, pero siempre me ponía mala cara. También intenté hablar con ella, pero nada. No me dejaba argumentar nada. “Ni hablar más del tema “ me solía decir. Creo que sabía que podía volver a caer en la trampa y también sabía que lo que había hecho no estaba bien.

Un día me encontré con mis padres en el portal, venían de hacer unas gestiones. Mi madre estaba preciosa con un vestido negro que marcaba sus curvas, sobre todo ese culazo que tiene.  Subimos juntos en el ascensor, con otro vecino. Yo me puse detrás de mi madre. Mi padre pulso el 5, que es piso donde vivimos, y al arrancar el ascensor posé mi mano en su culazo apretándole bien una nalga. Mi madre dio un respingo diciendo Uhy… ¿Qué te pasa?, dijo mi padre. Nada, contesto ella. Me ha entrado como un escalofrío. Continuamos hasta el 5 piso con mi mano en su culo y ella sin protestar.

No hablamos del tema. Me seguía ignorando y empezaba a perder mis esperanzas de volvérmela a follar.

-Hoy tengo guardia en el Hospital, dijo un sábado mi padre mientras cenábamos.

-Os voy a dejar solitos toda la noche. Portaros bien. Prosiguió inocentemente

Mi madre y yo cruzamos nuestras miradas y se puso colorada. ¿Seria una señal?

En cuanto salió mi padre por la puerta, Adela me dijo: me voy a bañar y a acostarme que me duele la cabeza. Pero mamá…. Hasta mañana, dijo sin dejarme terminar la frase.

Pasaron las horas, me quede viendo la televisión ensimismado con mis pensamientos, recordando mis experiencias con mi madre, y poniéndome cada vez más cachondo.

Me fui a mi cuarto y me desnude, pero cuando me iba a acostar, preso de un ataque de locura Salí de mi habitación en pelotas  y llame en la puerta de su cuarto : mamá, mamá …. ¿estas despierta?. Pero no contesto.

Entre en su habitación muy despacio, sin hacer ruido. Poco a poco y a través de la penumbra mis ojos se fueron acostumbrando hasta ver a madre que dormía plácidamente. Me acerque a ella muy despacio, y sin hacer ruido fui retirando lentamente la sabana que la cubría. Llevaba puesto un camisón claro, no distinguí bien el color, pero lo que si distinguía eran sus pezones queriendo salir de su abrigo, y sus blancos muslos.

Me senté a su lado y comencé a subirle el camisón en busca de su tesoro. Entonces despertó:

-¿Qué haces ?. Estás loco……. De eso nada. Esto no pude ser. Entiendes Juanito

Entonces recordé las palabras de mi padre :  “Ten en cuenta que cuando una mujer dice “no”, es que quiere decir “si”. Te lo digo yo por experiencia.”

Me abalance sobre ella como un loco, le empecé a besar donde podía, en la cara en los hombros, en sus tetas…. Ella protestaba pero la tenía bien sujeta por las muñecas.

-No, no, me vas a violar empezó a decir entre sollozos

Entonces reaccione:

-Perdona mamá, perdona, te quiero,  le dije también entre sollozos apoyando mi cabeza en su vientre. Se hizo un largo silencio, de repente sus manos se posaron en mi pelo jugando con él, y un extraño olor invadía mis fosas nasales, era un olor a hembra, a hembra en celo. Mi miembro empezó a reaccionar.

Estuvimos así unos minutos y poco a poco empecé a darle besitos en su vientre, y también muy lentamente, empecé a descender sin ningún impedimento. Solo pude escuchar :

-Juan, Juanito hijo…….. ¿Que me haces? al llegar a mi objetivo.

Era un coño hermoso, carnoso, con unos labios grades a los que me amorre, los sorbí, los chupe, los mordí, y jugaba con mi lengua con ellos. Era mi primera vez, pero por los bufidos de madre, no lo debía estar haciendo muy mal.

Luego me puse en posición inversa a ella para que también me diera placer. Note su mano en la base de mi pene , otra mano apretando mis pelotas, y un calorcito muy rico en el glande. Mire, y la escena era de los mas sexual, mi madre me hacia un lento pajote con mi polla en su boca. Entonces me centren la faena. Metí mis manos debajo de su culo y separe sus nalgas ofreciendo bien todo su sexo, y su ano. Me lo comí todo.

Entre gemidos nos corrimos como animales, mi cara quedo empapada de sus jugos y mamá se bebió una buena ración de semen, no dejo ni una gota. Me dejo la polla reluciente y limpia

Me incorpore a su lado. No hablamos. Nos recuperamos de la batalla, pero sabia que tenía toda la noche, y una vez cometido el pecado, el que hace un cesto hace cientos.

Mi madre intento decir algo, pero la bese en la boca acallando sus palabras. Baje mi mano por su espalda hasta que llegue a su culo. Me queda algo, la dije. Intento nuevamente hablar pero la volví a besar con pasión. Mis dedos ya jugaban con su prieto ano, y poco a poco fui venciendo su resistencia. Adela estaba desbocada, llena de lujuria

Mi madre alargo el brazo y cogió algo de su mesilla de noche. Era un botecito, luego supe que era vaselina. Se puso un poco en el culo, y sin decir una palabra se sentó a horcajadas sobre mí, cogió mi pene lo puso en la entrada de su estrecho agujerito y se sentó muy despacio sobre el emitiendo pequeños quejidos, mordiéndose un labio y con una cara de puta impresionate.  Me iba a joder bien jodido, pensé

Poco a poco empezó a cabalgarme con más fuerza sus tetas empezaron a bailar, yo me aferre a ellas pellizcando sus pezones, entonces empezó a bramar . La muy guarra ahora sí que se estaba follando a su hijo.

Mamá, para, para…. me haces daño.

Se bajo de su montura, entonces la puse a cuatro patas y la metí la polla de un golpe en su ojete, ahora ya estaba bien dilatado, aún así emitió un grito ahogado AHHHHHHHHHHH. , Pero ahora era yo quien tenía el control, la agarre de sus poderosas caderas  y la di bien dada por el culo durante un buen rato. Mis pelotas chocaban contra su coño encharcado y mi mástil la destrozo ese  culazo que siempre había deseado hasta que me corrí bien adentro.

Cuando se la saque una “O” tremenda se dibujaba en el centro de su culo, y mi semen brotaba a borbotones. Caímos rendidos sin hablarnos.

Rompimos las barreras y desde ese día me la he follado en multitud de ocasiones. Ella protesta, pero sabe que no hay marcha atrás. Lo que más me gusta es darla por el culo y oírla gritar, pero cada vez está menos estrechito. “Te lo he dejado como la boca del metro” le digo algunas veces……………..

FIN